Gracias a mi cómplice Li por su lectura previa. Los errores siguen siendo míos.
Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.
Capítulo 14
― Hasta que te dejas ver ―ironiza Emmett.
No tarda en empezar su discurso del día.
Decido que no me voy a enojar. Estoy fresco, de buen humor, acabo de practicar kickboxing con Isabella, no hay nada que me haga enojar hoy.
Determinante, elijo mi lugar en el comedor y empiezo a degustar los panqueques que están servidos en el plato.
― Buenos días, Emmett ―saludo de la manera más tranquila después de tragar el primer bocado―. ¿Cómo estás?
Rueda los ojos mientras se sirve zumo de naranja.
― Es lo que quiero saber, ¿qué pasa contigo, Cullen?
Doy un sorbo al café caliente. Me estoy conteniendo para no explotar, no sé si es efecto de pasar tanto tiempo con Isabella.
Ni yo mismo me reconozco. Mi carácter se ha apaciguado en las últimas semanas, es como si la compañía de mi esposa esté modificando mi temperamento ―sonrío al recordar a mi madre. Esme será la más feliz cuando sepa de Isabella.
― No has atendido las últimas videollamadas ―reclama― porque te la has pasado jugando a la casita.
― Estoy recién casado ―me burlo.
Sonrío mientras la cara de Emmett es de completa amargura. ¿Qué le pasa?
― ¿Le has dicho a Bella lo qué hará? ―inquiere. Está mirándome de una manera acusadora, esperando mi respuesta o probablemente está evaluando mi semblante, cualquiera de las dos cosas no me importa―. ¡No le has dicho nada! ―exclama― ¿en qué quedamos, Cullen?
― Baja la maldita voz ―mis dientes se aprietan―. No es necesario meter a Isabella en nada dónde Uley esté involucrado, no es necesario.
He cambiado de opinión. Nosotros podemos resolver el fraude sin que Isabella esté presente.
Emmett se encabrona. Resopla y rechina los dientes haciendo una mueca.
― ¡Lo sabía! ―escupe― siempre supe que esa mujer cambiaría todo, te dije que no nos hacía falta y aún así decidiste meterla, ¿para qué?, ¿con qué intención? Si te la querías coger solo lo hubieras hecho y ahora no estuviéramos aquí.
Mi paciencia se agota con el fuerte y seco golpe que doy en la mesa.
― No vuelvas a expresarte así de ella ―advierto―. Es mi esposa y merece todo mi respeto, no hables como si Isabella fuera una más porque claramente no lo es.
Emmett menea la cabeza.
― Edward, estás tirando todo el plan por la borda por una mujer que está enamorada de otro.
― ¡Cállate! ―La sangre me enerva solo de pensar.
― ¿Quieres apostar?, cuando volvamos a Arizona Bella saldrá corriendo detrás de Sam. Es obvio que ahora solo está encandilada contigo, pero cuando lo vea a él se olvidará que existes, date cuenta que esa mujer soportó siete años con Uley, no lo dejará así de fácil y menos por ti.
Mis ojos lo fulminan. Quiero que malditamente se calle porque no soporto su estúpida voz.
― Estás enamorado ―dice, esbozando una sonrisa burlona.
No puedo llevarle la contraria porque unos suaves pasos me distraen. No pierdo tiempo, me incorporo y tiro de la cintura de Isabella, no pienso en nada, solo sosiego la necesidad de fundir mis labios con los de ella.
La beso tan ferozmente porque tengo una puta necesidad de restregarle a Emmett que Isabella no está enamorada de Uley…
Abro un ojo y me cercioro que Emmett se haya ido, pero no, él sigue aquí, desayunando sin prestarnos atención .
Siento que mi pecho se hincha por alguna razón, quizá es que Isabella me está correspondiendo y sus dedos están flexionados en mis bíceps.
Nuestro beso se detiene.
Sus ojos se abren. El rubor en sus mejillas es lo más dulce en ella, es tan tierna que me provoca pasar mis nudillos.
Lleva los dedos a sus labios mientras me observa.
― Qué bonito recibimiento ―murmura.
Beso la punta de su nariz.
― Desayunemos juntos ―arrastro un poco la silla para que pueda sentarse y dejo lentamente la servilleta en su regazo.
Me gusta que Isabella nunca se límite en comida. Ella come sin importar dietas ni calorías, no es una mujer de banalidades.
― Buenos días, Emmett ―saluda.
Con la mirada advierto para que Emmett no sea capaz de dejarla con la palabra en la boca. Mi ceño se frunce mientras lo sigo mirando.
― Hola, Bella ―dice secamente―. Es raro verte tan temprano por aquí.
Bella empieza a pellizcar la comida que esta servida en la mesa. Ama el tocino y por eso lleva la primera rebanada a su boca y la mastica.
Encoge sus hombros cuando ve a Emmett.
― No tuve sueño ―responde sonriente.
La duda se clava en mi cabeza. Hemos tenido noches muy pasionales y movidas, que Isabella esté desvelada la mayor parte del día es normal, ocurrió los días pasados, ¿por qué ahora no? Probablemente esté siendo muy suave en nuestro juego.
Esta información debo usarla para mejorar. En mi enseñanza, puedo decir que Isabella ha tenido un gran avance; sus nervios siguen persistiendo y por ende su pudor sigue aflorando.
Tampoco es que se vaya a volver una divertida. Mi única intención es que se sienta libre de ejercer su sexualidad, a su manera, sin cohibiciones ni reproches.
― ¿Estás lista para conocer algunas islas?
La voz de Emmett interrumpe mis pensamientos. Parece que ha decidido ser amable con Isabella.
― Estoy muy emocionada.
Mi mano cubre la ella. No pierdo de vista cómo sonríe al ver nuestras manos unidas.
Estoy dispuesto a que conozca cada rincón con tal de seguir viendo su bonita sonrisa y sus ojos llenos de ilusión.
Sue se acerca, se queda observando en mi dirección con el celular en la mano.
― Edward ―interviene― la señora Esme está en la línea.
Frunzo los labios en una mueca; lanzo la servilleta en la mesa y me pongo de pie. Esme se estresa cuando no sabe de mí. Con el móvil en la mano hago mi camino hacia el exterior.
Se respira agua salina.
― Hola, mamá.
― ¿Dime que lo que acabo de ver no es verdad, Edward?
Froto los dedos en mi frente.
― Depende de lo que viste ―digo―. Si es en una revista de chismes es falso.
― Edward, no juegues con mi inteligencia. Acabo de ver imágenes en tu Instagram de que te has casado. ¡Te casaste con Isabella Swan! ¿Por qué? ¿Acaso has enloquecido?
― No sabía que casarse era de locos ―replico―. Aunque si lo pienso bien, debe ser loco casarse tan joven, solo tengo treinta y un años, todo un adolescente en potencia, mamá.
― No vengas con ironías, Edward. Tienes a tu padre a punto de un infarto, se supone que debes estar cuidando la naviera, no de vacaciones. Explícame bien, ¿qué es esa broma? ¿Por qué publicaste esas fotografías?
Meso mi pelo.
― No es ninguna broma ―aclaro― me casé con Isabella.
― ¿¡Qué!? Pero si ella estaba comprometida con otro, ¿por qué lo hiciste?
Exhalo. ¿Por qué lo hice? ―Me cuestiono interiormente.
― No lo sé ―mascullo, mirando el imponente mar azul turquesa―. Igual no te preocupes, mamá. Cuando regrese todo estará en orden, vamos a recuperar el desfalco y papá no tendrá de qué preocuparse.
― ¿Y tú…? ― indaga―. ¿Qué pasará contigo y con ella?
― Supongo que también nuestro matrimonio terminará.
Hola. Ya nos dimos cuenta que Edward está más que interesado en Bella, y el cree que se divorciará, ¿qué piensasn ustedes?
Les invito al grupo de Facebook *
Les agradezco por sus reviews, lecturas y favoritos
Aquí los nombres de quienes comentaron el capítulo anteriorLily Pattinson Stewart, Jade HSos, Verónica, Miop, Ary Cullen 85, kasslpz, Pepita GY, Diannita Robles, Rosemarie29, mrs puff, Adriana Ruiz, danymoli1795, Adriana Molina, Flor McCarty-Cullen, Cassandra Cantu, Antonella Masen, Valeriana Sinai Cullen, Daniel Masen, Dulce Carolina, Andrea, Isis Janet, patito feo, Car Cullen Stewart Pattinson, Smedina, saraipineda44, ALBANIDIA, Maryluna, Lili Cullen-Swan, rociolujan, kris0405, Noriitha, Mapi13, The Vampire Goddess y comentarios Guest
Gracias totales por leer 🌹
