¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!

Este es el capítulo que les debía, así que ya iré terminando con la secuencia consecutiva de capítulos. Intentaré actualizar rápido mis otras historias, pero siendo tantas cosas lo más seguro es que me tarde unas 3 semanas para publicar otro capítulo.

Habiendo aclarado esto, es hora de comenzar.

¡Disfruta!

"¿Quieres que hable con Gruthecóatl?"

"No es acerca de lo que yo quiero. Lo necesitas." Aclaró Tonalli, observándolo de reojo. "¿Quieres que te diga algo? Es cierto que la Dama de Fuego es más flexible que la Dama de los Dragones, pero cambiar un poco la formula no sirve de nada si el resultado final termina siendo el mismo." Las palabras del joven hicieron que Aether se pusiera serio.

"Ella me dijo que no había podido hacer nada al respecto. Pidió mi ayuda para que pudiéramos terminar con esto, con la guerra..."

"Soy su general." Tonalli lo interrumpió. "Puede que parezca joven, pero he estado a su lado por varias décadas. La única diferencia que veo entre Gruthecóatl y ella es que solo obliga a realizar un corto servicio militar de 4 años una vez se cumple la mayoría de edad, además de que no hace diferencia entre dragones y humanos." Tonalli se cruzó de brazos y sus manos se apretaron con un poco de fuerza. "Salvo por esas cosas, nunca he visto una diferencia real entre ellas. Después de todo, nunca he visto que Murata hiciera algo para detener esta guerra. Es cierto que quizás no había nada para hacer, pero nunca se lo planteó. Nunca he visto que realmente hiciera algo por nosotros…" Los puños de Tonalli se aferraron con aún más fuerza sobre sus brazos, algo que Aether no pasó por alto.

"¿Y si ella lo intentó y nunca lo supiste?" La pregunta repentina de Aether hizo que el joven lo mirara con una sonrisa algo forzada.

"Si ese es el caso, entonces soy un completo inútil." Tonalli volvió su mirada al frente, observando la gran pirámide que se cernía a lo lejos. "¿Qué clase de general no se daría cuenta de la verdadera intención de su líder cuando lleva décadas junto a ella?"

"Yo tengo milenios de vida. Créeme cuando te digo que nunca serás capaz de conocer por completo a una persona, a menos que esta quiera o tenga un desliz." La declaración de Aether hizo que Tonalli lo mirara con los ojos ensanchados. "Pero déjame decirte algo, ese grado de impotencia es muy difícil de actuar." Aether señaló a sus brazos, y Tonalli se sorprendió al ver como su agarre fue tan fuerte que se había lastimado las escamas y las uñas.

"¡Te prometo que no lo hice por actuación! ¡Simplemente no me di cuenta!" Exclamó el joven con nerviosismo al notar sus brazos lastimados.

"Creo que no entendiste muy bien mis palabras." Comentó el rubio con algo de gracia tras presenciar su reacción, para luego inclinar su mirada hacia las estrellas. "Pero, también es cierto que la desconfianza a veces no sirve de nada. Quiero decir, no puedes vivir desconfiando incluso de tu propia sombra. Tampoco es buena idea ser imprudente, así que solo queda una cosa…"

Tonalli lo observó en silencio, y tuvo que decir que una gota de admiración cayó sobre él al ver como una sonrisa segura decoraba el rostro de Aether cuando bajó su mirada para observarlo.

"Esa cosa es ser inteligente." Culminó el rubio, haciendo que los ojos de Tonalli se ensancharan un poco.

"Entonces… ¿qué tiene planeado hacer?" Preguntó el joven, algo emocionado.

"Información. La información es lo más importante." Respondió Aether con seguridad, haciendo que los ojos de Tonalli se ensancharan ligeramente. "Recaudar dicha información puede ser un proceso complicado, pero lo lograremos. Y para ser sincero, ya tenía pensado hablar con la Dama de los Dragones desde las historias que ustedes me contaron. Aunque evidentemente la situación no es sencilla y sinceramente no sabía cómo hacerlo sin generar revuelo." Aether hizo una pequeña pausa para mirarlo. "Pero, por lo visto, tú estarás de nuestro lado, ¿o me equivoco?" Concluyó con naturalidad, haciendo que Tonalli sonriera.

"De acuerdo, aunque déjeme decirle que quizás no sea tan fácil." Esas palabras hicieron que una sonrisa bastante característica adornara el rostro de Aether.

"No necesito que sea fácil."

_ CAPÍTULO 18: PLANES SECRETOS _

La gente ya había salido de sus hogares y habían comenzado con su trabajo o entrenamiento matutino. Todo se veía realmente normal, a pesar de que en 27 días se realizaría un derramamiento de sangre absoluto.

"¿Quieren salir a explorar Natlan?" Preguntó Murata, sus ojos parpadearon un par de veces.

"En parte es por ese motivo que también vinimos aquí. Aunque no iremos todos." Declaró Aether con una sonrisa.

"¿Tú quieres guiarlos? Mexitli la tendrá un poco difícil con los reclutas si está solo." Comentó Murata, observando a Tonalli.

"Creo que es buena idea no dejarlos solos, ya que no conocen del todo el lugar." Tonalli se colocó una mano sobre su pecho para mostrar su respeto, y el hecho de que su rostro se enseriara de sobremanera hizo que Murata también se pusiera un poco seria.

"Muy bien, lo entiendo. Solo asegúrate que no crucen a la otra mitad, porque las cosas podrían ponerse feas." Algunos se sorprendieron un poco al ver que la Arconte lo dejó ir sin discutir. "¿Quiénes se quedarán?" Preguntó Murata de repente, y fue muy fácil adivinar la respuesta cuando Venti y Ei dieron un par de pasos hacia adelante.

"Nos gustaría hablar con usted un poco más. Sus historias me parecieron de lo más interesantes." Comentó la Arconte Electro con su habitual sonrisa relajada, y por algún motivo esto hizo que los ojos de Murata se entrecerraran notoriamente.

"¡También podemos beber más vino!" Exclamó Venti con una gran sonrisa.

"¿Alguien le puede decir que apenas amaneció?" Susurró Ayato con una sonrisa nerviosa.

"Eso no es algo que a él le importe." Fue la cortante respuesta de Diluc.

"Je, hace mucho que no tenía un buen compañero de bebidas. Puedo traer unas copas." Murata volvió a su sonrisa habitual tras esas palabras.

"En ese caso, ¿nos marchamos ya?" Preguntó Itto un poco emocionado.

_ SALTO DE LINEA _

Natlan, abajo del volcán

Unos minutos más tarde…

"Yo me iré por mi cuenta. Que los otros dos grupos vayan y cumplan con su parte mientras que el cuarto intente buscar más información." Declaró Diluc con seriedad.

"¿Están seguros de separarse? Murata me envió justamente para vigilarlos…"

"Si, sospechábamos que iba a hacer eso." Aether interrumpió a Tonalli, ganándose la atención de éste. "Por eso es que dejamos a dos personas que pueden mantenerla muy ocupada hasta el momento idóneo. Y si se entera, la realidad es que ya será demasiado tarde como para rastrarnos."

"Oh, ya veo…" Tonalli asintió, un poco sorprendido ante la astucia de los invitados.

"¡Bien, es ahora cuando la cosa se pone interesante!' Exclamó Itto, chocando sus puños con fuerza.

"Los que vayan por el Rio Mortífero que vengan conmigo. Les deseo buena suerte a los demás." Tonalli concluyó con una sonrisa, a lo que todos asintieron y finalmente se separaron en 4 grupos.

Itto iba con Aether y Tonalli, Ayaka fue con su hermano y Gorou, Sara fue junto a Kokomi, y Diluc se fue por su cuenta.

Muchos Burticoles lo estaban esperando en el inicio del gran rio de lava que dividía la región en dos.

"¿Es necesario que vayamos hacia el puente?" Preguntó Aether, subiéndose al monstruo junto con Tonalli.

"Es la mejor manera si no queremos tener problemas." Comentó el joven con seriedad.

"¿Estás seguro? Quiero decir, es cierto que eres un dragón, pero… ya sabes, desertaste y eso…" Aether dio su punto con algo de nerviosismo.

"No te preocupes." Tonalli le entregó una sonrisa tranquilizadora. "Ellos aceptaran tener una charla, creo."

"La confianza que irradia tu cara no se refleja en tus palabras…" Comentó Aether no muy convencido. "Y por cierto…" El rubio desvió su mirada.

"¡¿CÓMO ES QUE ITTO SABE CONTROLAR ESA COSA?!"

El tono exaltado de Aether quedó bien introducido cuando se vio a Itto haciendo unos cuantos derrapes con un Burticol en mitad del rio.

"Bueno, él posee un talento nato." Tonalli decidió no tratar de entender, solo se dispuso a disfrutar la vista.

_ SALTO DE LINEA _

Natlan

Una hora más tarde…

Después de disputar una carrera con Itto, los tres llegaron a un gran puente hecho de obsidiana. Eso no era lo único presente en el lugar, ya que había dos imponentes fortalezas en cada extremo, hechas con empalizadas y poderosos muros que negaban el avance. Las estructuras eran tan grandes que tranquilamente podrían albergar a miles de personas en ellas.

El pequeño grupo se posó en el lado de la empalizada donde estaba repleto de humanos que funcionaban como guardias. Estos los recibieron con un saludo militar, ya que Tonalli se encontraba entre ellos.

"Escuchen, una gran cantidad de Hilichurls se aglomeraron en el interior del bosque cerca del volcán inactivo. Necesitamos que todos ustedes vayan a detenerlos antes de que puedan significar una amenaza." Los hombres golpearon sus lanzas con firmeza, indicando que ni siquiera dudaron de las palabras del hombre.

"Solo tengo una pregunta." Un anciano robusto con aspecto de veterano habló desde la torre superior, haciendo que todos lo miraran. "¿Quién se quedará a resguardar el fuerte mientras nosotros no estamos?"

"No se preocupen por eso. Nosotros tres nos quedaremos para asegurarnos de que no suceda nada extraño." Respondió Tonalli con una media sonrisa.

"Muy bien, iré a avisar a todos mis hombres." Comentó el anciano, para luego mirar hacia dentro de la fortaleza. "Abran las puertas."

Las grandes puertas se abrieron lentamente, revelando una gran cantidad de guerreros junto con varios puestos simples de comida y bebidas. Salvo por esas pequeñas cosas, no había más construcciones, lo que daba a entender que todos dormían a la intemperie con unos sacos de dormir que se veían algo viejos.

"Oye, tengo una pregunta…" Itto se acercó a Tonalli, ganándose su atención. "Si es que los Burticoles pueden atravesar las costas sin problemas, ¿entonces cual es la necesidad de crear este puente y estos fuertes?" La pregunta del Oni hizo que Tonalli sonriera.

"Este es el único sitio en donde puedes pasar de un lugar a otro de manera legal. Incluso así es extremadamente difícil conseguir un pase. La única manera sería que fuera una reunión muy, pero muy importante." Explicó Tonalli, haciendo que Itto lo mirara con curiosidad.

"¿Y qué sucede con la gente que entra de manera ilegal?" Tonalli simplemente se le quedó mirando, dejando que el Oni encontrara la respuesta por su cuenta.

"Ya reuní a todos. Estamos listos para partir." El anciano se posó frente al numeroso grupo, para luego hacer una pose militar. "¡Le dejamos El Paso en sus manos, mi general!" Exclamó el veterano, recibiendo un golpe de lanzas de todos los soldados como respuesta.

Una vez que los guerreros humanos se marcharon por las puertas traseras, Tonalli se quedó a solas con sus dos invitados.

"¿Y ahora qué?" Preguntó Itto, cruzándose de brazos.

"Ahora es el momento de la diplomacia." Respondió Tonalli. "Yo iré junto al viajero, tú quédate aquí y cuando lleguen esos tipos crea una excusa."

"¿Una excusa? Espera, ¿qué hago si la diplomacia termina mal?" Preguntó Itto, un tanto abrumado por todo lo que estaba pasando.

"No te preocupes, todo saldrá bien. En cualquier caso, yo y el viajero somos lo suficientemente fuertes para limpiar esa fortaleza por nosotros mismos." Respondió Tonalli con seguridad.

"Aunque espero no llegar hasta ese punto…" Comentó Aether con ojos conflictivos.

"Lo mismo digo." La seguridad de Tonalli se transformó a un aspecto más nervioso tras sus palabras.

"Lo entiendo. Y no se preocupen, ¡el Gran Arataki Itto se hará cargo de todo!" Exclamó el Oni, haciendo una pose bastante peculiar.

"Eh… de acuerdo." Comentó Tonalli con una gota de sudor nerviosa.

Una vez que se despidieron del gran Oni bohemio, las puertas se cerraron lentamente y quedaron frente al gran puente de obsidiana una vez más.

"No es por ser grosero, ¿pero estás seguro que él hará bien su trabajo?" Preguntó Tonalli con una sonrisa nerviosa.

"Que su actitud infantil no te confunda. Es una de las personas más fuerte con las que me he enfrentado." La confianza que Aether derramó sobre sus palabras hizo que Tonalli se relajara bastante.

"Si tu lo dices…" El dragón comentó, acercándose a paso lento hacia la otra fortaleza.

"¡Alto, saben que no pueden pasar!" Exclamó uno de los dragones guardianes cuando les apuntó con su lanza.

"No vinimos a crear problemas, solo solicitamos una reunión…"

"¡No habrá reunión para humanos, y mucho menos para traidores!" Exclamó un hombre desde una de las dos altas torres, haciendo que Aether y Tonalli alzaran sus rostros.

El hombre poseía un cabello largo negro lacio que le llegaba hasta la cintura. Sus ojos de dragón oscuro hacían juego con las escamas negras que rodeaban todo su cuerpo al descubierto, ya que solo llevaba un taparrabos, al igual que todos los dragones de ese fuerte. Lo curioso de esto es que ninguno de ellos llevaba esos grandes collares ornamentados que poseían todos los dragones bajo el cuidado de Murata.

"¿Por qué el gran general Canek Quetcóatl se encuentra en este lugar?" Preguntó Tonalli, colocando ambas manos sobre su cintura.

"Para asegurarme que gente como tú no vuelva a pisar nuestras tierras." Comentó Canek, mostrando un gran índice de hostilidad.

"Ya veo, pero eso no lo decides tú." Comentó Tonalli bastante confiado, esbozando una sonrisa un tanto salvaje. "Dile a la Dama de Fuego que solicitamos una reunión con ella. Es de vital importancia, incluso podría decidir el futuro." Esas palabras hicieron que los guardias se miraran entre sí, mientras que Canek frunció el ceño.

"No humanos." Fue la respuesta cortante del general.

"Él no es un humano. Es el viajero que tanto se ha rumoreado últimamente." Esas palabras hicieron que el ceño fruncido de Canek se posicionara sobre Aether.

"¿Es eso cierto? Si me están mintiendo…" Amenazó el dragón oscuro con una mirada incluso más oscura.

"No tenía idea de que mi reputación había llegado tan lejos." Fueron las simples palabras del rubio, quien no se intimidó ni un poco por la mirada de Canek.

"Tus logros se esparcieron como aire después de todo lo que sucedió en Inazuma." Explicó Tonalli con una sonrisa confiada.

"Eso es cierto, aunque la información no está completa. Lo único que sabemos es que armaste un gran conflicto con varios Heraldos de los Fatui, con la Arconte Cryo y con la Arconte Electro…"

"Pero, de todas formas, aún sigo aquí." Aether cerró la frase de Canek antes de que él pudiera hacerlo.

"Así es." El hombre asintió con lentitud, para luego guardar un corto silencio.

Claramente estaba debatiendo que hacer mientras los miraba a ambos en silencio, hasta que por fin tomó una decisión.

"Esperen aquí." Canek se dio la media vuelta y desapareció, haciendo que Aether mirara a Tonalli.

"¿Ahora qué hacemos?"

"Ya lo escuchaste: esperar."

"Ya veo…" Aether se cruzó de brazos, observando al cielo.

"¿Cómo crees que irán las cosas en la ciudad?" Preguntó Tonalli de repente.

"No te preocupes." El rubio lo miró, entregándole una sonrisa.

"La verdad es que también guardé un haz bajo la manga, literalmente."

"¿Eh?"

"¡Volví a ganar!" Exclamó Paimon con emoción.

"¿Eh? ¿Cómo puedes ser tan buena en este juego?" Se preguntó Murata mientras observaba sus cartas derrotadas.

"Me enseñó el mejor, jeje." Respondió Paimon con orgullo mientras se frotaba su pequeña nariz ante la mirada silenciosa de Venti y Ei.

"Pues, no te dejaré ir hasta que gane una vez." Declaró Murata algo emocionada.

_ SALTO DE LINEA _

Natlan, El Paso

Unos minutos más tarde…

"¿Puede existir un monstruo que coma y defeque lo mismo?" Se preguntó Aether sin poder creer lo que estaba escuchando.

"¿Qué te puedo decir? Así funcionan los Burticoles. Gracias a ellos es que podemos mantener los ríos de lava funcionales." Comentó Tonalli, inclinándose de hombros para hacer énfasis en sus palabras.

"¡Abran las puertas!" La charla de ambos se vio interrumpida cuando Canek gritó desde el otro lado, y justo después las puertas comenzaron a abrirse.

"¿Ves? Te dije que podías confiar en mí." Declaró el joven con confianza y cruzado de brazos.

Una vez que las puertas se abrieron, Canek los esperaba desde el otro lado junto con varios soldados.

"Síganme." Fue la única palabra que dijo el hombre cuando se dio la media vuelta y comenzó a caminar.

"Son mucho más de lo que pensaba." Comentó el rubio, observando la gran cantidad de soldados que había en el fuerte.

"No los suficientes como para terminar esta guerra." Respondió Canek, posándose frente a un pequeño camino de lava que tenía a dos Burticoles.

"¿Ha donde vamos?" Preguntó Aether, entrando en el Burticol junto con Tonalli.

"La Dama de los Dragones a aceptado su solicitud." Canek se sumergió en el otro Burticol, mirándolos de reojo. "Iremos a Grutheka, no queda muy lejos de aquí."

"¿Te refieres a esa especie de santuario o pirámide?" Preguntó Aether con curiosidad.

"No es un santuario ni una pirámide. Es nuestro hogar." Comentó el hombre con cierto fastidio.

"Lo siento, no quería insultarlos." Comentó Aether, frotándose el cabello con nerviosismo. "Mientras llegamos allí, ¿podrías contarme la historia de esta región?"

"¿Quieres hablar sobre la verdadera historia? Supongo que no te refieres a esa historia inventada por La Dama de Fuego y sus seguidores." Canek lo miró de reojo, recibiendo un asentimiento como respuesta. "Muy bien." Fue la simple respuesta del dragón, poniéndose en marcha para iniciar el recorrido. "Una cosa más." Canek giró su rostro para mirarlos con suma seriedad.

"No se aparten de mí, o los mataré a ambos."

¡FINAL DEL CAPÍTULO!

¡Espero que lo hayan disfrutado!

En el próximo capítulo comenzará a avanzar esta parte de la trama a mucha más velocidad, ya que casi todas las cosas ya se han explicado. También volverán los Fatuis por completo y no será una pequeña aparición. Lo más probable es que muchos se estén preguntando por qué hasta ahora no se han visto en Natlan.

Espero y nos veamos pronto con la continuación.

¡Muchas gracias por leer!