N/A:Todos los personajes, así como lo que podáis reconocer pertenece a J.K. Rowling.
Flashback 12
Draco se quedó mirando como Hermione subía las escaleras a toda prisa. No pudo evitar fijarse en como se le ajustaban los jeans a sus piernas y su trasero. Maldita Granger…
-Curioso…-Draco se giró y vio a Snape justo a su lado con una sonrisa de lado a lado-
- ¿Qué es tan curioso? Pensaba que ibas a tardar más en volver…
- El Señor Tenebroso no requería más de mis servicios. Y en cuanto a a tu pregunta…- Snape empezó a subir las escaleras dándole la espalda- voy a dejar que tú solo lo averigües.
Snape se perdió en las escaleras y Draco dió una patada a la barandilla. Subió a su habitación maldiciéndose por quedarse mirando de esa manera las piernas y el trasero de Granger, seguro que Snape se había dado cuenta. La rabia empezó a subir por su estómago, necesitaba desahogarse de alguna manera. La abstinencia sexual le estaba provocando que se fijase en esa sangre sucia. Se dirigió al baño para darse una ducha; sí eso sería buena idea.
Hermione intentaba concentrarse en la lectura sobre hechizos de lazos de sangre cuando escuchó el agua de la ducha correr. Suspiró y se recostó en la cama, echaba de menos a Crookshanks…acariciar su rojo pelaje mientras ella leía siempre había sido una buena forma de relajarse. Esperaba que Harry y Ron estuviesen cuidando bien de él.
Pensar en Harry y Ron la puso triste. No sabía nada de ellos desde que había llegado a casa de Snape y se sentía muy sola. Comenzó a recordar todas las aventuras que habían recorrido juntos, la búsqueda de horrocruxes, la batalla de Howarts dónde habían perdido tanto…se tumbo para estar más cómoda y se quedó dormida casi sin darse cuenta.
Draco terminó su ducha algo más aliviado. Suspiró y se miró en el espejo, se sonrió a si mismo para demostrarse que estaba todo controlado.
Se vistió con unos pantalones negros y una camisa blanca, se remangó las mangas dejando al descubierto sus antebrazos y la marca tenebrosa.
Iba camino a su habitación cuando pasó por delante de la de Hermione y no pudo evitar entrar. Necesitaba molestarla y ver cómo se irritaba levantando la cabeza con la nariz respingona, replicándole como una sabelotodo. Agarró el pomo de la puerta y entró.
Pero no se encontró con su rostro sorprendido de verlo allí, ni se encontró con ninguna réplica sobre modales y llamar a la puerta. Granger estaba profundamente dormida.
Se quedó mirando como su respiración acompasada hacía que subiera y bajará su pecho lentamente. Sus rizos se le habían salido de la coleta y le caían por la cara. Y la camiseta se le había subido un poco dejando a la vista su la piel dorada de su vientre plano.
Draco tragó saliva. Un sentimiento desconocido para él empezó a surgir, sentía una necesidad de tocarla que hacia que le hormiguearan las manos. Furioso por verse de esa manera salió de la habitación dando tal portazo que sobresaltó a Hermione y despertó a la muchacha que se incorporó rapidamente preguntándose que había pasado.
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Harry bajó las escaleras de Grimmauld Place para ir hacia las cocinas donde estaban todos reunidos de hacía unos minutos. Escuchaba voces y jaleo de trastos de cocina.
-Siéntate Harry querido…- La señora Weasley se había incorporado a las reuniones y preparaba desayuno para todos-¿Quieres huevos?
-Ehm…si por favor.- Harry miró a Ron que devoraba su plato casi sin respirar –
- Ron respira, la comida no se va a acabar- le regañó su hermana que acaba de entrar en la cocina- Hola Harry …- la pelirroja le dedicó una sonrisa llena de afecto.
- Ginny…no te había visto entrar- Harry sintió como su pecho se encogía. Habían decidido alejarse hasta que la guerra terminase, no podía permitir que Voldemort usará a Ginny como cebo- me alegra que estés aquí.
- Bueno vamos a comenzar- interrumpió Kingsley- como ya sabéis la misión Lestrange fue un auténtico fracaso, Voldemort ha regresado y está afincado allí.- todos se miraron con preocupación – por otro lado, no todo es malo. Nagini también ha regresado así que ahora nuestra prioridad es matarla.
-pero ese bicho no se separa de él, ¿como vamos a hacerlo?- Preguntó Ron mientras cogía unas tortitas del plato de Harry- ¿No te lo vas a comer no?
Harry alzó los ojos al techo. Como podía su amigo comer de esa manera con lo delicada que era la situación en que se encontraban todos…aún así tenía razón.
-Ron tiene razón – apuntó Harry- Voldemort y Nagini son un pack, hay que matarlos juntos.
- Entonces que así sea – Bill apretó la mano de su mujer mientras seguía hablando- tenemos que entrar en la mansión otra vez.
- Pero eso es una misión suicida- dijo Charlie- está llena de mortifagos.
- Por eso tiene que hacerlo un mortifago- Harry miró a Kingsley- Es hora que Snape nos demuestre que está de nuestro lado.
Todos se miraron con incertidumbre. Mandar a Snape a ese encargo era condenarlo a la muerte.
· Hablaré con él…- Kingsley se acercó a Harry- nos reuniremos en dos días y trazaremos el plan.
Nadie se levantó de la mesa. El silencio inundaba la cocina, todos estaban absortos en sus pensamientos. Tenían que prepararse para lo que se venía: una vez muerta Nagini, Harry debía matar a Voldemort.
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