Buenas noticias, ya está el nuevo capítulo, ¿Noticias no tan positivas? Me tardé más de lo que esperaba, digo, para este punto ya es un poco un hecho, o al menos algo medianamente esperado, que haya un capítulo nuevo cada semana, más o menos, pero esto salió, y se completó, con casi dos semanas de diferencia del anterior, resulta que mi bloqueo de escritor se extendió a esto, pero sí, al menos ya no me siento tan atorado con "El Zorro más libre de los mares" ya que ya estoy avanzando con eso de nuevo
Pero vengo con más noticias, la primera, ¿O sería segunda?, es que estoy empezando a publicar esta historia en AO3, voy a tardar en ponerlo al día, pero la idea en general ya se está compartiendo allí, la siguiente noticia es, menos importante, un detalle tonto o menor, y es la base para una historia, porque ¿Qué creen? Resulta que el bloqueo de escritor también puede manifestarse como una idea que no abandona tu cabeza mientras intentas escribir de otras historias, así que para sacarme esa idea de la cabeza publiqué en mi "Caos de ideas" por sí quieren pasarse a verlo.
Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;
Samuel Santillan; Especialmente para los hermanos rubios, pero sí, ese capítulo bien podría llamarse estrés. Onoki recuerda relativamente bien a los Uzumaki, pero el asunto es que incluso con la capacidad de los Uzumaki de tener casi cualquier truco bajo la manga no habían tenido un doujutsu recurrente, Onoki en persona no puede recordar ninguno, además de que, al no tener un kekei genkai fijo incluso puede confundir la mente y hacerle creer que no necesariamente eran kekei genkai o sí eran Uzumaki para empezar, es el problema de tener su edad. Y al final, aunque Uzu cayó, la verdad es que nadie salió de la isla por lo que sus secretos serían guardados por los enemigos quisieran o no. Segundo, Iwa en particular no tiene casi información sobre los doujutsus y sus clases de historia se limitan a lo que ocurrió desde la fundación de su aldea, podrías decir que el rinnegan en Iwa es prácticamente algo que encontrarías en un libro de mitos o cuentos.
Mira, Tayuya no estaba tan mal, pero para ese punto Naruto no aguantaba nada, sí ese día no se acababa en ese momento empezaría a considerar envenenar a todo el mundo, había llegado a su límite mucho antes de encontrarse con los chicos del sonido. Kurama lo intentó, en serio lo intentó, pero Kimimaro estaba fuera de la salvación.
Jiraiya ya tenía pensado enseñarle más seriamente a Naruto, principalmente porque ahora no tiene bases que corregir, o no bases que él pueda cumplir, por ejemplo, el genjutsu o el ninjutsu médico es territorio que él no puede tocar, aun así, sabe que Naruto debe relajarse, parte de la razón por la que está tan mezquino y agresivo es que está cansado, demasiado cansado, parte de la intención de Jiraiya es que Naruto no sienta tan pesada esa carga.
carlos29; Tienes razón en que lo mejor es hacerlo de forma que fluya, así que creo que en vez de hacerlo un seguro voy a darme la oportunidad de ver qué tal fluye y ver sí el capítulo puede quedarse con diez mil palabras, doce u ocho mil.
ZombieXD; Me alegro de que lo amaras, la verdad, no sé qué tanto será time skip, porque voy a poner fragmentos de lo que ocurre en este tiempo, es un formato con el que no estoy del todo seguro, este capítulo podría considerarse un punto tentativo para verlo.
En defensa de Kurama, solo acepta la culpa de Kin, Kimimaro venía dañado de fábrica, sí hubiera sido por parte de Kurama ese no habría sido el resultado, Tayuya, ella está sorprendentemente bien para todo esto.
Deidara es un adolescente angustiado, y lo que es peor, igual que su hermano prefiere guardarse todo, pero Han y Roshi van a intentar estar ahí, pero tampoco presionarán, en realidad nadie en esta familia sabe cómo ser una familia funcional. Parte del estado emocional de Naruto en los últimos capítulos es precisamente por eso, no sabe en que creer. Minato quiere decir que eso es mentira, que él casi no bebía, pero estaría mintiendo porque parte de la razón por la que fue atrapado por la madre de Deidara con la guardia baja es porque había bebido, así que sí, hay cierto precedente, pero Kushina no se quejaba porque dejaba que ella experimentara sin que él se quejara, en defensa de Konoha; Tsunade no quería ser sutil, quería desconcertar a Naruto y que no escuchara la parte de "Oye, lo que hacemos con Taki de quitarle a su jinchuriki es casi una guerra pasiva", y sobre Iwa, sí, la sutileza no es su fuerte, digo, tienen un escuadrón de explosivos.
Kabuto es celoso con su maestro, tiene la privilegiada posición de aprendiz que ningún otro subordinado tiene, Kabuto objetivamente sabe que su maestro tiene razón, y como confía en la palabra de su maestro sobre que al final Naruto ira con ellos prefiere descargar su ira con Sasuke porque no podrá hacerlo con Naruto cuando llegue, no sin meterse en problemas con Orochimaru.
Mira, las joyas significan que tiene buenos regalos que darles a sus prometidas, y el arte servirá para adornar la casa, pero eso es algo que decidieron Hinata e Ino porque Haku y Naruto no saben de decoración ¿Esto no fue mucho que decir? Vaya, haces que me emocione de pensar qué será mucho que decir.
CCSakuraforever; Me alegro de que te haya gustado, Naruto está en una peligrosa mezcla de shock y desprecio, quizás también antipatía y mucho cansancio, ese viaje lo veremos aquí, así como en algunos capítulos posteriores, es un formato con el que no estoy seguro.
La última semana antes del inicio de su viaje de entrenamiento había pasado con relativa tranquilidad, relativa porque al tener a Kimimaro allí cualquier intento de tranquilidad era cuestionable, el efecto que tenía era tal que Kin (Quien gracias al kyubi se había convertido en una chica desesperada por ser usada como juguete sexual por quien fuera) apenas se registraba en la mente de Naruto como algo más que un día común. No había sido fácil explicarle la situación a Fuu (Porque simplemente tenía que explicarle algo a ella sobre esos dos) no porque ella no le creyera, sino porque le creía muy fácilmente y eso lo hacía sentir... raro, nunca se había sentido así cuando alguien creía sus mentiras, porque al final del día Naruto era un sucio mentiroso que miente a todos, a sus amigos, a sus maestros, a sus compañeros y en última instancia a sí mismo y les mentía con suficiente frecuencia para ello (Mentiras blancas, mentiras piadosas, porque no quería preocuparlos era la razón que siempre se daba para seguir mintiendo), Fuu se había compadecido tanto por Kin que le había prometido que intentaría ayudarla a ser normal mientras él estaba en su viaje de entrenamiento (No funcionaría, el kyubi parecía excepcionalmente seguro de ello) y a intentar que Kimimaro bajara el tono (Hasta donde ella sabía el tiempo de Kimimaro con Orochimaru había sido el equivalente a estar en una secta que le había lavado el cerebro, no estaba equivocada, pero tampoco era la razón de la adoración que tenía hacia él o hacia Orochimaru), Tsunade no fue atrapada por nadie más que Kimimaro (Luego explicaría eso, solo diría que tenía que ver con lo... sectario que era Kimimaro) lo que no había traído verdaderas consecuencias para ella, pero los nervios y algo de sufrimiento por parte de ella había servido para tranquilizar a Naruto y satisfacer su necesidad de provocarle algo de sufrimiento tras lo de Deidara.
El primer problema que tuvo con los chicos del sonido fue con Kimimaro al día siguiente de la reunión infernal del concejo, Naruto estaba allí, en su baño "supervisando" el castigo de Tsunade (Después de todo ella haría por el resto de la semana las comidas de todos en la casa Uzumaki y lo bañaría a él), mientras ella lo secaba antes de que tuviera que ir a hacer la comida de todos, al menos el desayuno para cinco, Kimimaro entró con una toalla encontrando a la rubia líder de la aldea de rodillas secando los genitales del Uzumaki... un detalle importante a mencionar: Naruto y Tsunade estaban en el baño privado que tenía en la propia habitación del Uzumaki, por lo que Kimimaro había tenido que buscarlo allí específicamente, por la sorpresa, o quizás otra razón que ninguno de los dos podía entender o se le ocurría en esos momentos, no pudieron cubrirse, ni siquiera lo intentaron, Kimimaro ni siquiera preguntó antes de hablar.
— Veo que se me adelantaron —Susurró con una expresión de muñeco, estaba para que tuviera un poco más de expresividad porque lo ponía nervioso— Sabía que Kin era una sirvienta, pero no sabía que Naruto-sama tenía más, lamento mi interrupción —Su mirada apenas estaba posada en Tsunade, aparentemente indiferente de ver a la mujer en dicha posición, Naruto casi suspiraría aliviado mientras pensaba en cómo evitar que esto vuelva para causarle problemas hasta que vio a Tsunade abrir la boca y recordó, al tiempo en que su rostro se vaciaba de sangre, que le había ordenado a ella explicar su situación sí la atrapaban, había confiado en que no ocurriría y ahora volvía a fastidiarle.
— Yo, Tsunade Senju —Se presentó la rubia mientras se daba la vuelta para mirar a Kimimaro, un muy apenado Naruto no pudo hacer más que cubrirse los ojos por la vergüenza que sentía, y eso que aún no había empezado— Soy la esclava, y puta, personal de Naruto Uzumaki, mi misión en la vida es servirle, mi cuerpo le pertenece y puede usar a placer —Admitió y Naruto quería golpear su cabeza contra una piedra, de preferencia con la fuerza suficiente para romperse el cráneo, y cuando creía que esto no podía ser peor Kimimaro volvió a hablar, para este punto debería saber que cada vez que el joven abría la boca todo iría a peor.
— Me parece correcto, cualquier sirviente de nuestro señor Lord Naruto debería pensar así —Aceptó con simpleza, y no necesitó que lo dijera abiertamente para que supieran que él se incluía en el paquete— Esa también es mi misión en la vida —Y tras decir esas palabras por fin se fue.
— ¿Algo que decir, Kyubi? —Cuestionó mientras la rubia seguía secándolo, cualquier satisfacción previa por esto había quedado hundida con la aparición de Kimimaro.
— ¿Recuerdas que te dije que este tipo parece un sectario? —Bufó el zorro con un gruñido que demostraba que estaba tan poco contento con esto como él— Por mucho que intenté cambiarlo eso es lo que es este tipo, es al que menos le pude cambiar la mente, ni siquiera yo soy consciente o entiendo su corriente de pensamiento, sí quieres preguntarle hazlo —Otro bufido mientras que el zorro se limpiaba las patas de esto.
Ahora, como Naruto no era masoquista (Aunque considerando que seguía aceptando estas tonterías quizás debería ponerlo en duda) no decidió preguntarle a Kimimaro qué pasaba por su mente, no estaba preparado para escuchar la cosmovisión de un sectario, necesitaría toda su paciencia, y probablemente mucho licor en sangre, antes de eso, pero sí le preguntó por qué no parecía sorprendido (No había hecho falta buscarlo porque estaba en la habitación de Naruto eligiendo un conjunto de ropa para él, no empezaría ni a pensar en por qué esto lo perturbaba tanto), el joven solo ladeó la cabeza igual que lo haría un gato antes de responder.
— Lord Naruto tiene el rinnegan —Empezó, lo que en cierta medida era nuevo, claro, Kimimaro era raro, pero normalmente había sido sobre él como tal, o incluso por ser un Uzumaki, era raro— Es obvio que tendría sirvientes y devotos —El "como yo" no necesitó decirse— Solo no esperaba que los Senju ya habían aceptado su lugar —Y como Naruto estaba demasiado sobrio para lidiar con esto ahí acabó la conversación antes de entender todo esto.
Ese no fue el único encuentro con Kimimaro que lo puso nervioso, tampoco uno en el que decidiera que no estaba listo para intentar entender la mente del chico, pero sí era el mejor ejemplo de lo que Kimimaro se había vuelto en su vida, Kin había sido la siguiente en demostrarle que esto era demasiado (O quizás solo estaba demasiado cansado en ese momento para apreciarlo), y no lo decía porque el primer encuentro entre ella y Fuu (En el que Naruto fue parte), fue la chica de pelo negro caminando a cuatro como un perro, en su rostro una expresión que solo podía definir como estúpida, en la que gateó hasta estar frente a ellos, tumbarse sobre su espalda pegando sus piernas a su pecho mientras con sus manos estiraba tanto su coño como su culo para que pudieran verlos antes de decir:
— Por favor, llénenme —Suplicó con una sonrisa bobalicona mientras sacaba la lengua— Por favor, llenen a esta sucia y tonta golfa —Siguió rogando.
— Te detesto —El rubio en su interior le gruño al zorro en su interior que no dejaba de reírse de forma estridente dentro de su mente, y solo aumentaron las carcajadas tras que lo escuchara.
¿Lo positivo de esto? Bien, Naruto no podía ver que realmente hubiera algo positivo en esto, pero al menos la escena ocurrió después de que el rubio le explicara a Fuu sobre el estado de Kin y Kimimaro, lo que sirvió para demostrarle a la chica que no estaba bromeando, lo que sirvió para que Fuu se compadeciera y quisiera intentar ayudarla a volver a ser normal. Muy pronto descubrió unas cuantas cosas sobre Kin y su situación; Primer punto, a diferencia de Tsunade quien podía ser un humano funcional a menos de que tuviera mucha abstinencia de su adicción sexual Kin no, su existencia se había reducido a eso y no podía salir de eso (A penas podía sacarla de su casa vestida, pero los comentarios sexuales no faltaban, así que no podía ir sola a ningún lugar fuera de la casa). Punto numero dos: a Kin no le importaba si eran hombres o mujeres lo que le importaba era ser usada, diablos, Naruto incluso dudaba de que le importaba sí lo que se la follaba era humano. Tercer punto: Que Kin fuera obediente con él no significaba mucho, podría apartarse de ciertas personas o vetarlas, pero Naruto no había averiguado cómo, sí Naruto no tenía cuidado podría bajarle los pantalones para intentar follar con ella. Cuarto punto: No podía mantenerse vestida, la única cosa que podría considerarse "prenda" que podía usar por periodos prolongados era un collar de perro que Naruto no sabía de dónde había sacado. Quinto punto: A la aldea no le importaba ella, ni un poco, sí bien la habían llamado su "prometida" era un nombre bonito para una prisionera de la que podía abusar y del mismo modo otros podían hacerlo, les daba igual sí la usaba Naruto o la usaban otros, una prostituta de la que era el proxeneta, no se quejarían sí los hijos que tenía eran Uzumaki o de quien sea, querían que fuera útil para la aldea, que sirviera como un siniestro mensaje para que aprendieran lo que les ocurriría a otros. Pero como esto lo deprimía demasiado prefería ignorarlo y pensar en otras cosas.
— ¿Te sientes bien, chico? —Cuestionó Jiraiya mientras ponía su mano sobre su hombro, esto era algo que había estado ocurriendo más a menudo últimamente, su mente se desviaba a cualquier otro lugar.
— Si, sí, solo... pensando en el trabajo que tengo por hacer —Mintió con una sonrisa en la cara porque seguía siendo un mentiroso.
— Uff, entonces olvídalo —Proclamó con tono sorprendentemente serio, logrando que la expresión del rubio se volviera sorprendida ante las palabras del hombre.
— Pero aún tengo que... —Antes de que pudiera seguir fue interrumpido.
— Si, tienes que hacer avances, pero no puedes dejar que esto domine tu vida —Escuchar al hombre que incluso durante los entrenamientos se mantenía alegre y jovial hablar con un tono tan serio era... desconcertante— Tienes demasiadas obligaciones, hacer este trabajo, entrenar, buscar a Sasuke, buscar a Sakura, hacer misiones —Con cada cosa de la lista que decía el hombre hacía que el rubio se hundiera más en su lugar— ¿Dónde queda la diversión? ¿El deseo de aventura? —Cuestionó con una mirada preocupada.
— ¿Divertirme? —No pudo evitar susurrar la palabra, repentinamente extraña en su boca pese a saber que la había usado varias veces en el pasado.
— Chico, aún eres joven, los jóvenes deben divertirse —Anunció como si hablara de una verdad absoluta, algo que no tendría por qué explicar— Los viejos son los que se aburren, los que no dejan lugar o tiempo para sus pasiones, si sigues actuando así te volverás viejo antes de tener tus veintes, podrías tener tu primer hijo mañana y por comportarte así será como sí lo criase un anciano —Las palabras helaron al rubio de una forma que no sabía que podían hacerlo— O podrías tener hijos que solo te conozcan por nombre ¿Eso es lo que quieres? —Cuestionó con tal seriedad que fue como sí de pronto cayera sobre él una montaña de hielo.
— No, por supuesto que no —Sabía que era un miedoso, tenía demasiados miedos, miedo a no saber amar, miedo a no poder amar, miedo a morir, miedo a la soledad, pero uno de sus mayores miedos ahora que tenía la certeza de que se reproduciría (Porque francamente había dudado antes que pudiera tener la oportunidad de tener una relación) era no ser un buen padre, que sus hijos salieran tan arruinados como el propio Naruto lo estaba, un cobarde, un mentiroso, un solitario, eso lo paralizaba solo de imaginarlo— ¿Entonces este viaje de entrenamiento son unas vacaciones o algo así? —Logró forzar una sonrisa en su cara, una que probablemente no era tan confiable como debería.
— Pese a que eso sería bueno, no —Jiraiya suspiró antes de sonreírle con su calidez habitual— Pero sí he planeado algo, lo que tengo planeado está considerado que no debería tomar más allá de los primeros seis meses de este viaje —Por la mirada que el hombre le dedicó sentía que eso era más una fecha límite, que sabía que los objetivos podrían lograrse antes— Vamos a tener a tus clones trabajando, ahora que los seis caminos están despiertos hay que tener a los seis practicando, todos tus clones practicaran hasta dominar sus habilidades, hasta ahora dominas el camino animal y el Deva, quiero que tras estos seis meses al menos estés tan familiarizado con todas las habilidades de cada camino que puedas usarlos sin apenas pensar —Naruto creía que esos seis meses eran optimistas, especialmente cuando se había dado cuenta de que no dominaba tanto el camino Deva como creía.
— Sobre el camino Deva... —Intentó decir, porque diablos, Rojo y Azul habían sido geniales y quería ver sí podía hacerlos con menos condiciones.
— Sé lo ocurrido en tú misión, me conformaré con que puedas reducir tu tiempo para lanzar esos golpes —Lo cortó de raíz mientras le dedicaba una mirada orgullosa— Mientras tanto tú entrenaras el chakra elemental, ya solo te falta el último ejercicio del viento y el agua, estás cerca en el elemento tierra, y tienes mucho que recorrer con fuego y rayo, terminarás los dos primeros y centraras toda tu atención en esos tres, luego de eso pasaremos a que aprendas jutsus de esos elementos, tu repertorio es tristemente pequeño para alguien que puede usar todo —Siguió explicando su entrenamiento, sería exigente, eso lo podía sentir desde ya, pero estaba bien con eso, entrenar constantemente lo hacía sentir mejor— Todo esto sin dejar de practicar tu taijutsu y kenjutsu —Supondría que para este punto esas últimas dos cosas serían algo que se había vuelto rutina.
— No suena muy diferente a mi rutina de entrenamiento normal —No pudo evitar notar. Claro, tenía periodos de estudio, pero de momento no veía que de esto era diferente.
— Puede ser, pero esto lo repartiremos en días, esto ocupará algunos días de tu semana, tres días, quizás cuatro —El hombre desestimó con un gesto de mano antes de sonreírle— Otros días los ocuparemos en algo más relajado, ropa relajada, diablos, si quieres andar desnudo no tengo problema, estudiaras fuinjutsu, harás algo del trabajo que tendrás que entregar, pero practicaremos algo más, algo que sea un hobbie, pintar, escribir, bailar, aprender a hacer bebidas, serán días más tranquilos y relajados, que deberían enseñarte que no todo es combate —Toda la postura era increíblemente relajada, Naruto no pudo evitar desanimarse un poco por la mención del arte, eso lo hacía pensar en Deidara y eso lo deprimía, pero suponía que tenía parte de la culpa porque eso no se lo había mencionado a nadie— Otro par de días, espaciados para que tampoco te aburras —Río el hombre.
— ¿Eso es todo? —Oh, muy relajado ese plan para esos días, pero de momento sonaba bien.
— No, aún quedan uno o dos días —Le recordó con una sonrisa— Usaremos los otros días para que aprendas más, algo que no es ninguna ni lo otro —La mano sobre su hombro se sentía más reconfortante de lo que se había sentido últimamente, le gustaba, le hacía sentir bien— Aprenderás a recolectar información en bares, burdeles, casinos, ni tu ni yo recolectamos la información de forma habitual como en ese examen tuyo, este es un modo más social —Vaya, así que aprendería la especialidad de su padrino— Te llevaré a conseguirte ropa, despilfarrar algo de dinero, algo lúdico y propio de tu edad, ocasionalmente a destrozar cosas para que liberes enojo, que te hace falta, a algunos lugares que conozco donde podrás divertirte además de entrenar —La mirada del hombre de blanca melena parecía estar viendo miles de cosas al mismo tiempo y ninguna— Todo esto mientras tomamos una que otra misión de camino —Y se encogió de hombros con una sonrisa.
Puede que no lo pareciera, pero este plan de entrenamientos había sido planeado cuidadosamente por Jiraiya, no porque debiera garantizar el crecimiento de su ahijado como shinobi, no, eso claramente podía hacerlo por su cuenta, pero lo que tenía que hacer era enseñarle a vivir, recordarle lo que era estar vivo, que tenga tiempo para relajarse, para divertirse, crear pasatiempos, algo que hiciera que su ahijado que ni siquiera había llegado a los veinte no pareciera un viejo líder de clan que lo único que esperaba era que su heredero tuviera la edad suficiente para dejarle las responsabilidades para poder caer muerto. Naruto no debería comportarse como un viejo, no cuando tenía tanto por lo que vivir. Por eso, en parte, es que había hecho que Naruto usara el hiraishin para llegar a Tanzaku y caminar desde ahí, otra razón era para no estar en Konoha porque para este punto Kumo no solo ya debió haberse enterado, sino que ya deberían estar llegando a Konoha, por lo que Tsunade ya debería de lidiar con los enviados de Kumo y de Suna, la parte de Jiraiya que amaba a Tsunade le deseaba la mejor de las suertes y que todo fuera bien, como alguien que seguía enfadado con la rubia (Por no decirle a su ahijado sobre su hermano y no avisarle para tener más tacto) esperaba que estuviera pagando su karma.
— ¿Acaso está es una broma, Tsunade? —Cuestionó el Raikage Ei con un claro tono de amenaza mientras se recargaba con las manos puestas en el escritorio de la mujer.
La habitación estaba llena, no solo estaban los miembros de la comitiva de Suna, sino que también estaban Chiyo y Ebizo como representantes políticos de Suna, Ei estaba allí con Yugito y otros dos hombres, de apariencia noble, otros representantes políticos, pero esta vez por parte de Kumo, sin contar que los daimyos estaban en otra habitación teniendo una discusión semejante, por parte de Konoha estaban Danzo, Tsunade, Hiashi y Shikaku.
— He dicho lo que he dicho, Raikage-dono —Su tono era firme y tranquilo, recordando que hace solo unos instantes les había dicho a ambos grupos los acuerdos que ofrecían como "compensación" por la pérdida de Sasuke— Puede aceptar o rechazar, usted decide —Anunció con voz sería.
Oh, claro que los daimyo estaban buscando sus propios acuerdos, pero había dos acuerdos, uno por parte de la nación y otro por parte de la aldea ninja, incluso cuando las dos aldeas no fuesen completamente amistosas las naciones seguían comerciando, a precios mayores, menos justo, pero eso no significaba que no pudieran comerciar, con las aldeas también haciendo acuerdos los precios bajaban, la cantidad de lo que se vendía aumentaba, se abrirían mejores relaciones y todos salían ganando, la única forma en que todos perdían era sí esto terminaba en guerra. Tsunade no podía desviar su mirada de Ei, miradas cruzadas, como quien mira a un animal para poder predecir cuándo atacar, pero para eso estaban las otras personas en la habitación, Hiashi estaba preparado para entrar a matar, sus ojos principalmente centrados en los de Kumo, Shikaku había preparado los acuerdos y aunque parecía relajado en realidad se mantenía atento a todos los presentes, preparado para hablar según fuera necesario, y Danzo, Danzo se mantenía fijo en los miembros de Suna, especialmente en Chiyo, porque pese a que Ebizo era un gran político la verdadera amenaza era Chiyo quien podría usar a alguno de los presentes como marionetas para desencadenar una batalla.
— ¿Dónde está él? Naruto Uzumaki, pese a ser parte de este acuerdo no lo veo por ningún lado —Yugito, quien claramente estaba viendo a su kage llegar a puntos críticos decidió intentar hacer avanzar el tema.
— Como hemos dicho, tenemos la intención de recuperar a Sasuke Uchiha para cumplir con nuestra palabra —Empezó Danzo con un tono suave y aterciopelado, uno que no muchos en Konoha escuchaban, después de todo en Konoha no necesitaba tanto fingir ser amigable— Nadie está más motivado con esto que Naruto Uzumaki, quizás porque fue parte de la primera misión para recuperarlo, por esto mismo es que partió a un viaje de entrenamiento acompañado con Jiraiya, tanto para mantenerlo seguro, como para garantizar que volverá —Realmente no tenían dudas de que el chico volvería, cada quien por diferentes razones, pero sabía que era un detalle que tenían que señalar— Pero sí así lo desean podríamos ponernos en contacto con él para que venga y de su palabra —Ofreció mientras abría levemente los brazos, incluso sus movimientos físicos estaban planeados.
— No creo que sea necesario, solo puedo suponer que no estará en tan buen humor después de fracasar en esa misión —Ebizo murmuró lo suficientemente alto, su mirada fija en el Raikage, debido al estado de Suna estaban obligados a mantener un papel secundario, obligados a acompañar en la decisión a Kumo, necesitaba tranquilizarlo y mantenerlo centrado.
— Toda una pena, quería ver esos ojos por mí misma —Suspiró la mujer de Suna con un tono difícil de leer, no sabían sí quería provocar a la gente de Kumo o era algo real, Danzo especialmente podía entender por qué uno querría ver esos ojos.
— Aceptaremos con una condición —Gruñó el kage tras varios minutos de tenso silencio en el que podían sentir la electricidad en el aire incluso cuando la armadura del rayo no estaba presente— Si nosotros atrapamos a Sasuke Uchiha, es nuestro, se queda con nosotros, sí quiere que hagamos acuerdos después lo pensaremos llegado el momento —Las palabras salían lentas, fuertes, Tsunade no podía evitar recordar a una serpiente que se estaba preparando para atacar o huir, un momento en el que nadie sabía qué hacer.
— Lo mismo —Exigió Chiyo repentinamente, sí no supieran que estaba atenta a la conversación podrían haberla confundido con los desvaríos de una vieja.
— Perfecto, igual, sí nosotros lo recuperamos después de que los acuerdos ya se hayan cumplido podremos volver a hacer tratados —Ofreció con una pequeña sonrisa, parecía perfectamente calmada y tranquila, lo que demostraba que sí siempre perdía en el póker no era por su cara póker.
¿Esto podría haberse logrado vía carta? Por supuesto, pero era el tipo de cosas que tenían que decirse de frente, no solo porque era mejor para evitar que el enojo se marinase y cometieran acciones más imprudentes, además de que darles la bienvenida a la aldea demostraba que, pese a los errores y a los problemas que la aldea estaba pasando seguían considerándolos sus aliados, daban la cara a ellos y demostraba su buena fe.
El sol golpeaba su cara y lo llenaba de una calidez en antaño olvidada, el viento soplaba en una suave brisa que le provocaba un ligero cosquilleó en su cuerpo semidesnudo, el cantar de las aves formaba una dulce melodía que le sacaba una sonrisa fácil, el agua que caía por la cascada se sumaba como el acompañamiento de una flauta en la canción de la naturaleza, los colores se habían vuelto más vibrantes, más vivos, más nítidos, se sentía más relajado y aliviado de lo que había estado en meses y le permitió descubrir hasta qué punto había estado consumiendo su vida lo que había estado pasando, no es que las cosas que le pesaban en el alma se hubieran acabado o se hubieran caído de su espalda, simplemente se sentían menos pesados. Estaban en un bosque en algún lugar del país del fuego (Tendría suerte si podía apuntar en un mapa la zona aproximada), en ese bosque había un agujero en la tierra formando un claro que era ocupado por un lago, como un cuenco, y en dicho lago había una montaña de la que caía una cascada, él estaba en la cima de esa cascada, no llevaba prenda alguna salvo por un holgado bóxer negro que había considerado quitarse hacía un tiempo. Naruto acababa de terminar algo de su trabajo como líder de clan que tendría que entregar en su próxima visita a Konoha. Habían pasado meses desde que el viaje de entrenamiento comenzó y le costaba un poco creer cuanto había cambiado en el proceso, no había sido un cambio tanto físico como mental, se había dado cuenta de cuán tenso estaba y lo agotador que era el estilo de vida que había llevado.
Salir de la rutina había hecho maravillas con él, no es que hubiera abandonado completamente la rutina, dos días de entrenamiento, un día de relajación, dos días de entrenamiento y otro día de calma, el último día, suponiendo que hubieran llegado a ese punto a algún lugar como una ciudad intentaban recaudar algo de información de los dos fugitivos principales, de lo contrario pasaría la mitad del día entrenando y la otra mitad relajándose, pero esta rutina tampoco era imperturbable, durante todo este tiempo hacían misiones, principalmente cazando a otros ninjas o atrapando renegados, casi como si fueran cazarrecompensas. Al menos una vez cada quince días, en la noche, iban a Konoha o Naruto traía a Tsunade (Esto usando el hiraishin de forma que le dificultaba más a Naruto exactamente en qué lugar estaba su "campamento", al menos marcaba varios lugares con el sello del hiraishin gracias a esto), sí bien la razón oficial de estas reuniones era hacer actualizaciones de sus investigaciones y recibir misiones, la verdad era que estas reuniones eran para que Tsunade y Naruto tuvieran sexo, pero ahondaría en eso después. Luego, al menos una vez al mes, Naruto iba a Konoha para entregar sus avances, supervisar el avance del complejo Uzumaki (Tenía que agradecerles a quienes le recomendaron los constructores porque avanzaban a pasos agigantados), controlar a los chicos de Oto (Tras unas semanas mucho más relajado en realidad podía lidiar con ellos, más o menos), y para tener citas con sus prometidas, lo que casi siempre acababa en sexo, pero también ahondaría en eso después.
Las reuniones con Tsunade eran principalmente para ella, un inconveniente de que fuera una esclava sexual adicta a ser jodida por él era que tras un tiempo sin ver sus necesidades carnales satisfechas se volvía deficiente o menos concentrada en lo demás, por obvias razones había necesitado ayudarla a relajarse. La primera vez que ocurrió uno de estos encuentros la ninja médico había drogado al sannin sapo de modo que pasaría toda la noche dormido, nada lo despertaría (Y para probarlo la mujer lo había pateado en las bolas, así que no le quedaba de otra que creerle), quizás porque en ese momento seguía bastante enfadado también con Jiraiya (No superaría pronto que le hubieran ocultado lo de Deidara, los meses habían pasado y no lo había hecho) o simplemente porque era un maldito pervertido igual que su maestro, pero el resultado es que se había acostado con ella con su maestro durmiendo a un lado, no sabría decir sí era por un placer mezquino de venganza, si era un fetiche que siempre tuvo, no lo sabía, pero eso había marcado la costumbre: Tsunade drogaría a Jiraiya quien se quedaría dormido y creería que había dormido con la rubia, o Tsunade no drogaba al sabio pervertido, pero Naruto y ella tenían sexo a escondidas de él y después, sin que ella siquiera se limpiara, los dos sannin tenían sexo, aparentemente Jiraiya no se enteraba de que el coño de Tsunade estaba lleno del semen del rubio por un genjutsu (Si Naruto no fuera tan nulo en esa rama consideraría aprender en lugar de solo quedarse sorprendido) y había llevado a que aprendiera a hacer el veneno que Tsunade utilizaba (Resultaba que todas las hierbas ya estaban en su jardín). Sobre sus citas con sus prometidas, el día en que iba a Konoha iba desde temprano para terminar temprano y poder dedicarse a tener citas, en el peor de los casos tenía citas con solo una, en el mejor tenía tres diferentes, dependía un poco de lo que la chica quisiera, y casi siempre al final de la cita acababa en sexo, quizás la única prometida con la que no se había acostado (De las que podía ver con regularidad) era Fuu, pero no pensaba presionarla.
— ¡Naruto, baja, la comida ya está lista! —Gritó Jiraiya, y gracias a la distancia apenas podía escucharlo. Sonrió mientras ponía dos dedos frente a él y desaparecía en un parpadeó azul apareciendo al lado del sannin— Presumido —Bufó el sannin con un simple encogimiento de hombro.
Había descubierto, quizás después de tres meses de intentarlo, que Azul y Rojo eran solo versiones finales de su poder Deva, el camino Deva tenía la capacidad de la manipulación espacial y el "infinito", Azul no era más que un nuevo ataque comparable al bansho tenin, y el Rojo era más parecido a un Shinra tensei, pero no podía recurrir a esos ataques a menos de que usara a rokudo con esa forma y tuviera la octava conciencia activada, de ahí que les hubiera dado nombres más largos; Rotación avante; Resplandor Azul y Rotación inversa; Resplandor Rojo, pero le había ayudado a crear cosas que sí podía hacer sin cumplir esas dos condiciones, Reflejo Azul era este, diciéndolo en palabras simples borraba el espacio entre él y su objetivo de forma que era casi teletransportación (Llenaba el espacio entre los dos puntos de chakra de atracción y daba un paso de modo que era arrastrado por el espacio a gran velocidad hasta el punto elegido), pero mientras mayor fuera la distancia mayor gasto de energía tendría, de ahí que para viajes largos a lugares ya conocidos prefiriera usar el hiraishin, menos agotador, y tenía al menos otras tres ideas que aún tenía que desarrollar (En su defensa, el camino Deva era complicado, inmensamente poderoso, digno de ser llamado el camino de los dioses, pero complicado).
— Yo lo llamó entrenamiento —Se río divertido antes de sentarse en una orilla rocosa para comer el pescado a la parrilla que el sannin había hecho— ¿No se supone que para eso es este viaje? —Cuestionó con socarronería.
— No durante tus días de descanso —Lo riñó antes de suspirar y sentarse a comer también— Lo aceptaré porque cumpliste los objetivos de la primera parte del plan en solo cinco meses y no estamos lo suficientemente cerca de una ciudad para hacer algo más como celebración —Naruto no pudo evitar parpadear ante las palabras de su maestro.
— ¿Estás seguro, sabio pervertido? —Oh, claro que había hecho avances, por lo menos estaba lo suficiente familiarizado con los caminos para usarlos sin pensar, una segunda naturaleza, sí bien algunos eran combinables (Bien, técnicamente solo podía combinar los otros caminos con el Asura y solo porque el que lo usaba era el original o "El camino exterior) en su mayoría solo podían usarse por separado.
— Con los caminos avanzaste tanto como cabría esperar, es cierto que no los dominas, especialmente el Naraka y el Deva, pero son los caminos más complicados hasta ahora —Argumentó el sannin, manera de decirlo, eran los caminos más difíciles de entrenar y de utilizar— Y lograste completar tu formación elemental con el elemento viento, el agua y la tierra, era más de lo que esperaba allí —Claro, también estaba eso.
Aunque Naruto sentía que no era tan destacable porque desde el principio solo tenía que completar la formación del viento y el agua, cortar una cascada a la mitad con chakra de viento, y detener por completo el flujo de una cascada con chakra de agua, de modo que había podido centrarse en avanzar en las otras tres naturalezas y solo había podido completar otro tras casi cinco meses de trabajo, el ejercicio final de la naturaleza de tierra era endurecer kunais y clavarlos en una cascada, solo si la dureza de los kunai era correcta y no eran arrastrados por la corriente del agua entonces estaría completado, un entrenamiento complicado que en ocasiones permitían que los kunai estuvieran conectados con hilo de hierro para poder ayudar a concentrar el chakra. No se había dado cuenta de que probablemente había estado tan cansado que ya no le había ido tan bien en los entrenamientos, no se explicaba otro modo para no haber avanzado antes hasta este punto.
— ¿¡Por qué esto es tan complicado?! —Inquirió Sakura mientras lanzaba su cuaderno al suelo y, justo después, tirar su equipo médico al suelo, jadeando con la ira brillando en sus ojos— Maldita sea, ¿Quién puede ser? —Gruñó por lo bajo al escuchar la campana de la casa que había encontrado, robado, sonar. Caminó dando pasos fuertes por el enojo hasta llegar a la puerta, reinando sobre sí misma tanto como pudo para poner una expresión menos furiosa de lo que estaba— ¿Sí? —Cuestionó con la voz cansada y un poco rasposa que era propia de su tapadera, intentando sonar amable, pero ya sea por el tono de su voz, su mirada, o su arrebato de ira anterior, no parecía muy completo.
— ¿Se encuentra bien, Trafalgar? —Cuestionó la anciana ¿Tamamoe? Bien, Sakura no había prestado atención cuando la mujer se presentó y no podría importarle menos, solo recordaba su cara porque en ocasiones le traía comida— Escuché algo de alboroto dentro de tu casa y me preocupaba que algo te hubiera pasado —Cuestionó con un tono que Sakura no terminaba de reconocer (Maternal, Sakura lo sabría sí su propia madre no tuviera el mismo tipo de locura que ella).
— Choqué con una mesa y tumbé algunos instrumentos médicos —Mintió a medias, una sonrisa cansada en su rostro, o el intento de una— Solo me tropecé porque hace días que no duermo bien, pero no se preocupe, solo es un caso un poco problemático —Proclamó con calma, no es que quisiera aliviar las preocupaciones de esta mujer por alguna razón benéfica, no, simplemente que sí no se preocupaba por él (Para esta mujer y todo este pueblo Sakura era un chico llamado Trafalgar Law) sino porque así evitaría que metiera sus narices en sus asuntos.
— Oh, querido —La mujer se lamentó con un tono apenado— No deberías exigirte tanto muchacho, ya haces mucho atendiendo a tantos aquí —Sakura no es que atendiera a esta gente por gusto o amabilidad, necesitaba el dinero, o para obtener comida y café gratis, además de que podía utilizarlos como conejillos de indias.
— Gracias, le prometo que cuando acabe con este caso tomaré un descanso —Ofreció antes de cerrarle la puerta en la cara a la anciana, ahora tenía una sonrisa en su rostro, una sonrisa alegre, y quizás un poco loca, mientras caminaba de regreso a su estudio— ¿Cómo no me di cuenta antes? ¡Era tan obvio! —Río.
Claro, porque no es que el fuinjutsu fuera una rama complicada, porque eso significaría que el perdedor de Naruto tenía algún talento y no únicamente esos asquerosos y grotescos ojos que le daban trucos que no merecía (Ironía o hipocresía que no pensará eso sí el portador de esos ojos fuera el Uchiha), y ella se negaba a ver al rubio como algo más que un perro estúpido que pudiera usar a voluntad (Una verdad que su mente reafirmó cuando escuchó de que no habían podido atrapar a Sasuke), no es que la rama shinobi fuera complicada, solo estaba muy ocupada, no había podido bajar el ritmo aprendiendo ninjutsu médico o medicina (Después de todo necesitaría eso cuando completara su jutsu) y gastaba otra gran cantidad de tiempo atendiendo a los mediocres zánganos plebeyos de este lugar. Con un estilo de vida tan ocupado era normal que incluso una prodigio entre prodigios del ninjutsu médico no hubiera podido centrarse y avanzar en una rama tan simple como el fuinjutsu, porque ella se negaba a no ser la mejor, a no ser grandiosa, a no ser perfecta, porque sí ella era algo menos que eso ¿Entonces que era? ¿Por qué sería digna de ser la esposa del último Uchiha? ¿La que cargaría con sus hijos? Sakura tenía un ego muy grande, pero frágil, ella se sabía merecedora del amor del Uchiha, era su obsesión, estaban hechos el uno para el otro, pero por endiosar al Uchiha se había vuelto necesitada de ella misma encontrar una manera de estar a la altura, de igualar a su amado, sí no lo lograba, sí se veía obligada a confrontar su propia debilidad entonces su mente no tendría de otra que hacer lo mismo con Sasuke, y su mente no podía permitirlo, era un círculo vicioso en el que nadie ganaba.
Era curioso cómo uno podía encontrar calma y serenidad, su campamento estaba en una cueva en una ladera de una montaña, la cueva era fresca, o fría, lo que era perfecto porque contrastaba por completo con el caluroso día que hacía afuera. La oscuridad también le permitía pensar mejor, le hacía sentir mejor y menos basura de lo que ya se sentía, la culpa y el dolor lo habían estado carcomiendo durante semanas, quizás meses antes de tomar una decisión, no usaba nada más que un holgado bóxer negro lo que le permitía sentir mejor el frío del lugar. Deidara miró a la entrada de la cueva, podía sentir gente cerca, no lo suficiente para que lo encontraran irremediablemente, pero sí lo suficiente para que pudieran atraparlo, no era ni de cerca la única cueva así, pero no confiaba en su suerte últimamente.
Deidara no había podido soportar estar en la aldea mucho más, la gente que repentinamente lo trataba como si fueran viejos amigos (Algo desconcertante cuando lo hacía el tipo que metía tu cabeza en el inodoro en la academia), maestros que antes lo habían dado por carne de cañón y que ahora lo trataban como si tuviera el potencial para llegar a ser el siguiente Tsuchikage (Ya de por sí era probable que el siguiente estuviera en su familia, así sea solo para no tener que comenzar a hacer un chequeó de árbol genealógico para elegir a los nuevos jinchurikis), había podido soportar el odio y la ira, era algo con lo que había lidiado, pero los mensajes contradictorios muy pronto se volvieron demasiado para él.
— Hiciste un trabajó genial en Konoha —Había felicitado Bakudo Katsuki, uno de los miembros del escuadrón de explosivos, el más joven en tener el título de líder de escuadrón, una sonrisa salvaje en su rostro— Con la información que obtuviste ese mocoso Uzumaki no tendrá oportunidad, se acerca la debacle de Konoha —Río emocionado, esa frase, junto con el repentino coro de felicitaciones, gente revolviéndole el cabello y dándole palmadas en la espalda fue la gota que colmó el vaso.
La información había vuelto a filtrarse, al menos ahora era a un grupo mucho más limitado de personas, pero al final la gente que sabía de la existencia de Naruto sabía que era el... hermano menor de Deidara (Eso había sido algo que se había negado a aceptar porque lo haría todo mucho más real), y todos parecían aceptar unánimemente que a Deidara no le importaba el otro rubio, que para él esta misión no había sido nada del otro mundo, algunos incluso le habían ofrecido traerle al Uzumaki para que fuera él quien acabara con su vida cuando, inevitablemente, la guerra empezara, y eso solo servía para que Deidara se sintiera más como basura, al final no había aguantado más de eso y se escapó, lo único que había dejado atrás era una nota que explicaba que estaba siguiendo el camino de su tío Han y se volvería un ermitaño.
Ahora que el conejo había salido de la bolsa y no le quedaba de otra que confrontar sus sentimientos era que se daba cuenta de que Naruto era su familia, no solo por el evidente padre en común, sino porque realmente habían conectado, el parecido entre ellos había sido imposible de ignorar y los había hecho congeniar, saber que sus historias eran más parecidas a lo que le gustaría había despertado viejos sueños (Deseos de una familia que lo amara y lo comprendiera) que habían provocado otros sueños más nuevos, él cuidando de su hermano cuando eran niños, una vida hogareña junto a su padre (Quien de momento parecía, sorprendentemente, el único decente entre los progenitores), el que su hermano compartiera su mantra de que los explosivos resolvían los problemas solo lo había hecho más fácil de querer, sí tuviera que describirlo era un caso de familia encontrada en el que, casualmente, la familia también era biológica, sentía que esto había sido traicionarse a sí mismo, que había vendido a una de las pocas personas que lo apreciaban por cómo era él, por ser él mismo, a cambio de reconocimiento vano y barato, y no era tan iluso como para creer que esto no afectaría a su hermano (La palabra sonaba cada vez mejor en su boca), como mínimo se sentiría traicionado y probablemente no volviera a confiar en él o que dudara de todo lo que habían hecho. No se había marchado de Iwa, no para volverse un renegado o volver a Konoha, no por patriotismo ni por amor a su nación, sino porque no tenía a dónde ir, no después de esto, se había quedado solo en el mundo y sin un lugar al que pertenecer. Sí alguien tuviera que describir lo que estaba haciendo diría: Se está marinando en su pena y dolor, creía que sabía lo que era sentirse muerto, se había equivocado.
— ¿Por qué cojones hice esto? —Se preguntó a sí mismo mientras agarraba una botella de sake, sintiendo los labios del jutsu prohibido que había aprendido sobre la botella antes de que la lengua se extendiera para saborear el cristal— Joder, esto es más difícil de controlar de lo que creí, ya ni me puedo hacer la paja en paz —No lo había intentado aún, pero dado que aún no podía controlar las lenguas dentro de sus palmas, y que le dejaba un cierto regusto cuando lamía algo, es que había renunciado a eso.
El final del sexto mes después de su partida para entrenar llegó lo que significó que Naruto estaba preparándose para partir a la aldea antes del amanecer, habían tenido suerte y llegaron a una pequeña ciudad llamada Ushiwaru que estaba muy cerca de la frontera con el país del viento (Jiraiya quería ver sí podía aprender algo de Suna, o servir como un pacificador), Tsunade había llegado con ellos la noche anterior (O traída por Naruto con el hiraishin) para su reunión habitual, solo que está vez se había quedado a dormir en el hotel en el que estaban maestro y alumno para acompañar a Naruto en su partida, pero en este momento era un extraño instante en el que solo estaban los dos hombres mientras Tsunade se duchaba.
— ¿Y eso que no estás intentando colarte en el baño para espiarla, sabio pervertido? —Cuestionó el rubio con una ceja enarcada, después de todo lo había hecho la noche anterior cuando Tsunade y Naruto estaban en la ducha follando y solo no los atrapó porque Naruto ya estaba dentro de la ducha esperando a una Tsunade que se desvestía.
— Mañana empezaremos un nuevo régimen de entrenamiento y esta conversación debemos tenerla cuando estés descansado en lugar de agotado, es ahora o mañana, pero prefiero hacerlo hoy —Aclaró el sabio con una expresión sería, una que había mantenido cada vez que hablaban sobre su entrenamiento, lo que en cierta forma le tranquilizaba, le aseguraba que Jiraiya se estaba tomando esto con la misma seriedad que él— Pasamos el último mes enseñándote jutsus y que sigas mejorando en las bases que tenemos, pero hay que avanzar —Señaló el hombre con expresión sería.
En condiciones normales Jiraiya estaría más que satisfecho con el resultado del crecimiento de su alumno: Los seis caminos se habían vuelto parte de su naturaleza y estaba acostumbrándose a usarlos en rápida sucesión e intercalarlos, claro, no era perfecto, debían suponer que siempre había misterios de los caminos que no estaban viendo (El camino Deva y su poder de manipulación espacial era un ejemplo de esto), pero era mucho mejor que al principio. Su alumno había dominado tres de sus naturalezas elementales y había avanzado con las últimas dos, todo lo anterior sin dejar de lado su entrenamiento en taijutsu y kenjutsu. Los clones del samsara eran a la vez una maldición y una bendición en términos de entrenamiento: Después de todo, y gracias a que Naruto usaba constantemente los seis clones hacía que el entrenamiento avanzara por siete, probablemente si no fuera por esto y Naruto debiera aprender personalmente a usar cada camino no habrían avanzado tanto ni en un año, el problema era que, ya que toda la experiencia se multiplicaba por siete, significaba que también debía buscar que más enseñarle, y pese a todo, pese a que era algo que podría definirse como perfecto, no le quedaba de otra que seguir empujando, ya no solo porque los viejos concejales de la aldea pudieran querer algo más (Francamente para este punto, y con los conocimientos que Naruto había adquirido del rinnegan, podría desentenderse del tema y que su descendencia descubriera más) sino porque su alumno lo necesitaría sí quería tener una oportunidad contra Akatsuki o contra Orochimaru, porque, desgraciadamente, estos no eran de rango S solo por las risas.
— Entonces ¿Qué sigue? —Cuestionó el rubio mientras abría un vaso de ramen instantáneo para comerlo (Algo no del todo normal ya que uno de los pasatiempos que había incentivado con su alumno era la cocina), podía notarlo algo nervioso.
— Entrenamiento en armas, por decirlo de algún modo —Jiraiya sabía que ese no era su territorio, el arma fuera de los kunai y shuriken eran las cadenas, lo mejor sería tener a Zabuza o a otros especialistas en armas, pero eso no era posible pronto— Parte del problema que has tenido es que usas a Rokudo para pelear, pero no dominas sus formas, sé que tienes las bases, ahora hay que practicarlas para que puedas usar esas formas con normalidad —El rubio de apariencia confundida aceptó mientras movía sus palillos en un gesto de aceptación— Tus clones aprenderán a usar sus armas correspondientes, y consígueles un nombre más corto, mientras que tú aprenderás a usar la forma elemental y sí el camino exterior tiene uno también, misma distribución de días, sí prefieres usar más clones del samsara para esto bien, pero debes aprender a usarlas, todo esto sin dejar de lado tu entrenamiento elemental, empezaras mañana —Señaló mientras le apuntaba con sus propios palillos.
— Cierto... además las formas son geniales —Naruto no pudo evitar recordar en la capa y la lanza del camino de fuego, adoraba todas, pero esa se había visto increíble a sus ojos— Supongo que nos vemos en la noche, o mañana —Murmuró cuando escuchó la ducha apagarse lo que solo podría significar que Tsunade ya había terminado de ducharse.
— En realidad esta vez voy con ustedes —Lo cortó Jiraiya con una sonrisa en el rostro— Antes de que nos fuéramos alguien me pidió un favor, y tengo que cumplirlo en Konoha más o menos hoy —Explicó vagamente con un encogimiento de hombros antes de levantarse para mirar el baño de dónde salía una vestida Tsunade.
— Vámonos —Exigió la rubia mientras caminaba hasta el rubio y ponía su mano sobre su hombro en una rutina bien practicada, por lo que se sorprendió un poco cuando Jiraiya hizo lo propio, pero no se negó y los tres desaparecieron en el hiraishin apareciendo en la oficina del Hokage, Naruto ya estaba preparado para partir al complejo Uzumaki con un hiraishin cuando la rubia Senju apretó su hombro con firmeza— Tienes una reunión con los Kurama, solo dicen que le debes una a su líder, no sé qué tanto sea verdad, pero creo que debes saberlo ya que te esperan en el complejo Uzumaki —Parpadeó un par de veces sin comprender, pero asintió.
— Suerte en tu reunión, te veo mañana por la mañana en Ichiraku —Ofreció el sannin de los sapos con una sonrisa.
— Si, perfecto... —Logró murmurar el rubio con una mueca, no había vuelto a Ichiraku desde que descubrió lo de Deidara, no porque culpara a los dueños del local de ramen, sino porque sentía que les había fallado, o sentía que las cosas serían incómodas— Fantástico... —Añadió cuando se dio cuenta de que ni siquiera tendría tiempo para prepararse mentalmente, pero sabía que no podía perder tiempo sí quería aprovechar el día y uso el hiraishin para aparecer en su sala.
Bien, técnicamente a una de las puertas que daba a su sala, lo que hacía creer a la gente que siempre estaba allí dándole un aire misterioso o genial (Un pequeño capricho, déjenlo), caminando hasta su sala donde ya le esperaba Unkai Kurama, tenía que reconocer que, pese a que este hombre había sufrido quemaduras de segundo y tercer grado hace menos de un año, se había recuperado extraordinariamente bien, claro, tenía media cara con cicatrices por el fuego y tenía que usar un bastón (Eso sin mencionar que la mitad de su cuerpo estaba vendado, probablemente porque era la forma más segura de sanar las quemaduras, o estaban sensibles, y no pensaba señalarlo...), solo había otras tres personas allí; Haku, quien había aceptado, como la única persona que vivía allí en la que confiaba lo suficiente (Porque Zabuza, pese a todo, cambiaba de residencia bastante fácilmente) para reinar sobre todos mientras él no estaba (Resultaba que Kimimaro y ella se habían conocido de niños, que pequeño mundo). Tayuya, quien había decidido que, incluso sí no era la persona más confiable allí debido a su historial con Orochimaru, era una Uzumaki y trataría de que el complejo, así como el clan, crecieran bien (Por eso Tayuya era su favorita de los del sonido, al menos le facilitaba algo de trabajo). Y Kimimaro, quien como un perro entrenado estaba allí porque él estaba allí, al menos cumplía su deber al encerrar a Kin en una habitación para evitar que acosara sexualmente a todos los invitados.
Observó por un instante a los tres, Haku había aceptado el estilo de ropa de Konoha, y aunque, hasta donde Naruto había hablado con ella, aceptaba y abrazaba que era mujer seguía buscando ropa que la hiciera ver más neutral o andrógina (Suponía él que era una costumbre para este punto), así que, cuando no estaba de misión, usaba sudaderas con capucha y pantalones, eso no había evitado que se coquetearan. Tayuya, por otro lado, había abrazado el estilo de Kumo, pantalones más bien ajustados y una blusa blanca que solo se conectaba por la parte baja de las mangas, ese era un conjunto habitual. Kimimaro, bien, él realmente seguía usando ropa lisa, pantalones marrones y camisa blanca con mangas holgadas y largas, probablemente sí no supiera que era muy capaz de destrozar extremidades uno no lo pensaría como una amenaza (O quizás sí, solo que por motivos diferentes porque seguía teniendo una mirada de perturbado mental la mayoría del tiempo), caminó hasta ponerse frente al hombre con una sonrisa zorruna en su rostro mientras mantenía sus ojos cerrados, para este punto no estaba seguro de sí tenía un modo de no incomodar a la gente porque sí tenía los ojos abiertos sus ojos incomodaban gente, si los cerraba le costaba no adquirir esa expresión zorruna, así que sí, para este punto creía que evitaban reunirse con él por eso...
— Kurama-dono, un gusto verlo de nuevo —Saludó sin despegar esa sonrisa de su cara— Sé que tenemos una conversación pendiente, pero también tengo que revisar el avance de algunas construcciones —Admitió mientras intentaba que su expresión no cambiara tan pronto a un abrumador cansancio, en su defensa, los días que volvía a Konoha, especialmente en la mañana, eran muy ajetreados y tener que sobreponer cosas para ajustar tiempos no sería nuevo, pero tampoco grato— ¿Le importaría sí discutimos todo esto mientras paseamos por el complejo y reviso lo que debo revisar? —Pidió mientras dejaba que su sonrisa asomara un poco los dientes.
— Siempre que el paso no sea apurado estaré de acuerdo —Aceptó el hombre mientras se esforzaba para ponerse de pie, sí, quizás debería ayudar a este hombre usando el camino Naraka, porque esas quemaduras se veían incómodas, pero Hiashi le había recomendado que, sí no le pedían ayuda explícitamente lo mejor era quedarse de lado porque eso podía traer problemas (La única excepción era cuando había una misión de por medio o estaban en medio de una misión).
— Tayuya ¿Podrías revisar las zonas de Iwa y Kumo? Haku, Kimimaro ¿Podrían revisar el área de Kiri? Yo revisaré la zona de Suna —Pidió con una sonrisa, intentó suavizar su expresión, más que nada porque la gente le había dicho que eso le daba un cierto aire que recordaba a Orochimaru, y no quería ni empezar a hablar de cuánto eso lo asqueaba y lo asustaba, cuando ellos asintieron decidió caminar junto a de la casa.
Mientras avanzaban por las calles del complejo Uzumaki sintió que debía agradecerles mucho tanto a los constructores como a quienes los recomendaron, puede que solo llevaran poco más de siete meses trabajando (Después de todo las construcciones estaban en progreso mucho antes de que se fuera de viaje) los barrios ya iban tomando forma, eran varios equipos de constructores en esto (Y estaba sintiéndose muy tentado a enviarle una carta a Tazuna para que le ayudará con esto), en realidad estaba usando casi todos los que había en Konoha, claro, muchos de los edificios eran increíblemente genéricos, algunas casas con el estilo de la nación, otros edificios que seguían una cierta generalidad y que estaban destinados a ser locales variados con apenas diferencias entre sí, los edificios más grandes y reconocibles de cada barrio eran los hoteles, que estaban preparados para recibir a un buen número de gente, pero tampoco era que cada uno pudiera recibir a cientos, ni siquiera estaba del todo seguro de sí los hoteles tendrían cincuenta habitaciones diferentes, pero estaba seguro de que cien no eran. No es que la propia área residencial Uzumaki no hubiera avanzado, solo no era prioridad, porque al final del día tardarían al menos un par de décadas para que fueran ocupadas (Aunque ya había una casa para Kimimaro y otra para Tayuya, pero ante el exceso de espacio en la casa principal lo mejor sería vivir allí). Tras casi diez minutos caminando es que Unkai se decidió a hablar.
— Supongo que tiene curiosidad sobre por qué pedí esta reunión —Afirmó el hombre con quemaduras mientras Naruto miraba las formas circulares y como algunos edificios estaban conectados por calles, o puentes, o al menos esa debería ser el resultado final, tarareó mientras asentía para demostrarle que no lo estaba ignorando— Hace algún tiempo pediste información sobre la arquitectura de Kiri a cambio de un favor que podíamos cobrar en el futuro.
Naruto quería señalar que salvarle la vida a Yakumo bien podría ser ese favor, pero sabía que eso era terreno peligroso (Hiashi, quien era su maestro en política, porque se negaba a que su yerno no tuviera bases, le había dicho que lo mejor era tener un número muy limitado de favores a pagar, de preferencia ninguno), no solo porque se podía argumentar que eso había sido por orden del Hokage, lo que invalidaría que sirviera como pago de la deuda, o, inclusive, recalcar que en realidad él no debía estar en esa misión y su participación bien podría ser una intromisión a los asuntos personales de otro clan, lo que podría desencadenar que pagara desde multas hasta hacer decenas de favores para evitar consecuencias mayores.
— Entonces viene a cobrarlo, perfecto ¿Qué tiene en mente? —Cuestionó tras girarse para mirar al hombre (Segunda lección de Hiashi, o tienes una muy buena cara de póker a la hora de tratar con la gente o podías mantener una expresión sin importar que, su cara de zorro sonriente era exactamente eso), podía hacerse una idea de lo que pediría y no era nada que no estuviera dispuesto a hacer.
— Correcto —Bien, al menos no estaban alargando esto demasiado con intrigas ni nada, eso solo alargaría todo demasiado— Quiero que te comprometas con mi sobrina Yakumo —Soltó y Naruto no pudo evitar abrir los ojos de golpe.
Eso... eso no es lo que había imaginado, había esperado que pidiera que curara sus heridas, una petición normal dado el estado en el que se encontraba, quizás que ayudara a Yakumo a ponerse al día con sus estudios shinobi (No tenía ni idea de qué tanto le faltaba para completar su formación, suponiendo que no lo hubiera hecho ya), pero no esto, tardó casi un minuto en volver a poner su expresión zorruna en su rostro.
— ¿Puedo saber por qué pide esto? —Claro, estaba la asociación del clan con el rinnegan, pero no podía ver cómo es que esto era, al final, algo que favorecía más a los Kurama que a sí mismo.
— Los Kurama nos estamos extinguiendo —Admitió, lo que no era nuevo, hasta donde Naruto sabía durante la misión se había enfrentado a la mayoría del clan Kurama— El programa de restauración de clanes no es amable con las mujeres —Otra verdad, había sido la razón para su compromiso con Haku en su momento— Pese a que Yakumo ya no está en riesgo de muerte, sigue teniendo un cuerpo más bien débil, no creo que sobreviva a los métodos que tiene el programa —Cierto, era más posible que muriera, el programa les daba a las mujeres en este un tiempo muy corto para recuperarse del embarazo (El mínimo humanamente posible), así que podía entender la razón— El clan no sobrevivirá, no hay negocios, no hay casi miembros, tampoco hay muchos recursos y nuestras arcas son escasas, más allá de los extraños casos como Yakumo en realidad no existen jutsus secretos o kekei genkais especiales, para este punto es solo querer que el clan muera con algo parecido a la dignidad —Durante todo su discurso su voz mantenía un plano tono que estaba en una línea entre la aceptación y la resignación.
— Aceptó, siempre y cuando Yakumo esté de acuerdo, no quiero forzarla —Aceptó, ya tenía demasiado con Kin y Tsunade a quienes había forzado a una posición... peculiar, para este punto, tras escuchar esto, no podía evitar sentir algo de pena por los Kurama, eso era un clan en decadencia realmente.
¿Por qué la aldea no brindaba apoyo monetario o material sí también era un clan que intentaba resucitar? Porque Yakumo no se había comprometido, y por lo que parecía ni siquiera se integraría al programa, y, en realidad, el apoyo no era tan amplió, lo que hacían con el clan Uzumaki era un caso especial porque querían que pareciera que el clan tenía el mismo renombre y antigüedad como los otros, sí tuviera edificios ya construidos o más presencia en la aldea entonces el apoyo que la aldea había dado no sería ni una tercera parte de la que recibió.
— Ella ya está de acuerdo, en realidad fue en una conversación que tuve con ella que llegamos a una conclusión sobre el destino del clan —Aseguró el hombre mientras asentía— La idea sería que se casaran dentro de unos años, tres o cuatro, quizás, pero no descartamos hacerlo antes sí lo prefieren así, ahora que ha aceptado prepararemos los documentos necesarios a llenar, se le entregaran en su próxima visita a la aldea —Señaló cuando llegaron a una encrucijada donde la calle se dividía en dos— Preferiría empezar esto de una vez, le ruego que me disculpe que me vaya de una vez —Sin siquiera esperar una respuesta el hombre desapareció en un shunshin.
— Bueno, al menos tengo una prometida menos que buscar —La aldea no perdonaba que estuviera de viaje, tenía que completar números y sí no lo tenía listo al final de su viaje de compromiso los elegirían ellos, tras esto tenía que elegir a otras cuatro prometidas de Konoha, pero ese número no era absoluto, aún podía cancelar sus compromisos con Suna sí los kages se ponían de acuerdo (Y sabía que la aldea del desierto luchaba por elegir un kage, y Gaara estaba luchando por un lugar semejante, bien por él), y estaba impugnando para retirar a Kin de esa lista, más o menos, así que aún tenía tiempo y oportunidad— ¿Con quién iba a salir hoy? Una comida con Ino y una velada con Hana, sí —Sonrió para sí mismo, las últimas reuniones con Hana solían acabar con él fallándose a madre e hija Inuzuka, era muy satisfactorio...
Seré honesto, no estoy del todo seguro de la estructura de este capítulo, después de todo los meses pasan en esta historia y son fragmentos de lo ocurrido en este tiempo, probablemente los próximos capítulos estén centrados principalmente en Naruto (Poner menos escenas de terceros y concentrarme en ellos), pero sí tienen sugerencias para mejorar esta estructura sería genial escucharlos, en lugar de intentar avanzar en todas las tramas avanzar en algunas, combinar otras, no lo sé, aún no lo decido, del mismo modo que tengo que pensar en el arma que será Rokudo en su forma Asura, es difícil decidir una para el camino que convierte el cuerpo de su usuario en armas ¿Saben?
