Capítulo 4
Harry había recibido un paquete de Remus, que resultaron ser libros. No tuvo tiempo de leerlos, ya que el paquete llegó el viernes y al día siguiente lo vería. El director había estado particularmente feliz de apoyar a Harry con los permisos de visita adecuados para su padrino y pareja. La profesora McGonagall le explico que eso se debía a que, con lo extremadamente raro que era encontrar a un destinado, era obligación moral ayudar a la pareja a cimentar su vínculo.
De ahí la serie de disposiciones de una habitación privada para la pareja, que en el caso de Harry, no podía permanecer en Hogwarts a menos que aceptara dar cátedra. Como Severus había sido alumno de todos los profesores actuales, excepto el de DCAO, pues la solución más factible era permitir un pase libre de visitantes, ya que todo el personal sabía que Severus JAMAS aceptaría dar cátedra.
También, dado que Harry era un Omega extremadamente poderoso, un caso único al parecer, la experiencia de otros Omegas, con más años que él, se podía considerar algo que debía promoverse, de ahí que Remus tuviera tantas facilidades para visitarlo.
Cuando Remus llegó el sábado a la hora acordada, los elfos ya habían dispuesto un servicio de té para dos en las habitaciones privadas de Harry. Harry estaba algo nervioso, pero lo primero que hizo Remus al verlo fue abrazarlo con el mismo afecto que siempre y eso tranquilizo a Harry. Su padrino era sincero respecto a sus intenciones.
Una vez asentados frente al té, Remus le pregunto si había hojeado al menos los libros, Harry negó con la cabeza, pero dijo que los leería en cuanto tuviera un tiempo libre. Entonces Remus le explico lo básico de los Omegas.
Para empezar, los Omegas no eran exactamente "máquinas de bebés", ya que tenían la misma oportunidad de embarazarse que cualquier mujer muggle. Es decir, incluso un Omega podía tener los mismos problemas de fertilidad que una muggle Beta común. Lo otro, es que contrario a los que pensaban que los Omegas aceptaban a cualquier Alpha, incluso una mordida no formaba un vínculo si el Omega no era receptivo.
—Harry, receptivo no quiere decir que quieras a una persona en particular exactamente. Un vínculo se formará si te muerden y eres receptivo a un Alpha. Receptivo quiere decir que a un nivel hormonal, tus propias hormonas lo encuentran "adecuado". Normalmente son características físicas como altura, fuerza, o psicológicas como inteligencia, astucia. Debe gustarte "algo" de un Alpha y aun cuando esta persona te parezca horrible, si tiene al menos una cosa que te guste, un vínculo tiene posibilidades de formarse—.
—¿Por eso crearon esa serie de pociones? ¿Las que rompen un vínculo? —Harry dio un trago de té y empezó a mordisquear una galleta de té con chocolate. Le encantaba morder la galleta digestiva y el malvavisco.
—Así es. Y pocos saben esto, porque es un secreto bien guardado, pero yo lo sé porque a veces Albus suelta "pedacitos de información sin querer". Severus fue quién creo estas pociones. Cuando se anunciaron, él pidió que la patente fuera pública y se "olvidaran" de su nombre, así, cualquiera podría producir las pociones. El hombre pudo haber hecho una fortuna, pero arguyo que debía ser pública para que nadie tuviera que estar con una pareja "a la fuerza"—.
—Sí, suena algo como él—Harry sonrió y a Remus no le pasó desapercibido que Harry no estaba contrario a la idea de que Severus era su pareja—Entonces, si puede desaparecer el vínculo "hormonal" entre un Alpha y Omega vinculados, ¿Cómo no puede deshacerse un vínculo de destinados? —Remus levantó una ceja—No estoy diciendo que quiera eso, sino que debe haber algo más en un vínculo de destinados que hormonas, si una poción o hechizo no puede deshacerlo—.
Remus sorbió unos tragos de té antes de contestar—Hay muchas fuentes e investigaciones sobre el tema. Algunos dicen que es un vínculo literalmente, destinado. Es decir, que las Moiras tejían a esa persona con tu hilo. Otros, que es más bien una persona cuya carga hormonal es tan altamente compatible con la tuya, que no habrá muchas probabilidades de encontrar otra persona así, y por ende, tus hormonas te hacen proclive a "enamorarte" de esa persona. Finalmente, unos pocos, dicen que aunque debe existir esta "alta compatibilidad hormonal", existe un componente psicológico a un nivel primitivo, algo en el inconsciente identifica a una persona como "altamente compatible mentalmente". Tú no eres consciente y tu mente se pone de acuerdo con las hormonas y te lanza a los brazos de esa persona—.
—Como si los "astros se alinearan"—Concluyo Harry.
—Sí, suena a algo que diría la profesora Trelawney. Pero independientemente de eso, déjame decirte que "destino" o no, un destinado es, efectivamente, la persona más compatible contigo. Cuando Sirius y yo estudiábamos aquí, Sirius era "este" Alpha, ya sabes, probando de todo un poco y yo era el clásico estudioso…—.
—Y no hay que olvidar a su pequeña banda—Dijo Harry, frunciendo el ceño.
Remus suspiró—Debí imaginar que Severus te contaría sobre eso—.
—No lo malentiendas. Severus me contó todo, pero advirtió que era SU perspectiva. Y a pesar de que hicieron su vida más miserable de lo que ya era, no los odia—.
—¿Más miserable? —.
—No es mi secreto para contar, pero sí, ustedes solo empeoraron algo que ya estaba mal con su vida. ¿Y sabes? A pesar de todo, no te odia. A ninguno de ustedes, incluso a mamá—.
—¿Por qué odiaría a Lily? Ella era su mejor amiga—.
—Una amiga que a la primera pelea fuerte que tuvieron, lo abandono—Harry suspiró—Creo que si mamá le hubiera dado otra oportunidad a su amistad, Severus jamás habría terminado en las garras de Voldemort—.
—Harry, todos éramos jóvenes e idiotas. No puedo hablar por Lily, James o Sirius, ni siquiera puedo imaginar que pasaba por la mente de Pettigrew cuando los traiciono, pero puedo decirte que yo estaba aterrado. Tu padre y padrino, y en su momento, Pettigrew también, se hicieron mis amigos. Yo era un niño muy solitario por esta "enfermedad" y fueron mis primeros amigos reales. Tuve miedo de perderlos y James estaba celoso de Severus, Sirius odiaba a cualquiera en Slytherin porque le recordaba a su familia… éramos simplemente niños idiotas—.
—Severus ha crecido, tú mismo has crecido…—Remus sonrió—Pero papá y Sirius no, incluso mamá tampoco. Tú los viste ese día, estaban más preocupados porque era un Omega y estaba vinculado con Severus que por si estaba bien. Estaban hablando sobre cómo iba a deshacerme del bebé, claro "si yo quería". No me habían siquiera preguntado qué quería. Apenas me había despertado e ignoro porque tarde más horas en despertar que Severus—.
—Bueno, la explicación de Madame Pomfrey nos dio, es que cuanto más tardas en entrar a tu segundo género, más poderoso debes ser. Es como si tu cuerpo decidiera que necesitas todos los recursos disponibles hasta que tu núcleo mágico se haya asentado perfectamente. Lo malo, es que los celos también son mucho más fuertes. Como Severus también entro en su estatus de Alpha hasta días después de los 17, su celo dura casi tanto como el tuyo, difiriendo por horas, y entre más largo el celo…—.
—Mayor es el gasto de magia y energía. Si, recuerdo las clases de sexología—.
—Así es Harry, por lo que dijo Madame Pomfrey, quiere decir que su celo duro los tres días y unas horas más. Mi celo apenas ha durado dos días como máximo, y por lo que conozco de James, su celo también son apenas un par de días, quizás una hora o dos más. Sirius tiene más o menos los dos días que yo, pero supongo que su organismo lo ha sincronizado con el mío—.
Harry se sonrojo ante lo que implicaba. Había estado teniendo sexo casi ininterrumpido con Severus durante tres días. ¡Demonios! Odiaba no acordarse de eso. Aun con las pociones, todavía no se recuperaba por completo del dolor de caderas. Eso debería indicar que había sido una follada épica. O al menos, le había escuchado decir a chicos de años superiores, que la marca de una buena follada, era que no te pudieras sentar cómodamente al día siguiente. Él no se sentó cómodamente durante dos días, y las caderas aún le punzaban con ciertos movimientos.
—¿Recuerdas…—Harry se sonrojo al máximo—Recuerdas cuando tuviste tu primera vez? —.
—De hecho, es un recuerdo nebuloso. Sirius ya había tenido sexo pero yo… había salido con un par de chicos pero nada serio. Entonces, un día, sentí una especie de tirón y Sirius llego a mí. En ese momento, empezó nuestro celo. Lo último que recuerdo es que no podía ver nada con claridad, excepto el rostro de Sirius. Lo siguiente que supe, es que ambos estábamos desnudos, adoloridos de todos lados, estábamos sobre una colchoneta con sábanas, había una mordida sanándose en mi cuello y semen seco por todos lados. También vimos que había algo de comida y agua, supusimos que cortesía de los elfos. Apenas tenía retazos de memorias, pero bueno, la siguiente vez que tuvimos sexo, me hice el propósito de recordarlo como si hubiera sido la primera vez—.
—Entonces ¿Sirius fue tu primera vez? —Remus asintió—¿No sientes que es algo injusto no acordarte de ella? —.
—Un poco, sí. Pero a cambio de esas memorias, mi vínculo con Sirius se completó al 100 por ciento. Walburga no podía hacer nada para separarnos. Cuando un Alpha u Omega no ha encontrado un destinado, puede unirse a alguien más. A Walburga le hubiera encantado separarnos, pero el vínculo de destinados es algo sagrado. Nadie en el mundo mágico, ni siquiera el mismo Voldemort, hubiera apoyado algo así—.
—¿Por qué sería eso? Si puede disolverse un vínculo normal, ¿Por qué sería peor disolver uno de destinados? —.
—Nadie está seguro de si es una leyenda o un hecho histórico, pero existe el rumor de que un mago oscuro logro disolver su vínculo con un mago de la luz. Ellos eran destinados pero tuvieron esta pelea monumental. Como fuera, el mago de la luz abandono al mago oscuro y este, en represalia, destruyo su vínculo. Se dice que fue tan terrible, que casi enloqueció al mago de la luz, pero se sobrepuso y continuó viviendo. Del mago oscuro no se sabe su paradero, y el mago de la luz jamás pudo vincularse con nadie más—.
—¿Quién era el Alpha y quién el Omega? —Preguntó Harry, ya que esta leyenda o rumor jamás lo había oído.
—No se sabe. Algunos dicen que el mago oscuro era el Omega y otros que era el Alpha, pero en ambos casos, ninguno de los dos pudo vincularse nuevamente y sentían un agujero en el corazón que nada podía llenar. Y desgraciadamente, el vínculo quedo tan roto, que tampoco podían revincularse uno con el otro—.
—¡Eso es horrible! —.
—Como vez, si hubiera una forma de deshacer el vínculo de destinados, nadie, ni siquiera Voldemort en persona, se hubiera atrevido a hacer algo así. Voldemort era un loco, pero incluso en su locura, siempre mato a los dos individuos de un vínculo, fuera de destinados o no. Perder a la pareja, aunque sea un vínculo normal, si fue un vínculo deseado, es muy doloroso—.
—Supongo que era su forma de "piedad"—.
—Supongo—.
Harry espero un momento y pregunto la otra cosa que lo estaba molestando—¿Cómo es estar embarazado? —.
Remus sonrió lobunamente—Oh Harry, no sabes lo que te espera—.
Conforme Remus iba profundizando en el tema, los cambios hormonales, los antojos, pies hinchados, la barriga… el parto… Harry tuvo que tomar unos tragos de poción calmante. Al final de la visita, y luego de que Remus le asegurara que valía la pena todas las molestias, Harry se sintió un tanto ansioso. Rezaba por tener UN solo bebé y no dos como Remus.
Severus llevó una canasta de picnic a su segunda cita con Harry y le invito a visitar el lago negro. Mientras comían los pequeños sándwiches y bocadillos diversos que Severus preparo (Le juro a Harry que él los había hecho), Severus le habló sobre la casa que había rentado y si querría visitarla en alguna de sus citas.
Harry estuvo de acuerdo en que sería lindo visitar un pueblo y acordaron reunirse dentro de dos semanas, ya que las vacaciones de invierno estaban casi a la vuelta de la esquina, y sería bonito comprar algunos obsequios para su familia.
Harry entonces le contó sobre Remus y todo lo que hablaron. Luego de la catarsis que tuvo Severus con él, solo era justo que Harry le hablara con la misma sinceridad. El joven era de la idea de que una relación debía sustentarse en la honestidad.
El siguiente tema era algo escabroso, pero ambos decidieron hablar sobre sus parejas anteriores. Así, Harry se enteró de que Severus solo había tenido cuatro relaciones serias en su haber, aunque tuvo varias parejas sexuales durante sus años de universidad. Desde hace cinco años, no había tenido ni siquiera sexo casual, ya que había decidido ponerse más serio respecto a su siguiente pareja y nadie le había resultado atractivo.
—¿Yo te resulto atractivo? —Pregunto Harry ruborizado.
—¿Atractivo? Sí, eres bastante guapo y tienes muy buen cuerpo. Pero si te refieres a algo más profundo, me doy cuenta de que te gusta aprender y eres inteligente, tienes una mente abierta y no tienes los dogmas de los magos respecto a los géneros secundarios o el estatus de sangre. De lo que he visto, eres una persona íntegra y honesta. Lo cual me parece una cualidad muy atractiva—.
Si era posible, Harry se ruborizo más. Luego fue el turno de Harry de contar su historia, la cual era corta, ya que solo había tenido tres novios y un escarceo amoroso con Viktor Krum, y Severus se sorprendió de que dos de los novios fueran Slytherins. Había pensado que James Potter iría a amenazar a sus potenciales yernos.
—No es como si le hubiera dicho a mis padres—Dijo Harry encogiéndose de hombros—Blaise era buen besador y Draco tenía esta fijación con "papá", ya sabes, mi padre hizo esto, mi padre hizo lo otro. Con Blaise quizás hubiera funcionado pero como yo seguía sin tener un segundo género, bueno, él es un Beta y sentía que yo seguramente sería un Alpha y no quería ser el "socio pasivo" de la relación. A Draco simplemente lo saque de mi vida por su excesivo ego—.
—¿Y el Ravenclaw? —.
—Anthony Goldstein—Harry sonrió—De alguna forma, no fue una mala relación, pero… solo parecía que algo faltaba—.
—Si, entiendo el sentimiento—.
Ambos hombres entonces fueron a otros temas, un tanto más seguros, y terminaron la cita con una pequeña sesión de besos, un poco más intensa que el sencillo beso de despedida, pero Harry pensaba que podía volverse adicto a la emoción que pulsaba debajo de su piel cada que Severus lo besaba.
Una vez solo, Harry se encerró en sus habitaciones, dispuesto a tomar una siesta, pero en cambio, se puso a pensar en su decisión de carrera. Harry en verdad quería jugar al Quidditch, pero no tenía un equipo en el cual soñara jugar. Su equipo favorito eran las Urracas, pero no soñaba con fichar con ellos. Realmente solo quería jugar Quidditch. Era bueno en Defensa Contra las Artes Oscuras y muchas veces, mucha gente, le dijo que debería convertirse en Auror como lo fueron su padre y padrino.
Pero Harry no quería eso, ya había bastantes aurores muy competentes. Su padre dejó los Aurores luego de que su familia había sobrevivido a Voldemort y se dedicó a administrar la fortuna Potter, invirtiendo en diversos negocios. Sirius, su padrino, también renunció a la fuerza al mismo tiempo que James, arguyendo que sin su hermano en todo menos sangre se iba, la fuerza iba a ser aburrida.
La verdad es que Sirius sentía que estaba perdiéndose momentos en la vida de sus hijos y le molestaba mucho, así que decidió que su familia lo necesitaba y renunció. Invirtió parte de la fortuna Black en las tiendas de bromas Zonko, y cuando conoció a los gemelos Weasley, ya había apartado dinero para invertir en el futuro negocio de bromas, que sabía que esos dos alborotadores crearían. Luego, como regalo de un aniversario, le regalo a Remus una inversión en Honeydukes, de forma que la tienda le pertenecía en un 40% al hombre lobo. Remus mando a los niños con Molly y los gemelos por dos días luego de ese regalo para "premiar" a su esposo.
Viendo a su padre y padrino vivir sus vidas en casa, Harry entendió y aprendió que la familia era importante y que a veces, los padres debían hacer sacrificios por sus hijos. Sin embargo, mientras Sirius, James y Remus parecían felices en sus roles, su madre era algo diferente. Ella era tan perfecta ama de casa como Martha Stewart, pero… Lily Potter era una Martha con una varita mágica.
Aburrida de las cosas de ama de casa, se había dedicado a mejorar Encantamientos Hogareños. Los encantamiento de Lily podían dejar la mansión limpia y en orden en menos de media hora, incluso Molly Weasley él había pedido sus Encantamientos a Lily. Viniendo de la matrona Weasley eso era un halago.
Harry había visto el manuscrito que había hecho su madre, pero que ella siempre había estado temerosa de enviar a una editorial. Harry no entendía por qué el temor de su madre, ya que Harry no fue criado con una visión de túnel respecto a los géneros primarios o secundarios.
En la crianza de Harry e Iris, los roles no eran tales, su padre ayudaba en las labores del hogar y cocinaba, usaba los Encantamientos de Lily para su casa y sabían por fotos, que incluso ayudo en cambiar pañales, aunque el traje de contención biológica les parecía algo exagerado.
Sirius no ayudaba en casa, no porque no lo intentara, sino porque para Remus, era como cuidar a dos hijos y un niño de su edad, así que Sirius solía ser este papá que reparaba cosas, y su bien más preciado era su motocicleta adaptada mágicamente, así como algunos artilugios muggles que había usado en experimentos con Arthur Weasley. Tanto Arthur como Sirius pensaban que estaban cerca de lograr que los dispositivos electrónicos muggles funcionaran con magia.
Harry e Iris no tenían prejuicios de género gracias a que sus padres y padrinos jamás hablaron sobre esos prejuicios y la relación que vieron entre los matrimonios, aunque era un estándar, no les pareció extraña por que desconocían que así era como la sociedad pensaba que DEBÍAN ser las familias. Dicho sea de paso, Leo y Aquarius Black tampoco entendían los "roles" de género, porque en su casa, aunque Sirius era el Alpha, se sometía mucho al control de Remus, así que para su familia, Remus era el dominante, aunque fuera Omega.
Harry e Iris eran felizmente ignorantes sobre los roles pero no Leo y Aquarius quienes conocieron a un Alpha hablando pestes sobre los Omegas, y pensaban que otros Alphas le dirían lo mal que estaba, pero los Alphas a su alrededor, le dieron algo de razón a sus palabras. Ese día, Leo y Aquarius se dieron cuenta de que lo que ellos pensaban había sido un acuerdo entre sus padres, era como la sociedad pensaba que debían ser las cosas.
Investigaron en la biblioteca, y aunque no había leyes que prohibieran que un Omega trabajara como Auror, Sanador o alguna otra profesión de riesgo físico, no solía contratarse Omegas. De hecho, revisando varias fuentes, los hermanos Black se dieron cuenta de que ningún Omega había tenido un trabajo relevante en los últimos siglos.
No compartieron su descubrimiento con nadie, ya que pensaban que había más en esto. No solo habían descubierto que no había habido Omegas en trabajos relevantes, sino que cada año nacían menos.
Eso era malo y pensaban investigar más, pero ese año fue cuando surgió su segundo género y todo paso a segundo plano cuando se debatieron en el horror y la alegría. Alegría porque tenían por fin una respuesta al misterio de la falta de Omegas y horror por lo que habían tenido que hacer en Hogwarts para protegerlos.
Madame Pomfrey "falsificaba" los registros.
Los únicos Omegas que se registraban como tal, fueron aquellos que revelaron su segundo genero de forma que fue imposible ocultarlo. La misma Madame Pomfrey les confeso que habían decidido hacer esto entre el director y ella, después de que un ex-alumno la hechizara para cambiar el resultado en el pergamino que se enviaba al ministerio.
Y Madame Pomfrey les confeso esto porque ellos no habían sido Alphas como todos creían, sino Omegas. Más concretamente, Omegas unidos a Alphas. Y sus Alphas habían sido los gemelos Weasley quienes pidieron a Madame Pomfrey que los catalogara a ellos como los Omegas, siendo que habían sido "catalogados" como Betas unos años atrás, a petición suya.
Leo se había unido a Fred y Aquarius a George cuando sintieron ese tirón que había descrito su padre. Era el último año de los gemelos y ambos ya se sentían atraídos a sus pequeños amigos, el vínculo solo fue natural. Fred y George habían pedido a Madame Pomfrey ser "Betas" para que su madre no tuviera "altas" expectativas de ellos como con Bill, Charlie y Percy, y al final con Ron y Ginny.
Su madre esperaba grandes cosas de sus hijos como Alphas, y aunque ella había querido una niña Omega, Ginny se revelo como Alpha cuando cumplió 14, ellos se revelaron como "Betas" a los 15, pero sabían que a veces, el género se confundía porque Betas y Omegas a menudo compartían uno o dos síntomas, de ahí que pudiera "intercambiar" su género secundario a Omegas.
Así fue como Leo y Aquarius ocultaron su género a sus padres, a sus "primos" y al mundo mágico, y dándole a la familia Weasley sus primeros "Omegas", aunque sus padres ignoraban la existencia del vínculo, ya que no había sido documentado. Madame Pomfrey "casualmente" traspapelo ese pergamino y quizás, luego de que se hubieran casado esos gemelos, aparecería mágicamente dicho pergamino.
Pero Harry ignoraba todo esto, y solo pensaba en un plan de como trabajar luego del nacimiento del bebé. Bueno, eso y en que esperaba más que besos de Severus. luego de esa sesión de besuqueo, Harry tuvo una larga, muy larga ducha, y se preguntaba durante su ducha como se sentiría repetir lo de su celo, pero con todos sus sentidos en el lugar correcto.
Los libros que le envió Remus a Harry resultaron reveladores para el joven. La biología interna de los Omegas era bastante similar a la de cualquier mujer Beta. Podían tener relaciones sexuales independientes del celo, pero el celo, la única diferencia respecto a las mujeres Beta, era para garantizar la procreación.
Los ciclos de celo también ayudaban a los Omegas a regular sus hormonas, igual que a los Alphas, pero la gran diferencia estribaba en que a los Omegas, los efectos secundarios de los celos los hacían "hermosos" y reparaban desperfectos de sus cuerpos.
Por lo que Harry leyó, había una probabilidad de que en el futuro, dejara de usar sus lentes de contacto. Pero no en esos momentos, ya que todo lo que podía de su magia y energía, iba a proteger al bebé dentro de su vientre.
Sin embargo, según el libro, mientras antiguamente los bebés nacían de la misma forma en que habían entrado, las nuevas pociones ayudaban al portador a crear un canal de parto similar al de cualquier mujer Beta, aunque algo más ensanchado para facilitar el nacimiento. Las pociones solo funcionaban en Omegas y aunque el libro decía que había una investigación paralela para que hubiera una versión Beta, aún no estaba lista.
Como fuera, Harry leyó que las pociones tendría que tomarlas en el último trimestre de gestación, una vez por semana, ya que siempre existía la posibilidad de perder al bebé durante el primer trimestre, pero luego de eso, las probabilidades disminuían mientras luego del segundo trimestre desaparecían, ya que la magia del portador afianzaba al bebé y creaba una segunda placenta que protegería al bebé, incluso si su portador fallecía.
Cuando Harry leyó esto, pensó que era asombroso que los Omegas tuvieran estos cuerpos que protegerían, tal cual haría cualquier madre, la vida de ese bebé. Luego leyó sobre la magia ofensiva y defensiva que los Omegas podían manejar a niveles incluso mejores que los Alphas más fuertes, ya que, según el libro, la biología y química de un Omega estaba enfocada en la protección de la familia.
Mientras más leía Harry sobre su segundo género, le surgían nuevas dudas. Si los Omegas podían proteger tan bien a los bebés, ya fuera con su "cuerpo" o con magia, eso los hacía más propensos a ser Aurores, Sanadores o incluso Abogados y el libro no tenía una sección de "personajes ilustres" como los libros de Alphas que alguna vez leyó de la biblioteca de casa.
Luego recordó que en realidad, solo había libros de Alpha y Beta, que suponía era porque su padre era un Alpha y su madre una Beta. Tenía sentido que no hubiera literatura Omega, y que Remus si tuviera, dado que era uno.
Y aun así… algo en todo este asunto se sentía mal. Sus padres estaban demasiado preocupados de que él, específicamente, fuera un Omega, pero estaban bien con que Remus fuera uno. ¿Por qué? Y mientras más lo pensaba, más llegaba a la conclusión de que, de alguna forma, habían comprado todo este asunto de "El-Niño-Que-Vivió". Y que gracias a eso, al parecer esperaban que fuera alguno Alpha poderoso, si es que la explicación del núcleo mágico grande, era la verdadera explicación sobre porque tardo tanto en revelar su segundo género.
Para Harry, el mundo donde sus padres no tenían prejuicios, donde su padrino Sirius lo llamaba cachorro y estaba orgulloso de él, se estaba desmoronando rápidamente. Luego estaba el asunto de Severus.
A pesar del pasado turbulento entre ellos y el pasado más turbulento de Severus, el hombre había madurado y ahora tenía una carrera bastante lucrativa, y no odiaba a sus padres y padrinos, en todo caso, los compadecía.
Cuando lo pensaba objetivamente, Harry entendía el porqué de la compasión.
Severus quizás tuvo un mal inicio en su vida, pero luego tomo las riendas de la misma y construyo algo de lo que sentirse orgulloso, perdono a quienes le habían hecho daño y finalmente, lo había encontrado a él, y aunque su relación aún estaba muy reciente, Harry podía sentir que esta no iba a ser una relación como las anteriores, para ninguno de los dos, ya que ambos esperaban charlar y exponer sus pensamientos.
Con Draco siempre fue una relación donde él dio más que el otro. Blaise fue una buena relación pero la inseguridad del Beta destruyo cualquier posibilidad, y Anthony… había sido una buena relación, bastante cómoda y calmada, y quizás eso era lo que al final los separo. Eran demasiado buenos amigos y muy poco amantes. El único escarceo amoroso que tuvo con Viktor Krum le demostró a Harry que la pasión era algo clave en su vida.
Con Severus, esos besos le sabían a gloria, y Harry se moría por probar más del hombre. Pero ¡Demonios! Apenas llevaban dos citas, ¿No había mencionado Hermione algo de la regla de la tercera cita? Pero ¿Cómo podrían tener sexo EN LA ESCUELA? bueno, ya habían TENIDO sexo en la escuela, pero Harry no estaba en su juicio y Severus tampoco, y Harry no quería que la siguiente vez que tuvieran sexo, fuera en la escuela, o no podría ir a clases sin ponerse duro, recordando lo que había hecho.
Harry se propuso que cuando fuera a visitar la casa de Severus, iba a seducir al hombre. Ahora, tenía que terminar de leer los libros que le dio Remus.
Hermione estaba a punto de hechizar a su novio. Desde que Harry se revelo como Omega, Ron había estado en este estado de ánimo taciturno y gruñón. Constantemente se quejaba de que Harry no entendía cómo se sentía él, como todo su mundo se había quebrado, de cómo Harry había arruinado los planes de ambos, de que ahora no podría entrar a ningún equipo de Quidditch. Fueron tantas y tantas quejas sobre como Harry había arruinado la vida de Ron, que Hermione no pudo soportar más.
—¡BASTA! —Gritó Hermione en la sala común de Gryffindor, asustando a un par de primeros años que ante la fiera mirada de la chica, mejor subieron a sus habitaciones. Luego, esa misma mirada fue dirigida a su novio—Basta Ron. Todo lo que he oído por días ha sido como Harry arruinó tus planes, pero en ningún momento he escuchado que te preocupes por tu supuesto mejor amigo, sobre cómo debe ser un shock para él enterarse que es Omega, que encontró a su destinado y que esta embarazado, todo lo que sucedió en apenas tres días. TRES DÍAS RON. Fueron solo tres días donde la vida de tu mejor amigo cambio y todo lo que haces es quejarte por ti—.
—¡Pero Herms…! —Empezó Ron, pero Hermione no lo dejo terminar.
—Nada de "Pero Herms", he escuchado bastante sobre cuánto de Harry te importa y todo es referente a lo que esperabas obtener de que fuera fichado en algún equipo. Cuando los escuchaba hablar de cómo iban a ser escogidos para un equipo, tu dabas por hecho que serías escogido, mientras Harry esperaba ser escogido. Siempre me pregunte como estabas tan seguro y ahora lo entiendo: esperabas usar la fama de Harry. Si él hubiera sido un Alpha, todo el mundo mágico estaría a sus pies, porque sería el Alpha más poderoso vivo, ningún equipo lo hubiera rechazado, y tú, siendo el mejor amigo de Harry, hubieras tenido el mismo trato—.
—¡Pero es un maldito Omega! ¡Nadie espera nada de los Omegas! —Gritó Ron, enojado—Incluso mamá lo ha dicho, como no espera nada de los dos inútiles Omegas de los gemelos. De cómo deberían buscarse un buen Alpha o Beta y asentarse—.
—Ron, tu madre quiere que yo sea ama de casa. Yo, la mejor bruja de mi generación y si puedo creer en los registros, la bruja con el mejor promedio en más de dos décadas. El ultimo mejor promedio fue el de la pareja de Harry—.
—Hermione, tú sabes que al final vas a terminar en la casa—Hermione abrió los ojos en shock. Una cosa era sospecharlo y otra confirmarlo—Cuando tengamos hijos, estoy seguro de que no vas a querer estar lejos de ellos—.
—¿Y quién ha dicho que quiero hijos? —.
—Bueno, eres una chica…—Empezó Ron, pero no pudo terminar de decir la frase.
—¿!Una chica!? ¿Esa es toda tu explicación a tus ideas retrogradas? —Hermione apretó los puños y empezó a empujar a Ron hacia una pared—Escúchame bien Ronald Bilius Weasley, sí, soy una chica, pero de ningún modo espero, quiero o necesito atender una casa y tener bebés. No es MI ROL, no es MI OBLIGACIÓN, ni necesito PROTECCIÓN. No soy DÉBIL, o SUMISA. Grábate estas palabras, una chica no es diferente de un hombre más que en una cosa, y esa es que tenemos un cuerpo distinto. Tengo derechos, aspiraciones y sueños tanto como cualquier chico, y si ellos pueden cumplir sus sueños ¡Yo también! Y ni tu ni nadie va a impedirme realizarlos—.
—¿Qué estás diciendo? —Contestó Ron, con una voz más débil de lo que esperaba.
—Lo voy a decir de forma que entiendas—Dijo Hermione, con los puños más apretados aun y los ojos llorosos—No puedo continuar siendo novia de un hombre con ideas del siglo pasado, con un hombre que rechaza a su amigo de la infancia por algo que no está bajo su control, y no puedo casarme con alguien que espera encerrarme en una casa y que yo este feliz y contenta de abandonar mi propio ser solo por cumplir sus expectativas—Hermione relajo sus manos y se alejó de Ron, que ya estaba contra la pared—Hemos terminado Ron—.
Con esas palabras finales, Hermione subió hacia sus habitaciones como Premio Anual y cerró la puerta con un hechizo de cerradura y otro de silencio, para poder llorar libremente. Ella sabía en el fondo que esta relación estaba condenada a terminar, pero esperaba que en algún momento, Ron viera la luz. Que Harry fuera Omega solo acelero la conclusión lógica de una relación donde ambos esperaban cosas distintas de sus vidas.
Hermione esperaba que al menos Harry si encontrara la relación que había estado buscando durante años, en la figura de Severus Snape.
