Sere completa y totalmente honesto, no creía que haría otra publicación este año, pensaba que no tendría ni las ideas ni la motivación para escribir, y casi fue el caso, porque la mitad de los cambios de escena que hice en este capítulo no los tenía planeados y no se me ocurría cuales podían ser, en el apartado de ideas y fragmentos debo tener publicada una idea para una serie a la larga como el último capítulo subido, un crossover que sí bien tendría muchas cosas que refinarle, pero me gustaría que lo vieran para escucharlos.
Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;
Alexander4443; Gracias Alexander, espero que también disfrutes este.
Samuel Santillan; ¿Recién se volvió urgente la terapía? Según yo estaba siendo urgente mucho antes, pero bueno. Sí, Sasuke tiene esos complejos, más lo que creo que es culpa del superviviente, pero esos son detalles aparte. De momento está tranquilo, o tan tranquilo como lo pueda estar esa bomba de relojería humana, pero está en un equilibrio temporal tan frágil que sí alguien no mete mano pronto para calmarlo acabará, como mínimo, en alguien severamente herido. En este capítulo se termina la reunión entre amigos, así que a ver sí todo pasó sin incidentes.
Estoy de acuerdo contigo en casi todo, porque soy un tanto renuente con el Sandaime debido a que, incluso sí fue por mera incompetencia, fue mui negligente con Naruto, pero sí, pudo ser peor.
carlos29; No se me ocurren los extremos de los delirios paranoides o esquizofrénicos, lo único que se me ocurre que sea sería un arranque de ira explosivo en el que alguien acabará muerto, sí puedes explicarme un poco más de esos extremos te lo agradecería mucho.
¡Me alegro de que te haya gustado el capítulo!
ZombieXD; Me alegro de que ames el capítulo, mira, sorprendentemente sí se pudo, y siendo que publique esto hace menos de una semana debo admitir que estoy sorprendido porque no creía lograrlo, eso sí, las siguientes semanas estaré ocupado por lo que es más probable que no logre publicar más, espero que te vaya bien en la universidad.
Mira, admito que lo pensé originalmente como una broma de una vez, pero me gustó para chiste recurrente, por lo que probablemente lo mantenga un tiempo, también me da margen para escenas divertidas. Aprovechará las de los de Suna y los de Kumo, porque incluso sí se encuentra con Deidara este va como espía, sería un pésimo espía sí rebela de dónde es. El único problema con Zabuza y Haku es que el primero no estaba muy interesado en arquitectura y Haku vivía en las afueras, pero ey, aún pueden ayudar.
Probablemente cuando encuentre un pasatiempo que no le haga pensar en esos pensamientos que tiene tan enterrados en el fondo de su mente. Quizás sí, quizás no, es algo que tengo pensado para el desarrollo de esa relación a futuro por lo que no diré demasiado.
No es un jutsu ni nada así, simplemente los ojos son tan raros que ponen incómodas a las personas y los hace, inconscientemente, tomar una de dos decisiones; Callarse, o seguir hablando soltando la sopa, esto se podría evitar sí simplemente desviaran la mirada, o les importa un comino, imaginate un muñeco mirándote fijamente, es el mismo efecto que logra. Ayame solo quería alguien con quién desahogarse, habría dicho todo incluso sí Naruto no tuviera el rinnegan.
Naruto oficialmente ya vive en la residencia Uzumaki, la casa del líder (Naruto), ya está construida y funcional, lo hace antes de recibir su espada, pero todo lo demás como viviendas para futuros miembros y zonas de trabajo no lo están, están en la parte Noreste más cercana a los bosques para seguir expandiendose en caso de necesidad.
No sé qué me poseyó cuando escribí esa escena de Bee (Porque era una escena complicada ya que técnicamente solo hay un personaje en cuadro) y quería darle dinamismo, y pensé que esa opción sería divertida, me alegró que no haya sido el único que lo pensó así. Bee va para ayudar a Naruto, porque no sabe que Gaara irá, pero sí, se sumará a eso en cuanto lo sepa, intentará ser el hermano mayor que sí entiende por la mierda que pasan y enseñarles a lidiar con ello de forma sana, o tan sana como puedan. Esa escena sería genial, pero tendría que tardar en sacarla porque Kurama en estos momentos preferiría quedarse mudo a tener una conversación con sus hermanos. Nos vemos.
CCSakuraforever; Me alegro de que te haya gustado, curiosamente las partes de construcción de mundo es algo que me parece que hago relativamente bien, o que puedo escribir con relativa facilidad. Ino sabe que está atrapada en una relación con dos personas mentalmente inestables e intentará reducir la explosión de las bombas de relojería (Aunque ella preferiría apagarlas, pero se conformará con lo que obtenga).
Ino podía decir que su misión había sido un éxito, aunque no había a quién decirle porque su misión era técnicamente secreta, pero esos eran detalles menores, había obtenido la información de los tres chicos que le faltaban (Salvo por Sasuke, quien a fin de cuentas era su prometido y su dotación no era algo que pudiera ocultarle eternamente), Shino era la encarnación del promedio, entre Shikamaru y Choji, los otros dos fueron los que francamente la sorprendieron y la asustaron un poco: Primero vio a Kiba que se había posicionado como el más grande hasta ahora, digno de ser llamado macho alfa solo por el tamaño que escondía entre las piernas, habría asegurado que era el más grande de los 12 de Konoha si no fuera porque vio a Naruto justo después que superaba a Kiba de forma suficientemente clara para que no cupiera lugar a dudas, en la misma medida que terminaba el miembro de Kiba empezaba el glande del Uzumaki. Había obtenido toda esta información de forma bastante simple: Los vestidores estaban a la misma altura, incluso cuando los cajones para poner las pertenencias ocupaban el lugar entre las paredes de los dos vestidores, alguien lo suficientemente motivado podía espiar a través de eso.
Habría descubierto también a Sasuke sí no fuera porque llegó Sakura y tuvo que dejar su espionaje, pero tras lo que había visto se sentía curiosa por lo que el Uchiha tendría entre las piernas, no importaba que Sasuke fuera mentalmente inestable (Las apuestas de Ino sobre sus males estaban en una mezcla de culpa del superviviente, TEPT, quizás paranoia y un posible complejo de superioridad), ahora, mientras los chicos ya estaban tomando una ducha relajante ella estaba sentada en los vestuarios femeninos con Sakura arreglándole el pelo.
— No necesitas hacer esto, Sakura-chan —Ofreció mientras la llamaba con el apodo, que a Ino le sabía dulce e infantil, que pidió que la llamara desde que su relación "mejoró", la pelirrosada estaba arreglándole el cabello para que pudiera lavarlo correctamente— A todo esto ¿Cuándo te cortaste el cabello? —La rubia sabía que Sakura cuidaba su cabello como un tesoro y no le cuadraba que se lo hubiera cortado tan fácilmente.
— Es lo menos que puedo hacer por ti por darme ese tiempo a solas con Sasuke-kun, Ino-chan —Aseguró ella mientras acariciaba el suave cabello de la rubia— La zorra de Anko me lo cortó por no haber pasado a la tercera etapa de los exámenes chunin, lo recorté un poco después para que se viera bien incluso tras eso —Ella suspiró tras terminar de acomodar el cabello rubio.
Esa es otra cosa que Ino descubrió de Sakura tras "El evento" como a la Yamanaka le gustaba llamar al descubrimiento de que su amiga de la infancia, casi hermana, se había vuelto loca, palabras un poco extremas, pero el punto estaba allí, podía insultar muy deliberadamente y de formas más vulgares de las que Ino habría creído jamás. En ese momento Hinata decidió entrar sosteniendo una pequeña canasta con botellas de colores suaves, tenía el rostro rojo como el carmín y una toalla envuelta alrededor de su cuerpo, Ino casi se sintió mal de enviarla por cosas que echarle al agua a la recepción cuando ella ya estaba desnuda y envuelta en toalla.
— No tenían jabón de burbujas con, con olor a lavanda, pero tenían con olor a rosas —Murmuró Hinata, sí bien había tartamudeado era un gran avance en opinión de Ino.
— Mil gracias, Hinata, en serio —Agradeció Ino mientras se levantaba, su propia toalla envuelta alrededor de su cuerpo— No perdamos más tiempo, sé que los chicos no son pacientes y sí nos tomamos demasiado tiempo se irán sin nosotros —Ella realmente no estaba segura de que las dejaran solas, pero lo que no sabían no les haría daño.
— A todo esto ¿Qué vamos a comprar después de esto? —Cuestionó Sakura mientras encabezaba la entrada a los baños termales, las toallas fueron colocadas en un lugar seguro donde no se mojarían y entraron en la tina.
— Bueno, tenía intención de que compráramos algunas cosas picantes —Disfrutó maliciosamente el placer de que Hinata se sonrojara de esa forma, era una pequeña venganza por la envidia que sentía por ver esos grandes pechos— Después de todo, todas tenemos chicos para los que queremos vernos bien —Les guiñó un ojo disfrutando de la vergüenza que sintió Hinata.
Quizás era que sus propias hormonas estaban un poco revolucionadas tras sus descubrimientos y estaba algo interesada en ello, especialmente con lo que había oído de Kiba de que Hinata y Naruto podrían ya haber compartido un momento y sus fantasías originadas en leer más novelas románticas de las que probablemente debería le hacía fantasear con algo parecido (Oye, sí cabía la posibilidad de que Naruto pudiera ser romántico no podía perder la esperanza de que su compromiso con Sasuke pueda no ser un asco), y entonces sospechó que quizás este tema podría no ser el más correcto porque Sakura hizo una mueca antes de mirar a Hinata, no con sospecha, pero sí con un sentimiento no muy agradable.
— ¿Ya abandonaste ese enamoramiento por Naruto, Hinata? —Cuestionó Sakura, Ino quería golpear su rostro contra la pared, incluso sí Sakura no estaba contenta con la persona por la que alguien profesaba su afecto no se lo decías así— ¿Quién es? ¿Es Sasuke-kun? —Siguió preguntando de forma que Ino quería golpearle la cara.
— Me sigue gustando Naruto-kun —Oh, y la forma en que le dio esa sonrisa a Sakura renovó en Ino las esperanzas de que la vida valía la pena, una sonrisa fina, una línea demasiado dulce para no ser cualquier cosa menos que una amenaza.
— No entiendo que le ves, personalmente... —Admitió la de mata rosada antes de notar la mirada que le dirigía Hinata, quien, aparentemente, había tomado nota de uno de los trucos favoritos de Naruto, quedarse mirando a alguien con sus ojos perturbadores de forma que incitaba a la contraparte o a responder todo o a callarse la boca.
El truco favorito de Naruto, el mismo que Hinata estaba haciendo, era uno increíblemente simple, pero efectivo, que solo compartían los usuarios del byakugan y el del rinnegan; Ya que los ojos tenían una coloración uniforme que hacía que se perdiera la noción de la pupila y el iris, les daba a sus ojos un perturbador efecto que recordaba a los ojos de un muñeco, que gracias a que sabías que la persona en cuestión tenía consciencia y pensamiento, resultaba increíblemente incómodo mantener la mirada por mucho tiempo, y la mayoría de gente prefería seguir viendo a alguien al charlar que desviar la mirada y evitar el efecto ¿Lo mejor de todo? Era un simple truco psicológico que se volvía increíblemente efectivo solo porque sus ojos compartían una característica.
— Del mismo modo que no me incumbe por qué te gusta Sasuke, a ti no te incumbe por qué me gusta Naruto-kun —Y la amenaza de muerte que parecía acompañar esa declaración fue impresionante ¿Ino ya había mencionado lo orgullosa que estaba de Hinata? Porque ver a esta chica salir de su capullo y madurar era algo que le calentaba el alma, solo esperaba que los chicos no estuvieran pasando por lo mismo.
Sasuke sentía que podría morirse de vergüenza en cualquier momento, se había metido en la tina junto al resto de los chicos, solo porque Naruto lo había llamado y él entendió que eso había sido una forma de ordenarle discretamente hacerlo, nadie pareció darse cuenta de lo patético que era.
— Oí de Sakura que iremos de compras después de esto ¿Qué vamos a comprar? —Cuestionó intentando desviar la atención, o que las cosas no se quedaran en un silencio que permitiría que alguien notara lo incómodo.
— Eso depende de lo que quieras hacer o comprar —Kiba proclamó con una sonrisa animal— Yo tengo la intención de comprar un regalo para alguien, pero escuché que Ino quiere llevar a las chicas a comprar lencería —Ladró una respuesta.
— Yo quiero comprar un par de libros —Admitió Shino sin pena ni culpa, Sasuke nunca antes se había notado lo raro que era ver al Aburame ducharse con esos lentes puestos.
— ¿Te importa sí te acompañó? —Cuestionó Choji con una sonrisa dulce como solo él podía dar— Quiero comprar unos libros de cocina para prepararnos para tomar un curso de cocina —Admitió mientras agarraba una bolsa de papitas para abrirlas y comenzar a comer— ¿Te gustaría acompañarnos a tomar estos cursos, Shino? —Añadió.
— Yo prefiero ir a un curso de bebidas, deja a Naruto que vaya a un curso de cocina, él es el que necesita un hobbie que no lo lleve a pensar en matarnos a todos —Shikamaru aseguró mientras hacía gestos con la mano en la que sostenía una lata de soda de la que bebió un trago— Naruto ¿Cómo va todo el asunto del complejo Uzumaki? Sé que ya entraste en el proceso de prepararlo para cumplir funciones laborales así que...
— Tengo que buscar la arquitectura de cada una de las grandes naciones para integrarlas en sus áreas, incluso cuando a nadie en Konoha le agrada Iwa —Bufó Naruto mientras daba un trago a su soda de naranja.
Sasuke esperaba que parte de las humillaciones que Naruto le haría pasar no implicara la obsesión del Uzumaki con el color naranja, aunque él mismo se había puesto la ropa interior de Naruto que era precisamente de ese color. Incluso cuando Sasuke se sentía tan tenso y nervioso con estar desnudo junto a otros hombres que podrían burlarse de él, la verdad es que mientras el tiempo pasaba se había relajado, al menos en comparación a sus días de descanso habituales. Una calma y relajación que se esfumó cuando volvieron a los vestuarios, fue el último en salir de la tina, el resto del grupo ya estaba en los vestuarios cuando se levantó y se encontró con el Uzumaki parado entre él y los vestuarios.
— Creí que habías entendido tu lugar en el mundo, Sasuke-chan —El tono despectivo que utilizo envió un escalofrío por la columna de Sasuke, sabía que no se había humillado debidamente, que podría haber aprovechado algunos momentos para hacerlo, pero no lo hizo porque incluso cuando decía que había aceptado su nueva vida no lo había hecho lo suficiente ¿Qué debería hacer para compensarlo?
— ¿Quieres, quieres que...? —No logró terminar la frase, pero sospechaba que salir desnudo con su patético miembro al aire no sería suficiente.
— Por supuesto que no, Sasuke, sí bien sería divertido para mí, no es lo que quiero —Aseguró el Uzumaki mientras se acercaba un poco más a los vestidores, caminando de espaldas sin despegar su mirada de él— Pero me gusto el suspensorio nuevo, supongo que entiendes lo que sugiero —Y con esas palabras entró en los vestuarios.
Camino de regreso al vestuario, apenas cubierto con la toalla envolviendo su cintura, una brisa y podría caerse, pero el vestuario estaba vacío, se vistió sin ropa interior antes de seguir a los chicos afuera y partir a hacer las compras.
Mei Terumi sabía que esta había sido la mejor oportunidad que podría haber tenido nunca antes, pero eso no hacía que se sintiera mejor con lo que había tenido que hacer. Pero era lo que se tenía que hacer por el bien de la revolución: todo había sido parte de un plan increíblemente arriesgado, pero que podría traer muy buenos resultados. A lo largo de toda la guerra habían hecho una investigación geográfica que probablemente quedaría grabada en la historia de Kiri por generaciones, sí es que no consideraban que esa información podría ser mejor mantenerla en secreto por sí ocurría otra revolución, pero Kirigakure tenía una gran cantidad de túneles y cavernas bajo el agua que sí bien eran increíbles para mover una gran cantidad de gente bastante rápido, y montar campamentos improvisados, la verdad era que tenían una inestabilidad que hacía imposibles darles un uso a largo plazo de forma segura, y eran tan enrevesados que era aún más sencillo perderse en ellos, una lástima porque de ese tipo de cavernas habían sacado la chakrita usada para las siete espadas, pero se estaba desviando del punto.
La verdadera razón por la que el régimen de Yagura no había podido encontrar a los rebeldes había sido muy simple: Solo un loco o un desesperado se escondería en dichas cavernas, lo que sí bien había sido un movimiento inteligente también era temporal, porque el momento en que pudieran abrir una apertura utilizarían las pocas salidas que pudieron crear para invadir Kiri, para este punto la propia aldea de Kiri estaba habitada casi exclusivamente por miembros del régimen (Casi todos los civiles habían pasado a vivir en las afueras, cuando la situación se volvió insostenible) ¿Cuál era la mejor manera de abrir una apertura? Hacerles creer que habían capturado a la líder de la revolución, por lo que se había dejado capturar con mínima resistencia ya imaginando lo que intentarían hacerle. ¿Había contado con que intentarían violarla? No, se había esperado tortura o una ejecución pública, ¿La detuvo? En lo más mínimo, para su suerte el que intentó violarla fue Teach, el secretario de Yagura, que era tan inepto como shinobi que se sentía como un insulto que viniera.
— Sí, sin lugar a dudas me enseñaste una lección —La castaña rojiza puso los ojos en blanco, pese al conocimiento de que tenía dos kekei genkai era casi un secreto de que tenía el elemento ebullición, no porque no lo usara o no estuviera orgullosa de este, sino porque era muy difícil de controlar en campo abierto, por eso es perfecto en lugares cerrados, por lo que Teach y los cinco otros shinobis que se organizaron para intentar hacerle algo ahora estaban muertos y derritiéndose en el suelo— No tengo tiempo que perder —Suspiró mientras se levantaba e iba a buscar su ropa.
Estaba segura de que Aoi estaba vigilándola a través del byakugan que había conseguido muy costosamente en la última guerra shinobi, pero eso no le había preocupado o molestado cuando hicieron el plan y creían que sería torturada o ejecutada públicamente y debían estar preparados para atacar en caso de que Mei no pudiera liberarse, solo le molestaba ahora que estaba desnuda buscando sus ropas, o algo que la cubriera (Porque habían desgarrado algo de su ropa, por lo que amenazaría a Aoi para que se quedara callado sobre lo que había visto), tras un rato que no encontró más que retazos de su ropa se vistió con una bata de baño (No es lo que se había imaginado vistiendo mientras atacaba el corazón de la tiranía, pero uno hacía con lo que tenía), también esperaba que Aoi (Quién más le valía que la única razón por la que no se había lanzado a salvarla fuera porque sabía que podía liberarse sola) le trajera un cambio de ropa.
Estaba por dirigirse al lugar en el que sabían que era estructuralmente más débil y podía abrir el camino a las cavernas para empezar la invasión, algo que habían investigado con anterioridad, para estar segura de que la invasión sería lo más rápida y efectiva posible, cuando lo sintió; Un escalofrío recorrió su columna con una fuerza que le hizo girar su cabeza para mirar en todas las direcciones para buscar la fuente, tardo un par de segundos, y el terror que sintió cuando encontró la fuente fue tal que se le heló la sangre; Yagura estaba allí, en la puerta, todo su plan radicaba en que Yagura no supiera del ataque hasta el último segundo.
— Mei Terumi... —Yagura le saludo, pero en lugar de todas las veces que lo había visto anteriormente, dirigiendo a sus ejércitos cazando a los usuarios de kekei genkai, el cuarto Mizukage parecía tan cansado que parecía que en cualquier segundo caería al suelo a dormirse, o morir— Es un alivio poder verte... —La voz del jinchuriki sonaba tan cansada y adolorida, tenía bolsas bajo los ojos tan marcadas que parecía que no había dormido en su vida, sí tuviera que definirlo con una palabra; Parecía acabado.
— Líder contra líder, supongo que estaba destinado a pasar —Mei puso una sonrisa falsa, sabía que sus oportunidades contra el hombre eran remotas por no decir nulas, preparándose para usar un jutsu del elemento disolución a un nivel suicida acompañado por su mejor jutsu ebullición, sí podía matarlo lo haría incluso sí le costaba la vida.
— Cálmate, no tenemos tiempo que perder en una pelea que no necesita librarse, no sé cuánto tiempo logré comprarme, pero no quiero desperdiciarlo —La mirada cansada y vencida del hombre estaba teñida de hierro de forma tal que incluso en ese estado le hacía temblar— Cuando muera, el país necesitará un líder, y tú serás elegida por haber liderado la revolución —La voz de Yagura no sonaba fría y cruel como Mei imaginaría, sonó alegre y aliviado— Tú tienes una ventaja donde yo fallé, por concentrarme en ser un jinchuriki perfecto no forme relaciones significativas con mucha gente y la gente que me conocía solo asumió que la tensión del cargo me rompió, a ti él no te podrá controlar como hizo conmigo —Una sonrisa triste apareció en su rostro.
Pero eso llamó la atención de Mei mucho más que cualquier cosa que hubiera dicho antes, hablaba de un él, claro, muchos sospechaban que Yagura no era el titiritero detrás de todo el gran tablero (Algunos de los movimientos que el Mizukage había hecho habían concordado demasiado perfectamente con eventos en el resto del continente que no debieron coincidir sin información externa), pero muy pocos habían compartido la teoría de que alguien lo estaba controlando.
— No te relaciones con Akatsuki, él es parte de ellos —Yagura advirtió mientras la miraba directamente a sus ojos y le permitió saber algo con esa simple mirada, el hombre frente a ella estaba roto y quebrado, su muerte no era una posibilidad, era un hecho— No sé lo que traman, desearía poder aportar al futuro de Kirigakure más que esto después de todo el mal que le he causado —La voz se le quebró de una forma llena de pena y dolor— Por favor, no permitas que Kiri vuelva a esos malos tiempos, trae un poco de luz que disipe la sangre en esta neblina —Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas mientras sonreía, una sonrisa demasiado adolorida.
— ¿Por qué no explicárselo al pueblo? ¿Preparar un frente unido contra él? —No es que Mei se hubiera liberado mágicamente de todo el odio y rencor que sentía contra Yagura, tampoco le creía absolutamente, pero sí sus palabras eran verdad entonces quería darle una cacería salvaje contra el desgraciado y torturarlo hasta matarlo.
— No hay más pruebas que mi palabra y el pueblo necesita que nuestro propio pasado sea nuestro enemigo para no mirar atrás con nostalgia cuando cambiemos de rumbo —Y la Terumi odiaba, odiaba profundamente, que esas palabras eran verdad, sin pruebas Kirigakure necesitaría ver a Yagura y todo su periodo como un enemigo— No te preocupes por mí, sí he tenido suerte ahora estoy en un lugar seguro donde liberare al Sanbi, sí tenemos suerte ese hombre jamás podrá encontrarlo —Así que todo este tiempo había estado tratando con un genjutsu, uno muy elaborado sí debía mencionar, por algo Yagura era considerado como una especie de encarnación o segunda venida de Tobirama Senju, una prodigiosidad en el elemento agua y en el genjutsu que pocos podían igualar.
— ¿Dónde? Sí Kirigakure quiere enfrentarse a esta amenaza en las sombras necesitará toda la potencia que pueda reunir —Ya estaba en sus planes buscar las otras espadas de la Niebla, los bijus le vendrían como anillo al dedo.
— Después de mí Kirigakure necesitará tiempo para sanar antes de poder volver a conectarse con sus jinchuriki —Mei odiaba que tuviera razón, sentía que, de algún modo, por todo lo que hizo, debiera estar absolutamente equivocado en todo lo que decía, pero estaba en lo correcto— Toma esto como mi bendición y tu nombramiento como quinta Mizukage, te deseo que tengas la suerte que no tuve yo —Y con esas palabras Yagura desapareció en una neblina oscura antes de desaparecer por completo.
— Hasta que consiga pruebas de tus palabras, este secreto lo guardaré hasta la muerte —Prometió ella mientras retomaba su carrera, ahora se daba cuenta que no podía sentir la presencia de Yagura— Y sí es lo que el pueblo necesita entonces serás el mayor enemigo en nuestra historia —No tenía tiempo para lamentarse, Kirigakure la necesitaba.
— ¿Estás seguro de esto, Yagura? —La voz de Isobu llegó a los oídos del que fue el cuarto Mizukage, al menos en la opinión del propio Yagura, estaban en mitad de un lago.
— Estoy seguro de esto, incluso sí odio tener que encerrarte en este lago —Se lamentó el hombre que parecía niño se lamentó.
— Es lo más libre que he estado en años, me preocupo por ti, sí haces esto morirás —Isobu sentía que su amigo, porque al final de todo eso es lo que eran, porque se estaba cargando el peso de lo que había hecho Madara Uchiha, no estaba entendiendo la verdadera preocupación del biju.
— Adiós compañero —Ambos se despidieron mientras se separaban por primera vez en mucho tiempo. Las aguas se partieron mientras el coral se extendía, un último acto, una última ayuda a su nación al mismo tiempo que enviaba un ruego a los cielos porque la amenaza fuera detenida antes de que su maldad llegara al resto del mundo.
Kiba miraba las cosas en la tienda mientras de reojo observaba a Sasuke quien, para su sorpresa, lo había seguido a la tienda donde estaba buscando un regalo para alguien ¿Lo raro de esto? No era solo que Sasuke y él no se llevaban particularmente bien, de hecho, Kiba creía que podía decir que era el novato con el que peor relación tenía, otra cosa por la que le sorprendía que lo acompañara era porque la tienda era una tienda sexual y, francamente, Kiba casi consideraba a Sasuke un ser asexual porque nunca había visto el más mínimo gesto de interés hacia el sexo, pero el Uchiha estaba en silencio viendo ropa así que el castaño no sería el que se quejara siempre que no le dijera a nadie qué es lo que estaba comprando, después de todo estaba buscando un regalo para Naruto.
No sabía sí el rubio en serio había creído que no descubriría lo que hizo con su madre y con su hermana, o sí no le importaba, pero a Kiba no le importaba cuál de las dos fuera no le importaba en lo más mínimo, en lo que respectaba al castaño esto solo significaba que su hermano en todo menos en la sangre ahora era oficialmente un miembro de la familia irrevocablemente, uno con el que compartía su deseo de follarse a Tsume y Hana Inuzuka, a Kiba poco le importaba que fuera incesto, mientras no tuvieran hijos no habría problemas. Así que cuando llegó a casa y las encontró desnudas y bañadas en semen, con el olor de Naruto por la casa, decidió celebrar a su nuevo hermano: Se desvistió y se las folló, sus culos y sus bocas no tuvieron descanso hasta que estuvo satisfecho y su ropa interior sudada fue colocada sobre la cara de su madre como una máscara del mismo modo que la de Naruto se había posicionado en la cara de Hana y se quedó en bolas en su sala. Tras descubrir lo que habían hecho decidió conseguirle algunas cosas a su hermano.
Algo que normalmente no se sabía fuera del clan Inuzuka era el dominio familiar, al clan no le importaba sí el que se posicionaba en la sima de la manada era hombre o mujer, joven o viejo, le importaba el dominio, la capacidad de imponerse sobre los otros competidores. Y esto ocurría también dentro de las propias familias, no era solo quien podía vencer a quien, ni quien se follaba a quien, eran cuestiones menores en comparación. Sí un chico podía dominar al líder de su familia no solo significaba que estaba listo para formar su propia familia, sino que le quitaba toda la autoridad al antiguo líder, muchos se iban de casa en lugar de hacer algo como esto, no solo por lo difícil que sería sino por comodidad, pero los que peleaban por la posición de líder, dígase los herederos de dicho clan, no tenían esa opción, debían lograr quitarle el dominio frente al resto, o demostrar que entre los otros candidatos eras la mejor opción, por eso las familias Inuzukas podían pasar de matriarcados a patriarcados sin problemas, y aunque Kiba no sabía qué es lo que Naruto hizo para hacerla renunciar a su dominio sí sabía los resultados, su familia era ahora un patriarcado con Naruto a la cabeza. El problema, ya que no vivían con Naruto era que se debía buscar un segundo al mando, o el que sería la cabeza de la familia, una lucha que debería librarse entre Kiba y Tsume, sí bien estaban en una especie de lucha por el dominio, Kiba tenía una ligera ventaja en jerarquía ahora, al menos hasta que hubiera un vencedor o el líder, Naruto, eligiera a su segundo al mando, y esa jerarquía la aprovechó para preguntarle a su madre lo que habían hecho y elegir algunos regalos para su amigo, no tanto con la intención de ser elegido sino como el pervertido regalo de un amigo.
— Oye, amigo —Llamó al dependiente, ya tenía un buen conjunto de cosas, pero le faltaba una parte importante— ¿Tienes ganchos nasales? Necesitaré unos cuantos —Oh, ya podía imaginarse lo ridículas que se verían las dos con esos ganchos, y lo vulnerables que quedarían al olor almizclado de un hombre.
Sasuke aprovechó ese momento de distracción por parte de Kiba para agarrar las cosas que eligió para meterse a un probador, sabía que un dependiente estaba fuera en caso de que quisiera más cosas, algunas de las cosas que eligió lo hizo solo para disimular ante este, creía haber entendido lo que Naruto quería, o lo que quería de momento, en cuanto a humillarlo, antes de hacerlo públicamente prefería que Sasuke tuviera la humillación tan interiorizada que ni siquiera se lo pensara dos veces, por eso había estado satisfecho con que Sasuke se pusiera su ropa interior para comprobar abismalmente como no lo llenaba, y por eso había estado satisfecho con el suspensorio, le permitía presumir su superioridad, tenía que buscar algo parecido para humillarse hasta que pudiera dar el siguiente paso.
— Vamos, Sasuke, tú puedes, o lo haces tú o... —Naruto tenía la fuerza y habilidad para obligarlo a hacerlo sí se negaba. Consideró tantas opciones, pero al final se decidió por la que era menos visible a simple vista, pero que le traía mayor vergüenza.
Consideró simplemente vestirse con la ropa interior del Uzumaki, algo que debería ser lo suficientemente vergonzoso para él, pero no era lo suficiente como pago, así que ahí estaba desnudo en el probador, la puerta ni siquiera estaba cerrada con seguro, cualquiera que intentara abrirla podría hacerlo, sus manos sujetando una prenda elegida, una especie de suspensorio negro que le quedaba demasiado pegado para dejar algo a la imaginación, y mientras más lo miraba Sasuke más le parecía que era una especie de traje de baño femenino, al punto de que estaba considerando preguntar sí no era eso, pero al final se la puso, así salió del probador usando por ropa interior una prenda que era más parecida a una tanga o un hilo dental de lo que le gustaría, por la mirada rara que Kiba le dirigía le hacía sentir el hielo verterse en su sangre.
— Vamos Sasuke, aún tengo que conseguir una caja para esto y se nos está haciendo tarde para ir a comer —Le apremió el chico perro mientras sostenía una bolsa negra que presumiblemente traía sus compras.
— ¿Por qué quieres libros de arquitectura? No creí que fueras fanático de algo así, Naruto —Cuestionó Shikamaru mientras miraba los libros que estaban en la canasta del Uzumaki, mientras Kiba y Sasuke habían ido a hacer sus propias compras, y las chicas estaban comprando ropa, ellos decidieron ir a una librería cercana.
— No me interesa, pero aparentemente incluso sí hay arquitectos en la nación que han investigado la arquitectura de las otras naciones tengo que darle el visto bueno yo y tengo que saber de qué mierda va eso —Naruto gruñó mientras revisaba los títulos en la estantería— Al menos Zabuza me puede ayudar con el área de Kiri, pero no me vendría mal alguien que supiera de las otras naciones... quizás podría ponerme en contacto con Gaara, me haría un favor enorme —Murmuró mientras entrecerraba los ojos en dirección a un libro.
— Me sorprende la seriedad con la que estás tomando tu trabajo, Naruto, pensé que lo ignorarías hasta que fuera un problema tan grande que no pudieras ignorar —Admitió Shino mientras ojeaba un libro de jardinería.
— Con todo el tiempo libre que tengo, sí dejo que esto se acumule me volveré loco —Estaba casi seguro de que sus amigos más cercanos eran conscientes del tipo de pensamientos que podrían surgir en su mente sí no tenía algo que hacer— Ni siquiera puedo hacer jardinería sin que mis pensamientos se desvíen —Por la mirada que le dirigió Shikamaru, de los pocos que sabían que casi toda su colección de plantas era del tipo venenosa, también sabía que tipo de desviación tomaron sus pensamientos.
— ¿Has considerado trabajar en Ichiraku? La última vez que fuimos Shikamaru y yo vimos que solo estaba trabajando Ayame, y podría enseñarte un par de trucos de cocina que te hacen falta —Choji cuestionó mientras le dirigía una mirada preocupada, siempre fue menos discreto que Shikamaru sobre su preocupación por los pensamientos más negativos que podían tener sus amigos, especialmente los del tipo intrusivo que él mismo podía comprender demasiado bien.
Todos notaron como el rubio se había quedado repentinamente helado ante las palabras del Akimichi, la forma en que giró su cabeza lentamente hacía el amante de la barbacoa provocó escalofríos en todos, incluso en Shino quien normalmente podía mantenerse estoico, y esos orbes anillados le hacían ver incluso más perturbador de lo que ya era, por primera vez ellos tres sintieron los perturbadores efectos de ser vistos fijamente por el rinnegan, la sonrisa animal que empezó a formarse lentamente en su rostro lo hacía parecer más enloquecido de lo que ya parecía.
— Choji, eres un maldito genio —Bien, no era seguro que eso mantuviera su mente ocupada el tiempo suficiente, y de la forma correcta, para desviar esos pensamientos oscuros e intrusivos que había enterrado desde su niñez, pero sería un gran primer paso.
Sería perfecto, no solo el viejo Teuchi y Ayame siempre habían sido increíblemente amables con él al punto de que sentía a Ichiraku como su propio hogar, no tenía ningún mal recuerdo del lugar, casi todos los clientes siempre habían sido amables con él, o muchos más que el resto de la aldea por lo que sería difícil que esos pensamientos intrusivos llegaran a su mente, y Ayame había aprendido a mucho más que a hacer ramen, podía enseñarle un par de cosas, por lo que sería perfecto hasta que su cerebro se acostumbrara a esto y tuviera que buscar algo más que lo mantuviera ocupado y ayudaría a las personas a las que más les debía.
— Shizune, vamos a intensificar nuestro régimen de entrenamientos —Las palabras de Tsunade tomaron desprevenida a su secretaria, habían acabado con el papeleo de ese día y estaban saliendo, el sol sangrando en el horizonte mientras el cielo se cubría del manto estrellado.
— ¿Nuestro? —Shizune no quería que la pregunta le saliera tan grosera como le salió, especialmente cuando era conocedora de que incluso sin apenas entrenar o practicar, Tsunade estaba a años luz de Shizune, la rubia podría darle una paliza sin siquiera parpadear.
— Si, nuestro —La Senju suspiró mientras avanzaba por la calle, el bullicio a su alrededor impidiendo que alguien más que el par de mujeres escuchara su conversación— Tras el combate contra Orochimaru me di cuenta de que mi estilo de vida me ha costado más de lo que creí, Kabuto es bueno, y bastante hábil, sí, pero no debió causarme tantos problemas —Admitió mientras negaba con la cabeza, avergonzada.
— ¿Eso significará que dejará de beber y apostar? —Shizune sabía que la respuesta sería un "No", pero se valía soñar, bien decían que la esperanza era lo último que se perdía.
— No —Y ahí estaba la respuesta que la morena ya sabía— Pero eso significa que tendré que compensar mis malos pasos entrenando más duro, puede que me sienta mejor de lo que lo he hecho en años, pero no puedo dormirme en los laureles, ya cometí ese error una vez y como mi aprendiz no pienso dejarte atrás —Proclamó con hierro en los ojos, una seguridad que llenaba de confort y seguridad a la propia Shizune de una forma que pocas veces había sentido, la razón por la que había decidido seguir a la mujer en un principio.
— ¿Cómo piensa que entrenemos y hagamos el trabajo de kage? No es que nos sobre el tiempo —Shizune no estaba segura de sí se suponía que debía ser así, o sí era una desagradable casualidad, pero los Hokages se habían vuelto claramente más débiles después de tomar el cargo, después de todo tenían menos tiempo para entrenar o desarrollarse, claro, seguían siendo de los más poderosos en la aldea, pero era difícil no notar el patrón.
— Shizune, ¿Me estás queriendo decir que no puedes realizar un kagebunshin y que este haga tú trabajo una hora al día? —El tono irónico se sentía divertido, y sí bien Shizune no tenía las reservas del Uzumaki que podía hacer clones como sí sacara granos de arena de un desierto, tenía el control de chakra adecuado para hacerlo— Incluso sí no estás convencida de aprender el byakugo podemos desarrollar más jutsus, Orochimaru no ha perdido el tiempo, e incluso Jiraiya ha mantenido su nivel pese a todo, no puedo quedarme atrás.
Shizune admitiría que le sorprendía el giro que había dado Tsunade desde que rejuveneció, claro, era en todos los sentidos de la palabra una segunda oportunidad, pero la rubia había vivido demasiado y uno creería que sería difícil que sacara trucos nuevos incluso sí su cuerpo se lo permitía, la morena no podía evitar recordar que esta era la mujer que decidió seguir, la mujer que la salvó en uno de sus momentos más oscuros, quien le había hecho decidir ser una kunoichi médico, con quien se había apoyado una y otra vez en sus momentos más oscuros, sintió una mezcla de nostalgia y admiración que le humedeció los ojos ante la visión del lejano recuerdo.
Esta era otra razón por la que estaba agradecida con Naruto, y que lo admirara como lo hacía, Jiraiya le había dicho una vez, mientras ambos intentaban hacer que uno de los dos rubios desistiera de su apuesta imposible, que la mayor habilidad del Uzumaki no radicaba en sus habilidades shinobi, ni en el biju ni en el rinnegan, sino en su habilidad de influir en otros, dejando en ellos su huella para que estos siguieran creciendo y mejorando una vez que él seguía adelante, y como confiaba en que Tsunade no sería la excepción, en su momento ella no le creyó al sannin sapo, pero ahora veía ante sus propios ojos la evidencia de sus palabras.
— Usted sabe que siempre he tenido predilección por los venenos —Se limpió las lágrimas que amenazaban con caer al darse cuenta de que llevaba mucho tiempo en silencio perdida en sus pensamientos y la rubia se había girado para verla— ¿Usted que hará mientras yo busco desarrollar este nuevo jutsu? —Tenía ideas, ideas que por el estilo de vida extremadamente nómada que habían llevado no se había animado a intentar, o siquiera cuestionar a su maestra, pero ahora tenía una oportunidad.
— No puedo dejar mis deberes como médica solo por ser Hokage —Admitió la mujer, aparentemente decidiendo ignorar la visión de su alumna a punto de llorar— Tengo que realizarle la cirugía a Rock Lee, aunque personalmente preferiría que Naruto hiciera el trabajo, eliminaría los riesgos —Por mucho que como médica odiara la opción de una "cura milagrosa", la verdad era que la cirugía que tenía que hacerle a Lee era una que incluso en el mejor paciente tenía muchas posibilidades de matarlo, e incluso sí tenían éxito tenían muy pocas posibilidades de resultar bien.
El problema es que Lee padecía de un caso raro de lo que médicamente llamaban Síndrome de Halffrout, lo que significaba, en palabras simples, que su cuerpo tenía una malformación física que sí bien le permitía al usuario usar chakra, solo podían concentrarlo en una de tres ramas: El taijutsu o el genjutsu, que significaba que por un problema en una glándula en el cerebro generaban un tipo de chakra en tal magnitud que consumían el otro tipo de chakra, el caso de Lee era uno en el que su cerebro no producía chakra que no fuera Yang, lo que hacía que sí bien pudiera desarrollar habilidades físicas increíbles, hacía que su cuerpo pudiera atacar muy agresivamente los tratamientos. Otro problema es que los que padecían este síndrome solían morir jóvenes, demasiado jóvenes, en los casos en que solo producían chakra yang solía implicar una alta propensión en sufrir daños cerebrales tempranos, mientras que el caso contrario generaba una debilidad física que hacía que sus órganos dejaran de funcionar de improviso, sí Naruto podía corregir eso podría ayudar a desarrollar un tratamiento, no es que el síndrome fuera habitual, no había más de diez casos en el continente al año y muchos menos llegaban a la edad de Lee.
— ¿Cree que el camino Naraka de Naruto podría curar el síndrome de Halfrout? —Cuestionó Shizune con una ceja enarcada, oh, claro que habían descubierto que el camino Naraka parecía poder lograr milagros como rejuvenecer a alguien, pero no se atrevía a pensar en que lograría curar cualquier mal.
— No había pensado en que pudiera curarlo, pero tampoco puedo descartarlo —Admitió Tsunade mientras hacía una mueca pensativa, una delicada mano en su barbilla para pensar— Supongo que en realidad el camino Naraka solo tiene el poder de "Regresar el cuerpo a un estado anterior" y, que por apariencia parezca que puede curarlo todo, pero tampoco puedo negar que quizás el poder es el de "Reparación" y mientras más busque restaurar más chakra gaste, no estoy segura —Tsunade admitió, lo que la llevó a que su expresión se volviera pensativa.
— ¿Pensando en Naruto, lady Tsunade? —Shizune cuestionó a su maestra, había notado que últimamente que el rubio solía estar mucho en los pensamientos de su mentora, aunque no tenía ni idea de qué tipo de pensamientos tenía ni qué tanto el Uzumaki estaba en la mente de la Senju.
— Sí —Últimamente el hijo del cuarto Hokage no abandonaba su mente, no solo como le ocurriría con un paciente particularmente tedioso o fastidioso, ni como le ocurriría a un shinobi particularmente hábil que no podría ignorar, sino como un hombre, el placer que sentía al ser usada y llenada por él, la necesidad de complacerle— Estaba pensando en lo poco que sabemos del rinnegan —Admitió ella intentando desviar esos pensamientos porque solían acabar en la superioridad del Uzumaki y en cómo debía servirle y adorarle como una esclava, que era lo menos que le debía al rubio— Sé que tenemos la información de cuatro de los seis caminos, quizás siete, sí consideramos la habilidad del original para usar los poderes de los caminos al mismo tiempo como un camino en sí mismo, pero no los efectos que tiene eso en el cuerpo de Naruto o los límites, en qué es diferente el cuerpo del camino Naraka del que tiene el camino Deva, y como son de diferentes al original para que este último pueda contener el poder de los seis —Volvió a desviarse, no sabía sí era un resultado de su antinatural experiencia entre la vida y la muerte con el camino Naraka, sí era algo consciente que Naruto había hecho, o sí el rinnegan era algo tan cercano a lo divino que su instinto y genes Senju (Siendo que en teoría descendían del último usuario de dichos ojos), le instaban a rendirse y ceder, pero cada vez que intentaba encontrar una respuesta su cerebro se desviaba a su devoción al Uzumaki y antes de darse cuenta su mente y ella estaba rendida a sus pies— Por favor recuérdame, cuando los seis caminos estén despiertos, hacer un chequeó a Naruto y sus clones del samsara, no soy una fanática de la investigación genética, pero estoy curiosa.
Tsunade murmuró lo último mientras tragaba en seco, intentando, sin mucho éxito, acomodar su ropa con su caminar porque le estaba incomodando mucho, es en parte por esto que intentaba no pensar demasiado en su adoración para con el rubio, sí lo dejaba correr demasiado no serían solo los pensamientos los que llegarían, sino que la ropa se volvería tan incomoda que necesitaría despojarse de esta y buscar al Uzumaki para que la usara, antes había podido controlarse mejor, pero cada vez era más complicado, en este punto estaba considerando seriamente buscar a Naruto para aliviarse incluso sí era en plena calle. Tsunade no lo sabía, y jamás lo sospecharía, pero este repentino interés en el joven jinchuriki era la venganza del kyubi contra Hashirama Senju.
— Shizune ¿Te importa sí te la robo lo que queda de la noche? —La voz de Jiraiya la sacó débilmente de esa corriente de pensamientos, o tanto como podía, una vez empezaban no se detenían hasta que el Uzumaki se hiciera cargo— Quisiera invitarla a beber unas copas antes de que sea su nombramiento oficial y no tenga tiempo —Ofreció.
— Solo sí tú pagas, Jiraiya —Aceptó Tsunade mientras hacía un gesto con la mano para despedir a su alumna. Sabía que Naruto estaría ocupado esta noche, era muy posible que no pudieran tener su encuentro y la Senju necesitaba aplacar un poco su calor antes de intentar dormir.
Ya sabía cómo acabaría esta noche, especialmente cuando Naruto ya había hecho sugerencia de que disfrutaría de que ella tuviera a los hijos de Jiraiya, no es que el otro sannin no pudiera ayudarla con su calor, nada que no fuera Naruto podía apagarlo, pero Jiraiya lo atenuaba muy bien, quizás fuera por la diferencia de dotación pues Naruto superaba a Jiraiya considerablemente incluso cuando el de cabello blanco no era pequeño ni promedio (Este hecho le hacía querer crear una situación en la que su compañero viera como lo superaba su alumno y disfrutar de su vergüenza), no es que odiara a Jiraiya, lo consideraba su más cercano amigo, y estaba segura de amarlo, aunque no sabía decir sí como a un familiar, como a una pareja o como un amigo (En realidad ninguna de las tres se sentía correcto), pero adoraba golpearlo un poco, que eso solo hiciera ver mejor al Uzumaki (A quién ya le estaba buscando un título como maestro o amo, algún semejante) era solo un extra, en opinión de Tsunade comenzaba a creer que su relación con Jiraiya era de dos almas destinadas a amarse, anhelarse, complementarse y necesitarse, pero que lo suyo jamás podría ser o funcionar.
Dice el dicho; Habla del diablo y aparecerá. Porque mientras caminaban, entrando en el bar y restaurante, se toparon con el rubio que no abandonaba la mente de Tsunade acompañado por otros ocho novatos, como doctora le alegraba ver a Naruto y a Sasuke tan relajados, claro, el Uchiha parecía nervioso mientras salía del restaurante, pero ya eran ganancias, los nueve ni siquiera parecieron notarlos mientras caminaban fuera, sí debía apostar por el ligero olor a licor que emitían, iban a continuar la fiesta.
Horas más tarde después de su encuentro con Tsunade y Jiraiya (No es que no lo notaran, solo no querían molestarlos en una reunión de excompañeros, Naruto incluso deseaba que eso hiciera que Tsunade abandonara su actitud para con él), con la luna en lo alto y su plateada luz bañándolo todo, y el manto estrellado que mostraba el firmamento cubriendo el cielo, Naruto entraba a su hogar, su chamarra mal amarrada a su cintura mientras cargaba un par de bolsas en cada mano, su caminar torpe delataba que había tomado más copas de las que probablemente era recomendable para alguien de su edad, lo que se volvía evidente con el acompañamiento de una sonrisa bobalicona y un barniz carmín en sus mejillas no se necesitaban más pruebas.
— Este fue un gran día —Se río mientras se dejaba caer en el sillón, las bolsas, algunas de las cuales contenían sus propias compras y otras contenían regalos que sus amigos le habían hecho, olvidadas en el suelo.
Sí era honesto, este día había cumplido sus expectativas y mucho más, no solo había sido un día relajante que le había permitido olvidar los problemas que tenía solo para volver a sentirlo todo apenas atenuado cuando la calma pasara, se sentía tan relajado que incluso sabiendo los problemas que tenía se sentían pocos y podría enfrentarlos con renovadas fuerzas al día siguiente, claro, la vista de un Sasuke Uchiha tranquilo y relajado, aunque ansioso y nervioso, como el que vio hoy le seguiría perturbando por un largo tiempo, pero sentía que eso significaba que Sasuke aún tenía oportunidad de recuperarse y volver a ser lo que era antes, un idiota, pero un idiota tolerable con el que disfrutaba pelear porque podía darle pelea.
— Si bien puedo entender porque estás aliviado después de un día relajante, yo mismo me siento más relajado, no entiendo por qué te alivias por esa escoria Uchiha —Un testimonio de lo tranquilo que se sentía, de la paz y relajación que le acompañaba, que la voz del zorro que normalmente le crispaba no le molestaba— Tenías más motivos para estar aliviado cuando parecía que el idiota estaba tan inestable que haría que se matará solo —Bufó el biju.
— ¿Y eso que estás tan conversador? Antes te mantenías más callado —Mencionó sin calor, era algo en lo que nunca se había puesto a pensar, cada vez era más normal escuchar al nueve colas cuando antes se sentía casi como si estuvieran construyendo una relación, lo que era bastante raro— Tienes una obsesión con Sasuke ¿Han considerado ir a terapía de pareja? —Quizás intentar tener una conversación con el zorro estando ebrio no era tan buena idea.
— Tienes suerte de que no pueda matarte, o lo haría por lo que acabas de insinuar —Gruñó el biju, quien parecía haber entendido, bastante rápido, que haber intentado conversar con el Uzumaki en estado de ebriedad no había sido la mejor de sus ideas— Otra parte de mi está considerando curar tu ebriedad para que logres entender el nivel de estúpides que dijiste —Admitió el zorro.
— ¡Ni se te ocurra! —Gimoteó el rubio como un niño haciendo un berrinche— Sí haces que esté menos ebrio beberé mi peso en licor como venganza —Hizo un mohín, que, acompañado con sus mejillas marcadas, le daba una apariencia aún más parecida a la de un zorro.
— Puedo hacerte estar sobrio más rápido de lo que te embriagas, no es una amenaza muy buena —El zorro se burló, o amenazó, un Naruto ebrio no era bueno para notar las diferencias entre las dos.
— Cállate, no hay nada que puedas hacer para arruinar este día —Se quejó justo antes de que el zorro bufara y en un instante todo el licor en la sangre del Uzumaki se borrara ipso facto— Por cosas como estas es que disfruto que cierres la maldita boca —Escupió un Naruto preocupantemente sobrio en su propia opinión— Ah, ¿Ahora sí te quedas callado? —Cuestionó tras un largo rato en que el silencio fue lo único que llenó la estancia— Y dicen que yo soy el idiota inmaduro —Bufó mientras rodaba los ojos. Solo en ese momento notó el par de cartas sobre la mesa, la primera de ellas venía de Kumo, la segunda de Suna, sin poder evitarlo, con las energías renovadas, agarró las cartas y las abrió en tiempo récord, leyéndolas tan rápido como pudo, sonriendo al finalizarlas— ¡Gaara y Karui vienen de visita! ¡Genial! Su apoyo en lo del área laboral sería de ensueño.
— Oh no, ese mapache sarnoso no —Y el biju se quejó, esto ta animaba a Naruto.
Francamente estoy sorprendido de haber logrado sacar otro capítulo este año, y siendo que ya tenía cosas planeadas para lo que sería el siguiente, es posible que llegue a sacar otro este año, no prometo nada, se vienen unos capítulos lentos, de transición y que no contienen nada interesante al nivel de lo que fue el arco de los sannin, no digo necesariamente que sean aburridos, que no tendrán peleas o lemons, pero no están orientados a eso.
Sí se preguntan por lo de Tsunade, quería aclarar un poco lo que pasa en su cabeza después de que Kurama metiera para, para que ustedes también puedan hacerse una idea de lo que el zorro hizo, lo detallaré más en un futuro, pero es una buena base con la que trabajar.
Después de aventarme el arco de Yakumo he decidido incluirla, así que lo más probable es que sea el próximo arco. Les recuerdo una última vez que en mi historia de ideas y fragmentos he publicado un nuevo capítulo de lo que sería una posible historia a largo plazo, me encantaría leer sus opiniones.
