N/A:Todos los personajes, así como lo que podáis reconocer pertenece a J.K. Rowling.

Flashback 35

Draco había estado buscando a Hermione por toda la casa. Cuando finalmente la encontró en la biblioteca se maldijo por no haber buscado ahí primero. La chica está a en el suelo tirada con montones de libros esparcidos por el suelo. Tenía el ceño fruncido mientras leía y anotaba cosas en un pergamino. Le recordó la de veces que la había visto en la biblioteca de Howarts.

Un deseo de poseerla allí se le pasó por la mente pero las palabras de su madre lo hicieron frenarse. Esas palabras que llevaba toda la tarde escuchando en su cabeza sobre el heredero mestizo , la profecía y la involucración de Granger.

Se acercó sigilosamente como la serpiente que era y la observó detenidamente. Necesitaba hablar con ella, él no podía lanzar un patronus por ser mortifagos. Ese tipo de magia solo estaba destinada a los magos de magia blanca como ella; en su interior había demasiados demonios y oscuridad como para conjurarlo.

· Granger …- la chica dio un respingo y le sonrió timidamente- ¿Quieres dar un paseo por la playa?

Ella lo miró con desconfianza.

· Prometo que no te tocaré – sonrió tristemente y la chica suspiró.

· Me vendrá bien despejarme.

Salieron al jardín y bajaron hasta la playa. La noche empezaba a caer y había una luz preciosa en el horizonte.

Pasearon un rato en silencio hasta que ella habló.

· No debemos preocuparnos…¿Verdad? Tú hiciste los encantamientos…apropiados…¿no?

· Tranquila.- Draco la miró con un halo de tristeza – no tienes que preocuparte, no estás embarazada.

· Tengo miedo. Si lo que ha dicho tu madre es cierto…no parará hasta conseguirlo.- Hermione se encogió solo de pensar en la atrocidad que Voldemort pensaba hacer con ellos-.

· Voy a matarlo- Draco apretó los dientes y sus ojos se volvieron fríos – no voy a dejar que te atrape. Aunque tenga que morir en el intento…Voldemort tiene los días contados.

Hermione se sorprendió de que lo llamase así. Era la primera vez que no le decía Señor Tenebroso.

· No podrás solo…

· Por eso necesito tu ayuda.

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Snape estaba sentado en el porche de la casa de Andrómeda. Miraba las estrellas despejando la mente .

Theo era un chico valiente. Había dejado atrás a su padre y su amigo por no compartir sus creencias. Pero lo más sorprendente es que había aceptado ser doble espía.

Kingsley había venido con un plan loco y él había aceptado sin remordimientos. Quería ayudar a Draco y salvar a Blaise de esa oscuridad, aún tenía fé en él.

Snape se había ofrecido a instruirle en Oclumancia para que estuviese lo más preparado posible y no corriese riesgos…aunque todos estaban en riesgo continuamente.

Una luz plateada comenzó a posicionarse delante suya tomando la forma de una nutria. La voz de Hermione dibujó una sonrisa en su rostro.

Mi compañero de piso quiere hacerte saber que está dispuesto a luchar. Con todos. Quiere volver.

Snape meditó el mensaje. Así que Draco quería ayudar a la Orden finalmente. Albus jamás dudó del alma del chico y ahora Snape entendía por qué; al fin y al cabo, Draco se parecía mucho a él y a pesar de sus demonios, tenía un corazón con el que podía amar.

Entró en la casa y buscó a Andrómeda. La mujer estaba durmiendo a Teddy mientras le cantaba una nana.

· Siento interrumpir. Vas a tener que preparar más habitaciones. Tú sobrino volverá pronto.

La mujer sonrió con cariño y una lágrima le resbaló por la mejilla. Había esperado ese momento durante mucho tiempo, reencontrarse con su hermana pequeña y poder conocer a su sobrino.

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Las olas rompían en los acantilados próximos a la costa. Hermione se había descalzado y mojaba sus pies en la orilla. Se sentía un poco liberada al desconectar su mente un momento de todo.

Draco la miraba sentado en la arena. Estaba preciosa con su vestido corto, sus piel dorada perfecta a la luz de la luna y esos rizos que se mecían con la brisa marina. La chica se percató de como la miraba y se acercó a él.

· ¿Volvemos?- Draco la miró fijamente, bebiéndose su rostro bañado por la luz de la luna.

· No tenemos por qué…me gusta estar aquí sin hacer nada, mirándote.- la chica se sonrojo-

· Sabes que ahora sí que es complicado…

· ¿El qué?

· Nosotros…

· ¿Nosotros qué?- Draco alzó una ceja-

· Tenemos que ser responsables. Cualquier desliz y pondríamos en peligro a…- El chico la interrumpió –

· Granger, relájate. Sólo estoy mirándote. No debes preocuparte por alguien que ni si quiera existe.

Hermione le miró dolida. No sabía por qué pero ese comentario le hizo daño en su interior. Ella sabía perfectamente que quería decirle él, pero eso no dejó de afectarle. El hecho de que un posible hijo suyo estuviera en peligro…

· Deja de pensar en eso- la chica se mordió el labio inferior- y deja de hacer eso.

Hermione deseó en ese momento que fuesen dos personas normales. Un chico y una chica en la playa, paseando a la luz de la luna, mojándose los pies en la orilla…conversando de cualquier cosa y acabando tumbados en la arena besándose como si no hubiese un mañana.

Pero eso no era posible. Ellos estaban en el punto de mira de Voldemort. Ellos eran las dos personas que éste necesitaba para alcanzar la gloria…bueno ellos realmente no, Voldemort necesitaba a su hijo; Un hijo de los dos, mestizo. De repente Hermione recordó algo.

· Por cierto…he encontrado algo en la biblioteca. Es sobre mestizaje y un circulo vicioso. Deberías echarle un vistazo

· ¿Por qué yo?- Draco la miró con incertidumbre-

· Neceisto tu ayuda , tú opinión…

· ¡Vaya! Quién lo diría…la sabelotodo Granger necesita a un Malfoy- Draco se acercó más a ella y se acercó a su oreja- no sabes cuánto me excita que necesites mi ayuda en algo-.

Hermione sintió unas cosquillas en su barriga pero trató de acallar las. Se levantó y le tendió la mano para ayudarle a que se levantase.

Draco agarró su mano pero en vez de levantarse tiró de ella y la chica cayó justo encima suya.

· Tú necesitas mi ayuda y yo necesitaba sentirte. – Draco aspiró el aroma de su cuello y la apretó contra él – que bien hueles Hermione…

Hermione se quedó mirándolo a los ojos. Era la primera vez que la llamaba por su nombre y había sonado realmente dulce. Bajó lentamente y le dio un ligero beso en los labios. Cuando se apartó Draco le apretó la nuca y la atrajo de nuevo a su boca. Le dio un mordisco en el labio inferior y lo succionó. Cuando lo soltó le dio la vuelta a la chica ágilmente y se puso encima de ella.

· Te dije que dejaras de hacer eso, desde que te vi mordiéndote el labio no he parada de pensar en hacerlo yo, ahora atente a las consecuencias. – Hermione deseaba que la besara y la poseyese allí mismo, bajo la luna en aquella playa. Los mechones de pelo rubio le caían por la cara y los ojos grises reflejaban deseo.

Draco se acercó para besarla cuando un carraspeo los sacó de su burbuja.

· No quería interrumpir, pero ha llegado una lechuza. Os espero en casa.

Narcissa se dio la vuelta y se dirigió a la casa sutilmente, igual que había llegado, dejando a un Draco frustrado y a una Hermione muerta de vergüenza .

· Vamos- dijo el chico levantándose y ayudándola a incorporarse.- espero que no nos regañe como hacía conmigo cuando era pequeño.

Hermione lo miró nerviosa y le cogió la mano mientras se dirigían a la casa.