Saludos a todos aqui otro cap nuevamente agradezco el apoyo que estan mostrando al fic sin mas que decir iniciemos.
Life-2:Prueba de Admisión
-Entonces. ¿Tu guadaña no solo es una guadaña, lo cual es increíble, sino que también es un rifle de francotirador de alto calibre?-. Issei veía a la pequeña caperucita con asombro, esa arma parece salida de algún RPG, lo que es genial.
-¡Sí! ¡Y la construí yo misma!-. Dijo inflando el pecho con orgullo. Ante esa declaración Issei la vio con más asombro. ¿Qué tan asombrosa es esta chica?.
-¡Eso es genial! Realmente deben gustarte las armas si eres capaz de construir algo tan increíble como eso-.
-¡Finalmente un verdadero reconocimiento!-. Ruby grito al cielo con cierta alegría. Se sentía bien que alguien reconociera su arte por una vez.
-¿¡Cómo podría no estar asombrado!? ¡Ojalá pudiera hacer un arma tan genial como esa! ¡Eso es increíble!-.
-Oh, ahora que lo mencionas ¿Cuál es tu arma?-. Issei hizo una pausa a mitad de camino, por supuesto ella tuvo que preguntar por su arma, sus ojos se movieron instintivamente hacia su brazo izquierdo antes de regresar a los curiosos ojos plateados de su nueva amiga.
Estaban llenos de esa curiosidad inocente que tanto la caracterizaba. Mientras caminaba Ruby estaba rebotando sobre las puntas de sus botas mientras una pequeña sonrisa juguetona se deslumbraba en sus labios. Ruby parecía realmente emocionada de saber sobre el equipo.
Dios… ¿Por qué tuvo que hacer tal rostro? Nunca se hubiera imaginado que algo que no fueran pechos podría usarse en su contra. Tal inocencia era una rareza y tiraba de las cuerdas de su corazón de la única manera que los pechos sabían hacerlo. Necesitaba encontrar una distracción o estaría realmente jodido.
-Oh, pues… ¡Oye, cuanta gente!-. Issei dijo en el momento en que una multitud de voces llegó a sus oídos y con mucha suerte, el dúo había llegado a lo que sería el auditorio.
-¡¡Woah!!-. Exclamó Ruby con asombro mientras se adentraba más en el auditorio, viendo que estaba casi totalmente lleno.
-Sí, vaya…bueno. ¡Tienes que ir a buscar un lugar y yo igual! ¡Nos vemos por ahí Ruby!-. El castaño dijo antes de desaparecer entre la multitud despidiéndose con la mano.
-Oh, uhm…está bien…-. Ruby respondió, aunque sabía que él no podía escucharla. Ella lo vio desaparecer detrás de un grupo de personas, su cabello castaño desapareciendo entre varios compañeros de estudios.
-¡¡Oye Rubes, te guardé un lugar!!-. Una chica rubia y sexy exclamó con fuerza, Ruby mantuvo sus ojos en el lugar donde Issei había desaparecido, sin darse cuenta del llamado de su hermana. Estaba tan distraída que no reaccionó hasta que su hermana mayor se acercó y la envolvió debajo de uno de sus abrazos.
-Uy que mirada más intensa tienes Rubes ¿Me vas a decir quién era?-. La rubia comenzó a bromear, todo mientras pinchaba la mejilla de su hermana pequeña con un dedo mientras una sonrisa amenazaba con dividir su rostro.
-¿Era ese tu nuevo amiguito, hum?-. Se notaba la burla en sus palabras, a lo que Ruby se sonrojo por completo. Conocía a su hermana y sentía que había una doble intención en esa declaración.
-¡Espera un segundo! ¡¡Detente Yang!! ¡Todavía estoy enojada contigo!
-¿Qué? Solo estoy bromeando contigo mi pequeña sus-. Respondió Yang levantando las manos en un gesto de rendición.
-No hay nada de malo en encontrar tu primer "Crush" después de todo aun eres una chica en crecimiento-. Dijo eso con una sonrisa burlona, pero a la vez con un poco de orgullo.
Como pasa el tiempo, un día crean su primera arma con piezas de repuesto de la cochera y al siguiente tienen su primer amor, sin duda crecen tan rápido.
Ruby se sonrojaba levemente de vergüenza ante aquellas palabras y Yang se limpiaba los ojos de una pequeña lagrima falsa…
-¡No es así Yang! Es un amigo.
-¿Oh? ¿Y quién es este "amigo"? Parecías terriblemente alegre y cómoda con él a pesar de recién conocerlo y no lo tomes mal, pero te conozco y eres mala con los extraños. Así que debió haber dejado una fuerte impresión en ti Rubes-. Yang asentía a sus propias palabras sabiendo como es su hermana. Que pareciera tan cómoda con alguien que no fuera ella no era normal.
Una vez más Ruby no pudo evitar sonrojarse por las palabras de su hermana, aunque no puede negar que tiene razón, no es normal que ella haya sido tan suelta con alguien fuera de su pequeño círculo social.
-¡Su nombre es Issei, me salvó cuando exploté! ¡¡Todo gracias a que me abandonaste!!-. Recriminaba Ruby a Yang, la mencionada solo giro su cabeza para no ver esos ojos plateados…
-Ay ¿Crisis en el primer día?-. Yang preguntó juguetonamente, intentado cambiar el estado de ánimo de su hermana todo esto mientras apoyaba los brazos detrás de su cabeza y apoyó su peso en una pierna mientras miraba divertida a su hermana.
-¡No, literalmente exploté e hice un agujero frente a la escuela! Y creo que hubo algo de fuego… Y tal vez un poco de hielo…-. Ruby se llevó un dedo a la barbilla, tratando de recordar exactamente con qué explotó, aunque no recordaba del todo los detalles…
-¿Estás siendo sarcástica? ¿Verdad?-. Preguntó Yang levantando la ceja derecha mientras miraba a su hermana.
-¡Ja! ¡Ojalá así fuera!-. Mientras soltaba un suspiro contenido.
-Derribé el equipaje de una chica presumida por accidente, luego ella me gritó, luego estornudé y todo explotó, luego gritó un poco más y me sentí muy, muy mal y solo quería que se detuviera y luego entró Issei y…-. Inconscientemente dibujó una sonrisa al recordar cómo llego a su rescate. Realmente que alguien apareciera y quisiera defenderla la hacía feliz, además que hizo un nuevo amigo y se siente cómoda con él.
Yang levantó una ceja con intriga al ver el rostro de su hermana. Pero cuando iba a seguir preguntando más sobre ese nuevo amigo suyo alguien apareció a interrumpir su plática.
-¡Tú!-. Una voz gritó desde detrás de ella, como era de esperarse Ruby la reconoció al instante, pero la conmoción la hizo saltar y se agarró a lo primero que pudo. Afortunadamente Yang fue rápida con sus reflejos y atrapó a la niña. Aunque ella también parecía igual de sorprendida por la interrupción tan abrupta.
-¡Oh dioses, está sucediendo de nuevo!-. La chica de capucha roja gritó ¿Qué mal está pagando para que esa chica la persiga? ¡Ya se disculpó por amor a los hermanos! ¡¿Qué más quiere de ella?!
-¡Tienes suerte de que no nos volaras por el maldito acantilado!-. Weiss reprendió, pisoteando con fuerza para dar un efecto dramático característico de ella.
-¡¡Que me parta un rayo!! ¡Realmente explotaron!-. Al parecer su hermana no exageraba después de todo, siente que se perdió varias cosas…
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Después de que Ozpin terminó de dar su discurso, si se le puede llamar así, la profesora Goodwitch había seguido con lo que se esperaba para el resto del día. Charlas sobre los arreglos para dormir, la cafetería y la hora de la cena, y una breve revisión de los preparativos para la iniciación mañana por la mañana. Luego terminó rápidamente la orientación, dejando a todos a su suerte.
Issei no podía culparlos por tratar de mantener las cosas breves, los adolescentes tenían la peor capacidad de atención, pero al mismo tiempo, podrían haberlo hecho con un poco más de estilo. Dios sabe que él sabía personalmente lo que era eso. La tutoría personal le permitió ver cosas que la mayoría de los estudiantes no veían. Especialmente cuando se trataba de la normalmente estoica Glynda Goodwitch.
Volviendo a la normalidad, una gran fiesta de pijamas era el plan para la noche y la iniciación comenzaría mañana. Era seguro decir que se tomó la decisión de esperar a que se formaran los equipos antes de asignar dormitorios.
El castaño optó por intentar meditar antes de apagar las luces, los chismes de algunas chicas y la rudeza de algunos chicos le dijeron muchas cosas. La principal era que no mucha gente parecía preocupada por la iniciación de mañana. Eso significaba dos cosas o estaban confiados o eran arrogantes.
Pero, de cualquier manera, no podía dejar que eso lo distrajera de sus propios objetivos. Y eso significaba meditar y tratar de desbloquear su Aura y se dispuso a ello, al ver que no hay distracciones, especialmente con la cantidad de cazadoras con cuerpos de supermodelos que parecían ser demasiado comunes en este mundo, cosa que le gusto y mucho.
Además, no es como si pudiera hacer ningún entrenamiento real a esta hora. Tampoco podía convocar el Boosted Gear y practicar su control. Por lo que opto por seguir con su entrenamiento mental, actualmente estaba atrapado en eso de "encontrarse a sí mismo" como Ozpin lo había llamado. Se oye fácil, pero no lo es, issei quería saber más sobre sí mismo, era más una meta personal que otra cosa.
Issei hizo todo lo posible para averiguar de dónde provenía esa voz, había estado en ello durante toda la semana, no había forma de que fuera parte de su imaginación solamente. Él sabía que había algo más en él, algo que Dios no le había dicho y ya sea que lo hiciera a propósito o por accidente, esta parte de él debe haber sido algo que interfirió con su aura y estaba muy decidido en averiguar de qué se trataba.
Colocando su mano derecha justo encima de su izquierda, un círculo verde se iluminó en la parte posterior de la izquierda. Intrincados símbolos y signos bailaban dentro de los anillos, cada uno brillando con una brasa brillante mientras sus dedos rozaban sobre ellos. La sensación de una parte más profunda de él se abrió y cerró los ojos mientras comenzaba a profundizar en su alma una vez más. La meditación era una conexión con uno mismo e Issei necesitaba descubrir más sobre sí mismo y las partes adicionales que venían con él.
Las profundidades en las que había entrado eran enormes, por no decir que podría ser infinito sin un final claro a la vista, sin importar cuán lejos intentara buscar. Fue ese tema el que acusó a Ozpin de la inutilidad de meditar. No había un final a la vista, ni un principio, no había nada, solo grandes cantidades de un antiguo sentimiento y poder que parecía extenderse para siempre. Sin embargo, todavía perseveraba, sabiendo que algo acechaba dentro de las profundidades de su alma. Quería encontrar una respuesta. No, necesitaba encontrar una respuesta como tal, después de todo él mismo estaba seguro de que algo estaba en el Boosted Gear o alguien…Si tan solo pudiera encontrarlo…
Issei saltó, con los ojos abiertos. El sonido de alguien colocando su saco de dormir frente al pilar donde estaba lo devolvió a la realidad y no pudo evitar soltar un suspiro de nerviosismo, se había concentrado demasiado, absorto en su búsqueda y había sido tomado por sorpresa. Apretó con fuerza sus dientes y se reprendió mentalmente a sí mismo, sabiendo que era mejor que eso.
Afortunadamente, Ozpin no estaba cerca, por instinto, Issei se froto la parte superior de la cabeza recordando los interminables golpes del bastón del director cada vez que perdía su enfoque o se volvía inconsciente de lo que lo rodeaba. Siempre para ser sermoneado que lograr el equilibrio perfecto le permitiría desbloquear todo el potencial dentro de él. La fuerza física podría llevarlo lejos, pero la fuerza mental lo haría imparable. La meditación era para aumentar su conciencia y su atención, no para permitir que se distrajera. Esta búsqueda será un muro difícil de escalar y el comienzo de todo también.
El castaño soltó un fuerte suspiro que no sabía que poseía contenido, comenzó a preguntarse si realmente podría salvar a estas personas. El destino del mundo descansaba sobre sus hombros, como era de esperase ante tal afirmación el peso comenzaba a tirar de él hacia abajo ahora que comenzaba a sentir dudas en sí mismo.
¿Realmente se suponía que era un héroe? ¿Era él el que se suponía que debía salvar este mundo?
-(Sé que lo eres, hijo mío. Viaja seguro y… Buena suerte)-
Dios parecía creer en él, de cierta manera se sentía alegre, pero a la vez triste de algún modo que él no se lograba explicar…con duda se preguntó mentalmente si él también podía creer en sí mismo.
Mirando más allá del pilar, Issei notó que la chica del moño de la tarde estaba a unos cuantos pasos de él. Ella lo había ayudado a apretarle algunas tuercas a la heredera esa, parecía estar leyendo el libro que tenía en la mano antes y no parecía haberlo notado todavía.
Pero eso era natural, era un tipo promedio que podía encajar en el fondo cuando no estaba haciendo cosas extravagantes. Cuando no estaba siendo perseguido, hablando de pechos o discutiendo abiertamente sobre pornografía. El castaño descubrió que era esencialmente invisible para el cuerpo de estudiantes en la Academia Kuoh.
Al menos, de todas las personas, era ella quien estaba cerca de él. Ella no parecía que lo molestaría mientras él no la molestara. Parecía que todo lo que quería hacer era leer en paz, fue por ello por lo que eligió dormir allí, guardándose sus pensamientos para sí mismo. Se mantuvo alejado de los chicos que luchaban y tampoco podía ver a la mayoría de las chicas, realmente parecía querer estar sola con su libro.
Sin embargo, tuvo que admitir mirando de reojo a la chica de ojos dorados, su ropa de dormir era bastante llamativa. Parecía ser una yukata. Valla, al parecer hay pequeñas similitudes con Japón, también no puedo evitar pensar que combinaba con su cabello sedoso y permitía que sus ojos exploraran su cuerpo. Le daba una especie de elegancia y aire misterioso sobre ella. Y cuando se combina con la luz de las velas…
-"Issei, lo pasé muy bien hoy"-
La puesta de sol, la fuente, esa sonrisa, las mentiras, la lanza y toda esa sangre…su sangre.
-"Fue muy divertido"-.
Issei se dio la vuelta ya sea por miedo u algo más, se llevó las rodillas al pecho y envolvió sus brazos alrededor de ellas con fuerza.
Esos pensamientos perversos fueron lo que lo mataron en primer lugar, sus pensamientos se adentran en pensamientos sexuales y momentos aún más perversos a seguir y eso lo llevó a la muerte. Había tantas señales que le advertían que algo no andaba bien. Pero lo ignoró todo en favor de perder finalmente su virginidad y todo lo que consiguió a cambio fue una muerte dolorosa donde él fue atravesado por una lanza hecha de luz.
Tal vez debería guardarse para sí mismo todo eso a partir de ahora, tal vez y solo tal vez apegándose a su entrenamiento solo tal vez entonces tendría una oportunidad…Si tan solo fuera así de fácil. ¿Verdad?
-Holaaaaaa-. Escucho una voz parecía ser la de una chica cerca de él…
La atención de Issei fue devuelta al lado opuesto del pilar. Lanzó una mirada por encima del hombro y se sorprendió de los dos recién llegados. La primera que notó fue Ruby, haciendo ruidos extraños. Estaba vestida con una camiseta negra sin mangas con una adorable criatura de corazón en el frente y simples pantalones de pijama blanco con corazones. Se veía linda.
Después paso a ver a su acompañante y… Debía admitir que le gusto lo que vio, a quien no esa sería la verdadera pregunta. La otra chica tenía el pelo largo y rubio, que brillaba como el sol, y ojos lilas que llevaban una mirada juguetona pero segura. Ella parecía ser la definición de una mariposa social. La forma en que caminaba, la mirada en su rostro y, sin falta de convicción, Issei podía decir fácilmente que era popular.
El adolescente no pudo evitar notar su elección en ropa de dormir también. La rubia llevaba una camiseta sin mangas naranja y pantalones cortos negros que abrazaban demasiado bien sus caderas y muslos. Y sus pechos, eran… ¡Eran perfectos maldita sea! No eran como una de sus antiguas sempais, pero… La forma y el rebote… ¡No llevaba sujetador!
-¡Ay, maldita sea!-. Issei hizo una mueca mientras se llevaba la mano a la boca. Cuando la retiró, estaba manchada con unas gotas rojas. Se pasó el dorso de la mano por los labios, pero no detuvo la delgada línea roja en la comisura de sus labios, se había mordido el labio con demasiada fuerza.
Se dio la vuelta, presionando su espalda contra el pilar, tratando de limpiar la sangre seca, maldita sea se volverá loco si sigue pensando en ese día….
-(¡No, no, no! Ya terminé de ser un pervertido. Sólo conseguiré que me maten de nuevo. No puedo… No otra vez…)-. Sacudió la cabeza vigorosamente, no podía deshacerse del rostro de Yuuma, esa sonrisa confiada y oscura que tenía antes de dejarlo morir era una broma, nada más para las chicas. Un pervertido y alguien con quien jugar….
-(¿Tu… Morirías por mi?).
-(No…)-Se repitió a sí mismo en su mente, todavía con la imagen de Yuma presente.
-(Lo diré de nuevo ¿Morirías por mi?)-La Yuma en su mente parecía perder los estribos ante su negativa.
-(No.)-Le volvió a decir a la imagen de Yuma en su mente, solo que esta vez con más firmeza.
-(¡Muere por mí inútil de mierda!)
-(¡No!)-Esta vez rugió su negativa, pero su voz no estaba sola por un momento, le pareció escuchar de nuevo aquella voz que sonó cuando Ozpin intentó desbloquear su Aura. Esta vez la escucho más claramente. Era casi como…
-¿Issei?-. Issei saltó en su lugar, no esperaba una voz tan suave y cariñosa dirigida a él en ese momento también pudo detectar algo de preocupación filtrándose en ella, girando lentamente, llegó a ver a Ruby mirándolo con preocupación.
-Oh… Hola Ruby-. Respondió nerviosamente, al parecer estaba pensando en voz alta y no se había dado cuenta, si Ozpin o Glynda estuvieran ahí ya le hubieran sermoneado…esperaba que ella no lo hubiera escuchado, pero debe haberlo hecho ya que la mirada en su rostro lo delataba.
Mirando hacia atrás a los demás, la chica de cabello oscuro parecía sorprendida de verlo. Su arrebato debe haberlos asustado, genial lo que le faltaba que lo crean un loco que habla solo ¿Esto podría ser peor?
-Hum, lo siento, no quise interrumpir tu conversación-. Se disculpó con una pequeña gota de sudor formándose en su frente, el viajero de otro mundo realmente no quería involucrarse, no en su estado de ánimo actual.
-No es gran cosa-. Respondió Ruby con una suave sonrisa. Una sonrisa tan dulce que hizo que Issei quisiera derretirse en el acto; lucharía contra mil Grimm para proteger tal sonrisa y nuevamente pelearía con mil más.
-¿¡Qué le pasó a tus labios!? ¡Están sangrando!-. La chica de puntas rojas dio un paso hacia su dirección, oh cómo esa dulce bondad solo estaba atrayendo más atención hacia él.
-¡Está bien, Ruby! Estoy bien-. Respondió el castaño que de inmediato levantó sus manos hacia adelante en un movimiento de pánico, tras dichosa acción la adolescente más joven se detuvo de inmediato.
-¿E-estás seguro? ¿No estás herido?-. Preguntaba Ruby de una manera gentil, mientras le miraba directamente.
-(¿¡Por qué!? ¿¡Por qué tuvo que ser tan amable!? ¡¡Que alguien le traiga algo de insulina o le dará un ataque de diabetes!!)-Esos y varios pensamientos similares se le venían a la mente, mientras intentaba formular su respuesta…
-No te preocupes por mí ¡De verdad, no sería un hombre si no pudiera manejar esto por mi cuenta! Pero igual agradezco tu preocupación Ruby de verdad.- Respondió, seguido de una risa incómoda, hizo poco o nada para convencer a alguna de las tres.
-Bueno… Está bien.-Ruby parecía no estar convencida, pero lo hizo a un lado, sin querer molestar más a Issei. -¡Oye, solía leer historias como esa! Yang me los leía todo el tiempo cuando éramos niñas-. Volvió a retomar su conversación con la chica del moño negro, aunque podía ver que lo miraba de reojo aun luciendo preocupada por él.
Enserio ¿Cómo puede existir una chica tan dulce y amable? Solo le hace las cosas más difíciles sin duda alguna tiene que resistir a esos ojos plata.
-¿Estás esperando un final feliz?-. La morena preguntó, después del cambio en la conversación.
-Espero que todos podamos tener uno, después de todo, todos tenemos que ayudarnos unos a otros, ¿Cierto?-. Ruby preguntó con una sonrisa, la chica en yukata no pudo evitar que un intento de sonrisa tirara de sus labios, como recordando hechos de su pasado…
-Eso es bastante ambicioso y más para una niña como tú, pero…desafortunadamente el mundo no es un lugar tan amable como el que crees niña-. La sonrisa de la morena luego se convirtió en un ceño fruncido, sus ojos cayeron y una mirada complicada cruzó su rostro.
-Es por eso por lo que estamos aquí, ¿no?-. Ruby preguntó inquebrantable. -Para poder mejorarlo-.
El castaño se volvió hacia Ruby por un momento, los cuatro todavía con silencio colgando sobre ellos. La bomba sexy estaba a punto de alentar el ideal de su hermana y romper el silencio, sin embargo, Issei fue un poco más rápido.
-No diría que ninguna de las dos está equivocada…-. No supo qué lo impulsó a meterse a la conversación, pero lo hizo y su comentario se ganó la mirada de las tres chicas que parecían un poco confundidas por lo que dijo.
-¿Qué quieres decir?- Preguntó Ruby de esa manera que era característica de ella, por su parte, la pelinegra y la rubia también se volvieron hacia él, igualmente curiosas, a lo que él tomó un poco de aire para poder responder.
-El mundo es un lugar vil y cruel Ruby, en el hay gente mala y cosas aún peores que tienen como objetivo herir y matar todo sin importar si son enemigos o personas inocentes.-
Issei recordó su mundo, sus amigos, su familia, todos aquellos que no habían hecho nada malo, después de ello pensó en todas las personas malas que solo querían destruir su mundo, como por ejemplo Yuuma era una de esas personas y no pudo evitar el suspiro lleno de dolor y culpa que escapó de sus labios. Por su parte la pelinegra pareció reconocer esas emociones, ya que afilo la mirada y puso más atención a lo que Issei tenía que decir.
-Pero las personas que habitan este mundo pueden cambiar ya sea algo bueno o malo, una persona siempre puede ser mejor, solo se necesita tiempo y esfuerzo para cambiar. Con el tiempo y el esfuerzo para poder hacer un cambio. Antes de que lo peor pueda venir y arrebatarnos todo. Pero tenemos que luchar, podemos y tenemos que marcar una diferencia en este mundo. Después de todo, estamos aquí para eso ¿No?-.
La respuesta del trío de chicas fue diferente entre sí a la vez que Issei no sabía que lo poseyó para decir ese discurso, las palabras fluyeron solas casi no tuvo que pensarlas.
Ruby estaba radiante mirándolo con una sonrisa. Era una sonrisa tan grande que amenazaba con partirle la cara. Pero también parecía emocionada por el lenguaje corporal vertiginoso que emitía.
Yang se cruzó de brazos y levantó una ceja, inconscientemente una pequeña sonrisa juguetona en sus labios también era apreciable. Ella parecía impresionada y ¿Se atreve a decir agradecida? Se preguntó cuál era la relación entre ella y Ruby. Sin duda parecían cercanos.
Y la última chica tenía una mirada neutral mientras pensaba. Era casi una reminiscencia, también estaba el pequeño tirón en sus labios. ¿Estaba molesta por lo que dijo? Sin embargo, no parecía dirigido a él.
-Parece que eres un orador motivacional natural, chico guapo-. Issei se volvió hacia la chica rubia, quien tenía una sonrisa juguetona clara en su rostro-.
-Mucho mejor que Ozpin durante ese discurso si se me permite decirlo…- Issei se dio la vuelta y se encogió de hombros.
-Meh, ni que fuera tan difícil, pero igual tomaré eso como un cumplido, esto…- Cayó en cuenta que no se había presentado con la rubia quien también noto que ella tampoco le había dicho su nombre.
-Yang, Yang Xiao Long-. Se presentó con una gran sonrisa divertida y guiñando un ojo, cosa que sonrojo un poco al castaño quien apartó la mirada.
-Issei Hyoudou-. Respondió con una pequeña sonrisa, pero sin mirarla directamente a los ojos, hecho que la hizo levantar una ceja, pero no le dio mayor importancia.
-Blake Belladonna-. Respondió la morena de manera casual.
-¡Ruby Rose!-. Dijo con entusiasmo y dando un pequeño salto.
-¿¡Qué hay con todo este ruido!? ¡No pueden ver que algunos de nosotros estamos tratando de dormir!-. Una nueva voz se oyó y todos pudieron reconocerla de inmediato con Ruby tensándose un poco y los otros tres frunciendo sus labios, sin duda estos chicos tienen una suerte…
El grupo se volvió para ver a Weiss caminando o mejor dicho pisando fuerte. Estaba vestida con un camisón azul claro y tenía el pelo recogido, internamente Issei todavía se preguntaba si era natural o no.
Los ojos de la chica gruñona, sus ojos en cuestión, se encontraron primero con los de Ruby y se señalaron el uno al otro.
-¡Oh no, no tú otra vez! ¡Sálvame Issei!-. Dijo para saltar a los brazos del mencionado sin pensárselo dos veces. Issei solo pudo sonrojarse en respuesta por la cercanía de la chica. El cómo cualquier otra persona no esperaba eso. Sí tenía que ser honesto, Ruby es mortalmente tierna, demasiado…
-De todas las personas, tenías que ser tú…- La heredera gimió con pesadez dando un pellizcando al puente de su nariz con notable fastidio.
-¡Dije que lo sentía! ¿¡Qué más quieres!?-. Ruby se disculpó angustiada, vaya primer día que ha tenido, aunque no todo fue malo. Tenía un nuevo amigo y eso era algo bueno ¿Verdad?-.
-Oe, ¿Cuál es tu trato con mi hermana?-. Yang preguntó de pie protectoramente junto a la cazadora más pequeña. Así que eran hermanas, esa no se la esperaba dada la falta de similitudes entre ambas. Issei bajo a Ruby, quién se puso a la par de su hermana quién estaba viendo con molestia a la peliblanca.
-¡Ella es un peligro para mi salud!-. Weiss retrocedió pisoteando el suelo con su pie infantilmente. Vaya, definitivamente no parece ser alguien fácil de tratar.
Mientras continuaban discutiendo, Issei y Blake suspiraron simultáneamente. El primero solo quería terminar con todo lo que sucedió hoy, estaba estresado y agotado y la probabilidad de meditación fue arrojada por la ventana con las tres chicas discutiendo constantemente.
-Jaja, no tiene sentido quedarse despierto. Tenemos un largo día por delante mañana.- Murmuró Issei que la verdad ya sentía que le ganaba el sueño; mucha emoción para un solo día.
-Estoy de acuerdo-. Respondió Blake, cerrando su libro con una expresión molesta.
-Supongo que las luces se apagan temprano está noche-. Expresaba la pelinegra con cierto tono de molestia en su voz, no es que sea amante de hacer sufrir a lo demás, pero…
-Parece que ese es el caso-. Issei contestó un poco divertido, de cierta manera esto le agradaba…
-¿Te importaría hacer los honores?- Comentaba Issei a Blake por su parte Blake se inclinó y con un suave suspiro, la llama se extinguió. La habitación estaba envuelta en la oscuridad, deteniendo rápidamente al trío en medio de su pelea de gritos.
-¡¡¡Oigan!!! ¿¡Quién apagó las luces!?- Con esto hecho el castaño se propuso dormir. No sin escuchar el suave susurro en su mente, perteneciente a la misma voz que ha estado escuchando.
-(Tsk,Que fastidio)-Al parecer la iniciación de este año será la más interesante en la historia de Beacon.
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Ya era el día de la iniciación y podemos ver cómo los postulantes se alistaban preparando sus equipos también podemos ver cómo Yang y Ruby conversaban mientras se dirigían a la zona de casilleros.
-Me pregunto de que están hablando esos dos…-. Ruby habló en voz alta, observó cómo pasaban una chica de cabello rojo anaranjado y un chico de cabello de negro con una raya magenta. La primera hablando de una gran cantidad de cosas con una gran energía casi como si tuviera una sobre dosis de azúcar y el segundo simplemente escuchando y asintiendo de vez en cuando.
-Oh, quién sabe-. Respondió Yang encogiéndose de hombros. Lanzó algunos golpes de prueba antes de ajustar sus guanteletes una vez más. -Como sea, ¿Qué te tiene tan ansiosa hoy?-.
-Oh, ya sabes, la incómoda fase de conversación ha terminado oficialmente. Ahora puedo dejar que mi bebe hable por mí-. Ruby se rio mientras sostenía a Crescent Rose, su arma, en sus brazos como si fuera un bebé real. Yang vio a su hermana pequeña reírse maniáticamente, acariciando y besando el costado de su forma inactiva cosa que le saco una gota de sudor a su hermana quién se aclaró la garganta llamando la atención de la menor.
-Bueno Ruby, tienes que recordar que no eres la única que está pasando por la iniciación. Si quieres crecer, tienes que conocer gente nueva y aprender a trabajar en equipo-.
-Hugh, suenas como papá-. Ruby gimió con cierto disgusto al recordar esas palabras y no necesito conocer gente para crecer para ello bebo leche-. Recriminaba Ruby a su hermana mayor…
-Uh-hum, entonces… ¿Qué planeas hacer con los equipos sus?-. Preguntó la rubia, tratando de no sonar sospechosa. La chica vestida de rojo y negro miró a su hermano con una ceja arqueada, como si no entendiera la pregunta.
-¿Qué quieres decir? Solo estaré en tu equipo-. Declaró como si fuera lo más obvio del mundo.
Yang se frotó el brazo nerviosamente, al parecer se le notaba un poco incómoda mientras arrastraba los pies también. Esto inmediatamente hizo que Ruby frunciera el ceño como sabiendo ya sucio plan de su hermana…
-Mmm… Bueno, tal vez, solo tal vez, estaba pensando que tal vez podríamos estar en… Diferentes equipos-. Yang evitó todas las formas de contacto visual posible con su hermana menor. No se atrevería a mirar esos ojos que la hacían someterse a los caprichos de su hermana.
Sin embargo, hizo que el jadeo de dicha hermana fuera aún más doloroso de escuchar.
-¡Yang Xiao Long! ¡Mi querida hermana! ¡Mi roca! ¿¡Realmente estás insinuando que no quieres formar equipo conmigo!? ¡La traición! ¡La decepción!-. La hermana mayor cometió el error de dar marcha atrás. El dolor y la traición que vio en los ojos de la chica más joven casi la hicieron querer decir que era una broma. Casi se disculpa y le dice que definitivamente se unirían. Palabra clave, casi. Esto era algo que tenía que hacer. Todo por el bien de su hermana menor.
Yang apartó los ojos una vez más. Se frotó el brazo y cambió su peso de una pierna a la otra.
-No es que no quiera Rubes, es solo…bueno, creo que estar en otro equipo con otras personas te ayudará a socializar un poco mejor y ya sabes, con ello finalmente salir de tu caparazón.
Ruby hizo un puchero, ella podía ver el punto de vista de su hermana, pero eso no ayudó. No quería socializar con gente nueva. ¡Ese era su problema! ¡Ayer debería haber sido prueba de ello! La única otra persona con la que había podido hablar era Issei. Blake parecía que solo quería que la dejaran sola. Y Weiss… Ruby sintió que debía tratar de mantenerse alejada de esa chica lo máximo posible por el bien de su salud auditiva.
-¡Yang, no necesito estar en otro equipo! ¡Y no necesito salir de mi caparazón!-.
-¿Qué pasa con Issei? Ayer parecían super cercanos, es más estoy segura de que sería un buen compañero de equipo-.
-Bueno…si, pero aun así…no creas que por ello te dejare de lado-. Esto lo decía mientras miraba a su hermana con esos ojos…esos ojos que hacen que literalmente todo lo que la niña te pida lo hagas sin rechistar…
-Parece que todos están animados esta mañana-. Se unió una nueva voz para el alivio de Yang, ambas hermanas se giraron para hallar el origen de esta, encontrándose con Issei.
-Sip, tú lo has dicho "Life Coach"-. Yang saludó animadamente, aliviado por la llegada oportuna del castaño.
-¿"Life Coach"? Nah, estoy lejos de eso, supongo…-. Dijo mientras se acariciaba la parte trasera de la cabeza, al parecer es un tic nervioso.
Yang en eso se dio cuenta que los ojos del adolescente estaban en el suelo y se frotaba la nuca. Fue similar a anoche, donde no hizo ningún contacto visual real con ella. Se preguntó si algo andaba mal.
-¡Hola Issei!-. Ruby cantó con una gran sonrisa mientras sus ojos plata parecían brillar de alegría, señal inequívoca de que estaba genuinamente feliz de verlo. El castaño se volvió hacia ella y le ofreció una leve sonrisa a cambio. No tuvo ningún problema en mirarla.
-Bueno Ruby ¿Lista para el día de hoy?-. Preguntó, sin torpeza ni nerviosismo en su tono. Si la rubia creía que su comportamiento era raro, ahora le parecía muy extraño.
-¡Puedes apostar a que si! ¡Pero Yang dijo que no quiere estar en mi equipo! ¿¡Puedes creerlo!? ¡Ella es tan mala!-. Issei se rio entre dientes de manera desigual en respuesta antes de colocar una mano sobre la cabeza de la chica más joven mientras la acariciaba. Ella casi pareció derretirse ante el toque reconfortante.
-Jaja, toda una vergüenza para ella, supongo. Te propongo algo ¿Qué tal si me uno en su lugar?-.
Los ojos de Ruby brillaban como estrellas. Ella asintió con la cabeza de inmediato, extasiada ante la idea de tener a su primer amigo en su equipo.
-¡Eso sería increíble! ¡Diablos, sí que lo seria!-. Hugh su pobre corazón no podrá resistir más dosis de ternura de parte de Ruby esta chica es lo más adorable que ha visto en su vida.
-Genial, suena como un plan entonces-. Luego lanzó una mirada a su lado, Yang una vez más le estaba sonriendo. Rápidamente se avergonzó, sintiendo que sus mejillas se calentaban.
-¡Bueno, las vere más tarde!- Y así se puso en camino de nuevo, ni siquiera se atrevió a dar una mirada hacia atrás, todavía sintiendo la mirada de la chica rubia en su espalda. Esos ojos de confianza juguetona realmente lo estaban matando…
Issei continuó, pasando a otros estudiantes sin prestarles atención mientras buscaba su casillero asignado, siguió así hasta que encontró la maldita cosa. Habría sido feliz, si no fuera por qué alguien estaba parado frente a él, cierta persona de la que no tuvo la mejor primera impresión. Cierta heredera de la que, por desgracia, había olvidado el nombre. ¿Cómo era? ¡Ice haughty? ¿Ice Sneeze o algo así?
El castaño soltó un suspiro de molestia pura el necesitaba agarrar su atuendo y cambiarse, por lo que era mejor darse prisa y terminar la inevitable conversación. Tal vez después de una noche de descanso estaría de mejor humor. Moverse provocaba irritación y molestia en una persona. Probablemente más con una reina de hielo como ella.
-Ejem-. Se acercó hacia las dos adolescentes y se aclaró la garganta para llamar su atención.
Weiss saltó un poco sorprendida, después de haber sido arrancada de su conversación con la chica a su lado. Se volvió y miró al castaño, parpadeando dos veces para recuperarse de su shock inicial. Luego, un pequeño ceño fruncido estropeó su rostro entrecerrando los ojos en una muestra de que le disgustaba verlo.
-Oh, eres tú otra vez.- Dijo con pesadez, casi rozando el asco, si parece que tuvieron un muy mal comienzo.
-¿Qué quieres?-. Exclamo la "princesa" con su tono de asco aun…
-Mira, parece que ayer iniciamos con el pie izquierdo yo solo quiero sacar mi equipo de mi casillero-. Respondió, rascándose la parte posterior de la cabeza. Al menos trataría de ser amable. No había razón para hacer enemigos al comienzo del año escolar. Dios sabe que hizo demasiados en Kuoh con su perversión incontrolable.
Weiss parpadeó un par de veces, pasando su vista hacia el casillero donde estaba apoyada hace poco antes de mirarlo de nuevo. Luego se hizo a un lado.
-Oh, ya veo…-. Murmuró, un pequeño toque de vergüenza coloreando sus mejillas.
-Me disculparé entonces-. Los ojos de Issei se abrieron ligeramente ¿Realmente había funcionado?
-No hay problema-. Dijo antes de abrir su casillero. Cuando tomó la gabardina entre sus manos, giró la cabeza un momento para ver a la heredera y la chica con la que esta hablaba. El castaño les lanzó una mirada neutra a ambas, lo cual hizo que estas alzaran una ceja.
-¿Qué pasa ahora?-.
-Aunque normalmente no me importaría que un par de hermosas chicas se me queden viendo…no tengo tendencias exhibicionistas-.
Ambas chicas tardaron un par de segundos en procesar todas las palabras. Y cuando finalmente lo hicieron, Issei pudo ver como un fuerte rubor se formó en el rostro de ambas chicas antes de dar un giro de 180 grados.
-¡¡Lo-lo-lo sentimos por eso!!-.
-Jejeje, no hay problema. Procuraré acabar rápido-.
Y así lo hizo, en menos de tres minutos Issei se había cambiado. Cuando este cerró su casillero, ambas chicas lo tomaron como una señal de que había terminado.
Cuando se volvieron a girar, vieron como el chico se estaba ajustando el cinturón. El castaño por su parte sintió la mirada de ambas y les devolvió la mirada, cruzándose con los ojos de la reina de hielo y de la chica misteriosa mirándola. Una vez que su mirada aterrizó en Weiss, ella se dio la vuelta y tosió en su puño cerrado.
-¡Ejem! De todos modos… Issei, ¿verdad?-. Comenzó Weiss, atrayendo la atención del mencionado.
-¿Supongo que ya conoces a Pyrrha Nikos?-. Luego hizo un gesto a la chica pelirroja a su lado. Dicha chica saludó suavemente con una sonrisa afín en su rostro.
-¡Hola!-. Ella saludó felizmente por lo visto parecía un gesto practicado, demasiado formal sin ninguna emoción real al respecto. Issei se sintió cauteloso al respecto, si había algo que no le gustaba, era la gente actuando. Todos deberían ser ellos mismos.
-He estado enamorado de ti durante mucho tiempo.
Issei se mordió el interior de la mejilla. Para cuando se concentró de nuevo, parecía que había molestado a la reina del hielo. Ella tomó su período de silencio mientras él reflexionaba sobre el nombre y la mirada en su rostro como confusión.
-Has oído hablar de Pyrrha Nikos, ¿No?-. Preguntó de nuevo esta vez con algo de impaciencia.
-Lo siento, en realidad no-. Se encogió de hombros, no deseaba mentir y hacerse ver más estúpido de lo que ya parecía, al menos era honesto eso ya era ganancia.
-¿¡Qué!? ¡Es la cuatro veces campeona regional de Mistral!-.
-¿Cuatro veces campeón? Eso es genial-.
-¡Se graduó en la parte superior de su clase en Sanctum Academy!-.
-Oh, y encima es alguien aplicada, nada mal-.
-¡Es la mascota de la marca de cereales Pumpkin Pete!-.
-Hugh, detesto los cereales, soy más del clásico bol de arroz con sopa de miso-. Ok… Esa última respuesta no se la vio venir. ¡Pero como sea! El respondió sin sonar tan impresionado como Weiss pensó que debería. Su mandíbula cayó aún hasta el suelo, metafóricamente hablando claro.
-¿Cómo?-. Weiss murmuró con incredulidad.
-¡¿Cómo no sabes quién es la Pyrrha Nikos?!-.
Mierda, ¿Era famosa o algo así? Ozpin no lo había preparado para algo como esto. ¿Cómo se suponía que debía responder a esto? Realmente no sabía quién era ella o qué hacía. ¿Fue tan importante conocer a esta chica? Ya sobresalió antes, realmente preferiría no sobresalir más.
-Ahh, lo siento, pero nunca me importó realmente ese tipo de cosas, la verdad es que solo juzgo a las personas por lo que son como personas-. Issei no estaba mintiendo, pero era más una respuesta para desviar en lugar de expresar su ignorancia.
Tanto Weiss como Pyrrha parpadearon. Esta última, sin embargo, parecía irradiar felicidad pura. Maldita sea, casi lo deja ciego con su sonrisa dentada. Pero esto parecía demostrar que la pelirroja era alguien muy agradable o por lo menos, más que la reina de hielo ahí presente.
-Ya veo-. Weiss murmuró con cierta… ¿Satisfacción?
-Definitivamente has demostrado que esa es la verdad. Puedo decir que tu falta de cuidado por la popularidad es… Admirable-.
-Uhm… Gracias… Supongo-.
Un aire incómodo cayó entre el trío, Issei miró a Weiss, que estaba haciendo todo lo posible para no parecer que lo estaba mirando. Luego se volvió hacia Pyrrha, que todavía estaba sonriendo, aunque no tan brillante como antes. No sabía cómo sentirse realmente por ellas. Eran compañeras de equipo potenciales, pero ambos eran realmente extraños, y esto venía de él. El silencio tampoco ayudaba. Entonces, Issei decidió que ahora era su momento de despedirse.
-Bueno, voy a terminar de prepararme para la iniciación, pero los veré por ahí-. Dijo, despidiéndose con la mano torpemente. El castaño tropezó con un cubo de fregona detrás de él, recibiendo una risita de Pyrrha y un gemido de Weiss, volvió a ponerse de pie, con las mejillas rojas de vergüenza.
-Entonces, eh, sí… Supongo que las veré por ahí más tarde Pyrrha y… Ice Sneeze…-.
-¡Es Weiss Schnee!-. La escucho a la distancia, al parecer la chica sí que tenía buenos pulmones. Auch, le zumban los oídos.
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-Entonces, antes de comenzar, ¿Hay alguna pregunta?- El director preguntó a sus estudiantes.
-Si, de hecho tengo una.-Comenzó a decir Issei, levantando una mano, miró por encima del acantilado, viendo lo lejos que estaba el bosque. El mismo bosque al que había sido teletransportado. Todavía no podía creer que Dios literalmente se pasó la escuela por un par de clics.-Varias preguntas en realidad.
-¡Bien! Comenzaremos inmediatamente entonces. Todos, tomen sus posiciones y buena suerte a todos. -Ozpin terminó de hablar ignorando a su alumno todo esto mientras estaba llevándose la taza de café a los labios.
Tan pronto como dijo esto, los estudiantes comenzaron a lanzarse al cielo. Uno por uno, Issei podía escuchar los gritos de posibles camaradas que eran enviados volando a lo que él pensaba que era su perdición. Algunos por excitación, otros por nerviosismo y otros por miedo. Estaba bastante seguro de que era esto último en el caso de la mayoría.
-Ozpin ¿Cuál es la estrategia de aterrizaje?-. Issei preguntó, el grito de otro estudiante sonaba al lado de su oído.
-Tal como suena, todos serán lanzados al Emerald Forest. A partir de ahí, estarás elaborando estrategias para tu aterrizaje-.
-Uh-huh…-. Issei dio otra mirada, viendo la gran cantidad de árboles y suelo ¿Aterrizar dónde y cómo exactamente?
-Entonces, eh, ¿Tenemos paracaídas o algo así?-.
-Mmm… No, estarás cayendo, depende de ti cómo decidas aterrizar-.
-¡Espera, no me dijiste sobre esta parte-.
-¿Oh? Se me debió haber pasado-. Contestó mientras le daba otro sorbo a su taza. Es más, jura ver una sonrisa en su rostro…
Issei se puso pálido, pero rápidamente se puso rojo de la furia.
-Tú miserable hijo de pu…-.
-Sr. Hyoudou-. Glynda habló con un brillo peligroso en sus ojos, el cual detuvo al castaño en seco.
Issei miró hacia el hombre mayor, donde juró que vio la más pequeña de las sonrisas adornar el rostro del director.
-Buena suerte, Sr. Hyoudou-.
-… Bastardo-.
-¡Sr. Hyoudou!-.
-¡Jodase!-
Un gran coro de jadeos se escuchó por parte de todos los alumnos que aún quedaban ahí, incluso Issei y Ozpin no podían creerse lo que acababa de pasar. ¡Issei acababa de gritarle a la profesora Glynda! ¡Y encima le había sacado el dedo medio! ¿Fue acaso la presión del momento? ¿La pérdida de paciencia por la actitud del director? Solo estaba seguro de una cosa.
Si no fuera por la combinación de una Glynda algo conmocionada y de la plataforma lanzadora activándose a los pocos segundos de haber hecho lo que hizo, seguramente ahora estaría siendo castigado de la peor forma posible por la profesora rubia.
El sonido de algo rompiéndose llamó la atención de los presentes y hubieran deseado no haber visto. Glynda Goodwitch acababa de partir su fusta en dos por la fuerza de su agarre, además que unas cuantas venas hinchadas se podían apreciar en su frente y cuello.
-Voy a rezar por su alma Sr. Hyoudou, bueno la vida sigue y yo quiero otra taza de café-.
Pensó Ozpin a sabiendas de cuál sería seguramente el destino del viajero de otro mundo cuando volviera.
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Issei habría esperado que le sucedieran muchas cosas durante su caída. Esperaba ir al suelo, pero no sucedió. Esperaba estar cubierto de ramas, hojas, rasguños y moretones, pero eso no sucedió. Incluso esperaba que un posible Nevermore lo atrapara para una comida rápida por la mañana. ¡Ni siquiera eso sucedió!
De todas las cosas, Issei no esperaba ser inmovilizado en un árbol. Ahora ¿Qué podría haberlo inmovilizado a un árbol? ¡Pues una lanza perfectamente lanzada, por supuesto! E Issei solo pudo expresar su gratitud hacia el alma amable que lo salvó con una lanza tan hábilmente lanzada a través de su gabardina.
-¡¿Quién le arroja una lanza a alguien?!-. No le gritó a nadie en particular solo sacudió los brazos de lado a lado, sobre su cabeza, lo que solo lo llevó a balancearse de izquierda a derecha cómicamente. Finalmente se calmó y cruzó los brazos, inflando una de sus mejillas en un puchero.
-Se supone que soy el héroe, no la damisela en apuros; Ozpin miserable cabrón de mierda me las va a pagar cuando vuelva a subir por esos malditos acantilados… Si Glynda no me mata antes…-
A su mente llegó la imagen de esa profesora con un látigo en mano y una expresión de furia que de seguro haría temblar de miedo al guerrero más valiente o al demonio más vil.
Issei inclinó la cabeza hacia atrás, viéndose a sí mismo no muy lejos del suelo. Luego miró hacia abajo, o hacia arriba, a la lanza. El castaño ya había estado inmovilizado durante cinco minutos, y prefería no darle la oportunidad a que algún Grimm lo rodeara. Ya había estado arrojando una cantidad decente de negatividad y no quería dar más combustible a las posibles criaturas en el área. Además, cuanto más tiempo se sentará allí, más tiempo le tomaría terminar la iniciación.
El castaño se balanceo, tratando de alcanzar la lanza. La primera vez fue un fracaso, pues su mano agarrando aire y cayo contra el árbol. Maldijo interiormente y lo intentó de nuevo, sus dedos encontraron el arma, pero resbalaron, enviando su espalda al tronco del árbol una vez más. Issei soltó un gemido.
Los arbustos debajo de él temblaron, alertándolo. Miró hacia atrás para verlos temblar vigorosamente. Muy similar a la noche en que había llegado y aparecieron los Beowolves. ¿Era un Grimm? ¿U otro estudiante? No lo sabía, pero no quería arriesgarse a que fuera lo primero. Conociendo su suerte, probablemente sería una manada de Beowolves o unas cuantas Ursas. De cualquier manera, preferiría pelear antes que ser la cena de una de esas bestias.
Entonces, con una gran inhalación de aire, se balanceo con fuerza y trato de alcanzar la lanza una vez más. Y esta vez, pudo envolver su mano izquierda alrededor del arma. Le dio un tirón rápido, pero el arma ni siquiera se movió. Miró para ver que se había incrustado en la corteza antes de torcerla y bloquearla en su lugar.
El temblor aumentó a medida que se acercaba. Issei intentó tirar de nuevo, pero todo lo que recibió fue un crujido de la madera. Maldijo de nuevo, tratando de sacarlo, pero su posición no le permitió utilizar toda su fuerza. Si no se movía ahora, no se sabía lo que podía esperar cuando se liberara.
-Maldita sea. ¡¡¡Boosted Gear!!!-.
-[¡Boost!]-.
El artefacto respondió al llamado y después del comando inmediatamente Issei sintió que el aumento de poder fluía a través de él nuevamente. Con un gruñido, tiró de la lanza una vez más. La madera astillada bailaba a su alrededor y la repentina sensación de gravedad que lo tiraba hacia abajo le dijo al castaño que estaba libre. Aunque su alivio duró poco cuando aterrizó boca arriba duramente contra el suelo.
-Mierda eso dolió maldita sea, Ozpin maldito adicto al café, se va a arrepentir tanto de esto…-. Murmuró para sí mismo.
Las hojas temblorosas devolvieron su atención a la realidad instantáneamente. No pasaron más que un par de segundos entre él tendido en el suelo y voltearse con la lanza en la mano, listo para una batalla.
Eso fue, hasta que cierta pelirroja salió al claro. Cepilló algunas hojas de su persona y se enderezó la falda. Luego, se volvió hacia Issei y sus ojos se encontraron. Ella le sonrió suavemente mientras sus ojos se abrían.
-Issei, ¿Verdad?-.
-S-sí…- OK, bien, ahí sin duda dejaste una buena segunda impresión genio. Vamos Issei, deja de temblar, por el bien de la misión…
-Bueno, entonces, parece que ahora somos socios-.
-Amm, sí, supongo que lo somos…- Entonces las palabras realmente se registraron en su cabeza.
-Espera, ¿¡Qué!?-Justo cuando no quiere destacar, le toca ser compañero de una aparente celebridad; Dios si lo estas escuchando, jodete… Siente que, si Irina lo escuchara, le cortaría la cabeza o lo quemaría en la hoguera por blasfemo. Pyrrha se río detrás de su mano, parece que este chico tiene muchas cosas en la cabeza.
-Eres la primera persona con la que he hecho contacto visual ¿Recuerdas lo que dijo el profesor Ozpin?-
Issei hizo memoria y… Oh cierto.
-Oh sí ¿Cómo pude olvidar algo tan importante?- Se quejó con algo de burla, sus pensamientos se dirigieron a cómo el anciano lo había arrojado desde un acantilado sin advertirle adecuadamente que tendría que encontrar su propio camino para evitar morir. Todo con una sonrisa engreída en su rostro y empujando ese maldito líquido lleno de cafeína por su garganta.
Tal vez podría reemplazar todo el café en la escuela con descafeinado o tal vez chocolate caliente. No, los estudiantes a veces lo necesitan. Incluso él ha caído en la necesidad del energizante rápido de la cafeína. No espera… No debería de centrarse en eso por ahora, todavía tenía que pasar la iniciación primero.
-Uhm, ¿Podría recuperar mi lanza, por favor?-. Pyrrha habló, llamando la atención de Issei quien parpadeó. Luego recordó la lanza en su mano.
-Espera, ¿Fuiste tú quien arrojó esto?-
-Sí, lo siento. Te vi caer fuera de control y no tenía otra forma de ayudar.-
Ahora Issei se sentía un poco mal. Sabía que se había quejado de ello antes, pero ella le salvó la vida. Y ahora se disculpaba por ello.
El castaño pasó a verla, notando una sonrisa suave dedicada a él. Ella parecía genuinamente desanimada.
-Bueno, supongo que te debo un agradecimiento entonces.- Respondió asintió levemente con la cabeza mientras le devolvía la lanza. Desafortunadamente, sus ojos tuvieron dificultades para encontrarse con los de ella. Ese corsé parecía un poco demasiado bajo… Y un poco demasiado apretado.
-¿Issei?- Se enderezó para ver dos orbes esmeralda preocupados.
-¿Estás bien?- El castaño se apresuró a contestar.
-Sí, mejor que nunca… Compañera… Deberíamos… Ehm, ponernos en movimiento. Sí, será lo mejor. ¡Tenemos que encontrar esas reliquias!-.
Con eso, comenzó a caminar a un ritmo rápido y a adentrarse más profundo en el bosque. Pyrrha lo observó por unos momentos, con una ceja levantada muy ligeramente. Pero ella se encogió de hombros y simplemente eligió seguirlo.
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Ozpin cerró su scroll y volvió los ojos hacia atrás para mirar sobre el bosque detrás suyo. Una suave brisa pasó, haciendo que la taza de café en su mano se sintiera mucho más cálida. Se lo llevó a los labios, tomando un sorbo, suspirando de alegría mientras su calor lo llenaba en su núcleo, aunque aún se encontraba algo adolorido.
-Nuestra pareja final acaba de formarse, Lie Ren y Nora Valkyrie-. Dijo Glynda mientras caminaba a su lado, miró la dinámica entre los dos y sacudió la cabeza suavemente.
-Pobre chico, no puedo imaginar que esos dos se lleven bien-. Luego pasó por algunas cámaras más antes de aterrizar en otro par y su ojo derecho tuvo un pequeño tic.
-Issei Hyoudou y Pyrrha Nikos, ese chico, todavía creo que fue un error permitirle tomar la iniciación después de su fracaso para desbloquear su Aura, aunque honestamente ¿Cómo es eso posible…?-.
-Tampoco estoy tan seguro, en si algo en él causó una interferencia, me imagino que no creo que ni siquiera su dios podría haber previsto-. Ozpin miró hacia el scroll en manos de su asistente, viendo al castaño y la pelirroja caminando, pero, sin embargo, algo le llamó la atención.
-Glynda ¿No te parece raro el comportamiento de Issei?-. La mujer rubia parecía confundida por la pregunta hasta que volvió a mirar a la pareja.
-Sí, el Sr. Hyoudou en realidad se mantiene bastante alejado de la Srta. Nikos. Que extraño…- Declaró mientras observaba de cerca. El viajero de otro mundo mantuvo una buena cantidad de pasos de distancia entre él y la chica invencible.
Normalmente, cualquier chico estaría encantado de estar lo más cerca posible de ella; después de todo era un paquete completo de hecho. La apariencia, la fama y la personalidad. Sin mencionar que era una luchadora increíble y sería una compañera de equipo increíble. Y, sin embargo, Issei la mantuvo en la distancia suficiente para no ser grosero, pero tampoco tan amigable.
-Es como dices un chico de su edad querría estar tan cerca de ella como ella lo permitiera. Sin embargo, no lo hace.- Dijo mientras se enfocaba en el castaño.
-Tampoco diría que se aleja-.
-Sí, estaría de acuerdo he captado sus ojos vagando demasiadas veces-.
-Y sin embargo, ha mantenido su distancia de la Srta. Nikos, también está la Srta. Schnee cuando estaban en el vestuario.- Dijo Ozpin mientras los dos continuaban observando al castaño, cada pequeña mirada que hacía, cada paso cuidadoso que daba y cada oportunidad que tomaba para evitar una pequeña charla con la espartana.
-Parece cauteloso, no logra hacer contacto visual real y parece demasiado nervioso para que sea simplemente para la iniciación.-
-¿Pero qué podría causar tal cosa?- Preguntó Glynda con mucho interés.
-Estoy segura de que no son las mujeres en sí, no ha tenido problemas para hablar conmigo o con la profesora Peach durante las lecciones. Así que parece que solo se trata de mujeres de su grupo de edad-.
-Es muy posible que sea algo de su pasado. Alguna forma de trauma que lo haga temer al sexo opuesto de su rango de edad-.
-Eso no podría ser posible durante la orientación, encontré imágenes de él hablando con la Srta. Rose-.
El profesor revisó rápidamente las imágenes antes de encontrar el video del castaño y la pequeña segadora hablando. Estaban sonriendo sin ningún indicio de nerviosismo en su rostro, sin duda alguna era raro ver ese contraste. Las cejas de Ozpin se arrugaron mientras miraba las imágenes una vez más y luego regresó a Issei con Pyrrha.
-Extraño de hecho.-
-Es posible que no sean solo las chicas de su rango de edad en sí, más bien parece ser algo más profundo que eso. Algo mucho más preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que estos dos son socios ahora. Y existe la posibilidad de que otra chica estará en su equipo-. Explicó Glynda, alejándose del scroll.
-Sí, esto será todo un problema si continúa. Pero no es algo en lo que realmente podamos intervenir-. Dijo el hombre de cabello gris mientras se encogía de hombros.
-Pero no podemos dejarlo así.-Reprochó la profesora mientras veía a Ozpin alejarse del acantilado.
-Desafortunadamente, lo es, solo él puede resolver esto-.
-¿¡Qué!?- Glynda vio incrédula al director, no puede estar hablando en serio. Se supone que como adultos deben de ayudar a los jóvenes y para ellos era doble, porque también son los profesores a cargo de formarlos como futuros cazadores y cazadoras.
-Este es un problema del que sabemos poco. También es un problema del que estoy seguro de que no hablará con nadie, si es que sabe que lo tiene-.
Glynda quería decir algo, pero se encontró incapaz de encontrar nada que decir realmente, Ozpin continuó de todos modos.
-Además, para superarlo de verdad, él es el tipo que cargará de cabeza, dale tiempo y dale un poco de fe. Estoy bastante seguro de que algún día encontrará su respuesta-.
Con eso, Ozpin comenzó a alejarse, Glynda lo observó un poco antes de mirar hacia atrás por los acantilados. Sus pensamientos se dirigieron al castaño y, no mucho después, ella también se giró y comenzó a alejarse.
-Ja, en realidad es gracioso de cierta forma-. Dijo Ozpin sin mirar atrás.
-¿A qué te refieres con eso?-. Lo cuestionó, alzando una de sus finas cejas, viéndolo para que se explique mejor.
-Parece que le has cogido bastante cariño al chico-.
-¿¡Jaah!?- Glynda casi gritó con indignación ante tal afirmación ¡Es ridículo! ¡Ese chico no es más que problemas para ella! Cielos…
Aunque no negará que si le molesta un poco verlo en ese mal estado.
Solo el tiempo dirá si lograra superar lo que lo molesta…
