Capítulo único:
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Nunca hubiera podido imaginar que una ausencia ocupará tanto espacio,
mucho más que cualquier presencia.
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TU LADO DE LA HISTORIA.
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Si nos perdimos fue tal vez para encontrarnos.
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Sakura siempre se preguntó -incluso hoy a más de tres años de no verlo- si Sasuke la sufrió tanto como ella, si sintió que el alma se le desgarraba, que el aire le faltaba, si lloro pensando en ella, si le costó tanto soltarla que hasta el día de hoy no puede. Por desgracia, Sakura nunca va a saberlo. Ella no se lo va a preguntar y él jamás se lo va a decir.
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II.
―Buen día― Murmuro ingresando a la cocina de aquel modesto departamento, sus dos compañeros de piso ya se hallaban en la mesa desayunando -pizza del día anterior y gaseosa- Sakura sonrío ―Que sano―
―Buen día, muñequita―
La pelirrosa largo una risita baja al oír el apodo con el cual la llamaba Sasori. Se sirvió una taza de café y clavo la vista en el reloj, las mancillas parecían ir cada vez más lento. Hacía tanto calor ese día, se había levantado muy temprano a ducharse y prepararse para su primera clase de anatomía en la Universidad de Sunagakure donde cursaba actualmente du cuarto año de medicina y lugar donde hacía exactamente tres años y medio que vivía con aquellos dos chicos, que aunque no lo supieran la habían salvado del pozo en el que estaba después de perder al amor de su vida.
―¿Iras al festival de los colores?― Le pregunto Deidara acabándose el vaso de refresco.
Sakura frunció el ceño.
―Es una festividad pagana― Explico Sasori alcanzándole una tostada con mermelada recién hecha, Sakura pareció pensarlo unos minutos ―No seas aburrida, muñequita―
―Bien― Suspiro dándole un mordisco a la tostada ―Iremos―
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Y nos caemos para aprender a levantarnos.
Para abrazarnos.
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I.
Sakura tembló al entrar a aquel bar porque era viernes a las dos de la mañana y porque Sasuke le había dicho que estaba en su casa durmiendo. Apretó el móvil con fuerza y avanzo por el lugar, sentía las miradas de burla y lastima a su alrededor, sobre todo porque llevaba esa holgada sudadera color azul qué pertenecía al Uchiha, todos lo notaron porque tenia ese escudo rojo y blanco bordado en el pecho, los jean desgastados y las zapatillas blancas.
―¿Sasuke? ―
El corazón se le detuvo, nadie había apostado ni dos pesos por esa relación, sobre todo porque apenas tenían diecisiete años y Sasuke era el chico más atractivo de toda la secundaria.
―Pero mira quien vino a unirse a la fiesta― Bromeó Suigetsu al verla pero los ojos verdes solo estaban clavados en él.
Sasuke la miro serio y dejo la botella de cerveza en la barra, si había salido sin avisarle pero era solo porque quería por una noche poder tomar algo con sus amigos sin los cuarenta y cinco mensajes de Sakura preguntándole como lo estaba pasando.
―Creí que dormías―
Suigetsu largo una carcajada burlona, Juugo guardo silencio y el resto de los chicos que ya la conocían solo la miraron con mucha lastima.
―No hagas esto aquí― Murmuro acercándose a ella.
―¿Hacer que? ― Repitió enojada ―Vinimos a tomar algo― Bromeó tomando la cerveza de encima de la barra.
Sasuke bufo al verla empinarse la botella, los chicos corearon divertidos pero Sakura no pudo evitar observar aquella hermosa pelirroja que se les había unido hacia unos minutos. Obviamente con la clara intención de coquetear con su chico.
―Carajo― Chillo quitándole la botella de las manos, Sakura lo observó enfadada ―Estás haciendo el ridículo―
―¿Por qué? ¿No querías divertirte a caso? ―
Fue Sasuke quien la saco prácticamente a rastras de aquel bar.
―Suéltame― Chillo cuando salieron del bar y emprendió camino alejándose de él pero no avanzando lo suficientemente rápido para que él pudiera alcanzarla ―Si tanto quieres estar soltero ¿ Por que sigues conmigo? ―
―Sakura, solo estábamos tomando algo― Murmuro siguiéndole el paso ―¿Quieres dejar de comportarte como una niña? ―
La pelirrosa volteo enojada, le ardían los ojos aguantando el llanto, a Sasuke se le partió el alma al verla así. En parte era su culpa, había mentido para poder salir, no había hecho nada malo, no la había engañado, solo quería pasar una noche tranquilo con sus amigos pero suponía que de el lado de su novia las cosas no se veían así.
―Lo siento―
Eso la tomó por sorpresa, Sasuke jamás solía disculparse solo fingía que nada había pasado.
―¿Sientes haberme mentido? ― Pregunto ya comenzando a llorar, fue inevitable que las lagrimas escaparon de sus ojos.
―No― Susurro aproximándose a ella y paso su pulgar derecho por la mejilla de la chica limpiando aquella lagrima que dañaba su hermosa carita ―Lamento no darte la suficiente confianza como para que puedas dormir tranquila mientras yo tomo una cerveza con mis amigos―
Sakura largo una risita baja entre el llanto. Ojalá Sasuke le hubiera dado la confianza qué ella necesitaba por desgracia, solo tenían diecisiete años, Sasuke era muy atractivo y a Sakura nunca la habían amado correctamente.
―Lo siento, Sakura―
―Te perdono, Sasuke―
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Solía gritar tanto para llamar tu atención.
¿Notaste que deje de gritar?
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II.
―¿Lista para la fiesta de los colores? ―
Sakura largo una risita baja al oír a su amiga, las clases habían acabado hacia unos quince minutos y ambas caminaban por el campus universitario rumbo a la cafetería. Las risas de aquellas chicas las interrumpieron cuando pasaron junto a ellas murmurando lo atractivo que era el nuevo alumno de intercambio.
―Dicen que esta guapísimo― Río la rubia junto a ella.
―Ay, Temari― Rodo los ojos ―Qué no te escuche Shikamaru― Bromeó tomándola del brazo.
La rubia largo una carcajada divertida.
―Volviendo a lo que realmente importa― Murmuró ―Voy como las siete a tu casa y así nos vestimos juntas―
Sakura suspiro, realmente no quería ir a aquella fiesta.
―Bien―
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Porque vivir es darse cuenta que todo pasa por algo.
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I.
―Lo siento, Sakura―
―Ya no Sasuke―
Sentía un profundo dolor en el medio del pecho mientras apretaba aquella hoja de papel entre sus manos. Ya no lloraba, el dolor que sentía en ese preciso momento era tan profundo que no le daban ganas ni de llorar.
―Déjame explicarte― Suspiro.
Sakura largo una risita baja con ironía, todo siempre tenía una explicación que a oídos del Uchiha era muy coherente pero para Sakura solo eran excusas. En realidad no era nada malo, no le había sido infiel, él no tenía la culpa que el setenta por ciento de sus compañeras de clase estuvieran enamoradas de él, aunque si que disfrutaba toda la atención femenina que recibía. Obviamente no era su culpa los coqueteos, los roces, los celos ni la maldita inseguridad que Sakura sentía cada vez que una chica se le acercaba. Era quizás que solo eran niños fingiendo ser adultos y que ninguno de los dos estaban preparados para una relación tan formal.
―Me voy, Sasuke― Informo entregándole aquella hojita de papel, Sasuke frunció el ceño al leerla ―Me aceptaron en la universidad de Sunagakure―
Sakura espero alguna reacción de su parte. Por desgracia Sasuke nunca había sido bueno para expresar sus sentimientos.
―Es una gran oportunidad―
El corazón se le hizo pedacitos.
―Lo se―
Silencio. Sakura siempre creyó que el día que le rompieran el corazón el ruido sería infernal pero en su lugar solo hubo silencio. Un profundo y angustiante silencio que se extendió por tres minutos. Tres minutos en los cuales sus vidas cambiaron para siempre.
―¿Qué quieres hacer? ―
Y Sakura sabía que no se refería a su beca, se refería a ellos.
―Podemos seguir juntos― Hablo bajito la pelirrosa ―Quizás funcione―
Y Sakura realmente quiso creer que podía funcionar.
―No va a funcionar― Fue el Uchiha quien decidió ponerle punto final a su relación
¿Si no funcionaban juntos como carajos iban a funcionar separados?
―Es mejor dejarlo―
―Yo no quiero dejarlo― Lo interrumpió pero no intento acercarse a él aún seguían frente a frente en aquel parque a las dos de la tarde de un lunes cualquiera en el cual murió su relación de dos años ―Bien― Acepto ―Pero quiero que seas honesto conmigo―
―Yo siempre he sido honesto contigo― La interrumpió.
Sakura suspiro juntando valor.
―¿Hay alguien más? ― Pregunto dudosa y la risita irónica del Uchiha la hizo enfurecer, los ojos le escocieron de la rabia.
―Siempre es lo mismo contigo― Suspiro ya rendido.
―Si, yo siempre soy la loca― Acepto y Sasuke la miro muy serio, obviamente esa conversación no iba a ningún lado ―¿Alguna vez realmente me amaste o solo soy tu novia de la adolescencia? ―
Silencio. Otra vez el silencio. Otra vez esos tres malditos minutos que solo le demostraron a Sakura que Sasuke no la amaba y que quizás nunca lo había hecho.
―Adiós, Sasuke―
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Ya te dije adiós. Ahora. ¿Cómo te olvido?
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II.
―Oh por dios― Chillo Deidara al verlas salir de aquella habitación y apoyo su mano derecha en su corazón exagerando su reacción.
Sakura río divertida dando una vuelta y Temari sonrió orgullosa al verla tan hermosa.
―Vamos a tener muchos problemas esta noche, muñequita― Bromeó el pelirrojo acercándose a la Haruno.
La chica sonrió divertida. En unos treinta minutos habían llegado a aquel lugar donde se realizaba aquella fiesta pagana, la música podía oírse a más de diez metros del lugar y las luces iluminaban hasta un kilómetros a la redonda. Temari chillo emocionada cuando cruzaron aquel umbral y ambas amigas observaron embobadas el lugar. Deidara las abrazo por los hombros cuando se internaron en aquel mar de gente pero fue Kankuro quien trajo aquellas pastillas de colores.
―Estas será la mejor noche de nuestras vidas―
Y claro que lo seria.
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Y poco a poco, vamos brindando por los corazones rotos.
Sonriendo solo para las fotos.
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II.
Si hay algo de lo que Sasuke se arrepiente en su vida es no haberle dicho a Sakura lo mucho que la amaba cuando debió haberlo hecho pero sobre todas las cosas lo mucho que le dolió que ella jamás logro confiar en él. Lo mucho que le dolió dejarla ir y lo feliz que era de verla cumplir sus sueños aunque no sea a su lado.
―Esta será la mejor noche de nuestras vidas― Chillo Suigetsu a su lado.
Sasuke sonrió de lado avanzando entre la multitud, llevaba una camisa negra algo holgada y unos jeans del mismo tono, varias chicas que pasaron junto a ellos lo comieron con la mirada y Suigetsu largo una carcajada divertida cuando aquella hermosa chica les coloco los collares de colores.
―Elige una Sasuke― Se burlo el albino y le dio un profundo trago a su cerveza ―Pero déjanos alguna chica para nosotros―
Juugo largo una risita divertido y observó como las pupilas del Uchiha aumentaban su tamaño, si de por si sus ojos ya eran negros ahora lo eran aún más. Esos ojos negros se perdieron entre la multitud al verla.
―Mi ángel―
Llevaba esas botas texanas color blancas, el ligero vestido de volados corto de color blanco, llevaba unas alas de plumas blancas atadas a su espalda, el cabello tan largo que flotaba en el aire mientras ella bailaba girando sobre sí misma a las risas con su grupo de amigos, con esos destellos dorados en su cabello que simulaban el halo angelical y esos ojos, eran los ojos más verdes y hermosos que Sasuke había visto en su vida.
―Yo solo quiero a una―
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Tenía la mayor parte de ti y ahora no tengo nada.
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I.
No había sido fácil dejarla ir.
Aunque tampoco debió haber sido fácil para Sakura verlo a los quince días de haberlo dejado besándose con aquella pelirroja en aquel bar de mala muerte donde Tenten e Ino la obligaron a ir a despejarse.
―Podemos irnos si quieres― Murmuró Tenten a su lado, Sakura no podía dejar de verlos.
―Ese imbécil―
¿No se suponía que estaban sanando?
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II.
Las manos le temblaron, sintió el sudor frío bajar lentamente por su espalda mojando ese delicado vestido de seda, allí a tan solo unos cuantos metros estaba el amor de su vida y la persona que le había hecho pedazos el corazón hace casi cuatro años.
―Sasuke―
―¿Cómo? ― Preguntó Temari confundida a su lado ―Ay, Shikamaru― Chillo cuando su novio la tomó de la cintura y la dio vueltas al ritmo de la música.
Sakura se separo de su grupo de amigos aproximándose a él, no quería avanzar, su cuerpo se movía solo. Sasuke se veía incluso más lindo que hace casi cuatro años atrás, el cabello despeinado, la piel pálida, se veía más grande, quizás más alto y fornido y sus facciones se habían acentuado. Ya no era un adolescente de dieciocho años, ahora ya era todo un hombre.
―¿Qué haces aquí? ―
Sonrió, esa maldita sonrisa que la había enamorado desde niña. También era la sonrisa que ponía cada vez que le rompía el corazón para que lo perdonara y Sakura siempre lo hacia.
―Me ofrecieron una beca― Explico, Sakura frunció el ceño confundida, con todo el dinero que tenían los Uchiha, Sasuke no necesitaba una beca ―Mentira― Sonrió.
Avanzo los pocos pasos que los separaban, la música era cada vez más potentes, los gritos eufóricos a su alrededor, las luces de colores que adornaban todo el festival. El aroma a cerezas qué tanto había extrañado lo embriago cuando la tuvo cara a cara. ¿Cómo podía verse tan hermosa? Como un ángel bajado del cielo.
Blanco.
Negro.
Ellos jamás iban a vivir en el mismo lugar.
―Te he extrañado tanto―
Sasuke abrió los ojos sorprendido al oírla, la sonrisa se escapo sin permiso y la beso, paso su brazo izquierdo por la cintura de la chica para acercarla a su cuerpo y con la mano derecha la apretó de la nuca para poder meterle la lengua casi hasta la garganta, Sakura le correspondió de inmediato porque lo amaba y porque realmente lo había extrañado.
Sasuke sonrió cuando se separaron, los ojos de Sakura brillaban tanto. La sonrisa se le borro al instante cuando la mano derecha de la Haruno le dio vuelta el rostro de una cachetada. Quedó helado en su lugar sin poder moverse, sin saber como reaccionar.
―No me vuelvas a tocar, Sasuke―
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Llévame de vuelta a la noche en que nos conocimos.
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I.
―No― Susurro alejándola de él, enfoco la vista ―Lo siento, Karin―
La pelirroja lo miro confundida cuando el Uchiha la aparto y se alejo a tropezones pechando a todo aquel que se interpusiera entre él y la salida de aquel bar, tembló de frío en cuanto puso un pie fuera del lugar y la lluvia comenzó empapando sus hombros y su cabello. Levanto la vista y la vio a unos pocos metros, no intentaba cubrirse de la lluvia, solo quería alejarse de él.
―Sakura― La llamo apresurando el paso ―Sakura―
La pelirrosa detuvo el paso, apretó los puños y volteo a verlo. Se veía tan lindo ahí todo mojado y borracho y con las mejillas sonrojadas del frío, pero entonces todo ese amor y ternura que él le provocaba se convirtió en bronca y rabia al recordarlo besándose con aquella chica hace diez minutos atrás.
―Creí que no te gustaban los lugares concurridos― Ironizo, Sasuke rodo los ojos ―¿Así sanas? ―
―Hago lo que puedo―
Sakura largo una carcajada vacía.
―Me voy a Sunagakure en dos semanas― Anuncio, el corazón de Sasuke comenzó a latir cada vez más fuerte ―Y me alegro no tener que verte nunca más en mi vida― Sentenció dando media vuelta y dejándolo allí parado en medio de la acera empapándose bajo la tormenta.
Sasuke no la detuvo y una parte de Sakura lo agradeció.
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II.
―Sakura, espera. Por favor― La llamo siguiéndole el paso.
Sakura le dio la espalda y avanzo entre la multitud.
―Yo te amo― Eso la detuvo ―Y no tienes ni idea de lo mucho que te he extrañado― Le confeso casi a los gritos y es que la música estaba tan alta que apenas si podían oírse.
Ella volteo despacio asombrada de haberlo oído confesarse.
―No, no lo se― Dijo avanzando unos pasos en su dirección ―Porque la última vez que te vi estabas ebrio besándote con otra―
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No se que se supone que debo hacer, estoy obsesionado con tu fantasma.
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I.
Cuando volvió al bar la pelirroja lo seguía esperando en la barra, le dolía tanto el alma como nunca lo había sentido. No quería admitirlo pero separarse de Sakura había sido el dolor más grande que sintió en sus dieciocho años de vida.
―Karin―
―¿Te quieres ir de aquí? ―
Estar con otra no aliviará el dolor pero al menos lo anestesiaría esa noche.
―¡Ah, Sasuke! ―
Se equivoco, porque hasta esa noche Sakura era la única mujer con la que había hecho el amor, aunque lo que hizo con aquella pelirroja fue lo más lejos a hacer el amor. Fue una cogida rápida, sin ganas, sin cariño, en el asiento trasero de su coche, completamente ebrio y drogado. El asco recorrió su cuerpo cuando acabo, se quito el condón anudándolo en la punta, intento ser amable con esa chica pero solo quería que se largara, solo quería tomar su móvil y llamar a Sakura y desear con toda el alma que le contestara.
―¿Te llevo a tu casa? ―
―Si, gracias―
Pero no podía llamarla, Sakura había conseguido una beca para estudiar medicina en una de las mejores universidades del País del Fuego y él jamás se perdonaría obligarla a quedarse en Konohagakure solo para estar juntos.
―Gracias por traerme― Sasuke asintió a modo de respuesta y la pelirroja desabrocho el cinturón de seguridad para bajarse ―¿Quieres que te deje mi número? ―
No.
―Si―
Ella sonrió, tomo el móvil del chico de la guantera del coche y escribió su numero, se despidió besando su mejilla y Sasuke espero a que ingresara a su casa para poder irse. Esa moche mientras sentía que se moría por dentro, mientras debatía entre llamarla o no, apretó el móvil entre sus manos y observó ese nombre.
Karin.
Y apretó la tecla eliminar. No llamo a Sakura pero tampoco utilizaría a esa pobre chica para superarla.
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II.
―Si te sufrí― Le confesó ―No tienes idea de todas las veces que quise marcar tu móvil, de decirte lo mucho que te he extrañado y que quería volver contigo― Murmuró acercándose más a ella, los ojos de Sakura se empañaron ―Las ganas de decirte lo que te necesitaba―
―Sasuke― Lo interrumpió.
―Y que todavía estoy enamorado de ti― Le confesó, levanto despacito la mano derecha y paso la yema de sus dedos por la mejilla de la chica, a su alrededor todos seguían de fiestas, ellos habían creado su propia burbuja ignorando al mundo entero a su alrededor ―Pero no quería, no podía ser tan egoísta―
Sakura sonrió entre lagrimas.
―Yo siempre te contestaría el teléfono, Sasuke―
Sasuke sonrió y esta vez fue ella quien lo beso, medio drogada, medio ebria y muy enamorada.
―Yo también aún te amo―
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No soy bueno haciendo listas, de hecho no soy particularmente bueno en nada y se que no fui el mejor queriéndote pero resulta que me sale muy bien extrañarte.
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Retazos de canciones:
We pray. Coldplay – Tini.
The night we met. Lord Hurton.
Inspirada en la canción: Drunk text me. Lexi Jayde.
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