Hola Lectores y amigos mios, una vez más les traigo un capitlo más y como se los dije, seran más largos y es por eso que la espera y el tiempo apremia y aqui se los traigo nuevamente, seguramente van a encontrar referencias de las dos temporadas pasadas y unos guiños para lo que se viene y espero que me tengan paciencia y sigan dandole vida al fic, ya que son los lectores quienes le dan vida y seguimiento. Así que veamos que va a pasar y si les gusta, no duden en darle un review :) o un favorito, estare agradecido. A proposito, deje una encuesta en mi perfil, por si quieren pasar a votar.
Primer aviso: Las actualizaciones seran cada domingo, así que no se desesperen
Segundo aviso: CLASIFICACIÓN M, contenido sexual, palabras antisonantes y más habra en este fic.
Tercer aviso: Fairy Tail le pertenece a Hiro Mashima y solo lo hago por diversión, así que vamos a darle con el capitulo estreno de hoy y si les gusto no duden en darle un review
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Fairy Tail: Saga de las Dos Cruzadas
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Capítulo 11: Indicios de Guerra
-Media hora después-
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-Auch…aun me duele.- En la taberna de Nancy, en la isla de River Yun, mejor conocida como la gran isla de los piratas, una joven maga celestial de ahora cabello rojo como el mismo atardecer se estaba quejando por el dolor físico en su cuerpo y una que otra cortada, tras la lucha campal en la misma taberna, la maga celestial estaba soltando una risilla burlona mientras era curada por uno de sus espíritus celestiales, una llave Olimpia conocida como Higia, la curadora, usando una hoja de olivo pasando por todo el cuerpo de Lucy ahora con la identidad de Layla.
-Señorita Lucy, esto le pasa por andar de peleonera.- Higia actuaba como si fuera su madre regañándola y arqueando la ceja mientras Lucy hacia un puchero enfrente de los demás de la tripulación, ellos a diferencia de Lucy, fue a base de la magia curativa de la única en la tripulación en no terminar borracha, la joven gitana albina de Quin.
-Lo siento Higia, no volverá a pasar.- Decía "Layla" mirando como todos los piratas se levantaban aun ebrios o curándose las heridas a su manera.
-Tengo que admitir que "Layla" golpea fuerte.- Evans, el joven pirata pelirrojo tenía una botella de ron fría en su cabeza por el gran dolor que tenía además de sentarse a lado de Lucy con una sonrisa descarada.
-¡Eso te pasa por tocar mis pechos!- Le gritaba Lucy recordando ese momento incomodo que tuvieron ellos aunque Evans no parecía arrepentido de nada.
-Cierto ¿Qué tal tu Hayes?- Evans volteaba a ver a su amigo, encima de la mesa cociéndose otra herida en su brazo por el combate físico que tuvo con algo de paciencia y de evitar volar todo el lugar gracias a su habilidad de hacer explotar las cosas como si fueran simples baratijas
-Aun necesitan más hombres para derribarme.- Sonreía orgullosamente el hombre de tez morena con el puño arriba.
-Pero Nidia fue quien te aventó a la mesa.- Rin le bajo de su nube mientras se sentaba con algo de dolor suspirando mientras Hayes la miro de reojo.
-Dije hombre, no mujer.- Decía entre broma y broma con Rin mientras Levy ya sentía como el alcohol abandonaba su cuerpo respirando tranquilamente en la mesa, lo cual se percató Rin algo avergonzada
-Lo siento por decirte plana Levy, me deje llevar.- Dijo la pelirrosa con una sonrisa tratando de que las cosas salieran bien y no hubiera una discusión por el tema de quien era más plana.
-Yo también lo siento, supongo que el ron me hizo actuar muy raro.- Levy poso su mano en el hombro de Rin para hacerla sentir mejor mientras que todos se curaban sus heridas físicas y algo vergonzosas, Quin los miraba a todos de reojo.
-A todos.- Eso fue lo único que dijo la albina ya que miro a su derecha mirando a la primera oficial de la tripulación completamente "destruida" por el alcohol que ni siquiera el dolor físico de la pelea sentía, Nidia estaba en la mesa sujetando un pequeño cofre con fuerza y aun con el alcohol a tope esperando por lo menos descansar.
-Mierda…necesito…dormir.- Nidia entre hablada sintiéndose completamente mareada y con los ojos cerrados esperando descansar más.
-Todos actuaron como cualquier pirata lo hubiera hecho, nada mal.- Quin les decía con algo de risa mientras Nidia la miro para intentar decirle algo pero el ron en su sangre aun no salía del todo, Lucy ya estando mejor físicamente se percató que en toda la taberna, los involucrados en la pelea empezaban a ayudarse entre ellos mismos, levantándose del piso y bebiendo y riendo otra vez, eso le sorprendió a la maga celestial, a pesar de que no se conocían del todo, aun así se ayudaban.
-¿Por qué se están ayudando entre ellos?- Decía "Layla" mirando a Quin mientras la albina miraba la botella ya vacía, fue ella quien tomó la palabra al ser la más sobria del grupo.
-Puede que tengamos peleas y todo eso pero al final de cuentas, todos somos piratas, somos una gran familia, aun con un pasado a veces nada honroso o muchas veces negando de nuestras raíces para unirnos a la piratería como tal, todos nos cuidamos las espaldas y sin importar quienes nos quieren quitar nuestra libertad, pelearemos contra ellos como hermanos hasta el final de nuestros días.- La gitana albina hablada con palabras llenas de sabiduría "observándola" mientras Lucy y Levy quedaron algo conmovidas por esas palabras, recordándoles a las mismas palabras del Fairy Tail: Una familia, pero en estos momentos la familia había sido acuchillada por dentro por una cuestión de celos y enojo, con sus miembros dispersos ahora en el mundo, Lucy se dio cuenta que esta nueva vida no solo era de pillaje, sino era cuestión de honor y de lealtad a la hermandad de los piratas como ellos mismos se hacían llamar aun cuando eran buscados por todas las compañías militares marítimas.
-Bien explicado Quin.- Detrás de Lucy, el joven capitán y hermano de la maga celestial, Fabio VanCorr o Fabio Heartfilia, su verdadero nombre, se quedó satisfecho con las palabras de Quin y ver como su tripulación se la había pasado bien sin él alrededor.
-¡Capitán!- Rin se sorprendió lanzando por accidente una silla por la ventana con su magia de gravedad, Nancy solo suspiro al ver que tenía que arreglar las ventanas por quinceava vez en el mes.
-¡Cuando apareciste Fabio!- "Layla" se paró para abrazar a su hermano, todos los hombres estaban algo celosos de ver esa escena pero para ellos dos, ya era algo común demostrar su amor de hermanos después de conocerse por primera vez.
-Acabo de llegar…y veo que hicieron un desastre, me hubiera gustado venir antes pero la junta de las velas negras fue algo pesada, así que vine a ver a mi tripulación.- Decía Fabio despeinando a Lucy mientras ella hacía un puchero enfrente de él, al ver la mesa de su tripulación, noto que había más gente con ellos.
-Nos faltan tres… ¿Han visto a Kasumi?- Fabio arqueo la ceja y con la miraba intento encontrarla, aun en sus facultades, Nidia escucho la voz de Fabio apretando su puño con fuerza y mordiéndose el labio.
-No, ella se separó de nosotros, creo que querían ver algo, no lo sé certeza.- Dijo Evans de brazos cruzados y algo sorprendido de ver que no hay regresado aun pero la que estaba a tope con ese tema era Nidia.
-Claro…pregunta por ella.- En un susurro inaudible, Nidia se quejaba algo molesta de que su capitán preguntara por ella y no por los demás, pero más por ella en el fondo de su corazón, de inmediato sintió una mano en su cabeza que le acariciaba con suavidad, la mirada de la castaña fue de sorpresa al ver a Fabio muy cerca de ella dándole un pequeño masaje en su cabellera café, uno con suavidad.
-Veo que el ron de Nancy te llego a tu máximo Nidia, ¿Quieres descansar?- Le pregunto Fabio de manera atenta, gracias al alcohol, el sonrojo de Nidia paso inadvertido.
-No…estoy bien.- Dijo Nidia muy apacible y cerrando sus ojos lentamente con una sonrisa sin despegarse de su cofre ni de la mesa, al parecer Fabio tenía la calve de mantener calmada a una temperamental y ruda Nidia.
-Sin duda este es un gran lugar para estar en paz…entre comillas pero…me gustaría ver toda la isla.- Decía Lucy estirando los brazos y con ganas de una buena caminata, ya que la curiosidad le mataba en saber todos los secretos de la isla y si es posible, despejar su mente por unos momentos.
-Si quieres vamos Lucy, es decir "Layla"- Fabio se encaminaba a la puerta lentamente dejando atrás a la ahora pelirroja esperando que ella la siguiera, Lucy solo sonrió siguiendo a Fabio por detrás con tranquilidad a la vista de toda la taberna.
-Sera como un paseo familiar.- Decía Lucy con una sonrisa y ambos hermanos Heartfilia salieron de la taberna dejando a toda la tripulación solos para seguir con su rato de descanso o bueno, Evans tenía otros pensamientos.
-No sé ustedes, pero creo que "Layla" tiene un buen perfil.- El comentario el joven pelirrojo atrajo la atención de todos y mirando a Evans algo impresionados y más Levy quien "asesinaba" al pelirrojo con su mirada.
-¿Qué? ¿Dije algo malo?- Evans solo rio de forma boba, pero lo que no se esperaba esta un golpe en la cabeza con fuerza por parte de la dueña de la taberna haciendo que Evans se cayera de la mesa y todos solo rieron mirando ese espectáculo.
-Tarado…y díganme ¿Quieren otra ronda? La casa invita.- Nancy ya traía otras botellas para la mesa de la tripulación de la Venganza de Santa Lucia con las meseras que tenía a su disposición y sabiendo que se iba a repetir lo ocurrido hace media hora, no le importo ya que ella sabía que así era la vida de los piratas, todos nuevamente tomaron una botella de ron menos Nidia porque está completamente dormida y ahora si Quin se decidió a beber un poco, con la botella en alto se dispusieron a celebrar por el momento, mientras que Fabio tenía otro tipo de mensaje, el cual se los diría después.
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-Mientras tanto-
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-Es una bonita vista ¿verdad?- Tanto Lucy como Fabio caminaban tranquilamente mirando la gran vista que se dejaba ver en River Yun, los barcos que salían y entraban de los puertos para ir en búsqueda de una aventura, los dos hermanos Heartfilia tenían pensamientos diferentes en estos momentos pero no los sacaban a la luz, solo querían disfrutar este momento en familia.
-Lo es, solo había visto esto en fotos y en libros pero no creí verlo con mis ojos.- Decía Lucy con una sonrisa acomodándose el cabello por la ligera ventisca, Fabio suspiro poniéndose un poco serio y a la vez curioso en saber algunas cosas con respecto a lo que habían hablado ella y él en el barco cuando estuvieron en el poblado de White Fish, su primer encuentro.
-¿Puedo preguntarte algo?- Fabio fue directo atrayendo a la pelirroja mirándolo con curiosidad.
-Si Fabio, ¿Qué pasa?- Dijo Lucy con tranquilidad sin saber que la pregunta sería un poco sensible, aun con los tres años que habían pasado.
-¿Cómo es ese tal Natsu?- Al hacer esa pregunta Fabio, el andar de Lucy paró en seco, mirando hacia delante muy pensativa y apretando el puño con fuerza.
-Bueno…
-Si quieres no me respondas, es solo que…me da curiosidad saber cómo fue que él te hizo esas cosas tan horribles.- Fabio la interrumpió al verla comportarse así, sabía que aun Lucy tenía esa pequeña espinita pero para su sorpresa, ella continuo caminando como si nada de una forma tranquila e incluso dejando al capitán atrás.
-No tienes que decir eso, ya pasaron tres años y ahora puedo hablar de ello como si nada.- Lucy le regalo una sonrisa a Fabio mientras ella discretamente sacó una foto de él, junto a Happy y a ella rozándola con sus dedos de forma suave.
-Natsu es alguien muy denso, despistado y muy impulsivo. Pero también es muy sobreprotector, siempre defiende a sus amigos y no se rinde, además de risueño y bromista.- Lucy solo se mantenía risueña mientras recordaba todos los momentos felices y maravillosos con él a su lado, su pecho se sintió muy cálido en ese instante.
-Es alguien de quien…una chica puede enamorarse.- Esas últimas palabras le pesaron mucho, hace tiempo que ella no sabía cómo era enamorarse nuevamente de un chico, aun con la gran fuerza que ella tenía, aun le costaba abrirse sentimentalmente a alguien y el último beso que recibido fue en aquel día tormentoso donde Natsu y ella pelearon, solo para dejar en claro que ella ya no lo necesitaba y que se olvidara de ella, pero incluso en estos momentos Lucy estaba dudando.
-Si es todo eso ¿Por qué? ¿Por qué lo hizo?- Fabio no entendía algunas cosas, Lucy lo describirá muy bien y a parte se veía que su propia hermana lo quería mucho, entonces para que llegar a esos extremos ¿Acaso fue eso en realidad? No quería dudar de Lucy pero sentía que la historia estaba algo incompleta.
-No lo sé, supongo que fue el alcohol que lo hizo actuar de esa manera, la verdad es que jamás lo sabré y quiero que se quede así.- Lucy guardo la foto en su bolsillo y continuaron su marca los dos hermanos hasta llegar a una pequeña colina en donde una parte de la isla se veía, los habitantes de ahí se estaban preparando para la celebración del festival de las velas negras, Lucy recordó en ese instante su participación en Fantasía y el desafortunado evento de Laxus pero ahora se vería envuelta en otro festival y le daría emoción y curiosidad saber cómo era un festival pirata.
-Afortunadamente puedo decir que Lucio no se va a quedar sin padre, él lo estuvo cuidando todo este tiempo y eso es algo de lo que puedo estar agradecida.-Lucy sonreía mirando el lugar con una sonrisa amplia y agradecida a los cielos por ver a Natsu cuidando a su hijo, después de la sarta de mentiras que Lisanna creó para alejarlos, ahora ella estaría muy pronto con el pequeño Lucio pero el conflicto con Forge contra ella y los piratas le complicaría mucho su misión y ella sabía que si tocaba tierra en Magnolia, sus sentimientos encontrados le causarían muchos problemas y lo que menos quiere es que los problemas y el sufrimiento regresen.
-Aun cuando quiero seguir con esta nueva vida, mi pasado me sigue.- Lucy estaba convencida en que cuando regrese por Lucio, ella iniciaría su vida sola con él, una vida llena de piratería a lado de su hermano y tripulación.
-Como a todos, tenemos un pasado del cual queremos huir o simplemente borrarlo de nuestra memoria.- Decía Fabio tomándola de su brazo con suavidad mirando el otro lado de River Yun.
-Lo sé, aunque es bueno deshacerse de las memorias malas y quedarse solo con lo bueno, por nuestro bien.- Decía la pelirroja mostrándose madura ante la situación, Fabio estaba algo temeroso, no sabía cómo es que Lucy iba a reaccionar con lo que tenía que decirle y esto iba más allá de él, iba desde los diez señores piratas.
-Tengo que decirte algo Lucy.- Fabio se sentó en el pasto de la colina tomando su pistola y mirándola con detenimiento, la maga celestial lo miro con preocupación y acto seguido se sentó junto a él.
-¿Sí?- La dulce voz de Lucy no dejo a Fabio concentrarse bien y no supo buscar las palabras correctas para decirlo, por lo cual fue más que directo.
-Estamos en guerra.- Esa expresión puso a Lucy completamente paralizada y sorprendida y esperaba que fuera una broma levantándose abruptamente mirándolo.
-¡Qué!- El grito fue tan fuerte que incluso llamo la atención de unos piratas que pasaban por ahí con una mirada de pocos amigos, Fabio puso su mano en la boca de Lucy para que no gritara más fuerte y llamar la atención.
-Shh…ven.- Ambos hermanos fueron a marcha rápido a un lugar más privado y comentar lo que el rubio estaba diciendo, incluso adentrándose en la zona de selva de la isla, para poder hablar con más calma, la maga celestial estaba algo alterada por lo que había dicho su hermano incluso poniéndose algo inquieta.
-Lucy, el consejo de los señores piratas ha evaluado la situación y al ver como William Forge y la armada imperial de Fiore ahora está sobre nosotros, tenemos que estar más que unidos, es por eso que ahora nuestro deber como piratas es luchar por lo nuestro y no dejar que las aguas se nos sean arrebatadas solo porque Forge nos juró que nos destruiría…y temo que…
-Que los magos entren a esta guerra de su lado.- Cuando Fabio menciono a los magos, Lucy llego a la incredulidad total, sorprendida por esas palabras la maga celestial se puso firme a la defensiva con una mirada muy desafiante y que iba a ponerse a defender a sus amigos y a los magos.
-No…no puede, no pueden pensar eso.- La expresión de Lucy ante lo dicho por su hermano no iba a cambiar, se sentía algo ofendida por esas palabras mientras que Fabio solo buscaba decirle a Lucy las cosas como son.
-Lucy escúchame, el rey ya dio la orden, tú lo viste, la armada real se ha unido a Forge, prácticamente estaremos encerrados como ratones si nos atacan y si no funciona su estrategia, el rey de Fiore junto a otros reinos y países nos juraran guerra y de ser posible, tener a magos de su lado.- Las palabras del Capitán estaba llenas de preocupación, al saber que Forge ya tenía un gran apoyo por parte de un rey y temía que llegara más apoyo por parte del consejo mágico, su gran conexión junto el reino.
-¿Cómo puedes decir eso Fabio tan fácil? Nosotros…ellos…jamás harían algo así ¡No pueden Fabio!- Lucy se aferró a un árbol algo molesta por esa decisión, el conflicto de ideales estaba a punto de chocar, su hermano poso su mano en el hombro de Lucy.
-Lucy entiende…Forge en estos momentos nos está sacando delantera, dos señores piratas han muerto y han sido colgados enfrente de toda una población y hasta donde sé, intentara por todos los medios acabar con todos nosotros.- Fabio esperaba que Lucy entendiera la gravedad de un conflicto de tal magnitud, pero Lucy lo entendía, más de lo que el capitán de la Venganza de Santa Lucia y de hecho ella ya no quería más conflictos a gran escala.
-Hermana, la guerra en el mar será inevitable, se me tenía prohibido comentarlo con la tripulación pero…sabiendo la situación que se acerca tenía que decírtelo.- Lucy solo se quedó pensando detenidamente, Fabio se separó un poco de su hermana para dejarla hablar.
-No se…que pensar ahora.- Fue lo único que dijo la maga celestial suspirando y quedándose de brazos cruzados.
-Yo tampoco y honestamente te lo pediré Lucy…vete a casa, no quiero involucrarte en esto y mucho menos cuando estuve a punto de perderte contra Forge.- Lucy no se esperaba esas palabras de su propio hermano ¿Qué regresara a casa? A pesar de haberle contado todo a él y lo que sufrió, todo por lo que tuvo que pasar para por fin encontrar un equilibrio a su vida y sentirse de nuevo en una familia para que Fabio le diga eso, para Lucy, se convirtió en una gran ofensa y falta de tacto, apretando el puño y los dientes con fuerza mirando al capitán de la Venganza de Santa Lucia.
-¿Me pides que me vaya a casa? ¿Y a donde se puede saber? ¿A Magnolia? ¿A Fairy Tail? ¿A eso te refieres Fabio?- El tono de voz de Lucy cambio radicalmente, era una que asimilaba a Erza, una de las tantas cosas que había aprendido de ella, a ser un poco intimidante, Fabio se sintió incómodo y algo temeroso.
-Yo…ya no tengo un hogar y lo sabes muy bien, yo deje de ser parte de esa familia hace tiempo y ahora que por fin puedo sentirme nuevamente en una familia más, contigo y con Michelle y la tripulación… ¿Me pides que regrese? Eso es lo más estúpido que has dicho hasta el momento y yo te lo dije desde el momento que nos encontramos, que ahora estaríamos juntos en esto sin importar las consecuencias, porque no solo somos familia…somos piratas. Y aunque no lo parezca y aunque pueda usar magia al igual que tu tripulación…seguiremos juntos como lo que somos ahora, olvídate de mí pasado y yo voy a estar a tu lado, siempre mi hermanito.- Lucy únicamente lo miraba y señalaba con mucha fuerza en su voz, no le iba a importar que iba a decir su hermano, ella defendía su punto de vista a capa y espada, manteniendo su promesa de estar cerca de su hermano en las buenas y en las malas. El capitán rubio solo rio de forma discreta al notar a una Lucy tan fuerte y determinada.
-Creo que ambos estamos locos…hasta el fin del mundo.- Fabio tomo el antebrazo de la maga celestial, el saludo de un pirata más que comprometido con sus promesas, Lucy de igual forma lo hizo, apretándolo con fuerza y ambos repitieron un viejo dicho pirata para sellar "su pacto"
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-Toma todo lo que puedas.
-Y no devuelvas nada.
-Desahoga tus penas con ron.
-Y que el horizonte nos lleve a nuestro destino.
-Hasta al final de nuestros días.
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-¿Se los dirás?- Fue lo único que dijo Lucy mientras caminaba de vuelta al camino de River Yun, Fabio lo había pensado así pero mejor esperaría un poco.
-Es posible, pero no ahora, no quiero arruinar el festival.- Decía el joven rubio de ojos verdes volviendo con ella al camino y despeinando nuevamente a la maga celestial y esta solo rio un poco.
-Siempre un bromista hermanito, supongo que tenemos que relajarnos pero ¿Qué hay de Forge?- Pregunto Lucy de brazos cruzados e intrigada por lo que estaba a punto de pasar, un gran conflicto en altamar.
-De hecho ya tengo algo planeado y el consejo estuvo de acuerdo en ello.- Esas palabras de Fabio hicieron que Lucy arqueara la ceja y se quedaron parados enfrente de una tienda de armas.
-¿En qué?- Fabio estuvo a punto de entrar a la tienda pero antes miro a Lucy para regalarle otra sonrisa.
-Una vieja amiga, espía de los piratas hace tiempo está en un gremio muy popular dentro del reino de Fiore y ella nos avisara. Su nombre…Orland.- Con esas palabras dichas Fabio entro, dejando a la maga celestial pensando y se llevó otra sorpresa de su vida.
-¿De Fiore? ¿Orland? ¡No puede ser!- Lucy entro con urgencia a la tienda de armas sorprendida, no habla enserio, no podía ser esa persona… ¿O sí?
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-Sabertooh-
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-¿Señorita Minerva? ¿Está bien?- Una joven de cabello plateado, vestida de blanco con tonalidades azules estaba muy preocupada al ver a su compañera, mirando por la ventana de una de las oficinas del gremio con una expresión seria, sosteniendo una carta en sus mano arrugándola.
-Si…solo hablaba con un viejo amigo es todo.- Fue lo único que dijo la joven maga sin dejar de mirar por la ventana, la maga celestial de Sabertooh solo retrocedió para salir y dejarla sola.
-Yukino ¿Puedes hacerme un favor?- Antes de que la susodicha dejara la oficina, Minerva la detuvo con esa pequeña pregunta.
-Si señorita Minerva.- Contesto suavemente la maga celestial quien solo ahora poseía dos llaves celestiales en su cintura, siendo la décimo tercera llave del zodiaco la faltante.
-¿Puedes llamar a Sting? Es algo importante.- Minerva no dejaba de ver por la ventana y tirando la carta al piso.
-Si señorita Minerva, voy por él.- La peli plata salió de la oficina cerrando la puerta con cuidado mientras la mujer de cabello negro azulado suspirada mirando a lo lejos como unos dos barcos con el símbolo de la WesterHill Company llegaban a los puertos de la ciudad.
-Es algo muy…serio.
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-Pueblo desconocido-
-Por fin llegamos Gajeel, en este puerto podremos encontrar la información necesaria de ese tal Fabio.- En una región desconocida, en la entrada de una cuidad media de puerto, Anastasia Zima, una mercenaria muy letal con la habilidad de convertirse en un lobo, se encontraba a lado de un Dragón Slayer, el de metal para ser preciso con una expresión de seriedad y con unas heridas en su cuerpo y sus ropas algo desgarradas, su gremio independiente conocido como Mystic Lion estaban en la caza de Fabio por una información viciada de William Forge, además de ser un gremio especializado en la destrucción del gremio oscuro de Raven Tail. Gajeel ya quería ponerle las manos de encima a su líder, por todo lo que pasó y en torno a la maga del Solid Script.
-Adelante entonces, quiero que se separen y busquen cualquier información con respecto a él o ese barco, ahora.- Con esas simples palabras, los miembros de Mystic Lion salieron lentamente a esparcirse por toda la ciudad mientras él se quedaba de brazos cruzados.
-¿Y tú a donde iras Gajeel?- Decía la voz llena de curiosidad de otra mujer que no era ni Anastasia ni Ryoko, sino era de Erza Scarlet con el equipo de Fairy Tail a su lado, ella de igual forma que Gajeel, tenía la armadura llena de heridas y unas cortadas.
-¿Acaso te importa Titania?- Gajeel la miro con molestia total, aun sin creer que ambos empataran en su combate en solitario ya hace una hora y menos que ambos equipos siguieran juntos tras eso.
-Mira Gajeel, sé que quieres que esta alianza sea temporal, pero nuestros caminos están juntos en esto quieras o no, nosotros buscamos a Lucy y si es posible a Levy, ¿Podemos contar contigo?- Erza busco que Gajeel confiara en ellos y esperando la cooperación del Dragón Slayer, Gray no estaba muy convencido de esto, Can y Juvia lo veían como una última alternativa. El Redfox con su olfato, sintió la presencia a unos soldados en toda la ciudad, eran esos caballeros de Holy Cross y con el conflicto que habían tenido antes, una pelea seria lo primero que encontrarían y aunque era orgulloso y sabía que podía ganar…necesitaría un poco ayuda y esta pequeña alianza temporal se hizo efectiva con un apretón de manos por parte de Erza y Gajeel.
-Vamos a intentarlo.-
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Continuara…
