Capitulo 2 Un día bastante extraño

En una pequeña habitación se encontraba un joven de cabello castaño alistando sus cosas para su viajé. Pero esté no sería cualquier viajé que el ya había hecho antes. Ya que el haría un viaje a un lugar muy especial. Aún lugar, donde había querido ir desde hace mucho. Un lugar dónde se haría muy famoso o lo suficientemente fuerte, cómo para ayudar a su pobre aldea. Por supuesto, se refería a la capital imperial.

"Listo, terminé de empacar". Habló el castaño, algo cansado por alistar todo su equipo que llevaría y necesitaría para su largo viaje.

'No puedo creer que por fin ire a la capital. Había esperado esté dia desde hace mucho, y por fin había llegado. Me muero por ver que ahí dentro de capital y también lo que puede ofrecernos a los tres". Pensó un entusiasmo tatsumi.

"Ahora, sólo necesito esperar a que mis compañeros lleguen para después...".

'Golpe'. El sonido de unos toques suaves se escuchó del otro lado de la habitación del castaño.

"Deben ser ellos". Dijo el castaño. "Mejor tomó mis cosas de una vez, para irnos ya". Tatsumi tomó su mochila, ya empacada y pesada, junto con su espada.

'Golpe'. El sonido de unos toques al otro lado de la puerta se escuchó nuevamente.

"¡Ya voy!". Dijo tatsumi. "No se me olvida nada. a ver...". El castaño se giró para ver si no se olvidaba de nada importante.

'Golpe'. 'Golpe'. 'Golpe'. Se volvió a escuchar otra vez los golpes al otro lado de la puerta de la habitación del joven castaño. Pero esta vez, habían sido más fuertes. Y extrañamente, por el sonido que se escuchaba, se podía detonar que la persona que golpeaba, estaba muy ansiosa o desesperada por que le abrieran.

"Ok, ok, ya voy chicos". Tatsumi habló tratando de intentar que sus amigos dejaran de golpear tanto. "Y decían que yo era el desesperado por ir a la capital". Tatsumi dijo en broma, mientras caminaba hacia la puerta de su cuarto.

Los golpes no cesaron aún cuando el castaño ya había habló. En cambio, comenzaron a ser cada ver más fuertes y molestos. La puerta misma comenzó a temblar por los fuertes golpes. La puerta casi parecía que iba hacer derribada.

Tatsumi vió ésto. Y para él ya había sido suficiente con esa forma de tocar. "¡Ya no toquen, ya voy!". Tatsumi habló enojado. "Por lo Dioses, que les pasa a ésos dos". Pensó a la vez que puso su mano en el pomo de su puerta.

Al momento de tocar el pomo, los golpes finalmente se detuvieron y la puerta dejó de temblar. Está acción tan repentina, hizo que el castaño se confundiera aún más. "Primero toca de forma brusca y desesperada mi puerta. Luego, dejan de hacerlo apenas pongo mi mano en mi puerta". ¿Que es ésto una broma?" Pues, cuando habrá ya verán lo que les pasa por hacer ese tipo de bromas". Pensó el castaño.

Tatsumi abrió la puerta de golpe y salió de la habitación listo para enfrentar a sus dos compañeros. O al menos, eso creía él. "Muy bien, ya estoy aquí, y me van a contestar por qué rayos están...". Tatsumi dejó de hablar al ver que detrás de la puerta no había nada. Y no solo se refería a que no había nadie. Sino que detrás de ésa puerta, no había nada, ni una persona, mesa, muro, o objetó. Nada nadamás que la una oscura, pero profunda oscuridad. En todo el lugar. "¿Pero, qué...?". Tatsumi trató de dar un pasó hacía atras tratando de volver a su habitación. Pero cuando se dió vuelta, la puerta de su habitación ya no estaba.

Tatsumi no podía comprender lo que estaba pasando. No sabía dónde estaba. O que era éste lugar. "¿Acaso estaba soñando?". Era una respuesta. O al menos, una posible respuesta de lo que estaba pasando aquí.

No me moví. Seguía ahí parado, o flotando. La verdad, no lo sabía. Ni siquiera sabía cómo termine aquí en primer lugar. Pero si sabía una cosa, estaba completamente sólo. Sin nadie aquí, más que yo mismo.

'Analizando'.

"¿Que?".

'Analizando'.

"¿Pero quién?".

Escuchó una voz que proviene de algún lugar de aquí. No me importaba si era real o si era mi propia mente haciéndola. Pero escuché una voz. Me giró para ver de dónde viene. Pero solo veo oscuridad. "¿Quien anda ahí?". Pregunté con la esperanza de que esa voz me responda.

'Analisis completo'.

Y afortunadamente, lo volví a escuchar. Aunque éso no respondió mi pregunta. "¿Que Quieres?". Preguntó mientras me giró hacía cualquier dirección o lado que mi cuerpo me permite.

'Compatibilidad del portador, 70 %. Aceptable'.

"¿Aceptable?". Me pregunté aún din entender lo que esa voz estaba diciendo. "Escucha no se quien eres, pero será mejor que te muestres. ¡Ahora!". Exijo con una voz fuerte pero firme.

De un momento a otro esa voz que había escuchado, dejo de hablar. Era cómo si hubiera desaparecido. Ésto solo hizo que me frustrará más. De la nada una luz blanca paso por mi lado a una velocidad sorprendente. Yo apenas la esquivo. Cuando trato de agarrar mi espada que estaba colgada detrás de mí. Me doy cuenta de que ya no estaba y al voltearme para ver que pasaba, me dio con la gran sorpresa de que mis cosas tampoco están. Todas mis cosas se habían ido. Esfumado. Dejándome solo y desprotegido ante está cosa, que estaba conmigo aquí.

La luz blanca volvió a pasar por mi lado. Yo me giró para poder verla. Aunque ya no tenía mi espada, ni nada para protegerme. De todas formas iba a enfrentarla. No sabía que era esta cosa y la incertidumbre de saber, solo hizo que me pusiera más nervioso.

La luz blanca volvió a aparecer y esta vez empezó girar a mi alrededor. Levanté mis puños, listo. Para pelear en caso de que esta cosa fuera hostil. La luz si guío girando durante un rato, hasta que finalmente se detuvo enfrente mío.

La miré fijamente, tratando de ver qué era esta luz. Acto seguido, la luz comenzó a brillar aún más fuerte, a la vez tomaba la forma de algún objeto. Tuve que apartar la mirada debido al fuerte resplandor que hacía. Una vez que dejó de hacer eso, volví a mirarla y para mi sorpresa. La luz se había convertido en una espada, con un diseño un tanto, peculiar.

No entendía qué estaba pasando, ni por qué estaba aquí o por qué había escuchado esa voz y aún más no entendía por qué esa luz se había convertido en esta extraña espada. Espere a que hiciera algo, pero solo se quedó ahí flotando frente a mí. Sin hacer ningún movimiento hostil. Al ver que no había hecho nada empecé a relajarme un poco. Miré con algo de curiosidad la espada y comencé a acercarme despacio pero con cautela hacia ésa cosa.

El diseño que tenía era muy diferente a otras espadas que había visto. Parecía algo antigua. Pero lo que más me llamó la atención fue la gema que tenía en su pomo. La gema era de un color blanco. Tatsumi nunca antes había visto una gema tan blanca y tan,...pura.

"Esta espada muy extraña". Dije después de ver con detalle cada aspecto de espada. Pero a pesar de éso, no podía evitar sentir el aura que emanaba. Era tan fuerte, Tan impresionante, Tan poderosa. Mi curiosidad empezó a tomar control de mí cuerpo. "Me preguntó, que pasaría si yo". Estiré mi mano hacía la empuñadura de está espada.

Cuando mis dedos tocaron el mango de madera, sentí como una fuerte sensación de calidez y comodidad invadió todo mi cuerpo. Nunca antes en mi vida había sentido al hacia antes. Está sensación era tan, increíble. Me hacía sentir, más fuerte, más listo, más poderoso. Pero, lo más importante, me hacía sentir, a salvo .

Estiré mi otra mano para agarrar por completo la espada frente. Y cuando mis dos manos tocaron la espada, la sensación que sentí antes, podía jurar que esta se había multiplicado por 2. Dejé escapar un suspiro de satisfacción de mi boca.

Dirigí mi vista hacia la hoja de la espada en mis manos. Su era era tan reluciente y limpia que podía ver con claridad el propio reflejo de mis rostro reflejarse en ella. Al mirarlo, noté la gran sonrisa que se había formado en mi rostro. "Ésto es increíble". Dijo con una inmensa alegría.

De repente, la espada que estaba en mis manos, comenzó a brillar. Ésto me tomó desprevenido. Por un momento, pensé en soltarla y alejarme. Pero algo dentro de mí me decía que no lo haga. Que no iba a suceder nada malo si no la soltaba. A pesar de que no sabía lo que pasaba. Decidí hacer caso a mi instinto y no soltar la espada.

El brillo de la espada empezó a hacerse cada vez más fuerte. Era tan fuerte, que la oscuridad que nos rodeaba a los dos. Se iba desvaneciendo, poco a poco. Aún así, no solte la espada no importaba lo que estaba pasaba ahora. No la iba a soltar. Pronto, mi cuerpo enteró fue cubierto por la luz que esta emanaba.

Mi cuerpo comenzó a sentirse extraño. Como si algo estuviera cambiando dentro de mí. No sabía si era algo bueno o algo malo. Pero aún así no iba a soltarla.

La luz finalmente llegó a ser tan fuerte que cubrió todo el lugar llenó de oscuridad, con su fuerte resplandor. El lugar que antes era oscuro, ahora era un lugar totalmente brillante. El castaño siguió ahí parado o mejor dicho, flotando. Con la espada todavía en sus manos. Tatsumi acercó su rostro hacía la hoja del arma y la miró fijamente. "¿Que eres tú?". Preguntó a la espada, sin esperar una respuesta de está. Pero al parecer, si iba a obtener una respuesta. Porque acto seguido, se pudo escuchar como una voz algo extraña vino de esta, arma. Que comenzó a hablar de forma lenta, pero segura.

'Yo'.

'Soy'.

'Onix'.


Tatsumi abrió los ojos de golpe. Se levantó del suelo dónde había dormido, mientras respiraba agitadamente. Llevó una de sus manos a su pecho, pudo sentir cómo su corazón latía fuertemente. "¿Que fue eso?". Pregunté tratando de averiguar lo que había pasado. Miré a mi alrededor tratando de ver y hablar a mis dos amigos, pero me di cuenta de que no estaban por ningún lado. Extrañado, empecé a mirar a cualquier dirección dándome cuenta que estaba en una parte de algún bosque. No entendía que estaba pasando, pero poco a poco mi cabeza comenzó a recordar algunas cosas que habían sucedido, las cuales me llevaron a estar aquí.

"Oh ya recuerdo, estabas partiendo hacia la capital imperial. Nos detuvimos en una posada, para comer y descansar un tiempo. Y luego". Tatsumi dejó de hablar un momento antes de que su rostro adoptará una mueca de molestia y tristeza. "Perdimos los caballos, y tuvimos que continuar a pie. Mientras caminábamos un grupo de bandidos no se emboscó y trató de atacarlos". La cara del castaño adoptó esta vez una mueca de enojo. "Ésos desgraciado, intentaron robarnos y matarnos, ojalá que esos sinvergüenzas paguen caro". Se quejó el castaño. Tatsumi siguió recordando lo que había pasado ayer. Recordó como el acabó con dos de ellos, mientras que sus compañeros peleaban con el resto de ellos. Recordó como el líder de estos, a quien el había atacado, sacó una granada y la lanzó hacía ellos. Sin importarle que sus hombres todavía seguían ahí. Tatsumi no podía creer la actitud que tenía ese tipo. Se supone que un líder siempre debe velar por la seguridad de sus hombres, sin importar lo que pasa. Pero la forma en como el, no parecía importarle nada más que él mismo o su intención de querer acabar con ellos, en especial con él. Le demostraba que él no era más que una persona egoísta que solo se preocupaba por si mismo.

El castaño dejó de pensar en eso y siguió recordando. Hasta que finalmente llegó el recuerdo donde él había lanzado la granada y sus amigos corrieron en dirección opuesta para tratar de salvarse. Pero él no lo había hecho, él había tomado las armaduras de sus hombres caídos junto con su mochila y las colocó encima de esta, para evitar que la explosión los matara a todos.

Y fue en ese preciso momento, que recordó la mirada de horror y dolor, que tenía Sayo cuando lo vio hacer eso. A Tatsumi también le dolió tener que haber hecho eso. Pero sabía que si no lo hacía los tres iban a morir. Él no podía vivir con el hecho de perderlos. Ellos eran sus mejores amigos. Sus únicos amigos. Ellos era, su familia. No podía perderlos. El simplemente, no lo podría soportar.

Tatsumi sintió como unas lágrimas empezaron a caer de su rostro y cayeron sobre sus piernas. Se había sentado en el suelo, mientras recordaba todo éso. Llevó una de sus manos se hace su rostro y comenzó a limpiarse. No era momento para ponerse triste. Él había sobrevivido. Todavía estaba bien. Necesitaba encontrar una forma de salir de aquí y reencontrarse con sus amigos. Me levanté del suelo y caminé hacia mis cosas que estaban en el suelo. A penas dí unos pasos, cuando me di cuenta que algo.

"Mi cuerpo, no me duele". Dije a nadie en particular, ya estaba sólo en éste bosque. Baje mi cabeza y miré mis ropas rotas. Pasé mis manos por todo mi cuerpo desde mi pecho hasta mi abdomen. Las heridas que se supone debían seguir ahí, ya no estaban. O al menos, no las sentí. Rápidamente, de forma desesperada revisó las otras partes de mi cuerpo, mis brazos, mis piernas, mi espalda, incluso mi cuello y mi rostro. No había ninguna herida. Ningún rasguño. Ningún moretón. Todas mis heridas ya no estaban.

El castaño no entendía que estaba pasando. Ayer, tenía un montón de heridas en su cuerpo por culpa de ésa explosión. Y hoy, despertó de un sin ninguna de ésas heridas. "Ésto es, tan extraño". Tatsumi habló pasando una de sus manos por su cabello castaño. "Mejor me voy de aquí, antes de que más cosas extrañas pasen". Caminé hacía lo que quedaba de los objetos que pude salvar de la explosión. Tomé mi dinero, algunas bayas que recogí por ahí y la vaina de mi vieja espada. No había nada dentro de ella. Mi espada, probablemente, fue destruida por la explosión.

Agarré unas cuantas ramas que me sobraron, unas hojas de algunos árboles y arranqué algunas tiras de mi ropa que seguía colgando de mí. Y comencé a armar algo con todo ésto. Me tomó solo unos minutos, terminar mi obra. "Listo". Exclamó con orgullo ante mi creación. Había una bolsa de tamaño mediano, con dos a cada lado. La había hecho con las ramas, las hojas, y mis prendas rotas. No era mucho, pero servirá por ahora. Abro la bolsa y meto todas mis cosas. La colocó en mi espalda y me dispongo a seguir mi camino, caminó tranquilamente hacía el frente cuando siento que piso algo. Confundido bajó la cabeza para ver que pisé.

Mis ojos se abrieron por el asombró y un poco de miedo. En el suelo estaba esa espada. La misma espada, que había visto en mi sueño. No podía creerlo. Dejé caer de mochila en suelo. "¿Que hacía aquí?". Pregunté confundido. Pero la respuesta, me llevó unos segundos después a través de un recuerdo. "Es verdad, yo la tomé y la traje conmigo. Creó que yo me lo busque". Dije en broma. Levanté la espada y la observé. Era demasiado grande cómo para guardarlo en la vaina de mi antigua espada. Tendré que llevarla en mi mano.

Tomó nuevamente mi bolsa, junto con la espada y me adentré hacia el extenso bosque. Tratando de encontrar una forma se salir de aquí o al menos, encontrar a mis amigos. Aunque en el fondo estaba algo incómodo, por tener que llevar está extraña espada, después tener ése sueño tan raro. Todavía la necesitaba, para defenderme. De los bandidos o de alguna posible bestia peligrosa que me encuentre por aquí. Prometí devolverla a su lugar, una vez que recuperará mis cosas y yo siempre cumplo mis promesas. Siempre.


En un bosque bastante extenso, caminaba una joven de cabello castaño, con ojos de color esmeralda. Trataré de encontrar una salida de ése lugar.

Después de unas largas, pero bastantes agotadoras horas caminando por esté extenso bosque. Todavía no sabía tan siquiera en dónde estoy. Lamentablemente, en ése tiempo no me había encontrado con ninguna persona, pero también no me había encontrado con ninguna bestia peligrosa. Me detuve un momento, para descansar. Llevó varias horas caminando sin un rumbo fijo. Miró mi alrededor, solo para ver las mismas cosas que vi hace unas horas. Árboles, arbustos, ramas, rocas y plantas. Dejé escapar un suspiro de cansancio. "Ojalá hubiera una forma de salir de aquí". Pidió el castaño.

Como si algo o alguien hubiera escuchado, respondió a su petición.

'Gire a la izquierda y vaya de frente'.

"¿Qué?". Pregunté confundido por escuchar que alguien me habló, me giré para ver si había alguien cerca de mí. Pero al voltearme no ví a nadie. Tampoco sentí a nadie a mi alrededor. "¿Que extraño?. ¿Será que en esté bosque se escuchan voces?". Me preguntó tratando de entender que estaba pasando.

"¿Pero, que fue lo que dijo?, Que giré a la izquierda y caminé de frente". Me volteó a mi izquierda y ví como en esa dirección, había una parte de bosque que era bastante oscuro. Con varias ramas viejas y secas. También el hecho que parecía que por ésa zona no entraba la luz del sol. Lo hacía adoptar una lugar, más oscuro y tenebroso. Cualquier persona con su sano juicio, no entraría en ese lugar, ya que a simple vista se podía ver que era una zona que expulsaba un aire de peligro. Tatsumi lo sabía plenamente, había visto ese camino pero decidió no tomarlo. En cambio, tomó otras rutas que parecían ser las menos peligrosas. Irónicamente, cada una de esas rutas que el había tomado lo habían devuelto al mismo lugar dónde había empezado. Sintió como si hubiera caminado en círculos.

Miró el camino que era bastante oscuro, por un momento. "Talvez debería tomar ése camino". pensó.

Levante me cabeza hacia arriba y miré el cielo. Todavía era de día, podía ver como el sol todavía alumbrado este bosque. Por la posición que tenía el sol. Podía adivinar que eran la 1 y 2 de la tarde. Cuando me desperté el sol todavía no había salido por completo, pero aún así, su luz podía alumbrarse a través de las nubes que lo tapaban. Creó que eran como las 8 o 9 de la mañana. Éso significa, que yo he estado caminando como por tres o cuatro horas en círculos. "Maldición". Me quejé por recién hacerme dado cuenta de éso. "Si no salgo de aquí pronto, volverá a oscurecer y tendría que volver a dormir aquí". Giró mi cabeza hacia la ruta oscura del bosque. "No tengo opción, tendré que arriesgarme. Y rogar que no pierda aún más de lo que ya estoy". Me encojo de hombros y empieza a caminar hacia esa ruta del bosque, llena de oscuridad. Sostengo con firmeza la espada que está en mi mano y agarro mi mochila con mi otra mano.

Mientras me adentro cada vez más en este oscuro camino. No puedo evitar comparar la similitud que tiene este lugar oscuro con el que tuve en mi sueño. Sigo caminando, con la espada levantada hacia el frente, listo para atacar a cualquier bestia peligrosa con lo que me tope. Después de unos minutos, de estar caminando, puedo ver como una luz empieza a proyectarse a través de unos arbustos, enfrente a mí. Sorprendido y aliviado, por ver ésto, dejó escapar una pequeña risa. Al parecer, todo esté tiempo, la ruta que me sacaría permitiría salir de este bosque, era el que era más oscuro, de entre todos.

Paso por encima de los arbustos y finalmente veo con felicidad una carretera e inmediatamente, reconozco esta carretera. Era la misma que yo y mis compañeros, habíamos tomado para irnos a la capital.

"Si, si, gracias". Grité con alegría por haber salido de ahí. "Pensé que nunca saldría de ahí. Ahora". Tatsumi miró ambos lados de la carretera. "Creó que el caminó era por...". El castaño no pudo terminar de hablar, debido a que sus sentidos le avisaron de algo que se acercaba a él. Algo que tenía intenciones hostiles. Tatsumi se puso serio y miro a su alrededor, para ver si había alguien más por esta zona a parte de él. Pero no vio a nadie. Aún así el castaño no bajo la guardia. Tatsumi miró al lado derecho de la carretera, el había salido del lado izquierdo dónde había estado perdido. El castaño miró fijamente una parte de ése lado. Más precisamente, miro como en un árbol, parecía que algo estaba arriba de éste observándolo.

'Disparó'. 'Disparó'.

De la nada el castaño tuvo que saltar a un lado, para esquivar un ataque que iba dirigido a él. Aterrizando a un lado izquierdo, Vió como en el lugar dónde estaba parado, había unos de dos agujeros marcados en el suelo.

"¿Pero qué?".

"Veo que eres muy bueno esquivando ataques, mocoso. Eso me alegra, porque así podré disfrutar ésto un poco más". Una voz provino del árbol de dónde salieron esos disparos. Tatsumi volteó su vista para ver como una figura cayó de ése árbol y aterrizó en el suelo de rodillas. Tenía una armadura maltratada y algo rota. Tenía el cabello de color negro.

Tatsumi lo reconoció inmediatamente, era el líder de ése grupo de los bandidos. El mismo al que el le había hecho la cicatriz en uno de sus ojos. El castaño todavía podía ver como usaba lo que parecía ser una venda encima de su rostro. Tatsumi tomó la espada y la agarró con sus dos manos apuntandolo hacía él.

"¿Que haces aquí?". Le pregunto. Tratando de obtener información de él.

"¿Que, que hago aquí?. Eres idiota. Te dije que yo soy dueño de éste territorio, conozco cada parte de éste lugar como la palma de mi mano". Apuntó con una de sus manos su pistola hacía él. "Pero, la verdadera pregunta aquí es ¿Cómo rayos sigues vivos?. Se supone que la explosión de ésa granada debía haberte matado".

"Pues, al parecer no funcionó. Sobreviví".

"Si, ya lo veo". Gruñó como una bestia. "Y por lo que veo, no tienes ningún rasguño". Una sonrisa maliciosa apareció en su rostro. "Pero eso se puede arreglar". El hombre fornido, cogió su pistola y la recargó, para apuntar hacía la cabeza del castaño.

Tatsumi se mantuvo callado esperando el momento justo para atacar. Sin embargo, rápidamente recordó. Que esté tipo venía con su grupo. Probablemente, ellos estarían también escondidos listos para atacarlo a él. Así que para evitar éso comenzó a mirar a todas direcciones para poder verlos y estar preparado para bloquear sus ataques.

El líder de los bandidos miró lo que hacía. "¿Que rayos hacés?". Le pregunto enojado.

"Trató de ver a tus cómplices, no ven a tomar desprevenido otra vez". Le respondió con seriedad. "Salgan ya y enfrentarme cara a cara".

El Hombre de la armadura maltratada al escuchar éso, dejo escapar una risa algo exagerado y casi maniática. "Oh, mocoso. Mis hombres no estarán en está pelea, de hecho, nadie nos molestará aquí".

"¿Por qué dices eso?". Algo en ésa risa, hizo que el castaño se pusiera aún más incómodo.

"Porque los maté". Dijo con tranquilidad.

Tatsumi quedó en shock por lo que escucho. "¿Que dijistes?".

"Que los mate a todos". Dijo con esa alegre, pero desagradable sonrisa suya.

"¿Pero porque lo hiciste?".

"¿Que, por que lo hice?. ¡Lo hice por tu culpa!". Le gritó enojado apuntando con irá su pistola al castaño. "Después de nuestro último encuentro. Mis hombres empezaron a cuestionarse el porque me seguían, y empezaron a rebelarse en contra de mí. Ellos iban a atacarme los oí anoche. Así decidí atacar primero, antes de que ellos lo hicieran. No mentiré. No fue fácil como puedes ver". El sujeto mostró su armadura maltratada y con varias partes rotas y golpeadas. "Fueron buenos hombres, creó que debo decir, que fueron los mejores que tuve. Pero bueno siempre puedo encontrar más". Dijo con si no fuera la gran cosa.

Tatsumi no podía creer lo que estaba escuchando. Acabo de decir que mató a sus propios soldados solo porque dudaron de él. Y aún peor precio no importarle. Como si para él ellos no fueran más que solo simples herramientas. O Juguetes.

"Ahora que ya todo está aclarado". El hombre dirigió su vista hacia el castaño quien aún seguía ahí parado, mirándolo en un estado de asco y asombro. "Es hora de terminar con ésto, mocoso".

Tatsumi salió del asombro cuando vio que el arma de este sujeto le apuntó. Inmediatamente, adoptó una pose seria, pero firme. Colocó la espada frente a él. Y se preparó para atacar.

Cuando el líder de los bandidos, puso el dedo en el gatillo de la pistola. El castaño corrió hacía él. El sonido de las balas saliendo de la pistola resonó por todo la carretera. Tatsumi no detuvo el paso ni por un segundo, siguió corriendo con la espada en sus manos. hábilmente, movió la hoja de la espada, en dirección de las balas para bloquearlas y evitar que éstas le dieran en su cuerpo. Bloqueo 3 de estas y el resto lo rozaron por su mejilla y su brazo izquierdo. Cuando se acercó lo suficiente hacia el líder, dió un giro y cortó la pistola en dos mientras lo hacía. La mitad del arma salió volando hacía arriba. Para sorpresa del líder. Tatsumi no se detuvo ahí, dirigió la espada, hacia uno de los brazos del líder, para tratar de herirlo y después someterlo. Pero justo cuando iba a tocar su brazo, el sonido de algo metálico se escuchó chocando contra su espada. Tatsumi giro su vista hacia lo que había chocada y para su sorpresa, vio como el hombre fornido, había sacado una espada bastante larga para bloquear su ataque. "¡No caeré tan fácil, mocoso!". Grito mientras empujaba con fuerza su espada hacia el castaño, quien tuvo que agarrarla con las dos manos para evitar soltarla. Tatsumi fue apartado varios metros hacia atrás, mientras el hombre lo miraba con una sonrisa macabra.

"Eres bueno, lo reconozco". Habló el hombre fornido, mientras movía hábilmente su espada derecha izquierda. "¿Pero me preguntó, si también eres lo suficientemente bueno para ganarme?".

"Estamos por averiguarlo, idiota". Tatsumi habló con una sonrisa burlona.

Está acción del castaño solo hizo que el ex líder de los bandidos, se enojaron más y corriera hacia el castaño con su espada lista para atacarlo. Tatsumi también levantó su espada para tratar de bloquearlo. Ambos hombres empezaron a chocar hábilmente sus espadas, lanzándose repetidamente golpes y cortes hacia varias partes del cuerpo, que ellos bloqueaban o esquivaban. Mientras sus brazos se movían, moviendo las espadas que estaban en sus manos, Tatsumi y el ex líder de los bandidos estaban mirando fijamente los ojos.

El los ojos del castaño se podía ver la determinación y la voluntad de tatsumi de acabar con esto lo más antes posible. Mientras que en el único ojo del ex líder de los bandidos, se notaba el odio y el rencor que esté tenía por el castaño. Odiaba este chico. En su mente lo culpaba por haber tenido que matar a sus hombres. La pérdida de su ojo. También, el cómo ahora dejó de ser un hombre respetado por sus hombres o solo lo que era actualmente, un hombre miserable sin un ojo y solo sin nadie que a su lado. Lo haría pagar lentamente, primero lo iba a humillar, luego lo iba a torturar y finalmente iría por los dos idiotas de sus amigos. Pero antes de hacer eso, él tenía que derrotarlo. Una idea malicia se empezó a llegarle su cabeza.

Tatsumi estaba bloqueando lo mejor que podía los ataques que él le lanzaba. Pero con el paso del tiempo comenzó a cansarse a pesar de estar curado y descansado no podía evitar notar la gran diferencia que tenía él y este tipo. Él tenía experiencia y resistencia, a pesar de estar herido aún podía mantener el ritmo en la batalla. Uno de sus ataques fue dirigido hacia el castaño quien tuvo que bloquear, lo que causó que él saliera volando hacia atrás nuevamente.

Clavó la espada en el suelo, mientras se arrodillaba tratando de recuperar el aliento.

"¿Que pasá ya te cansaste?". Preguntó con burla.

"De ver tu asqueroso rostro. Pues sí me canse de mirarla". Respondió el castaño.

"Muy gracioso, mocoso. Sabes, me pregunto ¿Si los otros dos de tus amigos también tendrán ese sentido el humor cuando vaya por ellos?".

Tatsumi se quedó callado y miró fijamente a este tipo.

El hombre de la armadura maltratada, miró la expresión y su sonrisa solo se hizo más grande. "No me digas que te molestates por ése comentario. ¿De verdad te importan tanto?".

Tatsumi no respondió solo se levantó con la cabeza agachada mientras su cabello ocultaba sus ojos.

"Pues si te importan tanto. Te gustará lo que te voy a decir a continuación. Después de que me deshice de mis hombres, noté a un par de chicos caminando de regreso por esta ruta. Creo que eran tus amigos, Aunque pude notar que estaban algo tristes, creo que pensaron que moriste por la explosión". Dijo burlándose por las reacciones que tenían ellos cuando los vió.

Tatsumi siguió callado sin responder, pero su cuerpo comenzó a temblar y el agarre en su espada, empezó a ser cada vez más fuerte.

"Pensé en atacarlos. Pero, lastimosamente, no estaba en condiciones para hacerlo". Apuntó a si mismo. "Así que decidí esperar y no vas a creer lo que me encontré, descubrí de dónde venían ellos. De dónde vienes tú". Apuntó su espada hacia el castaño. "Ustedes vienen del Norte, por ahí escuché que había una pequeña aldea, verdad?"

Tatsumi no respondió la pregunta de él. Pero su silencio hizo que el hombre tuviera razón.

"Bien, éso me alegra. Porque cuando acabe contigo, lo siguiente que haré. a ir a tu pequeña aldea y torturar esos dos bastardos que también tiene la culpa de lo que me sucedió y no solo me detendré con ellos. Sino, también, con las mujeres, hombres, niños, todos los que traten de tenerme y los que se encuentren ahí". El hombre fornido miró al castaño. "¿Que te parece?".

Tatsumi no dijo nada. No había dicho nada en ningún momento. Solo levantó su vista, para que el ex líder de los bandidos, pudiera ver sus ojos. Al momento de que él vio sus ojos, quedó asombrado y un poco aterrado. Cuando vio que en ésos ojos, había una mirada, llena de ira y rabia.

Antes de que el pudiera hacer algo. Tatsumi gritó y corrió hacía el con sed de enojó e irá.

El ex líder de los bandidos, a duras penas logró bloquear La espada del castaño que iba directamente hacia su cabeza. Podía sentir toda la ira y rencor que él estaba expulsando. Sin que él los hubiera con exactitud, las palabras que había dicho hacia el castaño tuvieron todo el efecto contrario del que hubiera querido. Quería hacer que el castaño, lo atacara en una mezcla de ira y rencor para así hacer que pudiera dominarlo y matarlo fácilmente. Sin embargo, no contó con que él, a pesar de estar enojado y molesto aún pudiera mantenerse bajó control.

Tatsumi dirigió toda su fuerza hacia la espada quién está misma comenzó poco a poco agrietar la espada de su enemigo. Sus palabras habían sacado la ira y el rencor que él había estado guardando desde que lo vio la primera vez. Desde que conoció a este tipo, había hecho que lo llegara a despreciar y odiar hasta cierto. Y todo inició por la forma en cómo trató a sus hombres. Sin embargo, cuando metió sus amigos y a su aldea en esto y aún más cuando dijo lo que desearía. Él simplemente no podía permitirlo. No podía permitir que este hombre saliera de aquí no con vida. Si lo hacía, ¿Quién sabe lo que haría después?. Probablemente, seguiría asaltando y matando personas por esta carretera. o aún peor iría su aldea como lo había dicho hace unos momentos. No, no, no, no. No iba a permitir que el siguiera haciendo éso. No iba a permitir qué otra alma inocente muriera por su culpa. No lo iba a permitir.

El castaño estaba tan sumergido en su ataque de emociones, que no se había percatado del como la espada comenzó a brillar. Pero el que si se percató era el exlíder de los bandidos, quien vió ése brillo. Ésto lo confundió y lo distrajo. Al que el castaño lo aprovechó y hizo su movimiento.

Con todas sus fuerzas, empujó la espada hacia él, tan fuerte que hizo que la espada del líder de los bandidos se rompieron la mitad y la hoja atravesara la carne de su brazo derecho donde tenía su espada.

El hombre fornido cayó al suelo, al mismo tiempo, que su espada rota y su brazo cortado lo hacían. El hombre comenzó a agarrarse con el brazo que le quedaba, su herida tratando desesperadamente de detener el sangrado. Un intentó inútil, ya que el suelo comenzó a llenarse su propia sangre.

Tatsumi miro esto sin una muestra expresión en su rostro. Sólo se acercó lentamente hacía el, con la espada apuntando hacía su cabeza.

El hombre corpulento, a pesar del dolor, abrió su ojo y miró con miedo al castaño. La confianza que antes tenía, se había ido, reemplazándola por el miedo y la cobardía que sentía frente al castaño. "Por favor, no me mates". Rogó.

"Después de todo lo que dijistes, ¿Me pides que no te maté?".

"No era verdad, solo quería provocarte". Habló débilmente.

"¿Provocarme?" Preguntó. "Parecía tan seguro de lo que decías".

"Por favor, no me rindo. Toma todo lo que tengo". El ya derrota líder dejó de agarrar su herida y dirigió su mano hacia su cintura para entregarle una enorme bolsa llena de dinero. "Solo, no me mate".

Tatsumi miró la bolsa con una mezcla de asco y enojo. "Seguro esté dinero, se lo robaste a toda la gente que asaltaste, verdad?". Le pregunto.

El hombre no respondió solo lloró por el dolor que sentía en su brazo perdido.

"Gente a la cuál, lastimaste y aterrorizastes". Tatsumi agarró la bolsa con una de sus manos. "Gente que seguro, mataste".

"Por favor".

Tatsumi apretó la bolsa con fuerza, antes de tirarla a un lado con desprecio. El hombre que estaba tirado en el suelo, miro esto y solo hizo que se sintiera aún más asustado. "No me interesa, tu dinero. Y aún menos, si es que lo obtuviste de personas inocentes".

El castaño levantó la espada en sus manos preparada para acabar con la vida de su oponente. "Acabaré contigo, para evitar que le hagas dañó a alguien más". El exlíder miró la hoja levantada por encima de él y cerró los ojos mientras usaba su brazo para cubrir su cara. "Por favor, Por favor, Por favor, No".

Tatsumi cerró los ojos y bajó la espada hacia el suelo, mientras dió un grito de ira. El hombre esperó a que el arma lo matara, pero extrañamente, nunca sintió la hoja. En cambio, solo sintió un poco de tierra golpearlo. El abrió los ojos, solo para ver la punta de la espada, a solo pocos centímetros de su rostro.

Tatsumi había fallado intencionalmente. No tenía motivos realmente hostiles hacia él. Por un breve instante, pensó en matarlo, pero decidió que él ya había tenido suficiente. Lo había derrotado, humillado y le había hecho perder uno de sus brazos. Para el castaño, esto ya era más que suficiente.

Levantó La espada del suelo dejando ahí un pequeño hueco. Comenzó a alejarse del hombre que seguía aún tirado en el suelo.

El exlíder, lo miró irse cuando vio que él dejó de caminar y se volteó para mirarlo. La mirada que le dio era una mezcla de pena y lastima. "Yo no soy como tu". Dijo con seriedad. "Yo no soy un asesino. No soy alguien que mata por rencor o ira. Solo soy una persona que quiere ayudar a los demás. Y ahora mismo, lo estoy demostrando. Te estoy dando una oportunidad. Y será mejor que la aproveches". Tatsumi se volvió y comenzó a alejarse de él. "Espero nunca volverte a ver".

El exlíder lo miró con asombro, pero rápidamente su asombro se convirtió en una de ira y odio total hacia el castaño. ¿Que no era como él?. ¿Que se supone que éso significa?. ¿Que era mejor que él?. ¿Que se creía mejor que el?. No, no, no, no. El no era nadie. Solo era un mocoso con arrogancia. El exlíder, dirigió su mano hacia una de los bolsillos de su armadura y sacó un pequeño revólver que tenía guardado. Lo había guardado como último recurso y hasta ahora se había acordado. El arma solo tenía una bala dentro de ella, pero la potencia de fuego era tan grande que podía atravesar incluso las armaduras más resistente que existían. Con las pocas fuerzas que tenía, apuntó su arma hacia la espalda del castaño dirigida hacia su pecho. "Muere, maldito mocoso". Dijo débilmente.

Tatsumi seguido alejándose sin voltearse. Pero sus sentidos detectaron como algo se escuchó detrás de él. Como si fuera una pistola. El castaño siguió caminando, mientras lentamente levantaba un poco su espada preparada para lanzarla.

'Disparo'.

'Lanza'.

El sonido de un arma siendo disparará y una espada siendo lanzada se escuchó. Tatsumi se había girado y ahora estaba de rodillas con su mano extendida hacia el frente. Había podido esquivar con éxito el disparo de aquel hombre. Lamentablemente, para su oponente, él no había contado con la misma suerte. Debido a las heridas que tenía y a que no esperaba de que él le respondiera el ataque, no pudo esquivar la espalda que iba en direcciones en su cabeza. La espalda, había atravesado por completo su cabeza, atravesando también su materia gris y clavándose en el suelo.

Tatsumi miró esto sorprendido y un tanto confundido. Pero su confusión, no era porque había lanzado su espada o por el disparo del ex líder. Sino por el simple hecho, de que juró que había apuntado hacía su otro abrazo. Pero en cambio, sintió como si algo hubiera tomado control de su mano y la hubiera hecho lanzarla hacía su cabeza.

Tatsumi se quedó parado por un momento, antes de avanzar hacía el cadáver del exlíder y sacarle la espada de su cabeza. Observó como la sangre, empezó a deslizarse de la hoja de la espada y empezar a caer de ella hacía el suelo con facilidad.

El castaño miró la espada un momento, antes de dirigirse y mirar el cadáver de aquel hombre. Tatsumi dejó escapar un suspiro de decepción y mirar el cadáver con algo de pena. "Eres un tonto".


Carretera - 7:30 pm

En una carretera, se encontraba un joven de cabello castaño comiendo unas frutas mientras era calentado por una pequeña fogata que había hecho. Al lado izquierdo de la carretera cerca de un bosque, había una pequeña montaña de arena que había sido removida y puesta nuevamente, que por la forma que tenía se notaba que algo había sido enterrado en ella.

Tatsumi estaba pensando en lo que haría ahora. Pues después de haber derrotado y asesino en defensa propia. Había decidido enterrar al exlíder de los bandidos aun lado de carretera. A pesar de que lo había intentado asesinar, pese a que le había perdonó la vida. Todavía decidió darle un entierro agradable. Si bien eran enemigos, tatsumi mostró un poco de respeto hacia el hombre.

Para cuando él había terminado de enterarlo se había percatado de que el sol nuevamente se estaba ocultando lo que significaba que tendría que acampar otra vez al aire libre. Pero esta vez decidió hacerlo cerca de la carretera. Y no lo haría dentro del bosque, ya que si lo hacía se volvería a perder.

Después de recolectar algunas ramas para hacer su fogata y recolectar algunas frutas para para comer decidió sentarse y ver las siguientes acciones o decisiones que tomaría.

"Necesito saber en dónde estoy. Aunque ya se dónde esta la carretera, todavía no se a que lado debo ir". Tatsumi miró las estrellas. "Talvez la posición de las estrellas me ayude a guiarme". El castaño junto sus dedos e hizo un rectángulo con ellos. "A ver la posición de las estrellas, Cinco dedos bajo el cazo esta la estrella polar. lo que significa que el norte es por allá". Tatsumi miró un lado de la carretera. "Pero y si me equivoco". Dijo con algo de duda.

"Maldita sea". tatsumi se quejó. "Desearía tener mi mochila, ahí tenía mi mapa". Se lamentó mientras se echaba en el suelo.

Tatsumi dirigió su vista hacia el cielo, viendo las estrellas. "Son tan hermosas". Tatsumi pensó en sus amigos. "Ojalá mis amigos estén aquí conmigo". Recordó lo que había dicho aquel tipo. "Dijo que los vió irse hacía la aldea. Sera qué,... ¿Decidieron volver?". El castaño de giró aun lado. "Espero que estén bien". Recordó todas cosas que hicieron durante éste viaje. "Hicimos tantas cosas, juntas. Cosas muy, locas y divertidas". Dijo con alegría.

Tatsumi siguió mirando la noche. "Y hablando de cosas locas". El castaño giró su cabeza a su derecha, para ver aquella espada que estaba apoyada en uno de los troncos que había cortado para sentarse. "Muchas cosas me han pasado hoy". El castaño se levantó del suelo y camino hacia la espada para levantarla. "Y no se porque, pero siento que todo ésto empezó por encontrarte". Tatsumi miró la espada que estaba entre sus manos.

El castaño todavía tenía dudas con respecto a está arma. Primero, ¿Que hacía en un bosque a la mitad de la nada?. Segundo, ¿Porque tenía un diseño tan raro?. Había visto diferentes tipos de espada antes, cada uno tenía un diseño diferente a las otras, pero nunca antes en su vida había visto un diseño así. Y tercero, ¿Que era esa gema incrustada en su pomo?. Algunas espadas también tenían unas gemas, en alguna parte de su mango. Pero el tamaño de que tenía la mayoría de estas, eran bastantes pequeñas. Y la gema que el tenía frente a esta espada, era de al menos el doble de su tamaño.

Tatsumi siguió mirando la espada por un rato más. Antes de soltar un fuerte suspiro y sentarse en el suelo. "Tengo tantas dudas, y quisiera que alguien me las contestará". Tomo la espada con su mano izquierda y la movió de un lado a otro. "¿Si tu pudieras hablar, me contestarás mis dudas?". El castaño le preguntó en un tono de broma.

"De hecho, si lo haría". Una voz vino de la espada.

"Pues, que bien". Tatsumi dijo mientras cogía otra de las frutas y se dispuso a comerla. El castaño dejó de hacer lo que estaba haciendo. Se quedó quieto con la boca abierta y con su mano sosteniendo un par de uvas a mitad de camino.

"¿Qué?". Preguntó sorprendido por lo que acababa de escuchar. Oyó bien, ¿acaso la espada acaba de hablarle?. Tatsumi giró lentamente su cuello hacia la espada, aun con las uvas sosteniendolas en su otra mano. "¿Acaso, acabas de hablar?". Le pregunto directamente.

Tatsumi no esperaba que esa espada le respondiera. Ya que eso era, un arma. Sin vida, ni sentimientos, ni emociones, ni voluntad. Obviamente, no podía hablar.

"Si, mi portador". Habló nuevamente.

O al menos, éso creía él.

Tatsumi se quedó ahí quieto sin decir nada más. En su cara había una expresión de duda y confusión. Este día había sido sin dudar, el día más extraño que a tenido en toda su vida. Y solo iban hacer más extraños apartir de mañana.


Hola a todos muy buenas noches aquí les traigo otro capítulo sobre esta fantástica historia les quería decir que aquí va a haber un gran cambio de personajes pero con respecto al protagonista y a la Teigu. En el siguiente capítulo voy a describir un poco la personalidad que van a tener ellos más adelante en esta historia. Y el cómo Esto va a afectar enormemente la línea del tiempo como ya todos la conocemos.

También quisiera agradecerle a Ian Vincent Calma por ser el primer en comentar. De verdad agradezco y aprecio, un salido. Nos vemos la próxima.