Holi, esta será una serie de drabbles en honor al cumpleaños de Aomine y honguito Sakurai. Como dije, son drabbles y cortos. Los estare publicando desde hoy hasta el 9 de Septiembre, habra mención de mpreg pero solo al comienzo y final, cuando lleguemos a ese momento se darán cuenta.


Hoy es 31 de agosto. Su cumpleaños número 18. Debería estar emocionado, lo estaba, por supuesto.

-¿Daiki-san?-

Bueno, más o menos.

Vio los ojos preocupados de Sakurai Ryou, su novio esos tres años en su etapa de preparatoria, próximamente ingresarían a la universidad.

-¿Esta todo bien? ¿Quiere regresar adentro? - el castaño se mostraba alarmado y confundido por la actitud de Aomine.

Esa noche estaban celebrando el cumpleaños de Daiki en la casa de este último, sus amigos de la Generación de los Milagros, Kagami, los compañeros de sus amigos e incluso Satsuki habían organizado una pequeña fiesta en su honor.

No se cumplen 18 años todos los días.

Ambos estaban en el balcón de la habitación de Daiki, Aomine estaba demasiado callado, mucho.

¿Por qué?

-¿Sakurai? ¿Aomine?- unos toques a la puerta de la habitación se escucharon, pronto entro Kagami notando el estado de Aomine -¿qué tiene este imbécil, Sakurai?-

-No lo sé, Kagami-san- Ryou estaba alarmado –solo le dije que lo amo y de pronto se quedó callado, parece que está en shock-

Okey, eso es nuevo.

Pronto Aomine al ver el estado en el que estaba Ryou entro a su habitación, sinceramente no esperaba oír esas palabras de labios de su novio. Kagami lo estaba viendo analizando sus movimientos, su comportamiento era más que extraño.

-¿Ahomine?-

-Yo… iré por un par de cervezas. No tardo- vio a Ryou y antes de salir de su habitación y casa robo un intenso beso a Sakurai que no esperaba aquel movimiento, se separaron luego de unos segundos y agrego –espérame, Ryou- luego salió en silencio de la habitación.

Sakurai y Kagami se vieron a los ojos confundidos todavía más que antes.

Ryou parpadeo un par de veces y reviso el mensaje entrante a su celular. Era del entrenador Harasawa, necesitaba hablar con el sobre el menú de entrenamiento del lunes.

Suspiro y después de confirmarle que en una hora estaría en casa donde tenía su computadora y el menú de entrenamiento fue que se animó a hablar –es mi entrenador, necesita tratar algo conmigo ¿podría decirle a Daiki-san que tuve que regresar a casa antes, Kagami-san? Le mandaría un mensaje, pero no se llevó su celular-

-Es raro que te busquen en un sábado, Sakurai ¿pasa algo? -

Sabía que el castaño era el capitán de Too cuando iniciaron su tercer año respectivamente, mas no esperaba que su entrenador lo buscara incluso en fin de semana.

-En diez días empieza mi diplomado en Francia por la universidad, las lecciones comienzan en Octubre pero debo ya estar adaptándome a mi horario, comidas, clases y movilidad. La beca cubre todos los gastos, pero debo adaptarme a lo que la escuela quiere, así deba irme antes de tiempo de Tokio. Harasawa-sensei lo sabe y quiere que coordinemos los últimos detalles de estos días antes de que me vaya- explico el castaño con calma soltando un pequeño suspiro –Daiki-san lo sabe también, así que por ese lado estoy tranquilo, solo que no esperaba su actitud rara luego de que le dije "Te amo"-

-Ya sabes cómo es Ahomine, dale tiempo, quizá lo tomaste con la guardia baja- Taiga tenía razón.

-Gracias, Kagami-san- reviso su reloj de muñeca –debo irme, nos vemos después-

Taiga vio salir a Sakurai demasiado pensativo, rodo los ojos, el tarado de Aomine tenía cosas que hacer todavía.


Daiki llego a su casa exactamente luego de una hora, como imaginaba, al no estar el cumpleañero la "fiesta" termino más pronto de lo que hubiera pensado. Mas no esperaba ver a Kagami esperándolo afuera de su casa.

-¿Bakagami? ¿qué quieres? -

-Quiero que me digas que demonios te pasa, Ahomine- Daiki chasqueo la lengua molesto desviando la mirada de Taiga, no quería hablar de eso con Kagami –te comportas como si Sakurai te hubiera dicho que lo embarazaste antes del ingreso universitario de los dos-

-Por dios no- eso era lo último que quería –Ryou se ha preparado tres largos años para este momento, no pienso arruinarle sus planes con un embarazo no planeado- eso era lo último que quería, Ryou estaba destinado a estudiar gastronomía en una buena escuela culinaria, Francia de preferencia. Un hijo no planeado…

-¿Entonces? ¿Por qué te pones así? -

-No quiero hablar de eso, Kagami-

-Aomine- insistió Taiga.

-¡No, maldita sea!-

-¡Compórtate como hombre y dime qué demonios te pasa! Con esta actitud lastimaste a Sakurai- gruño enojado Taiga notando que sus palabras hicieron eco en la mente de Aomine.

-¡Ryou dijo que me amaba!- grito finalmente Aomine bajando la bolsa donde tenía un par de six de cerveza –hemos estado juntos tres años, hemos hecho de todo en la cama, ha sido mi novio toda la preparatoria… nunca me había dicho que me ama hasta este momento- bajo el volumen de voz, no quería que nadie lo escuchara –yo… yo me bloquee, entre en pánico, no quería que Ryou…-

-No amas entonces a Sakurai ¿es eso, Aomine?-

-Carajo, Kagami. No me hagas responderte eso-

-Lo estas dudando, imbécil-

-Kagami…- suspiro rendido –yo… no sé, me tomo con la guardia baja ¿sí? Yo… quiero a Ryou, lo quiero tanto, me vuelve loco en la cama y cuando estamos juntos, no lo quiero con nadie más ¿entiendes? Yo… yo no sé si soy digno de su amor y sentimientos ¿comprendes? -

Taiga suspiro al ver tan contrariado a Aomine.

Bueno, tenía diez días para definir sus emociones y sentimientos. Esperaba que hiciera lo correcto.

-Abre una lata, Aomine. Hablemos tú y yo- se sentó afuera de las escaleras de la casa de Aomine invitándolo a sentarse a un lado suyo. Daiki sonrió levemente y tomo su bolsa con compras, destapo las latas y le paso una a Kagami

Taiga sonrió de igual forma revisando su reloj de muñeca, Tetsuya entendería porque llegaba tarde a casa esa noche.