Este capítulo se logró relativamente bien y rápido, principalmente porque los últimos días no ha habido tanto calor y mi ventilador volvió a funcionar, lo que es un pequeño milagro porque el calor me pone de mal humor y me pone letárgico, lo que significa que todo tarda mucho más de lo que normalmente podría, ahora, un comentario que quería dejar en el capítulo anterior ¿Creen poder adivinar cuáles son las habilidades antes mencionadas, las que se asemejan más al poder del sharingan mangekyo? Diré que una está inspirada, o sacada, de HunterxHunter.

Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;

Duyade; Tengo planes expeciales, y a largo plazo, con Sakura, quizás no en el nivel de Sasuke o Akatsuki, pero si tengo planes grandes para ella, admitiré que esa es una buena idea, no sé si sería algo que haría en esta historia, pero es una idea más que interesante para tener en el futuro, ya sea para Sakura, Orochimaru, u otros personajes en otra historia, pero sería una idea interesante.

Samuel Santillan; Ciertamente no es el destino más amigable, el problema rádica en que el propio Naruto no siente gran cosa por ella, la considera una buena compañera para liberar estrés, e incluso, dentro de lo que cabe, su mente está clara (Extremadamente jodida y manipulada por Kurama, pero clara), tampoco sería renunciar exactamente a un matrimonio normal, el mayor problema es que, incluso si pudiera volver a ser la de antes, a menos de que olvide todo esto, se reafirmará que Naruto es aterrador en opinión de ella.

Para él, y para todo el mundo, ¿Un alumno de Jiraiya sabiendo usar genjutsu? ¡Blasfemia! Es más, Minato tenía un potencial prodigioso para el genjutsu, pero todo ese potencial se concentró en otras cosas desde que Jiraiya se hizo cargo de su entrenamiento, ahora, ese es un punto divertido, ya sea porque la mente muy dañada de Sasuke haría muy complicado ser atrapado en un genjutsu, o el genjutsu podría volverse en contra del lanzador, o simplemente ser como cualquier otra vez, que buena pregunta.

Itachi miraría con cara de pikachu sorprendido si Naruto lo ataca con genjutsu, pero la sorpresa duraría poco, Itachi es muy bueno en genjutsu, quizás no al nivel de Shisui, pero sigue estando muy arriba en la lista.

A ver, el plan en el papel es muy bueno, no tiene problemas, en la práctica es evidente que es un plan con demasiados agujeros.

La respuesta sobre cuánto más daño hará Sakura, la respuesta es: Si. Incluso cuando la religión de Hidan no tiene nada en contra de los doctores, tienen un punto de vista muy raro, pero no están en contra de ellos, hasta él querrá a la loca lo más lejos posible de él, especialmente con lo que se revelará después.

Fuu es quizás la tercera chica a la que Naruto le diría que la ama (Naruto no dice esas palabras a la ligera), pero Naruto sabe que tiene una lata de gusanos de pensamientos intrusivos y no muy positivos que no quiere revelarle, especialmente porque eso sería aceptar para sí mismo que dichos pensamientos existen.

CCSakuraforever; Me alegro de que te haya gustado, tengo que aclarar las cosas para que la gente sepa un poco lo que esperar. Kurama es un gran conversador, cuando le interesa, porque de lo contrario estaría en silencio marcial.


Para este punto, incluso si Deidara no había sido clasificado como ninja renegado o como un criminal buscado se volvió muy claro, tras más de un año fuera de la aldea, vagando por el país de la tierra como un vagabundo o un ermitaño, técnicamente seguía siendo buscado por las fuerzas shinobi de Iwa, pero no por su familia, no tanto por falta de preocupación sino porque sabían dónde estaba, más o menos, Onoki recibía cada tanto alguna paloma de arcilla para notificarle que su nieto rubio no solo seguía vivo sino que pedía alguna misión lo suficientemente simple para poner algo de dinero en sus bolsillos, ocasionalmente dichas palomas solo contaban con algunas cartas para sus familiares que vivían en la aldea para tranquilizar sus nervios, Han y Roshi recibían visitas ocasionales del único rubio en la familia, más que nada porque se encontraban de vez en cuando mientras cada uno vagaba lejos de la aldea.

Casi todos estos dos años desde que abandonó la aldea Deidara había dedicado su tiempo no solo a mejorar y preparar el uso de su nuevo jutsu, y, aún más importante, intentar lidiar con sus problemas, detalle importante que nadie pidió; No estaba mejorando, Deidara se seguía sintiendo como una completa basura por entregar valiosa información sobre su hermano, no importaba el corto tiempo que se conocieran, ni siquiera importaba su relación sanguínea, el poco tiempo que habían tenido juntos le había hecho conectar más de lo que había conectado con nadie en todo Iwa, lo mismo había sido con Ayame, aunque esa conexión se había dado de forma diferente, incluso con Teuchi había conectado (¿Por qué se sentía más patético cada vez que pensaba en esto?), pero al mismo tiempo sentía que estaba haciendo mejorías, al menos ya había llegado a hacer las paces con el hecho de que su hermano lo odiaba, estaba solo en el mundo, había desperdiciado la mejor oportunidad de su vida para tener algo bueno, y quizás fuera indirectamente el culpable de la cuarta gran guerra shinobi, sí, en realidad para este punto Deidara vivía en un perpetuo estado de estrés, probablemente pánico también, y quizás estuviera en las primeras etapas del alcoholismo.

Se había hecho con una botella especial de sake, uno que le había gustado bastante durante su tiempo en Konoha así que había decidido compartirlo con alguno de los pocos familiares con los que mantenía una relación medio normal o medio sana, y ya que su tío Han había partido porque desde hacía tiempo alguien que claramente no era del país, con todos los shinobis enviados a neutralizar a este hombre acabando vencidos y al borde de la muerte se consideró que solo uno de los jinchuriki era la mejor opción para encargarse del objetivo, así que no podía contar con él, por lo que fue con su tío abuelo Roshi, lo que lo había llevado a la situación siguiente; Ver a su tío abuelo (Que seguía siendo tan fuerte como un toro) recargado en una pared rocosa, las manos juntas y sobre su cabeza, ambas atravesadas por una espada, una katana común y corriente, su cintura siendo brutalmente aplastada por una espada (O suponía él que eso era porque era grande, gruesa y ancha envuelta en vendas), en realidad creía que bien podría estarle destrozando la columna, sus ojos parecían perdidos y su cuerpo estaba golpeado, demasiado, del tipo brutal, dos hombres con gabardinas, o batas, negras con nubes rojas, uno era un hombre (Bien, no podía ser más de un par de años mayor que él, pero el tipo claramente era más peligroso que él) el otro era lo que podría considerarse un hombre tiburón, la zona se había convertido en una zona de pelea en la que su tío abuelo claramente había usado todo lo que estaba a su disposición para ganar, había zonas afectadas por el elemento fusión (O lava, magma o cómo quieran llamarle), lugares que habían sido golpeados, o destrozados, por los puños o los tentáculos de la forma de bestia con cola de Roshi, lo que más le aterró (Porque siendo honesto consigo mismo y sus sentimientos, algo que llevaba tiempo haciendo por su patético intento de darse terapía a sí mismo en una cueva, estaba aterrado) era que los dos tipos parecían intactos, y esto, por evidentes motivos, no era poca cosa; Roshi era, aunque no lo pareciera, el segundo shinobi más poderoso de toda la nación de la tierra (Y la gente en ocasiones, pese a que lo odiaban, lo elegían como el más fuerte) solo superado por el Tsuchikage y adelante de Han, tenía uno de los elementos más poderosos ofensivamente que existía y si bien su relación con su biju no era perfecta sin lugar a dudas tenían una muy buena compenetración en cuanto a trabajo se refería, Roshi era un shinobi de elite de rango S y quizás SS.

— Eh, pero mira qué tenemos aquí, un pequeño mirón —Advirtió el hombre tiburón, en realidad Deidara estaba casi seguro de haber visto antes a estos tipos, pero no sabía dónde, cuyo nombre no conocía mientras se giraba a verlo— No es nada personal, muchacho, pero no podemos dejar cabos sueltos —Advirtió mientras levantaba la espada de gran tamaño y la recargaba en su hombro.

— Alto, Kisame —Detuvo el otro tipo mucho más joven, dirigiéndole apenas una mirada a Deidara, lo suficiente para que el rubio pudiera notar como le sangraban los ojos, lágrimas de sangre cayendo de sus ojos— Este es el chico que el jefe quería que reclutáramos, el que espío en Konoha y podría darnos la información que tiene al jefe tan irritado —Señaló entrecerrando los ojos.

Deidara sabía que estaba lejos de ser un novato o un debilucho, pese a que la aldea lo odiaba estaba, técnicamente, en nivel jonin antes de volverse un ermitaño, pero ahora que tenía uno de los nombres es que su cerebro pudo conectar dónde los había visto, en el libro Bingo, Kisame Hoshigaki e Itachi Uchiha, criminales de rango S, y por las ropas que vestían eran miembros de Akatsuki, los mercenarios que el viejo Onoki contrataba ocasionalmente ¿Tenía un nivel acorde para enfrentarlos? A Deidara no le gustaban sus probabilidades, pero no iba dejar morir a su familia si podía evitarlo, pero tenía que ganar tiempo, su tío abuelo claramente estaba bajo un genjutsu (O eso suponía por la mirada nublada que tenía) y tendría que buscar cómo ganar tiempo.

— Así que me buscaban, dos criminales de rango S me buscaban no puedo evitar sentirme halagado —Mintió mientras intentaba mantener una sonrisa más bien arrogante, pero no estaba perdiendo el tiempo, pequeñas, diminutas arañas de arcilla salían de las bocas en sus manos, lo suficientemente pequeñas para no ser percibidas, especialmente si se fijaban en lo que decía y no en sus manos— ¿Puedo saber para qué me buscaban? —Inquirió, obligándose a no mirar de reojo a su tío abuelo.

— El espionaje que realizaste en Konoha, hay alguien a quien quisimos capturar hace algún tiempo, pero que se nos escapó —El tono de Itachi era claramente tranquilo, esperando ser diplomático— Queríamos saber qué aprendiste de nuestro antiguo objetivo para no fallar la próxima vez —Pidió mientras le dirigía una mirada rara, una emoción que no podía identificar correctamente.

— ¿Cómo están tan seguros de qué descubrí algo de su objetivo? No saben la razón por la que fui a Konoha —Porque no podía haber forma de que estos tipos buscaran a Naruto ¿Cierto? ¿Cómo su hermano menor había quedado atrapado en el radar de Akatsuki? Pero ¿Naruto no era, acaso, un jinchuriki igual que Roshi?

— Sabemos la razón por la que espiaste en Konoha, el objetivo que espiaste era el que nosotros buscábamos, Naruto Uzumaki —Aclaró Itachi, sus ojos negros pasaron a ser rojos con tres aspas, y en ese momento Deidara decidió apartar su mirada, bajarla lo suficiente para que esos ojos no estuvieran en su rango de visión, solo porque Naruto fuera un asco en el genjutsu no evitaba que los usuarios de doujutsu tuvieran un largo historial en esa rama.

— ¿Por qué lo están buscando? Es solo un chunin, yo lo espíe junto a Sasuke Uchiha por su importancia para acuerdos internacionales —Gruñó, intentando que todo el desprecio que pudiera sentir, hacia la aldea, hacia sí mismo, hacia la misión que le hizo sentirse así para empezar, se filtrara en su voz para parecer un shinobi de Iwa enfadado.

— Estamos buscando a los jinchuriki, a cambio de su sacrificio podremos crear un mundo perfecto, un noble sacrificio ¿No lo crees? —Cuestionó Kisame con una sonrisa perversa, y en ese instante Deidara sintió que el corazón le dio un vuelco— ¿Que nos dices? ¿Vienes con nosotros y compartes esa información?

Las palmas le sudaron, sintió un fuerte escalofrío, lo más fácil podría ser simplemente decir lo que sabía para que ellos se largaran, pero estaba muy seguro de que no dejarían marchar a su tío abuelo, y lo que era peor, sería volver a vender a su hermano, ya se había arrepentido demasiado de compartir lo que sabía con una nación que podría intentar matarlo, estaba seguro de que sería peor sí ofrecía esa información a personas que lo matarían, en un caso era una posibilidad, en otro una certeza, y si debía apostar por lo que ellos ya parecían saber, probablemente la pieza de información que más les faltaba era el rinnegan, y si sabía algo por la reacción de los jinchurikis en su familia eso era importante, nada de lo que hiciera podría redimirlo de sus acciones anteriores, pero podía no cometer los mismos errores dos veces.

— Je, detalle chistoso —Empezó, sus nervios reculando, no por confianza o seguridad, en realidad no sabía por qué reculaba, quizás que estaba aceptando su muerte— Pero se da la casualidad de que no me gusta compartir información de mi hermano menor —La admisión en voz alta sonó muy bien para él, se sintió bien— ¡Katsu! —Gritó.

Las cientos de diminutas arañas de arcilla explotaron simultáneamente, el poder destructivo de estas pequeñas creaciones era mínimo incluso cuando eran a quemarropa, pero cumplieron su objetivo de formar una gran y espesa nube de humo, además de apartar al dueto de su tío abuelo, agarró más arcilla de un par de bolsillos en un cinturón para meterlos en su boca y amasar tan rápido como pudo figuras de arcilla.

— C1 Tori —Lanzó en ese momento sus bombas, pero solo mencionó una, la primera, la nombrada, un ave de arcilla de tamaño medio que aumentó rápidamente su tamaño antes de lanzarse para recuperar a Roshi, al mismo tiempo, un par de serpientes de arcilla se lanzaron hacia sus adversarios— Por favor que esto sirva —Silbó tras sus palabras para llamar a su propia ave de arcilla, y en ese momento ocurrió lo evidente, sus adversarios contratacaron.

Kisame apareció frente a él en un parpadeo, cuando la espada golpeó a Deidara este explotó, aunque casi todo el poder de la explosión fue absorbido por Samehada, o más bien, el chakra que le daba potencia, Deidara que ya estaba corriendo hacia su ave de arcilla de gran tamaño fue interceptado por Itachi quien había podido predecir ese jutsu de sustitución de último segundo.

— Explícate —Ordenó mientras sacaba un kunai, y alguien que solo era un par de años mayor que él no debería intimidarlo tanto— Los padres de Naruto Uzumaki son...

— Soy hijo bastardo del cuarto, gran sorpresa, idiota, C2 Tori-giri —Insultó, solo para que el ave detrás de Itachi comenzara a disparar pequeñas bolas de arcilla explosiva que parecían insectos, el joven se giró por un instante al comprender lo que ese ataque significaba, saltó para evitar las explosiones que ya estaban estallando, impulsándose en la espalda de Deidara para escapar totalmente del ataque.

El golpe debió haberlo envuelto y acabar con él, pero por suerte para Deidara había considerado esto, quizás podría derrotar a uno de estos tipos en un uno contra uno, pero como estaban sus posibilidades de ganar eran nulas, su manera de ganar no era peleando, era logrando sacar a Roshi de aquí, así que en lugar de preocuparse por volar a estos tipos por los aires se concentró en el escape y su ave de gran tamaño lo embistió a toda velocidad antes de elevarse por los aires, a una altura que, con suerte, debería ponerlos a salvo, la otra ave, la que cargaba a su tío abuelo, se posó al lado del ave de mayor tamaño, justo cuando creyó que podría relajarse una pequeña fracción todo se volvió a ir al carajo.

El suelo debajo de ellos comenzó a llenarse de agua, cortesía de Kisame, sin contar que Itachi los miraba muy directamente, esto no podría acabar bien, tiburones de agua comenzaron a saltar, o ser disparados, desde el agua para intentar alcanzarlos, desgraciadamente estaban muy cerca, volvió a meter su mano en su bolsillo para comenzar a formar una nueva escultura de arcilla para justo después saltar al ave que cargaba a Roshi en su hocico, en ese momento el ave en la que estaba parado anteriormente se lanzó al suelo en un ataque kamikaze, la explosión resultante fue magnifica, agua volando por los aires formando una especie de lluvia.

— Empiezo a ver por qué este tipo podría unirse a nosotros, es más hábil de lo que parece —Advirtió Kisame, quien milagrosamente había escapado de la explosión junto con Itachi.

— Si no estuviera tan desesperado por matarlos o escapar podría haber apreciado esa explosión —Gruñó Deidara antes de que la última ave restante fuera golpeada por shurikens haciendo que comenzara a caer— Maldito Uchiha —No necesitó mucho para adivinar quién había provocado su caída, pero eso no importaba, estaba contabilizado, su creación de arcilla hizo un último movimiento para lanzar a Roshi hacia arriba, justo a tiempo para que Deidara lo atrapara en un abrazo por los hombros antes de sacar algo mucho más resistente, un dragón de arcilla para que los recogiera.

Ahora, Deidara se habría fijado en la explosión, pero como se ha dicho anteriormente estaba mucho más interesado en escapar y asegurar la supervivencia de su familia, lo que se había vuelto mucho más urgente cuando se dio cuenta de que su estimación anterior del riesgo había sido equivocada en extremo; La espada de Kisame prácticamente había destrozado por la mitad al hombre, músculos desgarrados, huesos pulverizados, nervios destrozados, órganos brutalizados, para este punto la mirada nublada, pero viva, de Roshi era un alivio porque no podía creer que pudiera vivir demasiado más. Desde su posición a la aldea de la roca solía tardar una hora menos cuarto de vuelo sin descanso, lo que era mucho menos de lo que haría en tierra porque el territorio de la nación de la roca era escabroso, esta vez, en una emergencia, hizo ese vuelo en siete minutos, aterrizando sobre el edificio de gobierno de Iwa, con algunos miembros del concejo y su abuelo para recibirlo, probablemente preocupados de que esto fuera un ataque terrorista.

— ¿¡Deidara?! ¿¡Qué demonios estás haciendo?! —Cuestionó Onoki a su nieto, justo antes de que viera el estado en el que traía al hermano menor de dicho Tsuchikage dejando que la expresión del anciano se volviera de horror.

— Akatsuki atacó a Roshi ¡Tenemos que llevarlo a un hospital! —Rugió mientras intentaba cargar, sin mucho éxito al hombre, incluso siendo solo la mitad de su cuerpo era mucho más pesado de lo que Deidara estaba acostumbrado.

— ¿¡Qué demonios esperan?! ¡Preparen un quirófano en el hospital en este momento! —Ordenó el tsuchikage antes de usar su jutsu de roca ligera sobre Roshi para que no solo Deidara pudiera cargarlo mucho más fácilmente, sino para que el propio Onoki pudiera ayudarlo a cargar el cuerpo. Los subalternos de su abuelo no se quedaron quietos ante una orden tan directa de su líder y corrieron para preparar lo pedido.

Tras solo unos pocos pasos, los suficientes para estar dentro del edificio en lugar de en su techo, la mirada nublada en los ojos de Roshi volvieron a la normalidad antes de que vomitara (Porque era eso o toser, y este último no le hacía justicia) una gran cantidad de sangre, un grito agónico saliera de su garganta y apretara con suficiente fuerza a las dos personas que lo cargaban para que los tres cayeran al suelo.

— ¡Roshi! —Maldijo Onoki antes de levantarse para ver a su hermano menor con una emoción que mezclaba el enojo y el terror, la desesperación— No puedes hacer eso si quieres que te llevemos al hospital —Intentó sonar casual, no sonar como si estuviera viendo al último de sus hermanos a punto de morir.

— Me queda poco tiempo, no sobreviviré —Jadeó Roshi quien no dejaba de toser sangre, solo en estos momentos Deidara se daba cuenta de que no lo había estado salvando, le había negado una muerte rápida sin saberlo (¿Acaso no podía hacer nada bien?), pero debía dejar sus muy necesarias recriminaciones para otro momento— Es ahora o cuando el Yonbi resucité, otro jinchuriki, es necesario, ahora más que nunca —Proclamó con una mezcla de horror y seguridad que sonaba demasiado extraña.

— No, no es necesario Roshi, llegaremos al hospital y te pondrás bien —Onoki rogó mientras intentaba levantar a su hermano menor, intentando ignorar que, si se movían, aunque fuera un poco mal sus tripas caerían al suelo y eso seguramente no le haría ningún favor.

— No Onoki, llegó mi momento —Aceptó Roshi con evidente dolor y cansancio, su mano sobre la de su hermano mayor, podrían haber tenido muchas diferencias, pero en este momento todo quedó en segundo plano.

— Bien —Aceptó el viejo Onoki con la voz temblorosa— ¡Llamen a Kozuchi! —Ordenó a uno de los shinobi que habían regresado al ver que el kage y el jinchuriki no iban tras ellos.

— No —Deidara escupió en cuanto escuchó a su abuelo decir el nombre de su primo más joven. Era evidente por qué lo eligieron, era familia del Tsuchikage, lo que era una norma para los jinchuriki, o cuando menos tenían que estar relacionados con uno para "asegurar" su lealtad. Era joven, porque mientras más joven fuera un jinchuriki más se adaptaría al biju. Pero Deidara sabía que la aldea no había cambiado, que el trato que el recibió antes de convertirse en una especie de héroe nacional que traería una victoria ante la posible siguiente guerra con Konoha no era muy diferente al que recibían los jinchuriki, no podía hacerle eso al pequeño niño que aún tenía una sonrisa inocente— Yo me ofrezco para ello, no permitiré que condenen a Kozuchi a esto —Quizás era su deseo de pagar lo que le hizo a su hermano menor, quizás era porque prefería volver a lo que le era conocido, quizás fuera solo él queriendo evitar que esa adorable sonrisa inocente de su primo se perdiera para siempre desde tan joven, pero había tomado una decisión.

— No Deidara, con tu edad es más probable que esto te mate —Onoki intentó convencer a su nieto, no solo por la posibilidad muy alta de que acabase muerto, sino porque, por fin, su nieto estaba dejando el ostracismo al que la aldea lo había sometido, quizás no de la manera correcta, pero no quería que volviera a esa pesadilla— Por favor Deidara, no —Suplicó con la voz rota y las lágrimas acumulándose en sus ojos, esta era una visión que los shinobis a su mando no habían visto nunca, pero Roshi miraba a su hermano con cierto alivió al verlo llorar— No te hagas esto Deidara, no arruines tu vida —Las lágrimas comenzaron a correr.

— Mi vida ya está muy arruinada, no permitiré se arruine la de Kozuchi —Aseguró con una sorprendente cantidad de seriedad y seguridad, quitándose la playera para exponer su abdomen y su pecho para recostarse junto a su tío abuelo— No nos queda tiempo, sellen al Yonbi dentro de mi —Miró a los shinobis que se iban acumulando a su alrededor.

Roshi no habría creído que volvería a ver este lado de su hermano, atemorizado de que cualquier sentimiento o habilidad para ser algo diferente a un kage estuviera tan enterrado bajo las rocas y escombros que eran este hombre que nunca volverían a ver la luz del día, miró a su sobrino nieto por un instante al ver como los shinobis parecián aceptar las palabras de Deidara sobre el escaso tiempo que les quedaba y comenzaban a traer todo lo necesario para el sellado, era extraño cuánto le recordaba esto a su propia ceremonia de sellado, se preguntó brevemente sí esto era "Ver su vida pasar ante sus ojos" porque la verdad, si no fuera por el Yonbi ya estaría muerto, el biju mantendría sus funciones vitales funcionando tanto tiempo como pudiera para que el sellado pudiera realizarse.

— Perdón por no poder cumplir mi promesa, Goku —Se disculpó ante el biju, su promesa de ser el último jinchuriki tirada a la basura.

— Así que al final prestaste atención cuando te dije mi nombre, je, no lo esperaba —Aceptó el mono con sorprendente tranquilidad antes de girarse a ver a su compañero de tantos años con calma— No te recrimines, Roshi, yo soy quien te mantiene con vida el tiempo suficiente para volver a ser sellado, ahora que esos ojos han vuelto al mundo siento que algo está pasando, algo por lo que necesito seguir cambiando de barcos —Aclaró el biju con un encogimiento de hombros.

Los habían mudado a una habitación diferente, una lo suficientemente preparada para esto, los pocos especialistas en sellos de la aldea trazando sobre su vientre y pecho los sellos necesarios (Deidara no lo sabía, pero en cuanto a fuinjutsu Iwa estaba al nivel de Suna, y eso era preocupantemente bajo), sobre los sellos de cada uno habían puesto ollas de barro idénticas conectadas por una cuerda de cabello de un animal que Deidara no conocía, mientras dos personas mantenían las ollas en su lugar otras siete personas comenzaron a cantar y hacer sellos de mano, si, casi igual a la propia ceremonia de Roshi, lo único que era diferente era que esta vez Onoki estaba sujetando sus manos, tanto la de su hermano menor como la de su nieto, intentando que uno no se sintiera solo en sus últimos momentos y que el otro supiera que, aunque esto sería difícil, no estaría abandonado. Roshi sentía, al mismo tiempo que sentía como el chakra del biju era drenado de su interior, que esta vez todo iría bien, que su hermano mayor había aprendido lo que necesitaba, aunque fuese tan tarde en su vida, bien por él, durante los últimos instantes de su vida, con el frío llenando su corazón, no pudo evitar sonreír.

Deidara podía entender por qué Han y Roshi eran tan rencorosos con sus ceremonias de sellado, sentía el chakra ardiente quemándole de todos lados, en el exterior, en el interior, y un tipo especial, y muy desagradable, de quemadura formando el sello en su vientre, era un proceso doloroso que le hacía llorar, sintiendo como todo su cuerpo se disolvía en lava, esa sería la mejor descripción de lo que sentía, solo cuando el calor amainó un poco, lo suficiente para sentir que el proceso había terminado, quedó inconsciente (Tampoco sabía que esto en realidad podría haber sido mejor sí él hubiera estado dormido o inconsciente).

— Un pequeño milagro, normalmente habría quemado el sistema de chakra de alguien de tu edad —Una fuerte voz sonó dentro de la mente de Deidara, pronto un paisaje se formó, un paisaje mental en pleno derecho, dicho escenario era un páramo volcánico ardiente, casi apocalíptico— Presta atención, mocoso, porque no pienso repetirme, mi nombre es Son Goku, tú me conoces como Yonbi, llámame como quieras —Aseguró el biju.


Utakata sabía que su misión no era fácil, que estaba considerablemente inclinada al fracaso y ser, a falta de una mejor palabra, imposible de cumplir, pero eso no evitaba que se sintiera como un perdedor, hacía dos, casi tres, meses que había intentado explicarle el asunto que lo había hecho partir, ya saben: el lunático que quería capturar a los bijus para algo que, según el Rokubi, estaba más cerca del poder divino y que era algo que no solo pocos humanos podrían soportar, sino que nadie, o muy pocos, deberían tener acceso a ese poder (El rokubi estaba muy convencido de que solo había habido una persona digna de dicho poder en el pasado, y sospechaba que hablaban del sabio de los seis caminos). Resultado de su incursión en Iwa, horrible, casi se matan entre sí, el jinchuriki del cinco colas claramente no había estado dispuesto a escucharlo, pero Utakata suponía que se lo merecía tras derrotar, casi matar, a al menos un centenar de shinobis de Iwa para que lo enviaran, no le dejó explicarse y le dejo marchar como consideración porque ambos fueran jinchuriki, lo único que le dijo que, quizás le fuera útil, fue un mensaje más bien críptico que ni siquiera estaba dirigido a él sino al biju en su interior.

— Go tiene un mensaje para Roku —Han lo miró seriamente, habiéndose detenido y girado a verlo por sobre su hombro cuando ya se estaba marchando, como si esto fuera una especie de pensamiento tardío— Eso ha vuelto, prepárate —Lo dicho, un mensaje críptico, intentó convencerlo de que fuera un poco más claro, porque ni siquiera el biju entendió el mensaje, pero el jinchuriki de vapor solo negó antes de añadir— No estamos seguros de que no haya oídos indiscretos, y es mejor no mostrar toda la mano antes de golpear —Y con esas palabras se marchó.

De esa conversación habían pasado casi tres meses, como bien había mencionado antes, y Utakata seguía sin entender el mensaje, tenía una idea, teorizaba varias cosas, pero no tenía ninguna certeza, a lo que el jinchuriki de la babosa había concluido era que Iwa también se había dado cuenta del hombre que intentaba conseguir a los biju y temía que estuviera al asecho y pudiera escucharlos, además de que quizás este hombre no supiera de la capacidad de los biju de compartir información a través de sus biju con solo tocarse, era más complicado que eso, pero era la idea principal y lo mejor que se le ocurrió a Han fue que no tenían por qué darse información, pero suponía que quizás este hombre desconocido estaba intentando hacer su movimiento en Iwa y podrían volver a tener esta conversación cuando su invisible enemigo abandonara el país de la roca.

Lo anterior significó que en realidad de siete jinchuriki a los que tenía de advertir dos de ellos no pudieran recibir el mensaje y no pudiera volver al país pronto, lo que significaba que le quedaban cinco ¿El problema? Los cinco que quedaban eran una pesadilla de alcanzar y advertir; Ya que Kumo era tan cerrado como lo era, y los shinobi de dicha aldea solo dejaban la aldea, a veces el país, cuando tenían una misión le hacía complicado conversar con uno, si además entraba en consideración que no podía hablar con cualquier shinobi de Kumo para preguntarles quiénes eran los jinchuriki porque: A, no le iban a dar esa información a un potencial enemigo porque el país del rayo era el único que trataba a sus jinchuriki con humanidad. Y B, nunca sabía quién era un agente oculto de este hombre (Le costaba creer que actuara solo) por lo que solo podía advertir del problema directamente al raikage o a los jinchuriki, y seguía sin confiar en algún kage sobre este mensaje, lo que significaba de los cinco que le quedaban debía eliminar a dos de esa cuenta dejándolo con tres. De los tres que quedaban conocía la ubicación de uno, difícil no hacerlo cuando se había vuelto Kazekage, había intentado prestar atención sobre este porque tras Yagura sonaba extrañamente sospechoso (Especialmente cuando había oído que dicho jinchuriki era un demonio con o sin biju), pero de momento todo parecía normal y no es cómo que pudiera ir y exigir una reunión con el kage, no solo porque era un shinobi renegado de otra nación, sino porque era una petición ridícula, de tres que le quedaban se redujo a dos. El jinchuriki del Nanabi debía estar en Taki, había estado allí desde hace años y era su carta de amenaza junto a sus métodos un tanto kamikaze, pero de pronto se quedaron callados y le preocupaba encarecidamente que el jinchuriki ya hubiera sido atrapado por este misterioso enemigo. Dos menos uno, uno, el jinchuriki del kyubi, suponiendo que existiera (Porque muchos tenían la duda de si el Yondaime Hokage había sellado al biju en alguien o lo selló en sí mismo antes de morir) este le era completamente desconocido, no sabía si existía para empezar, mucho menos quién era, y si desconfiaba de un kage para darle la información, más estúpido sería preguntarle a uno directamente sí tenían un jinchuriki para empezar. Lo que significaba que su misión de informar a los otros jinchuriki había fracasado miserablemente, tendría que esperar a que la Mizukage le diera alguna noticia para pasar a la segunda parte del plan. Mientras tanto, y ya que el país del agua seguía reparando su infraestructura de forma que no estaba siendo perseguido con tanto ahincó como debería como ninja renegado, podría intentar adivinar dónde estaba el Sanbi, probablemente sería un mejor uso de su tiempo que intentar desaparecer en medio de un pueblo perdido de la mano del sabio de los seis caminos.

Pero, como eso lo haría mucho más fácil de encontrar por su enemigo, y su tentativo grupo, tenía que mantener la guardia baja, especialmente cuando creía firmemente que lo habían identificado en su encuentro con Han, lo que significaba que había tenido que usar esos tres meses en tácticas de escape para estar seguro de que no volvería a una celda, o peor aún, acabar muerto, por no haber tenido el cuidado que debía darse. Aprovecharía el tiempo que tenía que esperar para la fase dos del plan intentando obtener información para descubrir si el kyubi estaba en un jinchuriki o en estado salvaje, y esto mismo es lo que lo había llevado a su actual ubicación, en un pueblo del país del fuego, en algún punto entre la costa y la frontera del país de los ríos, estaba el pueblo de Koh, el lugar no era muy conocido, un pequeño pueblo de paso en el que pocas personas se quedaban por mucho tiempo, más adecuado llamarlo un lugar de descanso en mitad del viaje, pero no había llegado a dicho pueblo simplemente para pasar desapercibido o por casualidad; Había rumores, rumores de un demonio que hacía desaparecer a la gente, especialmente a los hombres, si acaso los volvían a encontrar lo hacían sin genitales, sin cara (Si, los rumores decían que solo la cara, cómo eso no los mataba Utakata no lo entendía), y si estaban muertos lo habían hecho aparentemente de un ataque al corazón.

¿Por qué había venido a buscar a un demonio? Dejando de lado que a los biju se les solía llamar demonios (Utakata solo había sido corregido por ese error una vez y seguía sin recibir una respuesta sobre qué se suponía que eran entonces) era que el kyubi era considerado un ser de fertilidad según el Rokubi, por lo que esto bien podría considerarse el ataque de un demonio de la fertilidad y suponía que el biju podría entrar en esa categoría, especialmente cuando parecía ser que la conexión con todo era que las personas antes se perdían en el bosque ¿Quizás se toparon directamente con el biju que no quería delatar su ubicación borrando el lugar con una bijudama? Pero eso es lo que lo traía aquí, a una posada que quizás fuera el único lugar medio decente en el pueblo, el joven frente a él, suponiendo que fuera un él porque su cara le parecía un poco andrógina (Algo mucho más normal en Kiri que en el resto de las naciones elementales).

— Bienvenido a la posada Hei Bei ¿Prefiere pagar por adelantados los días que se quedará o prefiere hacerlo a la salida? —Cuestionó el joven con una sonrisa torcida y cansada.

— Prefiero pagar a la salida —Aceptó con una sonrisa suave y dulce antes de centrar su atención en algo un poco más importante— ¿Sabe dónde puedo encontrar a un médico? Es que voy a explorar el bosque para unas pinturas y me preocupa ser atacado por algún animal —Cuestionó, no porque realmente creyera que hubiera algún animal en el bosque que realmente pudiera ser un riesgo para Utakata, sino que le parecía preocupante que un pueblo no tuviera así sea un "médico" chaman.

— Ese sería yo, soy doctor, y esta posada es tanto una posada como mi clínica —Explicó el joven mientras su sonrisa se volvía un poco más orgullosa y arrogante, nada que Utakata no hubiera visto antes, la mayoría de los doctores que conoció tenían un complejo de dios y un ego enorme, suponía que se lo habían ganado— ¿Por qué te adentrarás en el bosque, amigo? ¿Acaso no has escuchado los rumores? Como el médico que hace de forense te puedo decir que no es bonito —Le advirtió con un poco más de seriedad.

— Soy pintor, los lugares con estos mitos siempre son grandes inspiraciones para algún cuadro —Aseguró con una sonrisa, si no hubiera recibido una advertencia de algún lugareño probablemente estaría descartando los rumores como eso, pero seguía habiendo algo que no le terminaba de convencer, algo que le picaba en el fondo de la mente— ¿Puedo saber cuál es tu nombre? —Intentaría ver si este chico de casualidad estaba en el libro bingo o su nombre tenía alguna infamia, quizás eso respondiera a sus nervios.

— Trafalgar Law —Así que era un chico, pero no, el nombre no le recordaba nada en lo más mínimo, pero estaba seguro de que este mal presentimiento no era algo que debiera descartar— ¿Y el tuyo? Preferiría no volver a anotar John Doe por un tiempo en los informes forenses —Pidió con una ceja enarcada. ¿Grosero? Sin dudas, pero los médicos que conoció también lo eran, además de tener un humor siniestro, esto no era nada nuevo para Utakata.

— Rokudo Mukuro —Mintió sin pena o rastro alguno en su cara o lenguaje corporal, no podía andar dando su propio nombre, Utakata sí tenía su nombre en el libro bingo, incluso cuando se había teñido el pelo a rojo y se maquillaba no se sentía tan seguro como para no creer que podrían encontrarlo aquí.


Zetsu estaba desesperado, o al menos así lo describiría Obito (Porque él mismo se sentía así), cuanto más obvio se volvía que, de algún modo, los jinchuriki estaban levantando las alarmas sobre ellos es que ese sentimiento se hacía más y más pesado sobre Zetsu y sobre el propio Obito. Konoha había sido puesta sobre aviso de Akatsuki cuando intentaron capturar a Uzumaki Naruto, incluso cuando sabían de la ubicación del siete colas (Un secreto que Konoha seguramente guardaría celosamente hasta que pudiera encontrar una excusa que no desencadene una gran guerra shinobi) Konoha iba extremadamente precavido sobre sus jinchuriki. Habían fracasado en reclutar al shinobi de Iwa que querían que resultó ser hijo de Minato Namikaze (La expresión de Obito ante la revelación había sido, a falta de una mejor forma de decirlo, cómica), quien se había llevado el cuerpo del jinchuriki del cuatro colas e Iwa había hecho un anunció a su gente de que habían perdido al biju sin un jinchuriki que debían estar atentos a su posible renacimiento, Kumo mantenía su nivel marcial de seguridad y les costaría horrores poder hacer un movimiento, el jinchuriki del seis colas de pronto estaba desaparecido y no sabían dónde estaba, el tres colas estaba en territorio desconocido, de algún modo atacar al jinchuriki que los pondría en el radar mundial era, de pronto, la mejor opción a la que podían atacar, así que Obito creía que estaba bien estar desesperados, al menos él no culparía a Zetsu de estarlo.

— Por favor, quien quiera que seas, Cirujano de la Muerte, espero que signifiques buenas noticias —Rogó, porque si bien Deidara era muy joven, probablemente habría sido el miembro más joven de la organización, había estado acorde al nivel esperado.

Contrario a lo que Obito creía, Zetsu no estaba desesperado, aunque si era lo más cerca que había estado de sentir dicha emoción en toda su existencia (Y llevaba existiendo incluso antes que los biju, eso debía significar algo) No porque de pronto algo que no debería darle los problemas que le estaban causando le estuviera molestando, no, incluso un jinchuriki seguía siendo humano y estaban atados a vidas mortales, tarde o temprano los conseguiría, lo que le había molestado era cierta conversación que había escuchado cuando estaba intentando encontrar a Utakata antes de que el hombre desapareciera del mapa de nuevo, una advertencia que recibió del jinchuriki del cinco colas, le había advertido que algo había vuelto a aparecer y que debía prepararse, aparentemente un comentario de un biju a otro que solo ellos podrían entender.

¿Acaso cometió un error y todo este tiempo los bijus han sabido de su existencia? Si no era él entonces debía haber algo más, pero ¿Qué podía ser ese algo más? No se le podía ocurrir nada más, no podía ser el rinnegan, había tardado más de un siglo manipular los eventos para que Madara cumpliera todas las condiciones para convertir su mangekyo sharingan eterno en un rinnegan de menor calidad (Indudablemente el punto máximo al que el sharingan podía aspirar, pero el verdadero poder del rinnegan era algo que simplemente estaba más allá, irónicamente en manos de Nagato es que podía usar una parte de su poder, mientras que Madara jamás habría podido usarlos, tan acostumbrado a lo que el sharingan le ofrecía como para ver más allá), no había forma de que se dieran las condiciones para que otro rinnegan apareciera naturalmente, se había asegurado de casi exterminar completamente a los Senju, solo Tsunade escapó de él y para este punto el tiempo terminaría el trabajo por él, y había aprovechado la inestabilidad mental de los Uchiha para presionar a Fugaku para empezar esa tonta guerra civil para que los Uchiha también fueran extinguidos, claro, quedaban Uzumaki, Hyuga, Kaguya y Tenrou, pero esas dos ramas eran las que debían combinarse para tener la posibilidad de que naciera un rinnegan. No cuestionó por qué los bijus no advirtieron inmediatamente a sus jinchuriki de él, después de todo eran solo humanos, al final eran insignificantes y no podrían detenerlo, seguramente estarían buscando destruirse junto con sus barcos, o mantenerlos vivos y apartados, lo suficiente para intentar obligarlo a aplazar sus planes un par de siglos más. Tampoco podía ser el Shinju porque ya no crecía en esta dimensión.

Su madre, la gran diosa Kaguya, no había confiado ni en sus hijos ni en la humanidad de la que alguna vez fue parte que no intentarían robarle el poder que le correspondía cuando eventualmente el árbol volviera a dar un fruto e hizo lo único que consideró aceptable, envió el fruto y el árbol mismo a otra dimensión creada con sus poderes divinos. El árbol del Shinju había sido una forma del mundo de destruirse y renovarse, absorbería la energía de la naturaleza a través de sus raíces, especialmente de aquello que estaba moribundo cuyos destellos de energía serían incluso más brillantes y valiosos que lo que vivía sin preocupación, antes de que el fruto estuviera listo y se convirtiera en una lluvia de energía que revitalizaría al mundo en un perpetuo ciclo de muerte y renacimiento, o quizás de estar moribundo a renovarse, tras la acción de Kaguya de comerse el fruto su mera presencia y poder revitalizaba el mundo y sus líneas ley, tras sellarla el mundo debería haber sido consumido sin un verdadero poder que pudiera renovarlo, y, sorprendentemente la solución vino por parte de Hagoromo, al enseñarle a la humanidad lo que después sería ninjutsu los volvió flores que al usar el chakra regresaban parte de la energía natural al mundo, y al morir toda su energía volvía al mundo y sus líneas ley revitalizándolo formando un nuevo e importante ciclo, no era perfecto en opinión de Zetsu, era perfecto cuando su madre era la única fuente de esto y nadie mancillaba su título divino, pero se había desviado

El árbol seguía conectado a las líneas ley del mundo, no importaba que sus raíces no estuvieran conectadas a la tierra, y durante todo este tiempo el fruto siguió creciendo sin necesidad de convertirse en una lluvia revitalizante porque ese trabajo ya lo hacía la humanidad sin saberlo, el fruto guardándose para una emergencia comparable a un cataclismo, siendo los humanos el fertilizante del mundo, ese fruto era el as bajo la manga de Kaguya en caso de que no pudiera ser liberada con todo su poder, ya sea porque con el paso del tiempo hubiera perdido poco a poco su poder o que el diez colas no estuviera completo, el propio diez colas era una especie de rama del Shinju que obedecía a las órdenes de Kaguya, con la capacidad de fusionarse, así como sería capaz de volverse el árbol para el tsukuyomi infinito, pero en última instancia era la llave cuya existencia rompería el sello en la luna y liberaría a Kaguya. El fruto estaba preparado para restaurar los poderes de la Diosa Conejo en caso de no estar en su máximo, pero apartado del mundo porque cualquiera que comiera el fruto podría adquirir poderes comparables a los de un dios, o más bien el poder de un dios. Si, "podría", no cualquiera tenía el poder de comer el fruto y convertirse en un dios, técnicamente Kaguya había muerto y resucitado, o renacido, infinidad de veces en el instante en que comió el fruto, cada vez más apta para usar el poder divino que le pertenecía, deshaciendo su existencia mucho más rápido de lo que su cerebro o su alma humana podía percibir por lo que en lugar de explotar por el exceso de energía se convirtió en la diosa que estaba destinada a ser.

— Parece ser que tendré que recurrir a eso, el plan no está fuera de marcha, aun puede ejecutarse —Se dijo a si mismo la entidad que era Zetsu negro, muy deseoso de romperle el cuello al jinchuriki del kyubi, no porque considerará que pudiera ser un problema para sus planes, el, al igual que todos los humanos, eran insignificantes para él, pero le molestaba que cada pequeño problema que se presentaran en un plan que se había acomodado perfectamente para realizarse esta década estuviera conectado con él, quizás controlaría el cuerpo de Deidara para matarlo, así castigaría a ambos, a uno por ser un guijarro en el zapato y al otro por negarse a servir— ¿Sabemos por qué Itachi no lo detuvo con el tsukuyomi? ¿U otro genjutsu? —Cuestionó Zetsu mientras emergía de la tierra al lado de Obito, un Obito que claramente pese a cuanto poder había ganado seguía siendo un mocoso porque solo podría describir el daño causado a su escondite como; Berrinche.

— Lo usó contra el jinchuriki del Yonbi, no le quedaba casi chakra cuando el otro llegó —Argumentó el niño en cuerpo de hombre que era Obito a ojos de Zetsu mientras volcaba una mesa, por esto es por lo que Zetsu veía al Uchiha supuestamente muerto como un mocoso, seguía haciendo berrinches.

Pero tenía razón en que había demasiados problemas en este instante, problemas que parecían no aminorar, intentaría seguir con el plan tal cuál lo diseñó en un principio, pero se prepararía para el caso en el que solo obtuviera chakra suficiente para romper el sello para que la diosa Kaguya abriera la puerta a donde guardaba el fruto para que lo volviera a comer, un plan B dentro del plan con demasiadas variantes como para realmente contarlas.

— ¿Deberíamos intentar reclutar ya al Cirujano de la Muerte? —Cuestionó Zetsu, el nombre era algo que habían improvisado debido al estado de los cuerpos, aunque dicho nombre ya empezaba a sonar en el bajo mundo.

— Aun no, quiero estar seguro de que aceptará, no podemos permitirnos más errores —Gruñó Obito mientras intentaba serenar sus sentimientos, quizás ese punto era el único que Zetsu aceptaba y compartía, no podían ser permitidos más problemas.

Quizás, sí el berrinche de Obito fuera solo debido a los problemas que enfrentaba el plan ojo de luna Zetsu podría aguantar el repudio que sentía hacia él y hacia el resto de los humanos, pero sabía, por haber espiado al chico mientras se recuperaba en la guarida de Madara, que el mocoso había tenido un fuerte crush no solo por la chica que uno de sus títeres convenció a sus compañeros de Kiri para convertir en una bomba con bestia con cola, Rin creía recordar que se llamaba (Zetsu tenía muchos problemas para recordar nombres de insectos tras tanto tiempo), sino que su primer crush, como lo llamaban los humanos, había sido Kushina Uzumaki, y probablemente no estaba muy contento con su mentor por la infidelidad, Zetsu no entendía por qué eso era problemático, el sexo solo servía para mejorar la raza, en animales, en plantas y en humanos, cambiar de compañero sexual si eso podía mejorar la descendencia era natural.


Sakura Haruno, o Trafalgar Law, estaba molesta, su molestia venía en su mayoría de que lo obligaron a marchar del lugar que usaba como guarida, después de haber visto a Naruto esperando a Jiraiya agarró sus cosas y se marchó tan pronto como pudo, lo que hacía en el pueblo de Koh era algo semejante, usando el dinero que había robado de los cuerpos había comprado la posada (No había podido robarla como había hecho en su primera casa porque había mucha más gente trabajando en esa posada al final), pero había logrado tener el jutsu terminado tras dos años, no era perfecto, tenía demasiados problemas, pero se estaba desviando, aprovechaba la posada para seguir experimentando; No solo como un flujo de víctimas inmenso que era, sino que aquí podía observar a su presa más fácilmente.

Seguía en una misión autoimpuesta sobre su "amado perfecto" y demostrar que no era inferior, lo que no había resultado bien porque durante estos dos años, cada persona del sexo masculino con el que se topó era más grande que Sasuke, no había tenido problemas para lograr verlo, como médico le cuestionaban muy poco sí les exigía desvestirse, y usando pasadizos secretos dentro de la posada podía espiar a la gente en los baños termales, en su desesperación por demostrar un punto ni siquiera le había importado que algunas de sus víctimas fueran niños, aunque no todas sus víctimas eran hombres se volvía un patrón y un sello que cualquiera que hubiera investigado su aparición en los otros pueblos podría notar. Pero Sakura estaba furiosa porque en dos años todas las pruebas que había intentado reunir para demostrar que Sasuke era normal ahí abajo y casi los únicos que se comparaban debidamente al Uchiha que tanto amaba eran niños, lo que Sakura no estaba notando era que todo está búsqueda la estaba haciendo a memoria en lugar de saber a ciencia cierta el tamaño de la dote de su amado, una comparación que no solo se veía perjudicada por la fragilidad de los recuerdos y lo fácil que era confundirlos o manipularlos, sino que dicho recuerdo era sobre una comparación entre el Uchiha y el Uzumaki, una comparación que había hecho que el Uchiha pareciera diminuto en el momento, lo que había llevado que según los recuerdos de Sakura estuviera buscando algo más en el terreno de lo micro, en lugar de un pene promedio tirando a pequeño. Normalmente esto no habría bastado para enfurecer a Sakura, pero para este punto era una gran acumulación de pequeñas cosas que la habían estresado y molestado durante demasiado tiempo como para que en este punto esa molestia fuera su estado predeterminado.

— ¿Por qué todos pueden ser más grandes que tú, Sasuke-kun? —Cuestionó a sí misma mientras observaba desde un lugar bien escondido de las aguas termales a su más nuevo residente— Oh, claro que lo comprendo, estéticamente es mejor, más bonito, más bello, como una obra de arte —Era algo que Sakura seguía pensando, pequeño, lindo, bonito, visualmente perfecto y digno de una estatua para que todos lo vieran, sus ojos miraron al tal Rokudo Mukuro, tenía un cierto parecido con Sasuke, un cierto aire, lo que los diferenciaba era que era considerablemente más grande que el Uchiha que tanto amaba— ¿Pero en el sexo? Insatisfactorio —Admitió para sí misma, lo había intentado, intentado darse placer con lo que ella calculaba como el tamaño de su amado y no lograba que se sintiera bien, y esto había sido mucho antes de que la erosión de la memoria confundiera su medición, se relamió los labios por un instante al imaginarse al Uchiha con la dote del joven a quien espiaba, eso seguramente sería mucho más satisfactorio.

— ¿Hm? —El joven giró en su dirección, y aunque confiaba bastante en su escondite decidió marcharse antes de que pudiera ser atrapada.

— Shambles —Un susurro acompañado de un leve movimiento de dedos y desapareció dejando solo una estatua en su escondite por si alguien decidía investigar el lugar donde sintió la mirada.

Esa estatua la tenía en el sótano de la posada, un sótano que había sido bloqueado para que nadie pudiera entrar, había usado la excusa de que podría ser el escondite de alguien peligroso si no tenían cuidado, los trabajadores de la posada decían que su rápido e inteligente actuar probablemente los había salvado a todos del demonio ladrón de rostros, lo que había resultado insultante porque ella no era un demonio, era una humana normal, increíblemente poderosa y prodigiosa, pero humana normal, no era un monstruo o un demonio como el bastardo de Naruto, pero no era el momento ni el lugar para dejar que su mal humor la dominara, había pasado a usar este sótano como un almacén, las paredes estaban convertidas en cajones, había repisas enteras llenas de cajones, no había ocupado todos, pero una parte de ella esperaba que llegara a ese punto, frente a cada caja había un rostro humano, un rostro humano real, aunque ahora, en una mezcla de ninjutsu, conocimientos médicos, e ir en contra de algunas reglas éticas bastante estúpidas en opinión de Sakura, había convertido esas caras en máscaras que no se descomponían pese a que los cuerpos a los que pertenecieron habían muerto hacía mucho.

Agarró una de las caras abriendo el cajón, y, en el proceso, remover la máscara del cajón, poniéndosela sobre su rostro, fue un solo segundo en el que la cara parecía una máscara antes de que pareciera fundirse con su piel, la piel se oscureció hasta ser idéntica al tono original de la persona, parpadeó un par de veces en los que la máscara los imitó, tras un segundo de habérsela puesto se había ajustado perfectamente, su cabello cambiando de color y forma hasta adoptar los que el fallecido alguna vez tuvo, incluso el color de sus ojos cambió, habiéndose convertido en su propia cara, dentro del cajón estaban los genitales del joven del que ahora usaba su cara.

— Ya casi han pasado dos semanas desde que te maté, Aomine Daiki, eres el más cercano a ese... perro de Naruto, una lástima que no pueda ponérselo a Sasuke-kun, pero no te desperdiciaré —Habló, pero esta vez en lugar de ser la voz de Sakura Haruno, o la que usaba para su tapadera como Trafalgar Law, esta era la voz de otro joven, era la voz del fallecido Aomine Daiki.

En estos dos años había logrado crear dos jutsus, aunque el segundo había sido más una idea que surgió y dependió del primero, el primero era "Operations Room" u "Ope Ope" para abreviar, el jutsu técnicamente estaba completo, al menos podía lograr todo lo que había querido, pero era dependiente de cuatro cosas; La primera era que necesitaba un objeto punzocortante para casi todos sus ataques, lo que no era demasiado complicado. El segundo es que casi todo lo que el jutsu Ope Ope podía hacer necesitaba de primero crear una zona de dominio donde su poder fuera funcional (La posada entera estaba encerrada en dicha área, aunque esta había sido creada artificialmente y no por parte de Ope Ope). El tercer punto era que gastaba tanta energía que, según sus cálculos, sí se excedía con el uso de este jutsu bien podría costarle esperanza de vida. El cuarto punto era que dependía de sus manos, si podías frenar sus manos o anular el movimiento de manos que necesitaba para cada sub-jutsu de Ope Ope entonces este se veía anulado. El segundo jutsu había sido nombrado "Koh, Face Thief" o "Koh" a secas, un jutsu que le permitía quitarle la cara a la gente para posteriormente convertirlas en máscaras, lo importante de las máscaras es que una vez te las ponías adoptabas la apariencia de la persona, más allá de un simple jutsu de transformación, aún estaba puliendo detalles de este último, pero iba bien, todo esto para algún día, si era necesario, usar esto para escapar de los problemas.

Cada jutsu a su vez tenía debilidades o formas de usarlo, Ope Ope tenía un problema que no creía que entrará en el conteo anterior porque como tal no era una debilidad por la que el jutsu fuera dependiente de algo, podía cortar a cualquiera con igual o menor chakra que ella sin que estos pudieran presentar resistencia alguna, si los tomaba desprevenidos podía cortar a personas que tuvieran hasta el doble de sus propias reservas de chakra, e incluso si se daban cuenta y presentaban resistencia podía cortarlos, el problema venía cuando se enfrentaba al hipotético caso de gente con el triple de reservas de chakra que ella, el chakra de estas personas era tan denso en comparación que formaba una especie de barrera o escudo inmediato contra su jutsu, pero Sakura confiaba en que con más entrenamiento de control podría ampliar su poder, otro pequeño inconveniente del jutsu era que muchos de sus trucos no podían hacer daño real, o no provocaban dolor, pero podía suponer que ya que el jutsu había sido concebido originalmente como un jutsu únicamente con fines médicos (Esto volvía a demostrarle a Sakura que ella estaba muy por arriba de Tsunade, ella podía ver más aplicaciones a un jutsu que ella tenía tan limitado, aunque no sabía que esos cambios es lo que hacía que el jutsu tuviera los desperfectos que tanto le molestaban). Koh por otro lado enfrentaba algo que no sabía qué camino quería tomar, porque podía sentir cómo su cuerpo quería cambiar más de lo que ella lo dejaba, adoptar totalmente la apariencia de su víctima, estatura, musculatura, todo, incluso podía sentir esa parte de ella intentar cambiar a la de su presa, pero hasta ahora podía disminuir el cambio hasta ser la apariencia de esa persona acorde a su propia estatura y tipo de cuerpo.

Sonrió por un instante, sabiendo muy bien que pronto cometería uno de los actos más tranquilizadores que podía hacer, algo que la haría descansar y relajarse permitiéndole reiniciar su molestia, al menos por un tiempo, se quitó la máscara antes de agarrar el miembro y ponerlo dentro de una bolsa de tela, abriendo varios cajones en los que de cada uno saco más genitales masculinos, el mayor problema es que, si bien con su jutsu podía retrasar el tiempo de descomposición de algo, al punto de que no empezaría a descomponerse hasta dos semanas después de que la persona estuviera muerta, aunque llevara mucho más tiempo separados gracias a su jutsu, y en su opinión sería un desperdicio cortar todos estos para experimentar y satisfacer su necesidad de quejarse de que el Uchiha no podía tener el tamaño para ser una obra de arte a sus ojos y al mismo tiempo tener un dote que pudiera darle placer, así que había decidido darles uso, sonrió antes de volver a usar shambles para aparecer en su propia habitación dentro de la posada, caminó hasta la cocina mientras saludaba con una sonrisa extremadamente falsa a todas las personas con las que se encontraba.

— Oh ¿Ya es esa época? Deja despejo la cocina para ti querido —Murmuró la vieja Fumio Daimido en cuanto la vio entrar en la cocina, la anciana era la cocinera de la posada incluso antes de que ella llegara (Nada raro cuando todos tenían más antigüedad que Sakura aquí), por lo que sabía se había quedado aquí esperando a un amante que la abandonó y nunca volvió, quedándose aquí para esperarlo— ¿Crees tardarte mucho, Trafalgar?

— No lo creo, la carne la pienso hacer a la parrilla —Admitió con una sonrisa, la gente aquí creía que tenía un extraño padecimiento médico que le obligaba a, cada tanto, comer un tipo de carne especial mezclada con fuertes medicamentos, en parte por la "vergüenza" que "sentía" de tener una condición tan rara, como para evitar que los medicamentos que debiera tomar se mezclaran con la comida de terceros es que le dejaban la cocina completamente para ella para poder cocinar y comer en paz, claro que nadie sabía la verdad detrás, pero eso no le importaba, vio a la anciana Fumio salir cerrando la puerta detrás de ella con llave, Sakura bajó la persiana que daba al comedor antes de ponerle llave también— Llevó esperando poder hacer esto todo el día —Se relamió los labios.

Cualquiera que la viera relamerse los labios así habría recordado al sannin Orochimaru, o a un sapo cuando mira un insecto particularmente jugoso, en ese momento recordaba mucho más a un monstruo o demonio que a un humano, saco los miembros robados sobre la tabla para picar con una sonrisa enfermiza en su rostro mientras sacaba una cuchilla para picar.

Una hora menos cuarta después la puerta fue abierta por Fumio, necesitando empezar a preparar la cena para los residentes encontró a Trafalgar Law comiendo tiras de carne con una sonrisa en la cara, nada de la carne allí podría siquiera relacionarse con los genitales masculinos, Sakura no veía problemas con lo que hacía, claro, era canibalismo, pero en su opinión eso no era un problema, después de todo los cuerpos estaban hechos de carne, todos esos lugares que se morían de hambre y estaban llenos de gente tenían la solución tan claramente frente a ellos y no querían verlo. Sakura se negaba a verlo, pero hacía tiempo, quizás desde que comenzó a devorar carne humana sin pena alguna, había dejado de ser humana, no en el sentido literal o en apariencia, pero su comportamiento ahora era más propio de un monstruo o un demonio.


Naruto sintió un escalofrío bastante desagradable que recorrió todo su cuerpo, algo que por desgracia había ido aumentando de frecuencia durante los últimos meses del segundo año de entrenamiento, para este punto suponía que ocurría cuando Orochimaru despotricaba de sus planes para él, o algo semejante, porque también sentía estos escalofríos cuando Kimimaro tenía esos comportamientos de sectario con cerebro lavado o cuando Kin se ponía muy intensa, no lo sabía, pero estos también ocurría cuando Sakura se comportaba excepcionalmente como una loca, solo que esos escalofríos eran compartidos por Sasuke pese a la inmensa distancia entre los tres, pero Naruto volvió a concentrarse, pasaría un poco de tiempo en Konoha para celebrar el fin del segundo año de entrenamiento, y, más importante, reunir un equipo.

— ¿Estás seguro de esto, Ero sennin? —Cuestionó el rubio a su maestro, ambos estaban recostados en los sillones de la casa Uzumaki, sus últimos lugares para dormir no habían sido muy cómodos y ambos preferían descansar un poco la espalda.

— Si chico, necesitas aprender a dirigir un equipo, no solo porque tendrás que hacer algo parecido a mayor escala cuando tengas un montón de mocosos propios —Anunció, la frase haciendo sonrojar muy agresivamente al rubio, incluso cuando el sannin no podía verlo— Pero no descarto que, si subes a rango jonnin, te asignen inmediatamente un equipo gennin, los jonnin sensei no pueden tomar misiones demasiado peligrosas con su equipo y su número de misiones independientes o con otros grupos se reduce —Si, eso sonaba como algo que haría la aldea para intentar garantizar que se quedara en la aldea para cumplir su deber, incluso podía imaginárselos diciendo que era una perfecta práctica para cuando tuviera sus propios hijos, preferiría que no lo hicieran, pero tampoco podía ignorar la posibilidad, si lo obligaban se preguntaba sí al menos le dejarían elegir el equipo a él.


Bien, sé que alguien podría quejarse sobre el posible poder del rinnegan, me refiero a los alcances del poder que les estoy dando, pero no creo ser el único que se siente decepcionado por lo que nos dicen en el canon, al principio cuando solo teníamos a Nagato/Pain como usuario del rinnegan, y las habilidades presentadas en el sharingan hasta el momento todo bien, claro, algunos de los trucos del sharingan eran muy increíbles, pero el rinnegan era claramente ganador, al punto en el que el Susanoo, aunque impresionante, realmente si podías creerte que el poder del rinnegan podría derrotar ese truco por poder puro, luego cuando nos van sacando más y más trucos, como el izanami, izanagi, kotoamatsukami, kamui, el rinnegan, que se suponía era un poder superior se sentía con una brecha un poco más corta de lo que se suponía para algo así (Especialmente cuando parece que el rinnegan no tenía ninguna habilidad a favor o en contra del genjutsu cuando todos los demás sí, pero eso puedo achacarlo a que Nagato fue entrenado por Jiraiya), pero, el colmo, a mi parecer, es cuando nos sueltan que el rinnegan puede ser alcanzado a través del rinnegan y eso debería aumentar su poder ¿Entonces por qué demonios el rinnegan se ve tan pobre en retrospectiva? Si se supone que el byakugan también desciende del rinnegan según nos cuentan ¿Por qué el byakugan se ve incluso más pobre en comparación? Digo, te puedo comprar que los otros clanes no les des esa relevancia porque no descienden del pseudo dios que nos dicen que es el sabio de los seis caminos, alguien que podía crear materia teóricamente de la nada, así que sí, digo, el tipo con su hermano creo la luna, así que sí, siento que ahí nos jugaron un poco chueco.