Capítulo 10


La Navidad estaba siendo un asunto diferente en diferentes casas y pronto lo sería en muchas más. La primera casa que estaba pasando una navidad inusual fue la de Severus, quién estaba abrazando a su prometido que estaba sentado al lado suyo, mientras sus ahijados destruían el cartón y papel de los obsequios. Regulus y Fenrir estaban debajo de un muérdago, dándose besos suaves y haciendo que cuando alguno de sus hijos los miraba, este hiciera ruidos de arcadas.

Harry apreció mucho el regalo enviado por Ron, que fue analizado a conciencia por Severus, Regulus y Fenrir. Luego de que dictaminaron que estaba libre de cualquier hechizo o poción, Harry encontró una linda mantita tejida para bebé, con leoncitos y serpientes muy lindas. No era el trabajo más perfecto, pero eso precisamente era lo que conmovió el corazón de Harry. La carta adjunta era una larga disculpa donde Ron se disculpaba profusamente con Harry, le explicaba sus razones detrás de su comportamiento y de cómo ahora sabía lo equivocado de sus creencias. No pedía que retomaran su amistad, pero si dijo que le gustaría estar en buenos términos con él.

Harry pensó que era un enorme salto de madurez el que dio su antes mejor amigo. Hermione le había llamado para desearle Feliz Navidad y decirle que Ron le había enviado flores a la manera muggle junto con una disculpa bastante conmovedora y sincera. Claro está que Viktor Krum, quien estaba como invitado en su casa para las fiestas, también había revisado las flores en busca de hechizos y pociones.

A Harry le daba risa como sus respectivas parejas pensaban primero en su seguridad. Hermione no lo había dicho abiertamente pero estaba empezando a enamorarse nuevamente de Viktor y este al parecer jamás dejo de pensar en ella, así que su relación básicamente partió de un punto existente.

Harry solo sabía que pronto, quizás en unos meses, habría un brillante anillo en la mano de Hermione. Por lo que sabía de Krum, el hombre era una persona intensa y directa, que una vez se proponía algo, haría todo por conseguirlo. Si dejo ir a Hermione, es porque ella estaba enamorada de Ron la primera vez. Ahora Ron ya no estaba en la foto y Viktor tenía una oportunidad de colarse en el corazón de la mujer que quería.

En la casa de Hermione, Viktor estaba siendo incluido en las tradiciones de la familia Granger, ya que tanto Jonathan como Delia Granger, estaban felices con el hombre que su hija había presentado como "un amigo muy querido". Ambos padres sonrieron porque esas eran exactamente las palabras con que Delia presento a Jonathan a sus padres, cuando empezaron a ser novios.

Ellos habían pensado que a Hermione le esperaba una vida donde pelearía constantemente con ese tal Ronald, pero al parecer, el tipo hizo algo que ocasiono que Hermione lo enviara lejos y ahora tenía a este sexy búlgaro que la trataba como una princesa, pero no la quería encerrar en una torre.

Por lo que les contó Hermione y Viktor confirmo, trabajaba como domador de dragones y este les contó lo hermoso de montar a uno y ver el cielo desde esa poderosa criatura. El respeto y pasión con que hablaba de aquellos animales, les daba confianza en que trataría a Hermione con el cuidado adecuado.

Viktor no lo sabía, pero en las mentes de los padres de Hermione, él ya era su yerno.

En casa de los Potter, la navidad estaba siendo algo triste. Lily escucho toda la explicación de su esposo y Sirius. Ella les había dado el regaño de su vida y se sintió más la madre de su esposo que su compañera de vida. Es cierto que ella sabía sobre que ellos estaban buscando una "solución" al segundo género de su hijo, pero sinceramente pensó que nunca encontrarían nada, ya que todos sabían que las pociones experimentales tenían muchísimas consecuencias hasta que se refinaban.

Era la razón de que cuando surgieron las pociones para disolver los vínculos normales entre Alpha y Omega, estas fueran puestas a prueba durante casi medio año en más de 20 países de la Confederación Internacional de Magos. Solo hasta que esta organización dio luz verde, se empezaron a vender las pociones y cualquiera podía producirlas pero estaban obligados a hacer las pociones tal cual venían en la receta.

Los cambios en esas pociones estaban altamente penados con retirarse la licencia de pocionista e incluso la maestría si la alteración no fue producto de algún accidente como un vendedor cuyo lote de hierbas no fue tratado correctamente. Si la alteración era producto del pocionista, este era evaluado a consciencia hasta determinar su culpabilidad real en el asunto.

Por eso Lily pensó que hablarían primero con Harry, ya que Harry sería quien viviera las consecuencias de tomarla. Además, Harry había manifestado querer al bebé y su madre pensó que si Harry decidía tomar la poción, esperaría a que el bebé naciera y luego hablaría con Severus, llegarían a algún acuerdo y estarían en buenos términos.

También contemplo que Harry podría no querer cambiar su segundo género y Lily no sabía cómo reaccionar a esto, ya que siendo una beta, no entendía como alguien querría ser de un segundo género tan restrictivo. Lily era una bruja muy lista, pero ignorante en muchos temas de la magia que solo los sangrepura con escaños, si conocían.

Si Lily hubiera sabido de aquellas leyes anti-Omega, ella habría puesto el grito en el cielo y hubiera hecho de todo para intentar cambiarlas.

James y Sirius solo explicaron que entraron en pánico, pensando que Severus había hecho algo para embrujar a Harry, ya que nadie querría casarse con "Quejicus". Ahí Lily les dio la sorpresa de su vida, diciendo que ella considero casarse con Severus cuando eran adolescentes.

James se defendió diciendo que al final se casó con él y ella le contestó que eso era cierto, pero ¿Cuánto tiempo iba eso a durar? James se vio sacudido y no supo que pensar, ¿Su esposa estaba pensando en el divorcio? ¿Tenía a alguien más en su corazón? ¿O era por Snape?

Sirius hizo un sonido de arcadas y dijo que mejor se iría.

Para navidad, Sirius y su familia arribaron pero fue un asunto extremadamente incomodo. Desayunaron en silencio, abrieron los regalos en silencio y tanto Remus y los gemelos como Iris, estaban todos de un lado, Sirius y James del otro y Lily permaneció impasible en el medio.

Todos los regalos que les había dejado Harry fueron abiertos y hubo muchos ojos húmedos pero que se resistieron a derramar lágrimas. A nadie le era indiferente que Harry no estaba donde debería estar, y siendo sinceros, Remus y sobre todo, Lily, tenían que aceptar que Severus también debería estar ahí, conociéndolos ya como parte de la familia.

Deberían haber estado arrullando a Harry con mostrar su inexistente pancita aun, dándole regalos para el bebé, haciendo las paces con Severus por todo el mal que le ocasionaron en su juventud y… había tantas cosas que deberían estar pasando, pero por su terquedad en no ver lo evidente, estaban fragmentando a su familia.

James y Sirius aun sostenían que habían intentado hacer lo correcto y Remus, Lily, Iris y los gemelos solo suspiraron derrotados. Cuando todo esto les explotara en la cara, ellos no entenderían por qué sucedió.

Remus solo estaba cada vez más convencido de su decisión y esperaba que las cartas hubieran llegado a sus destinatarios.

Las cartas de Corina y Remus si llegaron a tiempo y bien a sus respectivos destinatarios. Los Omegas de todo el Reino Unido recibieron una carta donde se les estaba invitando a unirse a una cruzada para cambiar las cosas. No con una guerra o un enfoque violento sino dándole al Ministerio lo que tan afanosamente buscaba: hacer como si los Omegas no existieran.

Esta organización les sugería darles eso al ministerio: no existir. Irse del Reino Unido. A quienes aceptaran, se les pediría irse totalmente del Reino Unido, hacerse de una nacionalidad distinta y vivir en el país que los acogiera. Todos ellos fueron elegidos con precisión para otorgarles oportunidades reales de elegir un empleo y conseguirlos por sus capacidades y no porque segundo género les tocó en suerte.

Remus y Corina calculaban que al menos la mitad aceptarían la oferta, pero no fue así, fue el 100%, incluso aquellos Omegas que estaban felizmente en su rol de ama/amo de casa. Y es porque incluso en las leyes de herencia, los Omegas no se quedaban con las propiedades, sino solo la mitad y la otra mitad iba a un pariente cercano, a menos que el Omega tuviera hijos y en ese caso, la herencia en su totalidad era de los hijos.

Había parientes del Alpha que lograban hacerse con los niños y despojar de toda herencia al Omega viudo. A estos Omegas solo les quedaba volverse a casar y eso no era tan fácil cuando ellos habían amado y hecho un vínculo sincero con el difunto Alpha.

En las cartas también decía que si querían irse toda la familia, fueran padres, hermanos, cónyuges, primos o hijos con ellos, podían hacerlo. Todos los relacionados con estos Omegas dijeron que sería lo mejor, irse todos ellos. No querían quedarse y que el ministerio los usara de rehenes para seguir sometiéndolos a estas leyes arcaicas y retrogradas.

Muchos Omegas sabían de las leyes, pero no tenían manera de probarlo, así que este contragolpe les sonaba exquisito como venganza. El Reino Unido mágico quería fingir que ellos no existían como individuos, pues eso mismo les darían.

Poppy y Albus brindaron con champaña cuando leyeron su propia carta de Corina, diciéndoles que los planes estaban en marcha.

Cuando la carta destinada a Harry llegó a sus manos, aún estaban despiertos Fenrir y Regulus, así que leyeron junto a la pareja la información y ambos hombres se rieron maniáticamente, diciendo que eso era lo más tortuoso que habían leído como venganza, pero estaban completamente de acuerdo.

Harry, de todas maneras, ya había expresado querer irse del Reino Unido, solo que nunca pensó que podría pedir la ciudadanía en Estado Unidos, pero pensándolo bien, y leyendo ahí en blanco y negro que si había una serie de leyes para restringir y controlar a los Omegas… bueno, Harry estaba tentado en ir a destruir aquel edificio pero se calmó al pensar que eso no iba a ayudar a la causa.

Así fue que Harry les dijo la teoría que habían planteado entre él y su hermana sobre que los dos últimos señores oscuros podrían haber sido Omegas y aunque escépticos al principio, pronto vieron que tenía una lógica tremenda.

Era mucho más lógico que el segundo género que podría dar vida, tuviera más magia y potencial defensivo así como destructivo, después de todo, sus cuerpos estarían hechos para proteger a los bebés.

Había pruebas en las madres tradicionales, ellas eran las que tenían más resistencia, capacidad organizativa y un fuerte instinto de protección que parecía darles superpoderes en momentos de necesidad y todos ligados a proteger a sus niños. Un padre podría ser más fuerte físicamente, pero la fuerza física no influía en la magia.

La magia de las madres beta gestantes era muy alta y errática, por eso se les daban pociones estabilizadoras, y todas las madres recibían un impulso de magia luego del nacimiento de su bebé. Todo el cuerpo de una madre estaba construido para proteger a un bebé durante y después de su desarrollo y nacimiento.

A las madres Omegas, fueran hombres o mujeres, se les tenía que dar aún más pociones, ya que su segundo género solía tener mucha magia, pero subía a niveles excesivamente altos durante la mitad de la gestación, la segunda mitad, es decir. El último mes de embarazo, un Omega requería estar cerca de un hospital mágico o como mínimo un sanador obstetra por cualquier cambio en los días de alumbramiento o un pico inusualmente alto de magia.

Si, Regulus y Fenrir dijeron que contactaría a estas personas para ofrecer su ayuda, ya que Fenrir podía hablar con sus compañeros de trabajo para facilitar los préstamos a los Omegas refugiados con sus familias.

Severus sin embargo, pensaba en la teoría de Harry y notó que podría ser verdad, ya que Voldemort no siempre estaba en las reuniones con sus mortífagos y en más de una ocasión, había algunos de sus compañeros que parecían haber sido usados como alivio de un celo, pero tenían la cabeza obliviada. Si Voldemort hubiera sido un Omega en secreto, tendría todo el sentido esos días de ausencia y aquellos mortífagos usados como juguetes sexuales.

No podía probarlo pero podía externar sus dudas, aunque antes debía hablar con Albus. Él había sido amigo de Grindelwald antes de que este se volviera demente. Si alguien sabía sobre esta posibilidad sería Albus Dumbledore.


Era el día después de navidad. Severus le dijo que visitaría a Albus por el Boxing Day pero que además, quería preguntarle sobre la posibilidad de que Grindelwald fuera un Omega. Harry pensó que eso tenía sentido, ya que se sabía que Albus y Grindelwald habían sido amigos en su adolescencia.

Quizás no lo sabría a ciencia cierta, pero tendría alguna pista que pudiera indicar que era posible. Claro está que no podían demostrar esta teoría sobre los dos últimos señores oscuros pero si lograban sembrar esa duda antes de que todos los Omegas se fueran, el Ministerio estaría en tanto desorden tratando de rebatir estas ideas, que notarían la falta de Omegas hasta que fuera muy tarde.

Nunca fue dicho mejor aquel dicho de "quién busca, encuentra".

Albus Dumbledore los recibió con alegría cuando los vio llegar, pero luego de una plática alegre, Severus logró colar la pregunta y todo el ambiente cambio. No a uno ominoso, sino a uno triste y de arrepentimiento.

Albus les dijo que sabía que alguien finalmente conectaría los puntos, aunque siempre sospecho que sería Hermione Granger quién lo descubriría. Harry dijo que Hermione tenía una vaga idea sobre esto, pero fue Iris y él quienes se dieron cuenta de que debería haber algo que hubiera dado pie a estas leyes.

Albus Dumbledore, finalmente pudo contar su historia y como todas las historias, empezaba con un joven entusiasmado con la vida.

El anciano mago les contó un poco de su triste historia familiar, lo que sucedió con su hermana y aquellos muggles, lo que hizo su padre y como intentaron proteger a su hermana. Los géneros secundarios no tenían tanto tiempo en el mundo relativamente.

Habían sido un experimento que salió mal con un hechizo para que los hombres pudieran gestar en caso de emergencia y el mago que hizo el hechizo lo destrozó con sus pobres habilidades de latín y runas, mezclo ambos sin cuidar las barreras y el hechizo se diseminó por todo el mundo.

Fue un accidente feliz, ya que los números de los mágicos estaban en problemas y las personas que preferían a su mismo género, pudieron encontrar compañeros que podían gestar y evitar tener que casarse con ese único fin. Eran tiempos en que la maternidad subrogada no era ni siquiera posible o que pudiera considerarse.

Los números de los mágicos empezaron a crecer, pero como eran las épocas de la Reina Victoria y había muchos países que aún seguían los protocolos de la Commonwealth, los Omegas en el mundo y sobre todo el Reino Unido, vivían como se esperaba de las señoritas, aunque estos fueran hombres.

Conforme avanzaron los años, algunas reglas fueron relajándose pero no lo suficiente. Muchas de las ideologías de género de los muggles, se filtraron hacia el mundo mágico y para aquellos que fueron criados durante la era eduardiana o incluso la era victoriana. Durante a finales de la era eduardiana, que Albus conoció a Gellert Grindelwald.

Albus les hablo de como se había enamorado de este joven idealista, que soñaba con un mundo donde todos vivieran en paz. Claro está que sus ideas de paz eran un sistema de castas donde los benevolentes magos, guiarían a los muggles que no sabían lo que les convenía.

Ambos magos estaban asombrados de que Albus se hubiera tragado estas mentiras, pero entendieron que quizás el amor vuelve a la gente algo idiota.

Albus continúo contándoles como habían profundizado su relación y fue cuando Gellert cumplió 16 años que algo inesperado sucedió. Gellert se había manifestado como un Omega y Albus lo marcó como suyo. No fue solo que Albus hubiera cumplido los 17 hace apenas un año y manifestado ser Alpha, no. Su vínculo era uno que raramente sucedía y ahí, Severus y Harry comprendieron, Gellert Grindelwald era el Omega destinado de Albus Dumbledore.

Gellert no aceptó bien su rol y Albus insistió en que cuando lograran sus planes, ellos cambiarían también esas leyes… pero Albus estaba perdiendo el foco y su hermano intervino. Aberforth ignoraba el vínculo de su hermano y pensaba que solo eran una pareja como tantas. Aberforth sin saber nada más, le reclamo a su hermano el pasar tanto tiempo con Gellert y descuidar los cuidados de su hermana.

La pelea que siguió a eso, entre Aberforth, Albus y Gellert, terminó en la muerte de Ariana, la hermana menor de los Dumbledore y Gellert huyo del país, enojado porque Albus prefirió quedarse con su familia y se dedicó a buscar unas reliquias famosas, hechas por la familia Peverell.

Harry recordó su capa de invisibilidad porque su padre le dijo que era una reliquia de la familia Peverell que fue dada por uno de sus ancestros, Iolanthe Peverell. Albus soló asintió ante Harry, diciéndole sin palabras que sí, que él sabía el destino de esa capa.

Albus continúo diciendo que solo especulaba como Gellert logró hacerse con la varita de sauco, una de las 3 reliquias que se sospechaba, habían sido hechas por los Peverell y de las cuales se desprendía la leyenda de los 3 magos y la muerte.

La piedra de la resurrección fue encontrada entre las cosas de Voldemort cuando se investigó su cuartel, pero Albus logró tomar la piedra antes que los aurores y la puso en un cofre para luego arrojarla al mar. Gellert no necesitaba saber dónde estaría la piedra y él tampoco necesitaba esa tentación, ya tenía bastante con haber obtenido la varita de sauco en aquel duelo.

Albus no los entretuvo con la guerra, solo explicó que Gellert había torcido sus ideales a un punto donde el muggle Hitler, con quién se alió, se vería como un niño haciendo un berrinche. Gellert ya tenía la idea de convertirse en dictador mágico pero antes de eso, hubo una pequeña ocasión en que Albus intentó convencerlo de hacer las cosas por las buenas.

Fue un error, ya que la naturaleza de su vínculo no les dio tiempo de pensar en nada y apenas se vieron, se arrojaron uno contra el otro y pasaron una semana de desenfreno sexual casi sin descanso. Cuando todo acabó, Gellert envió lejos a Albus antes de que este despertara de su sueño y Albus se encontró en una posada, con su ropa doblada en una silla y sin Gellert a su lado.

Albus siempre se lamentó de no haber considerado que aunque no se habían visto en años, seguían siendo una pareja vinculada. Sin embargo, Gellert se desapareció por unos meses y cuando pasaba del medio año sin noticias de él, Albus sintió como si algo lo desgarrara por dentro. Fueron días de agonía hasta que finalmente acabó aquel dolor profundo y solo quedo un dolor seco pero constante a la altura de su pecho.

No sabía cómo, pero sabía que Gellert había roto unilateralmente su vínculo con él. Por desgracia para Gellert, ese fue el comienzo del fin. Su magia se volvió aterradoramente inestable y los pocos remanentes del vínculo le impidieron matar a Albus, Albus no podía matar a Gellert por el simple hecho de que aún lo amaba y lo derrotó, quitándole la varita de sauco en el proceso.

Cuando Gellert fue encerrado en Nurmengard, Albus finalmente se enteró de la razón detrás de la ausencia de Gellert en la guerra. Fue devastador para Albus. Gellert había quedado embarazado de aquella semana en que estuvieron teniendo sexo y Gellert no deseaba más ese vínculo cuando se dio cuenta de que le sería imposible matar a Dumbledore.

Uso una poción de su invención y destruyo su vínculo. Le costó el control de su magia y la vida de su bebé, que hubiera sido una niña. Gellert se dio cuenta muy tarde de lo que había hecho y se arrepintió cuando finalmente entro en razón, pero ya no había nada que hacer.

Albus intentó durante años buscar a alguien más con quien rehacer su vida, pero nunca pudo volver a captar la feromonas de un Omega y entendió que lo que hizo Gellert no solo le costó a él, también había condenado a Albus a una vida en soledad por sus deseos.

Si Gellert hubiera tomado esa poción luego del nacimiento de la niña, hubiera sido más fácil para Albus aceptar que nunca encontraría una pareja, pero gracias a que no sucedió, Albus jamás pudo perdonar a Gellert.

El hombre acababa de fallecer no hace mucho tiempo y Albus se sintió entumecido ante la muerte del que fue en algún momento el gran amor de su vida. Cuanto más lo pensaba, más estaba convencido de que si Gellert no hubiera huido solo, podrían haber llegado a un punto en que abandonarían sus planes y se dedicarían a simplemente vivir bien y quizás, viendo su vida, otros Omegas empezarían a querer eso y buscarían luchar por ello.

Podrían haber sido el catalizador de una verdadera revolución en vez de sus planes infantiles de conquista mundial.

Cuando Voldemort ascendió, Albus sospechaba sobre el verdadero género secundario de Tom Ryddle, pero nunca obtuvo pruebas, ya que parece que fue durante el verano antes del Séptimo Año, cuando él se manifestó y el papeleo sobre su segundo género no estaba por ningún lado.

Voldemort era muy hábil con las pociones y hechizos, así que era probable que hubiera podido inventar algún tipo de supresor, pero por la información que dijo Severus, era evidente que dejó de funcionarle en algún momento de su adultez.

Los supresores habían visto la luz un par de años luego de que Voldemort salió de Hogwarts, así que era probable que él mismo hubiera filtrado las recetas en un intento de empoderar a los Omegas y permitirles el control sobre cuando tener a sus bebés.

Albus entonces reveló que la información sobre Gellert estaba clasificada y que fuera de sus recuerdos, no había pruebas de que Gellert hubiera sido Omega. Sucedía lo mismo con Voldemort. Albus solo podía especular que luego de Gellert, el Wizengamot sintió que cada Omega era un peligro y creo algún tipo de ley para evitar que llegaran a puestos donde podrían influir en otros. Voldemort, si era cierto que era un Omega, solo habría confirmado los temores del Ministerio.

Ahora Harry entendía por qué estaban tratando de desacreditar sus logros y que finalmente aceptaran la teoría que él mismo había tratado de impulsar durante años de que fue el collar que le dieron sus abuelos.

Al ministerio no le convenía un Harry Potter, Omega y poderoso política y monetariamente, casado con un mago Alpha igual de poderoso y con bastante fama en Estados Unidos.

Una vez concluida la historia, los tres hombres hablaron ahora de filtrar esta información a la prensa, justo antes de la huida de los Omegas. Albus ya les había confesado ser parte de esta organización y estaba de acuerdo con sus muchachos sobre hacer una distracción con su propia historia.

Albus tampoco pensaba en quedarse en Gran Bretaña, ni Poppy. Ambos estaban cansados de todo este "esconderse" del Ministerio. Habían tomado previsiones para que en cuanto se revelara un Omega, este fuera contactado y se le ofreciera la opción de huir del Reino Unido. Esta nación no merecía una segunda oportunidad hasta que todas esas leyes fueran derogadas y los que se quedaran atrás, vieran todo el mal que habían hecho con su paranoia.

No era sorpresa que Voldemort buscara una revolución si su género secundario era considera una ama de casa e incubadora de bebés.

Con un cariz más agradable, la reunión entre los 3 hombres terminó y Albus fue a visitar la tumba que había en Godric's Hollow con las cenizas de su hija. Gellert solo hizo una cosa bien y fue cremar a su hija cuando su cuerpo rechazo el feto luego de tomar esa poción. Gellert le contó el inmenso dolor de haber roto su vínculo y que no se lo deseaba a nadie, ni siquiera sus enemigos.

Ahora Albus, hizo un agujero al lado de aquella pequeña lapida donde enterró las cenizas de Gellert. Era hora de que Albus finalmente los dejara descansar en paz y buscara ayudar a otros Omegas, para que su propia tragedia jamás se volviera a repetir.

Quizás hacerle una visita a los Potter para quitarles aquella receta de poción cambia géneros. No la iba a desaparecer, solo se las quitaría y luego Obliviaría la información de sus cabezas y del pocionista que la elaboró.

La poción que uso Gellert, Albus la destruyó pero muchas décadas después, Severus logró sintetizar las pociones para eliminar vínculos normales. Albus primero pensó lo peor, pero luego vio que eran inofensivas y en cambio, evitarían que un vínculo realizado por azar fuera permanente. Solo los vínculos de Destinados estaba fuera de discusión.

Cumpliría su promesa con Gellert de jamás permitir que un vínculo de Destinados fuera roto. Esta poción de cambio de género era muy peligrosa, pero era una receta que podría ayudar a Severus con su proyecto de una poción de gestación universal. Había Alphas que querían gestar bebés y no podían.

Si, eso sería lo mejor.


Las vacaciones de navidad habían terminado y los alumnos de Hogwarts estaban de vuelta en sus clases. Aun así, la normalidad de sus vidas había sido trastocada. Muchos que tenían hermanos, madres, padres Omegas, estaban bastante ansiosos. Una vez finalizados sus exámenes, abandonarían Gran Bretaña con sus familias, para no volver nunca, con alta probabilidad.

Aquellos Omegas ocultos estaban ansiosos por finalmente vivir como eran, sin tener que fingir ser Betas o Alphas y aquellos pocos Omegas abiertamente Omegas, estaban conmovidos que sus parejas estuvieran dispuestas a abandonar este país para seguirlos a donde fuera que se exiliaran.

Los gemelos Weasley sabían del plan, luego de que Leo y Aquarius les hablaran de lo que su padre Remus les había dicho. Ahora estaban buscando quién se encargará de su negocio en su ausencia, ya que no regresarían al país hasta obtener la otra ciudadanía. No pensaban que el gobierno dejaría pasar esta afrenta y no hiciera leyes coercitivas que impedirían a los Omegas huir.

Aun así, con esas leyes nuevas hipotéticas, los Omegas seguirían huyendo hasta que algo cambiara en el Reino Unido. No sería fácil y era más que probable que el Wizengamot intentara restringir y manipular ahora a las mujeres Beta, pero muchas de ellas provenían del mundo muggle y sería muy difícil que ellas permanecieran en el mundo mágico cuando en su mundo de origen ellas si tenían leyes de equidad que el mundo mágico se negaba a adoptar.

No, el Wizengamot tendría que cambiar esas leyes que todos los Omegas ahora sabía que existían pero que no podían probar su existencia. Cambiarían o el mundo mágico colapsaría en este país.

Harry y Ron finalmente hablaron sobre su amistad y aunque quizás nunca volverían a ser tan unidos como antes, ciertamente podían verse siendo amigos de nuevo en un futuro. Lavender había sido buena para Ron y Harry podía apreciar cuando su amigo había crecido y madurado. El Ron de antes creería que sus puntos de vista siempre eran los correctos pero luego de hablar con su novia y hablar con su mamá, se dio cuenta de que estar en casa, debía ser decisión de la persona y no algo que venía con el género, fuera el primario o secundario.

Para muchas personas esto era algo lógico de pensar, pero también había muchas personas que pensaban como el Ron de antes. Harry esperaba que así como Ron cambio sus puntos de vista, otras personas cambiaran los suyos cuando vieran lo que había provocado toda esta segregación hacia los Omegas.

Ambos acordaron ir poco a poco, volviendo a conocerse. Ron sabía que esto debía ser así, ya que él ya no era el Ron de antes, así como Harry, no era el Harry de antes. Todo había cambiado en un par de meses, pero estos cambios podían ser para bien. Al menos, ambos esperaban que fueran cambios a mejor.

La gran sorpresa para todos, fue que Hermione Granger había aceptado retomar su amistad, en las mismas condiciones que Harry, yendo lento y paso a paso con su exnovio. Ahora que habían pasado un tiempo lejos, Hermione pudo ver sus propios errores con Ron y aceptó que sí, ella misma también tuvo algo de culpa en esta desastrosa relación, esperando que Ron cambiara a una persona que no era.

Si ambos eran sinceros, ellos solo debieron ser novios unos meses y luego soltarse cuando en vez de pensar en besarse más seguido, pensaban en el sexo como algo de reconciliación en vez de un acto normal de una pareja. Se acostaron más veces para hacer las paces que por que tuvieran ganas de hacerlo en realidad. Eso debió darles una enorme pista, pero ambos eran testarudos y algo obtusos con sus puntos de vista.

Ron le dio a Hermione el consejo que su padre le había dado, ella sabría quién era su indicado cuando todo fluyera muy bien. Hermione agradeció el consejo y reflexionó que había una persona con quién todo fluía pero creía que necesitaban conocerse aún más.

Al menos Viktor había conquistado a sus padres, faltaba ver si ella conquistaba a los de Viktor, ya que ellos vendrían de visita durante las vacaciones de Pascua. Si bien no quería casarse saliendo apenas de la escuela, si le gustaría casarse joven, alrededor de los 20 años.

Hermione sabía que Viktor respetaría sus tiempos y pensar en eso aceleraba el pulso de Hermione en una buena forma. Quizás deberían irse a algún lugar, solos, que tuviera mantas muy suaves. Hasta ahora, solo se habían tomado de las manos y besado, pero quizás era hora de ir subiendo el nivel.

No creía que Viktor se negara a irse a un buen hotel a pasar un rato revolviendo las sábanas.