El sonido del reloj colgado de la pared comenzaba a molestarme, la paciencia se me acababa confirme avanzaba el tiempo, la luz del sol se tornaba cada vez más opaca lo que indicaba que el día daría paso a la noche en no más de dos tal vez tres horas.
-Beckett… iré por un café, quieres?
-claro… te acompañaré.
-bien.
Caminamos por el pasillo hasta el fondo, la pequeña sala de descanso se encontraba vacía, Javier me miró pero no pronunció palabra alguna.
-ya di algo.- dije sonriendo.
-no tengo nada que decir.
-en verdad?
-oye esto es así, la vida y las relaciones de pareja no siempre son como pensamos.
-vaya eso fue profundo, podría dolerte la cabeza.
-muy graciosa.
Ambos nos miramos mientras bebíamos de las tazas humeantes, el sonido de unos tacones nos distrajo.
-señorita Beckett.- dijo la joven mujer mirándonos, asentí con la cabeza.- tengo lo que necesita, puede firmar el registro por favor.
-por supuesto.-dije animadamente sabiendo que quizá esta seria la última vez que trabajaría en esto.
-venga conmigo.
El resto de la tarde y parte de la noche Javier y yo nos dedicamos a ver videos, jamás en mi vida había sentido tal fastidio, Javier suspiraba en silencio mientras observaba la pantalla, fueron horas de grabaciones sin nada que nos pudiese ayudar, cerca de las once y con la espalda y cuello completamente destrozados decidimos darnos por vencidos.
-necesito un buen masaje.- dijo Javier sin mirarme.
-lo sé … dejemos esto y vayamos a casa.- estiré ambos brazos por detrás de mi cabeza.
-entonces… esto es todo?, por fin te olvidarás de él.
-Tu hiciste la sugerencia y es verdad, es hora de terminar con esto, aquí no hay nada que sirva.
-bien, pues… andando.
-te veo mañana, debo ir al sanitario, no llegaré a casa.
-te espero abajo, es tarde.
-como quieras, eres libre de irte.
Ambos reímos sonoramente y luego tomamos rumbos distintos.
Escuché sus pasos alejándose por el pasillo, la luz automática se encendió obligándome a cerrar un momento los ojos, el edificio a esta hora se encontraba prácticamente vacío, salvo por el personal de vigilancia e intendencia que aún se encontraban realizando alguna actividad la mayoría de empleados sino es que todos habían ido a casa.
Lavaba mis manos cuando el sonido de la puerta me hizo levantar la cabeza para ver de quien se trataba, un hombre vestido de jeans y camiseta pero con el rostro cubierto me miró solo unos segundos justo antes de acercarse e intentar tomar mi cuello, instintivamente me hice hacia atrás hasta tocar la pared con mi espalda.
-quien eres?.- pregunté.
El hombre resoplo molesto sin mencionar palabra, de nuevo sus manos intentaron alcanzarme sin éxito, me moví tan rápido como pude y aunque de nuevo pude esquivarlo una tercera vez me fue imposible hacerlo, una de sus manos sujeto mi brazo con tanta fuerza que casi pierdo el equilibrio.
Apenas pude mantenerme en pie, mi mano detuvo la suya antes de que alcanzara mi rostro aunque no por mucho tiempo, levanté la rodilla tratando de golpearlo pero rozando apenas una de sus piernas, el impulso me hizo perder el equilibrio y caer de rodillas, el hombre entonces tomó mi cabello y me obligó a poner la mejilla en el piso.
-su voz sonó rasposa y su aliento alcohólico me hizo sentir nauseas.- quien eres?.- preguntó.
-creí que ya lo sabias.- dije con dificultad.
-el hombre suspiró una vez y luego me miró, sus ojos se veían atraves de los orificios de la máscara, eran oscuros y me miraban fijamente.- te conozco.- dijo después de un par de segundos.- porque aún investigas a Richard castle, creí que estaba cerrado, su caso, no debería seguir en prisión?
-no estas enterado de nada, hubo una apelación y…
-esta libre.
-si.
-tal vez Richard debería haber cumplido su condena.
-Richard es inocente, ya lo demostramos.-aún cuando intentataba zafarme de su agarre, no podía hacerlo.-que es lo que haces?, por que estas aquí?.
-El hombre dudaba, respiraba con dificultad.- yo…-pero no dijo nada más, lo que supuse que había sido un golpe me hizo perder el conocimiento.
-Beckett, Beckett… Kate.- dijo la voz aunque sonaba lejana.- vamos Kate.-reconocí entonces la voz de Javier que me miraba angustiado.
-Javier…-dije lentamente.
-que demonios pasó? Quien te hizo esto?
-no tengo idea.- dije mientras me incorporaba.- un sujeto ha entrado sin aviso.
-le habías visto antes?
-no lo sé, tenía la cara cubierta, solo vi sus ojos.
-seguridad revisa el edifico pero parece que se ha ido.
-demonios.- pasé mi mano por mi cabeza donde había recibido el golpe.- eso fue muy raro.
-te dijo algo?
-preguntó por Richard castle, creo que se entero recientemente de su liberación.
-dijo algo más?
-no, sonaba confundido.
-pues si que ha sido raro, te llevaré al médico.
-estoy bien, no es necesario, debería irme a casa.
-no puedes.
-por que?
-el jefe viene en camino, lo siento, seguridad le llamó.
-fantástico.- resople mientras me sentaba en el suelo con la ayuda de javier.
Una hora más tarde ambos estábamos sentados en una de la salas de juntas, el jefe me miraba incrédulo de mi relato, sonaba bastante estúpido que algo así hubiese ocurrido en un edifico que se consideraba seguro.
-Javier.- dijo después de algunos segundos de silencio.- necesito que localicen a Richard castle, este podría no ser un acto aislado y no podemos correr riesgos.- me miró fijamente.- quiero que lo entrevisten lo antes posible.
Asentí con la cabeza, no quería hacerlo pero mirarlo de frente no era mi idea de seguir adelante.
Javier me miró de igual manera, sabía que a él tampoco le hacía feliz tener que seguir en esto y menos le agradaba la idea de volver a empezar con indagatorias y entrevistas que a nuestro parecer parecían conducir a ningún lugar.
hola, como estan, los pocos que aun andamos por aqui, se que estoy tardando en terminar esta historia y la otra que aun tengo pendiente, la verdad es que este ha sido un año muy dificil, han ocurrido una serie de cosas que me han obligado a dejar de escribir, al menos no con la regularidad que solia hacerlo, me disculpo por eso, espero poder terminar ambas historias para quienes aun se toman el tiempo de leer . nos leemos en el próximo.
