Nota de la autora: LEMON SUAVE EN ESTE CAPÍTULO

Nota de la traductora: mil disculpas por la desaparición, entre que estuve en un trabajo de temporada, tuve un pequeño accidente que me dejó con la mano en un cabestrillo, y que estuve un poco enferma y las medicinas me dejaban con sueño no había tenido mucho tiempo o ganas de publicar. Peeeroooo, el trabajo de temporada terminó hoy, mi mano ya no está en el cabestrillo y el único medicamento que sigo tomando no me deja somnolienta, así que estoy de vuelta y el plan es seguir con las actualizaciones semanales, empecé con la actualización de esta historia porque creo que es la que tiene más seguidores, y recibí muchos mensajes pidiendo el nuevo cap. Muchas gracias por su paciencia, y espero que disfruten.

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Se las arregló para evitarla el resto del día, y fue hasta esa noche que ella logró arrinconarlo. Decidiendo ducharse para tratar de calmarse, salió secándose el pelo con una toalla, solo para encontrarla en su sofá con su ave. Su ave que actualmente le estaba regalándole una tapa de botella brillante. Merlín, ayúdame. Siendo ella, por supuesto, había sonreído y agradecido al pájaro besándolo en la cabeza, y se había embolsado la tapa de la botella. Ahora este estaba una vez más sentado en su regazo mientras ella lo acariciaba. Sin levantar la vista del pájaro, se dirigió a él.

"Entonces, ¿me vas a decir qué te ha estado molestando durante los últimos días?"

Haciendo una mueca, tiró su toalla dentro del baño.

"No".

"¿Por qué?"

"Nada me está "molestando" como dices, estoy bien."

"Estás actuando como un imbécil."

"Esa es solo mi asombrosa personalidad."

"Tal vez, pero normalmente no conmigo. ¿Qué he hecho para molestarte?"

Eso lo hizo detenerse. Joder, piensa que estoy enfadado con ella.

Sin darse cuenta de que él ha dejado de moverse hasta que ella se acercó a él, jadeó ante la sensación de que ella envolvía sus brazos alrededor de su cintura por detrás, apoyando su cara sobre su espalda.

"Nada. no has hecho nada malo."

Ella asintió y le dio un beso en la espalda y él una vez más tuvo que cerrar los ojos para evitar que cayeran lágrimas. Ella le agarró de la mano y lo giró hasta que él estaba frente a ella, luego se acercó y le dio un suave beso en los labios. Antes de que él tuviera la oportunidad de corresponder, ella lo llevaba al dormitorio. No podía hacer nada más que seguirla. Ella dio un paso atrás y transfiguró su propio atuendo en pijamas. Él ya llevaba pants y camiseta después de la ducha. Ella bajó las sábanas y se metió en la cama, señalándole que se uniera a ella. ¿Cómo podría negarse? De buena gana, la siguió hasta la cama. Ella lo jaló a sus brazos y le plantó una serie de besos suaves en los labios, las mejillas, la barbilla y la nariz. Nunca dejando que aumentara la intensidad. Fue... dulce, encantador y mucho más íntimo de lo que se merecía. Cuando él estaba a punto de protestar, ella le habló suavemente.

"Date vuelta."

Tragó en seco, pero luego siguió sus órdenes. Ahora estaban de cucharita, y él era la cuchara más pequeña. Ella envolvió sus brazos alrededor de su cintura y lo sostuvo cómodamente mientras colocaba suaves besos entre sus omóplatos, y apagó todas las luces con un nox sin varita.

"Por favor, dime qué te preocupa, Severus... confía en mí."

Algo se rompió en él. Porque descubrió que aquí en su cama, la cual solo había compartido con ella, con las luces apagadas y las mantas a su alrededor mientras ella lo sostenía con fuerza... ya no podía guardárselo. Se lo dijo. Todo.

"Comenzó con el baile. Ese jodido baile. Odio los San Valentín, lo aborrezco, siempre lo he hecho. Y no podía entender por qué me enfadó tanto no poder estar contigo ese día, quería poder darte flores y bailar contigo y estaba enfadado porque lo quería en primer lugar y enfadado de nuevo porque no podía tenerlo."

Ella asintió detrás de él y se acurrucó más cerca. Inhaló profundamente antes de continuar.

"Me hizo pensar más en lo que es esto, lo que tenemos ahora y lo que quiero... y me di cuenta de que lo que yo quiero y lo que tú quieres podría ser diferente".

Sin decir nada, ella movió las manos con movimientos relajantes arriba y abajo de su brazo y costado.

"No sabía con certeza lo que pensaba al respecto... aunque cuanto más tiempo lo hice... lo pensé, me di cuenta de que lo que quiero es simplemente . Para siempre. Cuando te vi con la bebé Emelie hoy, me di cuenta de que eso era lo que quería. En toda mi vida nunca me he atrevido a planificar un futuro, y nunca pensé que tendría la oportunidad de tener una vida normal y mucho menos una familia... incluso conocer a una bruja dispuesta a degradarse lo suficiente como para tener a mi hijo... Pero cuando te vi cantarle, abrazándola... y te sentaste allí frente al fuego, estabas tan... perfecta. Y fue entonces cuando me di cuenta de que lo quería, quería todo contigo. Quiero estar contigo, para siempre. Quiero darte todo lo que es mío y darte un bebé propio... Quiero leer contigo, trabajar contigo y vivir contigo... No quiero estar... Quiero darte mi casa, o hacer una nueva... una mejor... contigo."

Cuando él no dijo nada más durante un tiempo, ella le habló en voz baja.

"¿Por qué te puso triste? Todo eso suena tan perfecto y encantador... aparte de la parte sobre degradarse, pero hablaremos de eso después."

"Porque nunca sucederá."

"¿Por qué?... ¿Severus?"

Ella le dio un suave empujón cuando él no respondió.

"Eres tan hermosa. Eres joven e inteligente, desinteresada y valiente... podrías tener cualquier pretendiente que quieras. Te amo, y sé que me amas, que es más de lo que merezco y me encanta lo que tenemos, pero eso no significa que quieras cargar con un hombre como yo para siempre".

"Severus... ¿un hombre como tú?"

"Viejo. Feo. Cáustico. Dañado. Y no solo por las guerras, tú viste... tú escuchaste..."

Ella respiró profundamente en su espalda antes de animarlo a darse la vuelta y mirarla de frente.

Ella le tomó la cara con las manos, pero él no la miró, incluso cuando sintió que su corazón saltaba a su garganta.

"Severus, en primer lugar, ¿eres tal vez 19 años mayor que yo? Más como 17 si cuentas el uso del giratiempo. Para gente que vive pasado de los 100 años, eso es casi nada. Y me gusta que seas mayor que yo. Los chicos de mi edad son solo eso. Chicos, y me gusta mucho el hecho de que seáis un hombre."

Ella enfatizó la palabra acariciando su pectoral. Si ella le acarició accidentalmente el pezón, fue completamente imprevisto, ya que él levantó la ceja ante su mirada sensual.

"En segundo lugar... No eres feo. Odio que uses esa palabra al hablar de ti mismo y me enfadaré seriamente si lo haces de nuevo, después de todo, nadie insulta a mi pareja de esa manera. Claro que no eres tradicionalmente guapo, pero eso no significa que no seas hermoso para mí. Te miro y no veo a un tipo genérico salido de una copia de playwitch, veo rasgos masculinos fuertes y definidos. Exudas valentía, fuerza y algo tan duramente atractivo como esas estatuas hechas de piedra de legotas o gladiadores romanos... Pura masculinidad."

Un pequeño temblor la atravesó al decir estas palabras, y él la acercó un poco más a él por su reacción.

"Hecho de piedra, ¿eh?"

Ella sonrió cuando él dijo eso, y tomó su pierna entre las suyas, por lo que se presionaron más cerca.

"Mmmhmm definitivamente se parece al mármol allí..."

Él se rió y comenzó a pasar sus manos por su espalda, terminó siendo incapaz de impedir que se detuvieran en el exuberante trasero.

"En cuanto a lo cáustico... no eres cáustico conmigo, Severus, no en realidad, ya no. Eres un hombre inteligente que no tolera tontos, me gusta tu ingenio y tu actitud, es parte de lo que eres. Además, soy una niña grande, puedo lidiar contigo. "

Sus manos le apretaron el trasero en respuesta y él le sonrió, mientras ella bajó la cabeza y le besaba la clavícula.

"Y en cuanto a estar dañado... Todos tenemos nuestras cicatrices Severus, algunas por dentro y otras por fuera, nos hacen lo que somos... y creo que eres hermoso, por dentro y por fuera".

Perdió la compostura entonces y algunas lágrimas se deslizaron rompiendo su fachada.

"Pero, cómo puedes no pensar que estoy dañado... después de lo que él hizo... después de... De que no pude evitar... JODER."

Se frotó la cara para apartar las lágrimas con un puño e iba a alejarse de ella, pero ella lo acercó más.

"¿C-cómo puedes mirarme, saber lo que sabes y no ver... daño?"

"Te miro y no siento nada más que orgullo, admiración, respeto... y amor"

Él sollozó y la acercó a él, apoyando su barbilla en la parte superior de su cabeza mientras ella lo sostenía de cerca. Lo hizo como una forma de estar más cerca de ella, y para que ella ya no lo mirara.

"Severus... Te miro y veo al hombre que amo. El hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida, haciendo todas esas cosas que dijiste. Me parece perfecto."

Se retiró para mirarla, tuvo que mirarla a los ojos y leer la seriedad allí.

Ella no trató de luchar contra él mientras él se sumergía en su mente y sentía lo que ella estaba sintiendo.

Retrocediendo con un jadeo, la besó.

"¿De verdad lo dices en serio? ¿Pasarías el resto de tu vida conmigo?"

"Sí, sabes que lo digo en serio, Sev, quiero amarte y vivir contigo y algún día... sí, quiero tener a tu bebé."

"Y si..."

Él perdió el valor entonces, pero ella lo besó, y él la besó también apasionadamente, todas las dudas huyeron de su mente.

"Y un día, si yo fuera... Si te preguntara..."

Sus ojos se encontraron con los suyos y ella sonrió antes de besarlo profundamente.

"Algún día tendrás que preguntarme y averiguarlo."

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Se habían besado un poco más y se habían presionado el uno contra el otro con entusiasmo, pero él no se había atrevido a ir mucho más allá de eso, no queriendo presionarla. Ella había decidido que iba a arriesgarse y pasar la noche con él y volver a sus habitaciones por la mañana. De todos modos, era domingo al día siguiente, así que dudaba que algún estudiante se levantara de la cama lo suficientemente temprano como para atraparla, ya que no era un fin de semana de Hogsmede y tampoco había quidditch.

Casi le divirtió el que Hermione le ordenara que se diera la vuelta de nuevo, y él le había dicho para diversión de ella que era "Demasiado grande para ser la cuchara pequeña". Ella se había reído y le apretó el trasero, "Serás la cuchara pequeña si digo que serás la cuchara pequeña Severus Snape, ahora hazlo" se había reído, pero siguió su orden con un "Sí, querida", que la había hecho reír.

Sus brazos lo habían rodeado una vez más mientras ella presionaba su espalda, y sus manos acariciaban suavemente su pecho. Fue maravillosamente relajante y reconfortante y tenía ganas de ronronear como un gran gato, cuando de repente las cosas se pusieron mucho más interesantes. Su respiración cambió detrás de él y se acurrucó un poco más cerca cuando su mano comenzó a acariciar hacia arriba y hacia abajo por su frente. Desde el pecho hasta el estómago, acariciando su pezón en cada pase. No pudo evitarlo, gimió. Cuando su mano comenzó a ir más abajo en cada pasada hasta que ella estaba en la parte inferior de su estómago, él trató de darse la vuelta.

"No lo hagas", ella susurró, y él se congeló.

"... Solo quiero probar algo..." en su siguiente pase, su mano estaba sobre el bulto de sus pantalones.

Gimió, no pudo evitar dejar que su cabeza cayera hacia atrás y sus caderas se empujaran un poco hacia adelante en su pequeña mano exploradora.

"¿Puedes sentir eso?" Ella susurró.

No pudo evitar reírse de eso "Sí, amor... Lo siento"

"¿Se siente... bien?"

"No tienes ni idea... pero no tienes..."

"Quiero hacerlo"

"Gracias a los dioses", gimió y empujó las caderas con más firmeza hacia su mano en el siguiente pase.

Su toque era tan tierno y suave y por encima de sus pantalones deportivos, pero no le podía importar menos. Ella quería tocarlo, sentirlo y eso lo estaba excitando sin medida.

Su mano ahora estaba enfocada solo en el bulto, y sus dedos estaban trazando la forma de él a través de los pants.

Estaba tratando de no retorcerse, no podía tener suficiente de este suave toque de ella, pero dioses, necesitaba algo más.

Ella parecía haber escuchado su oración no dicha porque se acercó aún más a él, hasta que estuvo a pegada completamente contra su espalda y empujó su rodilla hacia la parte posterior de sus muslos animándolo a separar las piernas. Él lo hizo y ella deslizó su pierna entre las suyas. Sus piernas ahora ligeramente separadas significaban que ella podía bajar un poco más y tomar todo su paquete en su mano. Ella apretó suavemente.

"Oh, dioses, Hermione" Él jadeó y se acercó más a su cálido agarre.

Ella lo apretó de nuevo y él se balanceó contra su mano y soltó una maldición apagada.

Sus pezones estaban duros y él podía sentirlos clavados en su espalda, junto con su aliento que salía jadeando y calentando la parte posterior de su camisa.

Ella lo apretó de nuevo y murmuró: "Te sientes tan grande..."

La forma en que ella lo dijo era tan inocente y seria, que él no pudo evitar dejar salir un gemido de deseo mientras le agarraba la muñeca y la animaba a continuar apretando.

"Oh, dioses, Hermione... ¡joder, por favor, no pares!"

Ella lo estaba ahuecando en su mano, tanto de su polla y bolas como podía caber en su palma y apretándolo rítmicamente mientras él mecía sus caderas contra ella.

"¿Te gusta esto? ¿Está bien...?"

"Joder, se siente tan bien, Hermione, no pares, por favor, no pares"

"No voy a parar... ¿esto te hará... ¿vas a...?"

Su voz era jadeante y sonaba excitada mientras él se metía en su agarre.

"JODER... Sí, oh, oh, joder, sí, HERMIONE, me voy a correr... por favor, no pares. Oh!"

"No... No voy a parar" Ella comenzó a besarle la espalda mientras su mano lo apretaba un poco más rápido y más fuerte.

Él sostenía su muñeca en su lugar, aunque ella no lo estuviera soltando, y se mecía en la palma de su mano.

"Oh, joder... joder."

Fue increíble, su delicada y cálida mano sobre él, incluso apretando a través de sus pantalones deportivos. Ella estaba tocandolo y besándolo y diciéndole cosas maravillosas, su cabeza daba vueltas.

Ella sintió que su polla saltaba en su agarre.

"¿Vas a correrte... para mi?"

La frase sonaba tan jodidamente sexy saliendo de su boca que ya no podía contenerse, y sintió que sus bolas se apretaban.

"Sí... sí, joder, sí".

"Hazlo, córrete para mí, Severus. Por favor"

Fue el "por favor" lo que lo desarmó.

Ella lo tomó con fuerza mientras sus bolas se apretaban y la polla se contraía y él se empujó con fuerza en su agarre, todavía sosteniendo su muñeca.

"Oh, joder... oh, joder, Hermione, oh, Merlín, me voy a correr... oh, joder, te amo... oh, joder, me voy a correr en tu mano... oh, oh, oh... OH... ¡JODER!"

Él tiró la cabeza hacia atrás cuando ella lo apretó con fuerza y cuando ella le mordió suavemente el hombro y le acarició el pezón con la otra mano, todo había terminado. Sus caderas se arquearon para acercarse más a su mano y él se sintió a sí mismo disparando su carga en sus pantalones y su palma, pulso tras pulso de su polla sacudida en su agarre, sin importarle que una vez más hubiera terminado corriéndose en sus pantalones como un adolescente.

Sin aliento, bajó de su subidón para darse cuenta de que todavía estaba sosteniendo su muñeca, manteniendo su mano presionada contra su polla ahora suave y sus pantalones muy húmedos.

"Joder... joder... lo siento"

Ella se rió y dijo que estaba bien, y él le limpió la mano y sus propios pantalones con un hechizo.

Se dio la vuelta para mirarla de frente, notando su cara enrojecida y que estaba mordiendo su labio.

Besándola profundamente, la envolvió con sus brazos y la acercó.

"Maldito infierno, eso fue increíble", habló a través del beso.

Ella sonrió en sus labios y él le pasó las manos por la espalda, hasta que le agarró el trasero y la acercó a él.

"¿Te gustaría que... te devolviera el favor?"

Hizo que las palabras sonaran absolutamente sucias y ella gimió un poco cuando él le mordió el hombro.

"No estoy segura..." Ella susurró nerviosamente.

Se retiró para mirar su cara y acomodó suavemente un mechón de pelo detrás de su oreja.

"¿En qué estás pensando?" él preguntó.

"Que yo... suena estúpido, pero yo... Solo quería sentirte en mi mano, y quería saber que podría... hacer eso por ti, hacerte venir... y por cierto, eso fue totalmente sexy y estoy... tan encendida ahora mismo... pero no estoy segura de estar lista para más esta noche... ¿estás decepcionado?"

Ella se mordía el labio y lo miraba nerviosamente.

Él besó hasta borrar la preocupación de su cara.

Se habían separado del beso con una sonrisa suave en el rostro y él la habían jalado acomodándola en su pecho para que pudieran dormir.

"Te amo, miserable bastardo".

"Yo también te amo, pequeña arpía"

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Mientras se dormían, contentos en los brazos del otro, un hombre enojado esperaba afuera de la habitación de ella, desilusionado y enojándose más a cada minuto que ella no aparecía.

Cuando dieron las 2 de la mañana y la chica no llegó a su habitación, gritó de frustración y lanzó un maléfico oscuro a la pared destrozando un trozo de ella.

Esa pequeña puta se las iba a pagar.

Nota de la autora: Por favor escríbanme un comentario, sería muy apreciado.

Nota de la traductora: creo que la espera ha valido la pena. Me gustó mucho que las dudas presentadas en el capítulo anterior se hayan aclarado y estos dos se estén comunicando bien, como debe ser en la relaciones sanas. Aunque me rompe el corazón ver las inseguridades de Severus, escuchar lo que piensa de sí mismo y como se siente culpable por cosas de las que no tiene absolutamente nada de culpa, me da gusto que confía lo suficiente en Hermione para abrirse con ella, y me gusta también la forma en la que ella lidia con todo, siendo amorosa pero firme con él, haciéndolo sentir querido y validado pero no dejando que continúe sintiendo pena por si mismo. Me encantó!

Y que les pareció su encuentro cercano del tercer tipo? ;) Interesante, verdad?

Por último, vemos a alguien muy enojado que sabemos causará problemas. Pero eso tendrá que esperar un rato. Quien creen que sea el acosador de Hermione?

Nos leemos muy pronto!