El nuevo capítulo ya está aquí, francamente creí que lo terminaría ayer, lo que lo consideraría un logro, porque tenía que asistir a una boca, pero no logré completarlo ayer, eso sí, avance más de tres cuartas partes del capítulo, tengo otra reunión a la que asistir este fin de semana, así que si el capítulo está igual de pronto que los otros no creo que llegue hasta después del próximo lunes si todo va bien. Pronto voy a subir en otra historia (Suponiendo que pueda llamarla así), una serie de one-shots, o fragmentos de las ideas de nuevas historias que mencioné en las notas finales del capítulo pasado) por sí quieren pasarse por ellas y ver lo que podría venirse a la cuenta (La historia, o el apartado donde publicaría esto sería en "Caos de ideas, Fragmentos, One-Shot y más").
Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;
Samuel Santillan; Fue sorprendentemente divertido de escribir, además de que necesito desarrollar esa relación, y debo empezar desde ya. Si ya lo notaron incluso antes de que la cena empezara. Precisamente por eso Jiraiya está muy ocupado por un tiempo, aunque Deidara es más parecido a su madre que a Minato, hay suficientes semejanzas como para reconocerlo, pero no para llamarlo un Minato joven, ese sería Naruto, y Deidara se negaría rotundamente a vestirse como su padre.
Como he dicho, me niego rotundamente a usar el espacio tiempo para salvar personajes, incluso si es uno que tendría mínima relevancia en la trama me daría quebraderos de cabeza, así que cortaré desde la raíz la idea de que aparecerán personajes del pasado de esa forma, si acaso como edo tensei y aun así una parte de mi se niega fuertemente a usar esa opción también, no es por ofender, pero es algo que como escritor sé que no sabría llevar bien.
Ella se cuida, con hierbas, medicamentos y semejantes, no con condones, pero incluso esos métodos no son tan seguros como para que no deba preocuparse por un embarazo, Shizune sigue intentando desarrollar ese jutsu, es por eso que no está apareciendo en el último par de capítulos.
ZombieXD; Me alegro de que te haya gustado, los asuntos familiares se resolvieron, mi hermana salió bien de su operación y los eventos que me tendrán ocupado en enero son bodas y fiestas, nada malo, ya llevaba tiempo pensando en aumentar el número de palabras, pero quería ver primero sí realmente lo necesitaría o sería arriesgarme a meter más de lo que debía.
Nunca se mencionó, lo más que se ha dicho es que hay bijus que afectan el chakra de su portador, y si bien la percepción de sentimientos negativos viene del kyubi decidí darle a todos una habilidad curiosa, solo que Kurama nunca se enteró de que la tenía, aunque ahora voy a usarlo de excusa de por qué puede evangelizar a todos menos a los Uchiha, tienen resistencia y Kurama los odia lo suficiente para disminuir la efectividad. Mira, Deidara no tiene muchas personas a las que les agrade en su nación, ni siquiera a toda su familia le agrada, se aferrará a cualquier cariño y afecto que pueda aceptar.
El entrenamiento no será muy diferente al que tuvo la Sakura en la serie, quizás permitiendo más libertad para que no se concentren solo en desarrollar el byakugo, pero en general es desarrollar sus habilidades como ninja médico. Probablemente empiece antes porque pensaba iniciarlo justo después del arco del clan Kurama, quizás uno o dos capítulos después para desarrollar unas pocas cosas, pero todo depende de qué tanto pueda desarrollar todo en este arco.
Orochimaru lo tengo pensado en la parte de Sasuke escapando, igual que Danzo, y sobre cuándo empiece este arco depende de qué tanto, y que tan bien, pueda desarrollar el asunto entre Kin y Sasuke, Kiri no tendrá muchas interacciones más pronto, creo. En un futuro, quizás lo haga, no es que no hable con ellos, solo que es por razones diferentes.
Si vuelvo a hacer otro arco de reposo quizás hable un poco más de ellas, pero no garantizo nada, Zabuza también busca pasatiempos, pero él tiene uno en particular y se menciona aquí. En defensa de Tsunade debo decir que le están haciendo un gaslighting bien duro y es la única respuesta que tiene, o que puede darse, sobre por qué se comporta así.
CCSakuraforever; Que alegría verte, ¿En la escuela? No recuerdo haber mencionado la academia últimamente..., y ahí tengo que corregirte, Itachi sabe del rinnegan, el resto no, e Itachi piensa hacer todo lo posible por evitar que el resto del grupo se entere.
Naruto le tenía miedo a la noche, miedo al momento en que la negrura cubría el cielo y todo rastro de luz del astro rey desaparecía. No por un miedo infantil al monstruo que se escondía en la oscuridad ni nada semejante, le temía porque era el momento en que se quedaba solo, y tampoco por un inherente miedo a la soledad, qué si bien lo tenía estaba lejos de ser la razón por la que sentía miedo de la noche, era porque en ese momento su cerebro no tenía amigos con los que conversar, actividades en las que distraerse fácilmente. Porque en las mañanas ocupaba su tiempo entrenando (Ejercicios para mantenerse en forma, pero eran lo suficientemente duros para ser un entrenamiento promedio), durante las tardes se ocupaba buscando hobbies o haciendo su trabajo de salir con los miembros de las comitivas (Podrían ser sus amigos, pero, objetivamente, también era su trabajo) o saliendo con sus amigos, pero las noches eran peligrosas, en el mejor de los casos eran aburridas y tediosas hasta un nivel enloquecedor; Estas eran en las que dedicaba su tiempo a estudiar y a completar el trabajo de oficina como líder de clan (Ya estaba pensando seriamente en pedir reuniones con los otros líderes de clanes para entender cómo tenía que llenar algunas de estas cosas), y en los peores eran aterradoras: Su mente divagando constantemente, su mente hundiéndose en sus peores pensamientos, en los sentimientos que nunca había terminado de procesar porque eran peligrosos, ni en su amargura porque solo empezó a ser tratado con más humanidad por su doujutsu, las preocupaciones porque tenía que seguir desarrollándose como shinobi y una parte de él sentía que se quedaba atrás (Quería creer que este último pensamiento solo se debía a la costumbre de entrenar constantemente) porque tenía la presión de descubrir del rinnegan tanto como pudiera para que sus hijos no tuvieran que pasar por los problemas que él pasaba (Y ni le hagan empezar con las preocupaciones que venían de eso) o los cargos en su consciencia que ocasionalmente llegaban al pensar en algunas mujeres (Tsume, Tsunade y Hana), las Inuzuka porque había sido todo menos suave cuando mantuvo relaciones con ellas (Y se sentía mal no porque eso no le había desagradado, se había sentido bien, demasiado bien, y le aterraba lo que eso podía significar) y en el caso de Tsunade por lo obvio, incluso sí no era su intención cuando lo hizo, por su culpa el zorro le había echado pata y la había convertido en una esclava sexual.
Esta era una de las noches aburridas y tediosas, pero estaba cerca de ser divertida, la gente podría tratarlo de idiota, pero cualquiera que hubiera sido víctima de alguna de sus bromas podía dar fe de que sus habilidades estratégicas estaban lejos de ser malas, solo tenías que darle una dirección y podría dar buenos resultados, había aprovechado esa comida para averiguar sobre el jutsu maestro en títeres (El jutsu parecía ser demasiado simple en apariencia para un jutsu tan importante para una nación entera) y resultaba que sí, en realidad el jutsu era así de simple, crear hilos de chakra no era tan complicado (Claro, se necesitaba un buen control de chakra, pero con el control que tenía ahora podía usarlo), hacer que un extremo de este pudiera adherirse a algo tampoco lo era (Era el mismo principio que uno de los entrenamientos de chakra más simples, sostener una hoja en su frente con puro chakra), combinarlos seguía siendo simple, lo más complicado era hacer hilos tan delgados que no pudieran ser vistos por el ojo humano, pero seguía sin ser imposible. Lo que hacía que todo fuera tan impresionante estaba en la complejidad, no del jutsu, sino de los mecanismos, precisamente gracias a su experiencia como bromista es que podía ver que quien sea que hubiera diseñado las marionetas eran completos genios, como activar los pequeños y complicados mecanismos con diminutos hilos con precisión, ya sea para activar los mecanismos que requerían de activarlos manualmente, o de la activación de sellos, sí Naruto debiera comparar las marionetas con otro objeto para simplificar la complejidad de estos sería con un reloj, y como bromista Naruto podía apreciar la belleza detrás de la complejidad. Naruto podía entender por qué esto era un arte, pero a diferencia de Kabuto que hablaba de la creación de algo inmortal que perduraría en el tiempo, para el rubio era arte por su complejidad.
Solo había adquirido algunas piezas de las marionetas gracias a Shibi Aburame, quien había llegado hacía unos días (Antes de que Naruto decidiera que necesitaba ayuda para toda esta burocracia) y le había traído piezas de las marionetas que habían dañado y destruido durante años, claro, las marionetas estaban destrozadas e incluso las que habían sido detenidas por los Aburame tenían ciertos daños por los insectos que habían estado dentro, pero fue suficiente para hacer un poco de trabajo y deducir cómo habían funcionado antes (O acercarse a ello), pero sí quería descansar realmente (Algo que tenía que hacer sí quería que Tsunade le diera el visto bueno para volver a hacer algo), tenía que dormir al menos una cierta cantidad de horas y ya había llegado al límite de tiempo antes de tener que irse a dormir, así que se levantó del escritorio para comenzar a caminar fuera de su estudio, en estos momentos, en los que la casa estaba totalmente a oscuras y sin nadie que hiciera ruido es que sentía que las cosas no habían cambiado después del rinnegan, se sentía solo, normalmente podría contar con Zabuza o Haku, incluso con Jiraiya, para darle algo más de calor al lugar, pero hasta donde sabía todos estaban haciendo algo más; Zabuza había buscado una cascada para que Naruto pudiera terminar de entrenar un par de naturalezas de chakra, pero eso solo le había tomado una semana y realmente no quería saber del todo qué hacía en su tiempo libre porque parecía estar de acuerdo con algunas de las ideas de Jiraiya y no quería pensar en sus maestros teniendo sexo, gracias. Jiraiya había decidido no traumar a su ahijado llevando mujeres de la vida alegre a la casa de este y lo escuchara copular, Naruto no se quejaría pro esto. Y Haku hasta dónde sabía estaba de misión, otra cosa buena de que Tsunade entrara al cargo era que los dos ex renegados de Kiri ya no estaban bajo prueba. Lo único que aportó, o que le alegraba de tener su casa sola era que nadie le podría criticar por andar en roba interior por la casa, un placer que no podría darse eternamente ya que tendría que dejarlo cuando sus prometidas vivieran aquí o tuviera hijos.
— Naruto-kun ya volví, parece ser que a Temari se le olvidó algo aquí más temprano —Haku saludó mientras entraba, junto con la rubia de Suna, en la sala, o recibidor, de la casa Uzumaki. ¿El problema? De todas las habitaciones que Naruto había decidido para que fuera su estudio era una de las tantas que no estaba pegada o cerca de su recamara. ¿Lo peor? Era una de las habitaciones con las que tenía que atravesar el recibidor para llegar a su recamara. ¿Lo incluso peor? Estaba usando el suspensorio increíblemente cómodo que no dejaba nada a la imaginación y aún peor, por costumbre, se giró completamente para ver a quien le hablaba— ¿Cómo estuvo tú...? —Y en ese instante ambas chicas se dieron cuenta de la situación.
Mientras maldecía que este tipo de cosas le siguieran pasando (Aun no olvidaba que Ayame había pasado exactamente por lo mismo literalmente la semana pasada), su rostro se tiño de un rojo furioso, intentó usar el hiraishin, recriminándose por no haber hecho eso desde el principio, pero ahí cometió su siguiente error de la noche, nervioso y avergonzado como estaba activó el hiraishin sin siquiera pensar, esto no habría sido un problema si no fuera porque, al tener una mano tocando la prenda que usaba, e intentando hacerlo tan rápido como podía, lo único que transportó fue su prenda, y con eso su entrepierna fue liberada, sus bolas rebotaron ligeramente y su miembro se meció como mono en liana frente al par de kunoichis, duró solo unos segundos en ese estado, solo el tiempo suficiente para que Naruto se diera cuenta de lo que hizo, su rostro se pusiera de un rojo tan furioso como el mechón pelirrojo que tenía, volviera a usar el hiraishin y desaparecer para encerrarse en su habitación con una de las mayores vergüenzas que había sentido en toda su maldita vida.
Y todo lo anterior, ocurrido durante la noche pasada, había llevado a que Naruto estuviera en el bosque en la montaña que estaba al lado contrario de la torre del Hokage porque sentía la imperiosa necesidad de esconderse tanto de Temari como de Haku, ni siquiera podía imaginar cómo podría volver a verle la cara a la rubia cuando tuviera que volver a enfrentarla dentro de tres días, o peor aún, como enfrentaría a Gaara después de esto, la única razón por la que no estaba sufriendo lo mismo por Haku era que tenían un cierto mayor rango de confianza y creía que ambos podrían olvidar esto, o fingir hacerlo, al menos. Mientras miraba la aldea, que ya estaba casi totalmente nueva después de la invasión (Porque fueron los edificios más grandes en ser dañados o porque estaban aprovechando para hacer renovaciones), Naruto notó que no era la única persona allí, solo unos pocos metros por delante de él había una chica pintando.
La chica tenía largo cabello castaño y vestía un simple vestido rosado, quizás por su exposición reciente al arte de Deidara, las discusiones artísticas de este con Kankuro, o su propia percepción del arte debido a la investigación que había hecho la noche anterior, se acercó para ver qué estaba pintando (¿Quizás podría sumarse al grupo de artistas y hacer eso como hobbie?), la chica pintaba, con sorprendente exactitud y realismo, el paisaje frente a ellos, la única diferencia era que en su pintura había un cielo ennegrecido que prometía una lluvia de relámpagos, mientras que en la realidad el cielo se encontraba despejado, no iba a señalarlo, ella tenía derecho a pintar lo que quisiera, pero no pudo evitar girarse a mirarla cuando el cielo alrededor comenzó a nublarse.
— ¿Esto es obra suya? —Fue el pensamiento que cruzó su mente, normalmente no sería tan rápido para cuestionar algo, pero que pintará exactamente el mismo cuadro que ocurría frente a sus ojos era, como mínimo, sospechoso— Oye, ¿Qué estás...?
Las palabras murieron en su boca, y un escalofrío nació en su columna, al verla pintar una línea blanca cayendo desde el cielo con la misma fuerza que el escalofrío que recorrió el cuerpo del Uzumaki, menos de un segundo después un rayó cayó sobre la torre Hokage de la misma forma que en la pintura iniciando un incendio en el lugar. Después de soltar un grito, de sorpresa, miedo o frustración, no lo sabía, se giró para encarar a la misteriosa pintora descubriendo, para su sorpresa, que ya se había ido. Sabía que lo que estaba por hacer podría meterlo en problemas con la vieja Tsunade, pero las órdenes médicas tenían sus excepciones, por lo que activó su octava consciencia para encontrar a esa chica y perseguirla.
— ¿Qué fue eso? —Se preguntó mientras corría en la dirección en la que podía ver a la chica desconocida— ¿Ella provocó el rayo o ella vio lo que iba a ocurrir mucho antes? —Después de estar como shinobi por un tiempo uno perdía cierta capacidad para sorprenderse o se esperaba algunas de las locuras más grandes, no le parecería tan descabellado, aunque si increíble, la capacidad de ver el futuro en alguna medida.
Incluso sí no mantuvo la octava consciencia mucho tiempo, tres minutos seguía siendo su límite y sospechaba que se habría reducido por no ponerlo en práctica durante estas vacaciones forzadas, pudo encontrar a la chica relativamente rápido, ni siquiera estaba corriendo, pero antes de que pudiera llegar a ella esta fue interceptada por dos hombres que la sujetaron y le inyectaron un sedante, o eso supuso Naruto que era debido a que ella se durmió casi al instante.
— ¿Qué está pasando aquí? —Les cuestionó mientras su mirada recorría al grupo, estos hombres tenían bandas de Konoha, pero no significaba que no pudieran ser criminales, Mizuki seguiría muy fresco en su mente.
— Lamento decirle que no es de su incumbencia, Uzumaki-san —Un Anbu con máscara de rana, o eso creía Naruto, mira, en su defensa se debía decir que el animal representado en la máscara no era fácil de adivinar, le avisó mientras se interponía entre él y el grupo, no era por ser arrogante, pero creía que era una defensa o advertencia un tanto endeble.
— Bien, veré en que puedo ayudar con lo ocurrido en la torre Hokage —Aceptó con un encogimiento de hombros mientras se daba la vuelta y una sonrisa zorruna apareció en su cara mientras veía al grupo aceptar sus palabras e irse.
Es por eso que Naruto no consideraba que valiese las palabras de un Anbu como amenaza o advertencia, sí el rubio había podido robar el pergamino prohibido vigilado por Anbu era evidente que tenía un truco o dos bajo la manga, en este caso, el samsarabunshin que contenía al camino animal los había comenzado a seguir, ah, su seguridad es un asco, con razón pudieron invadirlos, aunque dudaba que descubrieran a su clon fue a la torre Hokage, quizás pudiera sacarle algo de información a Tsunade sobre esto.
Ayame no podía olvidar el incidente del baño, como ella le llamaba, fácilmente. Era cierto que conocía a Naruto casi toda su vida, se conocieron cuando ambos eran mucho más jóvenes (Ayame apenas estaba empezando como asistente en Ichiraku en esos momentos), y ese incidente le había traído una revelación un tanto tonta o ridícula, en que Naruto podía ser sexual, hasta ese punto tenían una relación cercana, pero para ella el rubio era tan asexuado como una lámpara, un sentimiento que perduró incluso tras el ofrecimiento de este de comprometerse para aminorar sus gastos y su carga de trabajo, fue ese incidente lo que le hizo descubrir que Naruto tenía un pene y bolas (Una revelación ridícula porque ya sabía que era un chico, pero de algún modo no había conectado los dos puntos hasta ese momento), y con esa revelación descubrió otras cosas; Naruto no solo era lindo, era atractivo, incluso sexy. No solo lo quería, le tenía algún tipo de amor (Pese a cualquier pensamiento no podía estar segura de sí era amor de hermanos, de amigos o de amantes, era un extraño punto entre los tres) y descubrió algo más en lo que nunca había pensado, ella era una pervertida, y tampoco podía ver la comida del mismo modo después de algunos de sus sueños húmedos que tenía, ya sea en las noches mientras descansaba o en las cortas siestas que tomaba durante la hora de descanso en las que Ichiraku estaba cerrado (Una hora que aprovechaban para comer y tomar una siesta para retomar las fuerzas para seguir trabajando), aunque en defensa de Ayame había que decir que ese fue en esencia su despertar sexual pues nunca antes había pensado en el sexo o en relaciones románticas antes de ello y Naruto no era el único que aparecía en sus fantasías, el segundo protagonista masculino era Deidara.
No es que Ayame fantaseara con cada chico que trabajaba con ella, de ser así habría tenido este despertar hacía mucho y con muchos otros hombres ya sea mayores o jóvenes, la razón por la que Deidara había comenzado a aparecer en sus fantasías era en parte por su parecido con el propio Uzumaki que le hacía casi imposible olvidar dichas fantasías durante el día, pero se sumó como un participante habitual después de otro incidente en el baño (Ayame estaba empezando a temerle a los baños), pero esta vez había sido un error mucho más inocente, él chico había salido con una toalla envuelta alrededor de la cintura para preguntarle sí el pequeño apartamento que tenía en Ichiraku tenía una lavadora y no había dado con ella o sí debía llevar su ropa a una lavandería publica porque el chico ya solo tenía un cambio de ropa que ponerse. Lo que ninguno de los dos notó es que, de algún modo, la toalla se había enganchado con la manija de la puerta y cuando un fuerte viento golpeó esta y la cerró la toalla se desató exponiendo al chico rubio mayor, y le permitió a Ayame descubrir que había otra cosa que compartía con Naruto... eran dotados, y eso la traía donde estaba.
— Deidara, Naruto~ —Gimió ella mientras lamía sake que goteaba del miembro de Deidara, quien había vertido el licor en su pecho desnudo y dejado que corriera por su cuerpo— Por favor~ —Volvió a gemir mientras pasaba al otro miembro frente a ella, un miembro y bolas bañados en chocolate derretido que comenzó a lamer.
— Ayame sí que es una golosa, ¿No lo crees? —Deidara se burló mientras abrazaba al rubio más joven por el hombro, acción que era repetida por el otro rubio. Los tres estaban desnudos, Ayame arrodillada en el suelo frente al par de rubios y esos dos sentados sobre una mesa, y con ellos dos juntos de esta forma la castaña no podía evitar pensar que podrían hacerse pasar por hermanos (Si no fuera porque sabía que Naruto no tenía más familia incluso podría haber creído eso).
— Completamente —Aseguró Naruto con una de esas sonrisas zorrunas suyas, que nunca antes había notado que le daban una vista bastante atractiva, antes de que la sonrisa ganara tintes más burlones mientras agarraba una jarra y ponerla entre las piernas de Deidara— Ayame, no olvides terminarte tu leche, nos esforzamos mucho por ordeñarnos como para que te la tomes fría.
Y eso le recordó a la cocinera que esa jarra no estaba llena de leche, no exactamente, sino de semen, del semen de los dos chicos, con manos temblorosas de emoción agarró la jarra antes de comenzar a beber directamente de ella, empinándola como quien empina un trago de licor, el sabor salado, picante y fuerte llenó su boca, el olor almizclado llenando sus sentidos y como único ruido el par de rubios cantando;
— Ayame, Ayame, Ayame —Como borrachos en bar que gritaban "fondo" en una competencia de tragos cantaron— Ayame, Ayame, Ayame —Las voces se fundían volviéndose una— Ayame, Ayame —El tono cambió y pronto la voz ya no era una mezcla de Naruto y Deidara, era la de su padre— ¡Ayame! —Alguien gritó y la castaña abrió los ojos de golpe, su rostro enrojecido al darse cuenta, todo lo anterior había sido un sueño.
— ¿Si, papa? —Cuestionó a Teuchi a toda velocidad, intentando calmar la vergüenza y enfriar su rostro sonrosado, hacía más de una década que no hablaba dormida, pero sí ese viejo habito había vuelto y su padre se había enterado de los sueños de su hija se moriría de vergüenza en el acto.
— Está por acabarse nuestra hora de descanso y no has comido, no sería bueno que volvieras a trabajar con hambre —Ofreció para alivio de su hija mientras le extendía a esta un tazón de arroz con carne y verduras (Pocas veces comían ramen, no es que no les gustará, pero trabajar haciéndolo hacía que prefirieran comer algo diferente la mayoría de las veces).
Tomó el tazón con ambas manos, y aunque quería comenzar a comer no podía evitar sentir el corazón latiéndole a mil, no solo porque había tenido un sueño húmedo con su padre cerca, sino porque ya no podía ver la comida igual, algo que apareció muy rápido tras su despertar sexual fue que tenía cierto fetiche con la comida, o eso dedujo ella tras que en casi todos sus sueños húmedos hubiera comida involucrada, o en su defecto cosas que usaría en una cocina, los mejores ejemplos de esto era cuando había soñado con Deidara azotándole el culo con una espátula, o cuando fantaseó con Naruto penetrándola con un pepino y una berenjena en su coño y en su culo respectivamente, o cuando fantaseó con comer sobre el cuerpo desnudo de Deidara, o con Naruto revolviendo el ramen de Ayame con su polla sudorosa o esa... bueno, ya había dado suficientes ejemplos, y mientras más ideas intentaba utilizar para explicar su punto más fantasías llegaban, algunas que había tenido y otras que nunca antes había imaginado y que probablemente aparecerían en sus sueños a partir de ahora.
Teuchi le dedicó una mirada preocupada a su hija, puede que no hubiera seguido la vida ninja como sí lo habían hecho sus padres (Detalle curioso, Teuchi podría haber tenido una relativamente exitosa carrera shinobi, pero su sueño siempre fue tener un restaurante de ramen), pero no era ciego y podía ver que algo estaba afectando gravemente a su hija, y aunque no podía adivinar qué es lo que le afectaba podía hacerse ideas; La primera y más simple: La propia salud de Ayame había mermado por el estrés que había padecido mientras él estaba hospitalizado. La segunda y más improbable: Tenía a un chico en mente, pero su pequeña hija parecía incapaz de entender que un chico tuviera interés en ella, o quizás ella era asexual, lo que explicaría por qué no parecía entender algunos dobles sentidos o comentarios, quizás ahí se iban sus sueños de tener algunos nietos corriendo por el negocio.
— Muchacho —Llamó a Deidara entre susurros, al mismo tiempo que le hacía señas para que se acercara, el rubio se acercó después de terminar de lavar los boles para tener dónde servir el ramen— Tendré que ir a un chequeo médico en unos pocos días, normalmente Ichiraku seguiría abierto, pero creo que podemos tomarnos un día ¿Podrías sacar a Ayame? —Sabía que no muchos se tomarían bien que cerrarán incluso un día, después de todo Ichiraku solo cerraba alrededor de una semana en todo el año, pero creía que era justo— Me preocupa que ella pueda enfermarse por el estrés de las últimas semanas —Admitió.
Claro, su hija no parecía enferma, pero él tampoco lo había parecido antes de tener que ser hospitalizado de emergencia, por lo que preferiría evitar que su única hija pasará por algo así, sí podía evitarlo, sí alguien en la familia debía estar en riesgo de sufrir un infarto por el estrés debía ser él y no su princesa.
— Claro, no veo el problema —Deidara aceptó con un encogimiento de hombros— ¿Creé que disfrutaría una salida a comer? Ya sabe, ser al que atiendan en lugar de quien sirve la comida —Ofreció el rubio con una ceja enarcada mientras su propia mirada se posaba en la castaña.
— Si, quizás —Le dio una palmada en la espalda al rubio dando por terminada la conversación.
Este no era un curioso movimiento por parte de Teuchi intentando juntar a los dos chicos para que sus esperanzas por tener nietos no se marchitaran, pero si había una estrategia detrás: Por un lado, incluso sí Deidara había hecho amistad con Naruto, y gracias a esto había hecho amigos, todos ellos eran de otras naciones y estaba muy seguro de que el chico no había explorado la aldea debidamente, dudaba incluso que supiera de algún lugar que no estuviera relacionado o con Naruto o con restaurantes en estos momentos. Y por otro lado su hija podría relajarse y disfrutar de un día libre más que merecido.
Deidara no admitiría fácilmente que también estaba preocupado por Ayame, no solo la chica era bastante amable y agradable con él, lo que era agradable, pero repentinamente había dejado de mirarlo a la cara y parecía incapaz de conversar con suficiente coherencia cuando hablaba con él, o tener largas conversaciones como tenían antes, dudaba que hubiera notado algo de él que pudiera hacerlo sospechoso (Probablemente con cualquier sospecha ya estaría en el departamento de interrogación), claro, había estado ese incidente donde su toalla se había caído, pero siendo que Deidara había sido parte de clases de artes (Porque sí, Deidara tenía formación formal en artes) dónde habían pintado modelos desnudos, y el propio Deidara había sido el modelo más de una vez, por lo que no sentía vergüenza de la desnudez o de ser visto así, y quizás por esta falta de vergüenza olvidaba que las otras personas sí podían sentir vergüenza de ver a alguien desnudo, así que sí, en la mente de Deidara dicho incidente no tuvo ninguna relevancia.
— No se va a poder —Le avisó Sakura a Naruto fuera de la oficina de Tsunade, aparentemente la excompañera del rubio estaba actuando de secretaria temporal de la Hokage— Lady Tsunade tiene una reunión con Kurenai-sensei, y después tiene una reunión importante con esos chicos de Suna —Naruto no podía adivinar sí el desprecio en el tono de la chica era porque odiaba a los de Suna, algo que no compartía, pero podía entender dada la historia reciente, o sí era por hablar con él— Y después, sí tenemos suerte y estos papeles se secan, hay que terminar con el papeleo —La pena que sentía por Tsunade y por Sakura ante la tediosa tarea casi le hizo arrepentirse de venir.
Tras el incendio provocado por la caída de aquel rayo, y el evidente proceso de usar agua para apagar el incendio, obviamente tuvieron que preocuparse por reparar los daños, limpiar la ceniza, secar los documentos importantes, minimizar los daños que el agua podría hacerle a la estructura y otro sinfín de problemas que debían atenderse para evitar que este terrible incidente pasara a mayores. Aunque, ahora que Naruto lo pensaba más detalladamente se preguntaba qué es lo que había provocado que Sakura estuviera haciendo de secretaría de la Hokage, pero no quería pensar demasiado en ello.
— Bien, bien, les deseo suerte y ojalá esos documentos no se hayan dañado —Deseó de la forma más sincera posible mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar por donde vino, aunque tendría que buscar a dónde ir— Espero que esa pesadilla termine rápido —Suspiró.
— No hables como sí supieras algo de esto, idiota —Le gruñó la de melena rosada mientras le dedicaba una mirada de odio, sí alguna vez habían tenido la oportunidad de tener una relación de amistad, o cuando menos cordial, se había perdido hacía demasiado.
— Sakura, literalmente me he pasado días completando papeleo, sé de lo que habló —Puede que fuera papeleo para poner en marcha los negocios del clan y no tener que depender tan duramente del apoyo del estado, pero entendía demasiado bien el sufrimiento que estaban por pasar.
Cerró los ojos mientras se alejaba, necesitaba concentrarse en lo que veía a través del rinnegan ahora que había tanta distancia entre ellos, es lo que la distancia extrema le hacía a su visión compartida, la volvía... borrosa, a falta de una palabra mejor, como si estuviera mirando algo durante minutos, pero su cerebro se negará a procesarlo o estuviera viento un cuadro con una imagen oculta y no pudiera ver lo que se escondía, la imagen estaba ahí, en un rincón de su mente, pero incapaz de ver el cuadro entero, era frustrante por decir lo de menos, y la imagen que recibió mientras se recargaba contra un poste de la calle fue una bastante simple: Una casa, una de seguridad si Naruto debía apostar, el bosque que rodeaba la casa estaba rodeado por campanillas que deberían ser una trampa para atrapar intrusos (Técnicamente era funcional, pero debido a que estaban hechas de metal podía notarlas con que les diera un poco de luz, por lo que creía que no era tan imposible pasar), y desde que habían entrado no parecía pasar nada. Odiaba lo que tendría que hacer, pero por algo eligió al camino animal para esta tarea, dio la orden de invocar animales pequeños que siguieran con el espionaje, pero se presentó el segundo problema de tener tanta distancia entre él y sus clones, sus órdenes se volvían menos claras, también era cierto que casi siempre eran órdenes para el camino animal, cuyas habilidades eran un poco más complejas en la práctica, incluso la orden de deshacerse podría confundirse por cualquier otro camino, lo único que evitaba estar nervioso al hacerlo era que no había otros clones que pudieran interceptar la orden.
Un ejemplo de esto último es que, incluso cuando sabía que su orden fue recibida gracias a los nuevos puntos de visión, no sabía qué invocaciones había utilizado, y precisamente por eso deshizo el camino animal (No sin que este pusiera un sello del hiraishin antes), porque incluso sí no toda la información la recibían al mismo tiempo gracias a la gran distancia entre ellos, seguía recibiendo toda la información cuando el clon se disipara, lo que le permitió descubrir que los animales que había invocado eran cuatro; Un gorrión, una ardilla, un camaleón y una serpiente, tan pequeños que no podrían distinguirlos de los animales normales a menos que les vieran los ojos. Envió a tres de sus invocaciones a rodear la casa, el gorrión lo informaría desde el cielo, la ardilla desde los árboles y la serpiente desde el suelo, pero dejó que el camaleón entrará en la casa para ver si podía obtener más información a partir de ahí, la única razón por la que permitía que su camaleón avanzara era porque podía hacerse invisible, de lo contrario se conformaría con obtener la información del exterior.
— Ahora solo puedo esperar ¿Tal vez debería investigar un poco sobre arte? Si quiero incursionar en eso debería intentarlo —Seguía sin encontrar un hobbie que no fuera peligroso, bien podría intentar el arte.
Sakura gruñó mientras le dedicaba una última mirada al Uzumaki, ella no podía recordar cuándo su relación con quien fue su compañero se volvió tan escabrosa, porque podía recordar que hubo una época en la que incluso sí su relación era agresiva hacía él, y no lo respetaba particularmente, podía recordar que hubo una época en la que había cualidades que había admirado. Ella no lo sabía, pero había sido, casi con certeza, alrededor de la aparición del rinnegan. No solo había sido un shock de todo lo ocurrido, la falta de explicaciones, el secretismo, y que realmente nunca había perdonado del todo a Naruto por la falsa muerte de Sasuke. Se había aferrado con más desesperación a la constante en su vida que era que Sasuke Uchiha era el mejor para que el shock no la superará. Todo esto se vio potenciado por la separación del equipo, no solo había vuelto más desesperado su deseo y necesidad de estar con Sasuke, sino que seguiría culpando a Naruto por ello, y ya que sus problemas nunca fueron del todo tratados, después de todo Anko había estado más interesada en intentar lograr nivelar el terreno de juego que compartía la Haruno con sus compañeros. Que Naruto pusiera límites para con ella tampoco ayudo, incluso cuando fue una decisión sana e inteligente, como una niña mimada a la que nunca le negaron nada y repentinamente obtenían un inamovible no, la hacía sentir que la insultaba y le faltaba al respeto.
Aunque a la pelirrosada no le importaba la posibilidad de recuperar una relación medianamente sana con su compañero de equipo, en realidad cuando pensaba en aquella época se sentía avergonzada, avergonzada por haber admirado al Uzumaki en algo, aunque fuera en lo más mínimo. Ella seguía pensando en que Sasuke era muy superior y estaba completamente segura de qué si los dos se enfrentarán sería el Uchiha quien saldría victorioso (Ella seguiría con este pensamiento incluso sí hubiera visto el lamentable combate entre los dos hacía semanas), también era incapaz de entender las gentilezas que el Uchiha tenía con el Uzumaki, tampoco era capaz de entender que esas no eran gentilezas sino la sumisión por parte de un hombre rendido y humillado. Pero ella pensaba ser la mejor de las mujeres de Sasuke, de sus hermanas (Como se había jurado que vería a las otras prometidas del chico) e iluminaría al Uchiha para que comprendiera que este era superior no solo a Naruto, sino al resto del mundo, por eso había aceptado un puesto temporal como secretaria de Lady Tsunade en un extra con sus lecciones como ninja médico para acercarse a ella y poder obtener información, y quizás incluso el acceso, al pergamino de jutsus prohibidos para entregárselo a Sasuke, si la suerte le favorecía, y Tsunade tenía buen gusto, podría lograr que Tsunade se volviera otra de las prometidas de Sasuke.
Viendo a Kurenai salir de la oficina de Tsunade supo que la reunión que ellas tenían ya había acabado, aunque se preguntaba internamente sí la reunión que tendría con los chicos de Suna seguiría según lo planeado o se aplazaría para resolver las cosas que tuvieron que aplazarse por el incendio, pero con un encogimiento de hombros decidió ignorar esa línea de pensamientos. Habiendo cambiado de tema se preguntó brevemente cuál habría sido el motivo de la reunión de la maestra del genjutsu, cuando estaba por acercarse a los chicos de Suna para decirles qué su cita quizás se vería comprometida por el incidente y que deberían volver mañana, o quizás nunca, escuchó la voz de Tsunade.
— Sakura, haz pasar a los chicos de Suna —Ordenó, lo suficientemente alto como para que ella, que estaba en el umbral de la puerta de su oficina pudiera escucharla, pero no los que estaban en el exterior, Sakura frunció levemente el ceño antes de acercarse— ¿Ocurre algo? —Tsunade le cuestionó cuando notó que se había acercado, en realidad ella había notado el acercamiento desde el principio, solamente consideró ahorrar energía hasta que su alumna estuviera frente a su escritorio.
— ¿Es necesario realmente tener una reunión con ellos, lady Tsunade? ¿O dejarlos entrar a la aldea? —Cuestionó intentando hacer entender a su maestra. Sakura no odiaba activamente a la gente extranjera, odiaba a todo aquel que hiciera que Sasuke pareciera inferior, y Gaara lograba ello.
— Por supuesto que sí, nuestros acuerdos tienen que quedar totalmente claros si queremos mantener la alianza —Tsunade no era tonta, podía entender perfectamente que había gente, desde los bajos hasta los altos mandos, que estaría renuente a aceptar a Suna de nuevo— Y pese a que ellos mismos no son altos funcionarios, son lo más cercano que hay a embajadores por parte del desierto y son los que tendrán que atender a nuestros shinobis cuando vayan allá, creo que es obvio que quiero que nuestros compañeros tengan un trato ejemplar en otra aldea —Intentó explicar ella a su alumna el por qué la cita era solo con Gaara y Kankuro, aunque esa excusa y explicación solo funcionaba parcialmente.
— ¿Y por qué mantener un acuerdo con ellos? —Cuestionó mientras levantaba un poco más la voz— Después de todo ¿Qué podríamos ganar de asociarnos con ellos? —Cuestionó más fuertemente.
— Sakura, solo lo diré una vez —La seriedad y firmeza repentina que adoptó Tsunade le advirtió a la Haruno que había tocado un tema que cruzaba la línea— La alianza, y todo lo que implica, seguirá en pie, ellos podrán recuperar algo de su economía, para que no se encuentren tan desesperados, y nosotros obtendremos grandes ganancias, los intereses son muy altos para ellos, por decirlo de algún modo, tenemos acuerdos comerciales y matrimoniales firmados, no vamos a dar marcha atrás —Explicó con seriedad, mirada vedada que le advertía que no aceptaría más reclamos.
Oh, eso Sakura lo entendía, pero no soportaba un recordatorio de que Sasuke no era perfecto, Konoha ayudaría a reconstruir sus minas y le dejaría usar sus rutas de comercio, aparte de ampliar el comercio entre ambas aldeas, incluso darían soporte para mantener sus escasas granjas, y a cambio Konoha recogería muchas ganancias: No solo obtendrían muestras de muchas de sus plantas (Tanto para crear antídotos como para crear venenos), algunos planos de mecanismos también serían compartidos (La ingeniería era de las pocas cosas que ponían a Suna en el mapa), y además de eso les tendrían que pagar una multa, ya sea con gemas, telas y otro gran número de semejantes, sin contar con la posibilidad de obtener descuentos en esos comercios. Si bien en el momento, y en la situación de Suna, podría parecer que el acuerdo era perfectamente equitativo y justo, desde la posición de Konoha era obtener muchos beneficios, casi se podría decir que estaban estafando a la otra aldea permitiéndoles sobrevivir mientras que Konoha seguiría desarrollándose. Aunque lo que Sakura no sabía era que había acuerdos matrimoniales.
— ¿Acuerdos matrimoniales? —Un escalofrío recorrió la columna de Sakura, un miedo difícil de describir llenó su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos.
— Si, acuerdos matrimoniales, dos compromisos para cooperar con nuestro sistema de restauración de clanes, una prometida para Sasuke Uchiha y otra para Naruto Uzumaki —Sakura tembló, sintiendo las piernas temblarle de una forma como pocas veces le había pasado— Igual que nuestra alianza con Kumo —Añadió la rubia como un pensamiento tardío.
— ¿Igual que Kumo? —Puede que Sakura no odiará activamente a cualquier extranjero, pero ciertamente le tenía mucha menos confianza que a las chicas locales, además, no podía ignorar que era menos hermosa que algunas de esas chicas, como Temari o Samui.
— Si, ahora haz pasar a los de Suna, ahora —Ordenó con fuerza.
Naruto empezaba a creer que todo esto que estaba ocurriendo con la misteriosa pintora y el incendio en la torre Hokage no valía la pena más allá de que le servía como una excusa para evitar a Haku tras el incidente de la noche anterior, había perdido un tiempo en la tienda de arte (Donde quizás la pintura le había llamado más la atención en un principio), al enterarse que la música era un arte fue a una tienda de música dónde consideró que quizás podría hacer eso como hobbie, pero esto tenía un límite en cuando a cuánto tiempo podría permitirse escapar de su problema, durante todo el día no había pasado, literalmente, nada fuera a la casa de seguridad, y en el interior la chica, que ahora sabía que se llamaba Yakumo Kurama, se había dedicado a pintar (Lo que reavivó un poco su interés por ese arte), y más allá de que algunas de sus pinturas eran morbosas y siniestras (Una de ellas era Kurenai siendo atravesada por un haz de luz era particularmente preocupante sí resultaba que los eventos sí estaban relacionados), pero tampoco era interesante, incluso había considerado ir a liberar estrés teniendo sexo con alguna mujer (No tenía claro con quién, pero siempre podría buscar a Tsunade, quizás incluso podría ir de nuevo con Tsume o Hana), pero dado que quería estar listo en caso de que ocurriera algo tampoco lo hizo, lo que lo tenía aquí ahora, en medio del bosque leyendo sobre arquitectura, que no le interesaba, porque tenía una reunión sobre eso en una semana. Se preguntó momentáneamente qué estarían haciendo Haku y Temari, y sí está última ya le habría contado lo ocurrido a Gaara y sí este le estaría buscando para matarlo, la verdad es que el rubio de Konoha no lo culparía.
Shukaku no estaba seguro de lo que sentía en estos momentos, odiaba profundamente cada segundo en el territorio de Kurama (A él le importaba poco y nada los límites geográficos de las naciones y no pensaba utilizarlos), especialmente cuando, tras su constante exposición al barco de su hermano mayor, notó que lo que en un inició confundió con su imaginación era verdad: El barco de su hermano había absorbido parte de su chakra durante su combate, no lo suficiente para que ninguno de los involucrados se viera afectado, pero sí lo suficiente como para qué Shukaku lo notará y para que no fuera simple chakra para el Uzumaki. Una parte del tanuki de arena le sorprendía que Kurama no hubiera purgado los remanentes de su chakra dentro de su barco en el acto, otra parte de él asumía que era por el rinnegan, que quizás eso, en algún aspecto, impedía que el zorro lo purgara. Pero en todo esto había algo positivo, o algo parecido, creía él, porque innegablemente sentía placer a través de la situación en la que Gaara se encontraba en estos momentos:
Todo empezó mientras Gaara y Kankuro estaban conversando con Tsunade sobre los acuerdos previos, Shukaku no estaba prestando atención a eso, cuando la rubia de inmensos melones levantó un dedo sobre sus labios y comenzó el problema, antes de que el propio Shukaku pudiera hacer algo para interferir en el genjutsu sintió como sí su cuerpo se derritiera, convertido en un charco de arena sin forma, apenas capaz de mantener su propia consciencia, y si el biju se volvía incapaz de oponer resistencia su jinchuriki tendría incluso menos posibilidades (Una marca distintiva del sello que usaban en Suna para que sus jinchuriki pudieran ser controlados o puestos bajo control de genjutsu para darle a los altos mandos una idea de control, aunque esto a su vez reducía el control que tenía el jinchuriki sobre el biju, al punto de que la voz del biju era casi imposible de ignorar para el jinchuriki, y, a su vez, facilitaba que el propio biju cayera en un genjutsu, aunque este era un secreto que solo conocían los altos funcionarios de Suna), Shukaku no podía escuchar las palabras de Tsunade realmente, se sentía como ruido blanco o estática, pero aún podía ver.
— Escucharán mis órdenes y las seguirán al pie de la letra, las harán suyas y jamás las pondrán en duda, estás sugerencias las volverán sus propias ideas, ahora, repitan después de mi —Es cierto que Tsunade ya había hecho preparativos con los altos funcionarios que vinieron, pero no se arriesgaría cuando cabía la posibilidad de que estos dos terminarán ocupando cargos importantes en su aldea— No se interpondrán en los compromisos matrimoniales que tiene Konoha con ninguna aldea extranjera, mucho menos con la suya —El par de hermanos asintieron lentamente, sus ojos se habían vuelto vidriosos desde el principio y ahora solo repetían cuál zombis las palabras.
Esta era una razón por la que no había podido retrasar más esta reunión, sí quería acelerar el proceso de lavado cerebral que usaba lo mejor era usar algo como catalizador, uno a la que la persona pudiera exponerse naturalmente para que el genjutsu se grabara mejor en sus mentes, en los dos casos estaba utilizando uno muy simple, el atardecer, cada vez que vieran el atardecer este genjutsu se reafirmaría dentro de sus mentes, normalmente se daría su tiempo, o lo haría con té, o incluso pasando las páginas de un libro, pero no estaba segura de tener suficiente tiempo.
— No importará sí el acuerdo matrimonial es cancelado por ambas partes, ustedes buscarán apoyar que las mujeres del acuerdo queden preñadas por alguno de los hombres que están sometidos a la restauración de clanes —Ellos asintieron una vez más, lo único que evitó que les fallaran las piernas y cayeran al suelo y se liberarán del genjutsu era que habían caído sobre un sillón.
Claro que Tsunade tenía predilección por Naruto, si por ella fuera haría que ambas chicas fueran preñadas por el Uzumaki, pero políticamente hablando no tenía ninguna relevancia y la única razón por la que ahora estaba dejando que ese favoritismo saliera a la luz era su desesperación por ella misma ser usada así, para este punto cualquier cosa que le recordará a Naruto la pondría caliente y ya casi nada parecía ser capaz de apagar su necesidad se estaba volviendo imposible que no estuviera en la cima de su mente casi constantemente.
— No les importará incluso sí se las follaran en su cara, en realidad, eso les alegrará porque significará que ambas aldeas estrecharán sus lazos —No estaría haciendo esta pequeña clausula si no fueran los hermanos de una de las prometidas, lo que a su vez le dio otra idea, más de ella desahogando sus necesidades, frustraciones y deseos en estás sesiones— Incluso sí se volvieran novios o esposos de alguna de las mujeres que fueron elegidas para este acuerdo, en el caso de que los compromisos se rompieran, estarán dispuestos a que estas se acuesten y tengan hijos de alguno de los dos hombres sometidos al programa de restauración de clanes —Bien, eso ya era un poco más innecesario, pero no le importaba a Tsunade, ambos chicos volvieron a asentir suavemente, cual zombis.
Aquí, quizás, ya estaba extendiendo su deseo de hacerle algo semejante a Jiraiya con estos jóvenes, o quizás estaba cubriendo flancos, en su estado de necesidad y deseo era un poco confuso cuál de los motivos la estaban motivando, lo único que le importaba era terminar con esto para pasar a algo un poco más satisfactorio para ella.
— En realidad lo disfrutarán, se quedarán allí para asegurar que estos hombres preñen a estás mujeres sí se casan con alguna de ellas —Cada vez se volvía más innecesario y más por su propia satisfacción, pero no podría importarle menos— No les importará ser unos cornudos dominados. Si forman una relación sentimental con estás mujeres desearán que les pongan los cuernos con alguno de estos hombres, los incitarán a ambos —Sonrió suavemente mientras se hundía en su propia fantasía— Buscarán estar presentes todas las veces que ellos dos mantengan relaciones sexuales hasta que sepan que están preñadas, no les importará cuántas veces ellos las preñen estás reglas seguirán, y recuerden, estos hombres les estarán haciendo un favor a ustedes al follar a estás mujeres si son sus novias, esposas, amigas o hermanas —Oh, para este punto era totalmente innecesario, nada más que sus propios deseos y perversiones, pero no le importaba— Ahora que han aceptado tan bien las órdenes dadas merecen una recompensa, así que quítense la ropa —Ahora la propia recompensa de Tsunade por un trabajo bien hecho, aunque dudaba igualmente que aminorará sus necesidades, el día siguiente trataría con las chicas de Suna y necesitaría toda su concentración para que incluso sí dejaba que sus deseos la sobrepasarán no usaría el nombre de ninguno de los dos chicos.
Naruto no volvió a su casa hasta que la luna estaba puesta, parecía que nada más pasaría este día, la única razón por la que dejaría las invocaciones allí era que no se detendría hasta que obtuviera algo de información relevante, ya sea por parte de sus invocaciones o por Tsunade, y siendo que los últimos encuentros con Tsunade habían terminado en sexo quizás debería evitarla un tiempo más si quería poder hacer algo con todo el asunto de Yakumo. Sabía que había escuchado antes ese apellido, y si bien podría ser que fuera de alguno de sus antiguos compañeros de la academia estaba seguro de que había sido en tiempos más recientes, así que entró a su estudio y agarró los archivos que tenía, por infinidad de razones los diversos líderes de clanes, o miembros de este, se habían puesto en contacto con él; Por matrimonios que tendría con miembros de su clan como lo eran los Hyuga y los Inuzuka, su aporte a lo que el clan Uzumaki estaría funcionando como los Aburame y su información sobre las marionetas, los negocios en los que tendrían compañerismo que serían los Akimichi y los Nara, o sus propias experiencias en territorio enemigo.
Y, tras varios minutos buscando encontró los nombres que buscaba, Iguro Kurama había sido uno de los únicos supervivientes de un escuadrón de investigación que había sido enviado a Kiri durante la guerra anterior, porque sí bien sus padres habían sido las grandes estrellas contra Iwa y Kumo, también había habido otras grandes estrellas en sus batallas contra cada nación, y del mismo modo hubo demasiados que no la contaron o lo hicieron por pura suerte, Iguro era parte de este último grupo. El hombre había logrado escapar cruzando el país hasta donde se encontraba un campamento de Konoha, Iguro había tenido la amabilidad de dibujar lo que recordaba de su tiempo en Kiri para facilitar el trabajo arquitectónico que tendría que hacer el clan Uzumaki a cambio de un cierto apoyo a futuro (No especificado por el líder del clan). Naruto no sabía cuál era la especialidad del clan, ni siquiera los había visto en puestos del concejo, pero al menos esto debería darle un pequeño extra, o al menos una pauta sobre lo que estaba pasando.
— Creo que tenemos que hablar —La voz de Haku sonó detrás de él, y Naruto maldijo entre dientes, claro que se le había acabado el tiempo escapando de una conversación incomoda, podría usar el hiraishin, pero eso ya haría demasiado descarado que la estaba evitando.
— ¿De qué tenemos que hablar? ¿Ocurrió algo? —Pero Naruto tenía una última carta debajo de la manga, hacerse el tonto y fingir que esto jamás paso, sus posibilidades de que funcionara eran demasiado bajas, pero no perdería la esperanza.
— Lo que ocurrió ayer... —Y tal como temía Naruto, Haku no iba a dejar que esta conversación no se diera, el rubio soltó un pesado suspiro antes de girarse con la cabeza gacha.
— Esta bien, lo siento —La interrumpió porque no quería escuchar el regaño— Sé que no debí andar semidesnudo por la casa y que no debo ser tan poco considerado con los demás —Fue directo al punto, o lo que creía que era el punto— Y que debí utilizar el hiraishin para ir a mi habitación si iba a estar así en mi estudio, aunque el hacer desaparecer mi ropa fue un accidente, prometo no volver a hacerlo —Solo cuando terminó de disculparse se permitió subir la mirada y notó que Haku no lo miraba enfadada, en realidad parecía confusa y tenía la cabeza ligeramente ladeada.
— No tienes por qué disculparte —Aseguró Haku lentamente mientras lo miraba a la cara— Es tu casa, mientras no dañes a nadie puedes hacer lo que quieras, sí quieres andar así por la casa no veo por qué no podrías hacerlo —La chica de hielo parecía estar eligiendo cuidadosamente sus palabras, lo que hasta cierto punto lo ponía nervioso al Uzumaki— De lo único que podría enojarme sería cuando hiciste desaparecer tu ropa, pero eso fue un accidente en un intento de que nada pasara a mayores —Se encogió de hombros levemente, el recuerdo de lo ocurrido fue suficiente para volver a ruborizar al rubio— Si hubiéramos tenido una forma de que te avisará antes que traería a Temari por algo que se le olvidó algo podría ser culpa de los dos, pero no tienes por qué culparte —Naruto seguía sin entender entonces por qué hablaba tan lento y con tanto cuidado.
— ¿Entonces de qué querías hablar? —Si lo ocurrido el día anterior no era el problema entonces él no podía entender cuál era el problema.
— Ah, no, precisamente de eso quería hablar —El jinchuriki no pudo evitar ladear la cabeza con confusión, lo que le dio una mayor semejanza con un zorro— Esperé que vinieras, te disculparas, yo te diría que no había problema, pero me evitaste todo el día y se volvió claro que si no hablaba de esto ahora esto crecería hasta ser un verdadero problema —Aclaró ella con un simple encogimiento de hombros.
— ¿Entonces no estás molesta por lo de ayer? —Solo eso le importaba, aunque la posibilidad de seguir andando cómodo en su casa era ciertamente agradable.
— Por supuesto que no, fue algo vergonzoso, pero no estoy molesta —Aseguró con una sonrisa amable mientras negaba suavemente con la cabeza, justo antes de que su expresión se volviera un poco divertida— Además —Volvió a empezar con una pequeña sonrisa divertida— ¿Si recuerdas que estamos comprometidos, cierto? Tarde o temprano haremos más que vernos desnudos —Le recordó con amabilidad mientras daba leves y cortas palmadas contra el hombro del rubio.
— Cierto —O, claro que Naruto no lo había olvidado, especialmente con el recordatorio de que tenía que buscar otra prometida nacional antes de que acabarán sus vacaciones, o que sí retiraba el compromiso Haku entraría en el programa de restauración— Pero parece algo lejano —Prefirió decir, aunque, considerando que había tenido sexo con Karui, Hinata y Hana quizás estaba siendo un poco hipócrita.
— Especialmente porque no hemos pasado tiempo como pareja —Y eso hizo que Naruto se sintiera culpable otra vez— Y no sé si realmente me ves como mujer —Esa era la propia inseguridad de Haku, sabía que era lo suficientemente andrógina para hacerse pasar por cualquiera de los dos sexos, pero también era un problema ahora que estaba queriendo formar una relación funcional.
— ¡Claro que lo hago! —Aseguró mientras negaba tanto con la cabeza como haciendo gestos con las manos, como que la primera vez que la vio había creído que era una chica en lugar de un chico— Y también tengo que disculparme por lo primero, no sé me ocurre que podemos hacer para una cita —Normalmente, además de salir a comer o de compras, dejaba que las chicas eligieran lo que querían hacer, ahora que su vida era entrenar y obligaciones no tenía el tiempo para planear una cita romántica tanto como le gustaría.
— No te culpo por eso, yo tampoco tengo idea de cómo tener una cita —Haku llevaba teniendo el mismo estilo de vida de Naruto solo que desde hacía más tiempo, sí alguien lo tendría interiorizado era ella— En realidad creo que lo más cercano a citas que tenemos es entrenar juntos —Lo peor es que la idea no le desagradaba, eso es lo que ella podía imaginar como una cita, lo que quizás era triste, pero seguía siendo tiempo que pasaban ellos dos juntos.
— Igual —Lo único que evitaba que esas fueran sus citas con sus prometidas es que, dentro de lo que cabe, tenía una idea de lo que les gustaba a ellas, quizás Haku también debería buscar un pasatiempo— ¿Deberíamos tomar un día y simplemente salir a ver que hacemos y ver si es lo nuestro? —Ofreció con una sonrisa nerviosa— Aunque sea en otro día, estoy intentando averiguar algo sobre el incendio que ocurrió hoy —Añadió cuando se dio cuenta de que necesitaría un tiempo para ver qué estaba pasando en la aldea.
— Está bien —Aseguró Haku con una suave sonrisa— Igual yo quería esperar un poco, una sorpresa con la que asegurarme de que si me veas como mujer —Aseguró con una sonrisa traviesa antes de irse y dejar con el rostro sonrojado al rubio.
— ¿Por qué imagino que eso acabará con nosotros dos...? —No era seguro a quién iba dirigida esa pregunta, después de todo estaba solo en la habitación ahora, pero recibió una respuesta por parte del zorro.
— Quizás porque no fue sutil? La única forma de dejarlo más claro era sí te lo dijera en la cara —Le gruñó de forma que Naruto sabía que sí estuviera frente a él le habría escupido en la cara— Cuando creo que tienes algo más que rábanos en el cerebro me demuestras lo contrario —Aparentemente le había gustado ese insulto, fantástico.
Viendo que no avanzaría mucho más en lo que quedaba del día, fue a su habitación decidido a dormir hasta tarde después de pasarse todo el día escapando de un problema que no era para tanto. Dejó a sus invocaciones observando, con la única novedad de que movió a su camaleón fuera de la habitación, porque no quería espiar a la chica mientras se cambiaba, sino que ya tenía al gorrión vigilando la ventana y sería más útil vigilar todas las entradas. Usar a sus invocaciones de esta forma no era lo mejor, después de todo no podría controlar ni dirigir a los animales ni a esta distancia ni mientras dormía, todo se reduciría a que su visión, lo que las invocaciones veía, se sintiera como un sueño bastante realista, no serviría de nada más que para observar, ni siquiera creía que pudiera reaccionar lo suficientemente rápido si ocurría algo, pero era mejor que quedarse sin hacer nada durante toda la noche, o al menos así lo sentía él. Naruto no lo sabía, pero la distancia entre él y sus invocaciones le había protegido del poderoso genjutsu en el que Yakumo había intentado meter a su espía incluso cuando no podía verlo, ¿La razón? Ya que la conexión de información era más débil y frágil el chakra que transmitía el genjutsu no lograba llegar a la mente detrás.
Tal como aseguró durmió hasta tarde, porque su cuerpo podría estar totalmente descansado, pero su mente no descansaría igual gracias a haber dejado a las invocaciones para ver lo que ocurría, desgraciadamente, o afortunadamente, no parecía que hubiera pasado nada durante la noche que mereciera su atención, o nada en realidad, tanto que considero que, quizás, todo había sido un gran cumulo de coincidencias y estaba dejando que su aburrimiento por las vacaciones tomara el control de él, pero tras vestirse después de una relajante ducha, es que ocurrió algo: Uno de los vigilantes de la casa segura se quedó repentinamente quieto y comenzó a gritar y retorcerse, a su lado pasó corriendo un shinobi, y solo le quedaba una suposición, genjutsu.
— Maldita sea, al fin ocurrió algo —Celebró por un instante antes de darse cuenta de dos cosas: La primera, no era muy amable de su parte emocionarse y celebrar por los posibles peligros en los que estaba Yakumo. Y la segunda, que debería darse prisa porque su sello del hiraishin estaba bastante más atrás que sus invocaciones, por lo que desapareció en un parpadeo.
— ¿¡Naruto?! —Gruñó Kiba a su derecha nada más apareció— ¿Qué haces aquí? ¿Y cómo llegaste aquí? —Le cuestionó con más enfado de lo que normalmente mostraba el castaño al ver a su amigo.
— Algo ocurrió en la casa de seguridad, vine a ayudar —Explicó tan rápido como pudo mientras corría al lado del resto del grupo, Sakura, Hinata, Kiba, Shino y Guy-sensei— Solo sé que la chica parece estar involucrada en el incendio de la torre Hokage, pero no tengo todos los detalles —Esperaba que ellos ya tuvieran esta información o podría haber empeorado la situación significativamente.
— ¡Estás de vacaciones! —Le chilló Sakura mientras seguían avanzando, eh, era la primera "misión" que tenían juntos desde que el equipo se separó.
— Jajaja —Se río el mentor mientras seguía corriendo, una sonrisa que mostraba todos los dientes blancos y brillantes en su rostro— ¡Puedo empatizar fuertemente contigo Naruto! ¡No puedo quedarme quieto o sin hacer nada cuando debo tomarme un descanso, mis llamas de la juventud arden con mayor fuerza cuando debo descansar! —Si no creyera que la situación era apremiante Naruto podría permitirse sentirse horrorizado por la declaración del hombre en spandex verde— Como líder de este equipo lo permito, toda la ayuda que podamos recibir es bien recibida, pongan al día a Naruto con la situación —Proclamó.
En mi defensa diré que el primer capítulo, y el primer día, de lo que ocurre con el clan Kurama es literalmente que nos presenten a Yakumo, nos dicen que Kurenai dejó al equipo, Naruto se infiltra en la casa de seguridad, y nos dejan con más preguntas que respuestas. Además, es uno de esos casos en los que los eventos no son a gran escala, no es como la invasión a Konoha o la reunión de los sannin, ocurren otras cosas al mismo tiempo en la aldea, pero mientras avancemos más en este pequeño arco más nos centraremos en el asunto del clan Kurama, que creo que es un arco que podría tener listo en dos capítulos sí lo hiperconcentro, pero quiero dejarle tener naturalidad, que se sienta orgánico, creo que este arco podría durar a lo sumo otros dos capítulos, quizás tres dependiendo de si pongo más eventos en medio.
