Hola lectores, aqui esta el capitulo #21 del fic, no sin antes decirles que se la pasen genial con la familia y un gran año 2017 en su vida, se lo merecen a todos mis lectores y no lectores, así que vamos a darle con el último capitulo del año

CLASIFICACIÓN M, contenido sexual, palabras antisonantes y más habra en este fic.

Fairy Tail le pertenece a Hiro Mashima y solo lo hago por diversión, así que vamos a darle con el capitulo estreno de hoy y si les gusto no duden en darle un review


Fairy Tail: Saga de las dos cruzadas

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Capítulo 21: Hora de actuar Parte 2

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-El refugio de Fairy Tail – Equipo Dragón Slayer-

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-Luce.- Natsu no dejaba de mirar el suelo y más con el gran golpe que le hizo a la tierra mientras sentía dolor en su corazón, el Dragón Slayer había roto el encantamiento del caballero de Holy Cross sin saberlo y los recuerdos de Lucy nuevamente inundaron su mente, Gajeel escucho como el resto del equipo se acercaban confundidos y molestos solo por parte de Gray que se interpuso entre ellos.

-¿Qué pasó aquí? ¡Ya basta!- Mientras Gray quería saber una explicación, Misaki preocupada por Natsu fue corriendo para ver que estuviera bien.

-Natsu ¿Qué tienes?- Misaki se puso muy cerca de él tratando de que le hablara mientras Salamander aún seguía en su oscura situación y en desesperación.

-Luce ¿Dónde estás?- Natsu no escuchaba a nadie ni quería saberlo por el momento mientras Misaki estaba preocupada por el pelirrosa, Gajeel solo miraba el comportamiento de Natsu, algo en él cambio.

-Como lo sospechaba.- El Dragón Slayer de hierro se puso serio de brazos cruzados observando a Salamander, Gray quería saber de qué hablaba.

-¿De qué hablas?

-¿No notaste algo raro en Salamander?- Gray volteo a ver Natsu sorprendido por cómo estaba arrodillado en el suelo pero no podía decir mucho al respecto, mientras Misaki con su oído de Dragón logró alcanzar a escuchar la pregunta de Gajeel.

-Ahora que lo mencionas, Natsu estuvo muy raro cuando nos enfrentamos a esos caballeros en el tren y empezó a…desconocer a Lucy.- Misaki respondía con algo de pesadez al pronunciar el nombre de Lucy mientras se levantaba, Happy quien estaba cargando a Lucio también intervino.

-Es cierto Gajeel, pensé que era una broma de mal gusto pero Natsu parecía muy confundido y me preocupaba.- Happy veía como Natsu estaba en el suelo golpeando aun con más fuerza el suelo y ahí fue donde Gajeel pudo confirmar sus sospechas.

-Ya entiendo, no fueron los únicos en sospechar. El aroma de Salamander era muy diferente al que conocía como si algo le hubiera nublado la mente.- El azabache expuso su conclusión mientras Natsu se paraba lentamente apagando la llama de su puño.

-¿Sugieres que le lanzaron un hechizo?- Gray de nueva cuenta miro a Natsu y sintió que ya lo había visto antes, esa actitud extraña del pelirrosa era cuando estaba muy desesperado Natsu en encontrar a Lucy que quería destruir todo a su paso por la furia que conservaba.

-No sugiero, fue un hechizo, el aroma de Salamander es el mismo que conozco. Ahora escúchame Gray, tenemos que movernos dudo que esos sujetos nos hayan dejado en paz así que tendremos que movernos fuera de la ciudad e ir a una pequeña ciudad costera, con suerte podremos perderles la pista.- Ambos magos estaban de acuerdo en eso y aun sin saber si sus amigos habían llegado a tiempo a Magnolia, tendrían que avanzar y no detener para la nada la misión.

-Tienes razón, además tenemos que adelantarnos a cualquier movimiento que hagan ahora en adelante.-Gray miro por un pequeño camino que los llevaría a otro poblado pero con el temor de que los estuvieran esperando los caballeros tendría que pensar algo mejor.

-Anastasia, danos el camino más seguro para pasar, tenemos a Titania muy lastimada y eso va a atrasarnos pero su seguridad será primero.- Gajeel daba la orden a su mercenaria mientras la chica lobo olfateada la ruta en donde no hubiera mucho peligro.

-Está bien, no está muy lejos la costa así que vamos.- Anastasia comenzó a caminar para salir de los árboles y esperando a que los demás la siguieran.

-Adelántense, Ryoko y Jacob escolten a Anastasia.- Gajeel miró a su equipo restante mientras ellos solo asentían siguiendo a la chica lobo.

-¿Qué harás tú Gajeel?- Ryoko miro al mago de ojos rojos con preocupación mientras el Dragón Slayer quería charla un poco con Natsu caminando hacía su posición.

-Escucha Salamander, tú y yo tenemos diferencias en el pasado y eso no va a cambiar pero necesito que dejes de lamentarte ahora y me demuestres que harás lo necesario para salvar a la coneja de esos sujetos. Quiero ver a ese Salamander que me partió la cara antes sin cuartel solo por meterme con ella.- Gajeel quería que Natsu dejara de lamentarse como fuera, no era momento para descansar o sentir culpas ahora, Natsu alzó la mirada para ver a Gajeel suspirando.

-Gajeel…

-Eso me dolió.- La respuesta totalmente fuera de lugar de Natsu hizo que las cosas estuvieran bien mientras Natsu se tronaba el cuello y los nudillos con intensidad.

-Pero en estos momentos Luce es más importante que tú ahora.- Natsu no tenía duda alguna de su misión, con el hechizo ya destruido, ahora podía continuar como si nada.

-Ese es al Salamander que quería ver.- Gajeel se alejó de Natsu para seguir a su equipo la pista que Anastasia había descubierto antes.

-Y descuida, nosotros vamos ayudarte a salvar a Levy, para eso somos amigos ¿No?- Natsu a su modo le hacía una promesa de Gajeel y aunque no volteo para nada el Dragón Slayer de metal sonrió como si nada, había olvidado que era tener esa escénica de Fairy Tail en su vida tras tres años. Por otro lado Wendy se reunía con los demás pero esta vez con alguien más aparte de ella y Charle.

-¿Chicos? ¿Pensaban irse y no consultarme?- Natsu como Gray y Gajeel sintieron como una mirada penetrante los atravesaba como si nada al escuchar esa voz y quedaron sorprendidos al ver aun en un estado deplorable a la famosa Titania.

-¡Erza!

-¿Pero qué demonios haces? Aun estas muy débil como para caminar.- Gray de inmediato fue el primero en hablar y en ver que Erza se sostenía con una de sus espadas para caminar.

-Estoy bien Gray, ya puedo caminar, no pienso ser una carga ahora y no puedes detenerme ahora.- Erza ponía las cosas claras además de que quería tener una venganza personal contra aquel caballero del gremio religioso.

-Quizás pero aun así.- Sin pensarlo y sin que nadie supiera que iba a pasar, Gray tomo a Erza sorpresivamente y la cargó en su espalda comenzando a caminar a donde el equipo de Gajeel dejaba el rastro.

-No puedo dejar que te lastimes más Erza, no después de como ese tipo casi que te mata.- Gray terminaba su sentencia con una Erza que no se sentía cómoda con que Gray le ayudara.

-Bájame Gray.

-Ni loco.

-Ahora.

-No tenemos tiempo para esto Erza, tenemos que movernos.- Gray no quería discutir para nada y más con la situación que tenían encima, Erza se quedó callada al ver que tenían razón y por más que le lastimara en su orgullo tuvo que aceptar la ayuda de Gray dejando a los cuatro Dragón Slayers para hablar un poco más antes de partir.

-Una pregunta Salamander ¿El chico…es como nosotros?- La pregunta tomo por sorpresa de Natsu quien miró a su hijo jugando con Happy, un suspiro del peli rosa respaldaba su respuesta.

-Lucio aun no muestra una señal de magia, pero cuando termine todo esto lo sabré.- Decía Natsu mirando a su hijo, estaba muy feliz de tenerlo a su lado y aún más de saber quién era la madre.

-Es una viva imagen tuya Salamander y de la coneja igual. Hay que darnos prisa, no podemos seguir aquí.- Gajeel continuo su camino para alcanzar al grupo y mientras tanto Natsu y Wendy conversaron un poco de igual forma junto con Misaki que esta aliviada de ver a Natsu nuevamente tranquilo.

-Qué bueno que ya estas mejor Natsu-san, nos tenías preocupados.- Wendy le sonreía a Natsu mientras Charle no había dicho ninguna palabra, estaba muy concentrada en todas as visiones que tuvo en el proceso.

-Lo siento Wendy, no pensé que eso había sido un encantamiento, pero Gajeel tiene razón no vamos a demorarnos. ¡Happy vamos!- Y de un momento a todo Natsu tomo mucho impulso para salir corriendo dejando atrás a Wendy y a Misaki.

-¡Vamos tío Happy!- Lucio veía a su padre mucha energía corriendo y eso le inyectaba de energía a su cuerpo mientras sentía como Happy lo levantaba para impulsarse con fuerza haciendo que las hojas volaran dejando aún más atrás a Wendy y a Misaki quienes no quería dejarse vencer. Mientras que Natsu estaba tan encarrerado que el fuego salía de sus pies y no noto que había rebasado al equipo de Gajeel dejándolos estáticos y sorprendidos al verlo a esa velocidad.

-¿Pero cómo nos alcanzó tan rápido?- Jacob estaba mirando las marcas de fuego que Natsu dejaba en el camino mientras Gajeel pasaba de largo de su equipo para seguir a Natsu, Gray eventualmente los rebasaría con la pelirroja en su espalda.

-¿Qué esperaban? Es Fairy Tail de quien hablamos.- Decía Gray con algo de gracia a los dos magos del equipo de Gajeel y a la mercenaria Anastasia quienes se quedaban atrás, en estos momentos el equipo de Fairy Tail había recuperado su memoria y ahora estaba más que encendido para ir salvar a la maga celestial ignorando el hecho de que no solo el gremio estaba envuelto en una cruzada, sino todo el mundo mágico.

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-Magnolia-

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-No…esto no.- Mientras que en el otro lado de donde estaban Natsu y los demás, el resto de los magos de Fairy Tail observaron el gran desastre y destrucción del gremio, Juvia no tenía palabras para esta destrucción.

-El gremio, todo fue destruido.- Cana buscó entre todos los escombros alguna señal de sus atacantes pero solo encontraba pólvora y balas en el suelo, tampoco había señales de gente en el inmueble.

-Aquí hay señales de batalla ¿Fueron ustedes?- Laxus tenía a Alzack y a Bisca sentados en el suelo tratando de recuperar sus heridas después de la resistencia que tuvieron que enfrentar en la catedral.

-Sí, intentamos mantenerlos alejados mientras se acercaban más al gremio.- Alzack respondió mientras se recargaba en la pared aun sintiendo el dolor en su cuello pero para Laxus no era suficiente la respuesta.

-¿Y el maestro?

-No lo sabemos, nos dijo que huyéramos a la catedral y después no supinos nada de él.- Las palabras de Bisca no fue del agrado de Laxus quien los miro con molestia y solo pudo soltar su frustración rompiendo una mesa o lo que quedaba de una mesa sin que los demás pudieran decir nada al respecto.

-Muy bien, ustedes dos quédense con Alzack y Bisca, túrnense para inspeccionar si quedo alguien del gremio, Juvia ve al centro de la ciudad y Cana a la catedral. Yo iré a la costa.- Sin más que decir, Laxus salió del gremio a pasó fuerte sin mirar a Juvia o a Cana, los magos en silencio decidieron separarse para ir en búsqueda de sus amigos y de información dejando a Bisca y Alzack con Aragón, Demon Slayer de oscuridad y Tsuyoi, quien hasta el momento es un misterio para los chicos a excepción de Cana. Ya en el centro de la ciudad de Magnolia, la maga de agua caminaba evitando el fuego de las balas de cañón de varios barcos y ver un montón de soldados de la armada e incluso civiles, edificios destruidos y sin un alma rondando.

-Cuanta muerte, Juvia no puede tolerar esto- Juvia continuaba buscando algo desesperada por encontrar a alguien entre el caos e incluso los escombros que caían llegaban a asustarla, pasando por otros comercios Juvia había escuchado algo moviéndose y sin dudarlo creó un látigo de agua para atacar a un enemigo.

-¡Quieto!- Juvia había lanzado su látigo con mucha fuerza mandando a su enemigo contra un negocio rompiendo las ventanas, Juvia estaba lista para asestar un golpe más con su poder pero vio como este chico le pedía que parara con la mano, tenía el símbolo de Fairy Tail en su hombro con una ropa similar a Natsu pero en color rojo.

-¿Romeo-san?- Juvia se quedó en shock al ver a Romeo completamente débil pero manteniéndose en píe, estaba avergonzada de haberlo atacado, Romeo intentó hablarle y de acercarse pero su cuerpo ya no aguantaba más y casi cae al suelo de no ser por Juvia que lo sujeto en sus brazos.

-Te tengo, Dios ¿Qué te hicieron?- La maga de agua veía la condición de agotamiento de Romeo tocando su rostro para limpiarle la sangre.

-Ellos los tienen.- La voz de Romeo era débil por el cansancio pero aún tenía que advertirle a Juvia de la situación mientras la peli azul escuchaba las palabras de su compañero de gremio.

-¿Ellos?

-Esos marinos se los llevaron, a todos.- Romeo estaba frustrado de no poder hacer nada para ayudarlos y entre su enojo sus fuerzas se fueron y cayó inconsciente en los brazos de Juvia, la peli azul giró para ver si no había más miembros del gremio y sin dudarlo Juvia se llevó al mago al gremio a toda prisa y con la información que tenía ahora, las cosas se aclararían…por ahora.

-¡Los arrestaron!- Mientras que en los linderos de la catedral, la maga de las cartas ayudaba a un señor de edad avanzada que yacía enterrado en la madera de una vieja casa, para fortuna de la castaña, el sujeto tenía una información muy útil.

-Sí, estaba buscando refugio en todo el caos cuando estas tablas me cayeron encima, pude ver como esos sujetos los esposaban y los arrastraban.-Cana escuchaba con atención la situación que Magnolia estaba sufriendo y más la caía del gremio.

-¿Sabe a dónde se los llevaron?

-No, solo vi cuando los subieron a los barcos y había alguien más, una mujer de cabello verde dando órdenes, no sé quién era.- Cana intento pensar cómo es que nadie en el gremio pudo ver este ataque y de quien era esa mujer de cabello verde, no lograba encontrar respuesta con respecto al porque su padre no aparecía, lo tendría que saber después.

-Tranquilo señor, descanse por favor.- La maga de las cartas tomaba al señor del hombro para ayudarlo a caminar y regresar al gremio, esto lo tenía que saber Laxus y los demás mientras no se dejaba de pregunta donde estaba el maestro del Fairy Tail.

"Papá ¿Dónde estás?"

-Esta batalla se prolongó mucho.- La costa era diferente a lo que habían visto Cana y Juvia, era como un cementerio naval, además de los barcos que el rubio había destruido previamente, también había otros destruidos en los mares y estaba en búsqueda de los responsables del batalla mientras caminaba en las arenas de la costa el Dragón Slayer de relámpago, fue ahí cuando escucho otros pasos en la arena y Laxus no dudo en tener un aura de rayos alrededor de su cuerpo.

-Acércate más y juro que no tendré piedad contigo.- La sentencia de Laxus iba en serio pero al notar que su aparente atacante iba a atacarlo, hizo que un relámpago golpeara la arena con intensidad para mostrar que no podría tener una oportunidad contra él.

-¿Laxus Dreyar? Necesito tu ayuda.- Esas palabras hicieron que el rubio se volteara a ver a su enemigo, solo para encontrar a una albina lastimada en los brazos de un miembro del loto rojo.

-¡Mirajane!- Laxus no podía moverse al ver a Mirajane Strauss empapada por el agua del mar, más la sangre en su cuerpo con su ropa desgarrada mientras el asesino del loto rojo se acercaba tambaleando en su pierna izquierda aguantando el dolor para que Laxus la ayudara, el rubio Dragón Slayer sin dudarlo tomó a Mira en sus brazos para poder despertarla.

-¡Mira reacciona! ¡Mira! ¿Dónde estaba? ¿Quién eres? ¡Dímelo!- El enojo de Laxus combinado con los relámpagos causaron que la tierra temblara mientras el asesino del loto rojo descansaba en la arena agotado.

-La encontré en la orilla del mar, estaba inconsciente cuando llegue.-Mientras el joven de ojos escarlatas daba su explicación Laxus utilizaba rayos de menos intensidad para hacer despertar a Mira pero sin éxito alguno.

-Esto debe funcionar, vamos Mira abre los ojos.- Laxus trataba de intensificar sus rayos sin lastimar a la albina para despertarla pero Mira no daba señales.

-Lleva un buen tiempo así, no reaccionar.- El asesino del loto rojo no podía ver a Mira así, le dolía ver a una maga bondadosa así pero un gemido de dolor por parte de la albina cambio la situación.

-Me duele Laxus…me duele mucho.- Su voz dulce fue música para los oídos de Laxus mientras Mirajane se quejaba un poco por los rayos del rubio.

-Mira, lo siento….

-Tus rayos son como flores comparado a nuestro ataque combinado, debí verlo venir.- Incluso en esta condición Mirajane hacía un pequeño chiste ya con sus orbes azules abiertos e intentando sonreírle a Laxus.

-¿Quién fue? Dime Mira.- Laxus sujetaba con fuerza la albina pero sin lastimarla mientras la mayor de los Strauss intentaba recordar los eventos que pasaron.

-Si tan solo los hubiera llamado…nos atacaron como si nada: una armada, Raven Tail y el Imperio Álvarez.- Mira trataba de levantar sus brazos pero el dolor le impedía hacerlo con toda naturalidad e incluso provocándole más dolor, Laxus no le sorprendía para nada la presencia del gremio de su padre pero lo de un imperio atacándolos era algo loco pero ya habría tiempo para era cuestión después, ahora solo quería la seguridad y bienestar de Mira.

-¿Quién te lastimo? Mira dime por favor, lo hare pagar.- El rubio observó que Mira había desviado la mirada tratando de ocultar algo, no quería decírselo y solo se limitó a información general.

-No…mi bola de energía oscura chocó con su ataque pero quede atrapada en el impacto y no sé nada de ella.-

-¿Ella?- Mira notó que se le había salido esa palabra y entre el dolor físico y el mental, no tuvo alternativa.

-Lisanna…tuve que luchar contra mi propia hermana.- Mira comenzó a llorar sin importar lo que ella había hecho en el pasado, aún era su familia, su hermana menor y la quería mucho pero las circunstancia las enfrentaba, Laxus al ver llorar a la albina no pudo soportar su enojo quedándose en silencio y discretamente elevaba su poder pero antes de poder actuar, el joven asesino del loto rojo posó su mano en su hombro y a pesar de ser recibido por una mirada cortante del rubio, este asesino tenía la mejor información de todas.

-Sólo dame cinco minutos y lo explicare.

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-El Gremio-

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-Pobre Romeo, no debí golpearlo así.- Juvia se sentía muy apenada dejando a Romeo en la barra descansando mientras la maga de las cartas estaba sentada en uno de los barriles pensando en las palabras del civil que había visto lo que paso, Aragón había mandado varios de sus curvos de oscuridad para investigar toda Magnolia y Tsuyoi cuidaba a Alzack y a Bisca.

-Fue un accidente Juvia, estará bien.- Decía Cana con seriedad sin dejar de pensar en la mujer de cabello verde y en el paradero de su padre.

-Al menos sabemos que fue lo que pasó después pero esto aún me da mala espina.- Aragón observando el panorama de la ciudad, sus cuervos oscuros regresaban con noticias importantes. Fue cuando una pisada con fuerza haciendo que voltearan todos: Era Laxus con Mirajane en sus brazos.

-¡Dios mío Mira!- Juvia se puso sus manos en su boca al ver a la albina peor que Romeo mientras Laxus entraba con tranquilidad poniendo a la Strauss en la mesa acariciando su frente. Todos estaban sorprendidos de ver a Mira derrotada, todos menos Cana quien solo se mordió el labio con los ojos cerrados.

-Está durmiendo, déjenla.- El Dragón Slayer de relámpago acariciaba la frente de Mira lentamente.

-¿Y quién es él?- Aragón señalo al sujeto que estaba detrás de Laxus, el joven asesino del loto rojo quien observo a todos los magos algo intimidado, no sabía si podían confiar en él o no.

-Alguien de quien no deben saber, escuchen, sé que esto será repentino pero yo soy…

-¡Kai!- La voz de la castaña se hizo presente en el gremio, Cana estaba sorprendida de ver al joven asesino, el susodicho solo hizo una reverencia al ver a la hermosa maga de las cartas.

-Oh Señorita Alberona, nos volvemos a ver.- Kai por dentro estaba aliviado de verla a salvo del caos mientras Cana no dudo en abrazar al asesino con fuerza mientras todos estaban confundidos con respecto este incomodo encuentro.

-¿Lo conoces Cana?

-Sí…el me dio la información de Lucy ¿Creí que te habías ido?- Cana no solo le respondió de rápido a Juvia, sino que estaba esperando una explicación de su presencia en Magnolia.

-Mi orden me pide estar al pendiente de Fairy Tail y eso hice.

-El loto rojo, gremio de asesinos ¿verdad?- Aragón notó el símbolo del loto rojo en Kai mientras el albino solo asentía.

-Así es, en fin tengo mucho que contar y que Fairy Tail se ha convertido en el blanco número uno de tres enemigos muy importantes, pero solo dos han actuado o eso creía. La armada WesterHill Company, ahora con la aprobación del Rey de Fiore es más poderosa que nunca, fue la armada que los atacó y el gremio religioso Holy Cross en búsqueda de la purificación y destrucción de pecados.- Kai les explicaba la situación con lujo de detalles, complementando lo que Cana y Juvia sabían más la experiencia en persona de Bisca y Alzack.

-¿Qué relación tienen con el gremio?- Laxus enfocó su mirada al asesino que sacaba un afiche con el sello de la realeza, las cosas se pondrían peor que nunca.

-La señorita Heartfilia, la maga más buscada de los reinos mágicos.- Kai les mostraba la imagen de Lucy con una gran recompensa de viva o muerta y eso puso a Cana muy molesta tomando el afiche y rompiéndolo.

-¡Pero Lucy es una víctima de las circunstancias!- La maga de las cartas tuvo que ser calmada por Tsuyoi sujetándola de los brazos.

-Lo sé pero el puerto real de la capital fue atacado por un grupo de piratas y los rumores indican que su autor intelectual fue una mujer rubia, ese ataque encendió las alarmas y ahora la armada naval tiene el poder de atacar a los magos, por el pasado que Lucy Heartfilia tiene, esto se convirtió en una cacería no solo de piratas sino de magos.- La explicación de Kai ponía Fairy Tail a pensar mejor las cosas, si Lucy fue capaz de algo así entonces había desatado un gran conflicto militar a gran escala y todo por un engaño de celos, en combinación con un gremio religioso que era más peligroso, los dejaba contra las cuerdas.

-Y por eso atacaron Fairy Tail, ellos piensan que nosotros estamos ocultando algo.- Alzack entendía porque quería el maestro que defendieran el gremio, Juvia supuso que ellos pensaban que el gremio entero cubría a Lucy a pesar de estar fuera por tres años.

-¡Pues entonces hay que detenerlos! Sí lo que nos dices es cierto, entonces luchar contra la armada sería como luchar contra el reino entero.- Laxus estaba más que interesado en salvar primero al gremio y luego encargarse de la situación de Lucy pero Kai tendría más información.

-Sí, pero eso no es todo. Llevaron a todo el gremio de Fairy Tail a una prisión especial para interrogarlos e incluso matarlos.- El asesino no tenía duda de eso, Juvia esta vez quiso tomar la palabra para ver qué era lo que el asesino tenía que decir.

-¿A dónde fueron?- Pregunto la maga de agua con seriedad, el asesino del loto no podía asegurar si esta información de su orden era concreta pero era confirmado por sus hermanos en otras regiones.

-Fueron a la prisión del fin del mundo: La prisión del Hades- Ninguno de los magos sabía que responder, la información era vital pero tenían que saber cómo moverse en medio del caos.

-¿Qué haremos ahora?- La pregunta de Juvia de repente tomo otro sentido cuando Laxus con su vista de dragón observo que las olas golpeaban con más fuerza de lo normal: estaban aquí.

-Vienen más barcos, deben ser refuerzos, esperan que no haya sobrevivientes. Ustedes llévenlos abajo y ocúltense, yo me hare cargo de ellos.- Laxus no dudaría en usar todo su poder para mantenerlos a raya cosa que no le pareció a Cana quien iba a detener al Dragón Slayer pero se le adelantó el asesino.

-Con todo respeto, yo no me iré. Mi orden me lo deja claro, estar al pendiente de Fairy Tail.- El asesino se puso delante del Dragón Slayer sacando sus armas con el símbolo del loto preparándose para luchar, Laxus solo suspiró dejando la entrada del gremio no sin antes dar una instrucción importante.

-Cana.

-¿Sí?

-Cuida bien a Mira.- La castaña solo asintió a la instrucción del Dragón Slayer pero sentía algo de inquietud en su persona que no le deja irse a ver a Mira.

-¿La amas verdad?- Esa pregunta detuvo a Laxus por un instante y solo la miro mientras sus ojos lanzaban chispas de relámpagos.

-No es momento de discutirlo Cana, obedece.- Después de esto el Dragón Slayer se retiró para ir con el asesino mientras Cana volvía a entrar e ir donde Mira aún seguía descansando sonriéndole.

"Mira…tranquila pronto todo estará bien"

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-Mientras-

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-Veo que estamos aquí ¿Verdad?- Mientras que con Natsu y los demás, ya se encontraban en el pueblo donde los barcos salían y entraban como si nada como Anastasia había prometido pero solo había un pequeño inconveniente.

-Y no solo nosotros.- Gray señalaba en el muelle, había soldados del gremio religioso haciendo guardia y verificando los barcos, cosa que complicaría a los magos en estos momentos.

-Sí queremos tomar uno de esos barcos tendremos que luchar.- Gajeel sonreía tronándose los nudillos con una sonrisa mientras el resto estaban sorprendidos por el cambio de actitud del Dragón Slayer.

-¿Pero Gajeel que hay del plan?- Ryoko buscaba ver la respuesta de Gajeel pero este solo estaba pensando pelear contra esos sujetos que tantos problema de cabeza le han dado a él y a su equipo…pero no estaría solo.

-Muy bien, no perdamos tiempo.- Natsu no lo pensó dos veces y se lanzó al ataque desde lo más alto de la posición de los magos.

-¡Espera Natsu! Mierda, adiós a la sorpresa.- Gray debió haberla visto venir que Natsu haría eso pero podría detenerlo así como así.

-¡Gajeel!- Ryoko observó como Gajeel le seguía el paso a Natsu a buena velocidad, Wendy no quería quedarse atrás mirándoles la espalda de los Dragón Slayer.

-¡Vamos Charle!

-De acuerdo.- La exceed blanca tomó a Wendy por la espalda para lanzarse a volar junto con la maga peli azul, para seguir a Natsu y a Gajeel. En el muelle los soldados sentían algo extraño en la tierra y en el viento y para sorpresa de los soldados de Holy Cross venían tres de los magos más poderosos de Fairy Tail hacía ellos.

-¡Magos! ¡Rápido a sus puestos!- Los soldados pensaba que tenían todo preparado para contener a unos magos pero estos magos eran diferentes y sin duda este trio era mucho más para ellos…y lo descubrirían de la peor manera.

-¡Karyu!

-¡Tenryū!

-¡Tetsuryū!

-¡No Hōkō!

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Continuara…