Saludos otra semana otro cap a la bolsa,quiciera agradecer a todos los que siguen esta historia pero bueno pasemos al show


Life-5: Cicatrices del corazón.

Issei estaba caminando por el patio de Beacon, ya habían terminado las clases del día y le dijo a su equipo que se adelantarán, que tenía algo que hacer y aquí estaba en ello, buscando a Ruby quien simplemente se fue al terminar las clases. Se nota que lo que le dijo Weiss realmente la afectó, estuvo todo el día decaída…

Dejando de lado que sonó como un acosador al decir que estuvo todo el día al pendiente de una chica, realmente espera poder ayudarla a subirle el ánimo. En lo poco que la conoce se ha llegado a encariñar de su entusiasmo y energía.

Y ahí está, sentada en una banca con la cabeza gacha y soltando suspiros. Bien, es hora de mostrar que puede ser de utilidad y ayudar a sus amigos… Deséenle suerte.

-Hey Ruby-. La mencionada se giró al escuchar como la llamaban y se pudo ver cierto destello de felicidad en sus ojos cuando vio quien era.

-Hola Issei-. Contestó sin su característica energía alguna, cielos, sí que está con los ánimos en el suelo.

-Oye ¿Por qué esa cara larga? En lo que llevamos conociéndonos… Poco más de 48 horas, puedo decir sin duda que no eres el tipo de chica deprimente-.

La segadora se apenó un poco ante esas palabras. Y lo cierto era que el castaño tenía razón, ella no era de las que se desanimaban tan fácil… Pero hoy, sin embargo, fue ese el caso.

-Issei. ¿Tú crees que esté bien que esté aquí?-. La chica soltó su duda con una mirada insegura en su rostro, a lo que él solo levantó una ceja ¿A qué se refiere con eso? Aunque ahora que lo analiza a detalle, por lo que vio entre la discusión entre ella y Weiss se dio una idea del porque la pregunta.

-¿Esto tiene que ver con lo que te dijo la princesa de hielo?-.

-Yo… En parte-. Esa fue una respuesta algo extraña.

-Ruby, si estás aquí, es por una razón ¿Qué importa si eres dos años menor que todos nosotros? El hecho de que entraras a tus 15 años es muestra que eres una chica muy capaz. Y si Ozpin te eligió líder, es por una razón. Puede que sea un adicto al café y con el carisma de una piedra, pero por algo es el director de esta academia-.

La chica no pudo evitar soltar una ligera risa ante esa última parte. Paso a observar a su amigo a los ojos, buscando algún indicio de mentira de que solo lo decía para animarla, pero no fue el caso. Su mirada era totalmente sincera y por alguna razón se perdió en esos ojos por un segundo…sin duda esos ojos la hacían olvidar todo alrededor de ella y solo quería ser el centro de atención de esos ojos…

-¿Realmente lo crees?-. Preguntó la chica con más ánimo que antes. Es verdad que ella entró en Beacon mucho antes de lo que debería. Es por ello por lo cual sentía que debía hacer todo lo posible para que la gente sintiera que realmente estuviera a la altura…y sin duda, ella misma deseaba creerlo.

-Claro que lo creo, sabes, yo soy el tipo de persona que trata de ser lo más honesto posible, para bien o mal, pero así soy y yo creo que tienes tanto derecho de estar aquí como el resto de nosotros. Además, la forma que lidiaste con ese Grimm rocoso fue genial-. Issei asintió ante sus propias palabras, realmente le impresiona como una chica dos años menor que él sea tan hábil, además que Crescent Rose no parece ser ligera. Sin duda alguna está chica debe de tener una fuerza enorme.

-Gracias Issei, yo solo desearía que Weiss no estuviera tanto en contra mía…-. La chica volvió a soltar un suspiro.

-Bueno, entonces deberías hacer que se trague sus palabras-. La pequeña segadora lo vio con duda ¿A qué se refería?

-Demuéstrale porque estás aquí y por qué eres la líder de tu equipo Ruby. Si tienes dificultades con las tareas o las clases, también puedes pedir ayuda o algún consejo. Pero tienes que ponerle más empeño, es lo que yo haría si fuera tú.Te diré algo pero no se lo digas a nadie..."creo que mi intelecto es ligeramente inferior al promedio"-.

Eso último lo dijo en un susurro confidente y con una sonrisa en su rostro. Ella no pudo evitar soltar una carcajada ante el comentario de su amigo.

-Eso suena como un buen plan en verdad-. Ruby se limpió las lágrimas, para después mirar al castaño directamente, la mirada de la chica tomo por sorpresa a Issei, que por algunos segundos el chico se perdió momentáneamente en esos ojos plateados…tan brillosos como la luna llena…mostrando esa inocencia y dulzura de la niña.

-Realmente gracias Issei, necesitaba hablar con alguien…realmente eres un gran amigo-. Lo dijo mientras cerraba los ojos con una dulce sonrisa en su rostro. Sonrisa que una vez más sonrojó al castaño, quien trago algo de saliva. Un poco más dulce y cae en un coma diabético.

-Ni lo menciones Ruby, yo como hombre no podría permitir que una chica tan linda como tu este triste-. Dijo sin más mientras ponía una mano en la cabeza de la chica y la acariciaba con dulzura, cosa que hizo que Ruby se tensara, esa sensación la hacía recordar las caricias que su madre le daba de niña cuando ella se ponía triste…pero de inmediato se relajó ante la caricia del castaño…esto se sentía bien, quisiera que no acabara nunca…

-Bueno y… ¿Ahora qué?-. Cuestiono la pequeña caperucita teniendo un pequeño sonrojo en su rostro. No sabía por qué, pero se puso nerviosa de la nada ante la presencia de Issei…no nerviosa de malo si no de…ni ella sabe cómo describirlo.

-Bueno… ¿Conoces algún lugar donde se pueda practicar con nuestras armas? Me gustaría aprender algún otro movimiento nuevo-.

Eso pareció hacer que los ánimos de Ruby se elevarán hasta las nubes, ya que tenía una sonrisa que amenazaba con partir su cara en dos.

-¡Claro! ¡Podemos ir al área de entrenamiento! ¡Siempre está abierto para que los estudiantes practiquen!-. Je, al parecer si logro mejorar su humor después de todo…esta es la Ruby que llegó a conocer. -¡Vamos, yo te llevo! ¡Conozco el camino!-.

-Oh eso es ge… ¡WAAAAAAA!-. En un instante, Issei se sintió como si un tornado lo estuviera arrastrando…Todo lo que podía ver eran…¿Pétalos de rosa?

-[Esa chica sin duda está llena de energía. Por cierto, compañero al parecer no estaban solos durante su conversación. Sentí la presencia del amante de la cafeína vigilándolos desde las sombras. Recomiendo seguir teniendo cuidado con él, además recuerda que aún tenemos pendiente una charla con él]-. Ddraig le comentó a Issei, quien afilo la mirada ante la mención de Ozpin con cada cosa que pasaba. Sus dudas sobre el hombre aumentaban…no parece tener malas intenciones, pero el hecho que lo mantenga a oscuras, junto a su falta de preocupación le da mala espina.

Escondido tras un pilar, Ozpin estaba viendo la interacción entre la Srta. Rose y el Sr. Hyoudou. Tenía que admitir que el chico tenía un don para levantar el ánimo de los demás, cosa bastante sorprendente…aunque tampoco pasó por alto las reacciones de la Srta. Rose… Ah la a adolescencia.

Sin más que hacer en el lugar, el director procedió a irse de allí tras ver partir al viajero de otro mundo junto a la estudiante más joven.

Aún tenía una charla pendiente con él, pero eso puede esperar, lo dejará disfrutar su tiempo con la Srta. Rose. Por su parte, es mejor que vuelva a revisar ese papeleo antes que Glynda lo obligue a hacerlo… A veces odia ser el director…

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Habían pasado ya unas dos semanas desde el inicio del ciclo escolar…Issei debía admitir que todo había sido bastante entretenido hasta ahora, en especial lo que fueron las peleas de práctica. Ver a Nora machacar a su contrincante fue… Divertido y terrorífico al mismo tiempo. Ojalá no la haga enfadar nunca…

Aunque también estaba el hecho que Weiss parecía un poco cautelosa con sus palabras cuando él estaba cerca. Sabe que no puede seguir en esa situación con la peliblanca, ya que ella es la compañera de Ruby y según le comentó, lograron apaciguar sus problemas…es más, Ruby le dijo que la princesa se ofreció a ayudarla con las materias que se le dificultarán. Al parecer la juzgo demasiado rápido.

Actualmente el junto a los miembros de su grupo, se encontraban en la cafetería. Charlando amenamente.

-Oye, ¿Por qué no hay mantequilla en tus panqueques?-. Nora preguntó, después de haber pausado su tenedor a mitad de camino a su destino.

Issei parpadeó varias veces antes de mirar hacia abajo en su comida y volver a ella.

-Bueno, técnicamente se supone que debo comer sano…los panqueques ya son dulces de por sí, pero están bien de vez en cuando…Pero la mantequilla creo que es demasiado-.

-¡Oh por favor, solo mírame!-. Nora proclamó mientras flexionaba los brazos. El viajero de otro mundo estaba celoso del hecho de que podía ver sus músculos bien definidos y con una vena o dos resaltando. Nora al ver eso solo continuo con su monologo.

-¡Los panqueques son lo más saludable de la historia! ¡Me mantienen fuerte y enérgica!-.

Issei solo podía mirarla sin una reacción clara en su rostro.

-Tal vez… Pero todavía preferiría otras opciones más saludables-. Al momento de decir eso, se encontró con su compañero masculino viéndolo directamente…los ojos de Ren parecían tener luz propia.

-Bueno, si lo deseas, tengo algunas bebidas de suplementos herbales que solía hacer…son muy saludables y en realidad mejoran el sistema inmunológico y eliminan las toxinas. Estaré encantado de compartir algunos con ustedes…solo si estás interesado en ellos, claro está-. Ren parecía entusiasmado al ofrecer su idea. ¡Oh Bueno…! Entusiasmado a su manera, ya que su rostro sereno se mantenía en pie. Aunque a la mención de esos suplementos, podía jurar que el rostro de Nora pasó a ser el de un verde muy llamativo… Ok, aún ante esto, pensó un momento la oferta de su compañero de equipo.

Ahora sí bien es cierto que, en su mundo, Issei habría ignorado el gesto del niño bonito y simplemente se habría enorgullecido de hacer lo suyo. Pero él tenía la intención de ser una mejor persona y un gran líder para su equipo, además que el tipo se volvió su mejor amigo en este punto, ya que mostró ser alguien muy confiable y dispuesto a ayudar en estas dos semanas.

-Eso en realidad suena bien Ren, te lo agradecería-.

Su compañero asintió en respuesta antes de volver a su comida. Inicialmente había sido difícil de leer, pero Issei en realidad había comenzado a prestar atención y con ello llegó a aprender algunas de las manías y señales de sus compañeros de equipo. Entonces, cuando vio el brillo en los ojos del ninja, entendió que le alegró que el aceptará su oferta. Con eso sonrió para sí mismo antes de regresar a su propio plato.

-¡Hugh!-. Eso fue hasta que Nora se arrojó contra el respaldo de su asiento y gimió…negó con la cabeza con vehemencia, mirando a su compañera de equipo antes de que ella se acercara y tomará su brazo con ambas manos.

-Uno puede creer que tener a otro tipo como Renny sería increíble, podrían entrenar y sudar juntos, posiblemente meditar sin camisa o incluso cocinar para nosotras y traer el desayuno a la cama, pero todo lo que escucho es un futuro de jugo de plantas repugnantes y cosas estúpidas de chicos-.

Pyrrha había comenzado a sonrojarse cuando echó un vistazo a Issei. Ella lo imaginó entrenando y fortaleciéndose, mostrando ese mismo poder que mostró en la iniciación y que esencialmente había hecho que su mandíbula golpeara el suelo. Solo podía imaginar el cuerpo que yacía debajo para producir tal ataque y…

-Oh mi…-

Su nariz empezó a gotear sangre, pero rápidamente se limpió con una servilleta. ¡¿Qué demonios fue eso?! ¡Ella no es ninguna pervertida!

-En realidad, no veo una razón por la que no podamos hacer tales cosas-. Comentó Ren, haciendo que Nora se pusiera rígida como una tabla. Por favor, díganle que escuchó bien, lo dijo en plan de broma, pero esto…

-La meditación sin camisa es simplemente acercarse a la naturaleza y dejar que fluya mejor la energía de esta a través de ti-.

-¿Es así? Vaya eso no lo sabía…en cuanto al desayuno en la cama, está totalmente bien siempre y cuando sea un fin de semana y ustedes dos se comporten-. Issei comentó casualmente…cosa que llamó la atención de los otros tres adolescentes, en especial de cierta campeona.

-¿Puedes cocinar?-. Ren preguntó con notable sorpresa en su voz…eso era algo raro, por lo general los chicos como Issei, solo se preocupan por tener novia y entrenar y nada más o eso pensaba…

-Mi madre siempre solía decirme que una de las formas más efectivas de llegar al corazón de una mujer, es a través de su estómago. Je, irónico, siempre pensé que era al revés-.

Respondió Issei con una suave sonrisa. La pequeña sonrisa parecía estar llena de nostalgia y de dolor al mismo tiempo, algo que los tres miembros de su equipo captaron, pero decidieron no comentar al respecto.

-De todos modos, siempre hay una manera de comprometerse Nora. Tal vez ustedes dos puedan unirse a nosotros de vez en cuando y lo convertiremos en un ejercicio especial de equipo. Después de todo, un equipo necesita unirse fuera de la lucha contra los Grimm. ¿No estás de acuerdo Pyrrha, con formar algún vínculo especial?-.

-Yo-yo-yo…-. No pudo encontrar las palabras correctas mientras su boca continuaba abriéndose y cerrándose, con la cara ardiendo mientras recordaba la mirada sincera de Issei. Aun solo el recuerdo de ello hace que su corazón latiera como loco y se llenara de un sentimiento cálido. Le gustaba cómo se sentía.

-¿Ren?-. Issei extendió un puño.

-Hmp, estaría de acuerdo…buena cohesión de equipo y saber qué funciona mejor el uno para el otro. No solo para mí e Issei, sino también para ustedes dos-. El puño de Ren se encontró con el del castaño, a lo que este sonrió.

Fue ahí cuando la pobre e inocente mente de Pyrrha no soportó más y se desmayó, con sangre brotando de su nariz como si fuera un grifo. Y luego a uno le dicen pervertido…

-¿¡P-Pyrrha!?-. Issei gritó mientras se levantaba de su asiento e iba al lado de la espartana. Por su parte Ren se fue rápido a buscar un botiquín médico mientras el castaño hacía todo lo posible para detener el sangrado con servilletas.

Nora solo soltó una gran carcajada mientras se apropiaba no tan sutilmente de los panqueques de la espartana para ella. No podía dejar que se desperdicien.

-Esto va a ser increíble-. Comentó mientras se llevaba un gran trozo de panqueque a su boca…sin duda son el mayor manjar del mundo.

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-Ahora, ¿Cuántos de ustedes han sido sometidos a la discriminación debido a su herencia faunu?-.

Era otro día en la clase de historia del Dr. Oobleck, un lugar que Issei había empezado a disfrutar. A pesar de la loca hiperactividad del maestro, la adicción al café mayor a la de Ozpin y las lecciones rápidas, en realidad le gustaba el maestro y las lecciones de historia en sí. No solo porque esencialmente estaba aprendiendo de un mundo completamente nuevo y cómo llegó a ser, sino también por la pasión con la que habla Oobleck. Algo que los viejos maestros de Issei parecían carecer.

Fue esa misma pasión la que ayudó a Issei con sus lecciones adicionales después de la escuela y lo mantuvo al día con su "herencia faunus". Sí debía de reconocerle algo a los profesores de Beacon, es que sabían cómo mantener las cosas interesantes…excepto el profesor Port…principalmente el profesor Port.

De vuelta a la lección actual, el Sekiryuutei observó cómo varios de sus compañeros de clase levantaban la mano. Algunos de ellos fueron muy lentos para hacerlo, signos obvios de miedo se dibujaban en su rostro. Issei se sintió enojado al ver la cantidad de personas que habían sido tratadas de manera diferente simplemente por sus rasgos y apéndices adicionales. No fue su culpa que fueran diferentes del otro tipo de humano ni debería ser esa apariencia por la que fueron juzgados.

-Sr. Hyoudou, no necesita tener miedo del prejuicio de sus compañeros-. Expreso el viejo medico con algo de calma a lo que Issei lo miro y noto que Oobleck le estaba dando una mirada cómplice desde el borde de sus gafas. Fue entonces cuando recordó su tapadera y lentamente levantó la mano también. -Terrible, simplemente terrible…recuerden jóvenes, la violencia sin sentido siempre es engendrada por la ignorancia e intolerancia de las personas-.

Issei lo sabía muy bien por la historia de su mundo. Excepto que no eran los rasgos animales sobre los que la gente discutía, sino el simple color de la piel. En verdad, la ignorancia no era algo exclusivo de su mundo…en ocasiones temerle al hombre fuerte es natural, sin embargo, temerle al hombre fuerte e ignorante era lo correcto; no le importaba quién fuera, protegería a todos por igual…ya sean humanos y faunus por igual.

-Ahora ¿Quién puede decirme por qué el general Lagune perdió la batalla en Fort Castle?-.

Issei levantó la mano y el Dr. Oobleck no dudó en darle la palabra.

-El general era arrogante y codicioso de gloria. En su afán por un lugar en los libros de historia, no tuvo en cuenta las muchas ventajas que los faunus tenían sobre su ejército-. Dijo, para posteriormente empezar a enumerar los fallos más notorios que tuvo el general.

-Atacó por la noche, que fue su perdición…los faunus no solo poseen una visión casi perfecta en la oscuridad, sino que también poseen una audición más sensible, mejores características para atravesar ciertos terrenos y, en el caso de algunos, habilidades para colocar trampas y señuelos-. Cuando pareció terminar de contar los fallos, dirigió su mirada de vuelta a Oobleck.

-En última instancia, un comandante que ignora lo que puede hacer o no su enemigo y es arrogante hasta el punto de cargar a ciegas, solo puede prepararse para el fracaso. De hecho, el tipo logró su objetivo de la peor manera posible. Grabó su nombre en la historia como el peor general de todos los tiempos-. Issei respondió seguro de su respuesta…estás últimas semanas ha estado más que dedicado a ponerse al día con sus compañeros y al ver como el Doctor le sonreía con orgullo, pudo ver que sus esfuerzos estaban dando sus frutos.

-¡Eso es correcto, Sr. Hyoudou! ¡Muy bien hecho! Y tengo que decir que hizo unas observaciones muy acertadas-. Felicito el Doctor fanático al café con un pequeño aplauso y una sonrisa orgullosa de ver cómo sus lecciones le llegaban a un joven como el.

Issei sonrió ante los elogios, dándose palmaditas mentales en la espalda. Ya que había respondido a una pregunta en clase y había tenido razón. Incluso Ddraig dio un comentario de aprobación.

-[Parece que esta vez te estás tomando en serio tu educación]-.

-[Tengo que hacerlo…no solo por mí, sino también por mi equipo]-. Miró a sus compañeros, que le dieron una sonrisa alegre…no pudo evitar sonreír. -[Gracias por ayudarme también, por cierto…las horas extra por la noche contigo llevándome de mis sueños también me están ayudando a ponerme al día]-.

Como lo mencionaba el castaño, durante estas semanas a estado entrando en su "espacio mental" como decidió llamarle a ese espacio negro y con ayuda de Ddraig para ponerse al día más rápido.

-[Somos compañeros ¿No es así? Todo esto es tanto para tu beneficio como para el mío y simplemente hago lo que puedo. Después de todo, estamos juntos hasta el final en esto]-.

Issei no pudo evitar sonreír ante el comentario del dragón, era cierto, están juntos hasta el final. Pero claro, el buen momento no puede durar para siempre.

-Pfff, si seguro-. Cardín Winchester se burló desde la parte trasera de la clase. -Así que un lagarto sabe de su propio terrorismo…es simple decir que es más fácil entrenar a una bestia que a un soldado para seguir órdenes-.

Eso hizo que el ojo derecho de Issei tuviera un tic nervioso.

-Dice el "humano" que no puede evitar interrumpir la clase con su propio comentario estúpido, que solo muestra su ignorancia-. Issei lanzó una mirada por encima de su hombro directamente a los ojos del tipo ese. -Con tu rendimiento en las clases de combate, parecería que tu ladrido es peor que tu mordida. Estoy seguro de que Lagune fue igual y henos aquí, recordándolo como el mayor fracasado de la historia-. Issei le respondió con mirada fría que, por un momento, le envío un escalofrío a todos los que la vieron.

Aun así, algunos "ufff" se escucharon de la multitud, provocando que Cardín frunciera el ceño.

-Será mejor que cuides tus palabras, Hyoudou. Ni siquiera luchas en la clase de combate y si lo hicieras, te aplastaría sin sudar. La única razón por la que no estás luchando, es probablemente porque Goodwitch piensa que eres demasiado débil. Esa mierda durante la iniciación no es nada, solo eres un vulgar reptil cuyo único lugar está en una roca o detrás del vidrio. ¿Quién es el repugnante salvaje que porta la enfermedad? ¿Tu padre mal nacido? ¿La puta de tu madre? ¿O posiblemente ambos?-.

Los ojos de Issei permanecieron verdes por un segundo antes de parpadear…Cardín sintió que varias gotas de sudor goteaban por su frente, pero no retrocedió. Issei, por otro lado, podía sentir un torrente de ira surgiendo y sus alas estallaron de su espalda, enviando una poderosa ráfaga de viento a través de la habitación. Papeles y libros volaron y todos los que fueron atrapados en la explosión del viento tuvieron que proteger sus ojos de este…

-Di algo más sobre mis padres y con gusto te patearé el trasero por toda la escuela-. Los ojos de Issei parpadearon de nuevo y sus alas comenzaron a expandirse a su tamaño completo. No podía entender de dónde había aparecido toda esta rabia, pero no le importaba en este momento. Enfocándose solo en una cosa y esa cosa era Cardín.

-Si es una pelea es lo que quieres, te haré mi pequeña perra, cabeza de zanahoria-. Esa declaración sorprendió a todos, más a sus amigos que en estas semanas que llevan conociéndolo nunca lo habían visto en ese estado. Parecía que no bromeaba y que en cualquier momento saltaría sobre Cardín y cumpliría su amenaza.

-¿Qué fue eso, pequeña mierda?-. Winchester gruñó con fastidio, inclinándose hacia adelante en su asiento. -¿Realmente crees que puedes conmigo?-.

-Por Dios, cuida tu lenguaje-. Comentó Yang en un intento de hacer que las cosas se calmen, pero lo único que se ganó fue un gemido de Pyrrha…aparte de eso, fue completamente ignorada.

-Te destripare como el miserable cerdo bastardo que eres…-. Issei soltó un gruñido primitivo que no hizo más que aumentar la tensión de todos en la clase y hacer que un potente escalofrío recorriera sus columnas. Casi era como escuchar a una bestia rugir antes de saltar y despedazar a su presa de la peor manera posible.

-¿¡Es eso una amenaza!?-. Cardín preguntó, intentando mantenerse desafiante, pero estaba sudando en abundancia como si sus instintos le gritaran que saliera corriendo de ahí.

-No, es una promesa-. Proclamó con una voz solemne…pareciera que estaba a punto de invocar a su arma cuando…

-¡Jóvenes cálmense!-. Oobleck gritó en un intento de evitar que las cosas estallaran. -Este es un lugar para el aprendizaje y la educación, no para la violencia. El objetivo de esta clase es enseñarles a no cometer los mismos errores de los que los precedieron. Sr. Hyoudou, le pediré que por favor regrese a su asiento para que pueda continuar-. Issei miró al peli naranja unos segundos más. -Ahora, Sr. Hyoudou-.

-[Haz lo que él dice…si bien generalmente estoy a favor de inculcar miedo en los débiles fanfarrones, esta no es la forma en que quieres hacerlo]-.

Issei cedió a regañadientes y retiró sus alas cuando regresó a su asiento…Ruby estaba a su izquierda y Pyrrha a su derecha. Ambas le frotaban los brazos en un intento de calmarlo, pero no pudieron apagar el infierno ardiente dentro de él…Todavía sentía el deseo de destruir a Cardín de todas las maneras posibles. Demonios, incluso sintió una pizca de deseo de sangre si eso significaba enseñarle una lección.

Y así continuó durante el resto de la lección, podía sentir como muchos pares de ojos diferentes se centraban en él durante el resto de la clase. Pero fue gracias a Ruby y Pyrrha que pudo mantenerse lo suficientemente tranquilo como para no hacer ni decir nada más. Era mejor de esa manera, ya que todavía no podía entender por qué se había enojado tan fácilmente. Casi se sentía como si su rabia se hubiera convertido en una bomba y ésta hubiera estallado dentro de él.

Sonó la campana, indicando que la lección había terminado. Con eso los demás estudiantes comenzaron a salir del aula y cuando Issei y sus amigos estaban a punto de seguir su ejemplo, unas palabras del Dr. Oobleck hizo que se detuvieran.

-Sr. Hyoudou, ¿Puedo hablar con usted por un momento?-. Pidió, manteniendo su vista fija en el castaño que solo pudo lanzar un pequeño suspiro. Realmente se esperaba que esto pasará…paso a observar a sus amigos como pidiendo que se adelanten.

Ruby le dio su mejor mirada tranquilizadora y Pyrrha le dio a su hombro un último apretón reconfortante. Nora le mostró un pulgar hacia arriba y Ren asintió. Incluso Blake le dio su apoyo con la mirada y Yang le dio unas palmaditas en la espalda desde la fila detrás de él. Weiss se mostró indiferente, pero así es como ella siempre fue hacia él.

El castaño se volvió hacia su pareja que se había quedado en la salida del aula, viéndolo con preocupación en sus ojos y podía adivinar que ella se quedaría si él lo deseaba. Le dio una suave sonrisa y sacudió la cabeza en negación.

-Estaré bien…ve con los demás, los veré para el almuerzo-. Aseguró…ella aún dudaba, pero asintió con la cabeza y salió de la habitación. Issei reunió sus cosas y se dirigió hacia el escritorio del docente.

Oobleck borró el tablero con una velocidad increíble y empacó su bolso dentro del mismo borrón. Sin embargo, ni siquiera miró hacia atrás mientras hablaba.

-¿Algo que quiera decir por su cuenta Sr. Hyoudou?-.

Issei todavía estaba enojado, pero se había calmado considerablemente hasta donde sintió que sus emociones estaban de nuevo bajo control.

-Pido disculpas por mi falta de control y respeto hacia usted y a clase en general doctor-. Comenzó, empezando a sentir algo de vergüenza de sí mismo. -Últimamente he estado pasando por ciertas cosas difíciles y supongo que todo finalmente se acumulo y me supero, además de que Cardín dijo algunas cosas que tocaron una fibra sensible-.

-Eso es comprensible, Sr. Hyoudou-. Respondió Oobleck mientras se ajustaba sus gafas. -Si bien sé poco de tu situación, por lo que Ozpin me ha dicho, has pasado por mucho y se espera mucho de ti para el futuro próximo. Estoy seguro de que con todos los cambios que te han sucedido, hay veces que sientas que todo se te viene encima. Ahora, con todo lo dicho muchacho…¿Crees que entrar en una pelea con el Sr. Winchester ayudaría a aliviar algo de ese peso?-. El docente mantenía su vista sobre el castaño mientras se ajustaba sus gafas otra vez, esperando su respuesta.

-Si y no maestro…mi instinto natural me lo pide, me lo aclama a gritos que acabe con el de una vez por todas, sin embargo, mi mente racional me dice lo contrario, que de solo hacerlo…-. Issei no pudo encontrarse con su mirada y respiró hondo. -Se que al final eso no arreglara nada…-.

-Muy bien, eres un joven estudiante brillante y odiaría verte fácilmente manipulado por el Sr. Winchester. Eres mejor que esto y tienes una buena cabeza sobre tus hombros. Sin embargo, si alguna vez sientes que estás preocupado o sientes que las cosas son demasiado, mi puerta siempre está abierta-. El doctor ofreció una mano de ayuda con tal de darle apoyo a uno de sus alumnos. El castaño había mostrado un gran deseo de aprender y como mínimo, él debe de mostrar su apoyo a su alumno.

Issei no pudo evitar la pequeña sonrisa que tiraba de sus labios.

-Gracias Dr. Oobleck-.

-Sin problema muchacho-. Respondió mientras recogía sus cosas…camino a gran velocidad hacia la puerta de salida, pero justo antes de irse, se giró una vez más para ver a Issei. -Y no lo olvide Sr. Hyoudou. También tienes un equipo y amigos que no dudó que estén dispuestos a ayudarlo tanto o más que yo. No tienes que llevar estas cargas por tu cuenta, Sr. Hyoudou. Eres libre de mostrar cierta vulnerabilidad hacía aquellos que creen en ti-.

Y con eso, desapareció por la puerta del aula. Dejando solo al castaño, sumergido en sus pensamientos.

Fue sacados de estos cuando una luz verde brillo tenuemente en el dorso de su mano izquierda y con eso comenzó a escuchar la voz de Ddraig.

-[Sabes que él tiene razón…pensé que ya habías entendido que no estás solo en esto. Estoy para darte apoyo compañero y a pesar de que los demás no sepan toda la verdad, estoy más que seguro que tus amigos estarán dispuestos a ayudarte. Solo no lo olvides]-.

Tras esas palabras, el resplandor se apagó, indicando que Ddraig había cortado la comunicación…el solo pudo suspirar. Lo sabe, sabe bien que tiene amigos con quienes cuenta, pero ni él mismo entiende por qué estalló. Si bien Cardín era un cretino, no era motivo para armar una escena. Con eso en mente, salió del aula para poder dirigirse a la cafetería con sus amigos.

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Los dos equipos, se sentaron en su mesa habitual para comenzar a disfrutar de su almuerzo. Sin embargo, todos ellos no pudieron evitar que sus pensamientos se dirijan a cierto castaño que no estaba presente, haciendo que ninguno pudiera comer su almuerzo. Excepto Nora, por supuesto, que estaba devorando su comida con gusto. Todos los demás solo podían encontrarse mirando sus platos, algunos tomando algún que otro bocado, pero sobre todo simplemente parecía que jugaban con su comida.

Yang decidió ser la que rompiera el hielo y expresara los pensamientos compartidos del grupo.

-Está bien, sé que todos estamos pensando en Issei…-. Ella no supo cómo continuar…

-Estaba extremadamente enojado, ¿Verdad?-. Agregó Nora, dejando de comer por un segundo solamente para decir eso.

-Dejó en vergüenza a mis arrebatos y para que yo diga eso…-. Respondió Yang mirándose complicada. -Se que no nos conocemos desde mucho, pero en este tiempo jamás lo había visto así de enojado y eso que durante la iniciación le lanzaba una mirada más que molesta a esos Grimms-.

-Sin embargo, es un poco comprensible-. Intervino Ruby. -Cardín dijo algunas cosas malas. Tú, por otra parte, simplemente te enojas si alguien toma el último pedazo de pizza o si alguien toca tu cabello-.

-¡Oye! ¡Sabes que mi cabello es de lo más preciado para mi!-. Ruby solo le saco la lengua en respuesta. Al menos está pequeña rutina cómica aligero un poco el estado de ánimo de todos.

Pero Ren se inclinó hacia adelante, apoyando un brazo sobre la mesa.

-Aun así, no lo hemos visto así antes. Ni siquiera hubo una advertencia ni nada, solo… Estalló. Por lo general, es alguien tan tranquilo y centrado, que esto realmente nos tomó por sorpresa-.

Hubo un breve momento de silencio mientras pensaban en sus siguientes palabras

-¿Creéis que Cardín lo ha estado intimidando?-. Preguntó Ruby, viéndose algo preocupada ante esa posibilidad.

-¿¡QUE!?-. Nora gritó antes de levantarse de su asiento, sobresaltado a los demás. -¡Le romperé las piernas a ese maldito!-. Parecía listo para iniciar su cacería si el fuego en sus ojos indicaba algo…Pero Ren colocó una mano sobre su hombro y la llevó de vuelta a su asiento.

-No creo que ese sea el caso-.

-Sí… Life Coach parecía ansioso por golpearlo hasta convertirlo una mancha en el suelo-. Señaló Yang, a lo que los demás tuvieron que darle la razón. -Además, hemos visto lo que puede hacer. No hay forma de que alguien, incluso Cardín, sea tan tonto para intentar meterse con él. Solo digo, es de conocimiento público que acabó con un Nevermore… Y medio acantilado de un solo cañonazo-. – Todos tuvieron que darle la razón…después de todo, la gran zanja en el acantilado no es algo que uno pueda pasar por alto.

-¿Podría ser por lo que dijo Cardín?-. Preguntó Blake, hablando por primera vez en la charla, también se le podía ver algo molesta. -Dijo algunas cosas muy crueles sobre los faunus y los padres de Issei-.

-Es una posibilidad-. Respondió Ren. -Notamos una reacción tensa de él esta mañana cuando mencionó a sus padres. No lo comentamos porque parecía ser algo muy delicado para él y no nos correspondía indagar de más-.

Nora asintió y todos se volvieron hacia el último miembro del equipo. Normalmente habrían esperado que Pyrrha simplemente hubiera estado de acuerdo, pero el grupo había notado que parecía estar fuera de la conversación por completo. Estaba mirando su plato y sus ojos estaban en algo, pero no en la comida en sí…también parecía estar en conflicto si su frente arrugada y cejas fruncidas indican algo.

-¿Pyrrha?-.

-¿Eh?-. La pelirroja parpadeó mientras su enfoque se centraba en Ruby.

-¿Sabes algo sobre Life Coach y su cambio de humor? Después de todo, eres su compañera-.

Pyrrha inmediatamente pensó en el primer día en la clase del profesor Port y la mirada que le dio a Weiss. La espartana le mandó una mirada a la heredera inusualmente tranquila y la vio rígida mientras sus ojos se encontraban. Era seguro decir que ella también recordaba la mirada…aunque no tan intenso como su arrebato de antes, ambas celebridades podían suponer que los dos eventos tenían alguna posible conexión.

Ahora, la gran pregunta era ¿Debería decir algo sobre la mirada inicial y esos ojos verdes? Eso la lleva de nuevo a la pregunta ¿Qué podría significar realmente? Lo que fuese que estaba causando estos arrebatos, iba más profundo que la burla de Cardín. Había una conexión entre los dos casos en que sus emociones lo superaron.

Dejando de lado el estallido de emociones reciente, Issei había sido una de las personas más tranquilas que podría haber conocido. Habían pasado dos semanas desde el incidente en los estudios de Grimm y en realidad se había olvidado de eso hasta la situación actual.

Aunque esto fue diferente de lo que sucedió antes…no era el enojo que había tenido hacia Weiss por cómo actuó contra Ruby. Eso le había parecido un hermano sobreprotector protegiendo a su hermanita, o eso fue lo que le pareció. Y finalmente lo había dejado de lado una vez que Ruby y Weiss habían limado sus asperezas y arreglado las cosas entre ellas.

Pero esto…esto fue diferente, fue la primera señal de que sus emociones lo superaban. Issei realmente parecía que quería lastimar a Cardín y aunque muchos estudiantes también querían hacerlo incluyéndola a ella misma, Issei en realidad parecía listo para realmente lanzarse a la garganta de Cardín. Ella vio la forma en que Cardín se había tensado bajo la mirada de su líder y supo que poco podría detener a Issei si elegía luchar. Incluso ella no pensó que podría detenerlo antes de que lastimara a Cardín o destruyera algo en el proceso.

Y eso es sin tomar en cuenta el hecho de que Issei tenía una ventaja sobre todos los estudiantes en el aula. Ninguno de ellos tenía sus armas, excepto por él, que podía llevarla a donde quisiera. El único que probablemente podría someterlo era el Prof…Que diga, Doctor Oobleck y todavía habría unos segundos entre Issei golpeando el cráneo de Cardín contra el suelo y el Doctor siendo capaz de separarlos.

Si no fuera por la interrupción de Oobleck, Pyrrha creía que Issei podría haber actuado conducido por la ira y la sola idea de ver a Issei en ese estado le hacía doler el pecho.

-Realmente no estoy segura, chicos. Esto era completamente diferente de cómo normalmente es…

En ese momento exacto, las puertas de la cafetería se abrieron e Issei entró en la habitación, abriéndose camino hacia ellos. Se le notaba mucho más tranquilo, pero igual se le miraba algo pensativo. Era una locura creer que el tranquilo y a veces algo tonto líder del Team HVNL, era el hombre dispuesto a desatar el infierno durante la clase del Dr Oobleck.

-Hola chicos-. saludó Issei mientras se sentaba.

-He-hey, Issei-. Tartamudeó Ruby…sus ojos se abrieron ante como le hablo a su mejor amigo y la mesa sintió que un aire incómodo caía sobre ellos por el desliz que tuvo Ruby.

Si Issei estaba herido por eso, no mostraba ningún signo de ello. Otra señal de que era su yo habitual…soltó un suspiro mientras su mirada se desviaba hacia la mesa.

-Créanme entiendo que todos estén s un poco nerviosos…incluso yo no sé qué me impulsó a actuar así; Cardín había dicho algunas cosas que se metieron debajo de mi piel y reaccioné exageradamente, estoy seguro de que todos lo hemos hecho en un momento u otro.

Ambos equipos compartieron miradas cómplices…todos ellos tenían que admitir que era verdad; más de una vez cada uno de ellos han pasado por momentos que los superan y dejan ver lo peor de ellos. Y en realidad, no podían culpar a Issei por ello, cuando ellos mismos se han dejado llevar por sus emociones…unos más que otros.

-Cometí un error…un error del cual me arrepiento aun-. Expreso el chico en voz baja, mientras recordaba como murió a manos de Yuma…todo por su idiotez…eso sorprendió a los chicos ya que notaron una profunda tristeza y odio en esas palabras…

-Hay muchas cosas que han sucedido en mi vida y hay muchas cicatrices que supongo que todavía necesitan tiempo para sanar; Cardín se apoderó de mí, pero no dejaré que su puta mierda se meta en mi cabeza de nuevo-. Issei declaró con seguridad y una pequeña sonrisa en su rostro

-¡Ah! Pyrrha, Issei dijo una palabrota-. Bromeó Ruby.

-Oh cállate-. Replicó la espartana mientras se cubría el rostro con sus manos, ¿¡Acaso nunca la dejarán olvidar su pequeño desliz!? Esto la hizo ganarse una risa del grupo…incluso Issei mientras seguía mirando fijamente a la mesa. Una mano cubrió suavemente la suya y miró hacia arriba para ver a Pyrrha sonriendo suavemente.

-Estamos aquí para ti Issei…si nos necesitas, no tengas miedo de preguntar-. Era como le dijeron el Dr Oobleck y Ddraig…tenía amigos con quien contar, no pudo evitar sonreír ante esa idea.

Aunque no notó el ligero puchero que tenía Ruby al ver como Pyrrha tenía agarrada la mano de Issei.

-Gracias…esto parece algo en lo que tengo que trabajar y posiblemente, pensar en formas de mantener la calma en este tipo de situaciones. Tal vez Ren y yo podríamos comenzar esas sesiones de meditación un poco antes.

El mencionado asintió con la cabeza de inmediato, dispuesto a ayudar a su amigo.

-Por supuesto. Ya tengo pensado el lugar perfecto para eso-.

-Eso es en realidad bastante maduro de tu parte, al reconocer que tienes un problema y que necesitas ayuda-. Dijo Blake desde detrás de la portada de su libro. -Siempre he encontrado que un objeto material que te trae alegría también podría ayudar-.

-¿Cómo una manta de seguridad?-.Issei inclinó la cabeza hacia un lado.

-Precisamente ¿Hay algo que sepas que pueda ayudarte a calmarte? Como un peluche, o una pelota de estrés o…-.

-Pechos-. Respondió Issei demasiado rápido…tan rápido que casi de inmediato se dio cuenta de lo que dijo y se puso una mano sobre la boca, con la cara ardiendo de vergüenza. No tenía la intención de soltar una respuesta tan pervertida y en realidad había planeado mantener su perversión en secreto. Ahora estaba seguro de recibir miradas de disgusto y posible distanciamiento de su círculo de amigos. Sería la Academia Kuoh de nuevo.

-Bueno, estoy segura de que a Yang no le importaría-. Respondió Ruby, señalando con el pulgar a la peleadora rubia quien simplemente se encogió de hombros.

Los ojos de Issei amenazaron con salirse de sus cuencas ante la repentina proclamación de su primera amiga, más aún por el hecho de que ni siquiera parecía molesta por lo que él dijo. ¡Es más, estaba ofreciendo a su hermana como si nada! ¿¡Acaso es una broma!?

-Sí, estos bebés son bastante poderosos-. Agregó Yang, cruzándose de brazos bajo su pecho, haciéndolos resaltar enormemente ante la vista incrédula de Issei. -Siempre supe que algún día serían necesarios para detener las fuerzas del mal-. Dijo de forma coqueta mientras le daba un guiño… Muy bien ¿Dónde está la cámara oculta? ¡Esto no tiene ningún sentido! Es decir, ni siquiera parecía estar avergonzada al respecto…es más de hecho, Yang lo miró con confianza, sabiendo exactamente lo que sus acciones le estaban haciendo.

La sonrisa, sin embargo, no la podía descifrar. ¿Se estaba burlando de él? ¿Invitándolo? ¿Ambos? ¿Ninguno?

-N-no puedes hablar enserio…-. Fue lo más inteligente que salió de su boca…parecía que su cerebro sufrió un corto circuito masivo.

-¡Estoy de acuerdo, esto es deplorable!-. Weiss gritó desde el final de la mesa…Issei estaba realmente feliz de ver la mirada familiar a la que estaba acostumbrado de las muchas chicas en su mundo, que pensaban en él como basura. Su reacción fue normal, era lo esperado, lo esperado le impidió enloquecer.

La sonrisa de Yang se convirtió en una sonrisa de burla.

-Vaya, lo siento Weiss. Olvidé que no todas somos tan "dotadas" como para tener estas grandes bellezas-. Está declaración le sacó una vena hinchada en su frente a la peliblanca. -Simplemente estaba ofreciendo mis servicios a nuestro Life Coach necesitado-.

-¡Espera! Quieres decir…-. Ni siquiera pudo terminar la oración…pero Yang no lo necesitaba, ya que ella le disparó un guiño en respuesta.

-La mayoría de los chicos intentan alguna forma indirecta de tocarlos-. Comenzó su explicación mientras su vista nunca se apartó de él…es más, parecía disfrutar de su cara de asombro e incredulidad. -Pero tú fuiste honesto contigo mismo, incluso si no tenías la intención de hacerlo…además, sé que eres un buen tipo y realmente tomarías en consideración las emociones de una chica...sin mencionar que eres un adolescente al igual que nosotras y sé cuánto te gustan estas preciosidades-. Dijo mientras levantaba ambas tetas con ambas manos, haciendo que Issei por poco sufra un sangrado nasal. -Simplemente soy lo suficientemente mujer como para no solo entenderlo, sino también para permitirte disfrutarlas, siempre y cuando te ayude a largo plazo…-.

Issei podía sentir que toda su cara comenzaba a arder…ni siquiera pudo encontrarse con su mirada y se conformó con lo que era natural para el…mirar sus senos. Maldita sea, sí que eran grandes, parecían de unos 88 cm si su vista no le falla. Es más, ella los estaba ofreciendo para ayudar a mantenerlo tranquilo. ¡Incluso se apoyó contra la mesa para darle una mejor vista! ¡Esto debe ser un sueño!

El Sekiryuutei sintió que una mano se agarraba a la manga de su blazer y a regañadientes lo alejó de los tesoros sagrados, que eran los pechos de Yang. Y al ver hacia un lado pudo ver a Pyrrha, cuyas mejillas eran de color rojo brillante. Ni siquiera pudo encontrarse con su mirada al principio, pero con una fuerte determinación, se giró para ver que había colocado sus manos sobre sus pechos y pudo notar que eran casi tan grandes como los de Yang, si no un poco más pequeños. ¿84 cm tal vez?

-I-i-issei, ta-ta-también puedes…usar mis pe-pechos si es necesario-. Tartamudeó, con toda su cara tratando de imitar el color de su cabello.

¡Qué estaba haciendo! Si, quiere ayudar a Issei, por supuesto que sí, pero esto es… ¡Se está volviendo una pervertida! Pero ver cómo miraba fijamente a Yang le causó una sensación de malestar en la boca del estómago y esa sensación fue la que la hizo actuar…al menos parece que a Issei le gusto que lo hiciera.

Issei miró fijamente a la espartana por un momento. Esa reacción hizo que todos se enfocarán en él, ya que su rostro no mostraba ninguna emoción. No se movió, no reaccionó, incluso fue difícil saber si estaba respirando. De hecho, llegó al punto en que los demás comenzaron a preocuparse de que aún siguiera consciente.

Claro, eso fue hasta que la delgada línea de sangre se filtró de su fosa nasal. Y, para empeorar las cosas, sus alas también decidieron estallar de su espalda en todo su esplendor. Haciendo que Blake y Nora esquivaran una de estas.

-Uh…-.

-Está bien, P-money-. Yang la tranquilizó con la mayor de las sonrisas.

-Diría que esa es su forma especial de apreciarnos y agradecernos por nuestra generosidad-.

-O-oh… Ya veo…-. Bajó la cabeza para tratar de ocultar tanto el rubor que apareció en sus mejillas, como la pequeña sonrisa en su rostro-. Está bien…no sabe por qué, pero que Issei reaccione de esa forma por ella…parece que aumentó en algo su ego.

-¡Esto es absolutamente ridículo!-. Grito Weiss, ganando la atención de todos una vez más.

-Esperaba esto de Yang, ¿Pero tú Pyrrha? ¡¿Acaba de admitir abiertamente su perversión y todos están de acuerdo con eso?!-. Preguntó a los integrantes de la mesa, en un arranque de ira.

-No veo por qué deberíamos de decirles cómo ayudar a Issei…además, esto es algo que solo les incumbe a ellos-. Ren se encogió de hombros. Palabras que no sorprendieron al equipo conociendo como era Ren.

-Eso es cierto, además Yang es probablemente una pervertida mucho más grande que Issei…como muuuucho más grande, lo sabre yo, ya que he vivido con ella toda mi vida-. Agregó Ruby antes de continuar devorando su galleta. Pero podía notar cierto malestar en su estómago al ver cómo su hermana y amiga espartana llamaban la atención de su BFF.

-De hecho, me parece interesante, me recuerda a una historia que leí en la que el protagonista usó su cuerpo para calmar a la bestia que era su amante perdida hace mucho tiempo-. Informó Blake mientras pasaba una página de su libro y continuaba leyendo, aunque secretamente tomaba apuntes para usarlos a futuro si algún día puede escribir su propio libro…

Solo oremos a dios que no sea un libro BL…estoy harto de esa mierda…

Weiss poso su vista en la última miembro de la mesa. Nora, en realidad, había estado inusualmente callada…especialmente en un tema en el que generalmente participaría activamente…aunque solo sea para decir algo absolutamente loco o para unirse a la "diversión" con Yang.

Nora simplemente la miró con una cara inusualmente sería y simplemente dijo.

-Meh, lo que sea-. Y continuó comiendo su almuerzo como si nada pasara.

Antes de que Weiss pudiera siquiera pensar en una respuesta para esta, fue cortada cuando todos escucharon un grito de dolor desde el otro lado de la cafetería.

-¡Ow! ¡Suéltame! ¡Me estás lastimando!-. Una chica faunus conejo gritó mientras los chicos del Equipo CRDL la rodeaban, permitiendo que Cardín Winchester tirara de sus largas orejas de conejo de pelaje marrón.

Cardín se rió mientras les daba otro tirón brusco y tenía una sonrisa engreída en su rostro.

-¿Ves? Te dije que eran reales-.

-Jaja, que fenómeno-. Agregó uno de sus lacayos.

-Qué atroz…no soporto a personas como él-. Pyrrha gruñó con los puños apretados.

-No eres la única-. La mirada ámbar de Blake se estrechó peligrosamente ante la vista que tenía frente a ella.

-Debe ser difícil ser un faunus-. Yang apoyó su mejilla en la palma de su mano.

[¡Boost!]

Y con ese sonido con el que ya se habían familiarizado, notaron que el "faunus" de su grupo había desaparecido. Es más, vieron cómo marchaba impasible hacia el grupo de matones mientras apretaba su puño blindado con notoria rabia.

-¡Issei!-. Ruby gritó en preocupación mientras se levantaba para alcanzar a su amigo y los demás no tardaron en seguir su ejemplo.

-Oh chico…esto no puede ser bueno-. Ren se levantó de su asiento por reflejo.

-¿¡Qué pasó con "'no dejar que él se apoderara de mí"?-. Weiss preguntó, algo asustada de lo que él castaño pueda hacer.

-¡Ow! ¡Por favor, déjame ir!-. La niña gritó, pero a Cardín no pareció importarle. Sin embargo, al sentir una mirada familiarmente furiosa, su agarre se aflojó por un segundo.

[¡Boost!]

-¡Winchester! ¡Déjala ir ahora! ¡No te daré un segundo avisó!-. Gritó Issei, apareciendo ante el grupo de matones, quienes notaron la furia en su mirada y que lo que dijo era una orden que no aceptaba negativa alguna.

Cardín gruñó y miró desafiante al castaño sin dejarse amedrentar por él.

-¿Oh sí? ¿Y qué vas a hacer al respecto, LAGARTIJA?-. Tiró de nuevo, provocando otro grito de dolor de la chica.

[¡Boost!]

-O la dejas ir y me alejó, o te obligare a dejarla ir…-. Issei pudo sentir el infierno saliendo de nuevo y, una vez más, se encontró incapaz de controlarlo. Se sentía como si fuera una central nuclear a punto de estallar y nada podía pararlo.

[¡Boost!]

-¡Ja! Como si pudie…-. Su burla murio de forma abrupta cuando sintió un terrible dolor en su brazo y al mirar a un lado pudo ver la razón.

La mano de Issei se aferró al brazo que sostenía la oreja de la chica. Lo que vino después para Cardín, fue una presión como nunca antes había sentido. Podía sentir la mano aplastando su protector de brazo, junto a la carne y hueso debajo de este.

-Vas. A. Dejarla. Ir… ¡Ahora!-. Pronunció de forma entrecortada para dar un potente grito que espanto a la mayoría de los presentes, ya que sonó como el rugido de una enorme bestia iracunda. Es más, alguno de los presentes, por un segundo creyeron ver a un gran ser alado y con escamas por todo su cuerpo en lugar del castaño.

Cardín trató de mantenerse desafiante, pero el dolor se estaba volviendo demasiado y tuvo que soltar a la chica conejo antes de dirigir una mirada llena de dolor e irá a Issei, quien no le pudo importar menos. Ya que solo pasó a aumentar la fuerza de su agarre, sacando otro gruñido adolorido del matón. La chica faunus miró de un lado a otro entre ellos antes de retroceder lentamente, mientras los lacayos de Cardín realmente no sabían qué hacer.

[¡Boost!]

-Tu… No eres más que escoria, Winchester-. Dijo Issei mientras un gruñido de dolor escapaba de la garganta del pelirrojo. -Eres un matón y haces todo esto debido a tus propios problemas contigo mismo. Tienes que intimidar a los demás sólo para poder sentirte superior, ya que en realidad sabes que eres un debilucho y un cobarde. Me das asco… Y lastima al mismo tiempo…-.

-"Me divertí mucho estos últimos días"

-"Eres un verdadero imbécil"

-¿Qué está pasando aquí? – Todos los que estaban viendo a los dos adolescentes giraron sus cabezas con dirección a la nueva voz que se hacía presente. No pudieron evitar soltar un suspiro de alivio cuando vieron de quién se trataba.

Glynda finalmente había llegado y se paró a pocos metros de ellos, con la mano en la cadera.

-Sr. Hyoudou, le pediré que libere al Sr. Winchester en este instante-. Exclamó con toda la autoridad posible en su voz junto a una mirada severa en su rostro.

Ante esas palabras, todos los presentes tuvieron un momento de alivio, creyendo que todo había terminado, ya que el castaño había comenzado a expulsar un poder que tenía a muchos de ellos temerosos. Pero ese alivio desapareció rápidamente.

Issei enfocó su mirada en Glynda mientras apretaba su agarre sobre el brazo de Cardín. Ella no se sintió intimidada por él y enfrentó su mirada mordaz con la suya propia. Y fue entonces cuando todos sintieron que una fuerte tensión caía sobre la habitación.

-Atacó a otra estudiante, la lastimó y la agredió verbalmente. ¿Dónde estabas?-. Respondió fría y cortantemente Issei a Glynda, la mencionada solo mantuvo su mirada seria sobre Issei y una vez más el característico sonido del guantelete se escucho en el lugar…

[¡Boost!]

El sonido de algo rompiéndose se pudo escuchar en toda la cafetería y este provenía de la armadura en el brazo de Cardín, que comenzó a resquebrajarse ante la fuerza del agarre del castaño, que no hacía más que seguir aumentando su agarré sobre él.

-¡Gragh!-. Cardín podía sentir su Aura reduciéndose a medida que el castaño aumentaba la presión sobre su brazo. Si no fuera por la protección que está le brindaba, era obvio que su brazo ya se habría roto.

-¡Sr. Hyoudou, suéltalo de inmediato! ¡No lo diré por tercera vez!-. Glynda exclamó con fuerza y tono autoritario en un intento por hacer que el castaño la escuché, pero este solo la siguió viendo con desafío. Hasta podría jurar que empezaba a enfocar su ira en ella.

-¿Por qué continúa abusando de los débiles y usted no hace nada para reprender su comportamiento?-. El preguntó. -¿Por qué debería dejarlo ir cuando simplemente continuará atacando y lastimando a los demás? Usted es una profesora en esta escuela. Una educadora, es más, es la maldita subdirectora de esta academia. Pero veo que permite que las acciones de este saco de basura se queden impunes desde su llegada. ¿Por qué sigues sin hacer nada Glynda?

Issei comenzó a cuestionarla mientras intensificaba la fuerza de su mirada en ella. Muchos dejaron salir un jadeo de sorpresa al ver cómo le hablaba a la Srta. Goodwitch.

-El Sr. Winchester será tratado, pero, a partir de ahora, tienes que dejarlo ir-. Si le molestó la clara falta de respeto a su persona, no lo dejó ver. Solo mantuvo su postura frente al castaño.

Hubo una pausa muy tensa mientras Issei la miraba fijamente. Luego miró a Cardín para ver la expresión de dolor en el rostro del matón, muy similar a la de la chica de antes cuando tiraba de su oreja.

-Está bien-. Finalmente cedió y lo dejó ir…el adolescente más grande acunó su brazo en su mano, enviando una última mirada de enojo que no afectó en lo más mínima al castaño que solo mantenía su vista en él.

-Pero la próxima vez que intente tocar a alguien o hacer algo contra alguien, no habrá nadie que lo salve de mí…ni siquiera usted. Y no es una amenaza Winchester…es una promesa-. Fue su declaración viendo a los ojos tanto del matón como de la profesora rubia.

-[Eso es suficiente, compañero…estoy seguro de que ha aprendido…pero mantente en guardia]-.

-[Pero el…]-.

-[Él no es ella]-.

-[Yo… Cierto…]-.

Issei cerró los ojos y tomó varias respiraciones profundas para poder calmarse. La ola había disminuido y sintió que volvía a su yo normal o lo que podría llamar normal para él. Se giró para poder ver hacia sus amigos solo para notar que lo estaban mirando con preocupación. Luego miró a través de la cafetería para ver a todos los estudiantes lo miraban también, pero en sus ojos solo había miedo.

-[¿Qué… Está sucediendo?]-.

-[Tus emociones…gracias a ti, han sentido el poder de un dragón de primera mano]-.

-[Pero…]-.

-[Supongo que Dios no te dijo mucho sobre Sacred Gears y Longinus, ¿Verdad?]-.

-[Yo… No lo sé]-.

-[También es mi culpa por no explicarte todo sobre la Boosted Gear. Pensé que tendríamos más tiempo antes de tener que profundizar sobre el tema, pero al parecer me equivoqué]-.

Podía escuchar a Ddraig gemir con pesadez.

-[Una conversación para otro momento entonces. Por ahora, debes hacer todo lo posible para mantener tus emociones bajo control. Cuanto más pierdes el control, más de nuestro poder se escapa. Y créeme, nuestro poder es mucho más potente que el de ellos. Más rabia y harás que más personas te teman, cuando se supone que debes ser su héroe y unirlos]-.

Issei sintió que el vínculo se cerró después de eso. Miró a su alrededor una vez más, muchas más personas evitando su mirada para evitar su ira, Glynda fue uno de los pocos que realmente se encontró con su mirada y la mirada de desaprobación no ayudó. En cambio, levantó su mano izquierda y la miró fijamente, pensando para sí mismo ¿Qué demonios me está pasando?

--

Issei suspiró mientras miraba las estrellas una vez más, sentía una calma y tranquilidad nata al verlas sin duda alguna se parecían mucho a las de Kuoh, su hogar…de vuelta con su familia. Su madre, su padre, sus amigos en la escuela. Incluso las chicas del club de kendo que lo golpean sin parar todos los días y luego…y luego estaba Yuuma.

Solo pensar en ella fue suficiente para hacer que su mano cerrará en un puño. Podía sentir la ira de vuelta, pero mantuvo sus ojos en el cielo, centrándose en las estrellas y la luna destrozada y lentamente, sintió que la ira disminuía y su mano se relajaba. Inhalaba profundamente antes de liberar una exhalación lenta a través de sus fosas nasales.

¿Realmente se ha vuelto tan fácil para él molestarse? Solo el pensamiento de ella lo enojó… ¿Realmente se había puesto tan mal que cualquier cosa mala que alguien hiciera le hizo pensar que eran ella? Weiss regañando a Ruby, ella era como Yuuma. Cardín y su complejo de superioridad, era como Yuuma. ¿Y ahora qué? Si uno de sus amigos lo llevará a una fuente en medio de un parque, ¿Asumiría inmediatamente que intentarían matarlo?

¿Por qué no podría haber superado esto ya? ¿Por qué no podía simplemente dejar ir el pasado? Los animes que vio nunca se centraron en momentos como este, que le podría haber servido para saber cómo superar estos malos momentos que alteraban su vida de forma tan profunda. Siempre se enfocaron más en los gritos y en las peleas.

Issei escuchó que la puerta del techo se cerraba y miró por encima del hombro…de todas las personas, se sorprendió por quién había salido al techo.

-¿Yang?-. La rubia peleadora se paró en la puerta y le dio un saludó con la mano.

-Oye life coa-, quiero decir, Issei. ¿Estás bien?-. Pregunto viéndose preocupada por él…genial, en menos de un día se volvió una molestia para sus amigos… ¿Podría ser más patético? Como sea, simplemente volvió a enfocar su mirada hacia el cielo y suspiró.

-No, en realidad no-.

La escuchó caminar hacia él antes de ver por el rabillo de su ojo como ella se sentaba a su lado y también tenía la vista enfocada en el cielo. Caray…el resplandor de las estrellas la hacían ver incluso más hermosa, ¿Acaso el otro requisito para ser una cazadora es parecer una super modelo? Está empezando a creer que sí.

-Me di cuenta de eso. ¿Qué pasó con el arrebato en la clase del Doc. Oobleck y esa mirada asesina en la cafetería? En verdad puedes ser un tipo bastante aterrador cuando quieres serlo-.

Issei se estremeció ante eso y su mirada bajó hacia el suelo, varios pisos más abajo.

-Sí…no quise que sucediera y no me gusta ser el tipo aterrador. Sólo… Odiaba la forma en que todos me miraban. La forma en que ustedes me miraron-. Levantó la mano hacia su rostro y soltó un suspiro derrotado. -Lo odio…odio sentirme así, les acabo de decir que iba a estar mejor y literalmente segundos después, voy y hago eso…la verdad esto es repugnante.

Yang golpeó su hombro contra el suyo.

-No lo creo, nos habías dicho que no dejarías que Cardín se metiera debajo de tu piel, lo que hiciste allí fue salvar a esa chica de su matón-.

-Sí, pero…-.

-No-.

Issei la vio con extrañeza. Con demasiada extrañeza…

-¿N-no?-.

-No, no, no, no y no-. Nuevamente la rubia lo interrumpió mientras decía una y otra vez ese monosílabo.

-Pero yo…-.

-¡No!-. Okey…esto se está volviendo demasiado molesto.

-Pero qué tal-.

-¡No, dije!-.

-¿Puedes…?-. Al Menos deja que termine mujer…

-¡No, no!-.

-Escucha, yo-.

-¡No y no!-.

-¡Deja de interrumpirme! ¡Eres peor que una niña de 5 años!-.

Yang pauso para contemplar la idea, pero solo por unos segundos antes de sonreír.

-¡No!-. Esa sonrisa en su rostro ya no le parece tan atractiva…

-Te odio…-.

-No, no lo haces-. Respondió, la sonrisa en su rostro era una sonrisa engreída. Pero al mismo tiempo había algo en ella que impedía que dejara de verla. No sabe que era, pero realmente lo tiene atrapado.

-Está bien, no lo hago, pero lo que hice hoy fue demasiado lejos-.

-¿Alguien se lastimó?-. Preguntó casualmente.

-Bueno, técnicamente no…técnicamente-.

-¿Te metiste en problemas?-.

-Yo… Creo que no, pero la profesora Goodwitch estaba molesta-. Agregó Issei rápidamente.

-Ella siempre está molesta…me hace pensar que no ha tenido sexo en años-. Comentó sin pena alguna mientras cruzaba sus brazos detrás de la cabeza.

-¡Yang!-. La cara del castaño ahora estaba roja como una remolacha. ¿¡Cómo puede decir eso así de casual!? ¡Se supone que el pervertido aquí soy yo, no tu!-.

-¿Qué? Solo estoy siendo honesta aquí-. Se defendió mientras se encogía de hombros y tenía una expresión de "no puedes culparme por pensar eso". -No hay forma de que alguien esté tan tensa y gruñona todo el tiempo. Simplemente no es natural-.

-…

-…

-Ruby tiene razón, eres una pervertida-. Dijo Issei de manera rotunda.

-Sin embargo, te saqué de tu depresión-. Exclamó con una sonrisa mientras lo señalaba con un dedo.

Issei iba a negar la afirmación, pero, después de una pausa momentánea, se dio cuenta de que tenía razón. No estaba realmente molesto como antes, la sensación seguía ahí, pero la distracción le había hecho olvidarla. Aunque solo sea por unos segundos.

-Y eso es otra cosa, Ruby te tiene en muy alta estima…eres su mejor amigo, de alguna manera vinculado con Weiss, pero su mejor amigo de todos modos. Incluso hoy, después de todo lo ocurrido en la cafetería y después de que las cabezas de todos finalmente se despejaron, todavía está asombrada por lo increíble que eres-.

Hubo una breve pausa.

-¿Pero por qué?-.

-…Eres bastante denso ¿No?-.

-Hola, le dijo la olla a la estufa-.

-Hay una diferencia entre ser felizmente inconsciente y simplemente elegir ignorarlo-.

-¿Estoy asumiendo que eres el último?-.

-¡Cierra esa puta boca, sabelotodo!-.

-Vaya, no dejes que Pyrrha te escuche-.

El dúo compartió una breve risa a expensas de la pelirroja espartana. Pero a medida que el silencio regresó lentamente e Issei quedó a sus pensamientos, una vez más se encontró haciendo las mismas preguntas nuevamente. Solo que, esta vez, con Yang teniendo una respuesta lista para él…Incluso si fueran tan infantil como un simple nop.

-¿Cómo…?-. Una vez más comenzó a formular su duda y de nueva cuenta fue interrumpido.

-Porque pasé por algo similar, Issei-. Respondió de inmediato mientras se apoyaba en la baranda y miraba de nuevo al cielo.

El castaño cerró la boca, mirando a la rubia, vio como ella se daba la vuelta y lo miraba con una sonrisa sincera, sin atisbo de burlas, sino comprensión y tranquilidad. Se mordió los labios por un momento antes de pensar en su siguiente pregunta.

-¿Acaso tu-.

-¿Leyendo tu mente? No, en realidad eres muy fácil de leer-.

Ahora eso hizo que Issei hiciera un puchero. Pero se le ocurrió una idea y no pudo evitar que la sonrisa astuta se extendiera por su rostro.

-¿En serio? ¿Acaso sabes leer?-. Je, verla poner esa expresión desconcertada realmente le parece divertido.

Oh, cómo cambian tan rápido las posiciones.

-Jaja, muy gracioso-.

-Aprendí de la mejor-.

-Sí, bueno, eso te va a costar una mano amiga-. Ella le dio la espalda y cruzó los brazos.

Issei se detuvo a mitad de la respuesta, las palabras de la peleadora lo alcanzaron justo antes de que su cerebro pudiera darle broma.

-Espera, ¿Mano amiga?-. Pregunto sin entender bien a lo que se refería.

Yang lo vio de reojo sobre su hombro. Ella podía ver la confusión clara como el día en su rostro. Honestamente, era casi imposible creerse que él fuera el mismo chico que tenía a Cardín Winchester a su merced ese mismo día. Pero si lo era después de todo…toda la escuela lo vio y esa es la razón por la que ella había venido a buscarlo en primer lugar.

-Sí, una mano amiga. Para ayudarte a controlar esa ira-.

-¿Eh? ¿A qué te refieres-.

Un dedo sobre sus labios le impidió continuar y movió su cabeza hacia atrás justo a tiempo para evitar ser golpeado en la nariz. Siguió el apéndice de regreso a la fuente hasta que vio ojos lilas mirándolo con una fuerza que envió un escalofrío por su columna vertebral.

-Cómo lo oíste-. Ella comenzó. -Entiendo por lo que estás pasando-. Y el dúo comenzó a caminar de regreso lentamente a su posición original, con Issei mirando hacia las estrellas y Yang apoyando su hombro contra el suyo, queriendo hacerle saber que puede apoyarse en ella. Que no está solo. Tenía que admitir que era reconfortante.

-Estás enojado, conozco bien ese tipo de sentimiento…lo sé porque también lo he sufrido-.

Esto tomó a Issei desprevenido y solo pudo responder de la mejor manera que sabía.

-¿Eh?-.

Yang gimió en exasperación ¿Cómo es que este idiota no lo capte?

-Mira, estás sufriendo, estás de luto por algo y quiero ayudarte, idiota-. Poco faltó para que lo golpeara por lo molesta que estaba de que no entendiera que ella quería ayudarlo.

En fin, esta declaración de intenciones hizo que el corazón de Issei saltara en su pecho. No debe haber ocultado bien la reacción si la mirada que la chica le dio decía lo contrario.

-Acabo de decirte dos veces ahora que sé por lo que estás pasando. Las señales eran tan obvias que me sorprende que los demás no lo hayan notado también-. Dijo algo molesta por el hecho…pero, fue reemplazado por una sonrisa orgullosa un segundo después. -Por otra parte, siempre fui bastante buena leyendo a la gente, así que tal vez sea una mejor muestra de mi genialidad-.

Esto hizo que la cara de Issei cayera en una mirada plana.

-Uhhh, menos alardeo y más explicaciones de cómo se supone que vas a ayudarme-.

-Oh, sí, cierto-. La chica fue sacada de sus pensamientos a lo que se levantó y caminó unos cuantos paso atrás para luego hacer una pose, mientras lo señalaba y tenía una gran sonrisa en su rostro.

-¡Issei Hyoudou, tú y yo vamos a tener una cita!-. Exclamó con fuerza y energía.

Cerebro.exe ha dejado de funcionar.Reinicio en proceso...Espere un momento

-…-.

-…-.

-…-.

-…-.

-[Me agrada está chica]-.

Reinicio completo…Que tenga una excelente noche.

-¿¡QUÉ!?-.

Bien…al parecer las cosas están por ponerse interesantes para nuestro héroe. Veamos cómo acaba este futuro desastre.