Todos al abordaje ahora, las batallas han comenzado ya y a los magos les tocaran enfrentar grandes retos ahora, esperemos que puedan librarla esta vez, hola gente, nuevamente un capitulo más del fic, esta vez más largo que el anterior, así que espero que lo disfruten mucho, así como yo lo disfrute escribiendolo. Muchas gracias en su apoyo, si quieren dejar su review o fav, pueden hacerlo con mucho gusto, así que vamos a darle.


Primer aviso: CLASIFICACIÓN M, contenido sexual, palabras antisonantes y más habra en este fic.

Segundo aviso: Fairy Tail le pertenece a Hiro Mashima y solo lo hago por diversión, así que vamos a darle con el capitulo estreno de hoy y si les gusto no duden en darle un review

Tercer aviso: Este fic es una linea alterna en los sucesos del manga, con muchas referencias en los ultimos numeros, además de que llegó a la saga de Tártatos, así que espero que lo disfruten.


Fairy Tail: Saga de las Dos Cruzadas

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Capítulo 16: Las tres líneas de ataque


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-Santa Lucia-

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-¡Fuego!- La batalla naval había comenzado y era más brutal en el barco pirata de la Venganza de Santa Lucia, donde los soldados de WesterHill Company se preparaban para disparar a todos los tripulantes.

-¡No en mi territorio perros!- Sin embargo Escorpión no se dejaba intimidar por los soldados, lanzando su tornado de arena para derribarlos fuera del barco.

-¡Así se hace corazón!- Acuario por otro lado en vez de ayudar a Lucy y a los demás, estaba idolatrando a su novio abrazándolo con ternura.

-¡Concéntrate Acuario!- Lucy gritaba algo molesta al ver ese acto de afecto entre los espíritus luchando cuerpo a cuerpo contra los soldados de la compañía militar.

-Son muchos.- Evans usaba la propia madera del barco para derribar a los soldados pero los ganchos de abordaje seguían saliendo por montones.

-¡Cubran a Rin!- Nidia con sus cuchillos luchana a buena velocidad y cortando los ganchos para evitar que avanzaran al barco pirata.

-Aléjense de mi barco basuras.- Fabio estaba harto de que la WesterHill Company intentara derrotarlos, usando sus pistolas para matar a los que se acercaran a su timón, mientras que en el barco de la compañía militar, observaban la batalla desde lejos la nave insignia.

-Señor nuestros soldados están siendo repelidos.

-Continúen disparando.- El almirante del barco no daba órdenes nuevas y los cañones continuaron disparando a diestra y siniestra.

-¡Hayes, Nidia disparen los cañones!- Fabio cambiaba constantemente de sus pistolas a su espada Káiser luchando cuerpo a cuerpo con los soldados, Hayes y Nidia tendrían doble trabajo pero con tal de alejar a la armada de su posición tenían que correr con el riesgo.

-Si capitán.

-¡Chicos por favor, destruyan los malditos barcos!- Rin estaba haciendo todo lo que podía en mantener su campo de gravedad parar evitar que las balas de cañón destruyeran el barco.

-Eso tratamos.- Decía Quin manejando su gran espada doble haciendo movimientos hábiles estando atenta de toda la batalla que había. Lucy de reojo miraba el gran barco insignia y a todos los barcos que le protegían, la nave de Blue Pegasus estaba ahí y quería saber si estaban bien sus amigos, ahora que había visto el panorama, podría usar su teletransportación celestial como si nada.

-Tengo que llegar allá.- Lucy con rapidez hizo aparecer un círculo mágico enfrente de ella, reflejando el siguiente barco de la WesterHill Company para lanzarse al dicho portal sorprendiendo a todos.

-¡Síganme!- La rubia ya había atravesado el portal junto con sus espíritus dejando la batalla en el barco de su hermano, haciendo que este último no sabía si molestarse o sorprenderse.

-¡Lucy espera!- Fabio no la pudo alcanzar con el portal cerrándose dejando solo plumas de ángel en el barco mientras el resto de la tripulación luchaba en Santa Lucia, Lucy ya en el siguiente barco combatía con sus espíritus para que poco a poco llegara a la nave insignia.

-Dispárenle a la rubia.- Los soldados de dicho barco disparaban a discreción, aun cuando Loke y Tauro desviaban las balas y con un contrataque, los soldados no se rendían para nada.

-Eviten matarlos por favor.- Esa era la única petición de la rubia mirando de nueva cuenta a Cristina preguntándose cómo demonios llego ahí.

-Si Cristina fue derribado, entonces Blue Pegasus debe estar en uno de los barcos.

-¿Estás loca Lucy, quieres que te maten?- A la rubia le llamo la atención que Kasumi la hubiera seguido desde el portal soltando su poder de dragón slayer de tierra con su escamas de piedra, incluso destruyendo el barco.

-¿Kasumi?

-Te dije que a donde tú vayas, yo iré.- Decía la azabache con una sonrisa burlona, Lucy estaba agradecida por esas palabras, sabiendo que no estaba sola nuevamente después de tres años.

-¡Fuego!- Nuevamente los soldados comenzaban a disparar de otro barco para apoyar a sus compañeros, solo para que una barrera de cabello detuviera las balas atrapando a los que podía Flare y darle apoyo defensivo a la maga celestial.

-Yo las cubriré, váyanse.- Decía Flare con un grito desesperado dando tiempo a Lucy de crear nuevamente su teletransportación celestial para continuar con su avance con Kasumi y sus espíritus.

-Continúen disparando.- La nave insignia de la compañía militar disparaba como si fueran fuegos artificiales mientras Rin hacia un esfuerzo sobrehumano para aguantar.

-Ya no puedo.- La maga pelirrosa lentamente perdía terrero y solo bastó una bala en su brazo izquierdo para que su defensa bajara cayendo al piso con un grito de dolor y con ello, el campo de gravedad desaparecía dejándolos a merced de los cañones enemigos.

-¡Ah!

-¡Rin!- Hayes vio cómo su amiga hacía sido lastimada por una bala en su brazo pero por si no fuera poco, al tratar de defenderse y pararse una bala más pasó por su pierna tirándola y a merced de dos soldados con bayonetas en sus mosquetes, Hayes ilumino sus manos y sintió en su corazón algo natural: rabia.

-¡Hijos de puta!- Hayes tomo las armas de los soldados haciéndolos estallar en el acto y mandando a los de la WesterHill Company por la borda, pero como si no fuera suficiente, el moreno salto con todas sus fuerzas a donde estaba el barco enemigo poniendo sus manos en la cubierta generando más de su poder mágico para sorpresa de los soldados.

-¡Súper Nova!- La nave comenzó a explotar con violencia dejando a todos helados por la explosión y un Hayes que regresaba al barco como si nada totalmente furioso golpeando a los soldados hasta dejarlos inconscientes, Fabio no había visto tal concentración de poder del miembro de su tripulación a una escala destructiva.

-El barco…fue hundido.- Nidia estaba sin palabras al ver en acción a una mayor escala la magia de Hayes mientras él se habría paso para ayudar a su amiga pelirrosa cargándola y poniéndola a salvo solo para seguir luchando, Rin en estos momentos se sentía inútil.

-Sigan atacando, tenemos dos más que se acercan.- James quien estaba protegiendo la zona del timón avistaba otros navíos acercarse sin mayor problema a ellos, una vez que la primera oleada se terminaba.

-Sera mejor que bajen sus armas.- Lucy por fin había llegado al barco insignia con los brazos cruzados muy confiada de su éxito con sus espíritus y Kasumi de apoyo mientras los soldados apuntaban al enemigo dentro de su barco.

-Si vas a amenazarlos niña, amenázalos bien.- Decía unos soldados riéndose y una que otra mirada pervertida en la rubia, cosa que Acuario no lo tomo con buenos ojos derribando con las olas a esos soldados.

-Gracias Acuario.- Sonreía Lucy al ver la buen acción de su espíritu mientras él almirante del barco avanzaba con cautela.

-¿Crees que trucos baratos van a ser superiores que la fuerza armamentista de la WesterHill Company? Niña estúpida.- El almirante sacaba su pista para intimidar a Lucy, pero solo consiguiendo que Kasumi se la arrebata para tirarla al mar.

-¿Dónde están?

-¿Qué?

-¿Dónde están los tripulantes de esa nave?- Lucy señalaba a Cristina hecha ruinas en el mar, el almirante solo sonrío de forma malvada mirando hacía la vela principal.

-Ah… ¿Te refieres a ellos?- La maga miro a la vela con una expresión de horror, mirando a los miembros de Blue Pegasus como si estuvieran crucificados en la vela: Ahí estaban Eve, Ren e Hibiki heridos e inconscientes, atados con cadenas con espinas para evitar cualquier sorpresa.

-¡No!- Los soldados estaban preparados para disparar, mientras Lucy se protegía con sus espadas mientras el almirante, triunfante por el momento explicaba porque estaban aquí.

-Ese insignificante grupo de magos se encontraba en los mares del imperio Álvarez y el cual nosotros custodiábamos, de tal forma que entraban al territorio de la WesterHill Company. Así que te sugiero que bajes las armas.- Al terminar de hablar el almirante, Lucy se lanzó al ataque con espadas en mano mientras sus espíritus se encargaban de los soldados tirándolos al agua y noqueándolos sin mucha dificultad.

-¿Quién ríe ahora?- Lucy sonreía mientras tenía al almirante del barco insignia en el suelo amenazándolo con su espada totalmente confiaba mientras todos los soldados estaban sorprendidos de la habilidad de la maga celestial, nadie estaba atento a que alguien más entraba a la batalla y con rapidez se lanzó hacia la espalda de la maga celestial…

-¡Cuidado!

-¡Loke!- El espíritu de Leo se había interpuesto entre Lucy y lo que parecía ser una serpiente de color morada había mordido el hombro de Loke inyectándole su veneno, la serpiente se separó de Loke para dejarlo de rodillas para la preocupación de los demás espíritus y en especial el de Lucy.

-No puedo…moverme.- Decía entra cortado Loke respirando lentamente mirando como el réptil regresaba lentamente de donde había salido.

-¿Una víbora? ¡No!- Lucy vio como esa gran víbora morada regresaba a su dueño subiendo por la mano como si nada, la rubia comenzó a temblar, era como si hubiera visto un fantasma.

-¡Cobra!- El dragón Slayer de veneno estaba mirando a Lucy con mucho odio y liberando su magia mata dragones con veneno mientras la rubia se negaba en creer que fuera real.

-No…tu no…tu estas muerto.- Lucy no solo estaba aterrada de ver a Cobra, sino que a su lado del dragón slayer, una chica de cabello morado con la misma expresión de oído lo abrazaba, dejando a Lucy sin habla.

-¿Kinana?- El corazón de la rubia comenzó a achicarse al verla con vida, después de tres años, una de las decisiones más dolorosas de la maga celestial, ella no sabía cómo actuar.

-¿Qué es esto? Ustedes dos…están muertos, no es posible.- La maga celestial comenzaba a liberar su frustración tratando de no soltar lágrimas en verlos a ellos vivos, sin embargo, una tercera figura aparecía en la zona del timón cubierto de una capa blanca con el símbolo de la WesterHill Company en la espalda, un pantalón café oscuro con botas negras, un par de guantes de cuero y una camisa negra de manga larga, sus ojos rojos como la sangre miraba todo acomodándose su cabello negro corto.

-En efecto, están muertos…pero me sirven como marionetas en mi juego.- Esa voz siniestra atrajo la atención de Lucy y Kasumi, tratando de concentrarse en estos momentos.

-¿Quién eres?- La dragón Slayer de tierra se tronaba los nudillos mientras el sujeto sonreía haciendo brillar sus ojos.

-Permíteme presentarme…Arcadia Yin…el marionetista de los muertos. Al servicio de la WesterHill Company…por parte de Raven Tail.- Tanto Cobra como Kinana se lanzaron al ataque contra Lucy aun desconcertada por la situación mientras los espíritus celestiales y Kasumi atacaban a los soldados de la armada, la nave insignia se convertiría en un campo de batalla en altamar, donde ahora las circunstancias estaba en contra de Lucy, porque tendría que enfrentar a sus fantasmas del pasado pero esto sería solo el principio.

-Mientras tanto-

-¡Disparen!- Fuera de la batalla naval en los mares de Álvarez, el equipo A de Fairy Tail se enfrentaba al gremio religioso Holy Cross con mucha fuerza, prácticamente destruyendo la ciudad en la que se encontraban.

-¿Estos tipos no se rinden?- Gray se limitaba a congelar a todo soldado que se le acercaban dándole apoyo defensivo a todos.

-¿Eso responde a tu pregunta?- Gajeel prefería no gastar su Dragón forcé de las sombras y continuo con su combate de cuerpo a cuerpo avanzando entre todos los soldados.

-Veo que tenemos que salir de aquí, podemos causar daños mayores si permanecemos aquí.- Erza lanzó sus espadas contra las fuerzas del gremio religioso.

-¡Cuidado!- Uno de los tiradores de los tejados comenzaban a disparar en otra dirección al observa a la mercenaria que Gajeel había contratado para ayudarlos en su fase de lobo siendo más agresiva contra los de Holy Cross siendo captado por Sir August que mirada la batalla sin hacer un movimiento.

-Disparen a la chica lobo, yo me encargo de Titania.- Al desenvainar su gran espada tirando al piso la empuñadora tomo mucho impulso para lanzarse contra Erza, quien miro con asombro que aquel hombre ya maduro se movía con rapidez impactando su gran espada de cruz en la espada de la pelirroja cambiando a su armadura de la rueda del cielo.

-Tú manejo de la espada es sorprendente jovencita.- Ambos espadachines comenzaban a atacarse con velocidad y defendiéndose de igual forma para queda nuevamente forcejeando para imponer sus condiciones.

-Lo mismo digo.- Dijo Erza mientras mandaba más de sus espadas contra el general Sir August, el general de Holy Cross las desviaba como si nada con su espada de cruz haciendo que Erza aprovechara el momento para atacar y desequilibrar su andar alejándose ambos de la batalla principal.

-¡Ice maker, shield!- Gray había hecho un gran escudo de hielo para proteger a sus amigos de los ataques de las ballestas y armas de fuego de los soldados mientras la lucha continuaba de forma frenética.

-Esto los va a detener mientras.- Hablaba pasa si mismo el mago de hielo, la formación de los soldados en los tejados cambio para apuntar a Gray y disparar sin aviso alguno, Juvia siendo la única en escuchar los disparos girándose a intentar interponerse.

-¡Gray-sama!- El aviso llego tarde y Gray miraba las balas acercándose a Juvia quien le iba a servir como escudo humano. Para su fortuna las balas comenzaron a quemarse con un calor intenso y el piso en donde estaban los solados se calentaba con fuerza haciendo que un gran mar de lava apareciera tirando a los especialistas en armas de distancia.

-Te tengo cubierto hielito.- El resto de Mystic Lion aparecía con Jacob en su fase de Demon Slayer creando un gran muro de lava y lluvia de roca incendiara contra todos mientras Ryoko liberaba su espíritu celestial del ser mítico Hércules golpeando a todo soldado que encontrara a su paso.

-Gracias.- Fue lo único que dijo Gray con una sonrisa creando un gran cañón de hielo disparando a diestra y siniestras, Juvia con su látigo de agua se encargaría del combate cuerpo a cuerpo con Gajeel y Cana con Aragón en los tejados atacarían a los francotiradores.

-Es hora de acabar con ellos, ¡llave Mythos!- Ryoko tomo la primera llave para liberar un destello rojo haciendo que el cielo se tornara carmesí con la liberación del ave legendaria con sus alas de fuego mirando la situación.

-El fénix de nueva cuenta.- Juvia miraba al gran ave expandiendo sus alas en señal de que estaba listo para un ataque.

-Has lo tuyo.- Ordenaba Ryoko apuntando con su llave a todos los soldados de Holy Cross, el espíritu celestial graznada con fuerza y creando un gran aura de fuego.

-Con gusto niña.- El ave fénix libero una onda de calor muy poderosa pero que esta no afectaba a los magos, sino a los soldados comenzando a derretir las armas y haciendo que sus armaduras comenzaran a calentarse frenéticamente.

-¡Quemaron las armas!

-¡Vamos Juvia!- Gray supo que era el momento de un ataque en conjunto de hielo y agua, un gran oleaje por parte de la peli azul y una bazuca de hielo hicieron estragos en la mayoría de los soldados que habían bajado la guardia, Gajeel no se iba a quedar atrás pasando a su modo de sombras.

-¡Tetsueiryū no Hōkō!- El gran rugido del dragón slayer de metal ocasiono mucho más desastre eliminando a todas las fuerzas restantes, limpiando la zona de combate con una aparente victoria de los magos.

-Creo que los vencimos.- Decía Cana con Aragón bajando de los tejados, el Demon Slayer de las sombras no estaba convencido en las palabras de la castaña al sentir más presencias acercándose al lugar.

-Vienen más.- Con esas palabras, todos los magos se prepararon para la segunda oleada de soldados que ya estaban disparando y la infantería pesada llegaría a hacerles frente a toda velocidad.

-¿Y Erza?- Gray volteo para todos lados mirando que la pelirroja estaba ausente en el grupo pero tendría que concentrarse ahora contra los soldados que se venían acercando a toda velocidad, esto aún no terminaba.

Alejados de la zona principal de batalla, Erza seguía combatiendo y cambiando de armadura contra ir August mano a mano sin ceder ninguno de los dos espadachines, llegando a una zona más amplia y poder separarse para seguir luchando y pensar en una estrategia para poner al otro en el suelo.

-¿Qué es lo que quieren?- Erza sujetaba con fuerza su empuñadura mientras Sir August miraba fijamente a Titania, ya se veía harto de este juego para niños.

-Ya te dije jovencita, solo queremos llevar a la justicia al demonio celestial ¿Por qué? ¿Acaso te importa tanto?- Erza se mordía el labio molesta, no podía ocultar su sentimiento en proteger y salvar a Lucy por eso se había prometido no fallar ahora y no importaba que era lo que pensaba ese sujeto, ella tendría la cabeza fría para impedir que el gremio religioso la capturara.

-No les permitiré que avancen más.- Nuevamente su armadura de purgatorio apareció con una mirada castigadora, como si fuera el verdadero demonio, Sir August por otro lado…sonreía.

-Entonces es momento de acabar con esto.- El general clavó su espada en el suelo y de inmediato el arma comenzó a emanar una energía totalmente desconocida para la pelirroja que comenzaba a rodear a Sir August con un aura entre blanco y negro.

-Re-equipación: Dark Souls- La espada le estaba dando la habilidad de cambiar completamente de armadura para sorpresa de Erza quien mantuvo una expresión de sorpresa al ver como el general de Holy Cross comenzaba a cambiar, el tono de su armadura pura y brillante se tornaba más oscura con tocados rojos como la sangre y con un grosor más notorio, púas de acero salieron de la armadura mientras un gran casco en forma de un demonio le cubría su cabeza haciendo resaltar los cuernos y su espada comenzaba a cambiar de forma a una más larga, con forma curveada.

-¡Qué! ¡Magia de re-equipación, imposible! – Decía la pelirroja al ver como el caballero de Holy Cross había terminado de cambiar su armadura a una mucho más colosal que emanaba un poder oscuro grande, Sir August sacó su espada del piso levantándola a los cielos con su forma cambiada.

-Caballero caído de Dios.- La apariencia de un caballero oscuro y de forma demoniaca sorprendió a Erza sosteniendo con fuerza su espada lanzándose al ataque a gran velocidad con su armadura de la rueda celestial.

-¡No te dejare hacer ningún ataque!- La pelirroja impacto su espada con todo su poder concentrado en la hoja de su arma contra la armadura del caballero caído de Dios pero la espada no pudo aguantar el ataque rompiéndose en mil pedazos.

-¿Pero cómo?- Erza no pudo reaccionar más al ser atrapada por el Sir August con su armadura llena de oscuridad tomándola del cuello.

-Niña estúpida, te enseñare el verdadero poder de las armaduras oscuras- Sir August con el mango de su arma golpeo a Erza haciéndola volar a los cielos y antes de que pudiera recomponerse para lanzar un ataque, Sir August estaba enfrente de ella con su espada lista para un ataque.

-Ángel caído.- El arma con extrema facilidad había impactado en Erza quien vería su propia armadura de la rueda del cielo romperse por un solo golpe y de momento creando una gran onda de expansión, la vista de la pelirroja poco a poco se iba nublando…hasta caer al suelo.

-No…no siento el de Erza.- Gray sentía que había algo mal, no podía sentir la magia de su amiga y tuvo que congelar a varios para darse tiempo en salir del lugar sorprendiendo a todos, en especial a Juvia.

¡Gray-Sama!

-¡Deténganlos, iré por Erza!- Gray daba la orden mientras se alejaba del lugar pasando por todos los cuerpos noqueados de los soldados del gremio religioso, directamente a la plaza principal de la ciudad, ahí fue donde vio a aquella figura de armadura oscura de pie como si nada, el mago de hielo comenzaba expulsar su magia al notar el gran poder que el caballero caído de Holy Cross tenía.

-¿Dónde está?- Gray quería una respuesta de donde estaba Erza, a lo cual, Sir August señalo un gran cráter en el suelo dejando ver a una Erza mal herida y con la armadura de la rueda celestial destruida, el mago de hielo sintió un escalofrío en su cuerpo al ver esto.

-Y el próximo serás tú.- Sir August, en su armadura del caballero caído de Dios iba a enfrenta r a Gray, con toda seguridad sabiendo que ganaría, Gray tuvo que cambiar de plan, sabía que para vencer a un sujeto con poder oscuro…debería ser un demonio: un Demon Slayer. Pasando a su estado Demon Slayer sintiendo el gran poder de hielo en sus manos, listo para luchar.

-Magnolia-

-¿Una propuesta?- Mientras en Fairy Tail, más en concreto en la oficina del maestro del gremio, el maestro Gildarts Clive estaba frente a frente con el capitán Forge, aparentemente escuchando la propuesta que el capitán de la compañía militar le había puesto en la mesa.

-Así es señor Clive ¿No es así?- El capitán tomaba un poco de whisky en una pequeña botella sin dejar de ver a los ojos al mago, Gildarts hacia lo mismo.

-Dice que el propio rey dio la orden…suena como si fuera una guerra.- El mago pelirrojo comenzaba a cuestionarse a las palabras del Capitán mientras Forge sabía que no sería fácil de convencerlo.

-Los intereses del reino de Fiore se ven afectados y como puede ver en el documento, cualquier apoyo directo por los gremios en esto será recompensado y que mejor que recibir apoyo por parte de Fairy Tail, el gremio más poderoso de todos.- Las palabras adornadas de Forge ocultando sus verdaderas intenciones al mando de la armada, y Gildarts estaba en lo correcto para desconfiar un poco en él.

-¿Y los otros gremios han dicho algo?-El mago miraba la ventana que tenía cerca con un suspiro.

-En estos momentos estoy proponiéndoselos a los más poderosos de la zona, ya que si ellos aceptan, los demás no duraran en apoyar al reino.- El capitán acariciaba su pistola oculta en su abrigo esperando el momento para que Gildarts confiara en él.

-Incluso…el rey podría darles un protectorado aun mayor, después de todas las cosas que han hecho para ayudar al mundo mágico.- El comentario del capitán estaba entrando a la mente de Gildarts, sonaba razonable a cierto punto, Forge creía tener al mago en la palma de sus manos.

-¿Es un trato?- El pelirrojo se levantaba de su asiento pensándolo mejor, con todo lo expuesto y la aparente amenaza que había en el mundo en estos momentos, para llegar a una decisión final.

-No…Fairy Tail es un gremio mágico…donde realizamos misiones en favor del mundo mágico y en favor de las personas…los magos no son soldados enviados a matar a otros, el rey tendrá que disculparme.- La respuesta de Gildarts cayó como balde de agua fría a Forge, por lo que tuvo que guardar silencio levantándose de su silla.

-Es una pena, creí que usted comprendería la situación…si me disculpa.- Con decepción en el rostro del capitán, le dio la espalda a Gildarts mientras el mago comenzó a suspirar de brazos cruzados mirando de nueva cuenta por la ventana.

-Si no le importa-El mago al llamar la atención de Forge, dos de los barcos de la armada fueron destruidos partiéndose en pedazos y en forma de cubos atrayendo la atención de todos en Magnolia.

-Llévese sus barcos fuera de Magnolia y con ello a sus hombres, Capitán William Forge.-Gildarts con la simple mirada había destruido dos navíos de Forge mientras el susodicho sonreía sacando su pistola.

-Supongo que ya no hay que fingir.- Forge apuntaba a la cabeza al mago mientras este hacía temblar el lugar, tanto Mira como los demás integrantes del gremio podrán sentir el gran poder de su maestro.

-Talvez no pudimos evitar la caída de Sabertooth… ¡Pero evitare la caída de Fairy Tail!- Parte de la pared de la oficina de Gildarts hecha pedazos había empujado a Forge fuera del gremio con mucha fuerza hasta llegar a la calle donde todo Fairy Tail estaban sorprendidos al ver el gran agujero, el capitán se levantó algo afectado por el gran ataque del maestro de Fairy Tail.

-No podía esperar menos de usted señor Clive.- Forge observaba como Gildarts salía lentamente completamente molesto mientras el capitán de la WesterHill Company se reía sacando ahora su escopeta por debajo de su abrigo.

-Pero ya es tarde.- Los barcos cercanos de Magnolia comenzaron a disparar contra el gremio, poco a poco destruyéndolo.

-¡Mirajane!- Gildarts observaba como el gremio comenzaba a destruirse lentamente tratando de prevenir a todos mientras se enfrentaba a Forge, la albina rápidamente había evacuado a todos mirando el gran ataque por medio de los cañones.

-¡Si maestro!- La joven albina miraba como un gran número de navíos se acercaba poco a poco al gremio disparando destruyendo la parte superior del lugar.

-Tenemos que desarmar los cañones.- Mira decía determinada a detener este ataque sorpresivo cambiando a su Satan Soul expandiendo sus alas.

-Mira, tenemos problemas más adelante.- Laki miraba a lo lejos como una caravana completa de soldados de la WesterHill Company se acercaban preparados para el ataque, Mira supo que tenía que actuar y hacer un doble esfuerzo para proteger a sus amigos, pero temía de que no fuera suficiente sin sus mejores cartas, ni siquiera ella podría hacerles frente.

"Sin Erza, Natsu o Laxus hay una posibilidad de perder"

-Mira-nee tu ocúpate de los cañones de esos barcos.- En la puerta del gremio estaba su hermano ya transformado mirando a los soldados como se acercaban listos para disparar.

-Elfman ¿Qué haces?- Mira observo a su hermano menor con algo de preocupación mientras un rugido endemoniado del Elfman retumbo en toda la ciudad.

-Yo protegeré al pueblo y el gremio.- Mientras el albino expresaba su sentir ante el ataque fue golpeado por cierta maga castaña que estaba a su lado acomodándose sus lentes.

-Pero no estás solo cabeza hueca.- Decía Evergreen demasiado cerca de Elfman, del suelo diversas runas se comenzaron a dibujarse tratando de proteger a la gente del ataque, aunque era demasiado tarde para los cañones que había ya destruido algunas partes de Magnolia.

-Las runas evitaran que entren más o salgan, no vamos a fallarle a Laxus.- Decía Freed terminando su gran barrera de protección desenvainando su espada.

-Tú lo dijiste Freed.- Bickslow sonreía de forma arrogante preparado para la batalla junto con Elfman y los demás, mientras que en el interior del gremio, Mira escuchaba como un arma estaba siendo posicionada en un punto estratégico dándose la vuelta.

-Nosotros te daremos cobertura Mira, confía en nosotros.- Bisca junto a Alzack apuntaban a los barcos con armas mejoradas y de alto poder destructivo por no mencionar con una mira más precisa, tanto marido como mujer serian el fuego de cobertura mientras el resto del gremio iba a apoyar la fuerza principal de ataque que era por el momento comandada por Elfman, Mira sonrío sintiéndose más segura que antes.

-Gracias chicos.- La albina con rapidez comenzó a volar hacia el mar donde los barcos continuaban disparando pero la agilidad de la albina era por más brillante, siendo observado por uno de los solados de la embarcación.

-¡Algo viene! Es muy pequeño para enfrentarlo con los cañones, disparen.- Los soldados tomaban mosquetes y más pistolas para dispararle a Mira quien tenía un objetivo concreto y el cual no iba a fallar mientras Biska y Alzack disparaba tratando de herir a los soldados y que sus balas mágicas desviaran las de ellos.

-No van a avanzar más.- Elfman junto con el Equipo Raijinshuu se plantaban con fuerza entre los soldados de la armada, pero con dos sujetos con el emblema del reino de Fiore y como si nada observando a los magos de Fairy Tail.

-Mira eso Uosuke, más basura para divertirnos.- El mago del ácido se reía con su pipa en la boca con una sonrisa siniestra.

-Sí, no hay duda Neppa, son solo el residuo de Fairy Tail.- El mago de los elementos se limitó a reír haciendo que Elfman en los primeros instantes perdiera la compostura.

-¡Que has dicho basura!

-Lo que oíste, cuando acabemos con ustedes, nada nos impedirá nuestro avance.- Uosuke comenzaba a mover la tierra para crear un mini terremoto poniendo en alerta a todos.

-Pues vengan entonces.- El contingente de Fairy Tail se lanzaba al ataque aun desconociendo a quienes se enfrentaban pero pronto lo descubrirían.

-¡Destruyo los cañones!- Mientras que en los mares, Mirajane con su poder de Satan Soul había destruido más de quince cañones y noqueando a todo aquel que la atacaba y gracias a la cobertura que en Fairy Tail le estaban dando. La albina noto que eran mucho y debía una forma más fácil de terminar.

-Aún siguen disparando, si destruyo los de la nave insignia podré hacer que se retiren.- Mira rápidamente encontró los cañones de la nave insignia, un poco más grande que el resto y con su velocidad ya los tenía a su alcance para lanzar su ataque.

-¡Ahí están!- Antes de que la albina pudiera destruir los cañones, un par de garras casi le impactaba en su abdomen pero con un buen movimiento pudo evitar ese ataque que la albina no pudo identificar de dónde provino, aterrizando en el barco, donde los soldados de la WesterHill apuntaban en una formación cerrada, la albina trataba de lanzar su ataque, pero en eso, una figura encapuchada se acercaba.

-Bajen sus armas caballeros, yo puedo sola…bajen del barco ahora.- Mira abrió los ojos de golpe al escuchar esa voz, los soldados comenzaron a bajar para ir en los botes a otros barcos, la albina se dio la vuelta esperando que no fuera cierto.

-¿Esa voz? No…

-Hola….Mira-nee- Con la capa fuera, se revelo a la responsable de esa voz, su hermana menos, Lisanna Strauss estaba en el barco frente a frente, Mira estaba sin palabras al ver el cambio de su hermana.

-¿Lisanna?

-No, no soy Lisanna…Soy Hellcat.- Los ojos de Lisanna cambiaron a las de un gato, con sus colmillos fuera de la boca, orejas de gato y cola con un aura algo oscura, Mira estaba inmóvil, no sabía que hacer en estos momentos.

-¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua?- Esas palabras hicieron que Mira comenzara a desconcentrarse, su hermanita menor estaba ante ella, cambiada y con una actitud diferente, si, era Lisanna pero ya no más la que alguna vez conoció…ahora era el enemigo.

Continuara…