Y aquí un nuevo capítulo, la verdad me retrasé un poco en esto (No sé cuándo saque el último, pero en general me lo tome tranquilo con este capítulo en un intento de superar un bloqueo de escritor), este debería ser el último capítulo de consecuencias antes de pasar a los capítulos del time skip, que dependiendo de cómo lo haga podrían ser dos o tres, quizás más, pero depende, una opción es que sea solo un recuento de los hechos ocurridos en esos tres años, por lo que podría llegar a ser incluso un solo capítulo sí lo hago bien en ese caso, o momentos episodicos de lo que ocurre en esos tres años.
Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;
Samuel Santillan; Todos quieren pensar que están más tranquilos de lo que realmente están, Konoha podría recordar este día como uno de los más estresantes en su historia reciente, todos quieren estar relajados.
Naruto tiene pensado escapar antes de que empiecen a escucharse los gritos, seguirá trabajando para que salga bien, pero no quiere escuchar los gritos. Naruto y Fuu se conocieron, se miraron, y dijeron: ¿Mejores amigos?, se llevan bien fácilmente. Los tres del sonido son los culpables de cualquier cana prematura que tenga Naruto, y nadie podrá bajarlo de ese tren. Este capítulo será dónde intentaremos descubrir sí eso es si quiera posible.
Minato Namikaze sigue revolviendo las olas incluso cuando ya está muerto, ambas aldeas piensan tener cuidado sobre esta información a futuro, porque tienes razón, Minato tenía todo el potencial de ser uno de los más fuertes en la historia shinobi, pero murió demasiado joven para eso.
Dos cosas, intentará reclutarlo para obtener información y alguien con potencial, y en segundo se enfadará, sí bien Obito amaba y ama a Rin tuvo un fuerte crush con Kushina por un tiempo, lo suficiente para ser parte de sus fantasías igual que Rin.
ZombieXD; Me alegro de que te haya gustado, Tsunade, y otros, creen que es mejor que sea con esto en lugar de un ataque de ira terrorista, pero Naruto se especializa en guardarse todo para él, quizás lo que haga será negar que tiene esa información hasta que deba confrontarla.
Todos consideran las reuniones como algo agotador, simplemente que, como nos centramos en ellos, es más fácil para nosotros notar el dolor de cabeza que son, pero incluso el menos afectado las considera una molestia de pérdida de tiempo o que significa más trabajo para ellos.
Tienes razón, suponiendo que le hubiera contado, la verdad es que en este momento Minato está tan desconcertado como el propio Naruto, él solo recuerda haber despertado desnudo a un lado del baño termal, creyó que se había hecho una paja en lugar de ser violado, cuando Kushina se enteré de todo esto sí que tendrán una seria discusión, especialmente porque Minato buscará esconderse hasta que a la pelirroja se le pase el enojo, no duda de que ella pueda volver a matarlo.
Nadie les supo dar las noticias a los hermanos Namikaze y ahora tienen problemas para comprender como se sienten, porque ambos hermanos están emocionalmente estreñidos y no quieren pensar en cómo los hace sentir. 1) Naruto vio que vendían muchas parecidas solo que con diferentes animales y viendo cómo funcionaban las citas con sus prometidas, o para darle dinero a las mismas, decidió comprar un paquete con varias (Esto fue una excusa que se dijo a sí mismo porque quería la colección) de ahí vinieron las de la babosa y la serpiente. 2) Esa siempre está con Naruto, es la única que no le da a nadie, es suya y especial, lo más cercano que estará a darla a alguien es darle a su primogénito y a Konohamaru sus propios monederos de rana, pero esa la guarda celosamente.
... Mira, no puedo prometerte nada, pero sí te diré que Sakura será una amenaza en el futuro, y sí, la Ope Ope es una fruta de operaciones, una fruta para un médico, que Law sea un rarito que decidió además ser pirata es otra cosa, pero sí, es una de las paramecias más OP, en mi opinión está al nivel de OP de la Gura Gura, solo que por motivos diferentes.
Sakura realmente tiene en un muy mal punto de vista a Naruto al punto en que no puede aceptar que haga algo bien, o pueda dominar una rama shinobi que no sea excepcionalmente fácil, por lo mismo es que cree que el fuinjutsu es excepcionalmente fácil, eso sumado a su propia creencia de ser superior o una prodigio es que supone que lo logrará rápido. Naruto no es un maestro, no sé sí expliqué lo que se considera un maestro de sellos aquí en este capítulo o en el anterior, pero Naruto no lo es, tiene talento, definir el título no lo tiene claro, lo que Naruto hizo con el hiraishin, y la razón por la que Jiraiya lo consideraba peligroso en manos erradas, es que lo que Naruto hizo fue cambiar el usuario de un código, mientras que Minato reestructuró el sello de Tobirama quitando cosas que podían cambiarse por cosas mejores, Naruto sin lugar a dudas crecerá mucho como usuario de fuinjutsu en esto, después de todo él sí ha llegado al punto de maestro, eso es otra cosa que le jugará en contra, aunque según Naruto el fuinjutsu es bastante autoexplicativo, Sakura se niega a trabajar con Orochimaru aún, ella comparte el pensamiento general de que es un pervertido que le mete mano a los chicos a su cargo.
Como un detalle totalmente curioso es que, sí bien sí había decidido el apodo que usaría Sakura no tenía pensado que imitará la apariencia, pero ahora me estoy quedando con eso, y de momento no parece el fem Law porque Sakura intenta hacerse pasar por chico.
Kimimaro es raro y le provoca migrañas al kyubi, y él no puede tener migrañas según él. Sasuke, pese a que tuvo mucho que ver en su comportamiento resulta que no la traumó tanto, la mayor parte del trauma vino del rey del infierno y de haber sido atrapada por Konoha, Tayuya se lo está tomando tan bien como puede.
Normalmente intentó tomar pequeñas partes del arco para hacerlo en un solo capítulo, pero con ese, incluso sí agarró totalmente los capítulos son un poco sosos para un fanfic (Especialmente uno en el que no cambias la fruta de Luffy, o uno en el que haya lemon en esa parte), yo mismo no estoy seguro de sí es algo que ya habíamos logrado antes, pero ahora lo noté.
CCSakuraforever; Me alegro de que te haya gustado, y eso que nos perdimos parte de la reunión porque Naruto terminó desconectándose de la conversación, incluso sí el jinchuriki como tal no sabe lo que es el rinnegan los biju sí que lo saben y se los harán saber.
Naruto suponía que debería sentirse mucho menos tranquilo con lo que iba a hacer, ya sabes, modificar las mentes de tres personas de forma más o menos permanente, lo que seguramente era muy poco ético en demasiados niveles y que debería de sentirse como una horrible persona por hacerlo, pero no, no podía encontrar en sí mismo el sentirse mal por esto, diablos, ni siquiera quería usar el argumento (O excusa, llámalo como quieras) de que solo lo hacía porque tenía un trato con el biju, era porque sabía que no podría aguantar esto eternamente: Claro, podría darle tiempo a Kin para acostumbrarse a él y que se le pasaran los traumas (Pero se iría durante años volviendo una vez al mes, no creía que pudieran conocerse tanto como para poder lograr algo), y claro, Tayuya era normal y podía tolerar esto, incluso podía desarrollarse solo, autonomía y esas cosas que el abuelo Hokage insistía en enseñarle de niño, pero que en retrospectiva era negligencia. Y no quiere ni pensar en Kimimaro, ese tipo lo enloquecería sí mantenía su pensamiento mucho tiempo (Y suponía que las vistas apartadas entre sí no lo harían agradable). Así que sí, estaba dispuesto a hacer esto, resolver un problema de raíz, y enterrar el pensamiento de que hacía esto porque quería en lo más profundo de su mente, de preferencia en un lugar dónde no volviera a verla.
No quería darle ese tipo de imagen a Fuu, ella era agradable, una jinchuriki igual que él, y en general se consideraba alguien amable, quizás algo genial, y no quería que los viera, así que trató primero con los dos más problemáticos, diablos, podría dejar a Tayuya sin joder y estaría bien, pero ya que necesitaba tiempo antes de volver a tratar con Kimimaro fue con Kin: La chica estaba acostada en el suelo, pese a que había una cama perfectamente funcional al lado, seguía temblando y fingía estar durmiendo, la respiración la delataba, y seguía desnuda, suspiró pesadamente antes de arrodillarse a un lado de ella, sin una pizca de cambio en su expresión puso su mano sobre su cabeza y dejó que el poder del camino Humano siguiera el curso, pero no intentó hacer nada conscientemente, incluso intentó ignorar el torrente de recuerdos de otros que estaba llegando a su mente, el miedo, el terror, la impotencia, lo ignoró todo mientras dejaba que el biju hiciera su parte. Podía sentirlo, del mismo modo que podía sentir la interferencia del biju cuando usaba el camino Naraka podía sentirlo cuando usaba el Ningendo, pero era diferente.
Mientras que el camino Naraka envolvía a la persona, a su cuerpo, a su alma, y el cambio ocurría resonando, infectando, un cambio o restauración desde dentro hacía afuera, siendo el poder el zorro sonando desde el interior del Uzumaki antes de resonar también desde el cuerpo de la persona restaurada, pero el Ningendo era diferente, como si conectara sus mentes a través de una cuerda, su brazo sirviendo como parte de la cuerda o una garra clavándose en la mente de alguien, y cuando el zorro metía su pata la cuerda se convertía en raíces de un árbol, enterrándose en la mente de su víctima para hacer los cambios que quería, se sentía intrusivo de una forma que no podía explicar.
— Hasta nunca, o hasta pronto, Kin —Dijo en el último momento antes de que el zorro hiciera lo que quisiera hacer, no sabía cómo lo sabía, pero lo sabía, fue menos glorioso que cuando él lo hizo, no hubo descargas eléctricas ni nada, fueron unos cuantos minutos de estar hincado en una posición incómoda y terminó.
Giró lentamente a la chica para verla, intentar averiguar sí había algo diferente o nuevo, la chica tenía la mirada perdida, viva, pero inconsciente, supuso que el zorro había hecho su trabajo, y una parte de él le dijo que podría averiguar todo eso sí solo ponía una mano sobre la chica e intentaba ver su interior, pero no tenía ganas de hacerlo, sentía que los últimos días habían sido un asco (No le importaba que como tal hubiera estado inconsciente tres días, él estaba contando el tiempo desde que la misión empezó hasta ahora), y lo único que quería era poder recostarse y dormir hasta que todo pareciera un sueño, ¿Por qué estaba tan cansado sí había estado inconsciente tres días? Solo quería poder olvidarlo todo por un instante, pero tenía cosas que hacer así que se levantó y caminó hasta la puerta, no hubo ni siquiera un atisbo de preocupación, cualquiera que lo viera diría que parecía cansado, demasiado cansado, agotado, y entró en la puerta de al lado, la de Tayuya, el zorro no hizo ningún ruido para explicarse (Pese a que había aceptado explicarle lo que haría) y Naruto no hizo ningún intento de obtener información ahora que viajaba.
— ¿Ocurre algo? Estuviste aquí hace muy poco —Veinte minutos si acaso, treinta suponiendo que pasar tiempo con Kimimaro le hubiera dañado tanto como para que su percepción del tiempo se dañara tanto.
— Solo que pensé... —Empezó en un tono suave, intentando sonar divertido y no tan tenso o cansado como se sentía ¿En qué momento su vida se volvió así? No podía recordarlo— Quizás podría ayudarte a recuperar tus recuerdos, sí los dañe quizás podría recuperarlos —Ofreció mientras intentaba poner una buena sonrisa para esto, no creía estarlo logrando, pero para este punto su intento es lo único que tenía.
— No estoy segura de querer recuperar los recuerdos de ese periodo de mi vida —Admitió ella sin siquiera cambiar su mirada— Recuerdo que hay dolor, arrepentimiento, ira, sé que puede resultar útil, pero tampoco sé que pueda obtener de esto —No era una pregunta, tampoco le estaba abriendo lugar al dialogo, sí acaso le daba una única oportunidad para convencerla.
Naruto sabía que había mentido, demasiado, lo primero que había intentado después de todo esto era intentar recuperar algo, lo que fuera que eso le diera sería mejor que intentar confiar en que podrían encontrar algo de Orochimaru (El maldito era una serpiente escurridiza que bien podría desaparecer por varios años), pero según los Yamanaka el daño que había ocurrido en ambos sujetos los hacía irreparables, y el zorro estuvo de acuerdo, ellos no podrían restaurar sus memorias, también sabía que podía ahorrarse todo este intento de convencimiento si solo ponía una mano sobre su cabeza, pero eso último no era del todo seguro porque, incluso cuando ella no tenía sus recuerdos, gran parte de lo que significaba tener entrenamiento shinobi era aplicarlo en toda su vida y guardarlo en sus músculos, incluso sí no podía recordar cómo hacer algunas cosas su cuerpo lo recordaría, y por eso tendría que jugar una carta que no quería jugar porque sería golpear un punto sensible y que lo haría sentir una muy mala persona.
— Podrías recuperar el recuerdo de con quienes se quedó tu hermana, podríamos buscarla —Debió obligarse a poner una sonrisa en su rostro, falsa como pocas que había puesto, una sonrisa más zorruna, cerrando los ojos, su expresión le recordó a Tayuya a un zorro, pero no un zorro adorable o genial, no, un zorro astuto y siniestro, como los que uno dibujaría en un cuento infantil advirtiendo de él, y sí no fuera porque esa oportunidad había despertado algo en Tayuya probablemente lo habría descartado al instante.
— Intentémoslo —Pidió, apretó sus puños, intentó mantener su expresión calmada, intentar que esto no le afectara, pero sus ojos demostraban algo animal que delataba su estado, la desesperación de recuperar algo que pudiera llevarla a su hermana, si, Naruto ya se estaba sintiendo como una mala persona.
Como tal, Naruto sabía que Tayuya era la que menos cambios necesitaría, quizás incluso podría quedarse sin alterar, si acaso tendría que ajustar las cosas para que ella no notara los cambios en los otros dos, incluso podría quedarse sin hacer nada, irse o decir que no logró nada, pero un trato era un trato y estaba seguro qué sí el propio Naruto era un mezquino el zorro podría serlo miles de veces peor. Se acercó lentamente y puso una mano sobre su cabeza, ahora sí pudo ver el efecto, los ojos se le pusieron en blanco, pero más allá de eso no parecía haber nada distintivo en lo que le estaba haciendo, lágrimas comenzaron a caer por sus ojos y a moquear, solo duró un par de minutos antes de caer inconsciente para sobre él, pero como a Naruto ya se le había agotado todo lo que podría haber servido para darle algún trato amable simplemente la empujó a la cama para que pareciera que estaba durmiendo.
— Bien, ahora con lo problemático, estoy preparado para esto ¿Estoy preparado para esto? —Se preguntó a sí mismo porque sabía que tendría que tratar con Kimimaro, y por desgracia el tipo era demasiado intenso para él, especialmente en estos momentos donde su propia paciencia estaba agotada— No, no lo estoy, pero tengo que hacer esto —Independientemente de cómo se sintiera, o del trato que tuviera con el biju, para este punto tendría que hacerlo con Kimimaro así sea solo para evitar las preguntas cuando notase algo raro con Kin o Tayuya, así que abrió la puerta una vez más y se preparó para que el dolor de cabeza que apenas había estado mitigándose volviera con el doble de fuerza.
— Lord Naruto —El joven le llamó desde su posición, que no había cambiado en lo más mínimo desde que se fue, postura seiza, misma ropa, expresión perturbada en la cara, y se permitiría perturbarse por esto si no fuera que estaba tan agotado que solo quería acabar con esto.
Naruto se permitió el breve pensamiento de que podía ir sin fingir ni actuar, probablemente, con la adoración sin sentido que le tenía seguramente podría decirle que quería destrozarle la cabeza y probablemente aceptaría de buena gana meneando la cola imaginaria de perro que no sabía sí estaba alucinando, pero decidió intentar mantenerse lo más cordial posible, así sea solo para no sentirse horrible consigo mismo más de lo que ya lo haría cuando el cansancio acabase, porque tenía que sentirse mal cuando el cansancio terminase, no podía haber llegado al punto en que se había dejado de sentir mal por algo que lo habría vuelto loco en el pasado, se negaba a admitir esa posibilidad o que se hubiera vuelto tan insensible a esto. Así que se preparó para mentir y fingir incluso cuando cada fibra de su ser le gritaba que acabara con esto de una vez, pero puso la mejor sonrisa falsa que pudo reunir en estos momentos (Por cierto, se veía tan falsa que no convencería a nadie a menos que le hubieran hecho una lobotomía, fuera idiota o le tuviera una adoración ciega, Naruto no estaba seguro de sí Kimimaro era solo uno de esos), pero como Kimimaro lo veía como una especie de deidad, enviado divino o profeta, le creyó esa sonrisa.
— Quería saber un poco de Orochimaru desde tu punto de vista, ver lo que yo no puedo ver —Las palabras le sabían a pútrido dentro de su boca y estaba casi seguro de que no se estaba imaginando las arcadas que sentía— ¿Y qué mejor manera de hacerlo a través de tus recuerdos? ¿Puedo? —Cuestionó con un intento de sonrisa que no debería convencer a nadie.
— Por supuesto, quizás así pueda ver la gloria de Lord Orochimaru para que pueda entender porque es el único que puede ayudarlo al estar bajo su ala —Proclamó en un tono que sonaba demasiado fanático como para no creerle, o para dudar que le creería a Naruto pese a su pésima actuación.
Fue en ese momento, y sin estar dispuesto a mirarle los dientes al caballo, que colocó su mano sobre su cabeza y el proceso se repitió: Ojos en blanco, quedando inconsciente en el proceso, lo único que lo diferenciaba de los otros casos es que, gracias a que tenía la boca abierta podía escuchar a ruidos sin sentido venir de él (Naruto no tenía verdadera forma de describir esos sonidos), tras algunos momentos, ni siquiera estaba prestando tanta atención como para percibir cuánto tiempo había pasado, lo dejó caer al suelo y, sin una pizca de preocupación o vergüenza, se giró para salir por la puerta.
— Necesito un trago... —Había pasado la mitad del día inconsciente y ya tenía ganas de quedarse dormido por una semana.
— Necesito un trago —Deidara no pudo evitar murmurar después de haber escuchado de la boca de su abuelo toda la historia, no solo sobre cómo su madre había violado a su padre (Resultó que la historia que el propio Deidara tenía no había sido tan diferente a la realidad), hasta cómo la información se había filtrado al pueblo— ¿Y por qué demonios la gente dejó de verme mal? —Inquirió.
— Deja de comportarte como un borracho, qué clase de ejemplo estás dando —Le regañó Onoki sin darse cuenta del modo en que sus palabras podrían interpretarse hasta que vio la mueca formarse en el rostro de su nieto— Es una mezcla de razones —Decidió ir al tema que sabía que el rubio no dejaría ir hasta ver respuestas— Dejando de lado la genética que dice que al ser mi nieto tienes potencial, en toda la historia de Iwa Junko ha sido la persona más cercana en poder matar al rayo amarillo, lo que hace que se deba señalar qué tan lejos podrías llegar tú, y, pese a que odiamos al rayo amarillo con fervor, no se puede negar que Minato Namikaze tiene buena genética, como shinobis, como militares, hace que no se pueda negar el potencial que tienes, además, dado que, hasta donde sabemos, Kushina Uzumaki no tenía un doujutsu, ni nada que nos haga pensar que vino de su lado, solo podemos suponer que viene por parte del Cuarto Hokage —Explicó sin darse lugar para que Deidara interrumpiera, porque conocía a su nieto lo suficiente para saber que no le era fácil quedarse callado.
No era raro que, a la familia de un Kage, de cualquier nación, se le pusiera cierto nivel de vigilancia, no solo del mundo exterior sino dentro de su propia aldea, un kage era el nivel más alto de un ninja en una aldea shinobi, incluso sí había gente que pudiera llegar a su nivel eran personas de inmenso poder y por lo mismo no sería raro que su familia pudiera llegar a su nivel o superarlos, especialmente sus hijos y nietos (Sin contar que debido a la posición familiar podrían llegar a ser políticos de alto nivel, porque nepotismo). Pasando al segundo punto era que nadie, jamás, nunca, había estado tan cerca matar a Minato Namikaze, lo que hacía que estuviera cerca de ser considerada una heroína de Iwa (Onoki no quería pensar que parte de esto era por los admiradores que tenía su hija, con los que probablemente había tenido más de un amorío) y en general, independientemente de cualquier resultado de esos eventos, habría quienes criticarían no guardar material genético por los buenos genes del hombre. También, no todos tenían la información que tenía Orochimaru sobre el clan Uzumaki, para el mundo actual los Uzumaki solo tenían las cadenas de chakra de adamantino, por lo que no era tan descabellado asumir que los genes venían de Minato (Aunque esta teoría se iría al diablo gracias a la información, o a las teorías, que Orochimaru tenía), por lo que, incluso sí era renuentemente, tenían que reconocer el potencial que tenía Deidara en el peor de los casos, mientras que los que más habían cambiado lo veían como una especie de trofeo, o los políticos ante la confirmación lo verían como la moneda de cambio más valiosa jamás vista.
— ¡Esto no cambia nada! —Gritó el rubio, su expresión llena de frustración e ira que bien podría convertirse en odio— ¡Toda mi vida me trataron como me trataron por creer que era el hijo de ese hombre! ¡Esto es solo la confirmación de eso! —Sin poder evitarlo sus lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos— ¡La gente debería odiarme con más razón! —Y las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas— ¡Irónicamente comprendo mejor a los que me siguen odiando!
Toda su vida había lidiado con el odio de todos, se había vuelto una constante, algo a lo que se había acostumbrado y que había aceptado y vuelto una parte de él, algo que nunca cambiaría, algo que, en cierta medida, era reconfortante porque sabía cómo lidiar con eso y en parte es por eso por lo que la misión en Konoha le había afectado tanto, de pronto no era odiado, de pronto era querido, de pronto lo trataban con un cariño, con una suavidad, con una amabilidad que no conocía, llenándolo de un calor que jamás había experimentado de esa forma, de pronto las constantes que había conocido toda su vida, y con las que había creído que era feliz habían cambiado por algo mucho mejor que le había hecho darse cuenta de que en realidad no quería nada de lo que había en su pasado, que le dolía y le molestaba, para ponerlo en una metáfora, era como haber vivido toda su vida en un bosque de espinas oscuras donde la luz no llegaba, siempre hacía frío, donde todos los sonidos eran ruidosos, molestos, desagradables y enloquecedores, donde debía luchar por comer o beber, y creer que eso, de alguna manera, era una maravilla, solo para salir de ese bosque de espinas para entrar en un jardín de flores de olores suaves y deliciosos, donde el cantar de las aves traía paz, donde los árboles daban los frutos más perfectos posibles y la luz del sol lo llenaba de calor y placides, y aun así había decidido volver al bosque de espinos. ¿Por qué? Porque tenía miedo, miedo de que eso no durase, miedo de que ese paraíso se volviera una pesadilla, por lo que volvió al bosque de espinas esperando encontrar consuelo en lo que le era familiar, que su realidad no fuera tan mala como creía, y solo descubrió que su vida anterior era algo que preferiría olvidar, porque al final Deidara nunca había dejado de ser ese niño pequeño que quería ser amado.
— Puede que no para todos, pero es un inicio —Intentó Onoki sin saber cómo actuar, el kage de la roca no tenía por costumbre consolar a nadie, ni siquiera a su familia, había sido un líder y un militar por tanto tiempo que incluso cuando quería hacer las cosas bien para su familia lo único que podía hacer era desde el punto de vista de un shinobi— Ahora habrá más gente dispuesta a conocerte, a que lo primero que vean no sea quién puede o no ser tu padre, esto hará maravillas por tu carrera —Consoló lo mejor que pudo, pero su nieto sorbió por la nariz, estaba llorando y eso era una vista tan rara por sí misma.
— ¡Ya tenía eso allá! —Admitió el rubio mientras llevaba sus manos, vendadas (Algo que Onoki no sabía cómo había pasado porque cuando lo había visto por última vez no las tenía así), a su rostro intentando contener el llanto sin mucho éxito— Conocí gente a la que les agradaba, no les importaba que fuera áspero o mezquino, incluso encontré a quienes apreciaban mi arte, quería que no se sintiera tan bien como se sentía —Lloró, luchando por no hacerse bolita cuando su cuerpo naturalmente quería pasar a posición fetal.
Onoki solo pudo apretar sus puños intentando encontrar como tratar con esto, una persona normal abrazaría al chico, el problema es que Onoki tenía la sensibilidad de una piedra áspera y rugosa por lo que no tenía ni idea de cómo consolar al chico, además de que no era común lo que veía: Deidara no había llorado desde que era niño, incluso antes de que fuera recuperado por su abuelo (Porque pese a todo lo que debería haber hecho que supiera desde que el rubio era bebé que era su nieto las pruebas de ADN no se hicieron hasta que estuvo dentro de la academia, muchos años perdidos) no lloraba, duro como piedra, una coraza de tortuga, negándose a darle la satisfacción a la aldea de saber que su odio le afectaba, esta era, quizás, la primera vez que veía a su nieto llorar y era tan raro para él como lo sería ver a Madara Uchiha haciendo un baile en tubo con tanga rosada (Ridículo y extraño, sin dudas). Y quizás lo peor, con lo que menos sabía tratar de todas las cosas, era que Deidara había sido aceptado en Konoha mejor de lo que lo había sido en Iwa hasta ahora, no importaba que le pudiera decir a su nieto que solo lo habían tratado así porque no sabían la verdad, eso no cambiaría nada para él, no cuando la verdad había cambiado lo suficiente el trato que recibía en Iwa como para ser raro, Deidara había sido querido allí. Como abuelo quería que su nieto se sintiera así más a menudo, pero también sabía que no podría lograrlo en Iwa, muchos aún lo odiaban, el cambio de algunos ponía nervioso a Deidara, y sí no fuera por su posición quizás le diría que lo mejor sería volver allí, pero como abuelo era egoísta, quería a su nieto cerca, verlo crecer, verlo madurar, sin contar que como shinobi no podría permitirle dejarlo marchar.
— Allí quizás nunca podrías llegar más lejos como shinobi —Intentó, es por esto por lo que extrañaba tanto a su esposa Mukuro, ella sí sabía tener tacto y amabilidad, él solo sabía ir por un camino y era este— ¿Acaso no habías pedido un permiso para aprender un jutsu prohibido? Podría ser perfecto —Esto era lo mejor que podía hacer y sabía que era un trabajo mediocre en el mejor caso.
— ¡Ya me lo dio! ¡Lo aprendí, lo hice! —Exclamó en un grito, no había dejado de llorar y moquear, intentando limpiar su rostro con los antebrazos, evitando usar sus manos tanto como podía, lo que era demasiado raro— ¡Creí que eso me haría feliz! ¡Qué haría que todo fuera mejor! ¡Y no, nada! —Su nieto no pudo más y se tumbó en el sillón, hecho bolita como si fuera un niño, y en momentos como este es que se daba cuenta de que nunca había visto a su nieto comportarse como un niño, ni siquiera cuando tenía la edad para ello— Solo me lo dieron porque estaban seguros de que podía manejarlo, ¡Le pregunté sí la información nueva había afectado su decisión! ¿Sabes lo que me dijo? "Por supuesto, es la única razón por la que se te consideró apto" ¡Ni siquiera intentó encubrirlo! —Exclamó lloroso.
Aunque esa información explicaba por qué su nieto tenía las manos vendadas decidió ignorar eso para tratarlo después (Onoki no quería que su nieto aprendiera un jutsu prohibido que tenía uno de los trucos suicidas más peligrosos posibles), y se concentró en lo que se había dado cuenta: Había perdido a su nieto hacía mucho, quizás desde que era un niño y él no supo cómo darle un lugar seguro para que fuera un niño como el resto. Temía lo que esto desencadenaría, podía imaginarlo siguiendo el camino de Han o de Roshi, y lo que era peor podría imaginar a su nieto tomando la carga de alguno de ellos incluso cuando era más y más peligroso conforme los años pasaran, su nieto estaba eligiendo un estilo de vida, un pensamiento, suicida, un camino intenso, pero corto, y Onoki no quería enterrar a más miembros de su familia, al menos no a sus hijos y nietos.
— Sorprendentemente todo parece estar en orden —Proclamó Kabuto con una sonrisa extraña, una que Sasuke no podía terminar de identificar pese a que podía sentir que no era positivo para él— Incluso cuando habíamos pronosticado resultados un poco diferentes...
Sasuke solo quería preguntar sí ahora si podía obtener algo de ropa, se conformaría con una bata médica, al principio el examen médico había sido bastante estándar, mediciones de longitudes y proporciones musculares, extracción de sangre y saliva, una prueba de toxinas, radiografías, y en general todo por lo que Sasuke podía entender que no le hubieran dado ropa desde el principio, luego vinieron los ejercicios, correr, saltar, pesas, todo para obtener más mediciones, no había tenido problemas con ejercitarse, después de todo había venido aquí porque quería ser más fuerte, lo que no entendía y no le gustaba era haber tenido que hacer dichos ejercicios desnudo en un lugar con un flujo de ¿Prisioneros? ¿Residentes? (Bien, Sasuke no estaba seguro de que eran exactamente) relativamente alto, y ya que no podía hacer los ejercicios mientras se cubría la entrepierna se vio obligado a exponer su vergüenza al aire lo que había servido enormemente para humillarlo y hacerlo sentir vergüenza, la única razón por la que no había hecho un comentario era porque Kabuto (Quien estaba dirigiendo el examen médico) no parecía encontrarlo raro y él no quería hacerlo raro, no quería ser un mocoso...
— ¿En qué? ¿Por qué? —No pudo evitar preguntar mientras intentaba calmarse, de lo primero que notó es que el área médica parecía estar muy cerca de los gimnasios, al punto en que compartían duchas y lo había notado porque el flujo de hombres y chicos desnudos que venían por un chequeo o por una ducha, se había visto obligado a mantener sus brazos pegados a sus costados de una forma penosa en contra de sus propios deseos.
— Bueno, francamente creímos que serías estéril —Las palabras abandonaron con facilidad la boca del médico logrando que el Uchiha abriera los ojos con sorpresa— Tener un aparato reproductor tan pequeño suele ser signo de infertilidad, pero según los estudios todo parece estar en orden con una fertilidad normal —Aseguró mientras una sonrisa se posaba por su rostro.
— Ya veo... —Sasuke solo pudo apretar los puños, clavando sus uñas en sus palmas, ante esa confesión.
— Ve a darte una ducha, alguno de los otros te acompañara a tu habitación cuando termines, allí te dejaremos ropa esperándote —Aseguró antes de girarse para dejar de prestarle atención a Sasuke, no fue hasta que el Uchiha abandonó la habitación y estuvo seguro de que no lo escucharía es que se permitió reírse a carcajadas— Pero que idiota.
No había sido difícil para Kabuto notar el complejo que tenía el Uchiha por su tamaño, algo que no podía entender (No porque fuera tan asexuado como su maestro, simplemente no le importaba) y ya que no había podido desquitar su frustración por tener un nuevo... kohai, decidió hacer sufrir al Uchiha, por no acabar con ese kohai, por ocupar así sea temporalmente el lugar de ese kohai, por no traerlo y así satisfacer los deseos de Orochimaru, motivos no le faltaban en la mente al médico (Aunque algunos dirían que este estaba enamorado del sannin serpiente por los celos que demostraba), así que había decidido usar eso para fastidiar al Uchiha tanto como pudiera, hacerlo sufrir tanto como estuviera en sus manos, algo que también habría intentado con el Uzumaki, aunque probablemente con menos eficacia que con el Uchiha debido al interés de su maestro en el rinnegan (Se negaba categóricamente a considerar que el interés de su maestro fuera en el Uzumaki), y había decidido golpear dónde más parecía dolerle al Uchiha.
Había mentido descaradamente sobre esa supuesta relación entre un tamaño pequeño de pene con la infertilidad, pensando que sí el chico no había dicho nada ante sus muy descarados intentos de avergonzarlo durante toda la prueba seguramente se tragaría esa mentira. Antes de empezar con el examen médico había ido a los prisioneros para que después, durante el examen, se pasaran desnudos por el alá médica, ya sea para tratar alguna herida imaginaria o para pasar al área de las duchas y que usaban para entrenar, solo había tenido que pedirles que se bajaran los pantalones lo suficiente para confirmar sí eran más grandes que el Uchiha (Lo que había sido un trabajo sorprendentemente fácil), y por la forma en que el chico más joven parecía avergonzarse más y más, hundirse y querer hacerse pequeño por la vergüenza y la humillación, todo había ido tal como quería, escuchar a algunos de los hombres reírse del Uchiha solo lo hacía mejor.
— ¿Hago bien en suponer que has completado con éxito el examen médico pese a tus juegos, Kabuto? —Cuestionó Orochimaru mientras entraba por la puerta, su expresión plana, aunque la ligera sonrisa en su rostro hacía sentir al médico que no estaba siendo castigado en el futuro próximo por esta pequeña jugarreta.
— Tiene razón, Lord Orochimaru, mi novatada a Sasuke no resultó en un impedimento para realizar la labor que me encomendó —Aseguró con la sonrisa en su rostro prácticamente imperturbable, demasiado satisfecho con su propio juego como por no ser castigado por su maestro, un refuerzo positivo— Todo parece en orden, sobresaliente para el shinobi promedio, decente para los estándares Uchiha que tiene registrados, no sabría decir sí tirando a mediocre o a penas arriba de su media —Explicó mientras miraba las anotaciones de su maestro quien ya había hecho un fichaje de los Uchiha en el pasado cuando aún era parte de Konoha— En términos genéticos no parece haber nada raro, por lo que sí hay algo diferente en sus genes de los otros Uchiha debería ser algo de hace cinco generaciones de forma que no aparecería tan fácilmente, necesitaríamos hacer un examen más extenso y contrastar con otras personas para dar con la anomalía —Oh, ese era un punto dolorosamente triste que notaba como médico en cuanto a investigaciones genéticas, estaban demasiado limitados con la tecnología actual— Si acaso, lo único que podría considerar significativo, o preocupante según lo vea, es su estado mental...
— Me lo imaginaba —Admitió el sannin sin pena, algunos creerían que sería por haber notado los evidentes problemas que tenía el Uchiha, pero no, lo sabía por otra razón— Conocí a su padre, Fugaku, aunque no era tan pronunciado como Sasuke era evidente que tenía problemas, estoy casi convencido de que antes de que Itachi cometiera su masacre debería estar mostrando síntomas de psicosis o demencia —A veces Kabuto olvidaba que el sannin tenía la edad suficiente para ser su abuelo, entre que Tsunade y el propio Orochimaru no parecieran tener la edad que tenían y que el sannin serpiente cambiaba de cuerpo creía que era algo relativamente fácil— Pero supongo que eso nos viene bien a largo plazo, tendré que aplazar el tomar control de su cuerpo, al menos hasta que Naruto venga a mí —Proclamó mientras entrecerraba los ojos.
— ¿Puedo saber por qué, Lord Orochimaru? —Logró preguntar mientras la sonrisa se borraba de su rostro y se forzaba a cerrar los ojos para no exponer su desprecio por el Uzumaki.
— ¿En serio crees que Sasuke está al nivel de Naruto en estos momentos? —Cuestionó mientras le dirigía una mirada de reojo a su aprendiz— Sasuke tenía todas las ventajas posibles en ese combate, de todas las habilidades que Naruto tiene solo podía usar una y debía usarla de forma limitada por las repercusiones de la batalla contra Kimimaro y todas las que mantuvo anteriormente —Proclamó, su expresión cuidadosamente en blanco para cualquiera que no lo conociera lo suficiente, pero para Kabuto, quien llevaba junto al hombre años, podía escuchar la recriminación de hacerle decir lo evidente— Y aun así Naruto dominó hasta la mitad del combate, y solo perdió el control porque las consecuencias de la misión ya pesaban sobre él, sí él hubiera evitado ser envenenado, o hubiera podido prolongar el combate un par de minutos más el resultado habría sido muy diferente, ni hablar de lo que habría pasado sí tenía todas sus habilidades —Explicó tras un suspiro aburrido, como sí Kabuto no hubiera obtenido la información igual que él, como sí él no pudiera entender su forma de pensar incluso tras tantos años como su fiel mano derecha.
— Eso puedo entenderlo, lord Orochimaru —Admitió a regañadientes, no le agradaba el rubio ni un poco, pero debía reconocer que la comparación era risible en el mejor de los casos— Pero no puedo ver por qué aplazar sus planes —Añadió mientras podía sentir como su cuerpo sufría realmente por esa admisión.
— Puede que la comparación sea risible en este momento, pero no lo será eternamente, no sí yo tengo algo que decir al respecto —Explicó con un brillo de siniestra determinación en sus ojos, un brillo que había visto tantas veces y que siempre anunciaba algo grande— Bajo mi tutela cerraré esa brecha, no me importa los medios que deba usar para hacerlo, al punto en que llamarlos iguales será obligatorio, incluso dudarán de quién es superior, será una lección para Naruto a despreciar mi invitación —El desprecio y oscuridad en sus palabras y en sus ojos emocionó a Kabuto quien creía que su maestro había superado ese interés por el rinnegan, solo para en ese momento notar que los estaban mirando, antes de que pudiera girarse a ver quién era la persona se fue casi corriendo de allí— Debo agradecer tu actuación, Kabuto, habría sido molesto que Sasuke no creyera mis palabras —Admitió el hombre volviendo a un tono tranquilo y calmado que siempre tenía.
— Es todo un honor ayudarle, lord Orochimaru —Aceptó a regañadientes el agradecimiento de su maestro, viéndose incapaz de admitir que no había notado antes que el Uchiha había terminado su ducha y los estaba observando, no toleraría ni podría aguantar esa admisión.
— Ahora, respondiendo a tu pregunta, cuando el margen se estreché y vea que se acerca a su nivel será la presión que Naruto necesitará para darse cuenta de que soy su mejor opción —Explicó el hombre con tranquilidad mientras se acercaba para observar por él mismo los resultados del examen médico del Uchiha— En el caso de que ocurra lo peor y yo muera él podría traerme devuelta mejor que los sellos de maldición, o en el peor caso será el que lídere esto cuando yo no pueda —Las palabras salían extrañamente suaves, con un temor existencial que uno solo podía encontrar al pensar en la muerte, aparentemente ignorando el malestar de su alumno— No te ofendas, Kabuto, pero tú no eres un líder, como investigador, científico y médico eres de primer nivel y salvo por contados especialistas serías mi primera opción al buscar a alguno, pero no sabes liderar, y eso es algo que no se aprende, eres un intelectual, no un guerrero, por eso es que sí yo muero, Naruto y tú tomarían mi lugar, se necesitarían ambos para dar resultados no solo semejantes a los míos, sino superiores o mejores —Aclaró mientras posaba su mano suavemente en el hombro de su alumno.
Esas palabras traían cierta comprensión y calma al médico, saber que no buscaba a otro aprendiz porque él no pudiera cumplir las expectativas de su mentor, sino que, igual que todos los humanos, tenía puntos fuertes y débiles, y el otro aprendiz de su mentor estaría allí para cubrir esos puntos. Pero, al mismo tiempo, lo molestaba porque no pudiera ser igual que su maestro cuando este lo era todo para él, era su ejemplo a seguir, quien aspiraba a ser, un mentor y protector en sus peores momentos, y que este le dijera que nunca podría igualarlo era frustrante hasta un punto casi enloquecedor.
Naruto sabía que es lo que iba a sentir a continuación, más por descarte que por otra cosa, había pasado de sentirse calmado a sentirse desconcertado y después herido por la noticia, luego fue llanto y shock, hasta estar entumecido y cansado, pero sus sentimientos estaban cambiando más y sabía que seguiría: Ira, enfado, molestia. Una ira en la que solo quería provocarle dolor a alguien más para aliviar su propio dolor, no ser el único que estaba siendo lastimado, y también sabía que llegados a ese punto no se fijaría en quién era su víctima, no le importaría realmente mientras encontrara alivio, pero Naruto odiaba la idea de lastimar a un cualquiera por su enojo, pero siempre había tenido que encontrar algo que aliviar su frustración, y cuando quería hacer justicia hacía lo único que justificaba un poco esa descarga de ira: Dirigirla hacia quienes lo habían hecho sentir así; Deidara, Tsunade, Jiraiya, Danzo, todos ellos pudieron haberle dicho la verdad y ahora, quizás, no estaría sufriendo esto, pero, objetivamente, sabía que solo podía dirigir su ira a dos de ellos.
Normalmente liberaría su enojo entrenando, destrozando maniquíes o troncos, tanto como a sí mismo, pero estaba tan agotado que no podía entrenar (Sin contar que incluso tras el tiempo fuera lo ideal sería que descansara el resto del día por seguridad), así que decidió hacer algo productivo y revisar los sobornos que había recibido, sacarle provecho a todo lo que pudiera hacer antes de que el enojo le hiciera hervir las entrañas.
— Lo peor es que el zorro tenía razón —Gruñó tras acabar de organizar todo, algo que era terriblemente fácil cuando su enojo le servía de combustible— Joyería varía —Anillos, colgantes, collares, brazaletes, algunas eran complementos para su vestuario y otros, como una tortuga de plata con un caparazón de esmeralda, eran simples decoraciones demasiado costosas— Ropa —Ropa con telas caras, demasiado caras, del tipo de ropa que veías en un evento de la más alta clase con los mejores modales y mayor etiqueta, ropa que no creía usar nunca (Aunque positivamente la mayoría de esta ropa parecía ser para cuando se volviera mayor), pero ya lo ponía nervioso— Arte —Cuadros y jarrones que suponía eran bellos, él no era artista, para él no era nada en particular, no podría diferenciar una obra maestra de algo de un novato, lo único que disfrutaba de esto eran los libros que se habían dividido según para que sirvieran: Viejos cuentos que seguramente podría contarle a sus hijos, otros de cocina, lo que le ayudaría a llenar la biblioteca a la que le hacían falta libros para llenar sus estanterías.
El zorro normalmente estaría mofándose de él por haber predicho lo que le darían para sobornarlo, pero parecía entender que su vasija necesitaba calmarse antes de tener una conversación con él, por lo menos estaba tomándose su tiempo para explicarle qué tanto había hecho con las mentes de los tres siervos de Orochimaru, así que estaba solo para lidiar con su enojo, lo que lo llevaría al terreno peligroso que ya conocía sí no buscaba otro pensamiento, por suerte para él, y probablemente desgracia de quienquiera que fuera, alguien entró en su casa, se giró para ver a un nervioso Jiraiya caminando hacía él, una sonrisa tensa que sabía que la conversación que estaba por venir sería tan agradable como una patada en las bolas.
— Lo sabías —No pudo evitar sentenciar en cuanto vio al sapo ermitaño, sin poder evitar el ceño fruncido que se formó en su frente al ver al hombre— Sabías sobre Deidara —No era una pregunta, era una afirmación que no pensaba aceptar mentiras.
— Si... —Admitió tras unos segundos de lo que parecía ser duda, al menos no era completamente ignorante de que guardar ese secreto lo había lastimado— Pensé que Tsunade se los diría a Danzo y a ti durante su reunión más temprano, no supe que no te lo había dicho hasta que te enteraste en la reunión —Era evidente que quería intentar abrazarlo, o cuando menos poner su mano sobre su hombro en un intento de reconfortarlo, pero se quedó parado allí, sin estar seguro de sí debería acercarse más.
La parte racional de Naruto le decía que eso tenía sentido, que Tsunade claramente había sido el punto en el que la información se había detenido, que esa explicación era lo más probable y que debería dirigir su enojo a ella por ocultarle algo tan importante como esto, pero una parte animal de él, a esa parte que no le importaba la lógica o la razón, no le importaba que Jiraiya estuviera libre de culpas (O tan libre como podía serlo), quería lastimarlo para apaciguar su propio dolor.
— Me folló a Tsunade, y la satisfago mejor que tú —Fue el pensamiento que cruzó su mente, algo hiriente que decir, pero al final no lo dijo, en parte porque su ira buscaba algo más hiriente— Tsunade es mi esclava sexual y se acuesta contigo porque lo sugerí —Más hiriente y doloroso, pero al final tampoco lo dijo, al final de decidió por decir— ¿Podrías marcharte? Quiero estar solo un rato —Prefirió alejarse antes de ser hiriente, antes de lastimar a otros lo mejor sería apartarse.
— Vamos chico, no deberías estar solo después de un golpe así —Ofreció con una sonrisa nerviosa, y probablemente tenía razón, Naruto ya sabía que estando solo es cuando sus pensamientos más intrusivos llegaban a su cabeza— Quizás debí ir a avisarte nada más vi a Deidara, lo admito —Oh, y ahora el lado furioso de Naruto había encontrado otra excusa para mantener el enfado con Jiraiya, genial, volvía a querer decir algo hiriente— Quiero compensarte esto, lo que quieras, tu solo dilo y está hecho —Ofreció con una sonrisa que intentaba no parecer tan nerviosa, y ese lado mezquino y desagradable de Naruto ahora quería pedir cosas que sabía que el sannin jamás haría solo para molestarlo, se obligó a morderse el labio para no dejar que ese lado de él ganara— Tsunade me culpa, dice que yo fui mala influencia para tu padre y desencadené todo esto, ella ya quiere golpearme en las bolas así que ¿Qué te parece esto? Puedes patearme en las bolas tú, cuantas veces quieras, no pondré las manos ¿Qué tal? —Cuestionó con una sonrisa nerviosa.
Oh, Jiraiya sabía que se estaba arrastrando, pero estaba desesperado, admitiría que su principal preocupación era el rubio, este tipo de cosas era las que bien podían romper a alguien, o cuando menos romper la confianza que tenía en otros, y en su opinión personal el rubio ya se guardaba demasiado para sí mismo como para que fuera sano, sin contar que, porque el propio Jiraiya no sabía que el rubio no sabía había quedado como coconspirador y eso bien podría romper la relación que había logrado formar con el chico que veía como un nieto o un hijo (Como maestro era difícil no ver a tu alumno como tu hijo, pero tampoco podía ignorar que había sido el maestro de su padre, así que era un punto raro para él). Pero por desgracia su título de sannin no era en valde, mientras mayor era el rango más podías pensar en paralelo, por lo que mientras su preocupación principal era el estado de su ahijado, su mente no podía ignorar todas las otras razones por las que esto había sido tratado de forma terrible: Como shinobi no podía ignorar que esto, esto era el tipo de cosas que podía ocasionar que decidiera escaparse de la aldea, no solo porque ante la fuga de los otros dos miembros del equipo siete la confianza hacia él se veía escasa, que los sobornos podían ser hirientes (Jiraiya no había argumentado nada en contra porque creyó, sinceramente, que le vendría bien ver un poco de los resultados de su esfuerzo), pero confiaba en que su alumno no seguiría ese camino. Y como hombre tenía miedo de Tsunade, se había mantenido conscientemente apartado de la rubia por buenas razones, es cierto que no tenían ninguna información sobre cómo se había dado la concepción de Deidara (Jiraiya creía que Minato se lo habría dicho), así que Tsunade había proclamado que era su culpa y, por lo enojada que estaba por todo (No solo el hijo de Minato, sino la misión, Sakura, todo lo que había servido para que su de por sí explosivo temperamento se volviera peor), la creía muy capaz de golpearlo en las bolas hasta castrarlo, y sí bien estaba ligeramente curioso sobre la tortura genital masculina como fetiche no quería practicarlo con una mujer que podía aplastar sandias como lo haría con uvas, ni hablar de lo que le haría a sus bolas, creía que al menos así ella sería más amable con él, incluso cuando, objetivamente, no importa que tanto había crecido Naruto estaba a años luz de la fuerza y técnica que tenía la sannin.
— Por favor, déjame solo, prometo que el viaje de entrenamiento sigue en píe —Pidió el chico mientras Jiraiya ya había sujetado sus pantalones para bajarlos lo suficiente para que su ahijado pudiera golpear— Solo necesito un tiempo a solas para pensar —Normalmente no era bueno para él estar solo para pensar, pero en este momento no creía que las cosas pudieran mejorar sí tenía gente a su alrededor.
Oh, el ofrecimiento de Jiraiya había sido tentador, un modo extrañamente relajante para liberar estrés, pero sí dejaba que ese pensamiento floreciera otros también lo harían, no había dejado que ese pensamiento durara más de unos segundos y otro había surgido, que solo tendría que poner una mano sobre la cabeza del hombre y podría hacer lo que quisiera con él, y si dejaba que ese fuera un pensamiento habitual, si dejaba que se volviera una opción la utilizaría constantemente, y prefería evitarlo porque esa sería una pendiente resbaladiza que no quería tener cerca.
— Bien, pero mi oferta sigue en pie, no estaré cerca de Tsunade por un tiempo, quizás hasta tu primer regreso a la aldea, quiero vivir —Ofreció antes de retirarse, y no pasaron más de dos minutos desde que se fue antes de que alguien tocara la puerta.
— Uno ya no puede estar solo, sí es sabio pervertido de nuevo tomaré su oferta de romperle las bolas —Gruñó mientras caminaba a paso fuerte a la puerta antes de abrirla de golpe viendo a la persona detrás, sin poder evitar que una sonrisa se formara en sus labios, al final puede que pudiera tener su pequeño ajuste de cuentas y liberar estrés
Fuu no sabía que pensar de su prometido, no la malentiendas, el chico era genial, fácilmente podría volverse uno de sus mejores amigos, (Lo que, pese a su escaso número de amigos, no era sencillo), por lo menos nunca se juzgarían por la carga que debían cargar, pero no podía imaginárselo como novio, prometido o esposo, ni siquiera de amante, Fuu se consideraba una chica picante, quizás no una pervertida, pero no era una damisela en apuros ni una romántica empedernida, y no veía lo mismo en el rubio, pero sabía que no estaba siendo justa con él, podía sentir una vibra de cansancio de su parte, claramente estaba pasando por algo que simplemente lo había superado y que necesitaría un buen descanso antes de que pudieran conocerse en condiciones, un ejemplo de lo agotado que estaba el chico era que en lugar de recibirla cuando entró cargando varías bolsas llenas de ropa nueva (Algo que necesitaba porque cuando la trajeron de Taki la habían traído con lo que llevaba puesto), una nota simple que le decía que había preparado una habitación para ella y cómo llegar a dicha habitación (Fuu no pudo evitar sentirse un poco intimidada porque la casa era enorme), aparentemente suficientemente cerca de la propia habitación del Uzumaki por sí necesitaba algo, con el sol ya metido consideró simplemente irse a dormir, pero consideró devolver los monederos que le habían entregado (Fuu ya estaba considerando preguntarle dónde los compró porque a ambos les cabía una cantidad sorprendente de dinero), por lo que fue a su habitación y tocó la puerta.
— Hola Fuu, lamento no haber salido a recibirte —Se disculpó el chico, y ahora que Fuu podía verlo es que se volvía más evidente lo agotado que estaba, lo segundo que notó fue que ahora quizás sí pudiera ver al chico como una pareja, ya que la recibió usando solo un bóxer naranja que parecía llamar la atención y guiar la vista a ellos, y por ende a la entrepierna, ni siquiera podía centrarse en la habitación del Uzumaki porque el rubio se había puesto en el hueco de la puerta de forma que no podía ver al interior— Pero me alegro de que vinieras a verme, hay algo que debía decirte antes de que te toparas con ello tu sola... —Suspiró.
— Oh, yo en realidad vine a regresarte los monederos ¿Dónde los compraste? Quiero uno —No pudo evitar preguntar, intentando cambiar a un tema más ameno para que no se agotara más en esto.
— Compré un paquete de monederos hace mucho, sí quieres uno agarra sin miedo, solo no toques a la ranita, ese es mío, fue el primero y no la prestó —Se río el chico, y Fuu podía entenderlo, las primeras pertenencias, aquellas que eran suyas como jinchuriki eran extrañamente especiales, Fuu aún conservaba una vieja peineta de mariposa porque fue la primera cosa que fue realmente suya— Pero debo tratar esto antes de otra cosa, por favor no me cambies el tema —Pidió, ojos suplicantes pidiendo que no lo interrumpiera.
— Luego revisaré la colección —Dijo con una sonrisilla algo tensa, algo de esto le ponía nerviosa.
— Por motivos de seguridad debo hacer de custodio de tres personas, ellos están en el primer piso, al menos hasta que pueda arreglar esto, mis prometidas, así como mi habitación están en el tercer piso, pero eres libre de andar por la casa como quieras, solo ten cuidado con ellos, no son malos, solo raros —Explicó el chico mientras una sonrisa cansada se posaba en su rostro y Fuu no podía evitar sentirse algo culpable por ser parte de lo que causaba este agotamiento, así que decidió que lo mejor sería dejarlo descansar y tratar de conocerse mutuamente cuando no pareciera que se moriría de pie.
— Perfecto, descansa, parece que lo necesitas —Se despidió después de entregarle los monederos.
— Has estado muy callado, zorro, habíamos acordado que podía averiguar qué les hiciste en la cabeza a esos tres —Interrogó al zorro mientras lanzaba los monederos al escritorio y pasaba a tumbarse en la cama para cerrar los ojos y tener un pequeño descanso.
— Pensé que no estabas de humor para escucharme, y yo no estaba de humor para aguantarte de malas, prefiero que te calmes y lidies con tu mierda antes de joderte, cuando te hago miserable quiero estar seguro de que soy yo quien lo causa —Admitió el zorro ancestral sin un gramo de pena, y probablemente debería de sentirse más ofendido por esas palabras, pero para este punto ese era parte de su relación, y dudaba que pudieran cambiarlo pronto— Como sea ¿Ya te tranquilizaste lo suficiente para que pueda ser yo quien arruine tu día? —Cuestionó con una sonrisa depredadora.
— Mira, mi día ya está muy arruinado, no podrías empeorarlo, aunque quieras, pero claro, inténtalo —Admitió con un encogimiento de hombros mientras se quitaba la ropa sin siquiera abrir los ojos.
— Bien, no voy a conseguir nada mejor —Aceptó el zorro de mala gana mientras cruzaba sus patas frente a él— Resulta que no es tan fácil modificar las cosas que simplemente borrarlas con el Ningendo —Admitió desviando la mirada como sí se sintiera avergonzado o incomodo por la situación, lo que probablemente sería divertido sí eso no hubiera despertado miedo al rubio.
— ¿Qué? ¿Qué paso? —Cuestionó con evidente pánico en su tono.
— La miedica fue nuestro mayor éxito, mente frágil que no necesitó demasiado para hacer cambios —Si bien sonaba muy prometedor a Naruto no le gustaba una frase que incluía "nuestro mayor éxito" porque solo podía ir cuesta abajo desde allí— Según ella la rescatamos de un equipo abusivo ya que esa serpiente la tenía para que aliviara el estrés de los hombres con su cuerpo —Comenzó a explicarle la nueva realidad bajo la que esa chica, Kin, se regiría— Vivió así hasta que se rompió, es una esclava sexual sin valor ni dignidad, solo vive para que hombres y mujeres se satisfagan con ella, una perra obediente —El zorro se río, y Naruto tenía la fuerte sospecha de que era el culpable de que el zorro hubiera ganado algún interés en la sexualidad humana.
— ¿Por qué dejaste recuerdos de Orochimaru? ¿No era más fácil borrarlo? —Cuestionó, había renuncia a quejarse por otra esclava sexual, no solo porque se suponía que eso era Kin para la aldea, sino porque parecía ser algo que le gustaba al zorro y, según su trato, los cambios estaban a discreción del biju.
— Lo explicaré al final —Gruñó el zorro de mal humor, sí era por la interrupción de su jinchuriki o por otra cosa, quien sabe— Me gustaría decir que la chica agresiva también fue un gran éxito, pero, dado que desde el inicio no tenía mucha mente que modificar siento que no es algo que presumir —Naruto no sabía sí esas palabras deberían tranquilizarlo o no, pero no lo estaba haciendo— Según ella, su hermana y ella fueron criadas en un campamento Uzumaki antes de tener que escapar al ser atacados, iban a ser enviadas a esta aldea de mierda para la reconstrucción del clan, pero en el camino su hermana fue secuestrada por desconocidos y ella terminó con esa serpiente, todo ocurrió como ocurrió, según ella solo borramos su tiempo con la serpiente para darle paz —Las palabras salían de su boca como si fueran arena y no le gustaran ni un poco.
— Que extrañamente amable de tu parte —No pudo evitar notar, aunque seguía con la sorpresa de que el zorro parecía no cambiar nada sobre los encuentros de estas personas con Orochimaru.
— Cierra tu boca, idiota —Bufó el zorro antes de que un repentino sentimiento de incomodidad viniera del biju— Y luego está ese sujeto... fue nuestro peor fracaso —Esas palabras sí que sirvieron para provocar un cierto nivel de terror por parte del rubio.
— Sí él se cree un esclavo sexual o algo parecido voy a encontrar la forma de patearte las bolas por eso —Rugió repentinamente ansioso y nervioso.
— Que cierres la puta boca —Gruñó el biju antes de aclararse la garganta— Cree que el su clan siempre fue subordinado del Uzumaki, creé en esa serpiente como si fuera una deidad, o un enviado divino —Oh, mira, más nerviosismo y estrés, esto es horrible— Y un poco pasa lo mismo contigo por lo que le dijo esa serpiente, imagínalo como parte de una secta de la que eres el líder y él es el seguidor más fiel y devoto que encontrarás —Terminó el zorro a toda prisa y Naruto solo tenía un pensamiento en mente.
— ¡¿Por qué?! —Incluso sí lo hacía solo para fastidiarlo le costaba creer que el zorro hiciera esto.
— Modificar la memoria no es tan fácil como creíamos —Admitió tras unos instantes con un bufido— Hay cosas que sus mentes se niegan a dejar ir, a lo que se aferran e incluso los cambios más leves en eso no tienen sentido —Explicó el ser antiguo con un refunfuño que recordaba más a un berrinche— Porque todo tiene que encajar o de lo contrario sus mentes se darán cuenta del cambio y lo corregirán, e incluso si logras que las cosas encajen sí sus mentes se niegan demasiado al cambio retorcerán las cosas a su conveniencia —La explicación servía, sí, pero eso no lograba que le diera algo parecido a la paz o a la tranquilidad— Para poner un ejemplo, imagina que yo borrará la aparición del rinnegan, y solo eso, o recuerdas que tus ojos cambiaron o pensarías que siempre fueron así, explicar cualquier punto sería difícil y tu mente se daría cuenta de que hubo un cambio e intentaría corregirlo, por eso hay cosas que sus mentes se negarían a cambiar —Exa explicación, por mucho que no le gustara a Naruto, tenía sentido a por qué no había hecho más correcciones— Si simplemente borramos todo nos da un margen para trabajar como queramos, pero ninguna cerebro dejaría que pasara eso, sería casi matarlo, por lo que se aferraran a algunas cosas, aunque sean sin sentido, para preservar la vida —Eso sonaba un poco a lo que le había ocurrido a Tayuya— Y en el caso de ese tipo, su mente ya era la de un fanático cegado, nada ni nadie podría cambiar eso, ni siquiera el foco de su fe, su propia mente hizo los cambios que creyó convenientes para preservar esa visión de la realidad, podríamos decir que cambiar eso es cambiar la esencia de la persona, y eso no se puede —Naruto quería preguntar en qué momento el zorro se había vuelto psicólogo, pero tenía la sospecha de que había hecho demasiados experimentos con esos tres.
— ¿Y por qué no fue difícil cuando lo hiciste con Tsunade? —No pudo evitar gruñir malhumorado.
— A ella fue como sí le diera una adicción, no intenté modificar nada de lo que ya había —Bufó el zorro antes de que de sus fauces saliera una risilla— Pero por lo que veo ya le estás sacando provecho a mi regalo —Afirmó extrañamente satisfecho.
— Oh, sí, pensé que, ya que había venido a verme después del sabio pervertido bien podía sacarle provecho —En ese momento abrió los ojos para ver a la rubia quien colgaba de las vigas de madera del techo, desnuda y atada con listones de forma que resaltaba sus exuberantes pechos mientras colgaba como un candelabro a la altura suficiente para que pudiera "jugar" con ella a su placer— Me preocupaba que Fuu la viera, sería difícil de explicar, jeje —Se río mientras levantaba la pierna lo suficiente para darle un golpecito en los pechos con la punta de sus pies.
Ella había llegado casi al instante después de que Jiraiya se marchó, es cierto que Naruto quería calmarse y no buscar venganza, pero ver a la rubia, quien aparentemente tenía la mayor culpa de que se hubiera enterado junto a todo el concejo, había reavivado su ira y no pudo contenerse, especialmente cuando quería disculparse por eso, o algo así, Naruto no había estado por la labor de escucharla después de verla.
Ella había intentado recordarle que era la Hokage, Naruto le recordó que él era su amo y ante eso ella no pudo negarse, la hizo desnudarse allí, en la puerta de su casa, sin genjutsus ni nada, que cualquiera que pasara pudiera ver a la legendaria sannin desnudarse y arrodillarse a los pies del Uzumaki, besándolos y lamiéndolos, suplicando que la dejase pasar, la tuvo así por unos minutos antes de dejarla pasar, gateando como una perra mientras que Naruto apenas pateo la ropa dentro de casa. Antes de que ella pudiera decir siquiera una palabra él le había dicho que sí quería que él se comportara ella tendría que ganarse el perdón siendo una verdadera esclava para él.
¿Cómo? Tsunade cocinaría la comida de todos en la casa Uzumaki por toda la semana hasta que Naruto se fuera de viaje de entrenamiento, también sería ella quien bañara al propio Uzumaki, ella dormiría dentro de la casa para que él pudiera castigarla cuanto quisiera, Tsunade no usaría ninguna prenda durante toda esa semana, ni dentro ni fuera de la casa Uzumaki, solo fuera de la casa Uzumaki podría usar algún genjutsu para cubrirse, sí alguien la descubría sería cuestión de ella explicarle a esa, o esas personas, que era una golfa, todo esto sin ser follada o sin chuparle la polla a Naruto, un pequeño castigo extra en su opinión, sin lugar a dudas era algo un poco más extremista de lo que Naruto hubiera hecho antes con ella, pero de nuevo, cuando la ira lo llenaba lo había hecho explotar.
Y así pasó la semana, para disfrute de Naruto, ciertamente todo esto le había servido para bajar el estrés, así que cuando llegó el momento de marchar, lo hizo sin arrepentimientos, salvo, quizás, no poder despedirse personalmente de alguna que otra prometida suya.
Honestamente quería sacar primero un capítulo del Zorro más libre de los mares, pero estoy teniendo un pequeño, pero peligroso, bloqueo de escritor en esa historia, aunque ya me decidí a que voy a hacer el arco del East Blue rápido porque, objetivamente, es menos emocionante de lo que podríamos ver más adelante, pero eso no es de esta historia.
¿Alguien recuerda en qué capítulo de esta historia hice el aumento de palabras de 8000 a 10,000? Estoy considerando volver a hacer una expansión, pero tampoco estoy del todo seguro, quisiera saber cuándo hice ese cambio para saber sí estoy apurandome o quizás ya es momento de hacer esa expansión, y, en caso de hacerla, debo mencionar que no sería la nueva norma sino una posibilidad para esos capítulos donde aún puedo hacer más.
