Ya estoy aquí con una actualización.

Espero actualizar con más frecuencia en el futuro.

En este capítulo no hay lemon, he decidido dejar un poquito de lado todo el romance para introducir a otros personajes.

Todos los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto.

Me gustaría dejar un especial agradecimiento a Uzumaki-Hearts: Muchas gracias por tus comentarios. La verdad es que este ship es muy original, espero que te guste este capítulo tanto como los anteriores.

Apenas había bajado todas las escaleras que componían el apartamento, cuando la voz de Mitsuki la siguió unos pasos más atrás. Hasta él mismo se había dado cuenta de que había sido estúpido. Un comentario a destiempo no solo le sacaba de ese paraíso que encontraba en Sumire, sino que le recordaba que había una fuerza mayor que le ponía un límite en la relación.

-Sumi, lo siento, de verdad…no sé en qué estaba pensando- intentó justificarse, aunque sabía que no existía ningún tipo de justificación.

-Necesito pensar mucho- es lo único que se le ocurrió a esa chica, quien en el fondo no dejaba de pensar en lo tonta que había sido.

Corrió hacia su casa, como había planificado en un primer momento. Estaba desconsolada y llena de dudas. De todos los escenarios que habían pasado por su cabeza en cómo la omnipotencia de Ada afectaba a los demás, ese era uno en el que no había pensado en absoluto.

Cómo podía justificar de cara a los demás que estaba interesada en otra persona y que no se sentía como una traición a Ada. Miles de preguntas rondaban por su cabeza ¿cómo lo sentirían los otros? ¿Ada se había dado cuenta de algo así? ¿Podría hablar de esto con alguien? Desde luego, que no quería contarle lo que había pasado con Mitsuki a su amiga Sarada, pero ella era la única que no estaba afectada por la omnipotencia y es posible que eso le hiciera tener dudas similares. Quizá Ada tenía una respuesta, pero preguntarle a ella directamente sería reconocer que no estaba siendo afectada por su habilidad. Necesitaba saber si esa habilidad de Ada de cautivar a todo el que la viera afectaba a la vida privada de los otros habitantes de Konoha.

Desde luego que al principio parecía no afectar a Mitsuki, pero no fue suficiente y lo sentía mal. Quería continuar el experimento, había algo de emocionante en él, pero también quería asegurarse de que lo hacía utilizando los parámetros correctos. Un solo fallo y temía delatarse. Si había algo que había aprendido en todo ese tiempo era a guardar silencio sobre las cosas que sabía.

Evitó a Mitsuki las siguientes semanas y no necesitó mentir mucho, pues el chico sabía que había hecho algo mal. De hecho, se fueron a una misión, lo cual fue un alivio para todos. Podía notarlo en la forma de hablar de Delta, que parecía menos tensa cuando estaban las chicas a solas sin Kawaki molestando.

Pero las misiones se terminan. Algo que sabía que iba a pasar y esta última fue una especialmente larga, por lo que Ada no dudó en montar una especie de fiesta de bienvenida que todos fingieron que era una idea estupenda. Casi todos habían ido, el trio InoShikaChō estaba por ahí, con Shikadai jugando a videojuegos e Inojin hablando todo el tiempo con Himawari. Sarada estaba con su amiga bebiendo algo en la cocina, mientras que Ada estaba sentada en su sofá. Se sentó a su lado, sin quitarle ojo de encima a la Uzumaki, que parecía que no estaba tan afectada por la habilidad de Ada como los demás.

Estaba nerviosa, se arrancaba los padrastros de las uñas y no dejaba de mirar hacia la puerta. Ada estaba sentada a su lado, observando a su amiga.

-Sumi, cielo, ¿esperas a alguien?

-No, qué va. Es solo que me gustan más los espacios con menos gente.

-No…yo creo que a ti te pasa algo con ese chico- dijo mientras removía su bebida con la pajita.

En mal momento entró Mitsuki, quien fue a saludar a Sarada y a los demás, intentando ignorar deliberadamente a Sumire y a Ada. Habían tenido esa conversación otras veces, en las que la "invitada" le pedía espacio. Ada quería estar un rato con su amiga, así que las dos se sentaron en el sofá mientras los demás charlaban entre sí.

Su amiga se había quedado en silencio. Parecía que estaba rebuscando algo con su seringan, algo de lo que Sumire se avergonzaba profundamente. Terminó de ver lo que fuera que estaba buscando y miró a su amiga con cara de compasión.

-Sumi…lo siento, de veras. No me imaginé que podría pasar algo así.

-Ada, has mirado….me prometiste…

-No, no he visto nada raro, de verdad. Solo que las cosas se han torcido por mi culpa. No sé qué hacer para resolverlo. Si yo pudiera…sabes que mi habilidad…

-Lo sé, no es tu culpa- Sumire disculpó a la chica. En el fondo, sabía que lo que decía era verdad, no podía culparla de eso que pasó entre ella y Mitsuki.

-Te prometo que pensaré algo para solucionarlo- la chica parecía realmente afectada por lo que estaba pasando.

-¿Solucionar el qué?- Sarada se unió a ellas a media conversación con la esperanza de que estuvieran hablando de la situación producida años atrás.

-Es un problema de Sumi…-dijo Ada intentando no hablar demasiado.

-¿Con Mitsu?- preguntó como si nadie le hubiera ocultado nada.

-¿Cómo lo sabes?- Sumire se miró con Ada.

-Porque en esta última misión ha sido especialmente pesado- soltó una risa burlona- deberías ver la cara de Kawaki cada vez que le pedía consejo.

Sumire empezó a sentirse mal. Sentía que, de alguna manera, estaba causando demasiado revuelo con un tema que no tenía importancia. Ada intentó romper el silencio.

-Supongo que tienes suerte. No tienes que sufrir por ningún chico.

Sarada se cruzó de brazos al recordarle a su amiga que ella sufría todos los días por el destino de Boruto y de su padre, de quienes no había oído nada en los últimos años. Si bien es verdad que estaba sola, tenía que aguantar a Kawaki en su equipo como si fuera un shinobi más de Konoha. Como si pudiera libremente sustituir a su amigo, quien era un apoyo más que una traba para ella. Y luego estaba esos intentos torpes de flirteo que tenía que aguantar con cierto estoicismo si no quería que cayera sobre ella también la ira de Ada.

-Toda una suerte- dijo con sarcasmo.

Las chicas le explicaron la situación y Sarada se quedó un rato pensativa.

-Se me ocurre una cosa. ¿Por qué no le preguntas a alguien que esté enamorado cómo se siente con respecto a Ada?- dijo mirando con disimulo hacia Inojin.

-¡Qué buena idea, no se me había ocurrido!- Ada estaba emocionada. Pero la expresión cambió de repente cuando Kawaki entró en la fiesta.

La misión de convivencia no había cambiado, tenía que seguir vigilando a Ada en su tiempo libre, por lo que la idea de tener que pasar demasiado tiempo con ella le agobiaba bastante y no se esforzaba lo más mínimo por ocultarlo. Se dirigió al grupito de las tres chicas y le pidió a Ada que fuera con él. Sumire y Sarada se quedaron mirando hacia la pareja, donde Kawaki estaba claramente molesto con Ada.

-En el pecado lleva la penitencia- dijo Sarada con cierto desdén y le hizo una señal a Chōchō para que se uniera a ellas.

-Cualquiera diría que os aburre la fiesta- dijo sentándose en el sofá con su habitual bolsa de patatas.

-Estamos viendo a la pareja del año- Sarada seguía con su habitual sarcasmo cuando se trataba de Kawaki.

-No entiendo por qué se pelean tanto, si son perfectos…- Chōchō se encogió de hombros.

-Oye, Chō- Sumiré empezó a hablar- a ti te gusta Kawaki, ¿verdad?

-Bueno, no sé si puedo decir que me gusta…pero es tan guapo…

-¿Y cómo te hace sentir eso con respecto a Ada? Ya sabes…su habilidad…

-La verdad es que nunca lo había pensado.

La chica se quedó en silencio, incluso dejó la bolsa de patatas sobre la mesa. Las tres miraban hacia Ada que hacía aspavientos con las manos mientras Kawaki la miraba con los brazos cruzados y cara de enfado.

-Mírale, se ve tan cool. Supongo que me pueden gustar los dos, lo que pasa es que sé que lo de Ada no es real y aunque a veces piense en ella, sé que otra persona puede gustarme por elección propia.

-Sí supongo que simplemente lo sientes- dijo Sarada con cierta tristeza.

-Exacto, pero esta vez sabes que es real.

Sumire no tenía muy claro que eso le aclarase todas las dudas. Miró hacia un lado de la sala y vio a Mitsuki, mirándolas a ellas en silencio. Solo, esperando a que Kawaki se liberase para ir a hablar con él. La discusión entre la pareja no iba mucho mejor. Kawaki había agarrado la muñeca de Ada y Delta había intervenido. No tardó en unirse a las chicas, puesto que Ada y Kawaki no tardaron en ponerse cariñosos. Ella estaba pegada a él, diciendo algo en su oído.

-Sara, cariño, no sé cómo lo soportas- empezó a decir ante la atónita mirada de las amigas – no me gusta cómo la trata.

-Parece que no le ha gustado el evento- dijo Sarada sin querer iniciar una conversación con Delta.

-No le gusta nada. ¡Quién sabe lo que pasa por su cabeza! Está amargado y Ada merece alguien mejor.

La pareja había desaparecido de la vista de todos. Delta parecía especialmente molesta y Sumiré no podía dejar de mirar a Mitsuki, quien la miraba fijamente desde su sitio. Quería salir de ahí e ir a cualquier otro lugar con Sarada, que era la única que la comprendía en ese momento.

-Chicas, ¿os parece si vamos a otro sitio? Creo que Ada no va a volver- propuso con timidez como si le fueran a rechazar la propuesta.

-Claro, vámonos.

-Es por el niño reptil ¿verdad?- dijo entonces Delta- hasta a mí me está dando mal rollo. Pero lo siento, me quedo, no me fío cuando Kawaki está cerca de Ada, me gusta estar cerca por si la trata mal.

Las demás asintieron y se disgregaron. Chō volvió con su equipo y con Himawari, con quien salía mucho últimamente y Sarada y Sumiré se libraron de la fiesta con relativa facilidad. Caminaban por el centro de Konoha, buscando algún lugar donde sentarse y hablar tranquilamente.

-Entonces…¿me vas a contar qué pasó? – empezó a preguntar su amiga, que normalmente no se metía en este tipo de conversaciones.

-Supongo que nos gustamos, pero en medio de todo esto está Ada y su habilidad.

-Sí, y va a estar siempre. Me pregunto si los demás siguen con sus vidas a pesar de ello, como si nada…

-Eso mismo me pregunto yo, pero pensándolo bien…nadie ha interferido en nuestra relación, todo ha surgido entre nosotros y ya…

-Quizá eso es suficiente…

-Supongo que nunca lo sabremos, pero bueno, cuéntame ¿qué tal tu misión?

-Aburrida, pero Mitsuki hablaba mucho de ti. Creo que le gustas de verdad, porque cree que Kawaki y tú os conocéis de toda la vida y le pregunta cosas sobre ti.

-¿En serio? ¿Y nadie sospecha cuando no puede responder? - Sumire estaba sorprendida. En el fondo las dos amigas se alegraban cuando Kawaki daba evidencias de ser un farsante.

-No, porque a nadie le extrañan sus malos modales. No tiene solución…

Ambas amigas volvieron a sus respectivas casas. Sarada solo quería descansar y olvidarse por unos días de la situación en la que vivía y Sumire necesitaba tiempo para reflexionar sobre lo que habían hablado. Por un lado, tenía ese impulso de llamar al chico y por el otro, tenía miedo de que la utilizara como Kawaki estaba haciendo con Ada.

Este es el capítulo de hoy.

Quizá ha sido un poco más aburrido que los otros, pero quería introducir otros personajes. Volveré a Sumi-Mitsu en el siguiente, pero meteré un poco más de trama.

Para los curiosos dejaré un pequeño adelanto del siguiente:

-Bueno, veo que ya estamos todos- empezó a hablar El Octavo- como os podéis imaginar esto es una misión de escolta. Necesitamos llevar los resultados de unos experimentos a Orochimaru, desde hace unos meses hemos estado intercambiando información y, ahora, necesito que nuestros equipos trabajen juntos. No solo hay que escolar a Amado y Sumire, sino que tenéis que quedaros con ellos el tiempo que duren las investigaciones.

Besis