SURGIDO DE LAS HOJAS – CAPÍTULO 14: LAGRIMAS DEL AMOR

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Sakura abrazaba el cuerpo de Naruto mientras Kakashi suspira, él ya podía ver a los aldeanos acercarse temerosamente tras ver que Cerbero había desaparecido, suponiendo que habían logrado vencer.

Sasuke aprieta sus puños, viendo a Haku en el suelo. – "No llego a tiempo…" –

Kakashi mira a su estudiante. Él mira a la chica inconsciente. – "Si llego… en su ropa hay una perforación justo en el pecho, pero parece que no hay herida… de alguna manera Naruto la sano." –

Sasuke tensa sus labios, intentando ocultar su ira. – "Entonces Naruto la curo en vez de a sí mismo…" –

Kakashi mira a su alumno un momento. – "Sasuke… claramente Haku intento ayudarlo. Si quieres culpar a alguien, que sea al líder del equipo…" –

Sasuke miro a su maestro, pero solo pudo apartar su mirada con su único ojo funcional. Incluso Sasuke no podría culpar a Kakashi de lo que paso… no fueron lo suficientemente fuertes para salir todos ilesos.

Kakashi mira a un lado, notando el gran colmillo en la lejanía, entendiendo que era el diente de Cerbero. Kakashi no pudo evitar sentir un sentimiento de melancolía y orgullo al ver tal logro contra tal bestia, pero, sobre todo, estaba triste, casi al nivel de llorar, pero solo se mantenía firme para que sus alumnos vena que aun hay uno de ellos firme y seguro.

– "Kakashi-sensei… ¿Por qué fueron tras Naruto…? ¿Por qué él…?" – Sakura murmura con lagrimas manchando su rostro quemado.

Kakashi mira con pena a su alumna. – "Cuando aún no los veía como monstruos, creía tener la respuesta… pero ahora no sé qué responderte… estos son simples extraños que no comprendo su conexión con Naruto." –

– "Afrodita…" – Sasuke murmura. – "El elefante dijo que la madre de Naruto es una tal Afrodita y que él está siendo puesto a prueba…" –

– "Ese nombre no suena normal…" – Kakashi murmura, aunque él estaba en duda que clase de prueba es esa y porque alguien se pasaría como madre de Naruto para terminar matándolo.

– "¡Naruto-nii!" – Inari grita mientras corre hacia ellos, viendo con horror al pelirrojo con tantas flechas. – "¡¿Qué paso?!" –

Sasuke hace una mueca, dándole la espalda al niño.

Sakura aparta la mirada con sus propias lagrimas cayendo en el rostro de Naruto.

– "Eran muy poderosos… el equipo que vine a ayudar parece que fue consumido por el fuego…" – Kakashi camina hacia el gran colmillo de Cerbero. – "Sin enterarnos, Naruto lucho solo contra esa bestia y parece que logro quitarle esto…" – Él toma el gran colmillo.

Inari mira a Kakashi con lagrimas en sus ojos mientras que los aldeanos se horrorizaban de lo que le paso a su nuevo héroe.

– "Otra vez…" – Tsunami no pudo evitar llorar en el pecho de su padre. – "Otro con ese título murió…" –

– "Parece que ser héroe en estas tierras trae un destino fatal…" – Tazuna murmura, recordando a su yerno y como murió salvando al pueblo con su valentía y positivismo, terminado bajo las manos de Gatou.

Inari se acercó tembloroso hacia Sakura, la cual entendió lo que quería el niño, permitiéndole ver a su héroe caído.

– "Naruto-nii…" – Inari murmura sin parar de llorar.

– "Kakashi… ¿Realmente tienen que irse hoy…?" – Tazuna dice de forma decaída.

Kakashi se mantiene callado. – "El cuerpo de un ninja contiene secretos que nadie debe obtener… si dejáramos su cuerpo en una tumba civil, probablemente sea profanado…" –

– "En Konoha estará mejor…" – Sakura dice, queriendo al menos encontrar un lugar donde Naruto descanse en la aldea que tanto amaba.

– "Si…" – Kakashi murmura, incomodo y no tan emocionado por ello.

Sasuke se negaba a ver a nadie con su único ojo restante.

– "Sé que quieren mostrar sus respetos por Naruto, pero… tenemos que volver…" – Kakashi murmura mientras mira a Inari, el cual parecía no querer soltar a Naruto por nada en el mundo. – "Si visitan Konoha, les aseguro que yo personalmente los escoltare a su tumba…" –

Kakashi se acerco a Inari, acariciando su cabeza para intentar calmarlo con su único brazo útil.

– "Inari… por favor, deja a Kakashi-san…" – Tsunami murmura con lagrimas y una voz temblorosa al ver a un niño tan valiente y enérgico caer. Ella siempre escucho de la vida ninja, pero nunca creyó que vería algo así con sus propios ojos.

Antes de que Kakashi logre intentar tomar el cuerpo de Naruto, sintió un pico de intenciones asesinas saliendo de Naruto.

– "Esto es…" – Kakashi murmura con sorpresa al reconocer esa sensación.

– "¿Qué… está pasando…?" – Sakura tiembla al percibir tal sensación tan de cerca.

– "¡Aléjense!" – Kakashi grita, saltando del lugar mientras tomaba a Inari del cuello de su ropa, alejándolo lo más posible de loque fuera a pasar.

Los civiles se alejaron con miedo por tal sentimiento en el aire y por sorpresa ante el grito de Kakashi.

El cuerpo de Naruto se encendió en chakra rojizo.

El potente chakra hizo que incluso Haku lo sintiera, despertando lentamente.

– "Imposible… sensei lo construyo para que no pasara algo así…" – Kakashi murmura con sorpresa.

– "¿Qué paso…?" – Haku murmura mientras intenta levantarse, pero su desgaste fue tan grande que simplemente era incapaz de mantenerse por si misma.

– "Vaya… realmente cumplió el trato… jejeje…" – Del cuerpo de Naruto salió una voz profunda y áspera, pero sorpresivamente su boca no se movía.

– "¿Qué demonios…?" – Sasuke murmura con su ojo muy abierto.

La ropa de Naruto comenzaba a rasgarse, dándole paso a una gran masa de chakra rojo concentrándose en el estomago de Naruto. Estallando el chakra, se alzó un brazo de chakra puro desde lo que parecía ser un sello.

– "Jojojo… libertad…" – La mano de chakra se apoyó en el piso, empujando hacia arriba para arrastrar el resto del ser saliente. – "¡Por fin libre!" – Una silueta de un zorro de chakra puro se hizo presente, saliendo del cuerpo de Naruto mientras que su poder en bruto producía ráfagas de viento que evitaba que cualquiera intentara acercarse.

– "Esto es malo… ¡El Kyūbi!" – Kakashi entra en pánico al tener ese peligro tan cerca, en especial con sus alumnos y tras una batalla que los dejo vacíos.

– "¿Kyūbi…? ¿Cómo el del bosque…?" – Sasuke murmura con sorpresa, pero noto que esto no era nada parecido al que vio en el bosque junto con Naruto… este tenía más poder, mucho más poder.

– "¡Jaja! ¡Por fin puedo sentir esto nuevamente! ¡Y sin Madara molestándome!" – El zorro logro por fin salir, dejando ver su forma completa de un zorro de cuatro colas y de un tamaño de un caballo. El zorro mira a sus lados, viendo específicamente a los ninjas. – "Estoy un poco bajo… supongo que es el efecto de que el sello se liberara tan tarde…" –

Kakashi se pone en guardia, alzando un kunai con preocupación de lo que estaba por hacer el Kyūbi.

– "Eso… ¿Salió de Naruto…?" – Sakura susurra.

El Kyūbi la vio un momento, sonriendo levemente. – "No te sorprendas… cuando vuelvas a tu aldea lo entenderás…" – El zorro comienza a alejarse lentamente ante la mirada sorprendida de todos.

– "¿Se va…?" – Sasuke murmura.

– "No mentiré… me gustaría devorarte Uchiha, tal vez así termine con lo último de tu maldito clan, pero el cachorro me demostró que era de palabra… incluso se dignó a dar su vida a cambio de curar a esa descendiente de Yuki-onna." –

Haku alza su mirada con sorpresa y miedo al escuchar esas palabras, viendo hacia Naruto y verlo con una sonrisa en su cuerpo muerto.

– "Naruto-kun…" – Las lagrimas comenzaron a rezumar de los ojos de la chica de hielo.

– "Les mostrare piedad, pero no crean que será por siempre… cuando me recupere, tomare este mundo que vuelve a ver los monstruos de las eras antes del Rikudou Sennin… seré el rey indiscutible sobre todos esos mitos y volveré…" – El zorro se fue sin mirar atrás. – "Espero que al menos sean buenos juguetes masticables…" –

– "¿Sobre todos los mitos…?" – Sasuke murmura, mirando al demonio en retirada con temor.

– "Tenemos… tenemos que ir rápido a Konoha…" – Kakashi declara con seriedad, ocultando el temor por encontrarse con tal monstruo. – "Sasuke, necesito que seas mi otra mano…" – Kakashi saca una pequeña píldora marrón, removiéndose la máscara sin importarle por primera vez que le vean el rostro, masticando la píldora. Tras tragar la píldora, él se mordió el dedo hasta sangrar.

– "¡Si, sensei!" – Sasuke estaba tan exaltado y sorprendido por la petición que no pudo ser capaz de notar que por primera vez lo llamo sensei.

– "¡Espera! ¡¿Qué harán?! ¡¿Qué pasa con esa cosa?!" – Tazuna exige con preocupación de que ese demonio este cerca de Nami No Kuni.

– "Eso… no tenemos tiempo para hablar. Necesitamos volver a Konoha e informar de todo esto al Hokage." – Kakashi declara, haciendo signos de manos en conjunto con la mano de Sasuke para golear el suelo. – "¡Vamos rápido, necesitamos llegar rápido!" –

– "Si…" – Sakura asiente levemente, temerosa y aun muy afectada por la muerte de Naruto.

Haku solo apretaba su puño, ella solo podía recordar las palabras del Kyūbi… ella está viva a cambio de la vida de Naruto.

– "¡Esperen!" – Un aldeano corrió hasta el grupo de ninjas. El alzo una pequeña botella de saque con el kanji de 'Agua'. – "Esto… soy un pescador… yo vi una lucha de Naruto-sama y lo lleve en mi bote… él me entrego esto de entre las cosas de su oponente… nunca la tome porque es muy pequeña y solo era agua que ni parecía limpia, pero…" – El hombre deja la pequeña botella en el suelo frente a Haku. – "Espero que al menos puedan tenerla…" –

Haku miro el objeto que parecía viejo y desgastado, pero no mostraba importarle. – "Gracias… muchas gracias…" – Haku murmura entre lágrimas.

Kakashi vio toda la interacción con una mirada triste, viendo que Naruto cambio tantas vidas… incluso la de su equipo.

El camino de vuelta a Konoha seria lúgubre y preocupantemente silencioso, cada uno con sus heridas parcialmente vendadas por el apuro de tener que volver a la aldea. Todo esto era mientras que un gran perro llevaba sobre su lomo el cuerpo de Naruto.

Mientras todo esto sucedía, en los cielos se podía ver a los dioses ver la muerte de Uzumaki Naruto.

– "Vaya forma de morir…" – Hades no pudo evitar observar la batalla. Él era muy indiferente, pero incluso él se sorprendió de que esa alma se haya sobrepuesto al dominio de Tánatos tantas veces.

– "Creía que irías a jugar póker con Izanami…" – Fūjin menciona

– "No es de tu incumbencia…" – Hades murmura, molesto de ser cuestionado.

– "Espero que me dejes ser su dios patrón…" – Susanoo mira a Amaterasu.

– "No me quejaría, definitivamente harías maravillas con ese chico como campeón… casi parece hecho para la guerra." – Ebisu le da unas palmaditas a Susanoo tras ver a Naruto desenvolverse de tal manera en el campo de batalla. – "Le deseo buena fortuna…" – El dios de la pesca declara con una sonrisa brillante.

– "¡Y que coma arroz!" – Inari lanza arroz al aire.

– "Deja de tirar arroz al suelo de mi templo…" – Amaterasu murmura con una mirada claramente molesta. Entre la exhibicionista de Uzume, el arroz de Inari y las explicaciones de tipos de cordones al pescar de parte de Ebisu. La diosa del sol ya estaba por estallar y eso es sin contar como ahora todo estaba cambiando a la época antigua del mito.

– "Afrodita, tranquila… ¿No querías esto…?" – Uzume le dice a su amiga que no dejaba de llorar.

– "Es que… mi pequeño… murió…" – Afrodita llora a mares.

– "¡Pero estará bien! Ahora tienes la oportunidad de tenerlo en tu panteón y resguardarlo… limitadamente, pero al menos ahora puedes cuidarlo." – Uzume intenta animar a Afrodita.

– "Pero… pero…" – Afrodita miro a la destrozada Haku tras la muerte de Naruto. – "¡Murió sin poder estar con su amada! ¡Yo hice esto porque creía que no encontraría amor en ese mundo y lo encontró! ¡¿Qué clase de diosa del amor soy?!" –

Uzume hace una mueca, abrazando a su amiga, intentando hacerla sentir acompañara con su contacto físico.

– "No te culpes…" – Tsukuyomi declara con tranquilidad.

Afrodita alza levemente su mirada llorosa, viendo al dios de la luna. – "¿Cómo no sentirme culpable…? No solo lo mande a matar, arruine su unión perfecta… ¡Esa chica lo amaba con todo su ser!" –

Afrodita amaba los romances trágicos, incluso algunos que estuvieron sus hijos de por medio, pero esta vez, por primera vez en su vida inmortal no le gusto ni un poco el resultado. Parece que haber visto la vida mortal de Kushina le hizo apreciar los lazos aun más de lo que pensaba.

– "¿Y cómo se conocerían…? Según su destino… esa chica debió morir hace mucho." – Tsukuyomi declara, sorprendiéndola. – "Tus acciones movieron la marea de todo el panteón, cambiando hechos que iban a pasar, formando una nueva curva en el destino de todos en las Naciones Elementales… probablemente, si no hubieras actuado, él ni siquiera la hubiera querido…" –

Afrodita baja su cabeza, aun llorando, pero ahora un tanto más calmado. Ella aun estaba triste de separarlos, pero el conocerse en si fue algo improbable… eso solo significaba que su hijo logro un amor imposible.

– "Jeje… como Kushina… Naruto siempre impresiona…" – Afrodita murmura con una triste diversión.

– "Pero antes que todo, Afrodita…" – Tsukuyomi llamo la atención de la diosa del amor griego nuevamente. – "¿Estás lista para recibir el odio de tu propio hijo…?" –

Afrodita se sorprendió por tal pregunta, viendo al dios con temor. Ella lo sabía, pero hasta ese momento no lo pensó mucho… seguramente Naruto la odiaría, especialmente porque él sabe que su nombre tiene alguna conexión con sus desafíos y su muerte.

– "¡Tsukuyomi, eso es muy rudo!" – Uzume se queja.

Tsukuyomi la ignora.

– "Si… yo… no lo sé, pero lo entenderé… no culpare a mi hijo si me odia…" – Afrodita murmura con la mirada baja, resignada de que ella seria despreciada por su propia sangre.

Tsukuyomi asiente levemente. Él suspira cansado, sabiendo lo que vendría. – "Escucha, Afrodita… tu hijo es muy belicista y explosivo… lo ´se porque tengo a dos idiotas idénticos como hermanos." –

– "¡Oye!" – La tormenta y el sol se quejan.

– "Por eso entiendo que es capaz de hacer… especialmente con el lugar a donde se dirige." –

La declaración de Tsukuyomi hizo temblar a Afrodita.

– "Probablemente se una a los dioses, sea leal y ayude a todos, pero… tu panteón es muy conflictivo… probablemente uno de los más conflictivos… guerras frías de poder, paranoia, deseos de poder, caer en deseos carnales e intentar modificar profecías…" – Tsukuyomi enumera, haciendo que Afrodita haga muecas de dolor y preocupación hacia donde se dirigía la conversación.

– "Tsukuyomi, no creo que debamos hablar de esto ahora…" – Inari intenta intervenir.

– "No… es necesario… tenemos muchas obligaciones tras la apertura de los monstruos al mundo mortal. No tenemos tiempo para ser suabes." – Tsukuyomi declara con simpleza, recibiendo un asentimiento de Amaterasu. Él mira a Afrodita con seriedad. – "Nosotros no ayudaremos a tu hijo nada aparte de las bendiciones y ventajas que le dé su dios patrón… así que… cuando tu hijo se canse y se revele por la estupidez de tu panteón… ¿Qué harás…?" –

A Afrodita se le seco la garganta. Ella no podía concebir a su hijo traicionar a los griegos, pero considerando todo lo que había dicho Tsukuyomi… ella era una tonta al pensar que su hijo se mantendría leal.

– "Yo…" – Afrodita baja su mirada, aun lagrimeando. Ella ha estado milenios con su panteón, y, a pesar de tener sus diferencias, al final ella siempre término del lado de los dioses. – "Yo no…" –

A pesar de todo lo vivido, todos esos eones siendo una diosa clasificada como una mera prostituta divina, no mucho más que mujer fácil e infiel, alguien con una cantidad innumerable de amantes… Afrodita no pudo evitar que los recuerdos de Uzumaki Kushina valgan más que toda su vida inmortal.

– "Yo…" – Afrodita apretó sus dientes. – "¡Yo le ayudare a acomodarle la cabeza al idiota de Zeus! ¡Le meteré ese gran cráneo en el culo!" –

Varios se sorprendieron del inesperado arrebato, incluso Uzume se cubrió la boca levemente al no esperar que su amiga sea tan vulgar… y a la vez no hablar de sexo.

– "Jejeje… sonó como una Uzumaki…" – Ebisu suda levemente.

Tsukuyomi sonríe levemente. – "Susanoo, acompáñame. Iré por Kagutsuchi, él podrá forjar varias armas para el niño…" –

– "¡¿Varias?!" – Susanoo se emociona.

– "Se le dará solo una, pero si realmente termina como dije, necesitará variedad…" – Tsukuyomi declara con simpleza.

– "¡Que bien! Yo ya tenía una idea con ese colmillo de Cerbero" – Susanoo se emociona.

Afrodita mira al suelo, al menos un poco más animada de ver que tendría apoyo de armamento con un buen forjador como Kagutsuchi… y hablando de forja.

– "Hades… necesito volver al Olimpo, ¿Te quedas…?" – Afrodita cuestiona.

– "Aun no he tenido mi partida de póker." – Hades se encoge de hombros.

Afrodita asiente levemente.

– "Antes de que te vayas, Afrodita… quiero que vuelvas antes de que la tarde caiga… necesito hablar contigo de algo importante… creo que sé cómo arreglar este problema de los monstruos y la inesperada liberación del Kyūbi…" – Amaterasu informa.

Afrodita temió un poco por esas palabras, esperando que no sea algo malo, pero asintió. – "Entendido, Amaterasu-sama…" – Ella dijo con respeto, no queriendo insultar de alguna manera a la diosa del sol tras dar tantos problemas.

Amaterasu vio a Afrodita retirarse, un tanto acelerada. Realmente nada de esto estaba planeado, especialmente que el Kyūbi este libre… nadie espero que Naruto lo liberara antes de morir.

– "No soy quién para señalarlo, pero… definitivamente pasara lo que dijo Tsukuyomi…" – Hades señala.

– "Y tú panteón se tendrá que arreglar enfrentando a un semidios con la sangre de Urano." – Amaterasu se desligo de ese problema.

Hades hace una mueca. Claro, la mayoría de semidioses de los dioses olímpicos son descendientes de Urano, pero había una gran diferencia entre un hijo, por ejemplo, de Zeus que solo heredo el poder de Zeus, que uno que heredo poderes incluso más antiguos.

Las habilidades de abuelos no suelen ser heredadas, a menos que sea de un semidios hijo de un semidios, pero incluso en esos casos el poder esta diluido. Naruto tenia el poder tanto de Afrodita como el de Urano.

Hades era incapaz de mentir, eso era un peligro.

– "¿Y tú de qué lado estarás…?" – Amaterasu le pregunta a Hades.

– "Bah… como si alguna vez estuviera en esos conflictos… ni siquiera estuve en la gigantomaquia." – Hades se burla, negando participar en una hipotética guerra con su estúpido hermano menor y un bélico Naruto.

Amaterasu asiente levemente. Ella solo estaría observando el mundo mortal, viendo a cada mortal, especialmente al equipo siete llegar a medio camino de Konoha, encontrándose con un equipo de refuerzo, siendo auxiliados y aumentando su velocidad hacia Konoha.

– "Esos mortales será grandes…" – Amaterasu declara con tranquilidad.

Uzume mira a su reina. – "Pero perdieron mucho… la chica esta con quemaduras en todo su cuerpo, el niño bonito perdió uno de sus ojos, el sensei perdió su brazo y la novia de Naru-chan tiene el corazón roto…" –

Amaterasu mira a los mortales, que normalmente los dioses comunes ven como meras hormigas que solo viven gracias a ellos, pero había algo distinto en los ojos de Amaterasu.

– "Cierto, pero… veo que Uzumaki Naruto dejo más que su muerte en sus corazones…" – Amaterasu declara con tranquilidad. Ella se da media vuelta. – "Llama a todos dioses, Uzume. No me importa que estén haciendo, solo tráelos. No importa quien, necesito una reunión en la sala de juntas principal." –

– "¡¿Una reunión?!" – Uzume se sorprende. No hubo reuniones de todo el panteón desde la broma de Susanoo hacia Amaterasu que acabo con la diosa del sol resguardándose en una cueva… eso fue hace mucho, mucho tiempo.

– "Si, no importa quién. Incluso llama al idiota de mi padre y si fuera por mí, incluso a los Kotoamatsukami." – Amaterasu ordena.

– "A los Kotoamatsukami no les interesa que pase con el mundo…" – Uzume murmura.

– "Era una exageración, solo ve a avisarle a todos que habrá una reunión cuando la tarde caiga…" – Amaterasu declara con simpleza.

– "¡Entendido, Amaterasu-sama!" – Uzume asiente. Ella corre, pero toma de su kimono a Inari y del cabello a Fūjin. – "¡Ustedes ayudaran! ¡Tú también, Ebisu!" –

– "Bien, bien…" – Ebisu ríe divertido.

– "¡Maldita exhibicionista, no me jales del cabello!" – Fuji grita con molestia, intentando escapar de la diosa del amanecer.

– "¡La tela de este kimono es muy fina! ¡Suéltala!" – Inari intenta escapar, pero ya fue reclutado a la fuerza para informar a los demás dioses sobre la reunión.

Amaterasu suspira, cansada de todo esto. Ella se masajeo la frente, intentando apaciguar el entrante dolor de cabeza – "Uzumakis…" – Por primera vez, la diosa del sol entendió el dolor de cabeza que generaba ese clan a todos los mortales de su panteón.

Mientras que los dioses se preparaban para arreglar las consecuencias de jugar con el filo de la legalidad de las leyes divinas, en el mudo mortal el equipo siete en conjunto a Haku llegaban, siendo llevados con ayuda de ninjas con máscaras blancas pintadas a semejanza de animales.

Los ninjas que habían ido a Nami No Kuni fueron más lento de lo que alguien creería, casi haciendo un desfile, especialmente porque el que llevaba a Naruto iba atrás de todos, incluso más lento que sus compañeros para que todos vean al chico sangrante y claramente muerto.

– "Eso es…" – Una mujer murmura con sorpresa.

– "El demonio está muerto…" – Una mujer a su lado casi parecía llorar de alivio y alegría.

– "¡Pero Sasuke-sama está herido! ¡Seguro que el demonio lo hizo antes de caer!" – Un hombre grita, haciendo que todos miren al Uchiha que era llevado delicadamente por uno de los ninjas enmascarados.

Los murmullos de la zona comercial de la aldea comenzaron a ser más fuertes, dejando que la noticia se regara por toda la aldea.

Los ninjas enmascarados decidieron aumentar el paso al notar que la multitud aumentaba, sabiendo que, si entregaban el cuerpo de Naruto, el Hokage realmente reaccionaria de mala manera.

Mientras eran llevados por los ninjas enmascarados, Sakura logro abrir levemente sus ojos, viendo a la multitud de personas.

– (¿Por qué se ven… felices…?) – Sakura pensó, creyendo que podría ser solo una alucinación por su estado actual.

Cuando se llego al hospital, Kakashi se despertó, casi como si supiera cuando llegarían.

– "Llamen al Hokage… necesito hablar con él…" – Kakashi declara, levantándose por sí mismo mientras se acerca al que llevaba a Naruto, extendiéndole los brazos de forma firme.

– "Kakashi-san, este es un cuerpo muerto. No debería estar en una habitación de hospital…" – Uno de los enmascarados intento justificarse.

– "Ni debería ser usado para un desfile… así que entrégame a mi estudiante antes de que ingrese un archivo a tu expediente permanente…" – Kakashi advierte.

El ninja junto a su equipo se tensó. Kakashi no era un ninja cualquiera, era alguien importante y muy respetado entre las filas ninjas, él fácilmente podría arruinar la carrera de cualquier ninja con una sola palabra desaprobatoria.

– "Claro… Kakashi-san… si usted lo pide, se hará…" – El ninja enmascarado dice con nervios.

Kakashi toma a Naruto sobre su hombro, agarrándolo con su brazo no colgante.

– "Ve por Hokage-sama, ahora." – Kakashi le ordeno al ninja que amenazo ante, dejando solo al resto de su equipo que se encargo de llevar al resto de jóvenes ninjas.

– "¡Si, Kakashi-san!" –

Kakashi suspira, caminado hacia las habitaciones del hospital, siendo auxiliado por los médicos, que simplemente ignoraron a Naruto y se concentraron en el resto, aunque la mirada de Kakashi los intimido, solo diciéndole a donde ir para no ser atacados por una ilusión o algo parecido.

Cuando Kakashi coloco a Naruto en una cama, dejando en claro que nadie la toque, él se dejo caer en un asiento mientras un medico le tocaba el brazo herido, sanándolo con un chakra verde.

– "Kakashi-san… su brazo…" –

– "¿Lo perdí…? Si, lo supuse…" – Kakashi asiente. Él simplemente no termino de amputarlo porque presentía que se desmayaría del dolor por su débil estado actual.

– "Tendremos que amputar lo más rápido posible, no sería bueno que tenga esta herida…" – El medico advierte.

– "Primero hablare con Hokage-sama… luego iré a que me arreglen. Por ahora concéntrense en el resto." –

El medico asiente, levantándose para irse, pero por un momento vio a Naruto con una mirada ligeramente divertida.

Kakashi niega mientras ve a otros tres ninjas sanando a los jóvenes ninjas. Según uno, Haku estaba en perfecto estado, aunque sus niveles de chakra estaban en los suelos. Sasuke estaba bien dentro de todo, solo con la pérdida de su ojo siendo algo que muchos estarían horrorizados más tarde. Y Sakura, ella claramente tiene quemaduras en todo su cuerpo, aunque su chakra solo estaba levemente desgastado.

Por ahora lograron cicatrizar en su mayoría las heridas de Sasuke y Sakura, dejándolos estables para su descanso.

– "Veo que fue una misión complicada…" –

Kakashi aparta la mirada de sus estudiantes y mira al Hokage.

– "Hokage-sama…" – Kakashi se levanta, aunque hizo una mueca.

– "No te exijas de más, Kakashi." – El viejo hombre alza su mano, tratando de calmar al jōnin. Él pasa su mirada a Naruto. – "Muy complicada… ¿No…?" – Él se acerca al Naruto que parecía dormido, pero su ojo veterano le daba la verdad.

– "Si… hubo muchos mercenarios… varios de Iwa, Kiri… y Konoha." –

Hiruzen mira a Kakashi un momento. – "¿Realmente…? Tú crees que…" –

– "No, no saben del parentesco de Naruto, pero si apuntaban a él…" –

El anciano parecía confundido por las palabras de Kakashi, haciendo un gesto para que continue.

– "Bien… parece que hay unas especies de… invocaciones si puedo asemejarlas a algo… estas 'Invocaciones' iban tras Naruto bajo una ilusión que ni yo podía ver y tomaban la forma de ninjas que de alguna manera por sus propias razones atacarían a Naruto… ninjas de Iwa y Kiri…" – Kakashi declara con tranquilidad.

– "Pero… eso solo pasaría si supieran del parentesco de Naruto…" – Hiruzen murmura sin entender porque ni siquiera ha llegado esta información a dichas aldeas si se empeñaron tanto en matar a Naruto.

– "Creo que no me entiende… ellos no intentaban simular, era como que esa ilusión que los cubría transformara la… realidad, de alguna manera…" – Kakashi suspira, cansado de esta situación tan extraña. – "¿Si recuerda a 黄泉のバンケン [Yomi No Banken – Banken Del Inframundo]…?" -

– "Claro, es un ninja de Iwa que…" – La voz de Hiruzen titubeo cuando dicha información pareciera borrarse de su mente. – "Él…" –

– "A eso me refería… no saben del parentesco de Naruto con sensei, pero de alguna forma tomaron la imagen de los enemigos de sensei." – Kakashi declara con tranquilidad.

– "Una técnica así… debió de manipular la percepción de todo el continente…" – Hiruzen murmura con preocupación.

– "De eso hablo, pero lo más extraño es que Naruto, Sasuke y la chica que traje, Haku, podían verlos sin la ilusión." – Kakashi declara. – "No sé qué me pasaba… yo recuerdo que Naruto trataba de explicármelo, pero yo lo negaba y nunca intente investigar. Era como si algo me detuviera." –

Hiruzen se toma la barbilla, analizando todo lo dicho por Kakashi. – "Esto es… algo extraño. Debe haber algo diferente en ellos que los haga diferentes." –

– "Diría que Sasuke puede hacerlo por ser Uchiha, pero yo también tengo el sharingan y no pude ver a esos monstruos." – Kakashi declara. – "Pero en esa batalla… después ser golpeado con fuerza por Banken, desperté y podía verlo… no era un ninja… era un gigantesco perro de tres cabezas… y todos los aldeanos de Nami No Kuni también podían verlo… hubo algo que rompió esa ilusión y por mi sharingan que no tengo idea que fue lo que lo hizo…" – Kakashi aparta su mirada. – "¿Recuerda a la kunoichi que ataco a Naruto después de su graduación como genin…?" –

Hiruzen hace una mueca. Ahora que pensaba en ello, los recuerdos eran borrosos, mostrándole lentamente la verdad… Naruto no mintió, era una mujer araña y eso lo estremecio.

Hiruzen ve a Kakashi, notándolo temeroso y sin ser capaz de entender que pasaba.

– "Kakashi… ¿Cómo murió Naruto…?" –

La pregunta que más temió Kakashi.

– "Yo lo deje morir…" – Kakashi declara con tristeza.

El Hokage mira a Kakashi. Él suspira. – "Kakashi… debes de dejar de culparte por estas cosas… cada vez que pierdes a un…" –

– "Estaba débil y nadie podía vencer al enemigo… pero Naruto señalo que venían por él, así que se propuso a luchar solo. Yo lo dejé mientras nos encargábamos de todos los perros de fuego que estaban rodeándonos poco a poco… si hubiera tenido un poco más de chakra tal vez lo hubiera ayudado… tal vez hubiera acabado con todos, pero no pude…" –

La declaración de Kakashi dejo a Hiruzen callado, no esperando que realmente Kakashi hiciera eso, pero al escuchar que siempre iban tras Naruto, probablemente esa fue la razón por la que el resto de equipo sobrevivió.

– "Entonces… ¿Se sacrifico para que todos sobrevivieran…? Realmente le enseñaste bien tus maneras, Kakashi." – Hiruzen declara, acariciando el rostro de Naruto, viéndolo como un pequeño niño tomando un descanso.

– "Hokage-sama… yo le falle a Sensei y a Kushina-sama… no pude ayudarlo…" – Kakashi murmura.

– "Y si lo hubieras hecho, había la posibilidad de que ninguno hubiera sobrevivido." –

Kakashi mira a su líder, escuchando sus palabras con melancolía.

– "Hokage-sama…" –

– "Naruto murió para que sobrevivieran, ¿No…? Creo que él querría que te mantuvieras firme y guiaras al equipo…" – Hiruzen mira a Haku, sintiendo rastros residuales de lo que recordó como el chakra del Kyūbi. – "A todo el equipo…" –

Kakashi mira a los jóvenes ninjas con heridas que a muchos harían perder sus carreras, pero de alguna forma sentía que esto los volvió más fuertes.

Haku fue capaz de demostrar que es más que un arma como tanto quería Naruto, Sasuke demostró que podía luchar junto a sus compañeros y Sakura…

– "¿Dónde esta Sakura…?" – Kakashi se sorprende al ver que Sakura no estaba.

– "Se fue cuando entre. Parece que no le gustaba la idea de mantenerse en una cama de hospital." – Hiruzen declara con tranquilidad.

– "¡¿Por qué no la detuvo?! ¡Esta grave!" – Kakashi se queja.

– "Me parecía que estaba bien. Además, creo que quiere hacer algo." – Hiruzen declara con tranquilidad.

En la aldea muchos se sorprendieron y confundieron al ver que una piel de perro corría por la zona comercial, aunque ver que bajo de esa piel de perro se podían ver unas piernas humanas, les hicieron entender que era un ninja… uno muy raro.

Llegando a una florería, Sakura se detuvo, viendo el lugar con preocupación. Ella entro rápidamente y miro directamente a la persona en la caja registradora.

– "Bienvenido a la florería Yama… ¡¿Qué es eso?!" –

– "¡Ino!" –

El grito de Sakura detuvo a la chica rubia, viendo con sorpresa a la chica, notando que bajo esa piel de perro estaba Sakura llena de cicatrices de quemaduras.

– "Por dios… ¡¿Sakura?!" – Ino corre hacia la chica y la mira de pies a cabeza con una mirada horrorizada. – "¡¿Qué te paso?!" –

– "Eso no importa. Necesito unas rosas de lágrimas de cristal de Takigakure." – Sakura pide.

Ino miro a Sakura muy descolocada.

– "¡No es momento para flores!" – Ino le grita. – "Además, esas son raras y caras. Se necesitan de un pedido con tiempo para conseguirlas." –

– "¡No me importa! ¡Las quiero! ¡Necesito un ramo grande!" – Sakura declara con desesperación.

Ino noto que lagrimas comenzaron a caer del rostro de Sakura.

– "¿Sakura…?" –

– "Esas son… son las favoritas de Naruto…" – Sakura tiembla levemente.

– "¿Naruto…? ¿Por qué Naruto…?" – Ino estaba confundida. Ella se burlaría y señalaría que Sakura se estaba enamorando de Naruto, pero ver su estado le hizo tener un muy mal presentimiento.

– "Esta muerto, Ino…" – Sakura cae al suelo mientras Ino abre sus ojos horrorizada. – "Naruto… Naruto murió…" – Sakura intenta resguardar sus lágrimas, siendo incapaz de limpiar el agua cayendo de sus ojos. – "Soy débil… él lucho para salvarnos. Por Naruto aun vivimos… ¡Y yo solo lo desprecie todo este tiempo!" –

Ino tembló mientras miraba a Sakura. Ino nunca fue muy unida a Naruto, para no decir que ni hablaban, pero incluso ella no podía ser fría contra alguien con el que paso su infancia y aprendió a ser ninja.

– "¿Naruto…?" – Ino era incapaz de comprender que el enérgico y positivo chico se haya ido.

Sakura solo se encontraba llorando en el suelo desconsolada, arrepintiéndose de ser solo una carga para alguien que demostró que daría su vida por ella.

Este dolor y sentimiento era algo que no solo Sakura sentía, pero no hacia Naruto, sino hacia alguien más.

– "Hefesto, ¿Estas libre…?" – Afrodita sonríe alegremente.

– "¿Qué quieres…? ¿Ares quiere alguna arma nueva?" – Un gran y feo hombre cuestiona. Él ni siquiera se digno a mirar hacia la deslumbrante y hermosa mujer.

– "Jeje… no… quería hablar contigo… ya sabes, pasar el rato…" – Afrodita dice con pena.

Ella paso los últimos doce años con los recuerdos de Uzumaki Kushina, recordando el amor hacia Namikaze Minato, pero nunca llego a profundizar en ello, claro, apaciguo sus acciones perversas, pero nunca las detuvo. Ella solo lo dejo como un relato de un trágico y bello amor, únicamente importándole su hijo, pero tras ver el amor creciente entre Naruto y Haku, ella no podía evitar recordar la vida de Kushina.

Afrodita se sentía vacía. Una efímera vida como humana parecía tener más valor que su inmortal eternidad. Siempre tuvo todo, belleza, la atención de todos y la envidia del que no la amaban, pero… le faltaba algo… su dominio nunca lo llego a sentir como lo hizo Kushina sin ninguna conexión divina.

– "¿Pasar el rato…?" – Hefesto cuestiona. Él la mira de reojo, mostrando sus ojos desalineados.

– "Eh… sí. Ya sabes, hacer juntos cosas que te gustan… algo así como…" – Afrodita mira a los lados, viendo el taller lleno de armas. – "¿Coleccionar armas?"

– "Forjar…" –

– "¡Eso! Forjar jajaja…" – Afrodita ríe con nervios.

Hefesto se queda mirando a la mujer. – "¿Qué hiciste…?" –

Afrodita comienza a sudar bajo la mirada del herrero. – "¿Qué…? ¿No puedo compartir un buen momento de calidad con mi amado esposo…?" –

La mirada de Hefesto se entrecerró. – "Te conozco, Afrodita… quieres algo…" – Él se gira mientras continua con su trabajo más reciente.

Afrodita comienza a temblar, incomoda y siendo incapaz de hablar. – "No me gusta que nos casáramos…" –

– "Dime algo nuevo…" – Hefesto se burla.

– "No, no… no me gusta que nos casaran a la fuerza…" – Afrodita se corrige.

Hefesto se detiene un momento, pero continua con su trabajo. – "Mi madre se creía que nuestra unión funcionaria… otra vez, demostró que su dominio debería ser el del divorcio." –

Afrodita no pudo evitarlo, ella rio levemente. – "Creo que si… nunca se le dio su dominio…" – Ella asiente. Afrodita hace una mueca, sobándose el brazo con incomodidad. – "Supongo que me parezca en eso a Hera… no merezco mi dominio…" –

Eso si detuvo a Hefesto.

– "Puedes juntar a muchas personas, siempre te preocupan los romances y aunque te gusta hacerlo difícil, al final te encanta ver a los humanos amarse… tu domino, a comparación de mi madre, al menos lo usas. Hera odia la felicidad del matrimonio humano porque es mejor que el suyo…" – Hefesto habla, continuando con su trabajo sin mirar a Afrodita.

La diosa del amor se avergüenza levemente. Hefesto siempre mostro intentar animarla a pesar de la incontable cantidad de veces que lo engaño e intentaba hacer que funcionara su matrimonio a pesar de todo.

– "Eh… pero si eres un pequeño galán, Hefesto. Creo que me quieres robar el dominio." – Afrodita se burla, intentando apartar la vergüenza.

– "Siempre te lo he dicho… a pesar de todo, eres mi esposa…" –

Afrodita se mantuvo callada, viendo la espalda de Hefesto. Ella podía ver como sus hombros establan desalineados, haciendo que Hefesto pareciera tener una constante postura chueca.

– "Hefesto…" –

– "¿Ya me dirás que necesitas…?" –

Afrodita baja su cabeza levemente, conteniendo las lágrimas. Puede ser que su matrimonio fue impuesto por Hera para evitar el conflicto de quien se quedaría con la diosa más hermosa, pero Hefesto realmente intento dar de si para que funcionara y ella, por despecho de no poder elegir a quien amar, ignoro a un dios que la ama de verdad y no por su belleza externa.

– "Creo que siempre has visto algo en mi… algo que ni yo sé que es…" – Afrodita murmura. Ella se acerca y toma a su esposo de su brazo. – "¿Qué tal si nos divorciamos…? Quiero conocer al verdadero tu para poder darte ese amor que tanto me has intentado dar…" –

Hefesto mira a su esposa sin comprender que pasaba.

– "¿Qué te pasa…?" – Él toma del rostro a su esposa con delicadeza. – "¿Alguien te hizo algo…?" –

Afrodita sintió las callosas y sucias manos del dios, pero no le importo, llorando sin parar. – "No… solo… creo que por fin comienzo a aprender porque soy el amor…" –

Hefesto siempre desconfió de las personas, prefiriendo a las maquinas ya que estas nunca lo defraudarían, pero no pudo evitar sentir que esto era una especie de oportunidad.

– "Me gusta la forja… yo te hice tu cinturón ¿Recuerdas…?" – Hefesto murmura, dando una información básica de lo que todos saben que le gusta.

Afrodita recordó el cinturón que siempre usa, esa era un arma divina encantada para resaltar incluso más su belleza ya divina.

– "No soy buena para esas cosas…" – Afrodita admite.

Hefesto niega. – "Eres buena en todo lo bello… y la forja es un arte. Te gusta tu cinturón, ¿No…?" –

Afrodita sonríe, viendo que su esposo, al final de todo, si entendía crear belleza. Sus manos podían crear belleza, tanta que incluso la igualaba.

Tal vez… el amor y la forja no eran tan diferentes.

– "Tengo… un hijo que quiero que conozcas…" – Afrodita menciona.

La mención de hijos mortales era algo relativamente normal entre los dioses, solo las esposas de los reyes del mar, cielo e inframundo se molestan con ese hecho.

– "¿Este hijo tiene que ver con esta actitud…?" – Hefesto cuestiona con interés.

– "No… bueno, algo así. Naruto… él es mi hijo y su vida mortal me mostro que había estado equivocada…" – Afrodita sonríe con sus lágrimas aun cayendo.

Hefesto intenta secar las lagrimas de su esposa, pero noto que la manco con grasa de motor.

– "Lo siento, yo…" –

– "Esta bien, igualmente nos ensuciaremos con lo que vamos a forjar… ¡Sera muy hermoso!" – Afrodita sonríe ampliamente, dando una sonrisa equivalente a la de su hijo.

– "Entonces… ¿Quieres que esta arma sea para tu hijo…?" – Hefesto pregunta.

Afrodita asiente levemente. – "¿No te molesta…?" –

Hefesto niega. – "No hay mejor muestra de amor que algo artesanal y me ayudaras a crear su arma. Necesitare un toque de Afrodita para esto." –

Afrodita asiente emocionada. – "Creo que tengo una idea… aunque tu eres el maestro, dime si funciona…" –

Hefesto asiente. Él nunca forjo junto a alguien que no sea un ciclope o parecido, pero el sentimiento fue… alegre.

– "A Naruto le gusta usar hilos, tanto que, si no fuera mi hijo, creería que es de Atenea." – Afrodita menciona divertida.

– "¿Hilos…? Bueno, cuéntame de este Naruto… me gusta saber de la personalidad de los que quieren mis armas, siempre ayuda para su creación." – Hefesto pide.

Afrodita sonríe, alegre de poder hablar abiertamente con alguien más de su hijo.

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FINAL DEL CAPÍTULO 14

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Nota: ¡Ayuda! ¡Se suponía que este era el último cap, pero no dejan de llegar ideas! Espero que el siguiente sea el final del prólogo… si, este es el prólogo…