Aventura 02: Gremio y Mazmorra.
-Gremio-
Este lugar era el Gremio, un sitio importante en Orario. Gracias a este lugar los Aventureros de Orario podían actuar de forma organizada en lugar de haber un caos total donde cada uno hiciese lo que quisiese teniendo un Falna en su espalda y monstruos para volverse más fuerte.
Además de mantener a la Mazmorra contendida gracias a las plegarias del Dios Ouranos, este lugar, aunque no lo pareciese a simple vista, era muy importante al evitar que los Aventureros descendiesen en caos.
Sin este lugar… con tantas Familias más los egos de sus Dioses y un sola Mazmorra… uno tan solo debía imaginar como estaría esta ciudad en ese caso.
Dentro del Gremio podíamos ver cargando unos papeles a cierta chica que a simple vista parecía ser una humana, pero cuyas orejas dejaban ver algo distintos al estas estar puntiagudas como la de los Elfos… pero no al mismo nivel.
Tal era una característica de que dicha persona era una Mitad-Elfo que tuviese como un humano a un padre o madre.
Esta chica era Eina Tulle, una joven trabajadora del Gremio quien servía como asesora a varios Aventureros, entre ellos se encontraba cierto chico que había hace una semana logrado unirse a la Familia Hestia.
Si bien ellos habían estado trabajando juntos desde hace poco tiempo, Eina podía decir que Bell era el tipo de persona con el cual era fácil trabajar al no tener este una personalidad egoísta, engreída como muchos Aventureros terminaban por desarrollar o ya poseían desde un inicio una personalidad tan problemática.
Aunque al mismo tiempo… Eina se preocupaba bastante por el inocente joven, él era bastante inexperimentado,
'Realmente espero que él pueda seguir este camino sin perder esa honesta actitud,' Eina sabía que era algo muy difícil, pero de ser posible ella deseaba que Bell Cranel fuese capaz de crecer en poder manteniendo al joven de buen corazón que este era.
Y hablando de Bell…
"¡EINA-SAAAAN!" La voz del chico pudo escucharse a la distancia. Por el tono de voz emocionado de este, algo había ocurrido.
"Ah, Bell-kun," Eina dijo y dirigió con una sonrisa su atención hacia la entrada del Gremio, el Aventurero a su cargo había llegado asique por lo menos ella lo recibiría con una sonrisa.
Sin embargo, al poner sus ojos en Bell, Eina inmediatamente noto a una joven chica rubia quien corría al lado de este, dicha chica estaba vestida con una peculiar armadura.
"Bell-kun, veo que traes compañía el día de hoy," Dijo Eina quien se refirió a la belleza al lado de Bel
"Eina-san, te presento al a nueva miembro de la Familia Hestia: ¡Leina!" Dijo un emocionado Bell señalando a la rubia.
"H-hola, Señorita asesora," Dijo una nerviosa Leina.
Leina no era ajena a situaciones donde ella conocía a una persona con una posición importante (Aunque en su caso eran gente noble en general quienes eran muy importantes en su país) Y si bien Eina no estaba al nivel, para Leina ella era alguien importante al ser Eina miembro del Gremio que a los ojos de Leina era más importante que cualquier noble de su hogar.
Al escuchar las noticias de Bell, Eina se sorprendió por un instante.
"¿Un nuevo miembro tan rápido? ¡Eso es fantástico!" Dijo una sonriente Eina al ver como la Familia Hestia había conseguido a su segundo miembro en tan solo una semana.
Una cosa que le preocupaba a la Mitad-Elfo realmente era la falta de miembros de la Familia de su encargado, si bien era normal considerando que con una Diosa desconocida prácticamente nadie estaría interesado en unírsele, ahora que esta tenía un miembro
Sin embargo, si bien eso preocupaba a Eina, esta también tenía presente que eso era algo normal. Después de todo no era como si formar una Familia fuese un proceso inmediato para los Dioses… o algunos en general ya que otros les tomaba menos tiempo.
Aunque claro cómo eran los Dioses, uno no debería esperar que estos se pusiesen a hablar de los 'días oscuros' antes de que la Familia de uno iniciase como tal con la suma de más miembros y eventualmente lograr más estabilidad.
El regalo de un Dios era el mismo para todos… igualmente era para los Dioses el descender sin nada.
Para fortuna de Hestia, parece que ella evito caer en la categoría de Dioses que tardaban años en encontrar Familia… aun cuando técnicamente ella había estado un tiempo largo en Orario antes, solo hace poco ella había comenzado a buscar una Familia… el tiempo anterior ella había estado cómodamente viviendo como mantenida de Hephaestus.
Aunque al ver la velocidad con la que consiguieron otro miembro y el hecho que Hestia seguía siendo desconocida al no tener relevancia… hizo sentir curiosidad a Eina de como esa chica pudo terminar uniéndose.
Eina no quería sonar cruel, pero… en realidad no hay mucho interés por una Diosa desconocida en un lugar rodeado de Deidades con Familias famosas. Esos eran los hechos.
"Bell-kun, si me permites saber, ¿Cómo lograste encontrar tan rápido a un nuevo miembro?" Pregunto una curiosa Eina.
"Bueno fue una situación muy crítica donde llegue justo a tiempo…" Y ahí Bell comenzó a explicar su primer encuentro con Leina Vance en la Mazmorra.
Si uno hubiese estado prestando atención a los ojos de Eina Tulle, entonces se vería que una sombra se hacía cada vez más y más aparente mientras Bell añadía detalles del encuentro.
Por su parte Leina se veía un poco avergonzada al escucharlo de nuevo, en retrospectiva y escuchándolo desde alguien más, realmente lo que ella hizo fue algo bastante temerario que pudo haberla matado de no ser por Bell… pero en ese entonces ella lo vio como una buena idea para probar que ella podía ser fuerte.
"…Y luego de eso la lleve con mi Diosa quien acepto a Leina," Finalizo Bell de contar la historia, "Como ya dije, ahora estamos aquí para oficializar a Leina como miembro de nuestra Familia y partir de inmediato a la Mazmorra,".
"…Entiendo todo," Asintió Eina.
La Mitad Elfo entonces dio una mirada seria a Leina… cosa que le dio escalofríos a Bell al saber que de esa mirada no podía venir nada bueno.
Leina por su parte quien no estaba familiarizada con Eina no pensó mucho.
"Leina-san, creo que en un caso como el tuyo necesitaremos entrar a la habitación para tener una charla más confidencial y hacer lo necesario para registrarte, yo misma puedo hacer ese proceso al tu ser parte de la Familia de mi encargado," Dijo Eina quien sonaba calmada.
Para la rubia quien solo conocía por primera vez a su asesora, esas palabras dichas con ese tono no fueron causa de alarma… cuando una Eina que estaba así de calmada era una mala señal.
"Muy bien," Asintió Leina quien creía que lo que vendría sería algo regular que le pasaba a cada Aventurero que recién se registraba.
Con esa respuesta dada, Eina Tulle se enfocó en Bell.
"Bell-kun, puede que esto demore un poco, pero ¿Puedes esperar?" Pregunto Eina.
"C-claro," Dijo Bell quien sabiamente se quitó del camino. El peliblanco aun con poco tiempo como Aventurero… sabía muy bien que lo que vendría no sería nada bonito para la segunda miembro de la Familia Hestia.
'Leina… ¡Rezare por ti!' Si bien hablar podría ser peligroso porque esto podría provocar a Eina, Bell Cranel por lo menos
Y así Leina daba otro paso para acercarse a su objetivo de ser Aventurera… aunque quizás este paso sería el más difícil de todos.
-Gremio, (Habitación privada)-
Esta era una habitación especial en el Gremio, una diseñada con murallas a prueba de sonido, aquí se podían discutir cosas más sensibles que solo podían ser dichas sin que nadie más escuchase.
Aunque también para cierto miembro, este lugar era el ideal para dar un sermón especialmente duro a quien realmente se lo mereciese… como alguien tan imprudente para ir a la Mazmorra sin siquiera poseer un Falna ni el estatus de Aventurero.
Leina no lo sabía, pero ella estaba en este lugar por haber hecho que Eina Tulle lo viese prudente… después de todo la nueva miembro de la Familia Hestia había hecho algo increíblemente peligroso que se ameritaba un sermón de los grandes.
Aun así, Eina era una profesional, primero ella haría los debidos pasos para registrar a Leina… quien una vez fuese oficialmente reconocida como Aventurera se encontraría en jurisdicción de Eina para dar una lección a Leina.
"Primero necesito los Valis del pago inicial," Dijo Eina haciendo todo paso por paso.
"Ah, s-si por supuesto," Leina rápidamente saco el dinero de su monedero y se lo entrego a Eina quien conto para asegurarse de que el monto fuese el indicado.
Entonces Eina procedió a pasarle su papel de registro a Leina.
"Muy bien Leina-san, solo necesito que llenes este papel y con eso oficialmente serás una Aventurera," Dijo Eina.
Leina tomo el papel y comenzó a firmar y llenar los espacios que deben ser llenados con información básica… hasta que ella vio el que decía que su nombre completo debía ser puesto. Leina completo todo menos esa parte la cual esta había dejado deliberadamente como la última en ser completada.
"Ehh… Eina-san, disculpe en esta parte… ¿Es necesario poner mi nombre completo?" Pregunto Leina refiriéndose a donde ella debe escribir su nombre.
"En caso de poseer apellidos, si es necesario," Contesto Eina, un poco extrañada por la pregunta, "Leina-san, necesito tu nombre completo para poder seguir, si no tiene apellido no será necesario, pero en caso de tenerlo y ocultarlo… estaría buscando una penalización por mentirle al Gremio".
Como esto era importante para su futuro como Aventurera… Leina no tuvo muchas opciones. Ella escribió su apellido y le entrego el papel a Eina.
"Leina… Vance," Dijo Eina leyendo el nombre… y al mismo tiempo comenzando a recordar algo.
"Si, mi nombre es Leina… Leina Vance," Revelo ella su nombre completo, un nombre que solo Bell y su Diosa sabían… más no lo importante detrás de ese nombre.
"…Vance…" Repitió Eina quien sintió algo al escuchar aquel apellido. Como si ella lo hubiese escuchado antes… y muy poco tardo ella en recordar donde.
"¡Vance! ¿Por casualidad no tendrás alguna relación con María Vance?" Pregunto un Eina quien miraba de forma atenta a Leina.
En la actualidad ese nombre no era hablado excepto por personas que pudieron vivir cuando dicha mujer estaba haciendo un nombre por sí misma.
Pero como ella trabajaba en el Gremio, Eina pudo escuchar historias sobre Aventureros y Familias que ya no estaban activas de parte de los miembros más veteranos del Gremio.
Como el Gremio era una organización que llevaba mucho tiempo activa, era normal que dentro de los trabajadores se terminasen escuchando ciertas historias o sobre ciertos Aventureros que por una u otra razón ya no estaban en este mundo o que simplemente ya no se escuchaba más de ellos.
El caso de María Vance era algo así, esta fue simplemente una Aventurera famosa hace años con la generación anterior cuando las Familias Zeus y Hera estaban en lo más alto, pero luego con el alza de las Familias Loki y Freya más la gran cantidad de nuevos Aventureros que nacían y formaban una reputación… era natural que está ya no fuese mencionada en Orario por la generación actual.
Esta era la Ciudad Laberinto, este era el lugar de los Aventureros.
En estas calles desde el inicio de la profesión de Aventurero habían caminado todo tipo de leyendas… pero el en el presente tu escuchabas hablar de gente como Ottar, Aiz Wallenstein, Finn, Riveria… todos Aventureros famosos que estaban activos.
Tal eran las cosas en esta ciudad donde las leyendas nacían y morían de forma constante. Un día todo el mundo podría hablar de ti, podían vestirse como tú, contando historias sobre ti y tus aventuras… pero cuando dejabas de estar activo por morir o alguna otra razón, entonces se comenzaba a dejar hablar de ti mientras los demás aventureros comenzaban a hacer nombre por ellos mismos y entonces todo el mundo hablaba de ellos.
Ahora mismo la generación más joven no reconocería el nombre de María Vance, pero quienes vivieron cuando ella estuvo activa sin duda la recordarían e incluso te hablarían sobre ella.
Eina no era mucho ese caso al ser ella todavía joven, pero como empleada del Gremio ella escucho historias de quienes vivieron en esa generación.
"Ella… ella es mi madre," Revelo Leina.
"¿¡En serio!?" Pregunto una sorprendida Eina ante tal revelación.
"Le aseguro que no estoy mintiendo," Dijo Leina con tal seriedad como si la idea de estar mintiendo sobre ese tema… sobre si dudar de su vínculo familiar con María fuese una ofensa muy grave, "Ella es mi madre, de eso no voy a mentir nunca,".
"Leina-san, mentir sobre estar relacionado sanguíneamente con un Aventurero que haya pasado el Nivel 1 se considera un delito," Dijo con seriedad Eina, "Si resulta ser una mentira quedaras en la lista negra del Gremio," Ciertamente un castigo duro, pero era lo que Ouranos había decidido que debía hacerse con quienes mintiesen en ese aspecto… Eina no podía entender porque un castigo tan drástico cuando otro tipo de delitos a los que sus ojos eran peores que mentir de esa forma tenían como castigo meras sanciones económicas.
Sin embargo, esos eran sus pensamientos personales, las reglas estaban ya dadas y estas debían respetarse.
"No es una mentira… luego de dejar Orario mi madre se… caso con mi padre," Leina ahí dio un suspiro al pensar que su amada madre se había casado con un hombre como ese.
Aun cuando eso le había permitido nacer, Leina creía que María definitivamente merecía y podría haber encontrado a una mejor persona para tener hijos… pero el padre de Leina fue alguien que se casó más por política e interés que por amor a María.
"Pero entonces Leina-san, ¿Por qué quieres ocultar tu apellido si te enorgullece tanto ser la hija de María?" Eina estaba perpleja por eso…. Ella no entendía la lógica ya que Leina claramente adoraba a su madre, pero al mismo tiempo ella intentaba ocultar la conexión.
Leina… dio un suspiro.
"Todavía no quiero usar el apellido de mi madre," Revelo Leina quien se vio muy seria en ese momento, "No lo oculto por avergonzarme… todo lo contrario yo respeto y admiro mucho a mi madre," Y eso era quedarse cortos con la admiración de Leina hacia María.
Si la dejasen hablar, entonces Leina Vance podría ir horas y horas hablando sobre lo grandiosa que era su madre, lo fuerte, bondadosa, buena madre.
"Si ese es el caso, ¿Entonces porque ocultarlo?" Pregunto Eina, para ella no tenía sentido el ocultar un plus como el apellido Vance, "Puede ser solo especulación mira… pero creo que si hubieses usado tu apellido sin duda alguna otra Familia te hubiese aceptado antes de conocer a Bell en la Mazmorra," Después de todo había Familias que estaban activas desde hace años y como los Capitanes eran los miembros más experimentados y que llevaban sirviendo más, era del todo posible que estos al reconocer el apellido 'Vance' y luego de confirmar la conexión gracias a las Deidades las cuales no se les podía mentir… Leina hubiese encontrado una Familia el día de ayer sin haber conocido a Bell.
"Yo también creo lo mismo," Asintió lentamente Leina, "Pero cuando mi madre comenzó su carrera como Aventurera ella no tenía reputación alguna, ella comenzó desde cero convenciendo a una Deidad de aceptarla… yo también quise comenzar como una completa desconocida,".
Leina creía que si ella también podía lograr algo siendo una completa desconocida, entonces ella podría seguir y superar a su madre.
"Asique antes de usar públicamente el apellido de mi madre que una vez recorrió estas mismas calles como una de las más fuertes… quiero mostrar que yo soy alguien fuerte," Dijo una determinada Leina, "…me niego a manchar el legado de María Vance,".
Leina entonces lo decidió: Usare el apellido de mi madre únicamente cuando me pruebe a mí misma como una Aventurera poderosa. Si puedo por lo menos subir de Nivel entonces llegara ese momento donde lo declarare con orgullo a todos.
Leina por lo que pudo aprender gracias a su madre, el subir de nivel era de hecho algo más difícil de lo que uno podía imaginar. Había gente que se quedaba en el Nivel 1 por todas sus vidas… entonces subir de nivel debería ser una prueba suficiente de que ella podía seguir los pasos de su madre.
"Por supuesto que no diré nada si así lo deseas Leina-san, tu apellido no será hecho público," Asintió Eina, "No es ilegal elegir no usar un apellido, lo ilegal es ocultarlo".
"Muchas gracias… eso me ayuda un montón," Leina sonrió porque ella había logrado oficialmente comenzar como Aventurera sin su apellido siendo público.
"¿Cómo se encuentra tu madre?" Pregunto una curiosa Eina.
Esta era solo una pregunta para ver el estado de María, aun cuando su Familia había sido expulsada, María seguía estando registrada en el Gremio como Aventurera, tan solo no como una activa.
Y ante esa pregunta tan fácil de responder… la actitud de Leina cambio por completo.
Antes donde había una buena actitud y gran disposición ahora había una actitud más decaída, los ojos de Leina habían perdido su brillo y uno prácticamente podía ver un aura deprimente alrededor de ella.
"… ella murió hace años," Revelo una decaída Leina.
Leina nunca supo los detalles de la muerte de María, solo que un día su padre les informo que María Vance… ya no iba a regresar.
Como uno podría imaginarse ella lloro a más no poder y estuvo deprimida por semanas.
Lo peor era que… Leina no supo nunca los detalles de la muerte de María, y cuando esta trataba de preguntarle a su padre… este nunca le respondió.
Incluso este llego una vez a levantar su mano ante Leina cuando ella no dejo de preguntar, desde ese día Leina no pregunto sobre ese tema por más que ella desease saber por lo menos un poco más.
"Oh… lo siento mucho," Se disculpó Eina al ver cuán triste se veía Leina.
"N-no… e-está bien," Dijo una Leina que intento salir de su estado de ánimo actual… algo difícil considerando que el tema de la muerte de María había salido.
"… sé que debe ser doloroso, pero como María Vance estuvo registrada en este Gremio, es necesario saber ese tipo de detalles para retirarla de ser considerada Aventurera," No era algo que uno hiciese por gusto, pero debía hacerse… en especial cuando se trataba de un Aventurero de tan alto nivel.
El Gremio debía tener constancia de la muerte de quienes una vez hayan cruzado si era posible obtener dicha información.
"Leina-san, si sabe algún detalle de cómo murió su madre, estaría realmente agradecida si pudiese revelarlo," Dijo con solemnidad Eina.
Ante esas palabras los ojos de Leina se ensombrecieron y ella apretó sus puños con bastante fuerza… después de todo ese tema era uno sensible.
"Alguien la mato… ¡estoy segura de eso!" Declaro Leina mostrando un enojo tremendo en sus ojos, "No sé quién o que lo hizo, pero… ¡Alguien la mato!"
Por supuesto todo eso era una teoría de Leina, pero… ¿Qué más podría acabar con alguien como María Vance?
Leina entendía que su madre era una Aventurera increíblemente fuerte, que, si bien su Familia había sido forzada a separarse, su Deidad seguía en este mundo y que por eso su Falna seguía estando ahí.
Asique para Leina la única explicación lógica es que alguien o algo la mato… pero lamentablemente ella no tenía ni la más mínima pista.
"Y-ya veo…" Asintió Eina, sorprendida de ver el súbito cambio en la rubia.
Mientras un silencio se formó en el lugar para dejar que Leina se calmase, Eina aprovecho el momento para ordenar sus pensamientos.
'Asique otro Aventurero no pudo llegar a la vejez…' Pensó Eina, dando un suspiro mental. Al parecer ni siquiera el volver a casa les podía asegurar un futuro pacifico.
Entonces había una persona que debía saber de esto, alguien del Gremio que tuvo una relación más cercana con María cuando esta estuvo activa.
El empleado que había sido el asesor de María Vance era alguien a quien Eina conocía bien, este era ya un hombre con experiencia que trabajaba en otra sección del Gremio luego de decidir que ya había sido suficiente el ver como los Aventureros asignados a él nunca volvían. Ese hombre trabajaba en el archivo lejos de las demás personas.
Sin embargo… una parte de Eina creía que ese hombre solo seguía en el Gremio por si María regresaba del retiro algún día.
'Incluso me atrevería a decir que el… siente algo por María Vance…' Para Eina tal pensamiento no era una teoría, sino un hecho, al ver como los ojos de ese hombre se iluminaban cada vez que él hablaba de María Vance… simplemente los cumplidos y demás no paraban de salir de su boca.
'Creo que tendré que informar de esto, es solo justo que él se entere,' Eina sabía que sería un golpe duro pero… como un miembro veterano del Gremio ese hombre ya estaba acostumbrado a escuchar de la muerte de Aventureros que estuvieron a su cargo.
Realmente… los Aventureros parecían estar destinados a tener una vida que no tendría un final pacifico.
"Muy bien Leina-san, todo está en orden, bienvenida a la profesión de Aventurera," Dijo Leina extendiendo su mano hacia la rubia luego de haber escrito que María Vance ya no estaba en este mundo.
"Ah, ¡Muchas gracias!" Con eso Leina pudo dejar de pensar en la muerte que ella estaba convencida que le ocurrió a su madre.
"Ahora Leina-san, como tu asesora creo que es necesario hablar en detalle sobre lo peligrosa que es la Mazmorra… y lo estúpido fue entrar ahí en tu condición," Y con eso un aura aterradora comenzó a envolver a Eina Tulle mientras que la amable sonrisa en su rostro no producía una sensación de calma… sino un escalofrío en la espalda de Leina.
La hermosa rubia comenzó a sudar un poco al sentir un aura opresiva de parte de su asesora… y al mismo tiempo la idea de escapar se volvió bastante atractiva ya que su instinto le gritaba que saliese corriendo.
Sin embargo, Eina fue más rápida y con un movimiento más veloz de lo que su apariencia sugería, esta agarro el hombro derecho de Leina.
"Entonces hora de comenzar…" Dijo Eina Tulle con una sonrisa que no le daba nada de seguridad a Leina Vance.
Y así Leina conoció el verdadero significado de la palabra miedo.
-Gremio, (Una hora después)-
Bell Cranel se encontraba sentado esperando, ya había pasado una hora desde que Leina había ido con Eina para recibir sus primeros consejos como Aventurera.
Sin embargo, el peliblanco no se veía aburrido en lo absoluto, este ya sabía que era lo más probable que esto durase conociendo a Eina… y el ver que claramente a su asesora no le gusto la revelación de las acciones de Leina sobre ir a la Mazmorra sin Falna.
Bell se estaba entreteniendo pensando en cómo lo iban a hacer, hasta cual piso iban a bajar, cuantos monstruos mataría, cuanto ganaría Leina en su primera ida oficial a la Mazmorra.
Y así pasando el tiempo eventualmente la puerta del cuarto privado donde Leina y Eina entraron se abrió.
Desde ahí salieron una Eina Tulle quien solo estaba sonriendo luego de haber dado a entender su punto junto con el hecho de que Leina prometió entenderlo todo.
Por otra parte, Leina se veía pálida y con sus ojos carecientes de vida.
"Muy bien Leina-san, aprecio que hayas escuchado todo lo que tuve que decir," Dijo Eina como si nada hubiese pasado… como si ese sermón descomunal hubiese sido solo una cosa que paso, "Por favor continúen con lo suyo y recuerden: Un Aventurero no debe irse en una Aventura," Con eso dicho Eina volvió a su puesto de trabajo.
"Ahhh… Eina-san puede ser aterradora," Dijo una exhausta Leina quien se tambaleaba mientras se movía.
Nunca en su vida Leina había recibido un sermón como ese. Incluso los sermones de su padre el Conde Vance palidecían ante los de Eina Tulle.
"Mientras no hagas nada para merecer un sermón como ese, deberías estar bien," Dijo un Bell que le daba palmaditas en la espalda a la rubia, "Y créeme aun con eso, aparentemente un sermón de una hora es suave comparado a cuando ella de verdad se enoja," Al llevar una semana como Aventurero, Bell no conocía lo que sería ese tipo de sermón de una Eina realmente enojada.
Sin embargo, por lo que él había escuchado de parte de los trabajadores del Gremio… era mejor evitar eso a todo coste.
"No… prometo no hacer algo para enojarla así nunca más…" Asintió Leina.
Su cuerpo no estaba cansado pero su espíritu se sentía exhausto, aquel sermón del cual Eina se aseguró de que Leina entendiese que la acción de lanzarse a la Mazmorra sin un Falna era una idiotez enorme que no se justificaba aun si ella no tenía Familia en ese momento.
Al final del todo una temblorosa Leina le prometió a su asesora que ella nunca volvería a hacer algo como eso ni tampoco sería imprudente con la Mazmorra.
"Vamos," Dijo un Bell que extendió su mano hacia la rubia, "Ahora podremos ir los dos juntos a explorar la Mazmorra," Bell se encontraba emocionado porque esta sería la primera expedición de la Familia Hestia como tal y su debut como Capitán.
"… ¿Eh?" Dijo una confundida Leina quien miro a Bell y recordó que era lo que iban a hacer después de que ella fuese registrada como Aventurera de forma oficial, "Ah, claro me había olvidado…" Admitió débilmente la rubia… su cuerpo estaba intacto pero su espíritu estaba derrotado.
Por supuesto, Bell entendía el problema aquí.
"Si realmente no te sientes con ganas puedes volver a casa," ofreció un comprensivo Bell, "Después de todo yo me imagino muy bien cómo se siente ser víctima de un sermón como ese de Eina-san," Y si bien no había hecho algo para merecerlo, Bell tenía una buena idea de cómo sería experimentarlo… y bien este realmente no envidiaba a Leina.
"N-no… solo dame un poco de tiempo," Dijo Leina quien cerro sus ojos y tomo respiros profundos mientras pensaba en su madre, el pensar en María siempre era un gran motivador para Leina cuando esta se sentía emocionalmente exhausta como ahora, "…por supuesto que si voy a ir contigo," Sonrió Leina quien recobro la fuerza que fue succionada por el sermón/explicación de Eina, "Esta vez estoy preparada y tengo compañía," Ahora Leina tenía un Falna consigo lo que significaba que ella a partir de ahora solo podría volverse alguien más fuerte al ir a la Mazmorra.
Además, como ella ya no tenía nada que probar desesperadamente como ayer, esta pelearía con más cuidado junto al Capitán de su Familia.
Esta vez ella iba a entrar a la mazmorra de verdad como una Aventurera, no como la chica desesperada de ayer que había sufrido múltiples rechazos…. Y ella lo haría al lado de un miembro de la Familia Hestia.
-Mazmorra, (Primer Piso)-
Y así, un día después de su desastroso primer intento, Leina Vance nuevamente puso pies en la mazmorra.
Sin embargo, había grandes diferencias en comparación con el día de ayer.
La primera era que Leina Vance ya no había entrado en desesperación para buscar la aceptación de una Familia al matar monstruos por su cuenta… no, ahora ella ya era parte de su Familia y había entrado para combatir al lado del otro miembro de esta.
La segunda era que esta se encontraba vistiendo la poderosa armadura de su madre, una armadura que además venía con el escudo capaz de aguantar ataques hasta de los monstruos más temibles.
Y finalmente la más importante… Leina entraba aquí como miembro de una Familia, la miembro más nueva de la Familia Hestia quien estaba acompañada del Capitán Bell Cranell.
"¡Vamos Leina! ¡Tenemos monstruos que derrotar y una Diosa a la que volver!" Declaro Bell preparando su cuchillo, esta vez el peliblanco se sentía bastante más animado en comparación con sus experiencias en solitario.
¿Cómo iba a saber el que se sentía tan bien el tener finalmente a otro miembro de la Familia a su lado en combate?
Leina por su parte veía este lugar con memorias resurgiendo de lo que fue su primer intento sin Falna.
"…Estoy de regreso," Dijo para sí misma la hermosa rubia, "¡Pero ahora no será como la última vez!"
"Bien dicho," Bell sonrió al ver lo determinaba que estaba Leina, "¡Entonces vamos allá!" Y con eso Bell Cranel se lanzó al combate.
"¡…Vamos!" Declaro la rubia quien agarrando su espada con fuerza fue detrás de Bell.
Y así comenzó la batalla…
Bell se movió de forma más ágil y con más velocidad. Apuntando rápidamente a los cuellos de sus oponentes sabiendo que esa era el área donde era más fácil que estos muriesen, sin embargo, cuando este no podía lastimar de forma mortal a esos objetivos, un corte en el pecho u otra parte del cuerpo los dejaba lastimados igualmente.
En cambio, Leina peleaba de forma más segura, no moviéndose mucho a diferencia de Bell quien estaba en constante movimiento.
Ella a diferencia de Bell Cranel no poseía una agilidad tan grande… quizás porque su armadura era más pesada de lo que aparentaba… o quizás porque ciertos tanques de leche en pecho dificultaban ese tipo de movimientos que requería un cuerpo distinto, al final Leina no podía imitar a Bell cuando se trataba de moverse ágilmente.
Al final su cuerpo menos ágil le hizo elegir una forma de pelear distinta.
Al no moverse tanto como Bell, Leina era más fácil de atacar para los monstruos… como un Kobold que se lanzó hacia ella buscando morderle el cuello.
¡CLANG!
Por suerte ahora ella tenía su escudo para protegerla asique Leina bloqueo las garras del Kobold con facilidad.
"Grrr!" Gruño el Kobold que intento atacar a Leina.
Pero Leina no le dio oportunidad para ese ataque al ella con una gran determinación y sangre fría decapito al Kobold con un movimiento de su espada.
"Bien… lo estoy logrando," Sonrió ella al ver como en esta ocasión la batalla en la Mazmorra se estaba desarrollando diferente a su primera vez.
La primera vez fue ella totalmente en la defensiva, pero ahora gracias a Bell encargándose de parte de los monstruos ella pudo pelear de mejor forma.
Los movimientos de ambos eran claramente los de unos novatos, les faltaba finesa, les faltaba técnica, les faltaba experiencia…. Aunque lo que no les faltaba eran ganas, voluntad y el deseo de regresar a casa con su Diosa.
Era claro que ellos solo habían comenzado. No había que esperar maestría de alguien que llevaba tan poco tiempo en la Mazmorra… o bueno alguien sin un entrenamiento previo formal.
Bell Crannel creció en una aldea rural donde tristemente para el no hubo nadie que pudiera enseñarle a pelear, asique lo único que este pudo hacer fue entrenar el solo y contra oponentes imaginarios.
Ambos eran en conclusión autodidactas cuando se trataba de sus estilos de combate, ellos mismos habían sido sus propios maestros porque nadie había estado ahí para enseñarles, eso se traducía en una técnica inexistente, solo moviendo sus armas con fuerza para matar a sus oponentes.
Simples… pero dichos movimientos servían ante oponentes de bajo nivel como estos, en general los monstruos al ser seres de más instinto que técnica eran oponentes que no requerían más finesa para derrotar, solo golpes fuertes.
Aunque algo notable de estos dos era… el hecho de haber peleado juntos en solo una ocasión. Bell y Leina ni siquiera hicieron un entrenamiento previo antes de entrar a la mazmorra para ver como peleaba el otro ya que como seria le primer viaje oficial de Leina, estos solo irían al primer piso y Bell estaba seguro de poder protegerla.
Usualmente a dos personas les costaba formar una sinergia con la otra al pelear lado a lado a menos que hubiesen entrenado juntos, para unos desconocidos entonces se requeriría o entrenar juntos, o entrar juntos a la Mazmorra varias veces para entender como peleaba el otro.
Cuando los ruidos de batalla se comenzaron a calmar, un montón de monstruos yacían muertos.
A simple vista ellos lo habían logrado, Bell y Leina habían completado con éxito la primera expedición de la Familia Hestia como tal.
Sin embargo… dos monstruos no habían caído muertos como se creía ya que desde el suelo un malherido Goblin con una herida profunda en el estómago que Leina no mato se alzó de pie, mientras que un Kobold con un ojo destruido que Bell no mato también se alzó desde el suelo.
Ambos monstruos… ¡Con lo último de sus fuerzas saltaron hacia Bell y Leina!
Por suerte…
"¡Detrás de ti/Detrás de ti!" Al unísono Bell Cranel y Leina Vance exclamaron esas palabras… antes de actuar exactamente al mismo tiempo.
Con su gran agilidad y movimientos rápidos, Bell llego primero a su objetivo y clavo certeramente su cuchillo en el cuello del Goblin dándole una muerte al instante.
Leina no poseía la misma agilidad que Bell, sin embargo, su espada poseía un mejor alcance que el cuchillo de este, por lo que al mismo tiempo que Bell ella logro clavar su arma aun teniendo una velocidad inferior.
Los cuerpos muertos de ambos monstruos habían caído al suelo señalizando así el final de esta primera exploración juntos en la Mazmorra.
Ese movimiento de los dos fue uno perfectamente sincronizado, una sincronización propia de Aventureros de primera calidad que habían peleado juntos por un buen tiempo…. Tal tipo de movimiento nació de estos novatos quienes solo actuaron por instinto.
Una vez los enemigos se confirmaron como muertos, Bell y Leina se miraron al otro a los ojos, ambos estaban sonriendo por lo que había sido esa experiencia.
Bell porque ahora él podía pelear al lado de alguien, Leina porque ella tenía a Bell a su lado.
Sin embargo, la sonrisa que Bell y Leina compartieron fue algo que dijo más que simples palabras. Como si un mensaje hubiese sido dado que solo ellos dos entendieron.
Peleamos juntos, cuidamos la vida del otro, ganamos juntos.
Fue el mensaje en las miradas de ambos. Así de simple, así de poderoso.
Este sentimiento de poder confiar totalmente en quien peleaba a tu lado ya que ambos pertenecían a una misma Familia y servían a la misma deidad… era algo que podías encontrar en varias Familias que habían llegado lejos.
Si había hostilidad y falta de coordinación, entonces uno solo podría esperar la muerte más abajo en la Mazmorra.
Quizás ese movimiento perfecto entre ambos era… una muestra del talento natural que poseían estos dos novatos, si bien ellos carecían de buen equipamiento (Salvo la armadura y escudo de Leina los cuales eran de calidad 5 estrellas) de dinero, de un hogar decente y en general de todo lo que una Aventurero de primer nivel tenía… pero lo que si poseían era sueños, potencial y la voluntad para volver realidad sus objetivos.
Ahora el único obstáculo para estos dos era únicamente el tiempo para llegar a ver ese potencial florecer.
"¡Ha!" Y en una carga frontal Bell Cranel le dio un gran corte en el pecho a otro monstruo que intento cargar hacia él. El ultimo monstruo había caído.
Para este punto el primer piso ya no era nada para Bell Cranel, ciertamente solo podía ser una semana, pero Bell ya había dejado a este piso atrás, eso ayudaba a Leina quien en esta batalla pudo mostrar algo mejor que su primer intento gracias a que al moverse constantemente, Bell atraía más atención de los monstruos.
"Bien, ese fue el último," Dijo Leina quien viendo a su alrededor lo pudo confirmar, ya no había monstruos aquí.
"Excelente, nuestra primera expedición como Familia termino sin problemas," Dijo Bell, "Como Capitán realmente me siento feliz por este resultado," Solo había pasado un día desde que se le había nombrado Capitán, pero francamente Bell ya se había hecho a la idea y había aceptado por completo su rol.
"Cuando peleamos juntos me sentí segura, realmente mereces ser el Capitán," Añadió Leina.
"Muchas gracias," Sonrió un avergonzado Bell ante esas palabras, si bien él no estaba acostumbrado a ese tipo de halagos… se sentía muy bien.
Aunque claro, las cosas no habían terminado.
"Entonces Leina, ahora viene la parte que no es la más glamorosa pero que es necesaria: El sacar las piedras mágicas," Dijo Bell apuntando a los monstruos caídos.
Las Piedras Mágicas por las cuales se encontraban dentro de los monstruos eran lo principal. Estas eran la mayor recompensa por derrotar a los monstruos y lo que hacía de Orario un lugar tan prospero al tener un monopolio sobre estas debido a que la única mazmorra se encontraba aquí, asique lo que los Aventureros buscaban aquí además de eliminar a los monstruos eran las piedras mágicas dentro de estos las cuales serían intercambiadas por dinero. Mientras más bajo más grandes eran las piedras mágicas y por lo tanto mejor la recompensa… pero al mismo tiempo más peligroso.
En fin, el punto era que las piedras mágicas eran lo que permitía que ser un Aventurero fuese algo tan viable y una profesión que te podía ganar bastante.
"Muy bien Bell," Asintió Leina quien miro a los caídos monstruos… si bien para una chica cuya vida anterior fue una vida de clase alta con sirvientes atendiendo sus necesidades el tener que abrir un cadáver para extraer una piedra era algo que ella nunca había hecho, ella supo que era algo que tenía que hacerse.
Y así el único sonido que resonó por varios minutos en este primer piso fue el de la carta siendo abierta por los filos de las armas y el de una mano entrando a un cadáver.
Así ambos siguieron por varios minutos, únicamente haciendo ese deber de sacar las piedras mágicas, si bien los aventureros con más dinero podían permitirse a un Ayudante para hacer ese trabajo, para los aventureros pobres esta era la realidad.
Pero aun teniendo que hacer este trabajo…
"Siento que la vida es muy buena," Sonrió Bell con una sonrisa pura mientras los cadáveres de monstruos adornaban el suelo, "A veces de un instante para otro todo puede cambiar para mejor, tan solo ayer había terminado yo solo de sacar las Piedras Mágicas de los cadáveres de los Monstruos que derrote, pero ahora lo hago contigo Leina,".
"Bueno… nunca pensé que así se sentía el sacar una Piedra Mágica," Comento Leina mientras ella sacaba las Piedras Mágicas de los cadáveres de los Monstruos, "Es algo nuevo, pero… no estoy tan repugnada como pensé que estaría," Quizás era porque Bell estaba ahí con ella.
En su primera 'expedición' a la mazmorra esta se encontraba más preocupada de arrancar un parte del cuerpo de un monstruo para demostrar que ella lo había matado y que con eso alguna Familia reconsiderase el dejarle unirse.
Pero ahora ella estaba en una mazmorra tranquila ya que los monstruos dejaron de aparecer luego de que el ultimo que los ataco hubiese caído a manos de una Leina quien lo decapito.
"Se siente raro, ¿verdad?" Pregunto Bell con una pequeña risa, "Sería ideal algo como que los monstruos se desintegrasen al morir para así no tener que hacer esta parte del trabajo," Ciertamente sería conveniente… pero lamentablemente eso no sucedía.
"Si, pero bueno esto es algo que los Aventureros deben hacer cuando no pueden tener un Ayudante," Dijo Leina recordando esa información.
En el caso de María Vance ella no tuvo que experimentar esto y que su Familia había sido una que había tenido dinero desde el inicio. Pero en sus historias ella le explico a Leina que eran los Ayudantes y el rol que estos servían.
María podía no haber vivido para ayudar a Leina a conseguir su sueño, pero lo que ella pudo aprender de sus anécdotas sin duda le sería útil.
"Sería bueno y haría más fácil esto… pero no creo que podamos pagar uno," Dijo Bell quien recordó cómo iban las finanzas de la Familia Hestia, "El dinero no es algo que nos sobre exactamente…"
Como el único Aventurero y quien traía el dinero de sus expediciones (O hasta antes de esta expedición), Bell sabía cuánto dinero tenían ahorrado sumando lo que el ganaba con lo que Hestia ganaba en su trabajo vendiendo comida, la cantidad no era mucha y si bien desconocía cuanto costaba un Ayudante, Bell no creía que con lo que tenían podrían pagar.
Honestamente Bell deseaba poder ganar más, pero… como Nivel 1 que solo llevaba una semana el realmente no podía ir más abajo a riesgo de morir.
Aun así, Leina noto que su estado de ánimo no era el mejor.
"Descuida, ¡Ahora yo estoy aquí!" Declaro Leina quien puso la mano sobre su corazón, "Conmigo aquí derrotaremos a más monstruos y ganaremos más dinero," El tono de voz que Leina uso era uno que no daba lugar a dudas.
"Leina…" Susurro un conmovido Bell ante esas palabras.
"Y cuando seamos más fuertes iremos a los pisos más bajos, ganaremos más dinero con las piedras y podremos contratar un Ayudante," Y Leina hablaba como si eso fuese una eventualidad en lugar de una posibilidad.
"Entonces sigamos, para llegar a ese punto debemos terminar aquí y volver a casa para tu celebración," Dijo Bell.
Como si su gran animo fuese algo contagioso, Leina también sonrió y puso más velocidad en sus acciones.
Así ambos terminaron con el botín del día de hoy, la primera expedición juntos como Familia había concluido de buena manera.
"Genial creo que llevamos el doble de lo que yo gano en un día," Dijo un feliz Bell quien comenzó a imaginarse un futuro mejor para la Familia Hestia ahora que Leina estaba ahí para ayudar, "Con esto no tendremos que preocuparnos por el dinero por varios días," Con la cantidad que ellos habían ganado más el dinero que Leina trajo consigo, la Familia Hestia tenía por primera vez una cantidad de dinero notable que podría servir como ahorros en caso de emergencias.
Este dúo eventualmente sería considerado un dúo legendario aun cuando más personas notables se uniesen a esta Familia y diferentes combinaciones legendarias naciesen en esta… aun así sería cuando estos peleasen juntos que el verdadero potencial de la Familia Hestia se mostraría.
No era muy aparente ahora claro está, pero cuando las condiciones ideales para el crecimiento de ambos se pudieran dar… entonces los resultados serían asombrosos.
Pero para esas condiciones era necesario mejor equipamiento, más miembros en la Familia, más dinero para pociones… en general a esta Familia les hacía falta todo, comenzando por un hogar decente.
Todo tenía solución afortunadamente… ya que una mínima ventaja que la Familia Hestia tenía era el no tener deudas.
Resulta que cuando Hephaestus hecho a Hestia de su hogar, esta no le cobro nada por el tiempo que la Diosa del Hogar había estado quedándose con ella, incluso con la Iglesia Abandonada la cual honestamente valía casi nada.
Uno vería eso como demasiado generoso por parte de Hephaestus pero… digamos que esta le debía mucho a Hestia en términos de favores cuando ellas estaban en el Tenkai
Ahora, estando en el Gekai todo cambiaba, esos favores del cielo no valían mucho, pero como Hestia era la única que no le disgustada la deformidad que ella ocultaba en su ojo con parche, ahí había algo especial y una de las razones por la cual Hephaestus mantuvo a Hestia por tanto tiempo.
"Me alegra saber eso," Dijo Leina, "Aun cuando solo somos dos podemos ayudar a Kami-sama,".
"Seria genial poder tener más miembros," Comento Bell pensando en si era posible conseguir más gente, "Podríamos derrotar más monstruos e ir más profundo una vez seamos más fuertes y traer el triple de ganancias," Con eso los problemas básicos que ellos tenían se solucionarían y quizás incluso su Diosa ya no tendría que trabajar.
Entonces incluso esta pobre Familia podría comenzar a buscar un nuevo hogar que fuese mejor que esa iglesia abandonada.
Bell quería darle una vida mejor a su Diosa, pero como un simple Aventurero Nivel 1 que no iba más allá de los pisos más bajos, tal cosa no era posible a menos que este bajase más.
Mientras más abajo en la Mazmorra, más ganancias había, pero al mismo tiempo más riesgo había por los monstruos más fuertes más la frecuencia con la que estos se manifestaban… entonces aumentaba el peligro.
Aun si era alguien muy fuerte como un Aventurero en solitario, o un dúo muy fuerte que se coordinaba como nadie, o quizás un trio que perfectamente cubría las carencias del otro… la Mazmorra terminaría por llevarse la vida de aquellos que aun por muy fuertes que sean, carezcan los números necesarios para adentrarse en lo más profundo.
Al final lo necesario era además de poder y habilidad… eran los números.
Incluso el más fuerte puede cansarse, incluso el más fuerte eventualmente podría ser arrollado por números superiores de oponentes más débiles.
Aun un Aventurero Legendario que superarse todos los niveles no podría pasar desde cierto punto de la Mazmorra estando solo… pero un grupo de Aventureros de alto nivel y habilidades que se complementasen ciertamente podrían lograr llegar a donde otros nunca lo hubiesen logrado.
Incluso si ahora mismo estos eran únicamente un dúo de novatos que vivían en una iglesia abandonada junto con una Diosa que tenía que trabajar en un puesto de comida… el potencial para ser más se encontraba en ellos y en los que se unirían a futuro.
"Sin duda eso sería genial," Contesto Leina, "…Espero que la siguiente persona no la encontremos en una situación como la mía… no todos tendrían la misma suerte que yo tuve," Luego de la… 'amable lección' de Eina, Leina entendió lo temeraria y estúpida que fueron sus acciones y de ser posible le gustaría evitar que alguien en su misma situación intentase lo mismo para probar su fuerza.
"Si… de no ser porque yo estaba ahí…" Bell no quiso terminar sus palabras, pero era claro como él se sentía al respecto.
Lo de Leina fue un gran golpe de suerte que Bell duda que se repita, incluso alguien ingenuo e idealista como él lo sabía. Aquella situación fue tan perfecta que era poco probable que se repitiera.
En su primera semana Bell no encontró a nadie y cuando este encontró a Leina fue en una situación muy crítica en la que si él hubiese llegado tarde probablemente Leina no hubiese podido sobrevivir asique su llegada fue en tiempo perfecto.
Si Bell hubiese llegado tarde entonces… muy probablemente él no tendría a Leina a su lado en estos momentos y ella hubiese terminado siendo una víctima más de la Mazmorra, una chica que tenía sueños y un gran potencial, pero cuya vida hubiese terminado demasiado pronto sin que nadie lo supiese.
'…solo pensar en eso me hace sentir realmente enojado,' Bell apretó los dientes y agradeció el poder haber llegado a tiempo. Él podía conocerla desde hace poco pero igualmente Bell ya veía a Leina como alguien por quien el pelearía hasta la muerte.
'No pienses en eso entonces, ella está bien, ella está aquí contigo y eso es lo que importa,' Se dijo a si mismo Bell, aunque intentado no pensar en ese momento, este se enfocó en las palabras de Leina, '¿Me pregunto si de nuevo tendré la suerte de encontrar a alguien que busque una Familia y no le importe nuestra situación?' Pensó Bell mientras él y Leina subían hacia el primer piso de la Mazmorra.
Cuando él estaba solo el mayor foco de Bell había sido la Mazmorra, encontrar a más miembros era algo secundario ya que su Diosa le explico que nadie antes había querido unírsele y que el encontrarlo a él fue un golpe de suerte para ambos.
"Bell, ¿Estas bien?" Pregunto Leina después de ver que Bell se había quedado callado por un buen rato.
"Ah, perdona… creo que me perdí en mis pensamientos," Dijo el peliblanco con una expresión de vergüenza, "Solo sigamos caminando y regresemos a casa luego de conseguir el dinero en el Gremio, recuerda que tenemos la celebración que nos prometió Kami-sama por tu llegada".
"…Si regresemos a casa," asintió una Leina que estaba feliz de poder decir aquellas palabras.
Después de todo… ella finalmente sentía en años que había un hogar a donde ella poda volver… a diferencia de la Mansión de los Vance que dejo de sentirse así una vez Claudette y Elina dejaron de pasar tiempo ahí para salir a pelear luego de obtener sus Falnas.
Si bien Leina quería mucho a sus hermanas y apreciaba al mismo tiempo los esfuerzos de los sirvientes de la Familia Vance… para esta altura de su vida ese castillo ya no era algo que esta disfrutase sino más bien se sentía como una prisión, una prisión donde sus necesidades eran atendidas… pero al final una prisión que limitaba su libertad.
Tener que estudiar sobre cómo manejar el territorio, sobre como criar aun heredero, sobre cómo actuar en fiestas… todo lo que una dama de la Familia Vance debería saber.
Y el casarse con alguien quien ella no conociese por supuesto… eso fue algo que Leina siempre detesto más que lo demás. Sin embargo, su padre la ignoraba cuando esta objetaba a tal situación.
La vida en su hogar de nacimiento simplemente ya no era algo que Leina podía disfrutar.
Asique…
En otras palabras, Leina consideraba esa vieja Iglesia Abandonada se sentía más un hogar que el lujoso castillo de los Vance simplemente por la calidez de los habitantes quienes no le impedían el vivir su sueño.
Aun cuando ella había pasado solo una noche con la Familia Hestia en aquella iglesia abandonada, para Leina fue una gran noche de sueño. Había ciertamente una diferencia en dormir acompañada de los miembros de su Familia con los cuales ella sentía que se podía confiar y quienes no tenían problema alguno con su sueño de ser Aventurera.
Aquí con la Familia Hestia no había lujos, aquí no había habitación espaciosa, aquí no había comidas hechas por gourmets, aquí no había cama suave con sabanas hechas de las más finas telas… y aun así Leina lo prefería.
Finalmente ella había conocido a gente que aprobaban que ella pelease y quienes no querían forzarla en un rol que esta no deseaba, finalmente ella podía cumplir sus sueños de seguir los mismos pasos que su madre quien en su juventud debió haber peleado en estos mismos pisos cuando ella inicio su aventura.
Ella encontró a la Diosa que quería hacer feliz junto con el chico el cual ella quería pelear a su lado… el chico que se vio tan genial cuando este la salvo, el chico que tenía una sonrisa que hacía que su corazón latiese rápido… el chico que vio sus senos siendo el primer varón en hacerlo.
'¿¡E-eh!? ¿¡D-de donde vino eso!?' Pensó Leina al darse cuenta de sus pensamientos sobre el peliblanco… además de haber recordado el 'incidente'.
La primera expedición de la Familia Hestia había sido un éxito, con Bell y Leina mostrando una coordinación y natural en combate.
Pero mientras ellos en Orario andaban del todo bien, acercándose a la ciudad… se encontraba alguien que se volvería importante para la Familia Hestia.
-Con Nowa (Camino hacia Orario)-
Para cierta Mitad Elfo las cosas se habían vuelto un poco movidas.
Después de encontrar su determinación Nowa partió a toda velocidad hacia Orario y ella logro avanzar una distancia considerable siendo tan solo una persona y luego de descansar una noche esta se encontraba lista para seguir.
Lo malo fue que a medio camino y por competa casualidad Nowa termino cruzándose a primera hora con un campamento… perteneciente a un grupo de bandidos.
Como se ha mencionado la ruta que esta chica había tomado era una de comerciantes y debido a las condiciones meteorológicas (Alto riesgo de lluvia) estos no habían pasado y Nowa no pudo pedirles ayuda.
Pero al mismo tiempo como esta ruta era de comerciantes, el que hubiese bandidos cerca sabiendo que tipo de ruta era esta sería algo muy natural.
Si bien el clima aseguraba que ningún comerciante pasase por aquí, este grupo en particular al no ser ni muy poderoso ni muy peligroso decidió acampar aquí por si alguien pasaba.
Fue ahí que Nowa por accidente encontró el campamento e inocentemente les pregunto si ellos sabían cómo llegar a Orario sin saber que ellos eran bandidos.
Cuento corto al ver a una mitad elfo caminando hacia ellos estos vieron un perfecto objetivo para capturar y vender ya que mitad Elfo o no, estos seguían valiendo un buen precio para quienes estaban interesados.
Sin embargo, creyendo que ella era solo una joven Mitad Elfo que vendería por un buen precio, estos cometieron un error al subestimarla al tener números superiores a pesar de que ella llevase consigo su arma: Anunciar al aire libre el ser bandidos.
Eso lo sello todo porque una lección de su maestra resurgió en su cabeza:
"Nowa si algún día te encuentras con bandidos, no lo dudes y ataca sin sentir lastima," Repitió Nowa.
¡Por suerte las lecciones de su maestra eran útiles!
Ella siguió esa lección a la perfección, ella peleo contra el grupo de veinte.
Segundos después ella se encontraba rodeada de esos bandidos tirados en el suelo, cada uno de ellos gimiendo de dolor, para Nowa este fue un combate en extremo fácil, aun estando superada numéricamente su técnica era superior ya que los años de entrenamiento y combates de entrenamiento con su maestra habían creado a una poderosa guerrera… aunque lo que le faltaba era experiencia en el mundo real al ser una chica ingenua.
"Auhhh…" Gimió de dolor uno de los bandidos.
"No puede ser… ella sola lo hizo todo," El bandido que quedaba dijo eso totalmente aterrerado al ver lo que ocurrió.
"Muy bien solo queda uno," Dijo Nowa quien agarro con fuerza su arma y lentamente camino hacia el ultimo bandido, en el rostro de ella no había ni felicidad ni tristeza o miedo, tan solo el rostro de alguien haciendo concentrado en hacer una tarea…. Pero su entrenamiento originalmente había sido dado para pelear contra invasores del bosque (Que nunca llegaron) asique Nowa puso en práctica esas lecciones.
Nowa sabía que eran malas personas asique no hubo reparos en derrotarlos.
"¡E-espera!" El ultimo bandido dijo eso con mucho miedo al ver como lentamente la que debería haber sido una captura termino dejando a todos en el suelo, "¡N-no me lastimes!"
"Lo siento señor, pero ustedes son bandidos e intentaron atacarme," Nowa negó con la cabeza.
Como último acto desesperado el bandido tomo su saco de dinero… y se lo lanzo a Nowa quien sin problemas lo agarro.
"¡E-e es todo nuestro dinero asique n-no me lastimes!" Dijo asustado el hombre.
"¿G-gracias?" Dijo una Nowa que no estaba segura de cómo responder ante esto. Ella no iba a pedir nada, pero termino con dinero en sus manos… ¿No se suponía que los bandidos quitaban y no daban?
"D-dices vas a Orario, entonces definitivamente necesitaras ese dinero para pagar la tarifa de entrada y donde quedarte," Fueron las palabras del bandido restante, "Y sabes que como Orario sigue estando lejos y note que solo andas a pie… estaría dispuesto a darte un caballo totalmente gratis, incluso viene con comida y agua," El señalo hacia donde los caballos estaban amarrados.
"¿¡En serio!?" Pregunto una sorprendida Nowa. La oferta la tomó por sorpresa sin embargo para ella estas eran buenas noticias ya que un caballo sería una gran ayuda.
Si bien ella tenía una excelente condición física para seguir esta ruta y tomarse descansos en menos ocasiones, este viaje seguía siendo uno extenuante incluso para Nowa asique la idea de poder tener un caballo era algo bienvenido.
Ahora, fácilmente ella podría haberlo robado ya que lidiando con bandidos entonces uno no debería tenerle aversión a robarle a gente que robaba y asesinaba en primer lugar… el problema era que Nowa era una chica de muy buen corazón que ni siquiera consideraría ella misma la posibilidad de robar lo que jamás le cruzo la mente.
Admirable que una chica de corazón tan puro e inocente existiese… aunque al mismo punto podía ser peligroso si alguien con intensiones nefastas que buscasen tomar ventaja de esa inocencia la encontraba.
Por lo menos el dinero para pagar la entrada a Orario no sería problema alguno junto con una mejor forma de llegar, ciertamente las cosas para Nowa estaban poniéndose mejores con el pasar del tiempo…
"Quizás… ¿Dejar mi el bosque fue para mejor?" Nowa dijo eso sin pensarlo mucho.
Es decir, ella todavía extrañaba terriblemente a su maestra, de eso no había duda alguna y Nowa no podía evitar desear regresar con ella… sin embargo endureciendo su voluntad, esta persevero.
Si bien el pelear con bandidos no fue lo ideal, ella termino finalmente poniendo en práctica su entrenamiento y mostrando un enorme logro terminando asi con dinero y un caballo… asique esto podía ser llamado un plus.
"Ehh… se encuentra bien?" Pregunto respetuosamente el bandido.
"Ah, disculpe solo estaba pensando en otra cosa," Aun siendo un enemigo, Nowa se disculpó, "Gracias por el caballo y los suministros," Agradeció ella.
"Y cómo vas a Orario S-solo sigue ese camino en línea recta," Dijo aterrado el bandido apuntando hacia una dirección, "deberías poder llegar a Orario si haces eso… asique no me lastimes,".
"Descuida, según mi maestra si un oponente se rinde debo aceptarlo," Respondió una sonriente Nowa para alivio del bandido.
"¿E-en serio? Pues esa mujer debe ser muy sabia…" Para no provocar a Nowa este hombre decidió que el mejor curso de acción eran buscar alagarla.
"¡Sip! ¡Ella es la mejor!" Asintió muy alegre Mitad Elfo.
"Me alegra saberlo, e-entonces creo que usted debería tomar el caballo e irse… yo me quedare aquí atendiendo a mis caídos compañeros," Ese hombre solo quería que Nowa dejase el campamento, la forma tan clara como ella los supero y derroto elimino cualquier idea de capturarla y venderla.
Nowa asintió y esta estaba a punto de hacer tal cosa hasta que al pensar en la situación ella decidió hacer una pregunta.
"Ah, ¿No estarás pensando en atacarme cuando baje la guardia?" Pregunto Nowa mirando con sospecha al bandido… como ella no podía diferenciar si intentaban engañarla decidió preguntar directamente.
Como su maestra le dijo que los bandidos eran gente en quien ella no podía confiar, Nowa decidió asegurarse.
"¡No! ¡Le juro que no! ¡Si lo hiciese solo terminaría lastimado!" Nowa lo superaba demasiado como para pensar en eso.
"Oh, bien porque mi maestra me dijo que no debía confiar en bandidos, que si les doy la espalda estos intentarían atacarme aun cuando dicen que se rinden," Explico Nowa, "Si lo pasaba entonces mi siguiente ataque debería ir a tu entrepierna," Si… al parecer su maestra realmente quería asegurarse de que Nowa supiese lidiar contra posibles enemigos.
"¡Hiiii! ¡Le juro que no planeo nada!" Y eso el tipo lo decía en serio, ni loco el solo intentaría atacar a esa Mitad Elfo que humillo a un grupo de veinte bandidos ella sola.
"…De acuerdo, ¡Gracias por los regalos!" Dijo Nowa quien creyéndole al asustado bandido procedió a subir al caballo y dejar el pequeño bolso con dinero amarrado a su falda.
Ahora estando sobre este animal, Nowa sabía lo que se tenía que hacer.
"Por suerte una de las lecciones de mi maestra fue como andar a caballo," Contesto Nowa recordando esa vez que su maestra trajo un caballo para esa parte de sus lecciones, "Ella me explico cómo eran los mejores animales para viajes a largas distancias y que aprender a montar uno sería útil,".
Debía ser dicho: La maestra de Nowa realmente daba clases completas en varios aspectos.
"Muy bien caballo… ¡Vamos hacia Orario!" Ordeno la Mitad Elfo.
El caballo muy feliz siguió las ordenes de Nowa y este comenzó a correr hacia toda velocidad en dirección a la ciudad laberinto.
"C-como alguien se ve tan inofensiva puede ser tan fuerte…" Dijo para sí mismo el último de los derrotados bandidos.
Cara dulce, personalidad dulce, inocencia, cuerpo joven… y una peleadora bastante completa que solo podía crecer todavía más, todo en una sola chica.
Nowa se acercaba más y más a Orario. Cada vez más hacia lo que ella soñaba… un hogar.
NOTAS DEL AUTOR:
Muchas gracias a todos mis lectores, como andaba inspirado aquí hay un nuevo cap.
En fin no mucho, solo Leina registrándose en el Gremio y revelando por qué ella quiere mantener su apellido oculto… espero que esa razón haya tenido sentido.
También la primera batalla de Bell y Leina, si bien las escenas de combate son mi punto débil, aquí espero que haya salido decente.
Para los que se pregunten por otros personajes como Melona, Airi o Echidna, les aseguro que aparecerán, tengo un orden de entrada definido basándome en la historia de Danmachi como base principal y de cómo las chicas de QB encajan en la historia.
Asique aun si tengo una favorita y la quiero lo más pronto posible, si veo que es demasiado pronto no la pondré y es final.
Otra cosa:
Para alguien que comento… Bell probablemente terminara viviendo en una mansión playboy rodeado de bellezas siendo el único chico en un mar de chicas con cuerpos de primera clase. Espero poder llegar a mostrar tal belleza.
Y además les aseguro el necesitará entrenar sus caderas para sobrevivir a lo que eventualmente le vendrá XD
Además, créanme, Bell vera muy cerca y de primera mano como Nowa tiene un concepto interesante de la ropa interior… tan solo esperen.
El próximo cap entonces veremos como esta Familia obtiene un nuevo miembro.
En fin, eso es todo, agradezco mucho a todos aquellos que comentan en mi historia, siento que es difícil al ambas no ser series muy conocidas, pero igualmente me alegro de que haya gente que le guste y se tome el tiempo de molestas.
Tengo grandes planes para esta historia y cuando digo que planeo que la Familia Hestia se vuelva legendaria, realmente lo digo y esta historia muestra como ellos llegaran a lo mas alto poco a poco con cada miembro y aventura mientras los inicios son humildes.
Si tienen alguna sugerencia pueden mandar un PM y la considerare si es viable.
En fin, muchas gracias, si quienes leen pueden dejar un comentario estaría muy feliz, nos vemos en el próximo cap.
