Fue hace poco de que me entere de que se escribe "Winton" no Winston"... Se cometieron errores
Te extrañe
–¿Es en serio?–
La adolescente asiente felizmente mientras su peso presiona su cama. Su pequeña versión de sí misma estaba de pie en el medio de la habitación, moviendo la cola rápidamente mientras estaba a punto de estallar en éxtasis
*El dormitorio de Bluey dentro del sueño de Bluey*
–¡Esto es increíble… y no tuvimos que hacer nada!– exclamó la niña como si su cola estuviera a punto de salirse de su cuerpo debido a la felicidad.
La adolescente puso una mano sobre su boca y se rió. Su cola también se movía, pero no a la misma velocidad que la de la niña. –Lo sé, ¿verdad? Mamá tenía razón después de todo–
–El mundo es un lugar mágico– dice la niña, pero luego subirse a la cama y cruza las piernas antes de decir: –Entonces dime, ¿cómo se ve ahora?–
–Está bien, está bien– La adolescente se gira hacia la niña y dice: –Entonces…es alto, es azul oscuro, es fuerte…–
La niña y la adolescente no pudieron evitar infestar toda la habitación con su risa, pero la adolescente se contuvo para decir: –El es muy fuerte. Creo que es más fuerte que yo–
–Guau– La niña se contuvo lo suficiente para expresar: –¡Cuéntame más, quiero saber!–
–Ok, ok… Tiene una sonrisa linda, es tan gentil y su pelaje es tan suave. Yo…– La adolescente cruza sus brazos para abrazar su suave pelaje y dice: –… solo quiero abrazarlo para siempre–
–Oh, ahora quiero abrazarlo yo misma– confiesa la niña.
–Ooh, solo espera…– dice la adolescente todavía abrazándose a sí misma con los ojos cerrados: –… Saldremos juntos después de que regresemos–
–¡No puedo esperar!– dice la niña mientras inclina su cabeza hacia atrás y cierra sus ojos lentamente para pensar en cómo sería abrazar al Labrador nuevamente. –¡¿ESPERA?!… ¿¡Esto significa!?–
*La casa de Bluey*
*Dos días después, lunes*
Bluey abre lentamente los ojos justo a tiempo cuando el auto familiar llega a su lugar seguro. Bandit maniobra el vehículo para estacionarse frente a la casa y descargar sus pertenencias de campamento mientras Chilli y Bingo también se despiertan.
Han pasado dos días desde que Bluey se reunió con Jean-Luc, y de que Bingo le confesó los sentimientos que tiene por Lila. Todo salió bien para ella y la familia, desde charlas junto a la fogata hasta caminatas por el bosque. El viaje ayudó a la familia a relajarse de sus actividades diarias en la ciudad... excepto para Bluey, quien en secreto estaba contando las horas que faltaban para regresar a Brisbane y ver a Jean-Luc nuevamente.
Y después de soportar el viaje de regreso a casa, Bluey abre la puerta del pasajero para salir y estirar sus entumecidos brazos y piernas después de dormir el camino de regreso mientras Chilli comenta haciendo lo mismo que ella: –Hogar, dulce hogar–
–Donde no hay arañas– añade Bandit al otro lado del coche.
–Cobarde– comentó Bingo con sinceridad, haciendo reír a Bluey y Chilli.
Después de recuperar sus músculos, la familia Heeler se mueve hacia la parte trasera del coche y Bandit abre el baul para ver todas las cosas que han traído.
–Muy bien, todos tomen sus cosas; si trabajamos juntos, podemos terminar esto rápido– dice Bandit mientras toma su mochila y una silla plegable.
–Sí, no puedo esperar a dormir de nuevo– dice Bingo, que también toma su mochila naranja y una bolsa llena de utensilios de cocina.
–Oye, cuando terminemos…– Bluey toma su mochila azul oscuro y continúa: –¿Alguien puede llevarme a la casa de Mackezie? Le dije a Jean-Luc que le mostraría la ciudad–
–No– sacude la cabeza Chilli. Ella extiende su brazo hacia la cadera su esposo mientras pasa junto a ella y saca ágilmente un juego de llaves. –Tu vas a conducir hasta la casa de Mackenzie–
–¿QUÉ?– exclamaron Bluey y Bandit al mismo tiempo
*La casa de los Border Collies*
La familia de los Border Collies estaba desayunando tranquilamente: tostadas con huevos revueltos, champiñones y tomatillos de cereza, un clásico de Nueva Zelanda, ya que un cierto labrador azul oscuro no comía con ellos.
–Entonces, ¿qué vamos a hacer hoy?– preguntó Fozzie con un plato con solo migajas frente a él
–Supongo que nada, Jan-Luke dijo que saldria con Bluey más tarde– respondió Mel limpiándose la boca con un pañuelo.
–Bueno, ya me estaba cansando de recorrer toda la ciudad– dice Mackenzie, dejando escapar un poco de veneno en sus palabras mientras toma su plato para ponerlo en el lavavajillas.
Los últimos dos días estuvieron llenos de aventuras por todo Brisbane para la familia blanca y negra, desde las colinas hasta la playa, desde el parque cercano hasta el centro de Brisbane. Mackenzie hizo su parte con su madre para mostrarle la ciudad a Jean-Luc. Pero era algo que no estaba muy feliz de hacer.
Mackenzie y Fozzie lograron lo que dijeron que harían con Jean-Luc el día del viaje de campamento: ser mas inteligentes que el cada vez que el habra la boca. Sorprendentemente, Jean-Luc no sugirió nada más los últimos dos días. Eso relajó al dúo padre-hijo, pero aún así... todavía no podían relajarse en absoluto.
–Entonces, ¿qué pasó con Jean-Luc esta mañana?– preguntó Mackenzie, pronunciando su nombre perfectamente mientras dejaba su plato en el lavavajillas.
–!– Los padres de ambos Border Collie levantaron las cejas, Mackenzie siempre se refería a él como Luke, pero esta era la primera vez que lo escuchaba decir su nombre real.
Pero Mel se encoge de hombros y dice: –Se comió un simple sándwich temprano y regresó a su habitación, probablemente para hablar con alguien en Canadá–
La habitación de Jean-Luc
–(¿ESTÁS PUTO BROMEANDO?)–
Una voz adolescente que el Labrador no había escuchado desde que dejó la ciudad de Quebec salió del teléfono celular de Jean-Luc, sacudiendo la habitación que Jean-Luc se había molestado en decorar los últimos dos días. La bandera canadiense y el cartel que decía "Bienvenido a Australia Jean-Luc" en las paredes, su computadora portátil roja y blanca sobre la mesa y una mochila roja vacía lista para ser utilizada para ir a la escuela.
Pero los gritos no molestaron a Jean-Luc en absoluto. Estaba sentado en la mesa de la habitación. Su rostro se centró con sus ojos entrecerrados fijos en la nota que sostenía, la misma nota que de alguna manera Mackenzie encontró y le trajo para confrontarlo
–(No)– El rostro y los ojos de Jean-Luc se relajan mientras responde –(La encontré justo en el lugar donde la conocí hace 11 años)–
–(Mierda, amigo)– La voz de su mejor amigo Husky Louis salió nuevamente del teléfono que estaba en la mesa al lado del codo de Jean-Luc –(Esto parece sacado de una película para niños o un Fanfic)–
–(Bueno, también sucedió en la vida real)– dice Jean-Luc mientras se concentra nuevamente en la nota –(Pero parece que el chico con el que estoy coexistiendo quiere salir con ella, e incluso me confrontó por eso después del viaje)–
–(ohhhh, alguien está celoso)– dice Louis en tono de broma –(Los problemas siempre parecen encontrarte, eso es lo que amo de ti)–
Jean-Luc rechaza haciendo pedorretas con la boca–(Al menos le dije que no quiero salir con ella, pero aún así…)–
Jean-Luc deja la nota en la mesa, agarro su telefono, se levanta de su silla y camina hacia la ventana, todavía cubierta con las persianas. Pero el labrador solo levanta una reja para ver la calle frente a la casa y estar atento a la llegada de Bluey, ya que también se dio cuenta de que ella no tiene su número de teléfono –(Lo último que necesito es que me confronten nuevamente después de pasar el rato con ella)–
–(Oh, ¿entonces van a tener una cita?)– dice Louis dejando caer migajas de broma en su voz
–(¡No, por supuesto que no!)– Jean-Luc sacude levemente la cabeza –(Solo será una reunión simple, nada romántica para ponernos al día, eso es todo)–
–(¿Últimas palabras famosas?)– Otra voz salió como si este perro estuviera muy lejos del teléfono celular y el labrador reconoció de inmediato quién era
–¿Thatcher?– Jean-Luc se sorprende al escuchar la voz de su otro mejor amigo, el chihuahua que quiere ser llamado "Thatcher"
–(Oh, qué bien, no se olvidó de mí)– La voz de Thatcher suena más alta como si Louis le hubiera pasado el celular –(¿Cómo está mi segundo amigo favorito?)–
–(No, ¿cómo estás TÚ, amigo?)– habla Jean-Luc, todavía sorprendido de escucharlo por primera vez desde que llegó a Brisbane.
–(Estoy muy bien, gracias por preguntar, dejando que este perdedor me cuide. Pero estoy bastante seguro de que esta pierna estará curada para cuando juguemos nuestro primer partido–), dice Thatcher.
–(Y estoy muy malditamente contento por eso)– comienza a hablar Louis mientras suena como si le hubiera quitado el teléfono celular de las manos a Thatcher. –(No quería ir a la pista como el único jugador competente del equipo)–
–(Cállate)– dice Thatcher mientras también suena como si le hubiera quitado el teléfono celular a Louis. –(Oye, Jean-Luc, escuché todo y tu problema con este tipo)–
–Uh huh– Jean-Luc cruza los brazos sobre su vientre mientras sostiene su teléfono entre su cabeza y su hombro.
–(No creo que tengas que preocuparte por él, después de todo, él no está controlando tu vida y la vida de esta chica)– aconseja Thatcher.
–(Verdad...)– asiente Jean-Luc mientras sus ojos están fijos en el estrés frente a él.
–(Yo simplemente lo ignoraría. Si se enoja porque pasas tiempo con ella, entonces puede aguantarse. Y si realmente quiere cruzar la línea, ponlo en su lugar)– dice Thatcher por teléfono.
–(Supongo…)– Jean-Luc habla inseguro, todavía considerando la opinión de Thatcher. –(... aunque no quiero terminar en esa situación)–
–(Bueno, te di mi grano de arena, ¿de acuerdo?). El chihuahua dice: –(Haz lo que tu quieras con eso)–
Jean-Luc pone los ojos en blanco, pero cuando sus ojos vuelven a mirar la calle, una camioneta roja se detiene frente a la casa con dos figuras en los asientos delanteros, un heeler rojo en el asiento del copiloto y un heeler azul como conductor. Rápidamente los reconoció como Bluey y su madre… aunque parece que Bluey estaba teniendo una discusión con su madre
–(Chicos, me tengo que ir. Ella está aquí)– dice Jean-Luc mientras toma su teléfono celular de su hombro.
–(Usa proteccion vir…)–
Era Louis quien hablaba, pero un molesto Jean-Luc colgó la llamada justo a tiempo antes de que pudiera terminar.
El labrador toma la nota de la mesa para guardarla en su cadera y se dirige a la habitación. Mientras camina por el pasillo y bajado las escaleras, el se paso sus manos por su pelaje para acomodarlo y asegurarse de que se vea bien para Bluey. Cuando llega a la sala de estar y la cocina, se encuentra con la imagen de Mackenzie mirando televisión, Fozzie leyendo el periódico como un adulto mayor y Mel lavando los platos, pero todavía no tienen idea de que Bluey llegó a su casa.
*Ding*
La campana de la casa se escucha en toda la casa, haciendo que todos los Border Collies levanten las orejas.
–Debe de ser Bluey– dice Jean-Luc mientras se acerca a la puerta sin saber que su cola está meneando
–¿Bluey?– reacciona Mackenzie confundido mientras apaga el televisor y se levanta para ir también a la puerta
*Un momento antes*
–¡TE DIJE QUE NO FUERAS TAN RÁPIDO!– grita Chilli agarrando la manija que está sobre la puerta
–¡PERO SIEMPRE ME DICES QUE LA VALLA MAS RAPIDO– grita Bluey con sus manos rígidas en el volante.
–¡PERO ASÍ NO, JOVENCITA!–
–ERES TAN…– Bluey estaba a punto de perder los estribos con su madre, por ser tan complicada para recibir lecciones. Pero cambia de opinión, apaga el vehículo y le entrega las llaves a su madre de manera molesta. –No importa, vámonos–
Chilli no responde y agarra las llaves del auto con una mirada de reojo. Probablemente sabía lo que iba a hacer y probablemente van a tener una conversación sobre esto más tarde
Pero por ahora, ella y Chilli salen del auto y caminan hacia la casa de aspecto moderno del Border-Collie. El pasto y el pavimento le recordaron el día en que ella y su familia ayudaron a los Border-Collies a trasladar sus cosas de su antigua casa al otro lado de la calle a la nueva casa gris y negra. Cuando Bluey llegó a la puerta principal, presionó el timbre y pudo escuchar el tono sonando dentro de la casa. No tuvo que esperar mucho tiempo para que un Labrador azul oscuro abriera la puerta
–¡Bluey!– El acento francocanadiense del Labrador sacó a Bluey de su enojo y la llevó a un lugar de comodidad
–¡Jean-Luc!– Bluey abre ligeramente sus brazos y se acerca a Jean-Luc para abrazarlo. Su pelaje chocando con el de él provoca algo dentro de ella como si su corazón se saltara un latido, pero cuando mira por encima de su hombro, también nota al Border-Collie –¡Mackenzie!–
–¡Hola Bluey!– Mackenzie también abre sus brazos para abrazarla, algo que Bluey soltó del labrador sin pensarlo dos veces y se acercó a él para abrazarlo. El contacto con su pelaje le estremeció el corazón; era tan suave, largo y bonito al tacto. Si fuera por ella, lo abrazaría para siempre. Le calentó tanto el alma que dejó escapar un pensamiento en su cabeza: –Te amo, Mackenzie–
Parece una posibilidad remota para ella, pero en el fondo cree que finalmente podría estar con Mackenzie algún día, viajar por el mundo como lo hicieron sus padres antes de tenerla, criar a sus propios hijos y vivir una larga vida feliz con él. En cada sueño suyo, él siempre estaba allí, ni Rusty ni Jack, Lucky ni ningún otro niño, solo Mackenzie.
Después de lo que pareció una eternidad para Bluey, la voz de su madre habló detrás de ella: –¿Hola Jean-Luc? ¿Cómo te va?– lo que la hizo separarse lentamente de su amor platónico.
–Estoy bien; ¿cómo les fue en el campamento?– Le pregunta a Jean-Luc si está interesado en hablar con la Heeler roja
–Oh, estuvo bien, lo necesitábamos– responde Chilli, pero cuando su vista se posa en el Border Collie marrón y blanco que se acerca por detrás de ellos, ella dice: –¡Oh, hola Mel!–
–Hola, Chilli– le devuelve el saludo Mel y le da un rápido abrazo a Chilli. –¿Lista para volver a la realidad?– Bromea.
–No, necesito tres días más en un spa– bromea Chilli, lo que hace que ambos adultos se rían levemente.
–Bueno –interviene Bluey cuando parece que ambos van a dejar de reír–. Estamos aquí porque queremos llevar a Jean-Luc a la ciudad.
–Ah, sí –dice Mel, pero enfatiza– Jean-Luc puede ir cuando y donde quiera, después de todo, no soy su madre.
Al oír a su guardian, Jean-Luc la mira con los ojos entrecerrados y, sarcásticamente, se pone una mano sobre el corazón y suelta un «¡Ay!».
Bluey y Chilli se ríen entre dientes del número de Jean-Luc, pero, aparentemente, a Mackenzie no le causó mucha gracia.
–Bueno, tal vez cuando vuelvas a Canadá, voy a convencer a tu madre de que me deje adoptarte –bromea Mel.
–Buena suerte con eso –dice Jean-Luc–. No me va a dejar ir tan fácilmente.
–No la culparía, así son las madres –interviene Chilli en la conversación. –Oye, pensé que podría dejar a Bluey y Jean-Luc en el centro de la ciudad y que ustedes o Bandit los recojan. Siento que no quiero hacer nada hoy–
–Oh, sí, claro, tú descansa. Puedo recogerlos más tarde– asiente Mel.
–Genial, adiós, chicos– Chilli se despide y se dirige a su auto.
–Bueno, nos vemos luego, Mackenzie– Bluey le hace un gesto con la mano al border collie antes de darse la vuelta y caminar hacia el auto familiar.
–Hasta luego, Mack– Jean-Luc sigue su ejemplo y sigue a Bluey
–Sí, nos vemos luego chicos– habla finalmente Mackenzie después de toda la conversación, pero su tono no es nada alegre
–Llámenme cuando necesiten que los recoja– Grita Mel, recibiendo un pulgar arriba de Jean-Luc, para luego alejarse de la puerta principal y volver a lavar los platos
Dejando solo a Mackenzie, quien solo se queda ahí parado viendo como Chilli, Bluey y Jean-Luc suben al auto y preparan todo para partir, nuevamente nota lo felices que están Bluey y Jean-Luc de pasar tiempo juntos, una sensación que no experimentaba desde el viaje al campamento, y antes de que pudiera derrumbarse como antes, agarra la puerta y la cierra lentamente para evitar que la tristeza llegue a su corazón. Pero fue allí donde algo vibró en su cadera. Mackenzie saca su teléfono para ver un mensaje de texto de uno de sus mejores amigos
Jack: Hola amigo, ¿quieres jugar hoy? Rusty tiene el día libre y yo no tengo nada más que hacer
Makenzie pone los ojos en blanco, pensando en una decisión, pero rápidamente envía un mensaje de texto
Mackenzie: Claro, estaré en 4 minutos
Mientras tanto, dentro del auto, Chilli se fue de la casa y puso rumbo para salir del vecindario con Bluey en el asiento del copiloto y Jean-Luc en el asiento trasero. Mientras conduce, ella pregunta: –Oye, antes de dejarlos, ¿podemos pasar primero por el Café en el que trabaja tu amiga, Bluey? Siento que me voy a quedar dormida en el camino–
–Sí, claro– responde Bluey antes de girar la cabeza hacia los asientos traseros donde está Jean-Luc, –¿Quieres algo del Café?–
–Sí, siempre me pregunté cómo sabía el café aquí–
–¿Bebes café?– pregunta Chilli, levantando ligeramente la ceja mientras mantiene la vista en el camino
–Un poco– dice Jean-Luc. – Cada vez que mama prepara el cafe antes de ir a su trabajo. Recuerdo que dijo que el café australiano es mejor que el canadiense.
–Bueno, es hora de probar tu teoría– dice Bluey mientras gira la cabeza hacia adelante mientras su madre sale del vecindario en auto.
La habitación de Mackenzie
–Hola, chicos, ¿qué tal?– dice Mackenzie a través del micrófono de sus auriculares.
–Bien, solo aburrido– dice su simpático mejor amigo Jack del otro lado de la llamada.
–Bueno, soldados– dice Rusty con voz entusiasta. –¿Listos para jugar al ejército y patear traseros hoy?–
–Sí– –¡Claro que sí, Sargento!– dicen Mackenzie y Jack con emoción.
–Vamos, chicos– dice Rusty mientras él y su grupo presionan el ícono para buscar una pareja a la que unirse.
*Tienda de café de Avril*
Chilli finalmente llegó a la tienda de café sin saber cómo estaba lo suficientemente despierta como para llegar allí en primer lugar. Jean-Luc y Bluey fueron los primeros en salir del coche y caminar hacia la entrada del establecimiento. Era un edificio pequeño con tablas de madera que decoraban las paredes exteriores de color negro/gris y un patio para los clientes que quisieran tomar café al aire libre.
Jean-Luc se adelanta a Bluey para abrir la puerta y hace un gesto con la mano para indicarle a Bluey que entre primero.
–Alguien quiere ser un caballero– pensó Bluey en voz alta mientras entraba.
–Si no lo hago, me sentiré mal conmigo mismo– dice Jean-Luc, mientras todavía mantiene abierta la puerta para Chilli.
–Merci– le agradeció Chilli en francés mientras entraba.
Una vez que todos estuvieron dentro, Jean-Luc vio por primera vez la tienda. Las paredes interiores estaban cubiertas de ladrillos y todas las mesas y sillas estaban hechas de un material que simulaba la madera, lo que daba una sensación de comodidad a los pocos clientes que había en las altas horas de la mañana. Junto al mostrador, donde se exhibían varios postres bajo un cristal transparente y las máquinas de café brillaban intensamente, había un joven pinscher alemán rojo con una tabla en la mano como si estuviera haciendo una lista de tareas. Para Jean-Luc y Chilli, era un empleado común, pero para Bluey, no era la amiga al que su madre la había mencionado antes, pero tambien lo conoce de la escuela.
–¡Archer!–
La voz del Heeler hace que Archer se sobresalte. Mira hacia donde está el Heeler azul y habla con un poco de inocencia en su voz: –Oh Bluey, ¿qué clase de milagro sucedió para que estuvieras aquí?–
–Mamá necesita un café y mi amigo quiere probarlo– dice Bluey mientras se acerca al mostrador donde está la caja registradora. Ella se inclina ligeramente hacia adelante y pregunta: –¿Dónde está Winnie?–
–Winnie no vino– dice Archer mientras deja el tablero al lado de las máquinas de café. –Recibió una llamada de S.S. diciendo que la necesitaban a ella y a su padre allí porque hubo problemas con sus clases–
–Ah, Biscuits– maldice Bluey de la misma manera que su padre le enseñó.
–Lo sé, ¿verdad? Debería haberla escuchado antes; estaba tan enojada como un volcán– dice Archer mientras se pone frente a la caja registradora para tomar el pedido. –Pero no te preocupes, todavía puedo darles el descuento familiar–
–Gracias, Archer. ¿Mamá?– Bluey se vuelve hacia su madre, indicándole que pida su café.
–¿Puedo tomar un capuchino, por favor?– pidió Chilli.
–Algo simple para la dama. Me gusta el sonido de eso– comenta Archer mientras presiona la pantalla de la caja registradora.
–Jean-Luc, ¿algo más que quieras tomar?– Bluey se gira hacia el labrador azul oscuro, que sigue escaneando cada centímetro del menú en la pared
–Tal vez… ¿una limonada? Sí, la limonada suena bien–
–Soy más de té, pero la limonada también suena bien– comentó Archer, ingresando el pedido, pero el acento del canadiense hizo que Archer se congelara en el lugar para luego mirar a Bluey, poner su codo en el mostrador y señalar a Jean-Luc para preguntar –¿Quién es él? Es la primera vez que lo veo por aquí–
–Oh, él es Jean-Luc. Voló desde Canadá para estudiar en nuestra escuela como estudiante de intercambio– explicó Bluey con una sonrisa
–Entonces debes ser parte del programa del que habló el director Thomson el año pasado– pregunta Archer todavía señalando a Jean-Luc
–Sí, probablemente… tuve la oportunidad de conocer a Tommy hace días– dice Jean-Luc
–Oh, genial– dice Archer, retrayendo su brazo a su posición habitual para tomar pedidos. –Siempre pensé que podría ser el tipo de persona que compra cinco calacas gigantes para ponerlos en el patio delantero solo porque suena divertido–
–Bueno, se ve y actúa como uno– dice Jean-Luc, encogiéndose de hombros
El comentario del Labrador hace que Bluey quiera reír, pero su decencia la hace contenerse, lo que hace que una linda risa sencilla salga de ella
–Bueno, bienvenido a Southern Stars, compañero– dice Archer para luego centrar su atención en Bluey. –¿Y tú, señorita azul?–
–Oh… ¿puedo tomar… un té de maracuyá, mediano, por favor?– ordenó Bluey.
–Un té de maracuyá para la más apasionada del club Glasshouse– comentó Archer mientras ingresaba su artículo. –Ok, total en la pantalla, los conseguiré lo antes posible–
–Gracias– Chilli insertó su tarjeta en el lector y se aseguró de darle una propina
*La habitación de Mackenzie*
–BOOM–
–Buenos tiros, Jack– felicitó Mackenzie mientras formaba un puño con su mano en celebración
"VICTORIA"
"TASK FORCE:3 REBELS:2"
–Buen trabajo, muchachos, para esto nos entrenaron– habla el locutor por última vez en el partido para luego mandar a lo chicos al menu principal
–Partida de libro, muchachos, gran trabajo– celebra Rusty mientras su juego los lleva al menú principal
–Ese fue un buen juego– dice Jack
–Sí, lo fue– dice Mackenzie mientras se recuesta en su asiento después de un largo partido, pero su momento de victoria se vio interrumpido debido a una llamada entrante desde su teléfono celular
–¿Eh?– Mackenzie se recompuso en la silla y agarró el teléfono celular para ver el nombre "BINGO" en él. Su curiosidad pudo más que él y respondió la llamada, –¿Hola Bingo?–
–¿QUÉ ESTÁS HACIENDO, IDI...!–
–No voy a hacer esto hoy– Mackenzie levanta la llamada interrumpiéndola e inmediatamente bloquea a Bingo... esta no era la primera vez que Bingo le gritaba por teléfono
–¿Esa fue Bingo?– pregunta Rusty por la llamada; definitivamente la escuchó
–Bueno, será mejor que me expliques por qué Bingo te gritó así– exigió Jack
–No es nada. De hecho, ni siquiera sé por qué está enojada conmigo. Ella sabe que podemos hablarlo como perros civilizados cuando se calme– dice Mackenzie, confundido por lo que sucedió
–Sí, pero ¿por qué te gritaría?– pregunta Jack nuevamente
–Espera... ¿Es hoy que Jean-Luc está saliendo con Bluey?– Rusty habló como si se le hubiera encendido una bombilla en la cabeza
–¿Quién es Jean-Luc?– vuelve a preguntar Jack inocentemente.
–Sí, se fueron hace un rato– respondió Mackenzie con un poco de tristeza en su voz
–Mierda, No me extraña que Bingo te haya gritado, Tu sabes lo duro que ella trabajo…–
–Sinceramente, no quiero hablar de nada de esto, chicos– Mackenzie le pone el freno de mano a Rusty. –Solo quiero jugar algunos videojuegos, pasar un rato con mis mejores amigos e intentar olvidar todo lo que pasó estos últimos días… ¿De acuerdo, chicos?–
–Ni siquiera sé qué está pasando, pero… sí, claro que podemos hacer esto– comunica Jack
–...– Rusty tardó más de lo esperado en responder, pero finalmente dijo –Sí, claro, amigo–
–Bien– Mackenzie cerró los ojos y se relajó como si el peso hubiera dejado sus hombros. –Si Bingo llama a alguno de ustedes, solo díganle que no estoy disponible–
–Sí, te tengo, amigo– dice Rusty. –Vamos a jugar otro partido–
–Estoy de acuerdo, vamos a ganar otro– dice Jack con confianza en sus amigos
*De vuelta en la cafetería Avril*
El Pinscher alemán no tardó mucho en preparar todo lo que Bluey y compañía habían pedido. Archer pone las bebidas sobre el mostrador y grita: –¡BLUEY, tu pedido está listo!–
Bluey y Chilli se levantan de sus asientos y caminan hacia el mostrador para recoger sus artículos. Cuando Bluey agarró su taza de té y la limonada de Jean-Luc, dijo: –Gracias Archer; nos vemos en la escuela–
Con su té y limonada en sus manos, ella y su madre se acercaron a su mesa, donde Jean-Luc estaba usando su teléfono. Su mesa estaba cerca de la pared de plexiglás que mostraba el patio exterior del café, lo que permitía una excelente iluminación entrara al Café
Cuando ambos Heelers se sientan en la mesa, Bluey a la derecha de Jean-Luc y Chilli a la izquierda de Jean-Luc. Chilli inmediatamente tomó la tapa de su café y le entregó la taza a Jean-Luc. –¿Quieres probarlo?–
Jean-Luc no responde, pero toma la taza para darle un sorbo rápido. –Oh– Jean-Luc sacude la cabeza, reaccionando al calor, y con dificultad, envía las gotas a su estómago. –Ummm, sí, sabe diferente–
–¿Mejor que Canadá?– pregunta Chilli con una ceja levantada.
–Es difícil decirlo– responde Jean-Luc antes de beber su limonada.
Durante todo este tiempo, Bluey solo miró a Jean-Luc con una mirada tonta y comoda, una mano en su rostro y un codo en la mesa. Mirando al mismo perro con el que jugaba cuando era niña… justo allí frente a ella.
–Es…tan lindo– pensó Bluey ya que era la primera vez que podía mirar con determinación su rostro, sus ojos, su pelaje, su nariz, su sonrisa y el iris de sus ojos mirándola
–¿Todo bien?– pregunta Jean-Luc mirándola.
–Oh– reacciona Bluey. ¿Estaba soñando despierta?... No importa ahora mismo –Solo te estaba mirando–
–Qué honesta eres– bromea Jean-Luc y toma otro sorbo de su limonada
–Yo solo…– Bluey se detiene por un segundo para buscar las palabras que quiere usar. –Me cuesta creer que esto sea real. Eres realmente tú después de todos estos años; estás aquí de nuevo–
Jean-Luc no respondió de inmediato. Pero Bluey se da cuenta como mueve sus ojos alrededor, probablemente para pensar en algo a lo que responder, y finalmente dice –A veces a mí también me cuesta creer todo lo que ha estado sucediendo últimamente–
–¿En serio?–
–Sí– dice Jean-Luc, –pensé una y otra vez que deseaba estar en Brisbane y volver a verte. Y ahora que estoy aquí a tu lado, es como… ¡guau!–
Bluey no pudo evitar reírse y, cuando terminó, dijo felizmente: –¿como te esta yendo en Brisbane hasta ahora?–
–Hace calor– Jean-Luc y Bluey se rieron brevemente antes de que el labrador continuara: –Pero aparte de eso, me gusta. Siento que quedarme aquí durante el año escolar será fácil–
–¿Qué hay de tu familia?– pregunta Chilli. –En algún momento, los extrañarás–
–Es cierto, pero siempre estoy tratando de comunicarme con ellos– dice Jean-Luc. –Es difícil coordinar la diferencia horaria. Por ejemplo, aquí será mediodía, pero en Canadá es medianoche, así que si quiero hablar con alguien, tengo que hacerlo por la mañana o tarde por la noche–
–Vaya, es un sacrificio enorme para ti y tu familia– comenta Chilli
–Lo sé, pero me están apoyando mucho. Es algo que llevamos preparando un año–
–Oye, pero hablas Español muy bien. El acento sigue ahí, pero me sorprende lo bien que lo hablas– dice Chilli
–Lo sé, incluso a veces me sorprende– dice Jean-Luc. –Es increíble cómo cuando hablas otro idioma, se te abren muchas puertas. Ahora tienes más libertad para interactuar con el mundo–
–Vaya– reacciona Bluey antes de preguntar: –Entonces, ¿cuándo empezaste a aprender Español?–
–Ohh– Jean-Luc se recuesta en su asiento, conmocionado por la pregunta. Mira a Bluey de reojo y dice –Empecé a aprender después de que volví del primer viaje a Brisbane–
–¡De Verdad!– Bluey reacciona sorprendida mientras su madre abre los ojos por completo
–Sí…– dice Jean-Luc, mientras un ligero tono de rojo aparece en su mejilla. –Me entristeció mucho de que no podías entenderme, así que empecé a aprender de un libro que me dio mi padre. De hecho, él también habla Español, y me ayudó durante todos estos años antes de que aplicara a ser un estudiante de intercambio en mi escuela–
–Aww– Bluey se conmueve con la anécdota del labrador y confiesa para hacer las cosas más justas –La verdad… Empecé a aprender francés después de que te fuiste–
–¡¿En serio?!– Jean-Luc reacciona asombrado, con los ojos bien abiertos
Bluey asiente con una sonrisa en el rostro y los ojos cerrados, y cuando los abre, dice –Recuerdo el día que les pedí a mis padres que me dieran clases de francés, ya que ellos también hablan francés. Pero papá usaba el francés principalmente para fastidiarme, así que recibía clases principalmente de mamá–
–¿En serio?– reacciona Jean-Luc antes de mirar a Chilli que tiene una expresión sombría
–(Pasé, un par de meses, en París, con mi esposo)– logra decir Chilli en su viejo y oxidado francés, pero es suficiente para impresionar a Jean-Luc que aplaude levemente
–Bravo, c'est bon!, c'est bon!– dice Jean-Luc con los dos pulgares hacia arriba, haciendo reír un poco a Bluey
Con el francocanadiense feliz con lo que escuchó, Chilli simula una reverencia y se dice a sí misma –Todavía lo tengo–
Bluey aprovechó para beber un poco del té que pidió. El dulce y ácido sabor de la maracuyá le hunde la garganta mientras la relaja. Le recuerda del por qué le encanta ir al café con sus amigas después de la escuela, especialmente porque su amiga Winnie puede darles descuentos a ella y a las chicas. Cuando bebió lo suficiente, le preguntó a Jean-Luc: –¿Estás emocionado por comenzar las clases la próxima semana?–
Jean-Luc también termina de tomar un sorbo antes de decir: –No puedo creer que esté a punto de decir esto... pero sí, estoy emocionado por ir–
–Yo también– dice Bluey alegremente. –Si tú también vas, este será el mejor último año de la escuela secundaria–
–¿Último año?– Jean-Luc sacudió la cabeza hacia atrás y le preguntó: –¿Qué edad tienes?–
–Tengo diecisiete– respondió Bluey, pero recordó algo que Jean-Luc dijo en el área de campamento: –Espera, dijiste que tienes dieciséis, ¿verdad?–
–Sí, este será mi segundo año– dice Jean-Luc. –Entonces, ¿cuándo es tu cumpleaños?–
–En marzo, ¿y tú?–
–Diciembre… recuerdo que el primer viaje a Brisbane fue tres semanas después de mi cumpleaños–
–¿Ah, sí? Así que ambos teníamos seis años cuando nos conocimos–
–Sí– dice Jean-Luc mientras toma otro sorbo de su limonada
–Ohhh, no puedo esperar a tratarte como a un niño en la escuela– dice Bluey en broma mientras acaricia la cabeza de Jean-Luc como si fuera un niño
–¡Oye!– Jean-Luc agarra la muñeca de Bluey que está sobre él para detenerla –Puede que sea más joven, pero soy más maduro que tú–
–¿Cómo asi?– Bluey lo desafió mientras acercaba su rostro al labrador con su mano todavía en el agarre de Jean-Luc
–Yo estoy aquí en Brisbane… Tú no estás en Quebec– Jean-Luc responde al Heeler con una sonrisa victoriosa en su rostro
–En mi defensa– dijo Bluey mientras se acercaba al rostro de Jean-Luc hasta el punto en que su nariz estaba a punto de tocar la de Jean-Luc –Nadie me dijo que podía ser una estudiante de intercambio, pero me habría ido a Quebec. Si hubiera sabido que vivías allí–
–Eres una chica realmente honesta y directa, ¿lo sabías?– dice Jean-Luc, entrecerrando los ojos
–¿Quieres que te mienta en la cara entonces?– dice Bluey aún manteniendo su distancia cercana
–Eso no sería muy agradable, señorita Heeler– dice Jean-Luc
–¿Quién lo dice? Tienes una boca muy grande para tu edad–
–Al menos sé dónde poner mis palabras cuando importa–
–No eres el perro que crees que eres, muchacho–
–Tienes razón… no lo soy. Pero para ti, soy ese perro–
–¿Qué están haciendo?–
De la nada, Chilli se mete en la conversación con un tono y una cara confusa. Escuchó todo desde el principio mientras navegaba en su teléfono celular. La voz de la Heeler roja hace que Bluey y Jean-Luc se alejen de sus rostros con un notable tono rojo en sus mejillas. También hace que Jean-Luc suelte la muñeca de Bluey
Al ver lo que les causó a los dos adolescentes, Chilli dice con una voz poco confiable –voy al baño. Nos iremos cuando salga– Se levanta de la mesa y comenta: –Lo que sea que hayan hecho, no lo vuelvan a hacer–
–Sí, mamá– –Sí, señorita Heeler– dicen Bluey y Jean-Luc a la vez avergonzados, mientras Chilli camina hacia el baño del establecimiento
Avergonzada por el pequeño acto que hizo con Jean-Luc, toma su té y sigue bebiendo mientras piensa –¿Qué fue eso Bluey? El no es Mackenzie. Compórtate–
Pero mientras bebía, sintió que Jean-Luc acercaba su silla a ella. Estaba tan cerca que no tuvo otra opción que mirarlo. Pero antes de que pudiera decir nada, Jean-Luc habló primero: –¿Te estabas perdiendo algo?–
Bluey se confundió con lo que quería decir. Pero sus dudas desaparecen cuando él saca un papel blanco que le resultaba familiar
–¡Oye!– Bluey reacciona aturdida. Era la nota que Jean-Luc le había dado días atrás en el área de campamento. Se la arrebata de sus manos, la abre y la vuelve a leer dejando que la letra de Jean-Luc la haga sentir feliz por el deseo de el de volver a verla otra vez. Luego de leerla, le pregunta: –¿Dónde la encontraste?–
–Ahhhhh– Jean-Luc pone una mano detrás de su cabeza, inseguro de lo que diría pero aun así logra encontrar esas palabras –No la encontré yo. La encontró Mack–
–¿Mackenzie?– Bluey reacciona confundida. Jean-Luc aparta su mano de la parte posterior de su cabeza y Bluey pregunta: –¿Cómo?–
–No lo sé– El tono de Jean-Luc era inseguro como si no tuviera la suficiente confianza para responder, pero continuó de todos modos, haciendo que Bluey levantara una ceja mentalmente –Me la mostró cuando regresé a su casa–
–Genial, debería agradecerle la próxima vez que lo vea– Bluey dice sin pensar mucho en el extraño comportamiento de Jean-Luc. Mira la nota de nuevo, el número de teléfono, para ser más específico, y saca su teléfono celular para insertar los números. Cuando termina, presiona el botón de llamada y se pone el teléfono celular en la oreja para mirar a Jean-Luc con una cara de presumida.
No pasó mucho tiempo antes de que el teléfono celular de Jean-Luc comenzara a sonar. Casualmente sacó su teléfono celular y, mientras seguía mirando la cara de Bluey, presionó el botón verde y se puso el teléfono celular en la oreja. –Bonjour?–
–Te extrañé– dice Bluey. La situación fue tan divertida para los dos perros que compartieron un par de risas simples juntos
Cuando Bluey terminó de reír, miró su teléfono para colgar la llamada, pero apareció una notificación en el celular
"Club de Glasshouse: 1 mensaje"
–Me pregunto quién quiere chatear hoy– pensó Bluey y tarareó con curiosidad mientras colgaba la llamada telefónica y abría la notificación. Bluey sintió cómo Jean-Luc todavía la miraba, curioso por su reacción
Buddy: Bien, pregunta: si tengo dos tazas de agua y vierto toda el agua de una taza a la otra, ¿el agua de la otra taza se humedece más?
–¿Estás bromeando, Buddy?– Bluey se da una bofetada en la cara debido a la pregunta del Pug
–Sí–
–¿Qué?– Bluey gira la cabeza hacia Jean-Luc, que está mirando la pantalla del teléfono
–Sí, se pone más húmedo– respondió Jean-Luc mientras asentía levemente con la cabeza
–¿Estás bromeando?– Bluey entrecierra los ojos, estupefacta por la respuesta de su amigo
–Probablemente… Ellos también están bromeando– Jean-Luc señala el teléfono celular de Bluey, indicando que eche un vistazo. Bluey miró el teléfono nuevamente para ver algo que deseaba tener más manos con las que darse palmadas
Joe: Sí
Adam: Sí
Dan: Sí
Indy: Sí
Sadie: Sí
Chloe: Sí
Dougie: Sí
Judo: Sí
Banjo: Sí
Chucky: Sí
Missy: Sí
Pretzel: Sí
Felix: Sí
Después de ver todos los mensajes, Bluey suspiró, y cuando dejó escapar el aire por la boca, escribió:
Bluey: Sí
Coco: Sí, pero si eres tan filosófico, entonces no quiero saber qué pasaría si tomaras una cerveza
–Oh, Dios– Bluey reacciona en voz baja y se pone el pulgar y el índice en los ojos –Parece que hoy compartimos una sola neurona– piensa Bluey, quitando el dedo y centrándose de nuevo en los mensajes
–Conozco esa sensación…– dice Jean-Luc con empatía después de ver la reacción de Bluey –A veces con mis amigos, estos momentos tontos pasan–
–Entonces no vas a tener problemas para adaptarte– dice Bluey antes de mirar los nuevos mensajes que llegaron
Dan: Todavía son demasiado jóvenes para hablar de esto
Chucky: No nos importa, ya no somos niños
Banjo: Este es nuestro primer año como estudiantes de segundaria en S.S
Banjo: Pongan un poco de respeto en nuestros nombres
Pretzel: ¿No pueden ver que esto es para proteger su inocencia?
Judo: Cuando puedan pasar toda la noche despiertos, entonces hablaremos de cosas más complicadas
Doguie: Una vez me quedé despierto toda la noche. ¿Puedo hablar de cosas adultas entonces?
Joe: ¡Claro que no!
Buddy: Coco. Pase lo que pase, no voy a terminar como Indy en la fiesta de 18 de Rusty.
Felix: ¡OHHHHHHHHHHH!
Missy:Buddy, no hagamos esto hoy.
Indy: ¡HIJO DE PUTA!
Indy: LES DIJE QUE NO LO VOLVIERA A MENCIONAR.
Indy: ERA SOLO UNA LATA, Y ERA LA LATA EQUIVOCADA.
Adam: El baño y el cuarto de Dusty no estan de acuerdo con eso
Chloe: Conté más, para que lo sepas
Coco: Hipócrita…
Buddy: Aprendemos de la historia para no repetir los mismos errores en el futuro
Sadie: Las calles nunca olvidarán Indy XD
Indy: Los odio a todos :l
–Wow– eso es todo lo que dijo el Labrador después de que se desarrolló la conversación. –¿Todos ustedes van a ir a Southen Stars?–
–Sí, todos somos amigos desde hace mucho tiempo, probablemente a ella se la pasara el enojo y nos hara galletas para todos– explicó Bluey
–Oh… ¿Puedo unirme al grupo?– pidió Jean-Luc emocionado
–Bueno… tú también vienes con nosotros, así que sí, claro– dice Bluey
–¡Hurra!– Jean-Luc celebró con los brazos extendidos mientras Bluey añadía a Jean-Luc al grupo
–ALLÍ ESTÁ–
–VAMOS–
Mackenzie y Jack celebraron otra victoria, esta vez una batalla a gran escala donde el caos reina en el encuentro
–VICTORIA–
–TASK FORCE HA CAPTURADO TODOS LOS SECTORES–
–Buen trabajo, chicos; yo invito las bebidas esta noche– El locutor habló por última vez antes de enviar a Mackenzie, Jack y Rusty al menú principal
–Fue una buena partida. Buen trabajo lidiando con los francotiradores, Mack– Felicitó Rusty
–Ustedes no saben lo satisfactorio que es quitarlos de encima– dice Mackenzie mientras estira sus cansados músculos
–¡Hey, chicos!– Jack llama a sus amigos por la llamada –Revisen el grupo principal–
Al escuchar a su amigo, Mackenzie toma el celular nuevamente y se mete inmediatamente al chat grupal para ver
"Bluey agregó a Jean-Luc al chat"
Felix: Oye, ¿quién es el impostor?
–Oh,chico– susurró Mackenzie al ver lo que había sucedido
Bluey: Chicos, este es Jean-Luc, el estudiante de intercambio que va a vivir con Mackenzie este año escolar
Jean-Luc: Bonjour
Referencias:
En realidad no muchas, he estado tratando de no hacer muchas después del muro de texto que puse en el capítulo pasado, pero
Lo de las 5 calacas es algo que ustedes entenderán y Archer… Algunas personas podrían conocerlo como Grimm o Wardog 4, o Razgriz 3 de Ace Combat 5
Bueno muchachos, Escriban Reviews, Denle favoritos o Seguir la historia si les gusta lo que estan viendo y hasta la proxima
