¿Por qué siempre termino los capítulos en la madrugada? No lo sé, supongo que es la forma de mi cerebro diciendo que estoy con tantas ganas de escribir que no me detendría por un concepto tan tonto como lo es el del tiempo, como un detalle curioso este capítulo tuvo la mitad de sí escrito al día siguiente de publicar el anterior (Casi siempre empiezo a escribir el siguiente capítulo tan pronto como público el anterior).

Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;

Carlos29; Gracias, y sí, nos dicen que tiene problemas de apuestas, que casi nunca gana, y que consume mucho alcohol, entiendo que como una sannin tenga mucho dinero guardado, pero casi cualquier fortuna se acaba más rápido que tarde con un estilo de vida así, por lo que me decidí a darle un poco más de trasfondo y me alegro de haberlo logrado.

Samuel Santillan; Puede ser que no haya que pensar mucho, pero opciones aún quedan, ni siquiera Jiraiya está del todo seguro de lo que paso, pero ambos se quedan con la misma opción que tú. Admito que no tenía pensado eso para Tsunade, tengo mis propios planes para Tsunade, pero no descarto que al menos sean amigos con beneficios.

Seh, Ni Itachi ni Kisame vieron el rinnegan, Naruto tenía sus lentes puestos todo el tiempo ¿Por qué? Por simple necesidad argumental, pero de que esto tendrá repercusiones en el futuro las tendrá. Anko se deleita del dolor ajeno, un hecho confirmado considerando que es interrogadora y torturadora, pero el de Sakura tiene un sabor especial. E Ino, bueno, tendrá repercusiones, es lo que te puedo decir.


Honestamente Tsunade había esperado contar con un par de días de ventaja, quizás tres, sabía, objetivamente, que sí su suerte había dado un cambio tan grande como lo había hecho significaba que en realidad tenía menos tiempo, pero no esperaba que ese tiempo fueran menos de un par de horas, frente al castillo que daba nombre a la ciudad, en una calle enmarcada por paredes de roca dos leyendas se habían encontrado, dándole la espalda al castillo estaba Tsunade viendo con lo que solo podría ser llamado molestia a la persona frente a ella, al otro lado estaba Orochimaru quien sonreía en un pésimo intento de parecer calmado y bajo control, el respectivo alumno de cada uno de los sannin se encontraba a la derecha de su respectivo maestro, mirando al par contrario con sospecha.

— Ya me imaginaba que nos encontraríamos pronto, pero no pensaba que sería tan pronto —Saludó la rubia con ojos serios y fijos, la molestia brillando como quien mira un excremento en mitad de su camino o un bicho particularmente desagradable— Dime a que has venido Orochimaru sí uno de los sannin se encontraría con otro para charlar de los viejos tiempos ese sería Jiraiya no tú —Proclamó con sus ojos entrecerrados en sospecha.

— ¿Debo suponer que es esa... increíble intuición tuya? —El hombre de cabello negro cuestionó con una sonrisa maliciosa, era cierto, todo lo que había advertido a Tsunade de que las cosas no saldrían bien era comparable a un cuento de viejas o tirar las cartas, pero hasta ahora nunca le había fallado— Pero no, vine para una consulta médica —Dio una corta mirada a sus brazos señalando el origen del malestar.

— Ya no oficio como médico, búscate a otro —Anunció Tsunade sin pena alguna, sus ojos entrecerrados en sospecha, sabía que Orochimaru era el más versado de los sannin, no solo dominaba infinidad de ámbitos, incluso Tsunade podía llamarlo una especie de compañero médico, pero Orochimaru tenía el conocimiento para curar del mismo nivel que Jiraiya dominaba el genjutsu, iba en contra de la naturaleza cruel del hombre.

— Vera, lady Tsunade —Kabuto empezó a hablar con una sonrisa, solo un ligero movimiento en sus cejas le advertía al par de mujeres que usar ese título para la princesa babosa no era algo agradable para el joven— Pero no hay médicos que puedan tratar algo como esto más allá de usted —Aceptó con una mueca de dolor ante la admisión.

— Que pena que ya no ejerza la profesión —La rubia no dio su brazo a torcer, uniendo sus manos para comenzar a tronarse los nudillos— Ahora, se acabó la consulta, márchense antes de que los eché a patadas —Tsunade nunca había sido una mujer muy paciente, no para tratar algo que realmente no quería tratar.

— ¿Al menos podrías esperar para tomar tu decisión cuando te diga cuál sería el pago? —Cuestionó con una sonrisa en sus labios, pero no engañaba a su antigua compañera, ella podía notar como esa sonrisa estaba tensa, ni él confiaba en que podría ganar una batalla en estos momentos— Gracias a la mezcla de un jutsu que he perfeccionado recientemente, y un aprendiz con habilidades que están muy por encima de lo que podrías imaginar, sería capaz de revivir a los muertos, dime, ¿No te gustaría verlos una vez más? ¿A Dan y a Kawaki? —Ofreció antes de que la mujer pudiera abrir la boca para rechazarlos antes de hablar.

En ese instante Tsunade dio un pisotón en el suelo y tras solo un par de segundos el castillo a sus espaldas se derrumbó dejando nada más que escombros, sus ojos emitiendo la sorpresa y un brillo salvaje de una emoción que ninguno de los presentes podía adivinar, las manos de la kunoichi médico se apretaron en puchos hasta que los nudillos se volvieron blancos.

— ¿Qué clase de broma morbosa es esa? —Gruñó ella, un sonido gutural y salvaje, más parecido a una bestia a punto de atacar a su presa sin importarle cuál fuera que a un humano— E incluso sí pudieras ¿Crees que lo haría después de todo el daño que has causado? —Esa era una pregunta débil, y lo sabía, pero era lo único que podía pronunciar en estos momentos.

¿Tsunade amaba a Konoha o al país del fuego? No precisamente, pero tampoco era capaz de hacer algo así por Orochimaru quien estaba terriblemente lejos de poder ser llamado humano, quien sin lugar a dudas su mera existencia liberaría un terrible sufrimiento y miseria al mundo, no solo al país del fuego, en lugar de ser un acto de amor patrio era más parecido a un acto de decencia humana básica.

— Cierto, debí imaginarme que incluso tras tu aversión a la aldea aún tendrías algo de amor por la tierra que tus seres queridos murieron protegiendo —Aseguró el hechicero serpiente como si fuese algo obvio que debió haber visto antes, lo que en opinión de la princesa babosa demostraba lo poco conectado que estaba el hombre con algo como la empatía— Sí eso te complace... te daré mi palabra de que no volveré a atacar Konoha, además, no podría hacerlo, tengo un par de aprendices que entrenar~ —Aseguró.

La sannin médico quería ponerse a reír a carcajadas, cómo sí la palabra de Orochimaru tuviera algún valor, la única palabra que tenía algo de peso o valor dentro de los sannin era la de Jiraiya, y aun así era una que tenía muy poco valor, e incluso sí pudiera creer que entrenar a esos dos aprendices le ocuparía mucho tiempo (Conocía lo suficiente a su viejo compañero como para saber que no usaría la palabra aprendiz a la ligera), sabía que eso no detendría realmente al hombre de invadir Konoha si eso quisiera.

— Le daremos hasta el final de la semana para pensar en nuestra oferta, lady Tsunade, los sacrificios para revivir a sus seres queridos corren por nuestra cuenta —Aseguró Kabuto antes de desaparecer junto a su maestro dejando al par de mujeres con la palabra en la boca.

— No pensará en serio en escucharlos ¿Verdad, lady Tsunade? —Cuestionó Shizune viendo a su maestra con ojos nerviosos, casi aterrados— Es el lugar que mi tío Dan, y su hermano murieron protegiendo, no puede hacerle eso, no para el que asesinó a su maestro —Intentó convencerla ¿De qué? Tsunade no lo sabía.

La rubia no tenía pensado aceptar la oferta de Orochimaru, no era tan tonta como para creer que la cumpliría, o peor aún, creer que valía la pena ayudar a un monstruo como el que su compañero se había convertido, pero escuchar a su alumna recordarle cuanto había perdido a través de la aldea le hacía reconsiderarlo... Eso era una mentira, no podía, imaginar las caras que pondrían ante la idea la lastimaba demasiado, pero eso no evitaba que la idea tocara un punto tan débil en su frágil corazón que se escondía en una coraza de hierro, porque la idea de poder volver a ver sus rostros, ver sus sonrisas, escuchar sus voces le retorcía el corazón y le hacía temblar las piernas como una niña enamorada, que sí escuchaba solamente a su corazón, se tiraría de cabeza para tener esa oportunidad.

— Necesito relajarme Shizune, vamos a unas aguas termales, conozco unas aquí que sirven un muy buen sake —Anunció con un gruñido fastidiado. Tsunade lo sabía, no podía tomar esta decisión sin enfriar primero su mente y corazón, porque sí cuando llegara el momento de decirle a Orochimaru cuál era su decisión tenía el más mínimo atisbo de duda, o dejaba que su corazón la dominara, haría algo de lo que podría terminar arrepintiéndose.

Tansaku era, ante todo, un lugar turístico, puede que parte de su atractivo fuera el castillo recientemente demolido, pero ya que era un lugar con un gran flujo de gente también tenía muchos locales y formas de atraer a posibles clientes, desde casinos, restaurantes y baños termales, y justamente en uno de estos últimos lugares llegaron Naruto y Jiraiya.

— ¿Puedo saber por qué llegamos primer a uno baños termales? Creí que estábamos buscando a Tsunade —Cuestionó el rubio mientras dejaba su ropa en uno de los casilleros, agradeciendo que este lugar tuviera toallas que pudieran cubrirle la entrepierna, caminando detrás de Jiraiya que ya se estaba encaminando hacía los baños.

— En parte por ti, mocoso —Respondió el sannin de cabello blanco mientras llegaba a mirar el baño, con una pared de bambú separando el área de los hombres de la de las mujeres, una pared que cualquier shinobi podría confrontar— Pese a lo bien que te sientes, pasaste una semana en coma, sí bien necesitas moverte esto es un buen tratamiento —Naruto habría gruñido porque le echaran la culpa de estar perdiendo el tiempo en esto, pero en cuanto se hundió en el agua caliente un gemido de satisfacción escapó de su boca.

— Y yo que creía que solo habíamos venido para que hicieras otra de tus "investigaciones" —Admitió su poca fe en su maestro mientras se estiraba, aunque le sorprendía que más allá de ellos no había nadie.

— Como shinobi no puedes dejarte engañar por ideas preconcebidas tan fácilmente —Riñó Jiraiya mientras él mismo también se hundía levemente en el agua— Aunque mientras más rango tengas como shinobi más multitarea debes de ser, nada me impide relajarme en las aguas termales, cuidarte, espiar hermosas mujeres y anotar, todo al mismo tiempo —Proclamó con orgullo antes de soltar una risotada salvaje, logrando que Naruto soltara un suspiro mientras negaba con la cabeza.

— Quiero que sepas que sí tengo una opinión tan baja de los sannin fue porque el primero que me encontré fuiste tú —Naruto lo insultó sin pena alguna, rodando los ojos mientras se relajaba, prefería gastar su tiempo así que preocupándose.

— Grosero, y yo que tenía pensado compartirte algunas de mis habilidades amorosas —Se quejó con una sonrisa coqueta en el rostro, una expresión que fue recibida por la cara de palo del rubio.

— La única relación que tuviste que podría llamar mi atención fue la que tuviste con Tsunade, y no creo querer saber de ella —Admitió el rubio antes de darse la vuelta para sentarse en una de las rocas bajo el agua caliente.

— Es una historia tan caliente y apasionante que un mocoso virgen como tú no podría escucharla sin sufrir de combustión espontanea —Proclamó con una sonrisa salvaje y desvergonzada mientras hacía una de sus ridículas poses para apuntar su palma a su alumno.

— No soy virgen, así que no te preocupes por inmolarme —¿Naruto sabía que esas eran palabras peligrosas que decirle al sannin? Por supuesto que lo sabía, en realidad no sabía por qué no había aprovechado la opción para lograr que el sannin se callara, pero antes de que el sapo ermitaño pudiera decir una palabra el rubio se retorció de dolor, llevando su mano a su vientre donde el sello del zorro había hecho aparición, parecía palpitar de la fuerza.

— ¡Senju! —Naruto perdió el equilibrio de golpe cuando la voz del zorro resonó en su cabeza, necesitando sostenerse de los asientos para evitar caer al agua, misma que empezó a ondularse por la mera resonancia del chakra del biju.

— Sabía que el sello se estaba debilitando, con este funcionando para permitirle a Naruto no solo acceder al poder del kyubi sino usarlo inconscientemente se estaba volviendo más frágil con cada camino que aparecía —Jiraiya no pudo evitar mirar a su alumno con preocupación, nervioso y preparado para sacarlo de aquí sí la situación se ponía peor— Sería demasiado peligroso sí no fuera porque eso podría salvarle la vida algún día —Era un mal necesario, le gustara o no, el sello no sería roto incluso con todos los caminos manifestados, pero ciertamente no sería tan fuerte como cuando se hizo por primera vez— Es un alivio que esto sirviera de distracción... —Era un pensamiento poco agradable, pero era el que tenía.

La verdad sea dicha, no podía dar detalles de su supuesta noche sexual con Tsunade, igual que la rubia él estaba tan borracho que apenas podía recordar algo, claro, ambos habían llegado a la conclusión de que habían compartido una noche de sexo y pasión, aunque sí podía recordar unas pocas cosas más que su compañera, para empezar, tenía el vivido recuerdo de que los cobradores los habían seguido hasta su hotel (Una forma de evitar que se escaparan sin pagar), también recordaba vagamente a Tsunade y él desnudándose frente a los cobradores de la rubia en la recepción del hotel mientras buscaban las llaves de su habitación donde tenía el dinero para pagarles (Sabía que eso no había sido un sueño porque habían tenido que recoger toda su ropa de la recepción, lo que lo llevaba a pensar que debía enseñarle a Naruto a no beber hasta ese punto, uno hacía tonterías como caminar desnudo por ahí por tener demasiado licor en sangre), también estaba el recuerdo de algunos cobradores en la propia habitación, pero lo que recordaba, porque ya estaba sobrio cuando eso pasó, fue que despertó con la boca de Tsunade peligrosamente cerca de su trasero, la movió antes de que despertara y decidiera matarlo. Ahora, a diferencia de Tsunade que había aceptado sin más la respuesta de "Tuvimos sexo porque pague tu deuda" Jiraiya sí se había puesto a pensar en las posibilidades y cinco habían brillado como las más probables; La primera opción era esa, Jiraiya pagó la deuda de su compañera y follaron. La segunda, Tsunade se había prostituido entre los cobradores y el propio Jiraiya para pagar su deuda. Tercera, los cobradores se habían follado a la rubia y él había pagado por ver, no creía que eso lo hiciera un cornudo, para él era más ser un mirón, como ver una pornografía en primera fila. La cuarta opción, Tsunade y Jiraiya, tan borrachos como estaban, no presentaron resistencia a una posible humillación que fue usada para pagar la deuda de la rubia. Y quinta, Tsunade y él follaron mientras dejaban a los otros mirar y dirigir el espectáculo para pagar la deuda. Él se quedaría con la misma opción que Tsunade, compartieron una noche juntos, nunca investigó más las otras opciones prefiriendo disfrutar la fantasía, y había usado las otras opciones como inspiración.

Nunca buscaría la verdad, pero tampoco la negaría o la ignoraría sí llegaba a él, su relación con Tsunade era complicada en el mejor de los casos, ¿Le molestaba que la mujer tuviera una vida sexual activa? No, sería muy hipócrita de su parte, Jiraiya también sería de los primeros en admitir que muchos tacharían su amor por Tsunade de poco sano. Jiraiya amaba a Tsunade sin esperar que fuera devuelto, dándole su libertad y respetándola, ella sería responsable de sus acciones como Jiraiya lo era de las suyas. Sí resultaba que esa noche había visto a Tsunade ser follada por montones de hombres mientras él se masturbaba como si fuese un cornudo, lo aceptaría con una sonrisa siempre que Tsunade lo hubiera disfrutado, sí follaba con ella, pero él nunca llegaba al orgasmo estaría satisfecho si lograba que ella tuviera uno, se humillaría por ella sin esperar algo de vuelta, podría encontrarse con Tsunade y Naruto follando y quizás sentiría orgullo por su alumno. Orochimaru, una de las pocas personas que conocían la profundidad de los sentimientos de su compañero por la rubia tetona, lo había llamado un "amor patético", su maestro, otra de esas escasas personas que lo sabían lo había llamado una obsesión mal sana o una relación tóxica y el "origen de esa personalidad desvergonzada suya". Jiraiya lo llamaría amor puro y sincero.

Es curioso porque en sus innumerables libros escritos había retratado tanto su lujuria como su amor, de manera complicada el segundo concepto, tenía historias felices con un protagonista que veía como las mujeres que amaba eran folladas por sus amigos, hermanos, maestros y familiares, pero era una historia feliz y en la que el protagonista nunca se sentía miserable por ser un cornudo. En otras su protagonista era humillado sexualmente por las mujeres que amaba, otras donde él las dominaba, sí podías imaginar un fetiche, o algo semejante, Jiraiya podría escribir una historia en base a eso y lo había hecho. Siendo que no podía dejar a su alumno sufrir, y que parecía ser que la bestia con cola se había tranquilizado lo suficiente, se acercó para ayudar a su alumno a volver a sentarse.

— Senju ¿No era ese el apellido del primer y el segundo Hokage? —Cuestionó mientras dirigía su anillada mirada a su profesor, Jiraiya no pudo evitar suspirar, el susto había sido horrible, sí, pero parecía que no había sido tan malo.

— Y el de Tsunade, solo puedo suponer que el zorro sintió los parecidos y se agitó —Señaló mientras se levantaba acercándose a la pared, un simple movimiento de mano y un agujero había aparecido en la pared, sí fue un corte o un jutsu Naruto no lo sabía, se asomó y una sonrisa se formó en sus labios al ver lo que había al otro lado.

— Lady Tsunade, ¿Está segura? Ha tomado tanto que no me siento muy cómoda dejándola aquí sola —Hacía años que Jiraiya no veía ni oía a Shizune, pero aún podría reconocer a esa niña allá a dónde fuera, y por lo que parecía Tsunade había empezado a beber temprano.

— No te preocupes Shizune... mejor, mejor busca un lugar donde cenar... —La mujer arrastró las palabras en un tono que cualquiera podría reconocer como el de un borracho, lo que significaba que probablemente había bebido suficiente licor como para llenarr una bañera, quizás una tina.

— Sé que sonará raro, pero me sorprende que en realidad no seas un viejo obeso, tras toda esa ropa nadie se esperaría un cuerpo construido —Señaló Naruto mientras volvía a hundirse en las aguas termales, el calor calmando el dolor que había provocado el biju en su berrinche.

— Ningún shinobi viviría cuanto he vivido sí tuviera ese tipo de cuerpo, ni siquiera los Akimichi tienen ese tipo de cuerpo —Jiraiya no se quejaría de las palabras de Naruto, no solo porque se vestía así no solo por comodidad sino para precisamente engañar a la gente y que pensará justamente eso, pero, sobre todo, porque podía disfrutar la hermosa vista del cuerpo de Tsunade desnudo— Parece que el zorro nos ayudó sin querer, Tsunade está al otro lado —Exclamó con una sonrisa, su mano bajando a su entrepierna por mera costumbre.

Era cierto que normalmente, mientras espiaba, no solía recurrir a su viejo alivio de mano, solía buscar a una dama de compañía o lo hacía a través de su memoria, casi cualquier shinobi tenía una capacidad de memorizar que rozaba la fotográfica, así como poder medir longitudes y tamaños con sorprendente exactitud, (Ambas habilidades necesarias para su labor, pese a las muchas utilidades que podían darles a dichas cualidades), y normalmente no lo haría cerca de Tsunade porque claramente podría acabar con él muerto, pero debido a su falta de tiempo para buscar compañía y que parecía que la princesa babosa no podría encontrarlo fácilmente, creyó que podría permitírselo esta vez.

Sí no fuera un shinobi tan competente como lo era, incluso cuando a Naruto le encantaba pensar lo contrario, habría pasado desapercibido un pequeño reptil caminando por la pared, un camaleón con el rinnegan en los ojos, el animalito se volvió invisible por lo que solo podía imaginar que ya había pasado al otro lado y observaba todo con una mejor vista que la que él tenía, curiosamente nunca antes había envidiado a su alumno por tener el rinnegan.

— Es imposible que esa mujer tenga tu edad —Proclamó Naruto tras un violento ataque de tos, no lo culpaba, sí Jiraiya no conociera la verdad detrás de la apariencia de la rubia tampoco creería que tuviera su edad, aparentaba una mujer rodeando los veintes.

— Usa un tipo especial de genjutsu para mantener su apariencia joven —Explicó por encima.

— Kankuro, ya llegamos, más te vale haber puesto la mesa al menos —La voz de Temari resonó por la casa.

— Claro que lo hice hermana, aunque no es que me haya gustado muchos sacrificar mi tiempo de entrenamiento para hacerlo —Gruñó Kankuro mientras salía de su taller de marionetas dentro de su propia casa.

— No te hagas el listo conmigo, ninguno de los tres ha vuelto a entrenar desde la invasión, solo estás dando mantenimiento a tus muñecas —Bufó la rubia del desierto mientras dejaba las bolsas de la compra en la entrada mientras iba a picar el pecho de su hermano con un dedo— Además podrás estar allí todo el tiempo que quieras mientras hacemos la comida, te la vivieras allí

— Audaz de tu parte decir que cocinaremos juntos, Temari —Gaara se burló mientras recogía las bolsas con su arena al mismo tiempo que se encaminaba a la cocina, el pelirrojo también cargaba bolsas con comestibles en sus manos— La última vez quemaste el agua y los dátiles estaban salados, ni siquiera tenían sal —Añadió con una ceja enarcada.

Sin poder evitarlo ambos hermanos mayores se giraron a ver a su hermano menor, pero no con miedo, aunque ciertamente era sorprendente para ambos, su hermano había dado un cambio total, escucharlo hablar con esa voz calmada, sin odio o el tono oscuro que los ponía nerviosos, ahora era suave y amable, un cambio que todos los en la aldea con los que había intercambiado un par de palabras había notado y les había sorprendido. Aunque Temari admitiría que lo más sorprendente para ella había sido ver a su hermano menor quien nunca había tenido un pasatiempo, lanzarse a profundidad a pasatiempos como la jardinería y la cocina. El cambio había sido tan grande que era casi un sueño, o como sí hubieran estado viviendo antes en una pesadilla, y por ese cambio ambos hermanos jamás podrían agradecer suficiente al Uzumaki.

— Espero que Naruto sepa cocinar o ambos morirán intoxicados —Se burló Kankuro mientras se acercaba a su hermano para comenzar a buscar entre las bolsas.

— Tus dulces de piña están en la bolsa negra, hermano —Avisó el pelirrojo mientras usaba su arena para sacar de dicha bolsa los dulces que su hermano le había encargado— Tampoco comas demasiados, arruinarás tu apetito para la cena

— Jamás estaría demasiado lleno para comer —Río el maestro de títeres mientras revolvía el cabello de su hermano menor, sacando una pequeña sonrisa de este. Estos eran otros cambios que habían surgido desde ese día, Gaara había empezado a referirse a ellos como hermano y hermana, en privado, pero lo hacía, y aunque habían estado nerviosos de dar esas muestras de afecto al principio, tras un corto tiempo se había vuelto natural— No me molesta haber perdido mi puesto de cocinero en la casa.

Quizás era gracias a que incluso habiéndose calmado tanto como lo había hecho Gaara seguía sufriendo insomnio, lo que le había permitido dedicar muchas horas en sus pasatiempos, pasatiempos sorprendentemente tranquilos, (No es que nadie en la aldea se quejara de ello), lo que le había permitido mejorar enormemente en un corto tiempo, eso y una mezcla de talento natural que aparentemente había estado siendo ignorado.

— Eso espero, hoy haré curry de borrego con manzanas con queso y miel, además haré galletas de avena —Anunció con una sonrisa mientras sacaba los ingredientes que necesitaría para preparar la comida— ¿Cuándo se supone que volveríamos a Konoha? Preferiría no hacer comida que se terminará echando a perder —Preguntó ladeando la cabeza ligeramente mientras veía a sus hermanos.

Kankuro no usaría la palabra "adorable" para describir a su hermano, recordar la cantidad de muertes que había causado, así como sus ojos que parecían no tener pupila, y su falta de cejas, hacía que fuera un término difícil que acuñarle, no que el pelirrojo intentara obtenerlo, pero en momentos como este el marionetista no podía evitar comparar a su hermano con un lindo mapache, tenía la sospecha que su hermanito no disfrutaría la comparación.

— Tendremos que posponerlo otro par de semanas —La voz de Baki llamó la atención de la tercia de hermanos, quienes giraron a mirarlo a verlo, el hombre estaba al lado de la ventana delatando cómo había entrado al hogar— Naruto ya despertó, pero cuando lo hizo se fue a una misión, sospechan que la misión no debería tomar más de tres semanas, quizás cuatro —Explicó cuando la duda apareció en los ojos de los tres— Pronto podrá conocer más profundamente a su prometido —Y con esas palabras desapareció dejando a los hermanos mayores resolver el desastre que había causado.

El compromiso de Temari con Naruto era un tema delicado que tocaban muy levemente y que nunca usaban la palabra "compromiso" o nada que asociara al rubio con una boda. Gaara había hablado poco del rubio, pero cuando lo había hecho era claro que para el pelirrojo Naruto era un amigo cercano, quizás un hermano en todo menos en sangre (Algo que comprendieron cuando Gaara explicó por encima que era el jinchuriki del kyubi), y Gaara era muy nuevo en esto de las amistades, no estaban seguros de sí mencionar que su hermana, con la que recientemente se había reconciliado y acompañaba casi como un perro guardián a todas sus reuniones con los altos cargos de la aldea cuando le explicaron sus nuevas responsabilidades como chunin, se casaría con su mejor amigo podría poner tensión desagradable en algún punto de la balanza, ni contra quien podría estallar. También era cierto que no lo habían mencionado en lo más mínimo, giraron su mirada al jinchuriki del Shukaku como sí esperaran volver a encontrarse con su siniestro ceño fruncido, pero no, el joven solo estaba concentrado leyendo la parte trasera de un paquete de harina.

— ¿No te molesta, Gaara? Comprendemos sí es un tema... complicado —Cuestionó Kankuro mientras se acercaba lentamente a su hermano quien solo lo miro confuso.

— ¿Por qué debería estar molesto? —Cuestionó con genuina y absoluta confusión en sus palabras— Naruto y Temari se casarán ¿Me gustaría que se conocieran más o que fuera en otras circunstancias? Sí, pero eso no hace que esté en contra del matrimonio —Aseguró con una sonrisa de lado— Sí lo que buscan es mi bendición para la boda, pues la tienen —Dijo antes de volver a leer las instrucciones en la caja que sostenía.

— ¿Sabes que nada impide que cuando ambas aldeas tengan un nuevo kage lo cancelen sin enemistar las aldeas? —Temari estaba segura de que parte de la razón por la que el chico estaba tan a favor del matrimonio era que mantendría la paz entre Suna y Konoha, lo que permitiría que sí quisiera podría ver a su amigo casi tanto como quisiera, no es que Temari fuera quien le negara a su hermanito ver a su primer amigo— E incluso sí las cosas entre nuestras aldeas no acaban bien nada te impedirá seguir siendo amigo de Naruto —La relación sería más tensa, no por los chicos sino por los altos mandos mandando revisar el correo para asegurar que no se estuvieran pasando información importante, pero no por eso inexistente.

— Lo sé —Gaara colocó la caja de harina en la mesa, aparentemente habiendo decidido que no podría tener esta conversación y leer las instrucciones al mismo tiempo— Sí no desean casarse respetaré la decisión y la aceptaré de buena gana, pero eso tampoco impide que me guste la idea de que Naruto y tú se casen —Admitió sin pena mientras miraba a su hermana a los ojos— Además, creo que incluso sí siguen adelante con el matrimonio este no se realizará hasta que haya un kage en cada aldea, pero me gustaría que ambos se conocieran mejor —Opinó antes de volver a agarrar la caja de harina para leerla, dando por terminada la conversación.

— Parece que nosotros hacíamos la conversación más incómoda que él —Murmuró Kankuro a su hermana, quien solo asintió.

Temari admitiría que estaba indecisa sobre su matrimonio, no es que tuviera una relación amorosa previa (Entre ser la hija del Kazekage, la hermana del jinchuriki, y estar decidida a ser una fuerte kunoichi no es que tuviera muchos candidatos), y podía ver el atractivo del rubio, y sin lugar a dudas estaba en buenos términos para la chica de Suna, después de todo lo que había hecho por su hermano admitiría que sí fuera más sentimental podría haber abrazado al otro o incluso haberle besado. Por otro lado, también estaba algo interesada en el chico Nara con el que había peleado durante los exámenes, el chico era vago, molesto, y no parecía la gran cosa, pero era listo y le había presentado un gran reto, le había llamado la atención. No podía decir que amara a ninguno de los dos, y la mayoría de los matrimonios que se hacían para forjar alianzas estaban lejos de ser por amor. Así que no tenía problemas con esperar a ver que sucedía.

— Además, esta podría ser la única oportunidad de que alguien en esta familia tenga un hijo, hay que sacar provecho antes de que se den cuenta de que eres una loca —Se burló Gaara con una sonrisa burlona antes de hacer una pared de arena para evitar que sus hermanos, quienes tenían expresiones de sorpresa en sus rostros, pudieran tomar represalias.

— ¿¡De qué diablos hablas?! Soy lo suficientemente bueno para formar mi propia familia —Kankuro chilló mientras golpeaba la pared de arena sabiendo que no lograría nada.

— ¡Y no pienses tan mal de ti! ¡Cualquier chica sería afortunada de que te enamoraras de ella! —Proclamó Temari, no permitiría que su hermano siguiera con la idea de terminar muriendo solo, encontraría el amor y formaría una familia así Temari debiera entrevistar a cada mujer en el mundo.

Kabuto preparó el té de su maestro con habilidad practicada, estaban escondidos en una de las guaridas subterráneas del sannin serpiente, tenía decenas de estas esparcidas por todo el continente shinobi. Una desagradable consecuencia de que Orochimaru fuera tan fácil de reconocer. No es que ninguno de los sannin no tuvieran suficiente fama para que sí hicieran una aparición pública, por ligera que fuera, no lo supiera todo el mundo después, pero Tsunade y Jiraiya eran menos fáciles de reconocer entre la multitud, podían pasar desapercibidos un poco mejor que su compañero de piel blanca cual papel.

— ¿Está seguro de que debió hacer una oferta a Tsunade para la que depende de Naruto? Especialmente cuando aún no ha mostrado ningún interés en venir a nuestro lado —Cuestionó respetuosamente mientras añadía la medicina en polvo que su maestro había estado requiriendo.

— Pero Tsunade no sabe eso —Orochimaru le recordó a su aprendiz, una sonrisa salvaje formándose en sus labios— Además, hay una razón por la que los sacrificios para el Edo Tensei corren por nuestra cuenta, Jiraiya será un gran sacrificio, creo que una nueva muestra de mi poder frente a Naruto podría servir para tentarlo —Explicó antes de que su sonrisa se borrara, apretara la mandíbula para aguantar el alarido de dolor que quería escapar de su boca.

— ¿Cómo piensa hacerlo? Y no comprendo qué tiene que ver Jiraiya en todo esto —Confesó el asistente del científico mientras llevaba el té a la boca de su maestro para que pudiera beber.

— ¿Aún no te has dado cuenta? Ese sapo idiota llegó a Tanzaku al mismo tiempo que nosotros —Cuestionó con un deje irónico antes de comenzar a beber el té por unos segundos antes de apartarse— Y lo que es mejor, trajo a Naruto a nosotros —Añadió con una sonrisa maliciosa, el silencio de formó por varios minutos después de eso.

— Solo con el afán de ser precavido ¿Qué haremos sí Tsunade decide no curarlo y Naruto no decide seguirlo antes de que sea muy tarde para usted, maestro? —Cuestionó con la mirada gacha, incluso habiéndose girado para evitar la mirada que su maestro le dedicaría ante una pregunta tan desagradable.

— Tengo un par de candidatos en mente para cambiar de cuerpo en el peor de los casos —Contrario a lo que Kabuto esperaba Orochimaru parecía totalmente tranquilo ante esa evidente falta de fe en sus planes— Y tengo un par de planes de contingencia para asegurarme de que Naruto termine viniendo a mi tarde o temprano —Aseguró el sannin.

— ¿Cuáles serían? Conociéndolo como lo hago seguro que ya ha plantado al menos uno, pero no logró imaginar cuál es —Confesó mientras se giraba a ver a su maestro, aparentemente dispuesto a arriesgarse a la ira de este.

— Por un lado, Sasuke-kun será un gran cebo —Kabuto no pudo evitar enarcar una ceja ante lo dicho por su maestro, hasta donde había visto el par no estaba en buenos términos— Ya sea que pueda traerlo o convencerlo para venir, o incluso usarlo de ejemplo, imagina, unos años en el futuro, Sasuke y Naruto vuelven a encontrarse, y ahora Naruto ve cuanto a mejorado su antiguo compañero que no podría ni soñar en igualarlo antes, le demostrará que soy su mejor opción para volverse más fuerte —Ese era un plan que Kabuto sí podía relacionar con el temible y planificador Lord Orochimaru que conocía, no conocía lo suficiente al rubio para asegurar sí funcionaría, pero podía ver que no era mal plan.

— ¿Qué otro plan tiene en mente, maestro? ¿Cómo puedo ayudarle a ponerlos en marcha? —Era cierto que la idea de tener al rubio como su compañero aprendiz, su kouhai, la palabra le sabía a bilis en la boca, pero nunca iría en contra de las órdenes de su maestro.

— Ya están en marcha, por eso deje a Kin en la aldea —Anunció antes de retorcerse por el dolor que lo recorrió de golpe, incluso con los calmantes y la inmensa cantidad de medicamentos no podía hacer gran cosa para evitar el dolor del hombre— La integrarán al programa de restauración de clanes, y uno de los dos la elegirá o le será asignada, sí la elije Naruto entonces ella podrá empezar a influenciarlo, lo mismo que haría sí Sasuke la elije —Aseguró mientras se levantaba de su asiento para dirigirse a su cama, necesitaba guardar sus fuerzas tanto como pudiera— Los influenciará de forma diferente, a Naruto para venir, a Sasuke para que traiga a Naruto, no dudo que Sasuke sea menos reacio a venir a mí, y cuando Sasuke se vaya, puedo apostar que la aldea transferirá su "compromiso" a Naruto —Lo único que le permitía estar tan seguro de esto era su inmenso conocimiento de cómo funcionaban las cosas en la aldea.

— Lamento decir que yo no tengo tanta confianza en ella como usted —Kabuto no pudo evitar decirlo, sí hablaran de Guren, o incluso Karui, podría entender la confianza de su maestro en que podrían influenciar al jinchuriki.

— No es el único seguidor que pienso dejar para que Naruto lo adopte, y confió más en el segundo que en Kin —el hombre soltó una risa, una risa llena de dolor y sufrimiento provocado por su lamentable estado— Confió que tarde o temprano se dé cuenta de que la aldea solo puede llevarlo hasta cierto punto, y cuando lo descubra vendrá a mí por más, y ellos lo guiarán a eso —Afirmó Orochimaru, recordando su propia experiencia.

Con la información que tenía, Kabuto estaba casi seguro de quién era el subordinado que Orochimaru dejaría para que Naruto tratara con él, y aunque odiaba profundamente que ese mocoso pudiera hacer lo que él no había logrado, también, como médico y científico, no desperdiciaría la oportunidad de explorar y experimentar cuando se recuperase.

Jiraiya quería sorprender a Tsunade, darle la sorpresa de que se encontraran después de tanto tiempo, considero acercarse y agarrarla de la cintura para llevarla a un lugar más seguro para hablar (Aprovechando el estado de ebriedad de la mujer), pero sabía que la sannin se pondría sobria en el instante en que lo viera. Otra opción había sido entrar en su habitación (Resultaba que las aguas termales estaban conectadas con un hotel y un restaurante) y esperarla en la cama, ya sea estando desnudo o solo en ropa interior, pero podía ver cómo resultaría eso. Así que optó por encontrarse con ella en el restaurante del hotel para charlar, logró convencer a Naruto de llevar puestos otra vez sus lentes oscuros, los mismos que había usado durante todo su encuentro con Akatsuki, y ahora estaba haciendo algo de tiempo para estar seguro de que no solo estuvieran en el restaurante, sino que también ya estuvieran pidiendo, conocía a Tsunade lo suficiente para saber que aguantaría la cena y la charla que la acompañaría con tal de que la dejara comer en paz.

— No puedo enseñarte cómo usar los caminos, no hay nadie en el mundo que pueda enseñarte eso, y lo lamento —Esa era la parte que menos le gustaba del rinnegan a Jiraiya, no había nada ni nadie en el mundo que pudiera instruir a Naruto en su uso, por lo que todo eso era autodidacta, lo que lo obligaba a centrarse en entrenar otras cosas— Pero desde que te enseñé el shunshin pensé que podría enseñarte esto, el otro jutsu estrella de tu padre —La verdad es que había considerado enseñarle eso a Naruto mucho antes de enseñarle el shunshin, incluso enseñarle eso en lugar del jutsu que había pedido.

— ¡¿El Hiraishin no jutsu?! —Chilló Naruto con los ojos abiertos y una expresión tan sorprendida que los lentes se le cayeron, que suerte que seguían en la habitación. No había humano en la nación del fuego que no conociera el nombre de la técnica legendaria del cuarto Hokage, y todos en el mundo conocían el poder que tuvo el hombre.

— Exacto —Jiraiya río sin poder evitarlo, viendo al chico comportarse como un niño— Tienes una comprensión de los sellos tan buena como la de Minato cuando lo aprendió, incluso sí le das menos uso al fuinjutsu, por lo que deberías tener pocos problemas para aprenderlo —Era cierto que Minato y Tobirama eran de las pocas personas en el mundo que comprendían lo suficiente de sellos para usar el jutsu, pero Naruto no estaba tan lejos de ambos— El principio del jutsu es el mismo que el del jutsu de invocación, algo que ya comprendes por invocar tus samsarabunshins.

Esa era, quizás, la ventaja que Naruto tenía sobre sus antecesores podría no entender del todo la teoría detrás de los jutsus espacio-tiempo, pero a diferencia de estos él ya tenía experiencia en lo que sería el efecto final, lo que debería darle una oportunidad. Además, contaba con Jiraiya, lo que significaba que tenía un truco bajo la manga, después de todo el pergamino prohibido del segundo Hokage contenía toda la información del jutsu, sí, pero escrito de forma técnica que llevaría años de investigación e interpretación para poder entender lo que decía, y faltaba la parte más importante, la que cualquiera que se hiciera con el pergamino prohibido tendría que desarrollar por su cuenta, la formula real detrás del sello.

Sí bien los sellos que usaban Minato y Tobirama parecían totalmente diferentes a simple vista, la verdad era que ambos sellos eran "idénticos", el fuinjutsu era un arte complicado por razones varias, no solo se necesitaba una comprensión teórica de demasiadas cosas, una gran caligrafía y mucho cuidado, pero eso era solo el exterior, un maestro de sellos como lo habían sido Minato, Tobirama, Kushina y el propio Jiraiya podría trazar un punto con tinta que escondiera un sello infinitamente complejo, un maestro de sellos podía dividir un sello en dos partes; La parte interna (La que dictaba qué es lo que hacía el sello) y la parte externa (Como se veía el sello), la gran mayoría de usuarios de sellos no podía diferenciar uno de otro, pero Naruto podía hacerlo, después de todo había escondido el sello en el que escondía a Rokudo, un botiquín de primeros auxilios rudimentario y un par de lentes oscuros en la forma de un tatuaje tribal en su muñeca.

Ahora, la ventaja que Jiraiya representaba para que Naruto se hiciera con el jutsu era que él tenía el "código" con el que funcionaba el jutsu, por lo que sí se lo enseñaba a Naruto este se saltaría muchos pasos que Minato, quien tampoco había desarrollado el jutsu, no había podido. Claro, Naruto aún tendría que aprender lo suficiente para poder usarlo, y tendría que sustituir una parte del código (Misma parte que conectaba al usuario con el sello, Minato y Tobirama tenían el suyo propio), y acostumbrar su cuerpo a crear el sello al instante, mantener la coordinación (Jiraiya aún podía recordar cuantas veces Minato tropezó o se golpeó contra un tronco mientras aún intentaba lograrlo), y acostumbrarse a usarlo (Sabía que Minato solo había podido acostumbrarse a usarlo constantemente gracias a que la guerra había empezado y no le había quedado de otra), incluso dudaba que Naruto lo usara constantemente por el momento, pero sí lograba hacerlo aunque fuera una vez sería el primer paso. Objetivamente sabía que Naruto no era tan precavido como Minato que tenía sellos del Hiraishin a raudales, pero también sabía que ni siquiera Minato estuvo en todos los lugares al mismo tiempo (La muerte de Obito y Rin eran muestra de ello), por lo que incluso sí Naruto no pensaba usarlo en cada situación que pudiera sería un buen as bajo la manga.

— ¿E-estás seguro de que estoy listo para eso? —Naruto no pudo evitar jadear, las manos temblándole de la emoción, y Jiraiya admitiría que encontraba satisfactoria la sorpresa y el tartamudeo en la voz del rubio en lugar de la burla y descaro común.

— Confío en que podrás, además, no es cómo que solo tengas la oportunidad de aprenderlo en este viaje —Conocía la mentalidad de límite de tiempo que Naruto había adoptado, en parte porque habían condensado años de enseñanzas mal instruidas en meses, habían incitado a Naruto a aprender jutsus en días o semanas, por lo que no le sorprendería sí se pusiera un límite de tiempo para esto también, quizás le serviría para que esa mentalidad no se asentara en su mente— Ahora bajemos, te enseñaré lo que sé del jutsu después de que comamos algo y hablemos con Tsunade.

Tras esas palabras ambos bajaron y caminaron hasta el restaurante del hotel, en cuanto abrió la puerta pudo ver a Tsunade sentada y mirando a la puerta, probablemente había sentido su presencia justo antes de que entraran, ella soltó un suspiro mientras lo miraba fijamente, una forma de decirle que estaba dispuesta a escucharlo, justo como Jiraiya había predicho.

— ¿Por qué no me sorprende verte aquí? —Cuestionó Tsunade mientras hacía una señal a Shizune para que cambiara de lugar, al final los dos sannin estaban en la parte pegada a la pared del compartimiento mientras los alumnos estaban del lado del pasillo.

— Porque tienes una muy buena intuición, me sorprendería más si te hubiera tomado por sorpresa —Jiraiya no pudo evitar recurrir a las supersticiones de Tsunade como un saludo, siendo que a diferencia de Orochimaru él sí creía en esos "cuentos de viejas", sonriendo al ver a su compañera sacar una baraja— Creo que no te he presentado a mi nuevo alumno, él es Naruto Uzumaki —Presentó mientras le revolvía los cabellos al rubio.

— Ve directo al grano, dudo que solo vengas a presentarme a un mocoso —Exigió la mujer mientras le dirigía una fría mirada a Jiraiya— Mucho menos uno que, honestamente, deja mucho que desear sí lo comparas con el último —Bufó con una sonrisilla.

— Las apariencias engañan, Naruto tiene mucho más potencial del que muestra a simple vista —Jiraiya sabía que su alumno no tenía la misma presencia que tenían sus padres, ambos tenían una energía que hacía imposible no reconocerlos, pero que Naruto no la desplegara igual que sus progenitores no significaba que no fuera fuerte— Pero admito que es difícil igualar al cuarto Hokage —Tsunade supo con eso que eso estaba mucho más cerca del tema en cuestión, Jiraiya siempre hablaba de él como "Minato" no por su título— Supongo que Orochimaru fue más directo que yo...

— ¿Ese bastardo está aquí? —Naruto no pudo evitar gruñir, ya estaba acostumbrado, tristemente, a ser desestimado como lo había hecho la sannin babosa, pero el nombre del hombre que había matado al abuelo Hokage le había hecho subir la bilis.

— Claramente vino a buscar a Tsunade para que restaure sus brazos, algo que no sería muy correcto que hiciera la Quinta Hokage de la aldea escondida entre las hojas —Shizune abrió los ojos con sorpresa ante lo que esas palabras significaban, pero Tsunade no necesito de más para entender, ella había sido la seleccionada para ocupar el lugar de Sarutobi.

— La apuesta de siempre a que este mocoso no tiene nada que pueda sorprenderme —Tsunade quería despotricar, pero tenía que mantener el control de sí misma tanto como pudiera, igual que cuando atacaba con sus métodos médicos, iría punto por punto, destrozándolos hasta dejarlo vencido.

— Lo doblo —Jiraiya sabía que estaba jugando a tirar la moneda, y conocía la mentalidad de Tsunade lo suficiente para saber a dónde iría esto, el asentimiento de la rubia dio por aceptada la apuesta, uno pensaría que ella sabría que era mala apostadora— Naruto quítate los anteojos —Ordenó.

— Me encantaría saber cuál es esa apuesta —Gruñó el rubio, un pensamiento que compartía con Shizune, solo que ella era menos bocal que el otro aprendiz, pero Naruto obedeció y se quitó los lentes dejando que ambas mujeres vieran el rinnegan— ¿Feliz, viejo?

Jiraiya no necesitó que Tsunade aceptara su derrota para saber que había ganado, la mano de cartas de Tsunade se calló, la boca se abrió de golpe y sus ojos miraban el doujutsu con una mezcla de horror y sorpresa, Shizune por otro lado estaba atorada en una especie de grito mudo.

— ¿Y piensas entrenarlo para que acabe como el cuarto? Murió demasiado joven —Tsunade negó, controlando su sorpresa para volver al ataque que había planeado desde el principio, ¿Se ha mencionado lo malo que es hacer un plan de ataque estando borracho? Pues lo es— Desperdiciando su vida por el bien de la aldea —En la mente de la rubia Minato solo había sido otra persona que se marchó demasiado joven por esa tonta mentalidad— El dinero es una cosa y la vida es otra, arriesgar la vida contra todo es una mala apuesta, incluso yo lo sé —Se burló con descaro, ignorando como el rubio jinchuriki apretaba la mandíbula por la molestia que esas palabras provocaban— Mi abuelo y su sucesore también eran capaces de morir por proteger la aldea, bueno, los dos están muertos y la aldea no es más segura que antes —Siguió su discurso sin pena.

— Eso no suena a algo que diría la Tsunade que conozco, ¿Qué te ha hecho cambiar tanto? —Inquirió Jiraiya mientras veía a su alumno, solo había sabido gracias al viejo que Naruto quería ser Hokage, pero desde que entrenaba con él no lo había escuchado mencionarlo ni una vez, aunque eso no evitaba que pudiera ver como esta charla insultando a los Hokages, a su padre y a quien considero su abuelo, lo estaba molestando.

— Te recuerdo que no soy tan joven como parezco, los años enseñan lecciones —Fue la vaga explicación que dio— Igual que a Sarutobi-sensei, que idiota, intentando ser un héroe a su edad —Los puños firmemente apretados de Naruto, los nudillos blancos por la fuerza con la que apretaba— Jugar a ser Hokage, yo no juego juegos de tontos —Y las manos del rubio se estamparon contra la mesa, sí Jiraiya era honesto, se estaba controlando más de lo que había esperado.

— No voy a dejar que se quede aquí burlándose del viejo —Bramó mientras se levantaba para inclinarse sobre la mesa, sus ojos anillados mirando fijamente a la Senju, para su reconocimiento la mujer ni siquiera se estremeció ante la fija mirada— Voy a borrar esa cínica sonrisa de su rostro —Chasqueó la lengua mientras intentaba, sin mucho éxito, inmolar a la sannin con la mirada.

— ¿Me estás retando? Tienes agallas, mocoso —Regresó la pregunta mientras le dedicaba al otro rubio una de esas cínicas sonrisas— Resolvámoslo afuera niño —Sugirió ganando un gruñido animal por parte del Uzumaki.

— La estaré esperando, anciana, no se quede dormida —Insultó de vuelta Naruto antes de salir del compartimento para caminar fuera del local, Shizune se levantó y le siguió segundos después para intentar convencerlo de que esto era una mala idea.

— Lo pusiste de muy mal humor —Jiraiya suspiró, solo esperaba que esto no acabara con alguno de los dos muerto, y sentía que estaba pidiendo demasiado.

— ¿Y que me importa? —Bufó la sannin babosa mientras se levantaba, dispuesta a cumplir con el reto que ella misma impuso.

— ¿Recuerdas cuál es la "apuesta de siempre"? —Jiraiya preguntó con una sonrisa, una sonrisa que se extendió al ver el rubor de Tsunade extenderse mientras soltaba un gruñido antes de asentir— ¿Y piensas pagarme? Sabes que no me molestaré sí lo dejas sin pagar —Pregunto. Sí bien "la apuesta de siempre" era una vieja apuesta que nacía, precisamente de esa borrosa noche que quizás compartieron, era una que Tsunade solo hacía cuando estaba segura de ganar, era refrescante que Jiraiya por fin ganara esa (Ignoraba casualmente que esas apuestas Jiraiya las hacía sabiendo que las iba a perder).

— Siempre pago mis apuestas, tarde o temprano, pero lo hago —Afirmó antes de salir del restaurante, Jiraiya suspiró mientras dejaba dinero para pagar la escasa cuenta de su comida, estaría de peor humor, pero al final de la noche gracias a Naruto, más o menos, había ganado algo de valor incalculable, dos noches enteras de sexo con Tsunade, sin lugar a dudas el chico se merecía aprender el jutsu de su padre como recompensa por eso.


No sé por qué la mitad de este capítulo lo sentí como el preludio del porno, o demasiado erótico, pero al final es lo que escribí y lo que me gustó, quería incluir algo de los hermanos del desierto, y algo de pelusa para contrastar con la cuasi pornografía que sentía que estaba escribiendo en algunas partes, pero cómo quería que fuera relevante para la trama decidí darle un enfoque, espero que les guste.

Mientras más escribo este arco me doy cuenta de que mi estimación de que sería "un arco largo" podría ser mucho más de lo que esperaba, digo, ya estoy estimando que solo la parte central de este arco podría durar otros dos capítulos suponiendo que no agregue demasiado (Lo cual dudo y no garantizo), también tengo dudas de sí debería escribir una escena lemon entre Jiraiya y Tsunade para que al menos aquí canonicamente esté garantizado que tuvieron algo. Porque esa sospechosa noche que nadie recuerda sigue siendo un pequeño misterio, y los escenarios que aquí puse pueden ser tan ciertos como cualquiera que expliqué lo que paso. Por cierto ¿Soy el único que siente que Jiraiya es el pervertido del tipo "Hasta que no lo hayas probado no digas que no te gusto"?

En un tema medianamente separado del anterior quiero aclarar algo, no todas las escenas de lemon en esta historia serán de Naruto, independientemente de sí escribo una para Jiraiya, porque tengo al menos un par de ideas para algunas escenas de otros personajes.