Capítulo 57: Bicho raro

Moon Dancer estaba admirando algunas obras de arte, la galería era de una chica llamada Photo Finish, y según una revista de modas, estas eran una revolución del arte. Pero por mas que Moon Dancer las miraba parecía que no les encontraba forma. -Pues..., no está tan mal-. Dice Sandman fingiendo que entendía lo que estaba mirando.

-Yo se que tengo que ver-. Dice Moon Dancer en un modo sínico. -Los colores son lindos. Me recuerda demasiado a artistas post modernos que siempre buscaban retratar la emoción con colores-.

-Son...lindas-. Sandman se puso levemente nervioso, jamás había venido a esta clase de cosas que el consideraba solo para personas intelectuales con menos sentido del gusto del arte.

Moon Dancer daría lo que fuera por romper esa tensión que aún había entre ambos, en especial por que no habían hablado de la vez en que se besaron, en parte se sentía como si los dos trataran de hacer como si eso no hubiera pasado. -See...-. Se mueven para ver la siguiente fotografía exhibida, era una de una pareja vista de espaldas sentadas juntas en una banca con una hermosa luna llena en el cielo. -Wow...-. Susurra dejando ver que en serio le había llamado la atención esa.

Sandman también se vio algo cautivado al respecto. -Este si me gusta-. Dice mientras se inclina un poco mas para observarla mejor. -Es hermosa. ¿Te digo algo? Me gustan mucho los paisajes de la noche-.

Moon Dancer quería saltar de la emoción por que por fin encontró algo para seguirle la conversación. -¿Enserio? Pensé que te gustaba mucho el amanecer...¡No creas que por ser estereotípica! Es solo que la mayoría de ustedes tienen una convicción mas grande por el sol... ¡Cuando digo "ustedes" no me refiero a de forma despectiva, es solo que...! se estaba poniendo mas y más nerviosa, jamás había tenido esa necesidad de comportarse adecuadamente, siempre es una cínica insensible.

-Tranquila, tranquila-. Dice Sandman conteniendo la risa. -Irónicamente entre más te esfuerces por no decir algo ofensivo, mas ofensiva suenas. Estoy acostumbrado-.

-¡Pff! Gracias, sentía que se me iba al aire ¿Puedo preguntar como lo haces? Digo, eres tan diferente a los demás-.

-En teoría todos los somos-. Dice mientras no despegaba su vista de la bonita fotografía. -Pero no me molesta, me gusta ser diferente ¿A ti no? -.

Moon Dancer se acomoda un poco sus lentes mientras recuerda todos esos momentos amargos en donde estuvo sola. -A decir verdad...hay días en donde de sería ser como todos, diablos incluso hay veces en donde quiero ser como Cheese, solo ser reír sin preocuparme de lo que los demás piensen-. Inconscientemente había soltado un dato demasiado emocional y personal.

Sandman da un paso muy pequeño para estar más cerca de ella. -Pues...entiendo eso. Pero creo que las personas adecuadas se quedan contigo sin importar si eres diferente al resto. Míranos a nosotros, la chica más cínica de la escuela con el "nuevo" nativo americano, parece hasta una broma-. Dice mientras voltea a verla con algo de confianza. -Si mi destino de ser diferente es estar contigo, entonces lo acepto-.

Moon Dancer podía jurar que el tiempo se hizo mas lento, que las luces se hicieron tan brillantes que incluso lucia como si la luna tuviera su propio resplandor y todo eso no tenía sentido, pero...era lindo. - ¿Estar conmigo? -. Preguntando deseando no haber matado el momento.

-Si, me agrada estar contigo-. Dice el chico sonriéndole carismáticamente mientras dan paso para ver el siguiente cuadro.

-¿A pesar que cuando nos conocimos fui la mas idiota e insensible chica en toda la escuela?-. Hablaba de ese primer encuentro no muy agradable.

Sandman no dijo nada durante un par de segundos. -Eso es cosa del pasado-.

-No lo es-. Dice Moon Dancer en su manía de controlarlo todo y saber todo, para ella era impensable que alguien solo "deje" atrás otras cosas. - ¿Qué te asegura que he cambiado y que en el fondo no soy la misma odiosa de siempre? -.

Poco a poco las personas iban desapareciendo, ya casi era la hora de cerrar, ya habían visto casi todas las pinturas y fotografías, pero se detuvieron en una que era un valle con un solo árbol en medio, traía demasiada paz. -Moon Dancer voy a compartirte algo que mi gente cree-. Ella se detiene para escucharlo, pero creía que lo había echado a perder. -Nosotros creemos que las personas siempre pasan por cambios, buenos y malos, pero tu verdadera personalidad siempre se manifiesta. Si...tienes razón, fuiste demasiado ruda conmigo, pero...después de eso te volviste nuestra amiga, atenta, considerada y alguien dispuesta a dar una mano. Pero vi otra cosa-.

-¿Qué fue?-.

-Te veías tan...triste, sola, entonces entendí que la razón por la que eras cruel con nosotros era porque alguien mas fue cruel contigo. Pero solo es una teoría...-.

Moon Dancer recuerda cosas dolorosas de las que se esforzó demasiado en olvidar, todo eso quería enterrarlo para jamás volverlo a ver, pero tuvo un pequeño escalofrió cuando parece que el "destino" lo volvió a traer a la luz. -Y tienes razón-. Dice con pesar. -Creo que en serio no puedo evitar hacerles daño a otros por cosas mías-. Ella tiene un pequeño momento de crisis y decide salir de la sala sin decir otra cosa, acelerando el paso pero sin llegar a trotar.

-¡Moon Dancer, espera!-. Dice Sandman yendo tras de ella.

Ambos terminaron afuera, mientras la noche ya había adornado el cielo con estrellas, además de que las luces de neón daban ese ambiente tan pacifico que el centro transmite. -Moon Dancer-. Dice Sandman nuevamente tratando de detenerla.

La chica sigue caminando un poco, parecía que quería huir de esos pensamientos que ella podría jurar que jamás en su vida los iba a poder dejar. Después de eso caminaron varios metros sin decirse nada, pero Sandman la seguía para asegurarse de que esté a salvo, a pesar de no saber a donde iban.

Ella se detiene, se acomoda los lentes y de pues cruza sus brazos como si se estuviera abrazando a sí misma. -Nunca fui buena encajando-. Susurra a modo de confesión. -Jamás fui buena para hacer cosas de chicas de mi edad, mientras las demás se divertían con muñecas a mi me molestaban por pedir un equipo de biología por navidad, jamás podía decir nada interesante para las demás asi que solo evitaban hablarme para evitar que se sintieran estúpidos-.

Sandman tenia mucho que decir al respecto, pero sintió que lo mejor es dejar que se desahogue.

-En mi ultimo año de secundaria invité a todos los de mi clase a una fiesta por mi cumple años, no era fan de esas cosas porque jamás me invitaban, pero me convencí a mi misma de que valía algo asi que decidí hacer un esfuerzo para poder llevarme bien con ellos...-. Ella hace un gesto de desagrado, incluso suelta una pequeña risa mientras una lagrima salía de su ojo. -...nadie fue-. Se da la vuelta para mirar a Sandman y decirle con la voz quebrada. - ¿Por qué alguien quisiera estar con un bicho raro como yo? ¿Eh? Y después de eso me juré a mi misma que nadie iba a volver a tratarme asi de nuevo, asi que cuando fui grosera con todos no era porque fuera una amargada cínica...es porque tengo pánico que me vuelvan a hacer daño-. Para cuando había terminado de hablar sus ojos estaban rodeados en lágrimas, pero decidió tomar asiento en una de las bancas metálicas que hay en el suelo.

Ella hunde la cara en sus manos mientras sollozaba por un dolor que afectaba fuertemente sus sentimientos desde que era una niña. Y ese dolor solo fue creciendo hasta un punto en donde ya no fue capaz de confiar en nadie.

Sandman se sentó a su lado, pero no dijo nada, no le puso una mano encima, él presentía que lo mejor era solo dejar que suelte todo eso que lleva arrastrando. Duró un largo rato llorando.

-Perdona...-. Susurra Moon Dancer. -...este era una oportunidad para hacer algo juntos y lo arruino con cosas sentimentales-.

-No me molesta para nada lo que está sucediendo-. Dice Sandman dándose cuenta de que se había calmado asi que le pone una mano en el hombro. -¿Cómo vas a estar mejor si primero no te sientes demasiado mal?-.

Moon Dancer suelta una pequeña risa mientras se quita sus lentes para limpiarlos. -Eres tan amable. A veces solo quisiera que... ¡Fueras malo conmigo! Para poder dejar de sentir culpa por cómo te traté-.

Sandman suspira con algo de ironía, no buscaba ser presumido o algo por el estilo. -Yo...no soy asi-.

-Lo sé, lo sé ¡Agh! ¡Hasta para estas cosas luzco como una cínica! -. Vuelve a esconder la cara con sus manos por la pena.

Mientras la luna brillaba sobre ambos y que además las corrientes de aire eran agradables, Sandman comprendía bien lo que pasaba, y aunque, no iba a ser enserio, estaba dispuesto a hacer algo respecto. -Pero puedo tratar...si quieres...Ejem-. Se pone de pie para interpretar, de una forma muy pésima, una actitud que jamás tendría. -¡Moon Dancer...! Emmm ¡Tus lentes son feos! Hay lentes de contacto ¿Sabes?-. No se le ocurría otra forma para insultarla, por lo que no se veía cruel, era divertido. -Eres la nerd mas fastidiosa que conozco, y...esos colores no te quedan-.

Moon Dancer seca sus ultimas lagrimas y no puede evitar empezar a reír levemente mientras observaba esa ridícula actuación asertiva.

-Ah ¿Asi que te da risa? Pues ¿Qué crees? He visto a chicos que se arreglan mejor que tú-. Nada de eso era enserio, más allá de querer hacerla sentir mal, quería verla sonreír

Moon Dancer se pone de pie sin dejar de reir. -¿Oh si? ¡Pues tu ropa es tan anticuada que parece que la sacaron de un asilo! Ni mi abuelo se viste asi-.

Sandman explota en carcajadas, pero no iba a detenerse ahí. -Pues déjame decirte que arreglarse el cabello es algo normal en las chicas-.

-Y arreglárselo demasiado como tú SOLO es normal en las chicas-.

-¡Ouch! Eso dolió...pues tú...tú...-. Sandman vio como Moon Dancer esperaba ansiosa el siguiente insulto, pero al verla asi de feliz y tranquila, se percató de que esa era la chica que estaba debajo de toda esa actitud cínica. -Tú...tienes unos ojos demasiado lindos-.

Moon Dancer se sonroja. -N-no hagas eso, o...yo tendría que decir que me encanta tu voz-. Mira a otro lado demasiado apenada.

A lo largo de la noche no se había presentado una oportunidad como esta, asi que Sandman aprovecha para poner sus manos en los dos hombros de ella. -Y yo tendría que decir que me gusta cómo te ríes...-.

Sus miradas se encontraron en un momento difícil de describir, era tenso, pero también hermoso. -Y yo tendría que decir que me siento a salvo contigo...-.

La decisión estaba hecha, pero se anunciaba por la forma en que sus rostros se acercaban poco a poco. Sus voces ya se habían convertido en susurros. -Y...yo tendría que decir me gustas mucho-. Para después compartir un beso que fue mucho mas diferente que el primero, por esta vez, a pesar de que no se lo dijeron, se sintió como una declaración de amor mutua, y a pesar de que Moon Dancer aun tenia algo de miedo a lo que podría suceder y como esto es totalmente nuevo para ella, estaba dispuesta a tratar de ser mejor. Sus manos se entrelazaron y con eso se decían todo.

En la escuela abandonada en una parte no tan concurrida de la ciudad, mas bien estaba cerca de unos suburbios, Blue, Trixie, Cheese y Solar Strings, estaban en un arbusto revisando cuando seria el mejor momento para entrar en esa escuela abandonada. -La escuela de Cloudsdale-. Declara Solaris.

-¿Qué cosa?-. Pregunta Cheese.

-Cloudsdale-. Continúa Blue. -Fue un intento de escuela privada, pero llegó la preparatoria Crystal y las personas le dieron más atención a ese lugar, Cloudsdale tuvo que cerrar por falta de alumnos, o al menos eso dicen-.

-Hmm...no veo nada fuera de lo normal-. Susurra Cheese mientras revisaba el perímetro con sus binoculares. -¿Deberíamos entrar ahora?-.

-¡Alto!-. Susurra Trixie poniéndole una mano para interferir en su camino. Después señala a un cuadro extraño que se movía lentamente. -Cámara de seguridad, es una marca clásica, diseñada especialmente para ver en la oscuridad, pero no ser detectada-.

-Vaya, suerte que la viste ¿Cómo sabias que era una cámara? -. Dice Solar Strings mientras guardaba los binoculares.

-En mi casa tenemos como tres de esas, pero descuiden, se lo que se tiene que hacer-. Guiña un ojo y del bolsillo de su sudadera saca una liga y unas pequeñas bolitas moradas. Usa sus dedos para estirar la ligar y dispara esa bolita hacia la cámara acertando a la primera. -Listo, el lente está sucio gracias a la bala de pintura, tardaran un rato en darse cuenta. Asi que dense prisa chicos-. Se pone de pie de una manera presumida saliendo del arbusto y quitándose las hojas del cabello.

El grupo avanzó con demasiada cautela, siempre asegurándose de que no hubiera algún guardia o algo por estilo. - Brown Sugar-. Susurra Cheese usando su habilidad para que sus cuerpos pesaran menos y poder saltar la barda, teniendo un panorama mejor de las maderas podridas que tapizaban las ventanas, pero lo poco que dejaba ver solo mostraban salones vacíos y oscuros.

Los chicos vieron una ventana que no estaba tapizada por fortuna y ese fue su manera de entrar al edificio. Solaris tenia cuidado de no arruinar el intento que Moon Dancer que tenia en su espalda que, por fortuna, gracias a Cheese, no pesaba nada. -Dentro, muy fácil-. Dice Trixie mientras se ponía de pie quitándose el polvo de la ropa. -¡Asco! Se que son miembros de una secta terrorista, pero ¿Es mucho pedir que sean un poco más aseados? -.

-Ahora no, Trixie-. Interrumpe Blue. -Guardemos silencio, estos tipos no dudaran en matarnos si nos descubren-. Todos compartieron una mirada en donde entendían el plan, asi que sacaron sus teléfonos y no encendieron las linternas, solo subieron el brillo de la pantalla al máximo para poder ver mejor pero no llamar la atención.

Cheese traía sus "zapatos para no hacer ruido" mientras caminaba al lado de Solaris para que la batería que tenia en su espalda no pesara casi nada. Mientras tanto Trixie se mantenía al lado de Blue vigilando sus pasos, pero por más alerta que parecían estar, el sitio estaba desierto.

La escuela abandonada era un aterradora, los pasillos hundidos en una oscuridad que parecía infinita o que te daban la sensación de que alguien iba a asomarse al fondo del corredor. Los casilleros estaban cerrados y algunos abiertos, pero el óxido que tenían encima apenas comenzaba. Entre más avanzaban más crecía esa sensación de que algo estaba por salir mal en todos los aspectos. En un punto del largo corredor decidieron separarse brevemente para registrar los salones.

Cheese y Solar Strings se encontraban con documentos, direcciones y otras cosas que estaban escritas en clave, asi que desde luego le tomaron fotografías, al igual que a mapas que tenían la secta que estaban rodeadas en círculos rojos, pero cada segundo era mas asfixiante que el anterior por el miedo de ser hallados.

Blue y Trixie entraron a uno y lo que sus teléfonos alcanzaron a iluminar con el brillo fue algo que los dejó helados a ambos. En las paradas había diferentes carteles con letras terroríficas que decían "Seguiremos la gusano", pero además de eso había símbolos que estaban dibujados en color rojo en el tapiz de los muros, en la mente de ambos se atravesó la idea de que era sangre. Además de eso había velas en el suelo y un montón de zapatos en una esquina.

Trixie estaba a punto de gritar, pero Blue alcanzó a ponerla la mano en la boca. -¡Shhh! ¡Cállate, nos van a descubrir! -.

Ella retrocede un poco y al mismo tiempo empuja a Blue. - ¡¿Pero que es todo esto?!-.

-Rastro de que aun siguen aquí-. Dice mientras explora un poco mas el salón. -O al menos de que estuvieron aquí-.

-Pe...pero...es como si aquí hicieran...rituales de magia negra-. Dice mientras se acerca con miedo a los símbolos en la pared. -Reconozco este, significa "Pureza". Este otro quiere decir "Silencio"-.

Blue estaba escuchando lo que Trixie decía, pero también se daba a la tarea de ver lo que había a su alrededor. Había varios escritos en el suelo que narraban cosas en un idioma que el jamás había visto. Sin embargo, en uno de los escritorios que había, ya casi carcomido por posibles termitas, había una pila de libros viejos que estaban en muy mal estado. Sin embargo, había uno en particular que no parecía ser un libro que te encontrarías en una biblioteca o en una librería, parecía una especie de artesanía y la portada era llamativa para Blue por alguna rara razón, como si de nuevo el destino le hablara.

" Las puertas de la esperanza "

Era el titulo del libro en pequeñas y elegantes letras blancas que hacían un enorme contraste en la caratula color negro.

No había razón para que Blue tomara el libro, de hecho, ni siquiera era buena idea si querían pasar desapercibidos...pero no pudo evitarlo, como si fuera un secreto toma el libro para después guardarlo en su mochila maltratada y se da la vuelta para darse cuenta que Trixie seguía ocupada leyendo los símbolos.

-Emm...¿Chicos?-. Se escucha del otro del pasillo a Cheese. Blue y Trixie van a su encuentro entrando al salón donde estaban ellos. Ahí estaban de pie Cheese y Solar Strings mirando hacia el suelo cerca de una ventana.

-¿Qué pasa?-. Pregunta Blue.

Cheese solo señala al suelo, y cuando se acercan pueden ver a que se refieran. Era una gran bolsa deportiva...con un montón de billetes de 100 dólares entro en grandes fajos.

-Wow... Trixie, jamás había visto tanto dinero junto, ni Solaris, ni Cheese.

-¿Pero que...?-. Susurra Blue no creyendo que sea real. Decide agacharse y sujetar uno de los fajos de billetes, en efecto todos eran de 100 dólares.

-Debe haber mas de 100,000 dólares ahí-. Dice Solaris tampoco creyéndoselo, eso fácil podría pertenecer a un banco o algo por el estilo.

Todos guardaron silencio por que se estaban enfrentando a un curioso dilema moral...-¿Deberíamos tomarlo?-. Dice Trixie con una gran emoción ya imaginándose en todo lo que podría gastar.

-¡No! Esto es...robo-. Responde Solar Strings.

-Oye esos tipos casi nos matan en mas de una ocasión-. Refuta Cheese recordando todas las veces que pensaron que su vida terminaría. -No estaría mal una...compensación por los daños...-. Casi se le dibujan signos de dólar en los ojos.

-Además ¿De donde salió este dinero?-. Pregunta Blue. -No es robado, el índice de crímenes es el mas bajo en años en la ciudad. Lo mas probable es que sean aportaciones de los miembros...-.

Solaris niega la cabeza, no quería dejarse convencer por ellos, nunca en su vida había tomado cosas que no son suyas, eso era inmoral. -No vamos a tomar el dinero-.

-¿Y porque no?-. Dice Trixie. -Si este dinero es de la secta quizás lo van a usar para comprar armas, o veneno o dinamita ¿Cómo creen que subsisten? ¡Duh! ¡Yo digo que tomemos el dinero! -.

Cheese estando emocionado por la idea solo defiende ese punto de vista. -¡Trixie tiene razón! ¡lNo tiene nada de malo robarles a personas malas! -. Toma la bolsa y la pone en sus hombros.

-¡Deja eso Cheese!-. Exclama Solaris.

-¡Oye este grupo es un democracia, además Sandman es nuestro líder dejemos que él decida!-. Responde Cheese mientras siente como su piel se pone pálida gracias a un resplandor de luz enorme que provenía de la puerta.

La silueta de dos adultos enormes estaba plantadas en el marco de la puerta, sostenían unas grandes lámparas, de inmediato al notar que no eran policías o guardias o algo por el estilo, dedujeron que eran miembros de la secta. -¡Deténganse!-. Grita uno de ellos.

-¡Nos descubrieron!-. Grita Blue temiendo mas por Trixie y estando mas que dispuesto ha usar su habilidad al igual que Cheese, incluso Solar Strings enciende la lampara de rayos ultravioleta conectada a la batería que estaba en su espalda.

Sin embargo, antes de que pudieran hacer algo al respecto, Trixie solo suelta una pequeña risita despreocupada mientras mira a los chicos. -Muchachos, muchachos, por favor cálmense, sus habilidades son demasiado ruidosas. Dejen que me encargue de esto-.

-¡Trixie no hagas esto! ¡Estos tipos son peligrosos! -. Reclama Blue comenzando a fastidiarse de esa actitud tan infantil que ella tiene.

Pero la chica de cabello azul solo vuelve a alzar el brazo en una pose triunfal. - ¿Y? ¿Solo por que no tengo una habilidad como ustedes significa que soy una inútil? No lo creas, pues tengo algo mucho mejor que una habilidad, y ese es mi propio talento. ¿Ahora que soy miembro de su grupo debería ponerle nombre a lo que puedo hacer? Me parece demasiado infantil, pero lo haré-. Entonces ella mete la mano en su bolsillo para después dejar entrever en sus dedos pequeñas capsulas extrañas. -Esto es Houdini-.