MPREG – Good Omens

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AU / Romántico / Omegaverse

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5. Antojos

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Gabriel en sus días de descanso pasaba las mañanas y tardes con Crowley en casa de este, o Azirafel llevaba a casa de Gabriel a su pareja y al salir del trabajo pasaba por él para irse a casa, esto para que Crowley no estuviera todo el tiempo en casa, aunque su madre Chloe pasaba por él llevándolo al parque o cine y, teniendo a veces la compañía de su padre, el cual y de manera torpe hablaba sobre su "nieto" y que Crowley seria un padre muy protector, algo que negaba diciendo que dejaría ser a su hijo.

«No sabe lo que dice» pensó su madre al ver a los dos, padre e hijo discutir sobre el mejor sabor de helado, Crowley había pedido una banana Split ordenando dos bolas de nieve adicionales y bastante crema batida.

Al final, Crowley decidió quedarse en su hogar junto a su Alfa, dejando en claro que no es tan débil y que cuidaría de su embarazo al pie de la letra, así tenga que estar tirado en cama comiendo helado todo el día, lo haría, fue por ello que, tanto el mejor amigo del Omega, Gabriel como los padres de estos se pusieron de acuerdo para que el Omega no siempre estuviera solo o encerrado en casa, aunque Chloe no perdía la esperanza de que Crowley regresará a casa, al menos hasta que su nieto tuviera seis años, no era mucho.

Retomando el día, la familia Morningstar disfrutaban de los helados que compraron en una banca del parque en donde y para Crowley la nieve de plátano es mucho mejor que la de pistache y que la de algodón de azúcar, Lucifer en cambio estaba de lado por el helado de vainilla y chispas de chocolate o la de queso con fresa.

Gabriel le contó que el trabajo se volvió más ligero desde que despidieron a Metatrón y contrataron a una mujer de nombre Beelz, la cual es una Alfa de baja estatura que, y a comentarios "secretos" de Furfur, estuvo en el ejercito como general de brigada a general de aire, algo admirable de la mujer con gustos por los insectos y la carne.

—Te gusta –soltó Crowley para seguir comiendo la nieve que pidió antes de llegar a casa de Gabriel —lo huelo.

Gabriel rodó los ojos por ello —no por hablar de alguien, significa que me guste, es como si hablara de Dagon o Furfur, lo cual hago siempre, y no por eso me gustan.

Crowley negó, agregando más crema batida a la nieve —tu aroma, apestas a que te gusta.

Gabriel se olió —no huelo a eso. Tus alborotadas hormonas que hacen pensar cosas que no son.

—Di lo que quieras, vas a termina diciéndome que te invito a salir y luego, seré el padrino de tu boda –se llevo una muy grande porción de nieve a la boca.

—Estás comiendo demasiado dulce para tu gusto, en cada video llamada estas siempre comiendo helado –cambio el tema.

—Hace calor, no me gusta el calor –se defendió.

—Claro –respondió sencillo el otro Omega —y Da Vinci se vio al espejo para pintarse como la Mona Lisa.

—Puedo comer otra cosa helada, no solo esto –señalo el plato de helado.

Gabriel alzo la ceja y se puso en pie para ir por algo a la cocina, Crowley dejo caer la cabeza hacía atrás del respaldo, cada día estaba más agotado, de no ser por las salidas con su madre, seguro tendría kilos de más, aunque si los tiene por su bebé el cual ya había crecido bastante.

Llevo otra gran porción de helado a la boca, o esa era la intensión cuando Gabriel le retiro la cuchará y le puso en frente un paquete de cuatro gelatinas de naranja, sabiendo que la fresa y el limón no son del agrado para el Omega.

—¿Qué es esto? –sabe lo que es, esta molesto por que le quito la cuchara —esto no es algo helado, es solo… Algo frío.

—Estaban en el congelador –dice sacando la tapa a uno y ver un poco de escarcha sobre el gelatinoso postre –es ligero, sin grasa y fresco, para el calor –le sonrió.

Crowley frunció el ceño, miro aquel envase y de nuevo a Gabriel quien estaba esperando a que comiera. Agarro la otra cuchara limpia y metió en el postre el cual estaba un tanto más duro de lo que es, sumergió y saco una porción que estaba por llevarse a la boca, tardando segundos en el proceso, cuando ya tenía el alimento en la boca, mastico con no mucho gusto.

—Refrescante –se burló Gabriel.

—¡Cierra la boca!

En casa al menos Azirafel ya volvió a cocinar para su Omega, el cual estaba más hambriento de costumbre, lo que alegra demasiado al Alfa, y más ya que la madre del Alfa no seria la única en alimentarlo.

—Crowley –llamo el Alfa a su pareja que estaba muy cómodo en el sofá mirando una película de unos asesinos —¿y mis crepas?

Azirafel se había preparado unas crepas, aquello le había llevado tiempo, pero lo logro, en cambio el Omega solo le había pedido palomitas con caramelo y chile, todo junto además de un poco de salsa adicional en las mismas, extraño, pero es parte del proceso.

El Omega le miro con total tranquilidad —no sé de qué hablas.

«Se las comió» rio por dentro ante aquello aun mirando al Omega quien le sostenía la mirada como si no hubiera hecho nada, como su no se hubiera comido aquellas deliciosas crepas de dos mordidas.

—Cariño ¿Qué estás haciendo? Son las cuatro de la mañana –se acerco a su esposo quien estaba cocinando en la estufa ¿Aquello era sopa de fideos grueso? No solo eso, tenía papa y zanahoria cocida. Pero no solo eso, olfateo atún y huevos cocidos —¿Otro de tus antojos? –sonrió, al menos eso le estaba ayudando a comer mejor.

—Solo… No podía dormir –se escudó el Omega sintiéndose avergonzado sonrojándose, algo que lo hace ver adorable.

—Entiendo –le beso la nuca y se sirvió un poco de agua para beber —¿hay algo en especial que quieras comer mañana?

Cuando la sopa estuvo lista como los huevos, los sirvió en un plato hondo agregando el atún encima de ellos, algo de lo cual Azirafel estaba a punto de vomitar por los aromas, diferente de Crowley quien estaba fascinado con su obra maestra, el cual no sabía tan malo como su aroma.

—Tienes que probar esto –hablo Crowley con la boca llena y tomando una porción que ofreció a su Alfa —te va a encantar.

Azirafel sentía la saliva acumularse y su estómago revolverse por aquello, no quería ofender a su pareja al negarse, y tampoco estaba dispuesto a probar algo como eso, le sonrió de manera cariñosa —estoy lleno con la cena –dijo posando las manos en el estómago —seguro debe saberte muy bueno –comento sintiendo que le daría una arcada, tenía que soportar.

—Solo una –pidió de nuevo acercándole la cuchara.

Ama a su esposo, demasiado que tuvo que mentalizarse para no vomitar en lo que saborea aquello, no estaba malo del todo, si tan solo no tuviera atún y huevos podría comerlo con tranquilidad, ahora debe contener su huida al baño y ver comer a su pareja tan alegre.

Todo sea por tener feliz a su esposo.

—Te voy a golpear si me sigues mirando de ese modo, Gabriel –hablo con rudeza Crowley para llevarse a la boca aquella hamburguesa de doble carne, tocino, queso y pepinillos extra más aderezo, no era extraño ya que gente de mayor tamaño comía aquello como si de una papa frita se tratará.

Gabriel volvió a su comida, sin dejar de ver de reojo como la boca llena de Crowley masticaba con gusto y placer aquel alimento. Se relamió los labios, su amigo había cambiado mucho, y no solo era por el embarazo, siempre estaba inquieto con las manos, o tenía que tener comida en la boca, esto debido al problema con los cigarros, los medicamentos le ayudaron a dejarlo para que el embarazo no tuviera mayores complicaciones de las cuales ya tenía.

Además de eso, Crowley era un excelente bebedor de vinos, el menos a la hora de catar uno, olerlo, saber distinguir una cosecha bien hecho a uno donde estuvo más tiempo en el barril, alguien que aprendió a tomar para no terminar ebrio de manera estúpida.

—¿Estás preocupado? –cuestiono Crowley llevándose una papa a la boca —¿ya te invito a salir la Alfa?

Rodo los ojos, aunque no puede negar que las palabras de Crowley eran verdad, le gustaba aquella mujer con la cual no hablaba mucho, algunas veces se encontraban en el pasillo o el elevador y él comentaba algo para poder tener una conversación, la cual terminaba en cuanto un mensaje o llamada por parte del celular de la mujer interrumpía el ambiente.

El olor a fuego y sidra empezaba a ser uno que Gabriel desea aspirar con mayor frecuencia —ella, tiene mucho trabajo, al parecer Metatrón estuvo haciendo algunos "movimientos chuecos" y esta poniendo todo en su lugar junto a Dagon.

—Dije qué si te invito a salir, no sobre el trabajo –regaño el Omega —eres guapo y encantador, me extraña que aun no hagas uso de eso para tenerla a tus pies, o ella a los suyos, como sea –dio otra mordida a la hamburguesa.

Gabriel suspiro, no es tan fácil como parece, y como dice, si es guapo y encantador, también es alguien muy alto, con mucho vello y no muy Omega como otros, ella seguro tiene a otros Omegas más lindos con quienes salir.

—Que pequeño es el mundo –escucho entonces a su costado para ver a la mujer, lo cual le puso feliz y triste ¿Venía con alguien?

Crowley miro sin dejar de masticar, las feromonas de ella le hicieron sentir molesto y enojado por lo que, y con la boca sucia se puso en pie delante de ella —¿algún problema?

Sabe bien que los Omegas son agresivos cuando están en estado, los ojos de Crowley eran vivo ejemplo de eso por lo que la Alfa tomo su distancia, Gabriel se puso en pie delante de Crowley y decirle que ella es la que tiene el puesto de Metatrón, lo cual no relajo mucho al Omega.

—Recuerda que no debes de estresarte o enojarte –le tomo por los hombros para sentarlo, no quería lastimar de ninguna manera a su amigo —Crowley, esta todo bien.

Se vieron a los ojos, y Gabriel sintió temor al ver aquellos penetrantes ojos, se recordaría no hacer nunca, jamás enojar a Crowley. Unos minutos pasaron en donde dejando a Crowley con un cono con helado para tres personas para hablar con Beelz sobre aquello, sintiéndose avergonzado por ello.

—No lo culpo, después de todo ¿Quién no cuidaría a un Omega como tú? –dijo ella de manera tranquila.

—¿Un Omega como yo? –¿Aquello era bueno o malo? —¿Qué quieres decir?

Ella le sonrió —agradece a tú amigo –dijo cuando llamaron al número que le dieron para recoger su pedido e irse, dejando peor al Omega, sin saber que pensar de ello.

05/08/2024

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6. Patadas