Capitulo 3 La Interacción

Tatsumi estaba sentado en un tronco, aún lado de la fogata, tenía una expresión seria en su rostro. Mientras tenía frente a él, aquella espada que había sacado de ése bosque, hace menos de un día.

"Ok, ok, veamos". Dijo en su mente. "Primero parto de mi aldea con mis dos amigos descansamos en un posada durante unos días cuando nos quisimos ir, perdimos los caballos por un pequeño error. Luego decidimos continuar a pie y un grupo de bandidos intentó asaltarlos. Nos defendimos y el líder de estos, trata de eliminarlos a todos con una una granada que tenía en su poder. Yo evito que la explosión no sea tan fuerte, para que mis amigos no salgan lastimados y milagrosamente sobreviví. Segundo, me pierdo en un bosque bastante amplio y extenso, cuando me dispongo recolectar materiales para sobrevivir, me encuentro con una espada clavada en el suelo. La tomó para tratar de defenderme, en caso de que me vuelva a topar, con alguno de los bandidos o alguna bestia peligrosa que merode esa zona. Decido acampar y me quedo dormido y a la mañana siguiente, despierto sin ninguna de las heridas que recibí por la explosión. Tercero, cuando intento salir de ese bosque, me doy cuenta que estaba caminando en círculos durante bastantes horas, hasta que una pequeña voz me dice qué ruta debo tomar y salgo de ahí. y apenas salí de ese bosque siento como alguien me observa y descubro que es el mismo líder de aquellos bandidos que intentaron matarme a mi y a mis compañeros. Lo enfrento y logro derrotarlo, cuando le perdoné la vida, él intentó atacarme por la espalda y yo lo ataqué en defensa propia. De una forma misteriosa, mi espada va directo a su cabeza cuando en realidad yo apunté a su brazo. Cuarto, al ver el cuerpo de ese tipo, decide darle un entierro apropiado. A pesar de que era mi enemigo, no podía evitar sentir un poco de respeto por él. Cuando finalmente terminé de enterrarlo, me doy cuenta de que nuevamente iba a oscurecer y decidí volver a acampar. Finalmente, cuando tenía dudas con respecto a esta espada le hablo y ella me contesta, como si nada". Tatsumi termino de hablar. Había estado repasando todo lo que había hecho desde que salió de su aldea, tratando de encontrar una respuesta lógica a todo esto. Su cerebro siguió trabajando tratando de darle una respuesta. Hasta que finalmente obtuvo una.

Solo ahí una explicación lógica para todo ésto. Estaba soñando y nada de ésto es real. Si eso debía ser. Solo era un sueño, él todavía seguía en su aldea y todavía no había partido. Seguramente, estaba dormido y sus amigos intentaban despertarlo. "Si éso es". Tatsumi se levantó del tronco donde estaba sentado. "Esto es un sueño". Dijo con confianza.

"En realidad, portador. No es un sueño, todo esto es real". La voz que provenía de la espada le habló al castaño.

"Si, como no. ¿Como si en la vida realmente, las espadas hablaran?". Dijo entre risas. "Solo es un sueño, solo necesito despertar".

"Ahora, ¿Como hago para despertarme?". El castaño se preguntó mientras tenía una de sus manos en su rostro. "Recuerdo que Sayo me dijo que si aguanto la respiración en sueño podré despertar, intentemos lo".

Tatsumi comenzó a respirar todo el aire que podía y cerró su boca. Su mejillas se hincharon y esperó a que el 'despertará' de éste sueño. Luego de unos minutos, Tatsumi no pudo más y tuvo que abrir su boca liberando todo el aire que había atrapado.

"Ok, éso no funcionó". Dijo entre fuertes respiraciones.

"¿Se encuentra bien, portador?". Preguntó la espada al castaño.

Tatsumi decidió ignorar la pregunta de la espada y trató de recordar otra forma de despertar. "Espera, Leyasu me dijo que si me golpeó en un sueño, el dolor me haría despertar, hay que intentarlo".

Tatsumi levantó su puño hacia arriba para luego bajarlo y darse un fuerte golpe en el estómago. Tatsumi sintió como el dolor empezó a recorrer todo su abdomen. Espero a que esté golpe, lo hiciera despertar. Pero lamentablemente, no lo hizo. En cambio, ésto hizo que él se arrodillara y gimiera, mientras caía al suelo, agarrándose el estómago. "Se me acaban las ideas". Dijo entre quejidos.

"¿Porque se golpea, Portador?". Le preguntó la espada al 'ver' el acto que había hecho el castaño.

"Porque trato de buscar la forma de despertar de este sueño". Tatsumi le respondió aun tirado en suelo agarrándose su estómago.

"Ésto no es un sueño, Portador. Ya se lo dije. Esto es real". La espada habló con afirmación.

"Pero eso es imposible". Tatsumi levantó su vista hacía la espada. "Las espadas no hablan". El castaño se había rendido con la idea de que ésto era un sueño. Ése golpe que se dió, fuerte tan real, que lo había hecho aceptar que todo lo que estaba pasando era real. Pero aún si pensara que esto era real. Todavía era incapaz de aceptarlo.

"Eso es porque yo no soy una simple espada, Portador".

"¿Que?". Tatsumi estaba confundido. "Si no eres una espada normal, ¿Que eres?".

"Soy una Teigu". Respondió con tranquilidad.

Tatsumi parecía aún más confundido. "¿Que es una Teigu?". Preguntó.

"Para contestar su pregunta, voy a requerir que me levanté y me ponga frente a usted".

Tatsumi la miró un poco desconfiado, pero decidió hacerle caso. Se levantó del suelo a un dolorido y camino hacia la espada lentamente. Con cuidado, agarró el mango de esta con una de sus manos y lo levantó hacia él. "¿Y ahora qué?". Le pregunto esperando su respuesta.

"Apunté me hacía la fogata". Pidió la espada.

Tatsumi no entendía nada. Pero hizo lo que le pidió. Bajo la punta hacia la fogata y vio como esta brillo y lanzó un pequeño rayo de color blanco hacia el fuego. Al momento de que el rayo impactó con las llamas, estas comenzaron hacerse más grandes, hasta que llegaron a ser tan grandes que fueron disparadas hacia el cielo.

"Wow". Tatsumi dio un paso hacia atrás, temiendo que pudiera quemarse con algunas de estas.

"Mire, Portador". Pidió la espada.

"¿Que miré que?".

"Mire dentro de las llamas".

Tatsumi no entendía nada, pero miró fijamente las enormes llamas para su sorpresa. Vio como dentro de estas se empezó a formar la imagen de un hombre de 40 años con una armadura metálica, una capa y una extraña corona. En sus manos, tenían lo que parece ser un cetro y estaba sentado en un trono.

"Vera, Portador". La espada comenzó a narrar. "Hace 1000 años, Cuando el primer emperador había construido y formado su imperio. El decidió gobernarlo de forma justa y ordenada. Todos sus habitantes estaban encantados por su forma de gobernar. Y así siguió durante bastante tiempo. Hasta que un día, el emperador se dió cuenta que él, no podría gobernar su imperio para siempre. Debido a que un día podría morir, ya sea en batalla o por causas naturales. Lo que eventualmente, llevaría a dejar desprotegido a su imperio y a su gente. Y por temor a lo que les pasará, a su imperio y a las personas que vivían en ella. Decidió hacer, o mejor dicho, crear algo que pudiera proteger después de su muerte. A las dos cosas qué más le importaban en su vida".

"¿Y que fue lo que hizo?". Preguntó Tatsumi, interrumpiendo la narración de la espada. Su curiosidad obligado a hablar y preguntar directamente. Ya qué, en parte, tenía algo de sentido que él primer emperador pensará éso. Es decir, nadie podría vivir para siempre. Eso era sencillamente, imposible. ¿Verdad?.

La espada que estaba en sus manos, espero a qué él castaño terminará de hablar. Y, sin que el mismo castaño lo supiera, la espada había leído sus pensamientos.

"En éso tiene razón, Portador nadie puede vivir para siempre". La espada habló. Tatsumi quedó confundido, acaso le había leído la mente. Se sintió tentado, de preguntar. Si es que de verdad lo había hecho. Pero decidió estar callado y esperar a qué terminará de hablar. "Cómo el emperador, no podía vivir para siempre. Decidió crear algo que no solo protegiera a las personas del imperio y al mismo imperio. Si no también, crear algo que pudiera durar bastante tiempo, hasta posiblemente varias generaciones. Decidió crear las, Teigus".

"¿Teigus?". Preguntó el Castaño confundido por ésa palabra. Nunca antes en su vida había escuchado esa palabra antes.

"Así es, Portador". La espada respondió con afirmación. "Las Teigus o mejor dicho, las armas imperiales. Son armas que tienen un aspecto a cualquier otro tipo de arma, pero que en el fondo o dentro de ellas, poseen poderes o habilidades sobrehumanas, que le otorgan al usuario al momento de ser empuñadas".

"¿Y como son esas Teigus?" Tatsumi pregunto curioso por el aspecto que podrían tener esas, armas imperiales.

"Son algo así". La espada habló, al mismo tiempo que la imagen que se mostraba dentro de las llamas de la fogata, comenzaba a cambiar y adoptar la forma de varias armas y objetos dentro de ella. Tatsumi miró atentamente, las imágenes que ahora estaban frente a él. Podía ver algunas espadas, lanzas, escudos. Pero lo que más llamó la atención, fue ver unos guantes, unas esferas, unos discos y un libro.

Un libro, acaso ése libro era un arma. ¿Y que poder podría darme un libro?. O mejor dicho, ¿Cómo podría defenderse de un enemigo con un libro?.

La espada sintió la duda del castaño por observar el aspecto que tenían el aspecto de algunas de las Teigus. Por lo que decidió hablar.

"Le recomiendo no juzgar el aspecto de alguna de ellas, Portador. A pesar de su aspecto inofensivo, muchas de ellas, sino todas, poseen poderes asombrosos".

"Lo dudo, un poco". Tatsumi habló algo escéptico. Le hacía imposible creer algo así. "Pero tengo una pregunta que me quisiera que respondas".

"¿Y cuál es ésa duda, Portador?".

"¿Tu eres una Teigu, no?". Preguntó. A pesar de que dijo que era una Teigu, todavía había una pregunta que rondaba por su cabeza.

"Si".

"Ok, entonces, ¿Tu eres una de las armas imperiales que debe proteger al imperio y a su gente, no?".

"Si, de hecho, ése es uno de mis propósitos".

"¿Uno de tus propósitos?". Se preguntó. Quería saber cuál era el otro propósito que está 'Teigu' tenía. Pero decidió dejarla para otro momento. Ahora tenía que saber algo que lo llamaba mucho la atención. "Entiendo, entonces ¿Dime porque?".

"¿Porque que, Portador?". Preguntó la Teigu confundida por la pregunta del castaño.

"¿Porque estaba a la mitad de la nada, en un bosque lejos del imperio?".

La pregunta del castaño hizo que la Teigu dejará de hablar y se quedará callada. La extensas llamas de la fogata que antes eran tan grandes que llegaron al cielo, ahora comenzaron a disminuir poco a poco hasta volver a obtener la misma cantidad de llamas que tenía antes. Tatsumi vió ésto y confundido miró la espada. "Oye, ¿estás bien?". Le pregunto a la espada.

La espada no respondió. Tatsumi comenzó a sentirse incómodo. "Escucha, si no quieres hablar de éso yo...".

"Me disculpo, Portador". La espada habló de repente. "Pero no podré responder ésa pregunta".

"¿Y porque no?". Tatsumi preguntó.

"Porque lamentablemente, no se el porque terminé ahí".

Tatsumi quedó sorprendido. "¿A que te refieres, con eso?".

"No sé cómo explicarlo, Portador. Pero no se el porque terminé en ése bosque. Lo único que recuerdo, fué que fuí expulsada del imperio y terminé en ése bosque. Esperando a que alguien me encontrará, para que pueda cumplir mi propósito".

"¿Tu propósito?". Tatsumi se dijo así mismo. "Ahora que lo volviste a mencionar, dijiste qué uno de tus propósitos era proteger el imperio.

"Si".

"Entonces, ¿Cuál es el tu otro propósito?". Tatsumi preguntó.

"Mi otro propósito, es proteger a mi portador". Dijo con seriedad.

"¿Proteger a tu portador?". Preguntó confundido por lo dijo por la espada. "Pero, ¿Protegerlo de que específicamente?".

"De todo. Verá, portador. Yo fuí hecha y creada, para proteger a mi portador de cualquier herida, daño, o amenaza que él pudiera recibir".

"Pero que no las Teigus, al ser armas imperiales poderosas, le otorgan poderes increíbles a sus usuarios, también deben darles algo de protección, no?". Cuestionó el castaño.

"No exactamente, Portador". La espada habló con algo de tristeza. "Verá, hubo un pequeño problema al crear las Teigus".

"¿Que tipo de problema?".

"De una persona llegar a usar un Teigu que no se compatible con él, y aún así llegará a usarlo podría causarle en su cuerpo, serías heridas, que puedan afectarlo a largo plazo o hasta incluso, matarlo".

El rostro de tatsumi se quedó en blanco por lo dicho por el Teigu. "¿Matarlo?".

"Si, mi Portador. De hecho, aún si una persona tomará un Teigu que fuera compatible con él. Si llegará a usarlo de forma imprudente o demasiado tiempo, podría hacer que él pudiera también tener efectos algo negativos en su cuerpo. No lo mataría, pero su cuerpo si quedaría muy afectado por el poder del Teigu".

"Creó entender". Tatsumi tomó la espada con algo de desconfianza. "Dices que esas Teigus, a pesar de que son poderosas, también son muy peligrosas. Tanto para las personas, como para sus usuarios, si son usados de forma incorrecta, ¿No?".

"Exacto".

"Entonces". Dejó de agarrar la espada con ambas manos. Ahora solo la sostenía con una de ellas, mientras estiraba su brazo lo más lejos de él. "¿Que efectos tienes tú?".

La espada sintió y escuchó la desconfianza del castaño. Por lo que, decidió tratar de calmarlo.

"No se preocupe, Portador. No le haré ningún mal a usted".

"¿Como puedo confiar en tí?". Preguntó desconfiado.

"Por dos razones". La espada habló con confianza. "La primera, cuando usted me encontro y me sacó de ése bosque. Comencé a analizarlo a fondo y pude ver todo dentro de usted. Sus recuerdos, sus pensamientos, sus metas y sus sueños. Y llegué a la conclusión, qué usted cumple con ciertos requisitos, que necesita una persona para usarme".

Tatsumi no sabía cómo sentirse. Por un lado, estaba genuinamente avergonzado por las palabras de la Teigu. Pero por otro lado, se sintió un poco indignado, por el hecho, que lo haya analizado sin su permiso. "¿Y la otra razón?".

"Porque el lastimarlo a usted, iría en contra de mi propósito. Que es proteger a mí portador. Además, yo no quiero lastimar a una persona tan buena". Respondió la espada.

Tatsumi se quedó un rato parado, todavía mirando con algo de desconfianza el arma en sus manos. Pero finalmente, decidió creerle. Escuchó la razones del Teigu, y parecían ser genuinas. Además, había algo dentro de la espada, que le hacía creer que en el fondo decía la verdad.

"Está bien, te creo".

"Gracias, Portador".

Tatsumi se sentó en uno de los troncos al lado de la fogata, dejando hechado a su lado izquierdo la espada. "Que día". Pensó. "Un día estoy con mis amigos, charlando y jugando y hablando de lo que haremos cuando lleguemos a la capital. Y al otro estoy perdido en una carretera, al lado de un bosque, con pocas provincias de comida, con mi ropa hecha jirones, con todo mi cuerpo, agotado tanto fisica, como mentalmente. Y con una espada que puede hablar". "¿Al menos, ya nada más puede salir mal, verdad?". Dijo con confianza.

De la nada, un fuerte viento comenzó aparecer de repente, lo que hizo que la fogata se apagará y Tatsumi sintiera un frío incesante recorrer todo su cuerpo . "Tenía que hablar". Dijo con amargura, mientras se empezó a frotar ambos brazos para calentarse.

"Sucede algo, portador". Preguntó la espada al ver cómo el castaño actuaba.

"¿No pasa nada, solo tengo algo de frío?". Tatsumi respondió mientras, todo su cuerpo temblaba.

"En ése caso, ¿Me permite ayudarlo con éso?". Sugirió la espada.

Tatsumi la miró con confusión. ¿Cómo podría ayudarlo?. En la mente del castaño, pensó que la Teigu, como así se llamaba. Solo lo protegería de los enemigos que lo atacaban. Pero ahora, cómo no se encontraba con ninguno de ellos. Pensó que no tendría sentido usarla ahora. Pero aún así, decidió aceptar su ayuda, solo por cortesía. "Está bien, acepto tu ayuda".

"Muy bien". Dijo la Teigu, cuando de la nada comenzó a brillar, su brillo era tan fuerte que esta envolvió al castaño. Tatsumi no sabía que estaba haciendo, pero decidió dejar que terminará lo que estaba haciendo. El castaño tuvo que cerrar sus ojos por el brillo.

Luego de unos momentos, el brillo cesó. Cuando Tatsumi abrió los ojos, vió que frente a él estaba la fogata ya encendida nuevamente. El castaño no parecía muy sorprendido. Si no, casi nula. "Wow, gracias". Dijo tratando de no sonar tan decepcionado.

"De nada". La espada habló.

"Bueno, al menos ya no tendré frío". Tatsumi habló tratando de al menos, encontrarle, lo bueno a esto. El castaño pasó sus manos por sus brazos, para dejar de frotarse. Ahora que ya tenía nuevamente su fogata encendida. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa al sentir que por sus dedos, una especie de tela los estaba cubriendo. Confundido por la sensación, bajó su cabeza y miró con asombró, que toda su ropa había sido reconstruida. ¿"Pero cómo?". Tatsumi no podía creerlo, se levantó de golpe y empezó a revisarse por completo. Toda su ropa, sus pantalones, camisa, suéter, abrigo, botas y guantes, habían sido totalmente reparadas.

Tatsumi se volvió hacia la espada aún sorprendido. La agarró con fuerza y le preguntó. "¿Acaso, fuistes tú?".

"Si, portador".

"Pero, pensé que solo eras un arma que me ayudaría a combatir a mis enemigos. ¿Cómo pudiste hacer eso?".

"Digamos, que soy más que un arma, y puedo hacer más que sólo pelear".

"¿Cómo qué?". Preguntó con curiosidad.

Tatsumi sintió cómo la espada comenzó a temblar, antes de que está expulsará una onda de color blanco. La onda expulsada, fue tan grande rodeó todo el lugar alrededor de varios metros. Tatsumi miró a su alrededor, para ver cómo la onda siguió expandiéndose, parecía no tener fin. Hasta que se detuvo y desapareció.

"¿Que fué éso?". Preguntó por lo que vió.

"Éso, mi portador. Fue una onda expansiva que lance para verificar si había personas cerca de nosotros".

"¿Y, de cuantos metros fue ésa onda?".

"Unos 10 metros". Respondió la espada, como si nada.

"Wow". Tatsumi dijo asombrado. Miró la espada con asombro y admiración. "¿Que más puedes hacer?".

"Me puedo transformar en cualquier otra arma, o en cualquiera de las otra Teigus".

"¿En serio?". El castaño preguntó, ansioso. "¿Te puedes transformar en alguna de las otras Teigus que mencionaste?".

Tatsumi estaba tan emocionado que se había olvidado que hacé unos momentos, la espada le había dicho las consecuencias a largo plazo que ocasionaban las Teigus a sus portadores. O tal vez, estaba tan confiado, en que la Teigu no le hará dañó. Pero cualquiera que sea el caso, la única cosa en su mente ahora, era saber más sobre está Teigu y lo que podría hacer.

"Si, Portador".

"¿Me podrías mostrar?". Pidió el castaño.

"Esperé, Portador". Habló el Teigu.

"¿Pasá algo?". Preguntó el castaño.

"Es que, para que yo pueda transformar me. Primero, necesito verificar el potencial de mi portador".

"¿Mi potencial?".

"Si, dependiendo de su potencial. Podré transformar me. Por ejemplo, si tiene un bajo potencial, solo podré transformarme en un arma. Pero si tiene un gran potencial, podré transformarme en varias armas".

"Oh, entiendo".

"Así que, con su permiso". La espada comenzó a brillar nuevamente, pero está vez no era tan exagerado. Si no, que era un poco más, 'controlado'. De la nada, un pequeño tentáculo, formado por pura energía salió de la gema de la espada y fue directo hacía el pecho del castaño. Tatsumi vió ésto. Pero, a pesar de ver a un tentáculo salir de una espada y entrar en su pecho. Ésto no lo hacía sentirse incómodo, si todo lo contrario, se sentía extrañamente, bien. Dejó que la espada terminará de hacer lo que estaba haciendo.

Después de unos pocos minutos, el tentáculo salió de su pecho y volvió a la espada. "Terminé". Dijo la Teigu.

Tatsumi esperó pacientemente, a qué la espada hiciera algo. Y afortunadamente, lo hizo. La espada comenzó a cambiar de forma y adoptar otra. Ahora tenía la forma de una lanza, bellamente decoradas, sus colores eran de color blanco y negro. Tatsumi quedó maravilloso.

"Ésto es increíble". Tatsumi tomó la lanza y comenzó a practicar con ella. Empezó a moverla por todo su cuerpo, para después lanzar varias ataques hacía adelante.

El castaño no podía creer lo que estaba viendo y tocando. Se sentía tan real. Luego de unos minutos dejó de practicar con la lanza y miró directamente a la gema dentro de está. La gema había sido cambiada de lugar, al momento en que se transformó. Ahora estaba cerca de la punta de la lanza. "Podrías transformarte en una espada".

"Por supuesto, portador". Cumpliendo con la petición de su joven portador. La Teigu se transformo en una espada. A diferencia de la espada que había encontrado en ése bosque. Esta era un poco más delgada en la parte de su hoja y el mango de está era de color negro. Igualmente, estaba bellamente decorado. La gema ahora estaba en la guarnición de está.

Tatsumi sonrío por tener ahora esta espada. Una idea cruzo por su cabeza. Más que una idea. Era una pregunta. ¿Que tan fuerte era ésta espada?". Lentamente, se volteó para ver unos árboles bastantes grandes y gruesos.

"Ahora, veamos tu poder". Tatsumi tomó la espada y se colocó en una posición de batalla. Miró atentamente, antes de correr en dirección de los árboles, mientras gritaba y alzaba la espada hacia arriba. Para después dar un fuerte corte a los árboles.

El castaño vió con asombro, cómo el corte que dió atravesó por completo a los árboles. Mientras aterrizaba en el suelo, los árboles empezaron a caer lentamente, hacia el suelo. El sonido de lo árboles caer, resonó por todo la carretera. Pero ése no fué el único sonido que se oyó. Ya que, acto seguido, se pudo escuchar el sonido de varios árboles caer consecutivamente uno tras otro. Extrañado, el castaño miró atrás de los árboles que había cortado, para ver como el corte que hizo no solo había cortado esos dos árboles que tenía en frente. Si no que también, había cortado los otros árboles que estaban detrás de éstos.

La boca del castaño de abrió por la sorpresa. El castaño se quedó ahí parado con la espada todavía en una de sus, mientras observaba como los demás árboles caían. "Ésto es increíble". Gritó con alegría. Bajo su mirada y vió la espada. "Tu eres increíble y poderosa".

"Gracias, Portador". La espada agradeció las palabras del castaño.

Tatsumi pensó en lo que haría a continuación. Podría probar con otra cosa. O tal vez, podría pedirle que se transformará en alguna de las otras Teigus que dijo que habían sido creadas, para ver que poderes tenían. Estaban tan emocionado y ansioso. Hasta que a su mente le llegó un recuerdo. Ése recuerdo, hizo que toda su alegría cesará casi de inmediato. Pues el recuerdo que apareció en su mente, era ni más ni menos que la promesa que le había hecho a su gente de su aldea. Y el porque decidió empezar esté viajé. "¿Que estoy haciendo?". Pensó en su cabeza. "No debería estar perdiendo el tiempo, debería ir a la capital para así ayudar a mi hogar y a mis, amigos". Se dijo asi mismo. "¿Pero como lo haré?". El castaño finalmente se había dado cuenta, qué todavía estaba perdido, sin sus amigos y sin saber qué camino debe tomar para ir al imperio. Éso último hizo que toda la alegría del castaño se esfumara.

Tatsumi camino hacia uno de los troncos y dejó la espada a un lado de esta para después sentarse. Agachó la cabeza y la puso entre sus manos.

"¿Sucede algo, Portador?". Preguntó el Teigu, al ver el está que tenía su usuario.

"No, es nada. Es que.." Tatsumi trato de hablarle, pero era difícil hacerlo, no solo por el hecho de que le hablaba a un objeto. Si no, por también, porque no encontraba las palabras correctas para expresarse.

"Tranquilo, si no quiere hablar, lo entiendo. No le molestare por éso, si no quiere". La Teigu habló con compresión.

"Em, gracias. Supongo". Tatsumi se quedó mirando la fogata un rato, antes de volver a hablar. "Sabés, quería ir a la capital".

"Si lo ví, Portador".

"Espera, ¿Lo viste?". Preguntó confundido.

"Si, recuerde que le dije que al momento que usted me levantó pude ver todos sus recuerdos".

"Oh, cierto". Tatsumi se rió avergonzado por haber olvidado éso. "Entonces, ¿También debes haber, visto el porque voy?"

"Si, era para ayudar a su gente". Respondió el Teigu. "Debo decirle, qué eso es un acto muy bondadoso de su parte".

"Gracias". Tatsumi sonrío por las palabras del castaño. "Se supone que debería estar a mitad de camino con mis amigos acompañando me. Pero ahora, estoy solo y perdido por está carretera". Dijo tristemente.

La Teigu no respondió por un momento. Esperó unos segundos de volver a hablar. "Pero usted no esta solo, ni perdido. Portador".

Tatsumi alzo y giró su cabeza para ver al arma que hablaba. "¿Cómo dices?".

"Lo que digo es que usted, me tiene aquí a su lado. Yo lo ayudaré en todo lo que pueda. Si usted quiere, podría ayudarlo a ir a la capital".

Tatsumi se levantó de golpe. Miró a la Teigu, con una mezcla de asombro y esperanza. "De verdad, ¿Me ayudarías a ir al imperio?".

"Si, Portador".

Tatsumi corrió y agarro la espada con fuerza. La envolvió en sus brazos y la abrazó. Estaba con felíz, que ignoró las posibles cortadas que tendría por agarrar un espada así. Afortunadamente, no tuvo ninguna. Ya que el Teigu evitó éso. "Gracias, Gracias de verdad". Tatsumi le dijo a la espada.

La Teigu por primera vez, se sorprendió por la acción del castaño. No esperaba que él castaño hiciera algo así. Pero no le molestaba, si no todo lo contrario. Creó que le gustaba ésto.

"Entonces, ¿Me podrías decir cuál es el camino que debo tomar para ir al imperio?".

"Para responder su pregunta. Necesito que usted me clave en medio de la carretera".

"Entiendo". Tatsumi camino hacia la carretera y se puso en medio de esta. Sin perder tiempo, clavó con fuerza la espada en el suelo. La espada comenzó a brillar y empezó a emitir una luz blanca. De la hoja de está, empezás a salir una onda, parecida a la que había hecho en momentos antes. Sin embargo, en vez de rodear todo a su alrededor. Fue en línea recta, al frente y hacia atrás. Tatsumi pudo verla. Espero a que él Teigu terminará. Después de unos momentos, la onda comenzó a regresar a la espada y se volvió a meter dentro de ella.

"Ya terminé, Portador". Habló la Teigu. Tatsumi la sacó del sueño y la levantó hacia su cara. "El camino que usted debe tomar, es el que está al frente de usted. Luego unos metros hacia adelante, habrá dos rutas que deberá escoger, le recomiendo escoger la ruta de la derecha. Esa es la ruta que le permitirá llegar al imperio en menos tiempo".

"Gracias". Dijo el castaño.

"De nada, portador".

El castaño camino hacia la fogata y decidió acomodarse en el suelo, para empezar a dormir. Mañana tendría que levantarse temprano, para comenzar su nueva aventura. Pero no lo haría solo, si no que lo haría acompañado de esta Teigu. Mientras se preparaba para descansar en el suelo. Tatsumi quería preguntarle algo a la Teigu.

"Oye, em". Tatsumi trató de hablarle al Teigu. Pero se dió cuenta que no sabía como se llamaba.

"Si, ¿Necesita algo más, Portador?".

"Solo quería saber, si es que, cuando llegará al imperio, me ayudarías a entrar al ejército imperial".

"Por supuesto, Portador".

"¿De verdad?".

"Si, como le dije, uno de mis propósitos es proteger a la capital. Si usted quiero entrar al ejército imperial, para proteger a las personas, entonces lo ayudaré con éso".

"Entiendo". Tatsumi puso la Teigu a su lado cerca de la fogata. Aunque podría ser extraño y un poco raro tener un arma tan cerca. Para el castaño no lo era. O al menos, no tanto. Desde pequeño, siempre tenía la costumbre, de tener un arma cerca de él, ya sea por protegerse o por una extraña costumbre que había agarrado sin saberlo.

Mientras el castaño observaba las estrellas, decidió hacerle una pregunta más a la Teigu. Una pregunta que aún rondaba en su cabeza. Una que le sería muy útil, para poder comunicarse mejor con esta extraña, pero maravillosa arma. "Oye, ¿Cómo te llamas?".

La Teigu escucho su pregunta y decidió responder. "Mi nombre, Portador, es...Onyx: Ultimate Protection. La Teigu número 49".

Tatsumi escuchó atentamente y esbozó una sonrisa. "Entonces, un gusto conocerte... Onyx". Dijo mientras cerraba los ojos y dejaba que el sueño se apoderara de él. "Que duermas bien". Y con ésas palabras el castaño se quedó dormido.

A su lado yacía La espada. Ahora conocida cómo Onyx. La Teigu número 49. Sin que el castaño lo supiera o se diera cuenta. La Teigu comenzó a volver a adoptar su forma original. Antes de volver a adoptar, la forma de la espada que el castaño había encontrado en ese bosque. "Usted también, Portador". Habló a su ya dormido usuario. Su voz era una mezcla de felicidad y alegría por haber encontrado por fin aún Portador. Y lo más importante, uno que lo ayudaría a cumplir con su propósito. Pero, aunque por fuera se podía notar la felicidad y alegría. En el fondo, muy en el fondo, había un rastro de,... agradecimiento.


Muy buenas noches a todas aquí les traigo otro capítulo de esta fantástica historia. ahora quisiera hablar de la personalidad que van a tener los personajes de Onyx y Tatsumi.

Con respecto a tatsumi, tendrá la misma personalidad que su personaje del anime, pero también será un poco más heroico. Con esto me refiero, a que buscará otras formas de hacer lo correcto. no solo matando sino también salvando vidas. Y veremos Cómo esto afectará mucho, la vida de las personas que lo rodean.

Con respecto a Onyx, tendrá una relación de amistad con tatsumi, que se irá desarrollando más adelante en la historia. A su vez, demostrará ser muy sobreprotector, con el castaño, pero también respetando decisiones que él tome.

Sin nada más me despido, denle a favorito y síganme para saber cuándo subas más de está historia.