NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):
Los personajes no son creación mía, son creación exclusiva de Shoji Kawamori, el estudio Sunrise y respectivos colaboradores.
En esta historia yo trato de combinar la primera con la tercera persona durante su narración n_nU (La parte en cursiva corresponde a Hitomi a la que corresponde la primera persona)
Para los que no hayan visto nada del Anime de Escaflowne, esto contiene spoilers ya que se basa una secuencia del episodio 9 Y bastante importante n_nU (Probablemente a través de mi propia percepción y poniéndome lo más posible en los zapatos de Hitomi)
FanFic The Vision of Escaflowne
Pluma blanca, encuentro predestinado
Abro mis ojos y me encuentro contemplando un las llamas de un fuego que da calor a un grupo de hombres a su alrededor. Entre ellos, Escaflowne parece observarlos de igual modo en silencio...
-¡El vino siempre sabe mejor tras la victoria! -Uno de los hombres de Fanelia exclama al instante de dar un largo sorbo a una botella, que levanta aguerrido. Los demás pronto se contagia de su ánimo. -¡Quiero que mi escuadrón se cubra de gloria en el combate! -Agrega.
...Al cerrar y después abrir mis ojos me encuentro atestiguando otra escena. Dos hombres parecen haberse alejado, adentrándose en el oscuro bosque cuya calma permite una conversación más personal, apenas es rota por el sonido de las criaturas salvajes que lo habitan...
-Vargas, ¿Piensas irte cuando acabe la guerra? -
Entre las sombras que cubren el cielo nocturno, se puede apreciar al mencionado quieto, sus rasgos faciales muestran crudeza pero en ese momento no hay ni un ápice de agresividad, todo lo contrario. El legendario guerrero incapaz de ocultar sus planes, responde:
-Sí, me gustaría llevar una vida más apacible. -
-Lastima, te echaremos de menos. -Brota la voz del otro, comprensiva pero sonando con un matiz de tristeza.
Vargas entonces siente la necesidad de replicar al gobernante de Fanelia, su compañero de batalla.
-Majestad, no sé cómo... -Pero apaciguando lo que siente su noble corazón le quita importancia. -No importa. -Increíblemente humilde para la fama ganada.
En cambio, Goau, le demuestra su alta estima.
-Eres el mas valiente de todos mis guerreros. - Es más. -Espero que algún día vuelvas a Fanelia para ponerte de nuevo a mi servicio al mando de mi ejercito. -Declara, con un atisbo de esperanza.
Repentinamente, una luminosidad de peculiar tono verdoso intenso capta la atención de los dos guerreros, disipando toda duda. Goau posee mechones desordenados de igual forma a su futuro hijo menor, azabache y unos ojos castaño que abrasan como la madera en la lumbre acompañado por un bigote fino y distinguido.
Fascinados, ninguno duda en la búsqueda de su origen, abriéndose paso entre los recios arboles y frondosa vegetación hasta acabar frente a un espacioso lugar dominado por la limpia agua. Sin saber cómo una hermosa dama esta posicionada bajo la luna de las ilusiones, o conocida por otros como Fantasma, álgida evocadora de todo misticismo más grande que el otro cuerpo celeste que siempre la acompaña, la luna igualmente redonda rodeándola.
-¿Quién es? -Desea el rey de Fanelia saber, observando cada sencillo pero grácil movimiento de la misteriosa mujer.
Una mujer que nada tiene de común, tal y como al instante del brotar de sus prolongadas alas Vargas confirma, incrédulo de tener la fortuna o desgracia de encontrar a uno de los seres descritos sólo en leyendas, habitantes de una tierra ya largo tiempo perdida al igual que su civilización dada por extinta.
Una atlante.
Por lo tanto, Vargas velozmente se coloca por delante de Goau, mano sosteniendo su espada, listo para desenvainarla, precavido y receloso de la fémina, gritando con la adrenalina aumentando:
-¡La raza de los dragones! Es una atlante, la leyenda era cierta. Dejad que me encargue, ¡Es la tribu maldita!
-Ya basta, Vargas. -El rey se impone, lo que deja perplejo al guerrero que calla. -Para ser tan temible, es preciosa. -Incluso no tiene problemas en bromear. -Estaría encantado de perder la vida a manos de un ser tan hermoso. -
Vargas no lo ve de igual manera pero ante la actitud de su compañero y superior, meramente musita:
-Majestad... -
Recobrando la compostura mientras ve al seguro hombre avanzar, atravesando el lago. La mujer se gira para estar frente a frente, siguiendo ese movimiento sus blancas alas. Varias aves baten sus alas en el cielo, ahora simplemente iluminado por pequeños circulos de luz que se mueven libremente por el ambiente cuales luciérnagas.
-Tú eres Goau de Fanelia. ¿Verdad? -Habla y su voz es aterciopelada.
-Entonces, ¿me conoces? -Es la respuesta que brinda el mencionado, quedando quieto.
-Esta noche cuando la luna de las Ilusiones esté encima de la montaña del este, el hombre de tu vida aparecerá... -Varie recita y agrega continuando apaciblemente. -Han venido repitiéndome esta frase desde que era una niña. -
-¿Es el destino? -Intuye Goau, aún con vacilación.
-Así es... El destino ha hecho que nos conozcamos. -Es afirmado por la atlante. Sonriendo, con suavidad.
-El destino... -Repite él reflexivo por un instante. -¿Cómo te llamas? -
-Varie. -La mujer responde sin florituras.
A la vez que se aproxima, flexiona su brazo para ofrecer su mano, Goau sonriente hace la proposición a la que parece destinado, sintiendo en su corazón verdaderamente florecer más que curiosidad hacia Varie.
-Varie, ¿Quieres venir conmigo? -
-Sí, mi señor Goau. -
A lo que ella acepta, tomando la mano enguantada del hombre. Su piel notablemente clara. Sus ojos se entornan.
...Es así que descubro cómo eran los padres de Van. El rey Goau de Fanelia y su esposa Varie, reunidos por el destino, mucho antes.
MARYXULA
