Los hermanos Mikaelson continuaron avanzando con sus sentidos en alerta y sus movimientos calculados. Habían enfrentado varias series de trampas en el camino, cada una diseñada específicamente para atrapar y destruir a los vampiros que tuvieran la mala suerte de determinar ahí.

Se encontraron con una sala llena de estacas voladoras. Rebekah había saltado y girado con gracia esquivando cada una mientras, Klaus había usado su agilidad de lobo para esquivarlas, y en cambio Elijah, Kol y Fin, rompían las trampas estacas con su fuerza. Pero lamentablemente las estacas estaban impregnadas con verbena, asegurándose de que cualquier herida fuera dolorosa y debilitante.

Luego se encontraron en un pasillo donde el suelo estaba cubierto de placas de plata. Cada paso que daban quemaba sus pies a través de sus zapatos causando un dolor casi insoportable. Elijah había liderado el camino, moviéndose con rapidez y determinación a la vez que trataba de ignorar el sufrimiento mientras buscaba una salida.

Más adelante, una habitación estaba llena de espejos encantados que reflejaban sus peores miedos. Ninguno había revelado que es lo que cada uno vio en el espejo, pero lo que sea que hayan visto, había dejado a cada uno de ellos en un pésimo estado mental.

Finalmente llegaron a una gran sala con las paredes cubiertas de runas antiguas que brillaban tenuemente. En el centro tres estatuas de piedra permanecían inertes, imponentes y silenciosos.

Kol fue el primero en notar algo extraño sobre estas esculturas - Estas no son simples estatuas - murmuró él con su mirada fija en estas.

Sigamos avanzando - sugirió Elijah cautelosamente, aunque había una clara tensión en su voz.

Dio un paso adelante y de inmediato las runas en las paredes comenzaron a brillar con intensidad. Los gólems cobraron vida a la vez que sus ojos se iluminaban con un resplandor verde esmeralda.

Nos atacan - gritó Finn mientras se lanzaba hacia el gólem más cercano y le daba un fuerte golpe, pero la criatura ni siquiera se inmutó y en cambio continuó avanzando hacia ellos con pasos pesados y seguros.

Klaus se lanzó al ataque siguiendo a su hermano, usando su fuerza híbrida para golpear a uno de los gólems. Sus puños chocaron contra la piedra, apenas dejando una mella en la superficie - Maldita sea - gruño el para sí mismo - son demasiado fuertes - grito él hacia los demás mientras retrocedía para evitar un contraataque del golem.

Rebekah intentó usar su velocidad y agilidad para evadir los golpes mientras buscaba puntos débiles en la estructura de estos . Estos malditos no tienen ningún punto débil visible - dijo ella con frustración mientras esquivaba por poco un golpe aplastante.

No podemos simplemente enfrentarnos a ellos de frente - dijo Elijah después de haber analizado rápidamente la situación - necesitamos una estrategia diferente - dijo él con su voz firme pero preocupada.

¿Alguna idea brillante hermano? - preguntó Kol, lanzando otro golpe que apenas afectó al gólem más cercano.

Necesitamos encontrar la fuente de su poder - respondió Elijah mientras su mente trabajaba a toda velocidad.

¿Y dónde podría estar esa fuente? - preguntó Rebekah mientras esquivaba y golpeaba, sus movimientos una mezcla de gracia y desesperación.

Klaus gruñó al bloquear un golpe con su brazo y sentir el dolor del impacto - No lo sé, pero si no encontramos una salida pronto estaremos luchando aquí para siempre - dijo él con enojo.

La batalla continuaba por varios momentos, cada golpe resonaba en la sala, los gólems eran incansables, sus ataques precisos y poderosos. Los Mikaelson estaban empezando a mostrar signos de fatiga, pero su determinación no flaqueaba.

Maldita sea Harry y sus malditas trampas - rugió Kol mientras lograba lanzar a uno de los gólems contra la pared, solo para ver cómo se levantaba de nuevo e intacto.

Estos no son como los enemigos que hemos enfrentado antes - dijo Elijah con su típico tono calmado pero lleno de urgencia - Son pura magia y fuerza bruta.

Sí, bueno, estoy empezando a cansarme de ambos - gritó Kol mientras se lanzaba hacia otro gólem solo para ser repelido de nuevo.

El tiempo parecía detenerse mientras los Mikaelson continuaban luchando sin éxito. Cada golpe, cada intento de derribar a los gólems se encontraba con la misma resistencia implacable, parecía que no había fin a la vista.

No podemos seguir así para siempre - gritó Rebekah con su voz llena de desesperación - Nos agotaremos antes de que ellos siquiera se dañen.

Entonces debemos encontrar otra manera - dijo Elijah con su voz llena de resolución - Pero primero debemos de sobrevivir.

Los hermanos continuaron luchando lado a lado, sus cuerpos ya comenzando a mostrar los signos del agotamiento, solo el sonido de la piedra golpeando la carne y los gruñidos de esfuerzo llenaban la sala.

Vamos malditos monstruos de piedra, vengan por mí - gritó Klaus, sus ojos brillando dorados con furia apenas contenida y determinación.

¿No te cansas de ser un mártir? - espetó Kol golpeando inútilmente a otro gólem - Estos bichos están hechos de pura magia, no hay manera de que los derrotemos con simple fuerza bruta.

Es más fácil hablar que hacer algo - contestó Klaus esquivando por poco un golpe mortal.

Elijah por su parte observaba la sala buscando desesperadamente algo, cualquier cosa, que pudiera darles una ventaja - Debe haber algún tipo de punto débil - dijo el - alguna forma de desactivar estos gólems.

¿Qué tal si probamos a... no sé, gritarles? - sugirió Kol sarcásticamente mientras evadía otro golpe.

Siempre con los comentarios útiles - respondió Rebekah con ironía mientras lanzaba una patada que nuevamente no tuvo ningún efecto visible.

Sigan buscando cualquier indicio de su fuente de su poder, si lo encontramos podríamos desactivarlos - dijo Elijah, su mente trabajando a toda velocidad.

¿Y cómo encontramos ese núcleo? - preguntó Klaus, lanzando otro golpe inútil - Estamos atrapados aquí luchando contra estos malditos golems que no se detienen por nada.

Tenemos que seguir buscando - insistió Elijah - No tenemos otra opción.

La sala parecía cerrarse sobre ellos, cada golpe y cada movimiento drenando sus fuerzas. Los gólems, implacables a pesar de todos los ataques, seguían avanzando, cada vez más cerca de acorralar a los hermanos.

Esto es una locura - gritó Kol, su frustración evidente - No podemos seguir así.

Debemos persistir - dijo Elijah con firmeza, aunque incluso él estaba empezando a sentir la desesperación.

Persistir claro - murmuró Rebekah, sus movimientos cada vez más lentos - ¿Pero cuánto tiempo más podremos aguantar?:

Pero por ahora, la única opción que tenían era seguir luchando, parecía que lo único que les quedaba era esperar a algún tipo de milagro.


Caroline se encontraba atrapada dentro de una habitación del castillo, pero no era cualquier habitación, ya que después de pasar tanto tiempo aquí pudo reconocerla al instante, ella está encerrada en la habitación de Harry.

La magia de las barreras, creada para proteger a los ocupantes de cualquier amenaza, había decidido transportarla allí, lejos del caos y la violencia que al parecer se desataban en el resto del castillo.

La desesperación en sus ojos reflejaba su angustia mientras golpeaba la puerta de madera maciza una y otra vez - Harry, Harry, por favor, necesito salir - gritaba ella mientras su voz resonaba en la habitación vacía, pero sin importar cuánta fuerza aplicará, la puerta no se movía ni un centímetro.

Se giró hacia las ventanas, su única otra posible salida, corrió hacia ellas y trató de abrirlas pero estaban selladas mágicamente. Ni siquiera la fuerza de un vampiro podía romper esas barreras - por favor, por favor, déjenme salir - rogó mientras golpeaba los cristales que permanecen inalterables.

Caroline sabía que cada segundo que pasaba contaba, Harry estaba en transición, y sin sangre humana, su vida pendía de un hilo - Malditas barreras, déjenme salir, Harry me necesita - la angustia en su voz era palpable al igual que su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Trató de abrir la puerta del balcón, pero esta también estaba sellada. Todo estaba diseñado para mantenerla a salvo sin importar sus intentos de escapar.

¿Por qué no funcionan? - murmuró ella con su voz quebrada por la desesperación - ¿Por qué no puedo salir? - Golpeó la puerta de nuevo, sus manos empezaron a doler por la fuerza aplicada.

Los ojos de Caroline recorrieron la habitación, buscando alguna grieta o debilidad en las barreras, pero ya sea por su poco conocimiento en el tema, o por que Harry había hecho un extremadamente buen trabajo, ella no podía encontrar ninguna clase de debilidad en esta, las runas grabadas en las paredes brillaban débilmente, una señal de la poderosa magia que mantenía la habitación sellada, todo estaba diseñado para la protección máxima, una fortaleza impenetrable.

Recorrió la habitación una vez más con sus ojos hasta que vio algo que le llamó la atención, en un rincón de la habitación, un antiguo espejo adornado reflejaba su imagen, su semblante desesperado y cansado.

Harry aguanta por favor - susurró ella mientras era capaz de ver sus ojos llenarse de lágrimas en su reflejo - Tengo que salir de aquí... tengo que salvarte.

Sin embargo, una voz interior le susurraba que había algo más en las barreras, algo que no lograba comprender del todo, mientras miraba las inscripciones en las paredes, un pensamiento cruzó su mente, las barreras la consideraban como alguien importante, alguien que debía ser protegido a toda costa.

Aunque el pensamiento era apenas un susurro escondido entre la desesperación que la invadía, este sentimiento logró darle un pequeño consuelo en medio del caos.

Finalmente, Caroline se desplomó en el suelo, sus fuerzas finalmente se agotaron después de todo lo que vivió ese día. Apoyó la cabeza en la puerta mientras susurraba una última súplica. Por favor, déjenme salir... Harry necesita mi ayuda - Sus manos resbalaron por la madera sintiendo la impotencia de estar tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.

La habitación permanecía en silencio, las barreras implacables en su misión de mantenerla segura, sin saber que al hacerlo, también la mantenían alejada del hombre que amaba en su momento de mayor necesidad.


Damon y Stefan avanzaban a través del lúgubre y laberíntico castillo, cada paso resonando en la piedra fría. Las sombras parecían moverse por su cuenta, susurrando promesas de dolor y peligro inminente.

¿Por qué siempre terminamos en estos lugares? - murmuró Damon, su sarcasmo habitual apenas enmascarando la tensión en su voz.

Porque nunca aprendemos - respondió Stefan automáticamente mientras sus ojos escaneaban el corredor en busca de trampas.

Apenas había terminado de hablar cuando una serie de flechas de madera se dispararon desde las paredes. Los hermanos Salvatore se lanzaron al suelo justo a tiempo causando que las flechas pasaran silbando por encima de ellos.

Genial, flechas, ¿qué sigue?, ¿un foso de cocodrilos? - pregunto Damon sarcásticamente mientras se ponía de pie y ayudaba a Stefan a levantarse.

Vamos, no podemos perder el tiempo - dijo Stefan con una voz cargada de urgencia.

Avanzaron con cautela sabiendo que cada paso podía desencadenar otra trampa mortal.

De repente el suelo bajo ellos se abrió revelando un pozo profundo. Stefan apenas y logró aferrarse al borde mientras que Damon fue más rápido y logró escapar antes de buscar una manera de ayudar a su hermano.

Sujétate Stefan - dijo Damon mientras extendía una mano la cual Stefan tomó firmemente, siendo levantado con un esfuerzo considerable.

Gracias - dijo Stefan con una respiración acelerada.

No hay de qué, pero deberías perder peso - bromeó Damon tratando de aliviar la tensión.

Pero el momento fue arruinado cuando más fechas llegaron volando hacia ellos causando que volvieran a tirarse al suelo.

¿Más flechas? - pregunto Damon - ¿quién diseñó este lugar, un maníaco con una obsesión por la Edad Media? - dijo Damon sacudiendo la cabeza y avanzando con cautela.

Los corredores del castillo estaban plagados de trampas y obstáculos. Pasaron por un pasillo que liberaba gas de verbena, tosiendo y jadeando mientras corrían para salir de la nube tóxica.

En otro, estacas de manera salían volando de las paredes intentando matarlos.

Este lugar es una pesadilla - dijo Stefan, limpiándose el sudor de la frente - ¿Cómo están los demás lidiando con esto?.

Probablemente mejor que nosotros - respondió Damon, su voz teñida de frustración.

De repente un muro de fuego se encendió frente a ellos bloqueando su camino. Damon y Stefan retrocedieron inmediatamente buscando una manera de desactivar la trampa. Damon encontró un mecanismo oculto en la pared y una vez activado, logró apagar las llamas con un esfuerzo considerable,

Espero que haya un premio al final de esto - dijo Damon, su tono sardónico no ocultando su cansancio.

El premio es salir de aquí con vida - replicó Stefan, avanzando con cautela por el pasillo ahora despejado.

Continuaron avanzando, sus cuerpos y mentes al límite. Llegaron a una sala amplia, sus paredes adornadas con runas antiguas.

Apenas habían entrado cuando las puertas se cerraron de golpe detrás de ellos. En el centro de la sala, un golem de piedra comenzó a cobrar vida.

Perfecto - dijo Damon mirando el golem frente a ellos - ¿Tienes algún truco bajo la manga?.

No contra esto - respondió Stefan débilmente.


Para una persona normal, pareciera que las sombras del castillo se movían de una manera sobrenatural, pero si una persona con super sentidos estuviera ahí, sería capaz de ver cómo los miembros de la manada de Selenalia se enfrentaban a una serie de trampas ingeniosamente diseñadas para neutralizarlos. A diferencia de los Mikaelson, los Salvatore y la doppelganger, la manada de Harry veía estos desafíos de una manera completamente diferente.

Cuidado Nate - gritó Zoe, la mujer lobo al mando mientras no estaban presentes el alfa y sus betas, deteniendo a Nate en seco antes de activar una trampa que habría liberado una lluvia de flechas de plata. Su advertencia fue seguida por un rápido movimiento de manos, desarmando la trampa con destreza.

Gracias Zoe, ¿todos bien? - preguntó Nate, uno de los más jóvenes y rápidos de la manada, mientras su mirada recorría a sus compañeros.

Perfectamente - respondió Zoe con un tono serio y profesional - Sabemos que estas trampas no son más que un entrenamiento, nuestro alfa sabe de lo que somos capaces, siendo esta la razón por la que nos preparó este ejercicio sorpresa justo después de regresar de una cacería exitosa.

Los demás integrantes de la manada no pudieron evitar verla como si estuviera loca antes de mirar nuevamente su alrededor.

Los corredores del castillo estaban llenos de obstáculos y trampas, algunas lanzaban chorros de gas matalobos, otras desencadenaron jaulas que se cerraban rápidamente sobre ellos y si no eran lo suficientemente rápidos algunas intentaban pincharlos con estacas de plata.

Sin embargo, Zoe no mostraba signos de pánico, para ella, cada obstáculo era una prueba más que superar con determinación y habilidad, una prueba de lo fuertes y capaces que los ve su alfa.

Si tu lo dices…- dijo Nate en voz baja.

Nuestro alfa siempre dijo que teníamos que estar preparados para cualquier cosa - comentó Zoe mientras evitaba hábilmente una serie de lanzas que emergían del suelo - Esto es solo una prueba de su parte, el confía en nosotros.

Vamos a la izquierda - gritó ella, liderando al grupo por un pasillo oscuro. Al final del pasillo, una trampa de foso se activó, pero los hombres lobo saltaron con facilidad aterrizando en el otro lado sin problemas.

Este lugar está lleno de sorpresas - comentó Jason, otro integrante de la manada, mientras se limpiaba el sudor de su frente - Pero nada que no podamos manejar.

Mientras avanzaban la moral de la manada se mantenía alta, había una certeza en cada uno de ellos de que su alfa saldría de esta situación más fuerte que nunca. Sabían que él estaba en transición, luchando su propia batalla, y ellos no dudaban ni por un segundo de su victoria.

Recuerden lo que el alfa nos enseñó - dijo Zoe volviendo a reunir al grupo - No solo somos su manada, somos su familia, y como familia, superaremos cualquier obstáculo.

Las palabras de Zoe resonaron en los corazones de los miembros de la manada. Sabían que Harry había diseñado el castillo y sus trampas con el mismo cuidado y precisión que había usado al entrenarlos. Esto no era solo una prueba de supervivencia, era una prueba de lealtad, habilidad y fe en su alfa.

Adelante - grito Zoe con una sonrisa determinada y algo demente - el alfa contará con nosotros cuando salga de esto. Debemos estar preparados para cualquier cosa.

Aún sigo sin entender cómo es que el alfa la puso a ella a cargo - le susurro Nate a Jason mientras observaba a Zoe pasar trampa tras trampa sin problema y con una sonrisa salvaje en su rostro.

A medida que continuaban enfrentando las trampas del castillo, cada miembro de la manada mostraba una combinación de destreza y camaradería mientras evadieron trampas de todo tipo, desde jaulas hasta pozos, pero algo que nunca cambió, es que siempre continuaban trabajando juntos y apoyándose mutuamente.

Esta es nuestra prueba - dijo Jason mientras desactivaba una trampa de guillotina - y la pasaremos con honores, el alfa nos guió hasta aquí, y nosotros lo guiaremos de vuelta.

Mientras avanzaban, la certeza de la manada crecía. Sabían que su alfa estaba destinada a grandes cosas. Y cuando llegara el momento, estarían listos para luchar a su lado, sin importar el desafío.

Vamos, sigamos moviéndonos - dijo Zoe liderando el grupo con confianza renovada - el alfa confía en que podremos enfrentar este desafío, y no vamos a fallarle - dijo causando que todos los hombres lobos presentes dieran un poderoso aullido de celebración.

La manada se adentra más en el castillo, enfrentándose a cada trampa con determinación y habilidad, con la certeza de que su alfa emergería más poderoso que nunca.


Hermione se encontraba al frente de su equipo de inefables, todos examinando los muros del castillo con gran precisión. A su lado, Amelia Bones lideraba a un grupo de aurores experimentados, todos atentos y listos para cualquier eventualidad. Sirius Black, acompañado por algunos integrantes de la manada de Harry, rondaba cerca, su mirada fija en el castillo mientras sus pensamientos giraban en torno a la seguridad de su alfa y ahijado.

El ambiente estaba cargado de tensión. Habían pasado horas intentando encontrar una forma de entrar, pero cada intento era frustrado por las poderosas barreras del castillo.

De repente, una ráfaga de viento gélido barrió el área y todos levantaron la vista hacia el cielo.

El cambio fue inmediato y dramático. El cielo que había estado nublado y oscuro, comenzó a tornarse de un rojo profundo, casi como si la misma sangre se estuviera derramando sobre las nubes.

Una tormenta empezó a formarse con relámpagos iluminando el horizonte y truenos resonando con fuerza creciente.

Hermione, siempre analítica, sintió un escalofrío recorrer su espalda - ¿Qué está pasando? - murmuró incapaz de apartar la vista del cielo.

Los miembros de su equipo intercambiaron miradas nerviosas, sus varitas listas para cualquier emergencia.

Amelia nunca había visto nada así con su experiencia como jefa del Departamento de Seguridad Mágica de Selenalia - Esto no es natural, algo en la magia del entorno ha cambiado drásticamente - dijo con su voz firme pero preocupada. Los aurores a su alrededor asintieron, todos sintiendo el mismo malestar.

Justo en ese momento fue capaz de notar el cambio en la expresión de su esposo así como algo diferente en los miembros de la manada. Podía ver en sus rostros una mezcla de confusión y alarma - ¿Qué sucede? - preguntó volviendo su atención a Sirius cuyos ojos brillaban con una inquietud inusual.

Algo ha cambiado en el vínculo de la manada - respondió el Sirius, su voz un poco temblorosa. - podemos sentir a Harry... pero es diferente. Su poder... ha aumentado.

De repente una oleada de energía palpable y abrumadora recorrió el aire, todos los presentes, magos y lobos por igual, sintieron un peso sobre sus hombros, como si una fuerza invisible los estuviera presionando.

Un aura de poder emanaba desde el corazón del castillo, irradiando con una intensidad que nunca antes habían sentido.

Hermione rápidamente comprendió lo que esto significaba - Harry - susurró mientras sus ojos se abrían con sorpresa y admiración - Está completando su transición.

Amelia estuvo inmediatamente aliviada al escuchar esto antes de fruncir el ceño - Si ese es el caso, entonces debemos estar preparados para lo que sea, este tipo de poder puede alterar el equilibrio de la magia en toda la isla.

Los relámpagos comenzaron a golpear más cerca iluminando el castillo en destellos intermitentes. La tormenta rugía con furia, y el aire se llenó de una electricidad estática que erizaba la piel.

Los autores levantaron sus varitas listos para cualquier eventualidad, mientras que los miembros de la manada se acercaban entre sí, sintiendo cómo sus vínculos con Harry se ajustaban a su nueva realidad.

Sirius con la determinación de un padrino sobreprotector gritó por encima del estruendo - No podemos quedarnos aquí, tenemos que encontrar una forma de entrar y llegar a Harry, no sabemos qué es lo que está pasando ahí dentro, mejor asegurarnos de que está bien.

Hermione asintió volviendo a concentrarse en las barreras del castillo - Debemos actuar rápido, si esta energía se descontrola, podría ser catastrófico, aunque espero que Harry pueda retomar el control de su magia, si es así, esto será mucho más fácil.

Apenas acababa de decir eso cuando todos pudieron sentir como la poderosa aura sobre ellos parecía retroceder, y sin ningún aviso las barreras sobre el castillo se volvieron visibles antes de brillar intensamente por varios segundos antes de desaparecer.

Momentos antes

Elena se encontraba atrapada en un oscuro pasillo del castillo, cada paso resonando con un eco inquietante.

Las paredes de piedra goteaban humedad y el aire estaba cargado de un frío opresivo. Las sombras danzaban de manera inquietante con cada movimiento solo consiguiendo simplificar su miedo y su sentimiento de culpa que solo parecía crecer con cada momento que pasaba.

¿Cómo pude ser tan estúpida? - se murmuró a sí misma mientras sentía un nudo en la garganta. Sabía que todos los problemas actuales, todas las trampas y el caos, eran consecuencias directas de sus acciones.

De repente, un aullido resonó a través del pasillo haciéndola detenerse en seco, pero unos momentos después, las paredes comenzaron a moverse empujándola directo hacia una nueva trampa.

Ella se apresuró a correr hacia adelante saltando justo a tiempo para evitar un pozo que se abrió bajo sus pies. Pero el impacto de su caída al otro lado le hizo soltar un gemido de dolor.

Todo esto es mi culpa - siguió pensando ella - si no hubiéramos intentado matar a los originales, nada de esto estaría sucediendo.

Siguió avanzando a la vez que su mente se llenaba de recuerdos dolorosos. Recordó el momento en el que Damon había explicado el plan que había ideado, el cómo ella había aceptado ciegamente despertar a Mikael sin considerar las consecuencias.

Ella sabía que Mikael iría tras los Mikaelson, pero no le importó en ese momento. Todo lo que quería era deshacerse de Klaus.

Cerró los ojos por un momento y los recuerdos comenzaron a inundar su mente.

Todos habían estado reunidos en la mansión de los Salvatore, discutiendo el plan para matar a Klaus. Damon estaba convencido de que era la mejor solución.

Klaus es un monstruo, aparte de que nunca dejará de venir por Elena - había dicho el - Mikael es nuestra única opción para acabar con él.

La determinación en su voz ahora le parecía tan insensata, ¿Cómo pudieron haber sido tan ingenuos y pensar que lo que estaban haciendo estaba bien?, ¿acaso creyeron que el resto de los originales se quedarían sentados sin hacer nada si por algún milagro lograban matar a Klaus?, ¿qué Hadrian no buscaría venganza por qué mataron a su padre?.

Fue sacada de sus pensamientos cuando entró en una sala llena de espejos, pero algo en ellos no le parecía del todo normal, no sabia que era pero algo en ellos le parecía muy extraño.

Sin pensarlo mucho tiempo se acercó a ellos hasta que quedó frente a frente con un espejo solo para quedar paralizada por lo que veía, los espejos no reflejaban solo su imagen, sino también cosas que no aliviaban su convivencia ni un poco, en uno de los espejos vio a Hadrian herido y sangrando mientras trataba de proteger a Caroline de un atacante misterioso, en otro espejo vio a los originales matándolos a todos ellos después de que Mikael lograra matar a Klaus, en otro veía a Mikael matarla a ella para que Klaus no pudiera seguir usando su sangre, y en otro vio a Mikael matando a Harry sin piedad, desencadenando su transición.

Hadrian solo estaba ahí para salvar a Caroline - pensó ella recordando el momento en el que Hadrian había llegado a la mansión lleno de ira - y yo fui quien la puso en peligro, a mi mejor amiga, y el hecho de que ella no supiera esa parte del plan de Damon no la excusaba de la culpa en su parte en todo esto.

Despertar a Mikael fue un error… - dijo ella en voz baja - sabíamos que iría tras ellos y no nos importó, todo por nuestro odio y miedo.

Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, cada reflejo en los espejos le recordaba su culpa y arrepentimiento. Trató de apartar la mirada pero no pudo. Las imágenes parecen perseguirla a donde quiera que mirara, recordando su responsabilidad en el desastre en el que se encontraba.

El dolor y la culpa la abrumaron a tal punto que cayó de rodillas mientras las lágrimas caían libremente al mismo tiempo que recordaba cada momento, cada decisión que los había llevado a este punto. Sabía que no podía cambiar el pasado, pero deseaba desesperadamente enmendar sus errores.

Se levantó después de varios minutos mientras se limpiaba las lágrimas con determinación. - No puedo cambiar lo que hice, pero puedo intentar arreglarlo - se dijo a sí misma. Debía encontrar a Hadrian y ayudarlo a completar su transición y enmendar sus errores.

Elena avanzó por el castillo con determinación mientras enfrentaba trampa tras trampa sin vacilar. Ella sabía que el camino por delante sería peligroso, pero estaba dispuesta a enfrentarlo todo para salvar a Harry y demostrar que había aprendido de sus errores.

Ella continuó corriendo por los pasillos del castillo a la vez que su corazón martillaba en su pecho mientras los ecos de sus pasos resonaban en las paredes de piedra.

Sabía que estaba cerca, que Harry debía estar en alguna parte cerca de allí. La magia que la había separado del resto había sido despiadada, separándola de los demás y dejándola a merced de sus propios miedos y culpas. Pero eso no importaba ahora, lo que importaba es que tenía que encontrar a Harry.

Finalmente vio una puerta al final del pasillo. Su instinto le decía que era allí donde Harry estaba atrapado.

Corrió hacia ella lo más rápido que pudo y con un último esfuerzo empujó la pesada puerta de madera, solo para detenerse en seco al encontrándose frente a frente con una barrera mágica que se iluminó cuando llegó a ella y la repelió con fuerza.

Hadrian - gritó ella mientras golpeaba la barrera con desesperación. Podía ver a Harry al otro lado tumbado en el suelo, pálido y con la respiración irregular, sus ojos apenas se abrían, su cuerpo convulsionando débilmente.

Ver a Hadrian en ese estado hizo que el pánico se apoderara de ella causando que comenzara a golpear la barrera una y otra vez, pero cada golpe era inútil, las barreras que mantenían a Harry encerrado eran impenetrables, nada que Elena hiciera podría romperlas.

No, Hadrian, no, por favor - gritó con sus lágrimas cayendo por sus mejillas.

Se dio cuenta en ese momento de que tenía que encontrar otra forma de ayudarlo, algo que no fuera golpear una barrera mágica una y otra vez sin ningún resultado.

Pasaron varios segundos hasta que por fin una idea se le vino a la mente -Necesitas sangre - se dijo a sí misma - necesitas sangre humana.

Buscó frenéticamente algo con qué cortarse, cualquier cosa afilada que pudiera usar para darle algo de su sangre.

Pero el pasillo en el que se encontraba estaba vacío de armas o cualquier objeto útil.

Esto solo causó que la desesperación la envolviera cada vez más mientras buscaba y buscaba, pero sin importar cuánto se esforzara, no encontraba nada.

Finalmente, en un acto de desesperación total, comenzó a rascarse el brazo con sus uñas.

Al principio fue solo un intento torpe, pero pronto la determinación y la adrenalina la llevaron a rascarse con fuerza, desgarrando la piel hasta que la sangre comenzó a fluir. Un gemido de dolor escapó de sus labios pero así no se detuvo.

Vamos - se dijo a sí misma con desesperación - más fuerte - rasgando más profundo mientras sentía cómo la piel y la carne se abrían bajo sus uñas.

Finalmente la sangre comenzó a brotar en cantidad suficiente, goteando al suelo y deslizándose más allá de la barrera mágica.

Harry, que hasta entonces parecía apenas consciente, levantó la cabeza débilmente al oler la sangre. Sus ojos se fijaron en la mancha roja que se extendía lentamente hacia él.

Con un esfuerzo monumental, comenzó a arrastrarse por el suelo, cada movimiento siendo una agonía visible en su rostro.

Vamos Hadrian, toma mi sangre - dijo ella mientras presionaba su brazo contra la barrera dejando que más sangre cayera al suelo.

Harry finalmente alcanzó la mancha de sangre y sin esperar un momento, estiró uno de sus brazos mojando sus dedos en sangre para después llevarlos hacia su rostro causando que sus labios tocaran el líquido vital.

La reacción fue inmediata, su cuerpo comenzó a recuperar su fuerza y vitalidad con cada gota de sangre que absorbía. Sus ojos, que inicialmente estaban opacos y sin brillo, empezaron a adquirir su habitual tono verde esmeralda.

Pero unos momentos después, el color dorado poco a poco dominó por completo sus habituales ojos verdes, irradiando un aura de autoridad y peligro.

Unos segundos después, las venas alrededor de sus ojos se hicieron más prominentes marcándose de forma oscura y visible debajo de su piel, dándole un aspecto aún más temible y predatorio.

Sus colmillos comenzaron a salir acompañados de unos nuevos brillando con un blanco mortal bajo la tenue luz. Eran afilados y amenazantes, signos inconfundibles de su naturaleza vampírica y lobuna.

La combinación de los ojos dorados, las venas marcadas y los colmillos afilados creaba una imagen de pura ferocidad y poder.

Harry levantó la cabeza y en ese instante, cualquier vestigio de su apariencia anterior había desaparecido. Su mirada era feroz, una amalgama de sus tres naturalezas, la humanidad de un mago, la voracidad de un vampiro y la fuerza indomable de un hombre lobo.

La transformación lo había convertido en una criatura única, un trihíbrido en todo su esplendor y terror. El dorado hipnótico de sus ojos, las venas negras como la noche destacándose debajo, y los colmillos listos para desgarrar cualquier amenaza creaban una apariencia que era tan majestuosa como aterradora. Harry, en ese momento, no era solo un trihíbrido, era una fuerza de la naturaleza, la encarnación viva de tres mundos diferentes unidos en uno solo.

Elena observaba todo esto con lágrimas en los ojos, no podía evitar sentirse muy aliviada al ver a Hadrian a salvo, pero aun así, algo dentro de ella no podía evitar sentir como si algo fuera diferente, como si algo en el mundo hubiera cambiado por completo.