N/A:Todos los personajes, así como lo que podáis reconocer pertenece a J.K. Rowling
Flashback 15
Tras el incidente en la cocina Hermione decidió ir a hablar con Snape. Tenía que volver al número 12 de Grimmauld Place como fuese. Si seguía un día más en esa casa con Malfoy se iba a volver loca.
Llamó a su estudio pero nadie respondió. Se dirigió a su habitación y justo cuando iba a llamar se abrió la puerta.
-Señorita Granger, ¿Ocurre algo?
- Necesito irme de aquí. No le encuentro sentido a esto y no aguanto un día más en esta casa con Malfoy- Hermione dejó salir todo de carretilla para no acobardarse ante Snape-
- Sabe de sobra que no puede irse. Y respecto al Señor Malfoy…tendré que hablar con él para que deje de molestarla- Snape no estaba seguro que es lo que habría pasado pero conociendo a Draco podía imaginar que el chico había estado molestándola o incluso insultándola –
- Pero es que no lo entiendo. La Orden también puede protegerme y usted lo sabe tan bien como yo- Hermione sonaba derrotada –
- El único lugar donde no la buscarían es aquí, porque la persona que tiene que buscarla vive en esta casa.
Hermione se quedó perpleja. Así que era eso. Se le vinieron a la mente frases de su conversación con Kingsley en las cocinas de Grimmauld Place.
…Están planeando un ataque a la Orden. El objetivo eres tú…
…Severus quiere que tú también entrenes con él…
Tienes mi palabra que no te delatarán…Allí estarás segura…
Hermione miró a Snape frunciendo el ceño, su mente iba a mil intentando encajar las piezas.
· Entonces…la persona que tiene que entregarme a Voldemort vive aquí…y está claro que usted no es porque sino no tendría sentido que Malfoy viviese aquí.
· Diez puntos para Gryffindor.-Snape sonrió – ¿entiende ahora la importancia de que siga aquí? El señor Malfoy aún no sabe cuál es su misión, pero no tardará en descubrirla.
· Pero el podría delatarme y entregarme, ¡Malfoy me odia! – Hermione estaba aterrada, vivía con su posible verdugo, el que le entregaría a la muerte-
· No creo que sea odio lo que siente por usted el Señor Malfoy. Aún así, aquí faltan piezas por encajar, así que tranquilícese. Está a salvo, confíe en mí.
Hermione miró a su ex profesor con ojos llenos de dudas,miedo e incertidumbre.
· Si se siente más tranquila, puedo hacer un juramento inquebrantable.
· No será necesario, confiaré en usted. Quizás ya he perdido la razón del todo, pero confiaré…
· Estupendo Señorita Granger, ahora debo marcharme. Kingsley me espera.
Hermione sabía que le había dado ese dato para que se sintiera aún más segura.
Salió al jardín, no tenía ganas de encerrarse en su habitación de nuevo y necesitaba sentir el aire fresco en su rostro.
El sol estaba poniéndose y el cielo tenía un color naranja precioso. Se quedó pensando en las curiosidades de la vida; acababa de enterarse que la persona que debía entregarla a Voldemort era la misma persona que hacia que se le erizara la piel con tocarla, la misma que había estado tan cerca de su boca hacia unos instantes.
Se tumbó en el suelo, boca arriba, mirando al cielo. La hierba fresca le hacia cosquillas en sus piernas, se subió el vestido un poco más para sentir mejor ese frescor en sus muslos. Así le cayó la noche, un manto estrellado borró el último atisbo de naranja que quedaba en el cielo.
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Draco se asomó a la ventana de su habitación que daba al jardín. El cielo anaranjado estaba espectacular. A Draco siempre le había fascinado la astronomía. Nadie, a excepción de su madre, sabía de su pasión por las constelaciones y las estrellas; Viniendo de la familia Black, donde la mayoría de sus integrantes tenían nombre de constelaciones o estrellas, era normal que sintiera pasión por esta ciencia.
De pequeño solía devorar libros sobre astronomía, a escondidas de su padre ,por supuesto. Dentro de los estándares de la educación que su padre quería para él, la astronomía no era algo a tener en cuenta. Miró al cielo de nuevo y se percató de que la noche había caído, buscó e identificó a su constelación favorita.
A pesar de que su nombre se debiera a una constelación, ese no era motivo suficiente para elegir su favorita. La segunda estrella mas importante después de el sol brillaba con intensidad. Una estrella estudiada por muchos astrónomos, tan importante como que había sido una estrella polar y con el tiempo volvería a serlo cuando se dieran las condiciones adecuadas.
Vega, la única estrella de la constelación Lira.
Suspiró pensando en su madre. Mamá...aguanta…
La incertidumbre hizo que bajase la mirada del cielo y al posar su vista en el jardín pudo ver a la chica de rizos castaños tumbada en la hierba.
Llevaba un vestido corto y parecía como si lo hubiese subido más dejando sus muslos descubiertos. No se podía apreciar bien por la oscuridad de la noche, la luna a pesar de ser luna llena no dejaba que Draco pudiera observar como le hubiese gustado esa imagen.
Pensó en bajar y mirarla mejor desde un punto más cercano. ¿Pero qué mierda? Una cosa es que quieras descolocarla seduciéndola y otra muy distinta es que quieras observarla a escondidas de más cerca…¡joder!
Estaba muy confundido, ese deseo de querer mirarla de cerca cada vez era más fuerte pero su mente se retraía. Draco Lucius Malfoy tienes un problema, deja de pensar con lo de abajo y céntrate. ¡Es Granger joder! Los jueguecitos de esta tarde eran para descolocarla y de paso divertirnos un poco…
Pero mientras más la miraba por la ventana más deseoso se sentía de bajar y comprobar la longitud de sus piernas descubiertas, el color que tomarían a la luz de la luna. Dio un puñetazo al alféizar de la ventana y bajó las escaleras dando zancadas.
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