Capítulo 5: Verdad…a medias
-¿Pues...?-preguntó Meliodas intrigado ante el repentino destello de duda que inundaba los ojos de Merlín, demostrando la poca confianza que le tenía, aunque no la culpaba. Al ver el sincero interés que Meliodas guardaba por Elizabeth, Merlín sólo suspiró y decidió contarle la verdad, aunque sea a medias, pues ella aún no estaba segura de sus intenciones, ni mucho menos si sus suposiciones era ciertas o falas, así que no le contaría lo que descubrió, solo lo que pasaba...por ahora.
-Ella es una princesa muy especial, Meliodas. Ni si quiera el mismo rey Baltra conoce su origen, aún con su magia "Visión" no es capaz de saber de dónde viene ella-eso sí que Meliodas no se lo esperaba, pues aunque ella no era la hija legítima de Baltra, su poder de " Visión" le podría mostrar muy fácilmente el origen de Elizabeth.
-Pero se supone que ella es su hija ¿o no?
-Lo que sucede es que hace trece años, cuando ella tenía 3 años, el rey Baltra tuvo una visión, en la cual una niña que se encontraba sola en el Bosque del Sueño se convertiría en su tercera hija, así que fue el mismo para confirmarlo y terminó siendo cierto. A partir de ese momento el investigó y buscó sobre su pasado y su origen, pero no encontró nada, y al ver que ella no parecía representar un peligro para nadie decidió adoptarla.
-¿Parecía?-esa palabra despertó ciertas sospechas en Meliodas.
-Así es, parecía. Al cumplir los 6 años ocurrió un accidente en el castillo y ella despertó el poder que usó contigo y a la vez, su ojo derecho cambió. Fue a partir de ese momento que cosas extrañas empezaron a suceder en el castillo, así que la encerraron en una habitación completamente aislada y sólo a mi se me permitía entrar y tener cualquier tipo de contacto con ella.
-¿Te diste cuenta de que usó ese poder conmigo?
-Si.
-No esperaba menos de ti, ¿y? ¿Cuáles fueron las cosas extrañas que empezaron a suceder?
-El tipo de cosas extrañas cuando tienes a un mago inexperto suelto por ahí, pero ella siempre demostró un potencial mucho mayor que cualquier otro mago o aprendiz que haya tenido. Su poder mágico es muy superior al de mis demás aprendices, y, me atrevo a decir, al mío también. Es más, en unos cuantos años, y con el entrenamiento adecuado, ella podría convertirse en la maga más poderosa de Britania, e incluso del mundo. Ya tiene el poder necesario para eso, sólo le falta controlarlo-Merlín sonaba seria al decir esas palabras, lo cual indicaba que todo lo que le decía a Meliodas era verdad.
-¿Y cómo comía?-eso sí que no se lo esperaba Merlín, Meliodas parecía estar preocupándose por Elizabeth más de lo que ella hubiera esperado.
-Había una ranura por la cual le pasaban la comida, y sobre la ropa, yo se la proporcionaba-explicó Merlín orgullosa por la ropa que ella misma le hizo a Elizabeth.
-¿Hace cuánto que tienes contacto con ella? O más bien, ¿hace cuanto que la conoces?-Meliodas miraba seriamente a Merlín, casi con sospecha y a la vez parecía acusarla con la mirada.
-La conozco desde el principio. El rey Baltra me informó de la visión que tuvo en donde ella se convertía en su tercera hija y me pidió que lo ayudara a encontrarla, así que lo hice, más nunca esperé que se pareciera tanto a mi hermana, ni que tuviera un poder mágico tan grande. Cuando despertó su poder, el rey me pidió que la ayudara a controlarlo, así que lo hice, durante mis idas a Liones me la pasaba casi todo el tiempo entrenándola y enseñándole a usar su poder.
-¿No que él no te lo pidió?-la había atrapado en su verdad modificada.
-Me has atrapado. Sinceramente me sorprendió tanto su gran poder y parecido con mi hermana que me ofrecí a entrenarla, y Su Majestad me pidió que lo haga, así que a partir de ese momento la tomé como aprendiz.
Meliodas sólo frunció el ceño.
-¿Y? ¿Por qué hasta ahora te permitió sacarla?
-Su magia ya se está estabilizando, y ahora mismo hay hechizos que ella necesita aprender afuera, además debe aprender sobre el exterior-por alguna razón, a Meliodas no le gustó nada el tono Merlín utilizó al decir esas palabras, como si Elizabeth estuviera a punto de correr un grave peligro y nadie la ayudaría.
-Entonces ¿planeas tenerla en este bosque por más tiempo?-preguntó Meliodas tratando de soñar desinteresado, más él realmente deseaba saber eso para poder estar cerca de Elizabeth.
Merlín solo sonrió.
-No, planeó llevarla conmigo a Camelot y enseñarle ahí. Solo estaba aprovechando el camino para que conozca un poco más del mundo y de paso entrenarla un poco.
Eso era lo mismo que arriesgarla. Fue el pensamiento de Meliodas ante la aclaración de Merlín, estaba exponiendo a Elizabeth, y más con esas ropas, que claramente habían sido hechas con materiales costosos y delataban su linaje noble, o sino su posición en la sociedad, y sumando su inocencia y poco conocimiento del mundo, eso no le traería nada bueno.
Si hay una cosa de la que Meliodas se arrepentiría toda la vida, es no haber sido capaz de proteger a su dulce y amable Elizabethde su madre, y si hubiera algo que hubiera lamentado toda su existencia, es no haber reaccionado a las consecuencias de sus actos, lo cual provocó la muerte de Elizabeth. Podría haber fingido que nunca se enamoró a primera vista de una diosa y debilitar su clan desde dentro, podría haber puesto más empeño en asesinar a las Diosas para así quedarse con Elizabeth y protegerla, podría haber asesinado a sus dos compañeros y unirse a Stigma sin dejar que Elizabethsupiera que él estaba allí y hacerse pasar por muerto. Podría haber hecho muchas cosas por Elizabeth, para protegerla, pero no lo hizo, no lo hizo porque fue ingenuo y creyó que realmente podrían salir adelante sin ser lastimados, creyó que realmente podrían morir juntos y estar juntos en la muerte.
Ahora lo arreglaría.
Eso haría, esta vez no cometería los mismos errores y no dejaría que esta Elizabeth sufriera el mismo destino que la otra. No lo haría, no dejaría que nadie lastimara a Elizabeth, nunca, ni aunque...
Aunque tuviera que encerrarla.
Lo sabía, sabía que la princesa Elizabeth apenas y acababa de salir de un encierro, y el quizás la metería en otro, pero no quería arriesgarse a perderla también al igual que con la anterior. Sin embargo, antes se aseguraría de que estuviera a salvo en el exterior, y al más mínimo peligro, él la tomaría y la encerraría en el lugar más seguro y lujoso que conociera. Después de todo, Elizabeth era SU mujer y una princesa, así que se merecía lo mejor de lo mejor.
Merlín se quedó observando a Meliodas en cuanto no obtuvo ninguna respuesta de él, sinceramente te había esperado algo así y se imaginaba lo que pasaba por su cabeza en esos momentos, más no dijo nada, pues ella sabía a la perfección que al hacer todo eso expuso a Elizabeth al peligro y aumentó las posibilidades de que se encontrara con Meliodas, aun así, tuvo que hacerlo, tenía que encontrar a ese sujeto, y Elizabeth debería estar en cuanto lo encontrará. Sospechaba que no solo lo hizo por eso, sino que también, en alguna parte de su mente, deseaba que Elizabeth y Meliodas se encontraran, o quizás ese sujeto estaba moviendo los hilos para que todo saliera de acuerdo a su plan.
