Fanfiction escrito por mi persona, sin fines lúdicos, basado en la obra de Ichiei Ishibumi, las novelas ligeras HighSchool DxD.
- High School DxD –
[True Draconic X Deus]
-La hermana más tímida-
Temblorosa, asustada y confundida, miró a lado y lado. Intentando orientarse. Buscando alguien en quien apoyarse. Que la ayudase. Que la protegiese. Que le explicase que era esa pesadilla.
Pero no obtuvo nada de eso.
El humo negro invadía sus pulmones, los chillidos de los vivos atacaban sus oídos. Las lágrimas en sus mejillas se calentaban con el fuego de las llamas. Las llamas, negras y rojas, lo consumían todo. Ningún hechizo o material químico podía apagarlas.
Las llamas del Poder de la Destrucción lo estaban consumiendo todo. Derretía la piedra, convirtiendo en ceniza todo material orgánico. El recinto, la vegetación, a sus residentes… Conocidos, profesores, familiares y visitantes. Todos estaban liberando alaridos, corriendo de un lado a otro, lanzándose al suelo, rodando, usando todos los métodos posibles para apagar las llamas.
En el centro de las llamas había una flor. Un enorme capullo rojo que se arremolinaba sobre su eje, hermoso pétalos carmesíes con las puntas negras. Una flor que emanaba llamaradas intermitentes de poder de la destrucción. Quemando el suelo, la piedra, la ropa… Y la carne de quien la tocaba. Todos los que intentaban detener la devastación. Todos los que intentaban alcanzar a la niña que chillaba en el interior de la planta.
Una niña pelirroja, desolada, triste y sola.
Su amiga de la infancia, dulce e inocente. Una insospechada genocida.
Un batir de alas llamó su atención, un pilar de fuego cercó la flor y la niña alzó la mirada. Un ser con alas negras flotaba sobre ellas.
-¡Detente! Si te acercas…- chilló la niña intentando levantarse, sin fuerzas. Su garganta seca le escocia. No tenía fuerzas para hablar, levantarse, prevenir una inminente locura, un suicidio en ciernes.
Lanzándose hacia adelante, el niño atravesó los pétalos, envolviendo a la niña con sus alas.
La flor reaccionó, encogiéndose, absorbiendo el poder que emanaba el niño, antes de abrirse por completo. Desintegrándose, desvaneciéndose en el aire cual motas iluminadas de polvo rojo.
Los gemelos prodigio de la casa Gremory no debían de estar separados
…
-¡Sona!-
La morena parpadeó sorprendida, enfocando su atención a la joven sentada frente a ella.
-¿Qué has dicho?-
-Estabas tan absorta en tus pensamientos que no has visto que te han crecido los melones?-
-¿Qué?- exclamó la joven bajando su mirada.
Las herederas Astaroth y Glasya-Labolas rieron con fuerza.
-Lo ha hecho! Lo ha hecho!-
-Ha mirado! Ha mirado!-
-Sabía que estaba acomplejada!-
Sona enrojeció de la vergüenza.
-Sois unas vulgares! Y que sepáis que la genética familiar es excelente!-
-Tampoco te creas, tu madre…- moviendo su mano levemente esgrimiendo una mueca –No es nada del otro mundo y tu hermana…-
-Un tanto regulona, se salva por ser bajita-
-¿Podéis dejar de hablar de los pechos de mi familia? Maldita sea, ni que estuviese su degenerado hermano aquí!-
-Ops, ahora que lo dices no sé si esta es una conversación que unas doncellas deberían mantener…-
-Pero ahora que lo dices, hablando de los Gremory…-
-¡¿Qué queréis?! ¿Por qué me molestáis?-
-Nos preguntábamos porque siempre que Rias hace sus pruebas entras en trance…-
-¡!-
-Y lo más importante… ¿Por qué tiemblas?-
-¿Qué?-
-Siempre que Rias hace ejercicios prácticos juntas tus manos, cierras los ojos y tiemblas como una hoja-
-Eso no…-
-Sois amigas, os habéis poco menos que criado juntas… Sé que es un espectáculo imponente pero…-
-Vosotras… Esto es un error…-
-¿El qué? Sona, hija… A veces no hay quien te entienda… ¿Qué es un error?-
-Esta academia solo para chicas, haberles… Separado-
-¿Hablas de…. Los gemelos? ¿Separarla de su hermano gemelo?-
-¿Eso es un error?-
Cierta demonio se inclinó interesada.
-¿Qué ocurre si les separan?-
-La devastación… Sabéis como llaman a Rias, pero no sabéis porque… Desconocéis de que son capaces los Gremory…-
Latia rio divertida.
-La Princesa de la Ruina Carmesí. Un nombre muy llamativo, a los nobles les gustan, son comerciales…-
Seegvaira alzó su mano, silenciando a la rubia.
-Mira su cara…-
-¡!-
-Sona-chan… Háblanos, somos tus amigas, puedes contar con nosotras…-
La morena jugó con sus dedos, nerviosa.
-Los Gremory tienen tres hijos… Y ellos representan todos los aspectos y posibilidades del camino al éxito… El éxito, el fracaso… El equilibrio, el exceso, la ineptitud…- murmuró la joven alzando la mirada –Sirzechs-sama es la perfección-
-Sí, es la máxima representación de nuestra especie…-
La morena tomó la revista que Latia había dejado sobre la mesa. En la portada estaban los tres demonios. Tres hermosos demonios de intenso cabello rojo con las elegantes uniformes tradicionales Gremory. Los gemelos en el centro, unidos. Su hermano mayor tras ellos, abrazándolos.
-Sirzechs… Es el demonio perfecto… Rias el exceso, Issei la escasez- prosiguió la demonio -Los Gremory no son como mi familia, mi hermana lo es todo, yo no tengo nada de ella… Mi madre considera a mi hermana un fracaso y me engendró a mi manteniendo el listón más bajo pero Venelana Gremory no… Ella engendró a los gemelos con toda la intención de no solo igualar a su hijo mayor sino de superarlo, lo que obtuvo fue un castigo del destino. La maldición de los Gremory… -
-Que dramática… Los gemelos prodigio no tienen nada de maldito. ¿Les has visto?-
-No sabéis nada… Rias es mucho más fuerte que su hermano mayor… Y su hermano menor no tiene nada… El equilibrio de su hermano mayor destruido, ella es… Ella es un peligro…-
-¿Cómo puedes decir eso?-
-Rias es una hermana para mí!- exclamó Sona alzando la voz –Pero sé de qué es capaz… Y también sé que solo hay una persona que pueda controlarla y no está aquí-
Seegvaira y Latia se miraron detenidamente.
-Y todos estamos en constante peligro, si Rias pierde el control… ¿Podrá venir Issei antes de que Rias nos mate a todas?-
-¡!-
Cierta demonio miró fijamente a Sona.
-Si los gemelos están juntos de forma constante… ¿Ese peligro no nos alcanzará?-
-No, pero aquí, separados…-
Cierta demonio suspiró aliviada.
-Ojala nunca tengáis que descubrir porque la llaman la Princesa de la Ruina Carmesí…- susurró Sona jugando con sus dedos, asustada.
-Eres una exagerada…- murmuró Latia sin darle importancia –Me interesa más saber porque se insiste en que tu hermana y su hermano pequeño… Están liados-
La ceja de la morena empezó a temblar violentamente.
-¡Patrañas! Mentiras! Mi hermana está durmiendo en el hospital! Es imposible que se haya fijado en ese puerco! Es imposible que se conozcan! ME NIEGO!-
Las demonios empezaron a reír divertidas.
-Eres una chica lista, piensa en los beneficios de unir la casa Sitri y la Gremory…-
-¡SILENCIO!-
Esa broma nunca fallaba. Sona Sitri era tan protectora para con su hermana… ¿Aunque que tenían de cierto los rumores? Eran demasiado extraños y extravagantes como para no preguntarse cuál era el origen de los mismos. Porque tanta originalidad no podía ser otra más que un burdo invento.
-Inframundo – Terrenos Libres-
Nada escapaba a su visión. Sus ojos rojos, sobrenaturales en color y funcionalidad, se adaptaron sin problemas a la distancia y la oscuridad.
Veía perfectamente el campamento. Decenas de criaturas verdes, con sus cuerpos cubiertos de escamas, descansaban entre grietas y fisuras protegidas por toscas construcciones de madera. Lobos domesticados y encadenados en los accesos. Pocos guardias en las entradas y barricadas. Una reja de metal tapando lo que parecía ser el acceso a una gruta.
En la serenidad de la noche, entre el crispar y el crujir del fuego de las antorchas una agrupación de nubes se concentró sobre el campamento. Disminuyendo la temperatura rápidamente, una suave ráfaga de gotas de lluvia empezó a caer sobre ellos. Algunos de los lobos alzaron la cabeza, curiosos.
PAM
PAM PAM PAM
PAM PAM PAM PAM PAM
Una suave lluvia empezó a caer sobre ellos, mojando sus pelajes. Empapando las maderas, humedeciendo el césped.
Las gotas de agua se convirtieron en agujas de hielo, delgadas y afiladas.
Cientos de agujas barrieron el terreno, perforando la gruesa piel de las bestias, agujereando los durmientes cuerpos de los guardias. Una lluvia mortal golpeó sin piedad el campamento.
Los heridos y supervivientes dieron la alarma. Tambores de cuero y piel empezaron a resonar por el valle.
Una figura aterrizó en el centro del campamento, esgrimiendo una pesada espada de metal negro, se movió veloz, estrellando su herramienta contra todo lo que se movía. Sin elegancia o técnica, golpeaba y golpeaba con fuerza y contundencia. A los pocos segundos una segunda figura se unió. Más alta y con un largo cabello blanco, movió su bastón lanzando sencillos pero veloces conjuros, derribando los enemigos que intentaban cercar a su compañera. Desde el cielo una bruja conjuraba hechizos desde su escoba sobrevolando la zona.
Una sombra se movió veloz, silenciando las alarmas. Callando los tambores. Y tras algunos destellos y sonidos secos, se impuso el silencio.
-Issei-saaaaaamaaaaaa! Esto ya estaaaaaa!- exclamó cierta pelirrosa alzando su mano, buscando llamar la atención.
Xenovia se sentó en el suelo jadeante, sudorosa.
-Madre mía… Lo he hecho! Lo he hecho!- rio estirándose en el suelo, riendo divertida.
-No te emociones demasiado… Solo estas aprovechando tú nueva fuerza, nya. Te falta técnica, estilo…-
-No le quites la ilusión ni el mérito, lo ha hecho bien- dijo Rossweisse apoyando el bastón en el suelo mientras Lavinia descendía.
-Lo hemos hecho geniaaaaaaaal!- rio Ingvild dando saltitos -¿Lo has grabado todo? Quiero que Grayfia-sama vea bien lo genial que lo hemos hecho!-
-De eso se encarga el bicho este…- dijo Issei señalando con el pulgar por encima de su hombro, tras él.
-¿Estas cosas son necesarias?- preguntó Lavinia ajustándose el traje de bruja.
-Mis padres quieren que participemos en Juegos para medir el nivel que tenemos… Como me niego a poneros en peligro les he convencido de que incrementando el nivel de los ejercicios prácticos nos olvidemos de los juegos…-
-¿Esto es más seguro que los juegos? Permíteme que lo dude-
-Aquí podéis elegir enemigo, el momento y básicamente todo… Los Duelos en su mayoría son enfrentamientos uno contra uno… ¿Qué es eso?- señalando el campamento.
-Eso es una reja de hierro, nya-
-Hasta ahí llego, pero que hace ahí? ¿Lo habéis comprobado?-
-¿Comprobar que, nya?-
-Esos barrotes son de metal. Estos seres son fuertes, no necesitan estructuras como esta… No me había dado cuenta pero… ¿Es una jaula? Tenéis que comprobarlo todo, siempre-
El demonio se centró en la albina. Se había recogido el cabello en una coleta alta, sujetada por una diadema de combate plateada. Su pecho estaba cubierto por una sencilla coraza sobre una camisa sin mangas negra. Una falda de placas sencilla y unas botas altas de metal con algo de tacón. Las manos estaban protegidas por guanteletes. Todo sencillo, rudimentario, básico, pero para lo que la situación requería, funcional.
Pese a todo tenía que buscarle algo más elegante y sobretodo, eficiente. Tenía que buscarle una armadura a la altura de su talento.
¿Los asgardianos le venderían una armadura de valquiria de alta calidad? Lo dudaba…
-¿Issei?-
La voz de la valquiria la sacó de sus pensamientos.
-Te escucho-
-No, no me escuchas, estaba diciendo…-
-¿Debajo de la falda llevas bragas?- la interrumpió el dragón.
-¿Qué?-
-Que si debajo de esa falda de placas llevas algo?-
-¿C-como que… Por supuesto que llevo höschen, idiota!-
-¿Qué lleva qué?- preguntó Issei mirando a las demás chicas.
-Aunque no entiendas la palabra, puedes presuponer que es…-
-Un vibrador!- exclamó Issei.
-¡Bragas, idiota!- rugió la albina.
-¿De qué color?-
-Ni de broma voy a decirte el color de mis höschen!-
-Vaya… Bueno, esto ya está limpio… Esta todo registrado… ¿Soy el único que tiene hambre?-
La joven Xenovia se acercó a la reja, inspeccionándola con curiosidad.
-¿A dónde vamos a comer, nya?-
-No vamos a ningún sitio. Vamos a comer lo que podamos conseguir-
-¿De nuevo cazar? Que aburrido…-
-¿Por qué cazamos?- preguntó Xenovia.
-Todo lo que consumimos lo ha fabricado, cazado, cultivado o pescado alguien. Alguien que vive en los terrenos de mi familia. Para poder respetar este trabajo tenéis que sentirlo en vuestras carnes, saber cuánto cuesta y como de difícil es llevarlo a cabo…-
-Entiendo…- murmuró Xenovia mirando la jaula de reojo, acercándose a ella.
-Los primeros días está bien, el resto ya, nya…-
-No seas así, y vienes de una aldea primitiva de cojones. Ya podrías agradecer que solo sea unas veces y no siempre, ahora eres una consorte y no una campesina…-
-Yo no estoy hecha para el trabajo en el campo, este cuerpo no está hecho para el campo, nya!-
-Eso es cierto… Weisse, te toca- dijo Issei.
-¿A mi otra vez?-
-Porque eres la más eficiente. La disciplina de las valquirias es maravillosa-
La asgardiana miró el suelo cohibida.
-Me importa entre poco y nada lo que tú creas que eres o no eres. Si te me pones a llorar te pongo te rodillas y te ahogo las penas en…-
-Issei-sama!- exclamó Xenovia.
-Xen, preciosa…-
-Pero, Issei-sama… Se escucha un ruido- acercándose a ellos.
-Un ruido donde-
-En la jaula…-
-Ahora vamos… Como decía Weisse….-
PAM
-¿Qué ha sido eso?- preguntó Ingvild.
-No es nada… Weisse, quiero que lleves una armadura más sexy-
-Esto es lo adecuado! Protege, que es lo que tiene que hacer!-
-Pero no tiene porque solo proteger… Mira a Lavi, o Kuro. Tienen prendas ultra sexy que están fabricadas con telas mágicas que protegen su preciosa piel…-
-Cuando sea tu esclava me pondré lo que quieras!-
-¿Esas tenemos? Que sepas que voy a buscarte el bikini de combate más sexy que haya en el mundo…-
PAM PAM
PAAAAAAAAAAAAMMMMMMMMMM
La reja cayó al suelo con un sonido escandaloso, resonando el eco en la oscuridad de la noche.
Lentamente una criatura surgió de entre las sombras.
La joven Xenovia parpadeó repetidas veces, confundida, paralizada.
-Chicas… ¿Qué es eso?- dijo Issei señalando a la criatura -¿Nadie ha revisado la jaula?-
-¿Cómo íbamos a hacerlo si tú nos estas entreteniendo con tus guarradas?- le espetó Rossweisse.
-Tse, no, no. No puedes culpar a otros por tus errores, doña valquiria!-
Esgrimiendo una mueca de incredulidad, la valquiria alzó su bastón furiosa, intentando golpear al dragón.
Lavinia corrió a interceptar el cetro, intentando apartar a la valquiria del demonio.
-¡Aparta Lavinia! Déjame! Déjame que le sacuda! Le voy a meter a ostias algo de sensatez en la cabeza de este estúpido eidechse!-
-Tranquilizateeeeeeeeee!- lloró la rubia forcejeando con la albina.
-Según lo que veo… Todo parece indicar que es un vástago de Behemot… Quizás todo este campamento, el motivo por el que estas criaturas estén aquí sea este…- dijo Ingvild -¿Están traficando con especies peligrosas? Eso debe de mover mucho dinero…-
Un gigantesco animal, un jabalí decenas de veces más grandes que ella misma, enfocó su atención en ellos. Rechinando, empezó a correr con violencia. Sus fuertes patas golpeaban la hierba, rompiendo el suelo, levantando la tierra. Sus ojos ensangrentados fijos en las esclavas Gremory, su lengua escupiendo saliva oculta entre dos enormes cuernos de marfil teñidos de sangre. Abriéndose paso entre cadáveres y los restos del campamento sin contemplación.
-…nov…-
Múltiples círculos mágicos aparecieron en el aire, liberando esferas de agua que impactaron contra el animal. Chillando furioso, se volvió, buscando alcanzar a la pelirrosa que flotaba en el aire.
-¡Xenovia!-
-¡!-
La bestia empezó a correr contra ella, ganando velocidad, miles de kilos de grasa y musculo corriendo hacia ella a una velocidad endiablada.
-¡De eso nada!- chilló una voz femenina, aterrizando frente a ella.
PLANCCCCCCCCCCCCC
Rossweisse blandió su escudo, proyectando una barrera que se interpuso entre ella y el animal. Sacudiendo el aire, haciendo temblar la tierra.
-Laviiii!- ordenó Issei.
Alzando su báculo, llenando de escarcha el suelo bajo los pies del jabalí. Inmovilizando sus patas.
-Kurooooo!-
Empezando a correr, Kuroka juntó sus manos, saltando en el aire, exhalando una nube carmesí sobre el animal.
El jabalí chilló furioso, tosiendo, intentando liberarse.
-¡Xenovia!- repitió el pelirrojo.
La peliazul se giró, sorprendida.
PLANC
Issei clavó una pesada de hierro en el suelo frente a ella.
-Tu turno-
-¿Qué?-
-Vamos, la cena, ahí, vamos-
-¿Q-que?-
-Xenovia, haz lo que he dicho, coges la espada y pum, a tomar por culo la cabeza-
-¿Yo?-
-Vamos leñe-
Gabriel descendió, posicionándose frente a la niña, tocando su frente. Los ojos de Xenovia perdieron su brillo. Su rostro perdió todo atisbo de emoción.
Tomando la espada, la niña empezó a correr, saltando, cercenando la cabeza del animal de un golpe.
Issei asintió satisfecho, aplaudiendo contento.
"Te dije que era buena"
-Ya. Pero tiene que hacerlo voluntariamente…- siseó Issei mirando a la arcángel –Y no me dijiste nada, listilla-
La rubia no respondió. Issei avanzó lentamente hacia el animal. Tirado en el suelo, vertiendo un rio de sangre en el césped del cuello.
-Bueno… Ya tenemos cena y de paso, víveres para el poblado… El… Donde estaba… ¿Ese de ahí?- mirando a lado y lado, intentando orientarse.
-Al oeste, Issei. Aunque creo que los pueblos del norte lo necesitan más, son ancianos y están… Bueno, la edad les pesa-
-El que sea… Lo importante… Es que lo habéis hecho muy bien!- exclamó Issei acariciando el cabello de la niña –Este bicho es algo respetable… Y mi pequeña máquina de matar lo ha hecho de miedo!-
-¡Deja a la niña en paz!- protestó Rossweisse apartando a Xenovia del dragón.
-Menos mal que no tenemos monstruos de estos en mi tierra natal, nya. No habríamos sobrevivido…- canturreó la morena acercándose a su amo. Ronroneando al sentir su mano sobre su cabeza.
-Los demonios no han prosperado porque sean los mejores o especiales… Han crecido en medio de una flora y una fauna sumamente agresivas. Un entorno que el Dios de la Biblia creía inhóspito… Imagínate- respondió Ingvild aterrizando frente a ellos –Es un entorno maravilloso donde crías niños fuertes e independientes!-
-Si no mueren por el camino, por supuesto…- ironizó Issei.
-¿Y lucháis contra cosas así?- preguntó Xenovia.
-A todas horas…- respondió Issei –De enano venia aquí a todas horas-
-Ni mucho menos… Pero como heredero, a Issei le gusta conocer los terrenos de su familia. Y el Dominio Gremory es inmenso… Llevamos muchas excursiones y aún nos falta mucho…- dijo Lavinia –Cuando no le da por ir más allá, como ahora…-
Xenovia los miró curiosa. ¿Un viaje de varias semanas lo llamaban "excursión"?
-Agoge- dijo Rossweisse acercándose al dragón.
-¿Qué tal tu armadura nueva?-
-No desvíes la conversación… En las academias del norte siempre debatíamos lo extraño que era que un panteón promoviese semejante carnicería-
-¿Los nórdicos estudian a la competencia?-
-¿Los demonios no estudian a los ángeles?-
-Solo biología sexual-
-Eres un cretino cínico y mentiroso…- acercándose a él, pegándose a su rostro -¿Convencisteis a los griegos que realizando esas prácticas para reducir el poder del panteón griego?-
-Jijijiji-
-¿De qué te ríes, Ingvild?-
-Ya te está contagiando su manera de pensar… En lugar de ser la brillante pragmática que cree que los demonios forman a lo mejor de Esparta para convertirlos en demonios, optas por pensar que querían fastidiar a los griegos?-
Rossweisse parpadeó repetidas veces.
-Ja! Te estas estupidizando y encabronando! Estas a un paso de ser mi novia ideal!- rio Issei.
-E-eso no es cierto!-
-Fíjate bien, cuando Issei hace eso es que quiere desviar la atención- susurró Lavinia colocando sus manos en los hombros de la peliazul –Tienes que reconocer sus conductas para poder anticiparte y reaccionar…-
-¿Me estáis usando como experimento?- protestó la albina.
-Como liebre de pruebas eres más eficaz que como profesora, nya-
-Como conejo de pruebas…- corrigió Lavinia.
-Lo que sea, nya-
-Tu no me respondiste en su momento y solo haces que dar evasivas!- exclamó Rossweisse señalando su rostro.
-¿Qué quieres saber?-
-¿Cómo superaste tu prueba?-
Issei la miró unos instantes fijamente.
-¿Quieres la verdad?-
-Yo fracasé por débil, eres un niño no más fuerte que yo! ¿Cómo sobreviviste a todo esto? ¿Cómo superaste una prueba más difícil que la que yo suspendí tan humillantemente?-
-Porque tengo dos huevos como dos pelotazas!-
-Responde! ¿Te ayudaron tus padres?-
-¿Qué?-
-Fácilmente podrían haber enviado a sirvientes o…-
-¿Insinúas que mis padres pondrían en riesgo el honor de la familia por eso?-
-Vamos, sois demonios!-
-¿Cómo lo hiciste?- preguntó Xenovia con curiosidad.
El pelirrojo se mantuvo en silencio unos instantes.
Todas las chicas lo rodearon, expectantes.
-No lo sé-
-¿Qué? ¿Sigues sin responder?-
-Lo digo en serio…- masajeándose la sien –Viajé a donde tenía, lo hice lo mejor que pude y…-
-¿Y qué?-
-Me derrotaron… Y cuando me desperté estaba solo, rodeado de cadáveres-
-¿Y no fue tu familia?-
-Las heridas no eran de armas… No eran…-
-No eran que-
-No eran del Inframundo- murmuró el dragón sentado en su asiento improvisado.
-Issei… ¿Qué insinúas?-
-Insinúa… Que un ángel le ayudó… Y que hay un ángel en el Inframundo- dijo Lavinia –Cosa que es imposible!-
Issei la miró sorprendido.
-Eso no es posible… Hay barreras, los Maou colocaron medidas en el cielo, entre los mundos que evitan que un ángel normal pueda llegar hasta aquí… Y aunque pudiesen traspasar las medidas detectarían de inmediato que hay fuentes de poder sagrado aquí abajo…- dijo Ingvild –Se tomaron medidas con la guerra-
-Aunque… Si esa fuente esta extremadamente cerca de una más brillante e intensa… Como el poder de…- murmuró Lavinia inspeccionando al dragón mirando a su entorno. Empezando a caminar alrededor del demonio.
-¿Qué buscas, nya?-
-Nada, solo… Pensaba-
Issei tragó saliva, mirando a Gabriel junto a él.
Lavinia se llevó una mano a la cara, acariciándose la barbilla, siguiendo la estela de la mirada del chico. No veía nada.
-Los conjuros de los que habláis los he estudiado, son viejos, muy viejos. Fechan de la Gran Guerra, los creó el antiguo gobierno…- empezó Lavinia –Se creen imposibles de burlarse pero son muy antiguos… Demasiado-
-Los demonios pregonan que el Dios de la Biblia está muerto, sin él los ángeles…- dijo Rossweisse moviendo su mano extendida gesticulando más o menos –No son lo mismo…-
-Ha pasado mucho tiempo, Rose-
-Lo sé, lo sé, y Michael el Heredero ha hecho un trabajo enorme…-
-¿Sabes que creo que pasa?- preguntó Issei mirando a Kuroka junto a ella –Primero que nadie puede demostrar que en Asgard no sean tan chulos como dice ella… Y creo que la paleta de Asgard se lo tiene muy creído porque a diferencia de allí aquí es la más lista…-
Enrojeciendo de la vergüenza, la albina se giró hacia la pareja.
-Y-yo no hago eso!- mirando a las chicas -¿Soy arrogante?-
Ingvild dio un paso para atrás, cohibida, buscando la ayuda de Lavinia.
-Para nada, Weisse. Todas valoramos tu inteligencia y… y… ¡Nos sentimos aceptadas por completo por tu presencia! Eres una de nosotras!-
-Exactamente!-
-Has de ser consciente de que han pensado en que puedes ser una molestia…-
-¡Han buscado una excusa, nya! La han pensado!-
-¡Ey! Esa es buena, Kuro!-
Los demonios se chocaron sus manos contentos.
-Ah! Este es otro ejemplo de manipulación!- exclamó Xenovia señalándolos con el índice.
Issei esgrimió una mueca. Las chicas la miraron sorprendidas.
-¡Xenovia! Eso ha estado MUY bien! Si, exacto!- exclamó Lavinia emocionada.
-Venga… No me jodas…-
-¡Que sepas que… que… Que esto es por tu culpa!-
-¿Cómo va a ser mi culpa? ¿El que es mi culpa?-
-La poca falta de respeto que…-
-Mira valquiria…- la interrumpió Issei –Tu inteligencia juega en tu contra… ¿Cuántas veces hemos hablado de esto? ¿No valoras que te tenga aquí, a mi lado, sin tener ninguna pieza?-
-¡!-
-Tampoco se en que idioma decirte que estas en casa, idiota-
-…-
-Te queremos y aceptamos como eres- acariciando su cabello, besando su frente.
-Issei… No, Xenovia-chan…-
-¿Si, Lavinia-onee-sama?-
-¿Me recuerdas como te dio Issei tu pieza?- preguntó Lavinia sin dejar de mirar al dragón.
-Ah… Eso… No sabría responderte, onee-sama. Y no miento, no lo recuerdo… Era tarde y quería ir al baño, y…-
-Issei… Amor mío…- volvió Lavinia acercándose a Issei, colocando su mano en su pecho, mirándolo intensamente, sensualmente –No nos has contado como recibiste a Ascalon-
Los ojos rojos se mantuvieron fijos en los azules.
-La gane en un sorteo de una caja de cereales-
Lavinia sonrió seductoramente. Alzando su mano, convocando su bastón.
-Lavinia se rebela, interesante!- dijo Issei -¿Qué quieres, brujita?-
Concentrando poder mágico, la rubia susurró unas palabras antes de tocar al dragón con su bastón. Un círculo apareció bajó los pies del demonio.
Issei miró sus pies con una mueca.
-¿Tenía que suceder algo? ¿Se me ha encogido el rabo?-
La rubia conjuró otras palabras, liberando otro conjuro.
Sin resultados.
Issei no movió, solo sonreía.
-¿Qué hace? Ingvild-onee-sama- preguntó Xenovia tirando de la manga de la camisa de la pelirrosa.
-Tú hermana está usando encantamientos para revelar otros encantamientos…-
-Tu hermana sospecha que Issei, que tiene nulos conocimientos de magia, nos oculta algo- añadió Rossweisse –O que, siguiendo la estela de la conversación, da cobijo a un ángel, cosa que es ridícula porque… Si esconde a una preciosa y sensual… Que demonio mantendría relaciones con una… ¿Antes ha dicho que estudiaba relaciones interraciales?… Issei, escondes a una ángel!- colocándose junto a la rubia -¿Has probado con disipadores? Hay que revelar a esa zorra! Que salga!-
-¿Me crees?-
-De este cerdo me creo cualquier cosa que tenga que ver con tetas, cualquier ilegalidad es plausible!-
Issei rio con fuerza.
-Muchos dirán que os quiero por esto…- acariciando su hermoso rostro –Por esto…- agarrando uno de sus senos –Incluso por esto…- tocando su pecho con el índice –Que también, pero lo mejor es esto…- pasando el dedo a su sien –Que jodidamente lista eres… Vuestro instinto, todas lo tenéis y es lo que más valoro de vosotras…-
Volviendo a su asiento se cruzó de brazos y piernas.
-Hay cosas que se, pero no sé porque lo sé. No soy el origen ni es algo buscado. No es mi intención ni puedo deciros porque… Pero bueno, os presento a vuestra hermana más… Tímida-
Sonriente, chasqueó sus dedos. Al instante, dos brazos envolvieron su pecho, dos globos posándose sobre su cabeza. Múltiples alas blancas envolviendo ligeramente su cuerpo, protegiéndolo. Una hermosa sonrisa adornando unos preciosos ojos azules.
Las chicas retrocedieron unos pasos sorprendidas.
-E-eso no es un ángel!-
-¿Qué e-está pasando aquí?-
-Un bicho, nya!-
-Chicas, sus presento a mi ángel guardián-
-Más bien arcángel, es una arcángel! Eso es una arcángel!- exclamó Rossweisse señalándola, rozando la histeria –Ella es… Es… Es Gabriel!-
-La mujer más hermosa del Cielo, así es-
-¿Q-que hace aquí? Lleva desaparecida siglos!-
-Un momento, has dicho "guardián"? Sé que has dicho guardián! ¿Eso es lo que creo?-
-¿Qué importa eso? ¿De dónde ha salido? No se ha transportado… Nya! Ha aparecido de la nada!-
-En teoría es imposible que una arcángel… Gabriel lleva desaparecida siglos!- exclamó Ingvild -¿Es real?-
La belleza no respondió.
-¡Aléjate del amo! Ahora! Nya!-
Gabriel no respondió, no se inmutó, no las miró. Su atención estaba centrada únicamente en Issei.
-¿Gabi?- preguntó Issei inclinando su cabeza levemente hacia atrás.
-¿Si, Issei?-
-Creo que las chicas tienen preguntas que hacerte…-
-¿Quieres que las responda?-
-Son niñas, solo quieren atención- respondió Issei.
-¿Qué has dicho? Tu eres el más pequeño de todos nosotros!- protestó Rossweisse.
-Es mayor que yo…- dijo Xenovia.
Gabriel se irguió, mirándolas a todas detenidamente.
-¿Qué hago aquí? Sirvo a Issei. Ha dicho guardián, si, lo soy y es lo que crees. Padre me asignó a Issei. Para poder hacer mi trabajo permanezco en un plano astral diferente. Abandoné el Cielo porque es incompatible con mi asignación-
Rossweisse retrocedió unos pasos, sentándose en uno de los asientos con torpeza.
-¿E-el dios de la Biblia te asignó a… ¿A Issei? ¿Por qué a Issei?-
-Me asignó a… Issei, ahora es Issei-
-¿Ahora es Issei? ¿Qué significa esto?-
-¿Gabi?-
Gabriel respondió tapando su rostro con sus pechos.
-Mis adorables hermanas… ¿Tenéis alguna pregunta más que hacerme?-
Las chicas chillaron acercándose a la arcángel. Lanzando preguntas a diestro y siniestro.
…
-¡Dile que nos responda! Vamos! Issei!-
-Que no!-
-¡Díselo, vamos!-
El dragón esgrimió una mueca de disgusto.
-Basta, dejadla en paz- gruñó Issei intentando ignorar a Lavinia y Rossweisse, de rodillas frente a él. Los ojos iluminados con ilusión.
-Pero y si…-
-Me estáis agobiando y no se va a ir a ningún lado. Lleva ahí flotando desde hace… Seis años?-
-¿Llevas seis años con una arcángel flotando invisible sobre ti y no has dicho naaaaaadaaaaaaa?-
-Es preciosa e inofensiva-
-¡Es una arcángel, tu un demonio!-
-¿Y a que nos lleva eso?- preguntó Issei.
-¡A la guerra!-
-No! Sexo interracial!- respondió Issei.
-No! No! No! No le has puesto una mano encima a la arcángel Gabriel! No! No!- chilló Rossweisse llevándose las manos a la cabeza, girando sobre sí misma, caminando en círculos.
-¿Gabriel?- preguntó Issei volviendo a alzar la mirada.
La rubia se materializó de nuevo.
-A Issei le fascina este cuerpo… Y estas chicas- dijo la rubia sosteniendo sus grandes senos.
Rossweisse emitió un agudo sonido gutural, retrocediendo intentando contener la ira.
-Los ángeles guardianes son protectores enviados por Dios… Pero los Arcángeles no lo son…- murmuró Ingvild ladeando la cabeza -¿Y dices que no recuerdas lo que pasó?-
-Para nada…-
-¿Sabes algo?- preguntó Rossweisse cruzándose de brazos.
-Los arcángeles no pueden ser guardianes, pero si tienen forma de interactuar…-
-Al grano, por favor, di lo que sepas-
-Rose. ¿Sabes que son los Consortes?-
A la valquiria se le desencajó la mandíbula, pasando a mirar a la arcángel.
-Eso es… Issei es un demonio! ¿Por qué Dios iba a…-
-Pero Rose… ¿Issei nació siendo uno?-
-No…- la valquiria miró fijamente al pelirrojo –Elohim buscaba al dragón… Buscaba el favor del dragón… Gabriel es un sacrificio para el pueblo draconiano! La Consorte del Dragón!-
Las demonios observaron incrédulas a la arcángel flotando sobre el pelirrojo.
-¿Y los Gremory crees que…-
-Si Gabriel les quisiese algún mal, lleva seis años viviendo entre ellos, lo habría hecho ya…-
-No importa… Si Issei dice que es nuestra hermana, lo es-
-¿Ingvild, la vas a aceptar sin más?-
-A mí me parece una buena persona…- dijo la pelirrosa con dulzura.
-Ingvild, te lo juro. No sé qué tienes de Leviatán… Pero tengo muy claro que tus ancestros muy orgullosos de ti no están. Bien por ti, todo sea dicho-
-No se… Issei diría que estarían orgullosos de mis tetas-
Negando con la cabeza, la valquiria dio la conversación por zanjada.
…
-Entonces viajáis por el D-dominio… ¿Matando animales?- intervino Xenovia mirando a la arcángel con fascinación.
-Xenovia… Que buena chica que eres…- sonrió el dragón acariciando su rostro.
-Reconocemos el territorio. Escuchamos a los ciudadanos, atendemos peticiones… Issei es un blando que no puede evitar querer conectar con su gente- sonrió Ingvild, bostezando levemente –Los soldados rara vez pasan por aquí, y los campesinos no tienen dinero o influencia para pedir ayuda al Gobierno… Aunque los Gremory son poderosos, no son muchos… Por lo que los demonios bajo la protección Gremory suelen demostrar su valían con trabajos en los territorios libres, intentando labrarse un nombre que llame la atención de los señores… Me cansa hablar tanto… ¿Puedo dormir un poco?-
Sin mediar palabra se sentó de costado frente a Issei, abrazándolo del cuello, escondiendo su rostro en su cuello.
Con sus alas extendidas, flotando en el aire.
-¿La muy cabrona se ha puesto a dormir así sin más encima del amo, nya?-
-Kuro! ¿Qué te tengo dicho del respeto?-
-Que quien las tiene más grandes manda… Nya- gruñó cabizbaja -¡Pero ella es mayor!-
-Lo sé, por eso creo que quizás un día tú mandes más que ella, entendiendo su mano para acariciar la cabeza de Kuroka antes de volver a acariciar las piernas de la pelirrosa.
-Mi amo es el mejor, cuida de su gente. Mientras otros príncipes viven en castillos Issei…-
-En casa están mis padres, no os puedo tener desnudas en casa con mis padres por ahí…- gruñó Issei abriendo la blusa de la demonio, buscando bajo la camisa –Sostén a juego con el pelo…-
-¿Quiere que vayamos desnudas?- preguntó Xenovia.
-No lo dice en serio… ¡Xenovia! ¿Has visto como blandías esa espada? Lo has hecho muy bien!- exclamó Lavinia inclinándose hacia ella, emocionada, ignorando a Gabriel.
Algo confundida pero la peliazul sonrió contenta.
Issei subió su mano, acariciando el rostro dormido de Ingvild, tomando algunos mechones de cabello entre sus dedos. Un prodigio genético. Un prodigio a su servicio, que lo amaba. Una responsabilidad inconmensurable.
-No, no. Lo digo en serio, os quiero desnudas en casa- dijo Issei separándose de la chica, asegurándose de que seguía flotando.
-Eres un cerdo-
-Eso es un cerdo, yo soy un dragón semental- dijo Issei señalando a la bestia –Y yo soy más guapo-
-Semental… Ahora eres un semental…- rio Rossweisse.
-Eres lista, no creo que lo dudes después de…-acariciando su rostro, introduciendo lentamente el pulgar entre sus labios.
La albina se sobresaltó un instante, sonrojándose, aceptando la falange.
Un ruido la sobresaltó. Una sombra los cubrió. Un torrente de sangre bañó su cabello blanco, tapando su cara.
Kuroka bajó sus orejas, viendo el inerte cuerpo del jabalí sin cabeza alzarse poderoso, sobre ellos.
-Y por estas cosas os recuerdo que vagar por los territorios libres es peligroso… Muchos animales tienen más de un cerebro por sus dimensiones y…-
-Lavi, no jodamos…- gruñó Issei convocando a Yamato. Desenvainando, concentrando su poder en la espada. La mano que empuñaba la espada se envolvió en metal rojo.
[Critical]
Los ojos amarillos de Xenovia vieron un destello. Un movimiento seco. Más simple que elegante. Un ejercicio de pura fuerza bruta.
Un golpe directo al cuerpo del animal.
-¡Ja! Ha funcionado!- exclamó el dragón emocionado.
Las chicas suspiraron aliviadas.
-¿Qué? ¿Qué pasa? ¿No confiabais en mí?- preguntó Issei envainando la espada.
-No es… No es…-
-¿No es que?-
-Ise- murmuró Xenovia tirando de su manga.
-Que pasa-
-Tu ataque no ha funcionado, nya!- chilló Kuroka empezando a correr en dirección contraria.
-¿Pero qué…-
PANG
Extrañado Issei vio como la valquiria salía volando, estrellándose en el suelo a decenas de metros de distancia.
-Que cojones…-
Girándose, Issei vio al animal alzarse, golpeando el suelo con sus patas delanteras. Golpeando el suelo con fuerza. Destruyéndolo todo bajo sus pies. Derrapando, retrocediendo, manteniendo el equilibrio ladeó su cuerpo, blandiendo a Yamato. Extendiendo sus alas de dragón tomó a la belleza durmiente y alzó el vuelo.
-Bicho cabron, tu ancestro Behemot nos sirve como una buena bestia así que no me toques los cojones y sirve como alimento para mi gente!-
La bestia empezó a correr de nuevo, buscando embestirlo.
Alzándose, el dragón esquivó el golpe en el último momento. Observando cómo se desplazaba cientos de metros intentando frenarse. Tragando saliva. ¿Tenía medios para derrotarlo?
La bestia, de decenas de metros de altura. Pura grasa, musculo y pelaje. Primitiva y simple. Era una insultante muestra de lo débil que era. Su hermano podría desintegrarlo con facilidad. Rias podría carbonizarlo abriéndole unos cuantos agujeros.
Él no tenía nada para algo de su tamaño… Aunque "él" no lo era todo, no estaba solo… Extendiendo su mano convocó a Ascalón. Apuntando a la bestia con la espada sagrada.
[Juicio…]
MOOOOOOOOO
Girándose, Issei vio a una muñeca blanca de múltiples metros de altura. Bizarra y extraña como ella sola, la muñeca chasqueó los dedos de todas sus manos al unísono.
Todo el campo alrededor de ella se tornó blanco, cubierto de hielo y escarcha. Tampoco tenía que girarse para saber que el bicho estaba completamente tieso.
Él no tenía herramientas para derrotarlo. Pero por suerte sus chicas llegaban a donde él no lo hacía. Ellas lo complementaban.
-¿Cómo vamos a descuartizar a esto si está congelado, listilla?-
…
Xenovia arropó su cuerpo en una ligera manta gris, sentada en una cómoda silla de madera, frente a un fuego bajo el manto de las falsas estrellas del cielo ficticio del Inframundo.
En mitad de la nada, un claro en un frondoso bosque repleto de extraños árboles, en un valle de montañas de extraños cristales tenuemente iluminado, a días a pie de la ciudad más cercana. A semanas a pie del castillo familiar.
Tras ella múltiples tiendas de campaña, materiales y lujosos equipamientos transportados por prácticos círculos mágicos de almacenamiento. Todo lo necesario para pasar una noche al aire libre estaba a su disposición.
Rossweisse había despiezado y desollado al animal mientras Lavinia sellaba las piezas del animal en pequeñas cajas. Huesos, piel, carne, lo aprovechaban todo.
El castaño estaba junto al fuego, concentrado en cocinar la cena. Una enorme olla en el fuego, múltiples mesas a su alrededor. Ingvild estaba pegada a su brazo, moviéndose allá donde iba. Kuroka, en su forma de gata, se escondía en su suéter, asomando la cabeza viendo lo que hacía con curiosidad. Gabriel seguía enganchada a su espalda, apoyando sus enormes senos en su cabeza.
Xenovia se acercó a él, tomando uno de los asientos, colocándolo junto a una de las mesas. Issei reconoció su presencia, mas no dijo nada, esperando a que la chica hablase. Pero la chica no pronunció palabra y el joven tomó la iniciativa.
-¿Has traído el agua?-
-¡Sí!-
-¿Y los troncos?-
-¡Sí!-
-Buena chica…- mirando a la peliazul de reojo -¿Quieres decirme algo?-
La niña se tomó unos instantes.
-Me cuesta acostumbrarme…-
-¿A qué?-
-¿Esto es… esto es ser una esclava?-
-¿Te disgusta?-
Xenovia negó con la cabeza.
-Sabes, tú y yo no somos tan diferentes- empezó el demonio removiendo el contenido de la olla.
-¿No? ¿Cómo qué no? Tú eres un príncipe… Yo una esclava… Tú eres un chico, yo una chica, y tenemos el cabello de colores…-
-La primera parte… Yo soy un priiiiincipe, tu una esclava dices? Demasiado a menudo me llaman "príncipe". El príncipe Gremory… Príncipe esto, príncipe aquello… Muchos creen saber que es ser un príncipe. ¿Tú que crees que es ser un príncipe?-
-N-no lo sé…-
-Esfuérzate, di algo, lo primero que se te pase por la cabeza-
-Fiestas… Gobernar-
-Exacto, exacto- exclamó Issei contento –Muchos de mis compañeros de clase hacen eso, viven encerrados en sus castillos entre todo tipo de lujos… Yo creo que no puedo gobernar si no conozco a mi pueblo… El Dominio Gremory es grande… Más de doscientos mil kilómetros cuadrados…-
-¿Y estamos en el Dominio?-
-Hace una semana que lo dejamos-
-¿Por qué nos hemos ido?-
-El Inframundo es tan grande como el mundo intermedio, pero sin océanos… Y aunque la mitad del planeta este oculto, sigue siendo demasiado territorio para las Casas Supervivientes y hay mucho territorio libre…-
-¿Hemos venido a conquistarlo?-
-Eso es lo que le digo a mi madre, lo que haría mi hermana- sonrió Issei señalándola con un cazo –Los demonios que viven aquí han de solicitar unirse a los terrenos Gremory. De hecho todos los miembros de la Guardia son de terrenos libres…-
-¡!-
-Por eso mi madre esta tan contenta y mi hermano tan preocupado. La familia crece, pero se llena de desconocidos…- probando su estofado –Aquí falta sal…-
-¿Hemos venido para escapar de tus padres?-
-Nah. Quiero mucho a mis padres-
-¿Escapar de tus obligaciones? ¿De la academia?-
-Aquí también aprendo-
-¿Conquistar?-
-Para que iba a querer yo eso-
-¿Para entrenar?-
-Es cierto que aquí aprendéis más que en el gimnasio…- volviéndose hacia ella, divertido.
-Por nosotras, lo hace por nosotras- respondió Lavinia abrazando el único brazo libre del dragón –Quiere darnos experiencias y sabe que nos encantan estas excursiones-
Kuroka gruñó ante la maniobra posesiva de Lavinia.
-Cómo iba diciendo… Tú puedes creer que tus actuales circunstancias son una maldición y que tienes obligaciones que no has elegido… Yo soy lo mismo-
-¡!-
-Por el hecho de nacer en una habitación determinada, ser el hijo de cierta persona te marca y condiciona… Tú eres tan libre como yo-
-¡!-
-Esa afirmación es muy debatible, pero ignorando las condiciones y posibilidades de uno y otro se podría decir que si…- dijo Lavinia.
-Xenovia, te toca- ordenó Issei clavando un cuchillo en la mesa.
-¿Yo?-
-Quítale la piel, el hueso, córtalo en raciones- separándose, aceptando una taza de té de Lavinia.
-Yo…-
-Ponte guantes y un delantal, te vas a manchar de sangre- sentándose en una de las sillas. La niña obedeció, acercándose cuidadosamente a la pieza de carne muerta.
Gabriel se elevó en el aire, quedando por detrás. Ingvild se acurrucó en su regazo, aplastando a la gata, que salió corriendo.
-Maldito bicho, nya… Menos mal que no hay de estos arriba, nya…-
-Los vástagos de Behemot solo se encuentran aquí abajo…- dijo Rossweisse sentándose junto a Issei –Y da gracias, las serpientes descendientes de Leviatán son mucho más molestas…-
-Leviatán, Behemot, valientes cabrones creaciones de tito Dios…- alzando su taza de té –Celebremos que no haya más…-
Lavinia y Rossweisse miraron con entusiasmo a Gabriel, que optó por desaparecer. Ambas chicas liberaron una queja gutural.
La peliazul tomó su cuchillo, empezando a cortar la piel torpemente.
-¿Conoces a alguno?- preguntó Rossweisse.
-Yo que voy a conocer…- volviéndose hacia la asgardiana –Y antes de que preguntes no, no he hablado con Serafall de su bicho escandaloso-
-Que lastima… Si no tuvieses tanto interés en su ropa interior podrías hablar de cosas más interesantes con ella-
-Habla tú con ella de sus esclavos… La cuestión es que hemos acabado con la bestia de marras y podemos ir a casa…-
-Esta bestia era un encargo de tu hermano, verdad?- preguntó Lavinia apoyando su hermoso rostro entre sus manos, mirándolo con dulzura.
-…-
-¿No hemos liado a ostias contra ese bicho por un encargo de esos de Especpo, nya?-
-Espectro- corrigió Rossweisse.
-Era un último encargo antes de irnos… Y quería venir- acercándose a Ingvild cubriéndola con una manta.
La pelirrosa estaba dormida en una de las sillas.
Xenovia se giró curiosa.
-¿Por qué eres un espectro? Es un cargo importante del gobierno, no?-
-Somos espías para el gobierno haciendo trabajitos sucios aquí y allá… Digamos que buscando darle libertad a ellas decidí que sería buena idea hacerme "adulto" pronto y bueno, mi madre se quiso aprovechar y… Que fastidio- gruñó Issei tomando uno de sus asientos –Os lo juro que me arrepiento lo suyo…-
Xenovia acabó de cortar, siendo relevada por Lavinia, que troceó los pedazos, introduciéndolos en la cazuela.
La peliazul miró el cinturón del castaño, en una de las mesas, tomándolo, inspeccionando las piedras.
-Con esto puedes hacer conjuros básicos…-
-Aja-
-Y con este anillo…- tomando su mano, tocando la joya incrustada, sonriendo al ver al niño crecer, cambiando su color de cabello –Anda… Castaño, pelirrojo, castaño, pelirrojo… Jijijiji-
-Niña, tate quieta!- rió Issei apartando la mano –No toques eso!-
La peliazul miró fijamente al pelirrojo.
-Así estas mejor-
-Mucho mejor, nya…- ronroneó Kuroka –Para comerle el rabo hasta dejarlo chorreante de saliva… Nya-
-¿Cómo es… Como puede ser?- acariciando su rostro, apartando algunos mechones de cabello rojo.
-Este conjuro es algo bastante normal en el Inframundo, especula como seré en unos años y ale… El rojo de mi familia-
-Es verdad, tus hermanos y padre tienen el cabello rojo y largo… ¿Qué forma prefieres?-
-Esta obviamente, más alto, más fuerte…-
-El rabo más grande, nya…-
-¡Kuroka!- protestó Lavinia con una sonrisa –Issei intenta mantener una conversación seria…-
-Quiero leche, nyaaaa…-
La peliazul la miró entusiasmada. Y eso era algo que Issei no admitiría públicamente. Le gustaba esta niña, de verdad. No porque fuese guapa o fuerte, sino por su mirada, su entusiasmo. Le recordaba a Irina-chan. Esta niña era un pozo inagotable de ilusión y entusiasmo. Quizas motivado por carencias o una infancia difícil, pero fuese cual fuese la causa, Xenovia era una fuente de eterna vitalidad y contagioso entusiasmo.
-Con que estas tenemos…- sonrió Issei quitándose el anillo. Para decepción de Kuroka. Tomando la mano de Xenovia, colocándole el anillo en uno de sus dedos.
Parpadeando perpleja, Xenovia se miró la manos, algo más grandes. Ella era más alta…
-¡Anda!- chilló divertida, levantándose -¿Qué son estos melones?-
-Y no solo eso…- murmuró Issei recibiendo una copa de Lavinia, sentada junto a él.
-¿Así seré en unos años?- exclamó la joven dando saltitos, girando multiples veces sobre si misma -¿Te gusta?-
-Muy preñable, Xenovia-
-Jijijiji! ¿Me lo prestarás? Quiero un anillo como este!-
-Ah no!- interrumpió Rossweisse retirando su anillo –Esta magia es peligrosa, a saber cómo puede afectar a su geist su uso continuado!-
-Pero…-
-Tienes que ser más estricto y responsable!- dijo la valquiria devolviendo el anillo a su dueño.
-Póntelo tú, quiero ver en que se acaba convirtiendo mi preciosa doncella…-
Sonrojándose violentamente, Rossweisse deposito el anillo en la mano del dragón antes de alejarse corriendo.
-Issei… ¿Hay más sitios así?- preguntó Xenovia sentándose frente a Issei, mirando el cielo estrellado.
-¿Te cuento un secreto? El mundo está repleto de sitios escondidos, cavernas inmensas, a día de hoy muchos secretos permanecen así, secretos. De hecho la mayoría de castillos están ocultos en lugares así-
-Los castillos Gremory están en la llanura, expuestos- dijo Lavinia.
-Algunos de mis padres, pero no todos. Y por ejemplo… El castillo de mi ancestro Runeas está en algún lugar al sur, es lo único que sabemos- dijo Issei –Ni siquiera mi padre sabe a ciencia cierta donde esta…-
-Maldita gata pervertida… Qué es esto?- preguntó Rossweisse saliendo de una de las tiendas de campaña, sosteniendo unas prendas en su mano –Sé que lo has traído tú!-
–El caso es… Que el mundo es muy grande y creedme, el Inframundo es un lugar maravilloso. Aquí la influencia de lo sobrenatural es muy intensa… Y es solo el principio. No solo el mundo subterráneo tiene muchos secretos, luego está el mundo Intermedio y su ingente cantidad de Dimensiones Artificiales, el Cielo y sus islas flotantes… Y los Reinos del Árbol de los Mundos… ¿Os podéis imaginar la cantidad de secretos y de lugares maravillosos que tenemos que conocer? ¿Descubrir? Hay material para estar ocupados con cosas nuevas constantemente por miles de años…-
-¿Veremos todo eso?-
-¿Queréis?-
Las chicas asintieron emocionadas.
-El trabajo de Espectro es temporal. Cuando haya cumplido mi parte, mis obligaciones para con la familia nos encerraremos en casa para disfrutar de los placeres carnales… Y cuando estemos todos, todas las piezas asignadas y tengamos un cierto nivel nos iremos… Un viaje de mil años por todos los rincones del mundo conocido y desconocido…-
-Iremos donde tu vayas, Issei- susurró Lavinia apoyando su cabeza en su hombro.
-Será la ostia… Aunque antes de eso…- mirando las prendas en las manos de Rossweisse, levantándose de golpe –Chicas, esos son vuestros bañadores-
-¿Qué?-
-La cena no está lista. Aún le queda un poco… Vamos, vamos- instó Issei gesticulando con las manos –Poneos los bañadores-
…
Xenovia avanzó unos pasos, maravillada.
Frente a ella había un estanque, de aguas claras iluminadas por enormes cristales bajo el agua, cristales blancos de luz de luna. El techo, cubierto de luciérnagas doradas.
-¿Bonito, eh?- dijo Issei sonriendo al ver a las chicas lanzarse al agua entre chillidos de alegría.
-¿Qué… cómo? ¿Cómo es posible?-
-Ya te lo he dicho, es el Inframundo. Lo que arriba es imposible, aquí es posible… Y porque no has visto las rocas suspendidas en el aire o los mares de lava helado o… Bueno, hay mucho por ver pero tenemos una vida eterna así que…- quitándose la camisa –Xenovia!-
-¡¿S-si?!-
-Al agua!-
-Pero… ¿No debería de estar…-
-¿Estar qué?-
-Entrenando, estudiando… Aun no se leer el alfabeto del…-
-Xenovia, escúchame… Yo no he tenido infancia… En lugar de estar estudiando en escuelas llevo desde los 8 años pasando mis días formándome, estudiando y practicando… No quiero eso para vosotras. Sois jóvenes, y vais a tener experiencias acordes por mis santos cojones-
-¡!-
-Soy vuestro amo, asumiré vuestra responsabilidad y si tengo que hacer trabajitos para que podáis tener excursiones como estas en lugares idílicos lo haré… Así que se agradecida, ponte ese bañador y mete tu culo redondo en esa agua!-
-¡Issei! Sé más agradable!- dijo Lavinia saliendo del agua, recogiéndose el pelo.
Issei se disculpó con las manos.
-Xenovia. Somos inmortales. El curso académico dura unos cien años, no nos viene de unas tardes, semanas, meses… Disfruta de tu juventud, te lo pido por favor y te lo ordeno-
Xenovia parpadeó repetidas veces.
-Lo que ordenes!-
Lavinia se acercó con una tela en su mano.
-Issei-
-¿Si?-
-¿Qué es… esto?-
-No tengo bañador para ella porque habéis decidido que no lo necesitaba porque había…-
-¿Esto es un bañador para una niña de su edad?- alzando un bañador de una pieza. Rojo. Apenas unos hilos.
-Ah, ese es de mi hermana! Me encanta…-
-¿Esto es de tu… Hermana?- preguntó Xenovia tomando el trapo.
-Se la folla, no lo sabias, nya?-
-Estamos muy unidos- rectificó Issei –Déjate la ropa interior y listo, no pasa nada!- tomando a la nekomata de la cintura, lanzándola al agua.
-¡NYAAAAAAAAAAAA!-
La joven se quitó toda la ropa, colocándose el ridículamente pequeño bañador.
-Issei, eres un degenerado… En serio- dijo Rossweisse cruzándose de brazos.
-¿Y tú bañador?-
-No me lo pienso poner-
-¿Me desobedeces?-
-Por supuesto, no pienso mojarme el pelo en un estanque vete a saber…-
FIUUUU SPLASHHHHH
-¡Issei!- chilló Rossweisse subiendo a la superficie -¡Eres un imbécil! ¿Me oyes?-
Corriendo, Issei saltó, lanzándose al agua junto a la albina.
…
Envuelta en una toalla, Xenovia tomó un plato repleto de carne asada, sentada frente a una enorme hoguera, bajo un cielo estrellado.
-No te emociones, Kuroka, como no te comas la verdura me voy a enfadar- dijo Issei llenando las copas de las chicas antes de sentarse -¿Me has escuchado?-
-Nyaaaaa…-
-No te escucho, Kuro-
-Que sí, que si… Nya, que fastidio…- mirando su plato, moviendo la comida con su tenedor.
-Eso está muy bien… ¿Pero que hay en la copa?- preguntó Rossweisse -¿Te?-
-Más quisieras- sonrió Issei alzando su copa –Un brebaje de la más alta categoría, valquiria! Ni en tu tierra tienen un caldo como este!-
-Ya estamos con el alcohol… ¡Somos niñas! Ella aún más!- mirando su copa con disgusto –Todas sabemos que tu resistencia al alcohol es remarcable pero el nuestro no!-
-Adoro mi biología…- tomando su copa, tragándosela de un trago.
Lavinia observó como el chico empezaba a tragar como un condenado. Aunque su biología lo hiciese resistente, había momentos en los que estaba parciamente ebrio…
-Quizás sería un buen momento para admitir que estabas acorralado…-
-¿Acorralado? ¿Yo? Por favor…-
-Es cierto. Sin la muñequita estarías jodido, nya…-
-¿Cómo lo sabes si estabas corriendo en dirección contraria?- preguntó Issei.
-¡Estaba buscando una posición ventapoca, nya!-
-Ventajosa…- corrigió Ingvild –Lavi tiene razón. ¿Volvamos a las clases de magia?-
-Ya estamos…-
-No seas orgulloso, haznos caso- murmuró Rossweisse frente al pelirrojo.
Issei alzó una ceja, mirando a la copa de la valquiria.
-Cuando volvamos de Rumania trataremos esto… ¿Rossweisse?-
La albina volvió a tomar un trago, sonrojándose, mirando al pelirrojo relamiéndose los labios.
-Issei…- murmuró Xenovia mirando al cielo.
-¿Qué pasa?-
-En todos aquellos rincones escondidos… ¿Hay estrellas?-
-Eso no son estrellas… Y si, en casi todas las cavidades del inframundo hay reacciones lumínicas de este tipo… ¿No te parece irónico?-
-Entonces… ¿Cómo sabemos dónde estamos?-
-Por el camino recorrido, los mapas…-
-Has dicho que estamos fuera del Dominio… También que los terrenos privados de Runeas Gremory lo son… Por lo que los nobles eligen sitios escondidos y no dicen donde estan… Aunque tú no puedes mentirnos. Aunque tampoco dirás la verdad directamente…-
Las demás chicas la miraron con curiosidad. Lavinia sonrió orgullosa. Issei esgrimió una mueca.
-¿Qué quieres decir, Xenovia?-
-Eso es… ¿Un castillo en construcción?-
Rossweisse alzó la mirada, mirando a donde señalaba la niña. Volviéndose al pelirrojo fijamente antes de crear un círculo mágico y salir volando.
-No os podéis imaginar lo dura que la tengo… No eres la más lista, pero junto con Kuroka tienes algo que lo compensa-
-¿El qué?-
-Instinto!- sonriendo perversamente.
-Issei. ¿Qué es eso? ¿Dónde estamos? ¿Hemos entrado en el territorio de alguien?- preguntó Ingvild llevándose las manos al pecho preocupada, mirando a lado y lado.
Kuroka ladeó la cabeza a lado y lado, moviendo la cola.
-No nos hemos alejado lo suficiente, el descenso puede haber distorsionado la percepción del movimiento, nya. Pero eso a mí no me afecta. Yo digo que seguimos en el Dominio Gremory, nya!-
-Mira la niña, ahora lo dices?- murmuró Rossweisse descendiendo lentamente –Eso no es un castillo. Tiene una estructura central y multiplex torres colocadas de forma geométrica y calculada alrededor. Muchos jardines y espacios abiertos. Se asemeja más a un resort que no un castillo fortificado y sobretodo… La mano de obra es youkai, creo que son de tu tierra- dijo la albina mirando a la morena.
-¿Los míos están aquí, nya?- preguntó la nekomata moviendo la cola… Sin mucho entusiasmo.
-Todo apunta a ti… Este es el castillo que estas construyendo a espaldas de tus padres…-
-Fornicatio Paradiso!- exclamó Issei alzando los brazos, emocionado.
-¿Qué?-
-Es así como lo llamo-
-Me niego a vivir en un sitio con ese nombre- sentenció Rossweisse cruzándose de brazos.
-¿Qué te hace pensar que vas a vivir ahí, contratada?-
Rossweisse apretó los puños molesta.
-Gabi, Gabi- exclamó Issei chasqueando los dedos repetidas veces, señalando al frente.
La arcángel extendió sus manos, convocando un sencillo conjuro. Un holograma de un castillo.
-Y aquí lo tenemos… Un castillo oriental, japonés, para consentir a mi hermana. No muy alto, tres plantas a lo sumo…. Muchos edificios, hay de todo… Siete torres, una para cada una de vosotras. Podéis hacer con ellas lo queráis, son vuestros espacios…. En la cima habrá círculos de transporte que unan las torres con el edificio principal. Amplios terrenos… Jardines por todos lados y equitación para realizar cualquier tipo de actividad. Desde entrenamiento físico a investigación científica… Lo que el dinero puede pagar, estará aquí…- mirando el castillo, caminando entorno al holograma –Habrá torres menores, para las concubinas y eso… Mis padres no saben nada y mi hermana sabe que existe, pero no donde está…-
-¿Tu hermana sabe de ella?- preguntó Rossweisse mirando a Gabriel.
-Nop-
-¿Ella es fiar, nya?-
-Completamente… ¿Nadie quiere saber nada de mi castillo de fornicio?-
-Es una residencia, ya está…- gruñó Rossweisse.
Ingvild empezó a jugar con su pelo, sonrojada.
-Issei…-
-¿Si, Ingvild?-
-Habrá algún cristal… En todo este espacio?- preguntó la demonio señalando el holograma.
La valquiria gruñó molesta.
-Habrá un cristal enorme en el centro. No habrá rincón material o inmaterial donde os podáis esconder de mi rabo aquí dentro…- dijo Issei sonriendo perversamente.
-Me gusta, nya… ¿Y cuándo podremos venir aquí?-
-Ya falta poco… Ya falta poco… Aunque eso no es lo importante- mirando a Lavinia –Si me haces los honores-
La bruja sonrió asintiendo con la cabeza, adelantándose unos pasos, empezando a recitar un conjuro.
Finalizando el recital, golpeó el suelo con su cetro.
Múltiples pilares de luz se alzaron del suelo, majestuosos, iluminando el terreno desde distintos lugares con un baño de luz azulada clara. El techo de la cueva se iluminó con una colosal luna llena.
-Es precioso…- susurró Rossweisse.
-Lavinia y yo llevamos trabajando en esto desde hace tiempo, espero que no os moleste-
-No tenemos derecho a…-
Issei tocó la frente de la demonio con su frente.
-¿Por qué una luna, Issei?- preguntó Xenovia maravillada.
-La luna es solitaria, fría y solo puedes apreciarla en la noche, la solitaria noche… Pero Lavinia lo consideraba un insulto. Representa la inspiración, la feminidad, realza las estrellas y su influencia sobre todo lo que la rodea es innegable. Ella creía que yo era la luna, brillando por el reflejo de mi hermana, el sol. Y rodeado de brillantes estrellas, vosotras…-
-¿Qué te parece? ¿Te complace?- preguntó Lavinia acercándose a él, acariciando su pecho.
-Después de vosotras es lo más bonito que he visto nunca- respondió Issei besando dulcemente sus labios.
-Este terreno está escondido, enormes piedras generan los pilares y la luna es un hechizo que se genera con la energía natural del entorno… ¿Os gusta, chicas?-
-Yo también creo que es lo más conveniente… Los Leviatán, adoradores de la serpiente marina sentían especial afecto por la luna que gobernaba las mareas. Mi familia porta el blasón de la luna de Freya. Los youkai rinden culto a la luna… Todas más o menos estamos unidas a ella…- dijo Rossweisse cruzándose de brazos –Y este es un trabajo impresionante. Felicidades, Lavinia-
-Muchas gracias!-
-Yo no…-
-Tú eres tan hermosa como la luna- la interrumpió Issei con una sonrisa –Y Gabriel tampoco tiene ataduras con el astro…-
-De hecho yo…- dijo la rubia materializándose sobre él.
-No! No! No quiero saberlo. No la desanimes…- mirando la luna –Como demonios no tendremos problemas de visión y esto le dará un estilazo a mi pequeño Paradise Fornicatum-
-No acordamos llamarlo así, Issei- dijo Lavinia.
-Lo hicimos. Pero no lo recuerdas. ¿Te acuerdas del hotel? Fresas, nata, cava, tres días de sexo, el uniforme de monja…-
-Ah, lo recuerdo…- susurró Lavinia sonrojándose.
-Al tercer día te rendiste y aceptaste llamarlo así…-
-Ah…-
-Un momento, habláis del viaje ese de una semana… ¿Estuvisteis follando toda la semana sin mí? Nya!-
-Tú estabas de visita, habías ido a ver a tu clan…-
-¡Eso fueron solo dos días! Nya!-
-Bueno… Se nos fue la cosa de las manos…- acariciándose la barbilla –Lavinia os dirá como llegar hasta aquí… Sois libres de ir y venir a placer…-
Las chicas respondieron al unísono.
-Creo que con esto estaría todo… Lo mejor sería… Irse a dormir- murmuró Issei mirando el fuego fijamente –Weisse, llévate a Xenovia, por favor-
-¿Y vosotros?- preguntó la albina intrigada.
-Iremos en breve, Xen debe de estar cansada-
-Para nada…- respondió la peliazul intentando esconder un bostezo de cansancio. Capitulando. Tomando la mano de la valquiria, caminando hacia una de las tiendas de campaña.
Issei se incorporó, convocando a Yamato, observando su filo.
-No importa cuanto lo intentes, sigues sin darle uso al guantelete…- dijo Lavinia desde su asiento.
-Pensaba que iba a funcionar…- gruñó Issei –Me concentré en la hoja cuando liberé el crítico y con la espada empuñada…-
-Lo hemos practicado, nya… Funciona-
-Por lo visto no- dijo el dragón.
-Por lo que sabemos ese guante tiene el poder de hacer que cualquier ataque se convierta en crítico, has realizado conjuros usando las piedras que también se han beneficiado de ese critico…- explicó la rubia inclinándose hacia adelante, apoyando sus codos en sus rodillas –Pero lo que intentaste no es algo "físico"-
-Pero sigue siendo algo aplicable… ¿Por qué no funciona?- mirando el filo de su espada –Aunque no sea algo físico sigue siendo poder-
-Puede que las formulas funcionen pero que las bases…- empezó Lavinia –O la técnica no está completa o el guantelete necesita más trabajo si quieres ampliar sus funciones…-
-No te preocupes amo, funcionará, nya… ¿Vamos a dormir?- preguntó Kuroka acercándose a su amo, acariciando su brazo.
-Enseguida voy, id tirando, chicas- murmuró Issei besando su frente.
Lavinia y Kuroka se retiraron lentamente, dejando al pelirrojo frente al fuego, cargando con una durmiente Ingvild.
Issei revisó la hoja de nuevo.
Todo estaba en orden. ¿Por qué no funcionaba? Quizás debía de consultarlo con Ddraig… Y ahora que pensaba, llevaba tiempo sin hablar con él.
Alzando su brazo, Issei intentó concentrarse en la presencia en su interior…
PLAF
Alzando sus cejas, el dragón abrió los ojos. Tenía un par melones blancos como la leche, enormes y suaves, pegados a su cara.
-¿Gabriel?-
-¿Siiii?-
-¿Qué haces?-
-¿No quieres pechotes?-
-¿Tiene que ser ahora?-
-¿No es buen momento?-
-Joder… Gabi…- separándose unos pasos –Estaba intentando concentrarme…-
-Critico solo incrementa el daño a aquella que se lo aplicas… ¿Qué es el daño doble de una espada de metal?-
-…-
-Si lo que pretendes es hacer algo más llamativo tienes que recurrir a algo sobrenatural, o sea…-
-A la magia- respondió Issei.
-Has de preparar el conjuro, lanzar el ataque y liberar el conjuro- dijo la arcángel.
-Ah… Eso tiene sentido…-
El dragón inspeccionó la hoja. La brillante hoja de orfebrería demoniaca de orígenes desconocidos. Un metal no identificado con la extraña habilidad de poder canalizar todo tipo de poder. La hasta no hacía mucho imagen representativa del poder de los Gremory.
Sabia de lo que hablaba Gabriel, se lo había visto hacer a Okita. Lanzar golpes tan habilidosos y con tanta técnica que trascendían el plano físico para cortar más allá, cortar el aire, el espacio, la materia en la distancia.
-Supongo que Ddraig sab…-
-No tiene misterio. Puedes preguntarle a tu hermano, a tu padre… Seguro que ellos están dispuestos a ayudar, y así pasas tiempo con ellos…
-Supongo que tienes… Razón-
Issei bajó su brazo, ya no tenía motivos para contactar con Ddraig, aunque tenía una charla pendiente…
-Parece que te necesitan…- murmuró Gabriel mirando tras Issei.
-¿Qué pasa?-
Lavinia se quedó mirando fijamente a la arcángel.
-En ningún momento he sentido su presencia…-
-Es normal. Mis habilidades están por encima de las de la mayoría…- respondió la arcángel directamente.
-Pero yo soy… Me tenía por una hechicera…- avanzando unos pasos hacia la hoguera –La muñeca me ha derrotado en esta pelea, ha logrado alterar mi sentido de la realidad…-
-¿Qué?-
-Me ha llenado de ego, de vanidad… Me he vuelto dependiente de su poder…-
-Derrotaste tu sola a ese bicho-
-Precisamente- dijo la rubia.
-El poder de Absolute Demise no es algo de lo que debas avergonzarte ni temer- dijo Gabriel –Es una herramienta creada por mi padre para ayudaros en vuestros cometidos-
-Un poder que nos sobrepasa, la maldición es una consecuencia de nuestra vanidad…-
La arcángel hizo el además de responder, pero el pelirrojo la silenció alzando su mano.
-Lavinia, amor mío. Te escucho atentamente-
-De joven seguía el credo de las brujas, usaba su magia, pensaba como ellas… Luego descubrí la magia demoniaca de mano de MacGregor y se me abrió un mundo de oportunidades… Pero siento que la magia del Inframundo no es…-
Issei suspiró pesadamente.
-Yo no tengo ni la sabiduría ni el conocimiento necesario como para darte una respuesta… Pero vosotras llegáis donde yo no. Y en este caso… ¿Gabi? ¿Algún consejo milenario?-
La arcángel lo miró unos segundos antes de volverse a la bruja.
-Has de buscar tu camino en la sabiduría de la luna…- sentenció Gabriel sonriente volviéndose hacia la luna artificial –Algo que ya sospechas pero no has podido probar-
-¿La sabiduría de la luna?-
-La magia lunar, los demonios la conocen. Los Gremory disponen de los recursos para obtener sus hechizos y conjuros…-
-¿Qué es la sabiduría de la luna?- preguntó Lavinia mirando a la arcángel.
-Algo de lo que os podríais beneficiar todas, no solo tú. La nekomata seguro que obtendrá información si pregunta en su tierra. Hay muchas maneras de clasificar todas las formas en que la magia puede ser moldeada. El grueso del conocimiento moderno, incluidas las magias demoniacas, celestiales o humanas se las conoce como magias del sol. Hay otras, consideradas herejes, como la magia de las estrellas o la magia de la luna… Pero que son, diréis… Magia, conocimientos y disciplinas que tu gente olvidó en el baúl de los recuerdos, ahora cubierto de polvo, perdido en los anales de los tiempos pasados… Hubo grandes brujas que dominaron disciplinas hoy impensables e incomprensibles… No mujeres crueles como dice la historia, no. Muchas fueron mujeres que se sumergieron en desentrañar los mayores misterios del mundo, mujeres que defendieron a sus familias, credos… También puedes resumirlo en la edad del mundo y el de los dioses… O el antes y el después…-
-¿Antes y después de que, nya?- preguntó Kuroka junto a Ingvild y Rossweisse, que se sentaron junto al dragón en el suelo, sobre una de las esterillas, mirando a la arcángel.
-La llegada de los dioses…- respondió Rossweisse –Una de las cosas que uno aprecia cuando sale de su círculo es que la verdad tiene casa y residencia y que si te mudas, descubres cosas como que quizás el Árbol de los Mundos no es natural…-
-¿Qué?- exclamó el demonio estirándose, rebuscando entre las cosas de su mochila, empezó a sacar botellas de cristal, repartiendo vasos.
Un fuego en un bosque tranquilo, bajo el manto de la noche y las estrellas, una preciosa luna en lo alto, un maravilloso repertorio de alcohol y media docena de las más atractivas y preñables mujeres en bikini que además, estaban ahí para satisfacerle. ¿Se podía pedir algo más?
Su hermana usando su deliciosa boquita en… Como demonio humilde se daba por contento… Por ahora.
-Amo, que es eso del árbol, nya…-
-Lavi!- respondió Issei sirviendo más copas.
-La cultura asgardiana dice que hay nueve mundos conectados por un árbol colosal oculto en otra dimensión, y que cada mundo está suspendido en una de sus ramas-
-Eso es cierto, yo lo he visto en persona. Un fragmento del árbol conectado a Asgard. Y he usado el árbol del Arcoíris que los conecta. Son reales…-
-Nyaaaaaaa…-
-No lo dudamos, pero que quieres decir con que no es natural- preguntó Ingvild tomando una de las copas.
-Los textos antiguos de las Nornas hablan de…- mirando al dragón de reojo –Del pueblo de los dragones, de Dragonic Deus…-
-Asi es como Padre llamaba a este mundo…-
-Precisamente esperaba la oportunidad para hablar con alguien de tu…-
-¿Edad?-
-Iba a decir sabiduría o experiencia vital… Verás… Si esa teoría es cierta y después de decirme que el Dios Bíblico creía en ella parece que es correcta… No quería decírtelo antes de saberlo seguro pero…- murmuró Rossweisse –Creo que mi pueblo conquistó y conectó los nueve mundos durante su expansión. Que quizás así es como ganaron su poder…-
Las jóvenes se quedaron en silencio.
-Creo que… Creo que el árbol de los mundos…- tragando saliva, mirando fijamente al ojirrojo. El joven asintió con la cabeza, inspirándola –Creo que el árbol de los mundos es un maldito parasito que chupa la energía de los planetas, los convierte y terraforma!- quitándole una botella de las manos de Ingvild, empezando a beber con intensidad.
-Bien hecho!- sonrió Issei alzando su botella –Mis más preciosas chicas, listas como pocas… ¿Algo que decir de la atrevida afirmación de nuestra doncella guerrera?-
-¿La damos por buena, nya?-
-Por supuesto-
Lavinia miró fijamente a Gabriel, pensativa.
-¿La sabiduría de la luna… procede de afuera?-
-¿Qué es eso de la sabiduría de la luna, nya?-
Gabriel asintió.
-Los pergaminos de la Ciudad de Plata aseguraban que la única doctrina era la natural, dominada por los dragones y conocida como magia draconiana y las artes místicas del pueblo youkai…-
-¿Los humanos no practicaban la magia?-
La arcángel negó con la cabeza.
-Tras siglos de una complicada convivencia parece que las orgullosas bestias compartieron parte de sus conocimientos… El resto…-
Los ojos de Rossweisse se encendieron de emoción.
-El poder divino no puede ser natural! Los dioses no pueden ser parte de la evolución natural! No hay registros de dioses hasta la muy cuestionada y falta de información, desaparición de los dragones… Y tampoco he podido fechar cuando se unió Midgard al árbol de los mundos…-
-¿Crees que los asgardianos quitaron a los dragones de en medio?-
-No lo creo probable. No hay registros de batallas relevantes al conquistar estas tierras… Pero sí que puedo relacionar la llegada de Asgard con la aparición de los demás panteones… Todas las culturas hacen alusión a elementos y a los frutos del Yggdrassil-
-No entiendo nada, nya…-
-Dice que Dios y los Maou Ancestrales son alienígenas- resumió la pelirrosa.
-¡Yo no he dicho eso!-
-Pero es muy probable- sentenció Issei –Tiene más sentido que los colones se adaptasen a una nueva tierra alimentándose del ganado existente que pensar que humanos corrientes alcanzaron la divinidad comiendo manzanas… Creo que el máximo potencial de los humanos son los budas…- sentenció Issei –Pero me gusta… Pongamos que esto es cierto… No sabemos de dónde salió Dios, sin dios no podemos explicar de dónde salieron los demonios… Los asgardianos vienen de algún lado y con ellos, los dioses… A mí me parece coherente-
-Seres exteriores… ¿De dónde vienen? ¿De dónde viene Asgard o el Árbol de los Mundos?- preguntó Lavinia.
Gabriel negó con la cabeza.
-Esa información la poseerán muy pocas personas en Asgard, y dudo que el padre de todos quiera revelarla de ser cierto…-
-No sabemos nada, nya… Ni como ni cuando desaparició tu pueblo, nya. Ni de donde vienen estos seres ni…-
-Ni que quieren- dijo Issei –Vienen, pero no son los suficientes como para invadir. Más bien se esconden y se alimentan…-
-El Dios de la Biblia buscaba convertir a la gente… Bueno, las religiones buscaban hacer de los nativos, creyentes…-
-Los demonios lo hacían a la fuerza…-
-Ya. Pero todo esto tenía alguna razón de ser?-
-Y todas estas preguntas no las puede responder la hija de dios…- murmuró Issei –No sé si tiene sentido continuar con esto…-
-¿No quieres saber porque?-
-¿Por qué que, están aquí? ¿Qué quieren? Bastante tengo con saber que soy descendiente de aliens…- tomando otra botella.
-¿Pero qué opinas?- preguntó la albina.
-Que el Árbol de los Mundos es un parasito vegetal que usa a los asgardianos como soldados raso para expandir sus ramas…-
-¡!-
-Pero esto puede ser solo la imaginación de un niño…- mirando su botella con seriedad -¿Entendéis los pormenores de esas afirmaciones?-
-¿De qué hablas?-
El demonio se levantó, estirando sus brazos.
-Basta de parlotear… Es tarde y tenéis que descansar… Gabi, puedes hacer guardia?-
-Puedes descansar tranquilo, toma a tus esclavas, duerme un poco. Yo haré guardia- susurró Gabriel acariciando su rostro –Ha sido un día duro, necesitáis descansar… Y podrías disfrutar de tus últimos momentos de intimidad…-
-Si… Voy a dormir un poco… Nos esperan días tensos… Te quiero, preciosa-
-Duerme bien, amor mío- sonrió Gabriel antes de alzar el vuelo, extendiendo sus alas… Estableciendo su protección sagrada sobre el campamento del príncipe demoniaco.
Nadie se acercaría a ellos esa noche.
…
Atravesando el cielo como una bala, cierto demonio visualizó las antiguas ruinas de un castillo venido a menos. Dejando que la gravedad hiciese su trabajo, sus alas impidieron que tocase el suelo. Haciéndole flotar a unos centímetros del mismo.
Dejándose caer, Issei inspiró relajado. Sus manos cubiertas de metal rojo. Yamato en mano. Ascalon en la espalda desnuda del dragón. Sin camisa, con solo sus pantalones.
Rash
Extendiendo sus alas, sus ojos rojos fijos en la bestia.
[Modo Regio]
Una columna de poder se alzó imponente en el cielo, calmándose, llenando el cuerpo del joven demonio con poder puro, concentrado y aparentemente ilimitado. Incrementando sobremanera sus capacidades físicas y mágicas.
El poder demoniaco despertó a la bestia.
Un colosal jabalí que se alzó lenta y pesadamente. Mirándolo fijamente. Un descendiente de Behemot, más grande que el anterior.
Girando a Yamato sobre su propia mano, concentró el poder en la hoja, ladeando su cuerpo, avanzando hacia el jabalí. La bestia emitió un poderoso rugido, liberando poder demoniaco. Repeliendo al joven.
Gruñendo molesto, lo intentó de nuevo, buscando un costado, alzando su espalda. Cortando verticalmente, con todas sus fuerzas. Yamato tocó el suelo, la punta en el césped.
Alzando los ojos, la espada apenas había rasgado la capa superficial de piel y pelaje.
Con una sorprendente velocidad, el animal se sacudió, golpeándolo con el costado. Issei salió despedido, estrellándose contra uno de los muros.
Incorporándose lentamente, los ojos del dragón observaron a la criatura. Veía su poder, su energía, predecía cual podrían ser sus movimientos… No veía más que una gigantesca montaña frente a él.
Toda su vida se la había pasado practicando ante demonios, figuras humanoides con poderes excepcionales. No se había preparado para esto… Esa montaña… Esa montaña era un obstáculo a superar. Sus llamas no podía incinerarlo, sus espadas eran como alfileres, pequeños palillos intentando cortar un gigantesco filete…
Él era un dragón! Un demonio! Se negaba a creer que ese puto jabalí era mejor que él! Aunque los dos fuesen criaturas que se alimentaban del poder negativo del mundo! Se sabía superior! Sabía que su línea genética no era una casual. Sabía que su misma existencia estaba planeada y diseñada para alcanzar la cima más absoluta. No había hombre, demonio o bestia que se le pudiese comparar… Y aunque nunca había querido reconocerlo la soberbia no estaba entre sus cualidades. Se negaba a reconocer que una simple bestia podía acobardarlo, reducirlo a un manojo de nervios e inseguridades.
Él era un dragón, un condenado y maldito dragón! Estaba en la cima del poder!
-Me cago en la puta… Yo soy Issei Gremory! Hijo de la casa Gremory! Un dragón! Una criatura superior! Y aunque no tenga el Poder de la Destrucción… Tú no eres más que alimento para mí! Tú y tu maldita estirpe! Ni siquiera Behemot es digno de mi presencia!-
Cerrando los ojos, sus puños. Se centró en su pieza. La única manera que tenia de acceder a su poder…
-Más… Necesito más…-
La pieza en su pecho empezó a brillar con mayor intensidad.
BADUM
-¡!-
BADUM BADUM
El demonio sintió como una mayor cantidad, densa e intensa, invadía su cuerpo. Nublando su mente. Ahogándole en poder puro…
-Joder, joder… Contrólate, Issei… Con… Con…-
Dos cuernos surgieron de su sien, extendiéndose hacia adelante.
Al animal empezó a correr, buscando embestirlo. Apretando las fuerzas en su puño, reuniendo ingentes cantidades de poder demoniaco en él.
[Critical]
Golpeando con fuerza, un estruendoso sonido sacudió el terreno. Tanto el dragón como el jabalí retrocedieron.
El brazo de Issei cayó a su costado, sin fuerza. Roto en algún punto. El dragón no sabía si su cuerpo era el que no había resistido el golpe o si el animal se lo había roto…
Extendiendo su mano, Yamato volvió volando a sus manos. Sacudiendo su brazo, blandiendo la espada, partiendo el suelo junto a él.
-ROAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRR!-
El jabalí respondió al rugido lanzándose de costado, golpeando al dragón con sus cientos de toneladas de fuerza.
SLASH
La bestia se alejó malherida, manchando el suelo con su sangre, confundida, furiosa. Incrédula, sanó sus heridas al instante. Volviendo a buscar al dragón.
Esquivando sus ataques, el dragón humanoide empezó a cortar sus tendones, muslos, cuello. La bestia chillaba y chillaba, furiosa, regando el suelo con su sangre. Sin cesar su sanación, su cuerpo se debilitaba. Con cada golpe que impactaba sobre el dragón, minaba sus fuerzas.
El dragón de los Gremory se inclinó, rugiendo furioso, llevándose la mano a la espalda. Ascalon se llenó de poder… Cambiando su forma a una lanza de luz.
La lanza mata dragones con la que San Jorge mató al dragón…
Y el dragón no titubeó. Saltando hacia adelante, ensartó al jabalí con su espada, con su estoque, en la frente de la bestia. Penetrando su piel, cráneo, inundando el cerebro con una mortal luz sagrada…
Expulsando saliva a raudales por la boca, la mirada perdida y desenfocada, el vástago de la criatura titánica rugió, liberando todo su poder. Perdiendo toda capacidad de raciocinio.
Abriendo su boca, empezando a concentrar poder demoniaco en la lengua. Creando una esfera que condensaba más y más poder.
La bestia draconiana respondió inclinándose hacia adelante, concentrando el poder entre sus cuernos.
En un despliegue de furia y poder puro, ambos ataques conectaron en medio de la espesura del bosque, destruyéndolo todo a su paso…
…
Gabriel observó en silencio como la bestia caía desangrada, agotada. Tambaleándose, antes de gruñir una última vez antes de dejarse caer estrepitosamente en el suelo. Inundando el suelo con sangre.
Issei hincó su rodilla en el suelo. El cuerpo repleto de heridas, moratones, huesos rotos. Apoyándose en su espada clavada en el suelo.
Las espadas teñidas de sangre. Las piedras usadas. Sin viales de recuperación Phenex. La Pieza del Rey se apagó lentamente… Dejando de emitir poder dragontino…
El príncipe demoniaco no había ganado, había resistido. Usando todos sus medios, propios y ajenos.
Levantándose a duras penas, los ojos del chico, los ojos del dragón que leían todos los movimientos no le habían servido. El poder ilimitado que causaba tanto asombro no había marcado diferencias. Los críticos carecían de fuerza. Las espadas tan temidas como legendarias apenas habían podido rasgar la carne de su objetivo. Algo que a Lavinia se le había antojado tan sencillo a él le había costado tanto. Ni Rias ni Sirzechs, sus hermanos, no habrían tenido problemas con este bicho.
¿Qué habría hecho su padre? ¿Realmente los Gremory eran tan poderosos como para derrotar a esta bestia con solo controlar de una manera eficaz el poder demoniaco?
¿Realmente no podía alcanzar la cima como demonio sin el Poder de la Destrucción?
No…
Pero de todos modos… Era débil. Necesitaba poder. Poder de verdad.
-Las chicas tienen razón…-
Gabriel sonrió. Viendo como el niño caía al suelo, inconsciente.
Un torrente de poder demoniaco envolvió a la bestia, que se irguió poderosa, acercándose al niño con la mirada llena de furia. Deteniéndose al ver un destello de luz frente a sus ojos.
Una hermosa mujer, de múltiples alas blancas se interpuso alzando su brazo esbelto, señalando con sus perfectas manos.
Cientos de lanzas de luz impactaron en la bestia, una lluvia incesante de objetos sagrados de pura energía positiva impactó sobre el vástago de Behemot.
Para cuando la última lanza impactó en el suelo no quedaba rastro de la criatura.
Extendiendo sus alas, sacudiéndolas, esparció el polvo que conformaba el cuerpo de unos de los descendientes de los monstruos de la Biblia…
- Continuará en el siguiente capítulo-
Bueno bueno… Cuanto tiempo!
Aquí dejo otro capítulo, el próximo está casi listo. Como soy un desastre no hago más que escribir por aquí y por allá, a veces yéndome mucho al futuro… Sea como sea, espero que os guste!
