Capítulo 2
Harry se despertó en medio de una bruma placentera aunque sentía todo su cuerpo contracturado. Estiro sus extremidades casi como un gato y sintió una punzada en el coxis y más abajo. Cuando intentó sentarse, pudo sentir como su cuerpo protestaba en todas partes, pero el dolor principal se irradiaba desde su parte más noble hacía varias direcciones.
—Aquí, toma esto—Entre el dolor, Harry reconoció la voz del profesor Snape y tomó el vial ofrecido, seguro de que estaba en la enfermería y el profesor le estaba entregando alguna poción para el dolor.
—Gracias—Dijo Harry con voz pastosa, preguntándose qué clase de enfermedad podía dejarlo en tal clase de dolor. Al menos la comezón que había tenido desde hace días por fin había desaparecido y su temperatura parecía normal.
Solo estaba ese extraño dolor en su trasero que empezaba a remitir. Harry entonces se froto la parte de atrás de su cuello y pudo sentir protuberancias como costras en algún tipo de patrón. Casi rectas pero formando una especie de arco, quizás un círculo… se sentían como marcas de dientes.
¿¡Alguien lo había mordido!? Las marcas no se asemejaban a una bestia de Hagrid o una mascota de algún alumno, parecían dientes humanos y Harry había leído lo suficiente como para saber que alguien lo había mordido para vincularse con él. Eso solo quería decir que él era un… ¿Qué era él? Tenía destellos de recuerdos y lo último que aparecía en su cerebro era estar debajo de alguien, siendo penetrado, y podía oír el rechinido de una cama…
Harry abrió los ojos con horror. Recordaba ojos negros y cabello lacio y negro como tinta hecha hilo, una nariz aguileña que aspiraba su aroma y luego… la mordida, el placer, y esa especie de bola. Eso debía ser un nudo. Lo que quería decir que el vínculo con su compañero se había completado.
Harry no quería voltear y ver a su alrededor pero tenía que hacerlo. El silencio era sepulcral y pensó que estaría solo el profesor Snape y Madame Pomfrey pero se equivocó. Había dos Aurores, sus padres, su padrino siendo sujetado por una cuerda hechizada que sostenía Remus, Madame Pomfrey, su jefa de Casa, el director y finalmente, en una silla pegada a su cama, con una cara digna de un funeral, estaba el profesor Snape.
—Señor Potter—Comenzó el director—Me temo que necesitaremos su declaración para esclarecer los hechos acontecidos los últimos tres días. El profesor Snape aquí presente, me llamó por flu el día de hoy, y me dijo una historia donde usted parecía tener síntomas de haberse intoxicado con algún alimento… lo siguiente que sabe el profesor Snape es que había abusado de usted y pedía ser entregado a las autoridades correspondientes ¿Sabe usted por qué diría algo así? —.
Albus Dumbledore no parecía enojado sino preocupado. Harry no entendía por qué, ninguna ley encerraría al profesor Snape por haber tenido sexo con Harry, ya que según sus leyes, Harry era un adulto. El profesor Snape, aunque era un profesor temporal, no estaba sujeto a la carta de comportamiento de Hogwarts para el personal, y además de todo, si Harry se había vinculado a él, tendría una cláusula de exclusión por ser compañeros apareados. Teniendo todo eso en cuenta, Harry contó su versión de los hechos mientras los Aurores tomaban notas.
Cuando Harry terminó, ambos Aurores, un hombre alto, de color, y una chica con el cabello rosa chicle, estaban murmurando en voz baja y se escuchaban palabras de "vinculo", "destinados", y "considerando todo". Finalmente, Madame Pomfrey se acercó a Harry y se sentó en la silla que Severus le ofreció—Cariño, lo que sucedió es que te has vinculado con el profesor Snape—.
—Creo que me di cuenta de eso Madame, pero si eso está sobre la mesa, ¿Por qué están aquí dos Aurores? —Harry miró hacía los Aurores y la chica de cabello rosa le saludo con la mano y una sonrisa amigable. Se veía muy joven para ser una Auror.
Madame Pomfrey bufó—Eso es por su exagerado sentido de la moral y la decencia—Harry levantó una ceja como había visto hacer a su jefa de Casa—Si, mis pensamientos exactos. Le he explicado que dada la biología de sus géneros secundarios era muy probable que no pudieran hacer nada para evitar un acoplamiento—Madame Pomfrey sonrió—Sin embargo, había dos cosas que no pudimos prever. Si el vínculo hubiera sido un vínculo sencillo y ninguno de ustedes lo deseara… bueno, había una serie de pociones que podrían haber tomado para disolver el vínculo y ambos serían libres de ir por su lado si eso es lo que hubieran querido—.
—¿Pero…? —Harry sabía que lo que la medibruja iba a decirle era malo. Había tenido sus dosis de enfermería durante sus prácticas y partidos de Quidditch a lo largo de los años y había aprendido sobre algunas cosas que hacia la mujer cuando quería dar malas noticias a alguien.
—Pero el vínculo que ustedes tienen no se puede deshacer sin consecuencias terribles para ambos. Creo que tus padres te explicaron el asunto de los destinados ¿O no? —Harry asintió—Bueno, los síntomas que ambos describieron son exactamente los de una pareja destinada y ambos entraron en celo también. La comezón y la fiebre (la fiebre es sobre todo por el celo), así como el mareo y la libido excesiva, son síntomas de tu revelación de segundo género—.
—¿Qué sería…? —.
Madame Pomfrey respiro profundamente y cerró los ojos un momento. Dioses, ella sabía que de alguna forma, esto estaría en la prensa del día siguiente, si no es que en una edición especial—Omega, Harry querido. Eres un Omega—.
Harry parpadeo sorprendido y se quedó meditabundo unos instantes. En realidad no le importaba ser Omega. Ciertamente si clasificaba en un equipo profesional, debería tener cuidado durante el celo, pero para eso existían los supresores, los anticonceptivos muggles y mágicos, y existían cosas como la licencia por maternidad. Además, de los retazos de recuerdos que comenzaban a aparecer al frente de su mente, parecía que no le disgustaba para nada ser el pasivo. Entonces, ¿Por qué todos parecían como si alguien hubiera muerto?
Entonces se le ocurrió que había todavía algo más—¿Hay más, cierto? —.
—Si, cariño. Según nos dijo el profesor Snape… bueno, durante su acoplamiento él te anudo. Ninguno tuvo tiempo o la mente clara para usar una poción, hechizo o anticonceptivo muggle al menos…—Madame Pomfrey suspiro por enésima vez—Harry, mi niño, vas a ser "padre"—.
Harry estaba en shock. No podía ser cierto. ¡Un bebé! De acuerdo, apestaba que la pérdida de su virginidad no fuera por un amor profundo y que se hubiera vinculado con un virtual desconocido, pero un bebé… ¡Apenas tenía 17 años! Ni siquiera había terminado la escuela. ¿Qué pasaría con sus EXTASIS? ¿Y el Quidditch? Al menos había asistido a varias entrevistas durante el verano y participo en varios fichajes, pero tener un bebé ciertamente complicaría sus planes.
Había demasiadas cosas que pensar ¿Se tendrían que casar? ¿O solo vivir juntos? ¿Y el bebé? ¿Cómo iban a vivir? ¿Dónde iban a vivir? ¿Por qué sus padres se veían tan devastados y su padrino como un animal rabioso a punto de morder la yugular del profesor? ¿Mortífago? ¿Por qué importaría que el profesor fuera un antiguo mortífago? Sirius seguía despotricando contra el profesor y llamándole Quejicus y mortífago, serpiente viscosa…
—Es suficiente padrino—Dijo Harry, con una voz más calmada de la que sentía. Esa voz tranquila su familia la conocía de sobra, era cuando Harry estaba al borde de su peor humor—No es como planee mi vida, pero no voy a huir de MI responsabilidad. Este bebé apenas tiene días de formado, aún tenemos tiempo de decidir (y por tenemos me refiero a mi compañero apareado) que hacer sobre él o ella, y sobre MI vínculo con el profesor, solo él y yo tenemos que discutirlo. Así que todos dejen de hacer esas caras como si mi vida hubiera llegado a su fin—.
Harry les lanzó una fiera mirada a su familia. Observo que su jefa de Casa asentía hacía él, y había un brillo orgulloso en sus ojos, así como en los del director. El profesor Snape parecía algo ceniciento pero asintió en dirección de Harry, diciéndole sin palabras que tendrían una larga charla sobre el desarrollo de su vínculo. Los Aurores solo anotaron algo en un pergamino y no dijeron nada. Madame Pomfrey estaba sonriéndole y dándole una mirada de orgullo.
—Sabía que eras un buen chico y serás un maravilloso adulto. Si deciden tener al bebé, vengan a verme, los orientare sobre alternativas, ya sea que decidan conservarlo o darlo en adopción. Mientras tanto, estoy segura de que tu pareja puede elaborar las pociones necesarias para tus síntomas y una poción nutricional especial para embarazos. Por lo demás, otro par de pociones para el dolor y algo para las, erhm, rozaduras por fricción y estarás fuera de aquí para mañana—.
—Gracias Madame Pomfrey—.
—De nada cariño. Solo algo más. Si deciden continuar con el embarazo, deberás dejar el Quidditch hasta que nazca el bebé y hayan pasado al menos 40 días. Luego de eso, no hay ninguna contraindicación excepto el régimen de supresores ¿Has entendido todo o necesitas que clarifique algún punto? —.
—Ninguno Madame, me ha quedado claro, pero si tengo dudas, vendré con usted—.
—Me alegra escuchar eso. Si me disculpas Harry, creo que tienes personas que quiere hablar contigo—Madame Pomfrey se retiró del lado de Harry y les lanzo miradas de advertencia a los Potter y los padrinos del chico.
Los primeros en acercarse fueron los Potter, Lily ya había más o menos aceptado el hecho de que su hijo mayor acababa de embarazarse del profesor Snape. Nunca le habían hablado a Harry sobre el profesor y el papel que jugó en su pasado, pero eso no era lo relevante en este momento. Lily miró a Severus y sabía que había una razón por la cual su antiguo mejor amigo era el destinado de su hijo. Solo que por merlín bendito, no podía ver cuál era en esos momentos.
James, por otro lado, junto con Sirius, estaba más que horrorizado por la crueldad del destino. No bastaba con que Harry fuera un Omega, lo que de por sí ya era problemático, sino que además, se había apareado con su antiguo némesis escolar. Quejicus debía estar regocijándose internamente por haber corrompido al único hijo varón de James y el ahijado de Sirius. Ninguno de los dos hombres iba a entender razones en el corto plazo.
Remus, sin embargo, tenía sentimientos encontrados. Harry era sobre todo, extrovertido y tenaz, rayado en lo terco. Harry tenía un plan de vida, donde jugaría profesionalmente al Quidditch saliendo de Hogwarts. Empezaría con las ligas menores y ficharía para uno de los equipos principales en un par de años. Ese era su plan ¿Cómo iban a decirle que nunca, en la historia del Quidditch, habían fichado a un Omega en ninguno equipo principal? La industria del Quidditch profesional estaba llena de prejuicios y JAMAS se fichaba a un Omega fuera de las ligas menores.
El hombre lobo Omega pensó que Harry iba a encontrar mucha resistencia y vería sus sueños truncados. Luego se vería obligado a buscar otros trabajos, ninguno siquiera parecido a lo que en realidad quería. Así que era casi innegable que terminaría frustrado y probablemente se vería confinado a ser Ama de Casa.
Para Remus no fue algo difícil convertirse en Ama de Casa porque él siempre había sido hogareño y su sueño era tener bebés y un esposo o esposa. Siendo un hombre lobo y un Omega, no tenía muchas posibilidades pero tuvo la suerte de encontrar a su destinado y que este fuera su mejor amigo además. Sirius era un buen esposo y lo consentía terriblemente, a él y a sus hijos.
Pero Harry era diferente, él quería más de su vida y Remus sabia, solo sabía, que los prejuicios contra los Omegas iban a hacerle daño a su cachorro. Severus por otro lado… ciertamente, el hombre tenía un alto sentido de la moral y la decencia, ya que lo primero que pensó fue en entregarse a las autoridades, aunque ninguna ley lo iba a condenar por seguir sus instintos, además de que Harry también fue un participante activo en el vínculo. No, Severus era al menos honorable. Pero ser honorable era una cosa ¿Podría Severus hacer feliz a su ahijado?
Albus había dicho que Severus tenía cuatro Maestrías Mágicas y dos diplomados muggles, así como diversos títulos de campeonatos de esgrima. Ciertamente, era inteligente y seguramente era una cualidad que podría heredar el bebé. Iris sería una tía consentidora, y ni hablar de Leo o Aquarius, ambos chicos iban a estar en la luna cuando supieran la llegada de un nuevo cachorro a la manada. Por ese lado no debía preocuparse. Le preocupaba más la reacción de James y Sirius, era evidente que ambos habían esperado que Harry fuera un Alpha.
Severus observaba la interacción silenciosa entre todos y estaba un poco harto, así que decidió dar un salto de fe y camino sin decir palabra hasta la cama del muchacho, sentándose de vuelta en la silla donde había estado originalmente. James y Sirius le fruncieron el ceño, sobre todo Sirius quien seguía atado por su marido. Severus suspiró y hablo fuerte y claro.
—Por la presente, en plenitud de mis facultades físicas y mentales, declaro mis intenciones de formalizar mi vínculo con Harry James Potter. Si el aludido está de acuerdo con mi solicitud, me gustaría iniciar un noviazgo con él mismo, que puede derivar en un matrimonio. También anuncio mi intención de dialogar sobre nuestra futura descendencia y llegar a un acuerdo en que ambos estemos de acuerdo—.
LA magia de Severus se arremolino a su alrededor, esperando la respuesta de Harry—Yo, Harry James Potter, acepto las solicitudes de Severus Tobías Snape, en plenitud de mis facultades físicas y mentales, dialogaremos hasta acordar un trato mutuamente beneficioso y para nuestra posible descendencia—.
La magia de Harry se arremolino y fundió con la de Severus y apareció un pergamino con el contrato escrito en tinta dorada. Ambos magos rasgaron la piel de uno de sus dedos para hacerlo sangrar y pusieron sus respectivas gotas de sangre en el pergamino mágico. Brillo un momento y luego floto hasta los Aurores, ya que eran representantes del ministerio.
—Vaya, esperábamos hacer nosotros el papeleo, pero no me quejare de que nos ahorren trabajo señor Snape—Dijo el Auror de color.
—Entonces, solo para que quede claro, ¿Están seguros de que no viole la ley? —Pregunto Severus.
El Auror se rió con voz profunda—Claro que no. Si el joven hubiera tenido residuos de drogas o señales de violencia, o sus recuerdos demostraran que hubiera sido forzado, estaría en Azkaban, pero dado que el vínculo se formó en medio de un celo y de buena gana, es legal—.
Severus suspiró—De acuerdo, gracias por todo Auror Shacklebolt y Auror Tonks—.
—No hay de que, señor Snape. Si no hay nada más que hace aquí, nos retiramos, solo debemos archivar la intención de noviazgo, y si deciden formalizar con un matrimonio, pueden hacerlo hasta un mes antes del nacimiento de su primogénito o después de la cuarentena luego del parto—Severus asintió a la Auror Tonks y ambos aurores salieron de la enfermería.
Ahora solo quedaban los padres de Harry, sus padrinos, la jefa de Casa de Harry y el director.
—¿Comprenderás, mi querido muchacho, que tendremos que darte un alojamiento diferente? —.
Harry asintió—Bueno, entonces, si me disculpan, me retiro, debo organizar el traslado de las pertenecías de Harry. Hasta luego mi niño—El director entonces salió de la habitación.
—Avísenme su decisión sobre su primogénito a la brevedad señor Potter. Debo saber si aún seguirá en el equipo de Quidditch. Por lo demás, no veo que su situación deba cambiar sus horarios de clase, a menos claro, que decidan entre usted y su pareja que el embarazo continúe, en cuyo caso, además del Quidditch, tendrá que posponer su EXTASIS de DCAO y Pociones, ya que ambos son potencialmente riesgosos para los embarazos—Harry asintió—Bien, lo veré mañana señor Potter—.
En la habitación, ya solo quedaban sus padres y padrinos de Harry así como su compañero apareado. La tensión podía cortarse con cuchillo y si las miradas mataran, el profesor Snape ya estaría muerto y convertido en cenizas.
—Cariño, ¿sabes que te apoyaremos en cualquier decisión que tomes, verdad? —Empezó a decirle su madre. Harry iba a contestar algo pero su madre continuo—Si decides no tener al bebé te apoyaremos y buscaremos una manera de disolver el vínculo si eso es lo que quieres—.
Harry parpadeo confundido ¿De qué estaban hablando sus padres? ¿No le habían dicho solo hace unos meses que los compañeros destinados eran lo mejor y a lo que cada persona debería aspirar?
—Sí hijo, no te preocupes, buscaremos un modo de que tu vinculo se disuelva—Agregó su padre y Harry empezaba a enojarse y Sirius estaba por agregar algo de su propia cosecha pero Remus lanzó un hechizo de mordaza y calló efectivamente a su esposo.
Luego de silenciar a Sirius, Remus fulminó con la mirada a sus mejores amigos y se acercó a la cama de su ahijado, saludo a Severus con un sencillo "hola" y se sentó en la cama, al lado de Harry—Harry, sé que no sabes tanto sobre ser un Omega, así que me gustaría que vinieras a verme si tienes alguna duda. Y sobre tu nueva situación, bueno, yo tuve gemelos, creo que puedo orientarte sobre lo que puedes esperar de tu embarazo y felicidades por haber encontrado a tu destinado—Remus le sonrió a Harry y este le regreso la sonrisa.
Luego, Remus se dirigió a Severus—Severus, no es mi rol decirte que hacer a partir de ahora. Se que durante nuestra juventud pasaron muchas cosas y no espero que seamos los mejores amigos, pero ahora tenemos algo en común y espero que podamos llegar a un, digamos, cierto entendimiento y civilidad. De parte mía, prometo tratarte con respeto y respetar las decisiones que ambos tomen como pareja. Tiene mi apoyo y si en algún momento, deseas hablar con alguien, mi puerta siempre estará abierta. Felicidades por haber encontrado a tu destinado—Remus le dio una sonrisa amable al final y se levantó de la cama.
Sin decir nada más, arrastro a punta de varita a Sirius fuera de la enfermería. James y Lily se veían positivamente incómodos y arguyeron que tenían algunas cosas que hacer y se fueron de ahí, dejando a la nueva pareja a solas.
Harry miraba a sus manos y hacia Severus, pasando del hombre a sus manos y viceversa. Esto estaba tornándose muy incómodo, así que haciendo gala de su Casa, tomo un respiro profundo y decidió tomar el toro por los cuernos—Profesor… mire, sé que quizás no soy su primera elección cuando piensa en la palabra "destinado", pero el asunto es que, aunque nosotros no podamos ser una pareja "tradicional", tenemos que pensar en una vida nueva que ya está formándose. Si gusta, podemos hablar mañana con más calma, una vez que me den de alta. El director acaba de decir que nos dio unas habitaciones…—.
—Recuerdo bien, y dijo que le darían a usted un nuevo alojamiento—.
Harry rodo los ojos—Son alojamientos para compañeros apareados—.
—Creo que no me he explicado bien. Solo tengo autorizado una semana de clases y de hecho, estoy abusando de la hospitalidad del director al permanecer aquí. Mañana acabaría la serie de ponencias y eso sería todo—.
Harry palideció—¿Piensa abandonarnos? —.
Severus se paró y tomo las manos de su compañero—Nada de eso, lo que intento decir es que tendré que rentar un lugar temporal en lo que nace el bebé y pasa usted la cuarentena. Bueno, eso sí está de acuerdo conmigo en que el embarazo continúe—.
—Ni siquiera tiene que preguntarlo—Harry sonrió—Me encanta la idea de formar una familia. No importa como haya sido formada esta. Entonces, ¿vendría a Hogwarts de visita? —.
Severus asintió—Supongo que el director podría extenderme algún tipo de permiso para venir a visitarle y empezar nuestro noviazgo—.
—Eso me agradaría. Además, estoy seguro de que le gustaría venir a los exámenes físicos y eso—Dijo Harry, algo más tranquilo.
—En vista de que, bueno, ya tenemos un vínculo y somos destinados, creo que deberíamos llamarnos por nuestros nombres—Sugirió Severus.
Harry sonrió ante la propuesta—Severus—El aludido sonrió—Si, creo que sería lo mejor. Sería raro seguirte llamando profesor—.
—Muy bien… Harry—Harry sonrió. Le gustaba como sonaba su nombre con aquella voz profunda—Ya que hemos decidido que el bebé nazca, ¿Qué otra cosa te gustaría que habláramos? —.
—¿Tendríamos que casarnos? —.
Severus lo pensó un momento y soltó las manos de Harry, pero volvió a tomar una de ellas—Supongo que eso depende de cómo se desarrollen las cosas. No tengo problemas en que solo vivamos juntos si eso es lo que prefieres. Incluso si quieres tu propia habitación, no estaría reacio a concedértelo. Pero creo que tendremos varios meses para decidir nuestros arreglos de vivienda y reglas de la casa—.
—¿Reglas de la casa? —.
—Si, ya sabes, como quien cocina y quien lava los platos, ese tipo de cosas—.
—Entonces ¿No esperas una Ama de Casa? —.
—¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¿Por qué serías un "amo de casa"? No se tus planes de carrera, pero dudo mucho que estar en casa y atender a tu pareja e hijos sea lo que quieres de tu vida—Severus parecía genuinamente ofendido de que creyeran que esperaba una pareja "hogareña".
Harry sonrió brillantemente, quizás Severus era lo que buscaba. Luego se le ocurrió tardíamente que había algo más que tratar, algo que dijo Remus—¿A qué se refería Remus sobre que "pasaron muchas cosas" cuando eran jóvenes? —.
Severus suspiro y palideció un poco—Creo que eso puede esperar hasta mañana. Es una historia algo larga y tanto tus padres como padrinos están involucrados en muchos niveles, incluso cierta persona que ya falleció y fue amigo de tus padres—.
Harry pareció meditar sobre esto y asintió—De acuerdo, entonces ¿Nos vemos mañana en "mi habitación"? —.
Severus sonrió—Dalo por hecho. ¿Algo más que quieras hablar en este momento? —.
Harry pensó un momento sobre eso. Bueno, había una cosa que le molestaba de todo esto y es que su primera vez fue en medio de un celo y aunque recordaba algunas cosas, en general era un asunto brumoso, pero no podía pedir inmediatamente sexo a este hombre, por mucho que fuera su compañero apareado, pero quizás… algo pequeño, no representaría un problema.
—¿Me besarías? —Severus parpadeo confundido—Mira, no sé si me creas, pero cuando empezó el celo, mi mente ya no estaba en su lugar y yo… era virgen—Severus palideció—Es frustrante no recordar mi primera vez y no es que sea inocente respecto al sexo, tuve otras actividades pero nada con penetración y bueno… no digo que tengamos sexo mañana mismo, pero me gustaría…—.
Harry fue callado por un par de labios que se posaron sobre los suyos con delicadeza. Sus propios labios cosquilleaban y se sentía impelido a abrirlos. El beso fue tentativo y Harry cerró los ojos. Severus, sintiendo que Harry se había rendido a su beso, empezó un lento baile de labios y lengua, abriendo sus labios y recibiendo el dulce néctar de Harry en su boca.
Cuando la caricia terminó, Harry suspiro al tiempo que buscaba aire. Ese beso estaba en el tope de su lista de los mejores besos de la historia. Abrió los ojos y observo que Severus tenía un rubor adorable en su rostro. Al parecer, él no había sido el único afectado por el beso.
—Mañana hablaremos más—Dijo Severus y deposito un beso en la sien de su pareja—Te lo prometo—.
Con eso, Severus se levantó de la silla y salió de la enfermería, dejando a Harry a solas. Iris y los gemelos Black, Leo y Aquarius, llegaron horas después y como había supuesto, los tres estaban exultantes de convertirse en tíos, aunque Iris no dejo de molestarlo con que ahora era "todo un hombre" y que tenía la suerte más increíble del mundo. Revelación de segundo género, encuentro con el destinado, vinculado y embarazado, todo en un solo celo.
Leo también agrego lo increíble de la probabilidad estadística de que eso pasara y Harry resoplo ante eso. Aquarius era más tranquilo y le dijo que ahora tenía que hacer un plan de vida y agregar al bebé a sus planes previos, ver qué cambios serían necesarios y eso.
La última visita del día fue Hermione y Ron. Mientras Hermione estaba saltando por todos lados, emocionada de que Harry hubiera encontrado a su destinado, independientemente de que ahora estaba embarazado, Ron parecía enfermo. No miraba a Harry a los ojos y aunque no estaba siendo grosero, parecía de alguna forma… decepcionado. Harry frunció el ceño. La mirada de su mejor amigo se parecía a la de James y Sirius. ¿Ron también tendría problemas con que se hubiera vinculado con el profesor?
Sin embargo, Harry no tuvo tiempo de preguntarle a su mejor amigo el porqué de esa mirada, ya que Madame Pomfrey insistió en que se fueran porque estaban cerca del toque de queda y les dijo que saldría al día siguiente, seguramente para la hora del almuerzo. Ambos jóvenes salieron y se despidieron de Harry, Ron un poco serio y Hermione con una gran sonrisa.
Harry se prometió a si mismo que llegaría al fondo de ese comportamiento extraño en su mejor amigo.
Mientras Harry dormía, Severus estaba caminando de aquí para allá en el Londres muggle, específicamente en una habitación de hotel, ya que necesitaba hablar con algunas personas en Estados Unidos y que le prestaran algunos contactos. Además, la persona al teléfono era su mejor amigo de toda la vida.
—Pues sí que tienes una suerte de perros, aunque no necesariamente es algo malo, Sev—Dijo la persona del otro lado.
—Cállate. Si hubieras visto las miradas de Black y Potter padre, no estarías diciendo eso. Parecían decididos a matarme si con eso eliminaban el vínculo. Solo porque es un vínculo de destinados es que conservo mi piel—Una risa surgió del auricular—No te rías—.
—Bueno, bueno, me calmó. Mira, llama por flu a Lucius, tiene un pequeño negocio de bienes raíces que maneja su esposa y debe tener alguna propiedad que se adecue a tu presupuesto. Sugeriría una pequeña propiedad mágica en el Londres Muggle, ya que no tendrías que adecuar una propiedad a que acepte tecnología, sino solo limitar las zonas de exclusión mágica—.
—Bueno, eso resuelve la mayor parte de mi necesidad de conexión electrónica. Ahora, ¿sobre mi dinero? —.
—Sí, sí, yo le digo a mi esposo sobre tu dinero. Sabes que él te adora y se va a volver loco con que tengas un pequeño Sevvie corriendo por ahí, haciendo pociones con lodo y flores—.
—Primero que nada, dile a ese saco de pulgas que tiene prohibido llamarle Sevvie a mi primogénito. No se aun si será niño o niña, y sobre las pociones… bueno, su otro padre parece ser hábil jugando al Quidditch…—Un gritó surgió del auricular—Si, tienes permitido comprarle su primera Snitch si resulta que le gusta el Quidditch cuando tenga edad para usar una escoba infantil—.
—Aww, Sev, sabes cómo me ilusiona que tengas un bebé—Severus sonrió—Bueno, entonces, me encargare de enviarte tus textos por e-mail y cualquier cosa de tu investigación, no dudes en llamarme o escribirme. Y sabes, podrías hablar con Lucius. Él, aunque solo es un entusiasta de Artes Oscuras, tiene cierto gusto por la historia, así que podría ser una buena fuente para tu investigación—.
—Lo tomare en cuenta. Me tengo que ir si quiero alcanzar despierto a Lucius—.
—Está bien Sev. Y felicidades por encontrar a tu destinado—Dijo la voz en el auricular.
—Gracias Reg. Y salúdame a Fenrir—Regulus se rio y colgó.
Severus sonrió ante el teléfono cuando colgó también. Hace años, Severus ayudo a Regulus a escaparse con Fenrir. Walburga nunca hubiera aceptado esa unión, y mucho menos el segundo genero de Reg, Omega. Así que cuando Madame Pomfrey iba a escribir el documento sobre el segundo genero de Reg, le lanzaron un Confundus y una "sugerencia" de que pusiera "Alpha" en el registro. Solo esperaron a que Regulus se graduara y Severus le dio un traslador ilegal a su mejor amigo y su pareja. Años después, Regulus le retribuyo el favor cuando el mismo Severus se había mudado a Estados Unidos luego del fin de la guerra.
Inglaterra ya no era su hogar. Lily jamás le perdono su desliz con las palabras, su madre había muerto y aunque Albus abogo por el, diciendo que había sido un espía, el clima "anti-mortífagos" era brutal. No, Inglaterra ya no podía ser su hogar y se mudó a América. Alcanzó a Regulus en nueva York y de ahí se movieron por varios estados hasta que se establecieron en Nueva Orleans.
Regulus se había asentado en una comunidad de "magos vudú", que solo eran magos oscuros, cuya presencia estaba perfectamente permitida en Estados Unidos y Fenrir consiguió empleo en un banco mágico del país, donde criaturas y magos trabajaban lado a lado. El estatuto de secreto era más estricto que en Inglaterra, pero había relajado sus políticas en cuanto a los matrimonios con muggles (en . les llamaban no-majs).
Como fuera, Regulus y Fenrir fueron una gran ayuda cuando hizo la mudanza completa al país. Teniendo mucha libertad y con nadie a quien le importara su tatuaje en el brazo, Severus se dedicó a buscar nuevas cosas en que interesarse, así fue como encontró la universidad mágica de Louisiana, e hizo tres maestrías además de revalidar su Maestría de Pociones. Viendo que la universidad tenía una rama muggle, consiguió interesarse en dos diplomados y gracias a un "amigo con derechos" que tuvo, se interesó en el esgrima.
Reg ya era su mejor amigo, pero Fenrir se hizo un hueco en su corazón y ahora los consideraba sus más cercanos amigos. Lucius era un amigo del pasado, y dada su afiliación anterior, no estaban en tan buenos términos, pero tomando en cuenta que los Slytherin aun tenían "cierta" fama, ningún Slytherin le negaría ayuda a otro Slytherin… con la cantidad adecuada de oro o favores. Si Reg le había asegurado que Lucius ayudaría, quería decir que Regulus tenía algo contra Lucius, y Lucius no podría negarse a ayudarle.
Definitivamente hablaría con Harry sobre la elección de padrinos para su primogénito. Reg se había ganado ser uno de ellos.
Harry estaba ya durmiendo y Severus organizando los siguientes meses de su vida, así como algunas cosas para su noviazgo. Mientras esto ocurría, Sirius Black y James Potter estaban buscando en las bóvedas de ambas familias algo, un libro, un grimorio, lo que fuera, que permitiera la disolución de aquel maldito vinculo.
Ambos estaban seguros de que Harry no querría tener al engendro de aquel hombre en lo que ellos calificaban de prácticamente una violación. Además, necesitaban alguna forma de cambiar el género secundario de Harry. Un Omega. Sirius no tenía problemas con los Omegas, pero Harry quería jugar Quidditch. Ningún equipo iba a ficharlo siendo Omega. Por eso estaban afanosos en buscar una forma de que pudiera cambiar a Alpha.
Era infructuoso, ambos lo sabían en el fondo, pero necesitaban intentarlo.
Mientras esos dos buscaban en todo lo que tenían disponible, Lily se preguntaba cómo fue que su hijo se vinculó con Severus. no era la peor elección de pareja, pero sabía que su antiguo amigo era espinoso y le preocupaba que fuera a tomar represalias contra Harry ahora que estaba bajo su yugo. Remus, por otro lado, empezó una carta para Harry, instándolo a visitarlo durante los fines de semana, seguro de que Albus permitiría alguna que otra salida especial y que estaba dispuesto a pasarle su conocimiento.
Remus sabía que mucho de los Omegas era más prejuicio que verdaderos hechos. Así que busco la carta que le enviara Corina. Una antigua amiga que, daba la casualidad, también era una Omega. Corina le había estado escribiendo sobre este movimiento para disolver prejuicios contra los Omegas, y Remus pensó que no hacía daño escribirle también una carta a Corina.
