En la sala de la mansión Mikaelson, los hermanos originales se encontraban siendo medidos por varios sastres hipnotizados que se encontraban ahí para prepararles sus trajes para la fiesta de esa noche, la mayoría de ellos no quería hacer eso y en lugar ir a buscar sus propias prendas por separado, pero su madre había logrado convencerlos a todos de que usaran ese tiempo para convivir en familia.
Klaus por su parte lanzó una mirada irritada a sus hermanos mientras se ajustaba la chaqueta que se estaba probando - ¿Por qué demonios estamos organizando una fiesta?, y más ahora que parece que los locales no pueden dejar de intentar matarnos.
Elijah respondió sin mirar a Klaus mientras se ajustaba su corbata con calma - Porque nuestra madre quería presentar a la familia al pueblo, Niklaus. Es por eso que será una fiesta con invitación a todos, para que funcione como una introducción,
Antes te encantaba hacer fiestas por cualquier cosa Nik - dijo Rebekah burlonamente mientras estaba sentada en uno de los sillones con otra persona hipnotizada haciéndole manicura - ¿Qué ha cambiado?.
Eso era cuando tenía invitados más interesantes - respondió Klaus con desdén - como pasamos de cenar con Leonardo Da Vinci o William Shakespeare, a esto.
Kol, que había estado observando todo en silencio mientras ajustaba su corbata frente a un espejo dorado, lanzó una mirada escéptica a sus hermanos antes de preguntar - ¿En serio vamos a confiar en nuestra madre así de fácil?.
Kol ya hemos tenido esta conversación - dijo Rebekah exasperadamente - Ella quiere redimirse y estar con nosotros, solo dale una oportunidad.
Finn asintió mientras se abrochaba el puño de su camisa - Rebekah tiene razón, madre merece la oportunidad de demostrar que ha cambiado.
Por supuesto que ustedes dirían eso - dijo Kol con algo de enojo - después de todo siempre fueron sus favoritos.
No discutiremos más sobre esto - dijo Elijah seriamente interrumpiéndolos - Hay asuntos más importantes que atender esta noche
Vamos Elijah - se quejó Kol - no puedes creer que madre…
Vasta Kol - volvió a decir Elijah seriamente pero esta vez mirando fijamente.
Kol se enojó por esto y lanzó una mirada mordaz a Klaus quien había estado observando en silencio - Y tú Nik, has estado muy callado respecto al tema de nuestra madre, ¿Qué pasa? ¿Te metes en tus propios asuntos por una vez?.
Klaus le lanzó una mirada fulminante mientras le respondía fríamente - Métete en tus asuntos, Kol.
Pero en su mente Klaus no podía dejar de estar preocupado, finalmente estaba logrando tener una relación menos agresiva con sus hermanos, pero él sabía que si su madre revelaba la verdad sobre cómo murió, todo eso se desmoronaría rápidamente. Además de que él no podía reconciliar la idea de que su madre, después de todo lo que había hecho, lo tratara como si no hubiera ningún problema y nada hubiera pasado.
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por Elijah, quien al notar la tensión en el ambiente cambió de tema haciendo una pregunta que tenía desde hace rato - ¿Dónde está Hadrian? - preguntó él - pensé que él también participa en esto.
El no necesitaba un traje - dijo Kol después de calmarse un poco - tiene cientos después de todo.
Lo importante no era si tenía o no un traje - dijo Elijah pensando en los miles que tenía el - lo importante era pasar un momento en familia.
Fui a invitar a Caroline personalmente - respondió Rebekah desde donde estaba sentada.
Me parece muy bien ese gesto de su parte - dijo Finn - eso es justo lo que debe de hacer, un caballero siempre debe invitar personalmente a su amada a una velada familiar.
Ahg - se quejó Kol al escuchar eso - ni siquiera me recuerdes todas esas costumbres extrañas, prefiero las costumbres actuales a las antiguas.
Oh por favor - dijo Klaus exagerando su voz - si claramente te recuerdo usando toda tu caballerosidad para ganar el favor de las impresionables doncellas.
Eso fue en el pasado Nik - dijo Kol sin importancia - ahora prefiero como se hacen las cosas actualmente, sobre todo la ropa que es mucho más interesante.
Eres un asqueroso -dijo Rebekah mientras lo miraba con disgusto.
No sabes apreciar la elegancia Kol - dijo Elijah mientras negaba la cabeza
Los hermanos estuvieron un tiempo en silencio hasta que Klaus fue incapaz de soportar más la curiosidad finalmente preguntó - ¿Qué saben sobre Hadrian y Caroline? - preguntó él tratando de sonar casual.
Sus hermanos se volvieron hacia él sonriendo con burla evidente - ¿Interesado en la vida amorosa de tu hijo Niki? - preguntó Kol con una sonrisa burlona.
Klaus intentó mantenerse impasible mientras contestaba - Solo quiero saber qué hace con su tiempo.
Rebekah se rio suavemente antes de contestar - Harry y Caroline parecen llevarse muy bien, de hecho apenas pasaron un día entero viajando por el mundo, si lo que nos dijeron sus amigos es verdad, esa fue la primera vez en mucho tiempo que Harry se toma un tiempo para relajarse, así que creo que ella ha sido una buena influencia para él.
Es una relación interesante ciertamente - dijo Finn mientras asentía a lo que dijo su hermana - pero no te preocupes Klaus. Harry sabe lo que hace.
Elijah siempre observador pudo notar la tensión en los hombros de su hermano - No tienes nada de qué preocuparte Niklaus, Hadrian es un buen chico.
Klaus, sintiendo la presión de las miradas de sus hermanos, desvió su mirada mientras rápidamente decía - No sé de lo que hablan, yo no estoy nada preocupado por él, solo tenía curiosidad al haberos visto varias veces juntos.
Los hermanos Mikaelson compartieron una mirada antes de que la conversación se desviara hacia otros temas mientras todos continuaban preparándose para la fiesta.
Pero Klaus no podía evitar sentir una creciente inquietud dentro de él. La presencia de su madre y la posibilidad de que la verdad saliera a la luz no ayudaban en nada, sumándole el hecho de convivir con sus hermanos nuevamente, más su relación básicamente inexistente con su hijo, La noche prometía ser más complicada de lo que había anticipado.
Ya voy - gritó Caroline mientras caminaba hacia la puerta después de haber escuchado a alguien tocar, pero en el momento que la abrió, se sorprendió a ver a Harry ahí, vestido elegantemente con un traje negro y un ramo de flores en la mano - Caroline Forbes… comenzó a decir ella pero Caroline lo interrumpió - ¿Harry? - pregunto ella confundida - ¿Qué está pasando?, ¿qué haces aquí?.
La única respuesta de Harry fue una sonrisa mientras extendía las flores hacia ella y comenzó a decir de nuevo - Caroline Forbes, ¿me harías el honor de acompañarme al baile de la familia Mikaelson esta noche?.
Caroline no pudo evitar reírse de felicidad al oír esto - Claro que sí - dijo ella antes de inclinarse y darle un beso.
Cuando se separaron, Caroline se puso seria por un momento antes de preguntar - Espera, ¿baile de la familia Mikaelson?, ¿a qué te refieres?.
Harry miró a su alrededor asegurándose de que no hubiera nadie más cerca que pudiera oírlos antes de decir - Es mejor no hablar de esto afuera, ¿podemos hablar adentro?.
Caroline asintió mientras aceptaba el ramo de flores y ambos se dirigieron adentro hasta llegar a su habitación.
Una vez allí, Caroline cerró la puerta detrás de ella y se volvió hacia Harry - Ok - dijo ella seriamente - ¿qué está pasando?.
Harry suspiro antes de contestar - El ataúd que tus amigos estaban tratando de abrir resultó que tenía a mi abuela, Esther, la cual de alguna manera pudo regresar a la vida y al parecer ahora quiere pasar tiempo con su familia después de tanto tiempo perdido.
Caroline abrió los ojos de par en par al escuchar esto - ¿Estás hablando en serio? . preguntó ella incrédula - ¿Cómo es que Bonnie y Elena no me contaron nada de esto?.
Harry estuvo en silencio unos momentos mientras pensaba una respuesta antes de contestar - Probablemente temían que si te lo decían, podrías contármelo a mí.
Caroline asintió comprendiendo que era algo muy probable que pasara - Sí, eso suena a algo que yo podría hacer - dijo ella para luego mirarlo con curiosidad - ¿Cómo fue conocer a tu abuela? - preguntó ella curiosamente.
Para ser honesto - dijo Harry suspirando - no confío completamente en ella. Hay algo en ella que no me da buena sensación, estoy seguro de que está tramando algo.
Caroline frunció el ceño preocupada antes de preguntar - ¿Crees que podría ser peligrosa?.
Es posible - admitió Harry - Pero por ahora lo único que podemos hacer es mantenernos alerta, aparte de que no se si ella sabe sobre Selenalia, esta podría ser una ventaja de mi parte si en algún momento ocurre algo.
Sintiendo que la conversación se estaba volviendo deprimente, Caroline cambió rápidamente de tema - Bueno - dijo ella - si vamos a ir a este baile donde conoceré a tu familia, necesitaré un vestido. Y no tengo nada adecuado.
Harry sonrió mientras su expresión parecía iluminarse - No te preocupes por eso, las hadas son excelentes creando vestidos con magia."
Caroline lo miró con escepticismo - ¿Hadas? - pregunto ella - ¿De verdad crees que están dispuestas a hacerme un vestido?.
Harry, con una sonrisa aún más grande, asintió - Estoy seguro de que estarán más que dispuestas a ayudarte.
Y antes de que ella pudiera preguntar algo más, un grupo de pequeñas hadas volaron a través de la ventana de su cuarto para después comenzar a rodear a Caroline con su luz brillante y mágica. Las pequeñas criaturas comenzaron a danzar alrededor de ella, sus alas resplandecientes mientras la magia envolvía a Caroline por completo.
En una de las tantas habitaciones de la mansión Mikaelson, Finn se encontraba junto a Esther, el observaba a su madre con ojos inquisitivos mientras trataba de averiguar y predecir sus planes.
Madre, ¿qué estás tramando? - preguntó Finn sin rodeos y con su voz suave pero llena de sospecha.
Esther levantó la vista de los documentos que estaba mirando y observó a su hijo con una expresión de inocencia - ¿De qué estás hablando Finn? - preguntó ella.
Te conozco lo suficientemente bien como para saber cuándo planeas algo - replicó Finn cruzando los brazos - Y en estos momentos se que estás tramando algo.
Esther se hizo la ofendida mientras sus ojos brillaban con una mezcla de tristeza y frustración. Lo único que planeo es la fiesta de esta noche para poder pasar tiempo con mi familia después de mil años, ¿es eso tan difícil de creer?.
Finn sin embargo se mantuvo firme - No permitiré que intentes hacer algo contra nosotros - contestó él - Cualquier cosa que estés planeando, es mejor que lo olvides.
Esther suspiró mientras su expresión se suavizaba un poco mientras miraba a su hijo - Finn, siempre has sido el más leal, mi intención es sincera, quiero reunirme con mi familia, reparar los lazos rotos.
Finn la observó en silencio intentando leer la verdad detrás de sus palabras.
Esther por su parte mantenía una fachada impenetrable, aunque internamente pensaba que había sido una buena idea no incluir a Finn en su plan. Durante las pocas veces que fue capaz de observar la interacción de sus hijos desde el otro lado, ella había observado cómo su relación con el resto de sus hermanos se había vuelto más fuerte y cercana de lo que ella había creído posible, y ella sabía que todo era culpa de la abominación.
Esther se levantó lentamente y comenzó a caminar por la habitación mientras sus pasos ligeros apenas hacían ruido sobre el suelo de madera. Sus dedos acariciaban suavemente los muebles, como si estuviera redescubriendo un mundo que había dejado atrás hace mucho tiempo.
Finn, he pasado tanto tiempo en el otro lado, observando, esperando - dijo Esther con un suspiro melancólico - Vi cómo todos ustedes crecieron, cambiaron... y sufrí cada vez que estaban en peligro, cada vez que peleaban entre ustedes, todo lo que quiero es una oportunidad para enmendar los errores del pasado.
Finn frunció el ceño antes de preguntar - ¿Y cómo pretendes hacerlo madre?, ¿Crees que unas pocas palabras bonitas van a borrar mil años de dolor y traición?.
Esther se detuvo para girar y observarlo fijamente de nuevo - No Finn - dijo ella - No espero que me perdonen de inmediato o se perdonen entre ustedes, sé que llevará tiempo y estoy dispuesta a trabajar para ganarme su confianza de nuevo. Pero necesito que entiendas que mis intenciones son verdaderas.
Finn la miró intensamente mientras en su interior aún se mantenía indeciso - Es difícil de creer - dijo el - después de todo lo que ha pasado… pero quiero creer que es posible.
Esther asintió lentamente mientras una pequeña sonrisa aparecía en sus labios - Ese es un comienzo Finn. Y es todo lo que puedo pedir por ahora.
Ambas estuvieron en un silencio por un momento, ambos sabían que ninguno confiaba en el otro, no como lo habían hecho en el pasado.
Finalmente, Finn rompió el silencio diciendo - Hay algo más que necesitamos discutir madre.
Esther arqueó una ceja intrigada antes de preguntar - ¿De qué hablas Finn?
Finn la miró fijamente con una expresión grave en su rostro antes de decir - De Dahlia.
El nombre resonó en el aire mientras que Esther palideció al instante.
En la desolada y quemada mansión donde docenas de brujas una vez encontraron su final, el aire estaba cargado de una energía pesada y opresiva. Esther se encontraba observando firme y atentamente a Bonnie y Abby con una mezcla de expectativa y exigencia.
Bonnie y Abby estaban agotadas, sus respiraciones pesadas y sus rostros perlados de sudor.
Ambas llevaban horas intentando refinar su magia bajo la estricta supervisión de Esther, quien no parecía tener ninguna intención de darles un respiro.
Vamos, otra vez - ordenó Esther al notar el cambio en ella - No se detengan.
Bonnie, harta y frustrada, se detuvo abruptamente mientras la observaba con una mirada llena de desafío - ¿Para qué sirve todo esto en tu plan? - preguntó ella, cansada de hacer lo mismo una y otra vez si entender el porqué.
Bonnie no - dijo Abby alarmada mientras trataba de calmar a su hija y no hacer enojar a Esther
Pero Esther no permitió que el reproche de Abby callara a Bonnie, ya que en su lugar su expresión se tornó aún más severa - La razón por la que hacemos esto - dijo él en un tono frío - es porque esa abominación puede detectar cualquier rastro de magia a metros de distancia. ¿De qué nos serviría tener un plan si no podemos ejecutarlo sin ser descubiertas en un instante?
Bonnie frunció el ceño mientras trataba de pensar, pero esto solo se hacía difícil cuando su cansancio se mezclaba con su confusión - Entonces, todo este esfuerzo es para que Hadrian no pueda detenernos - preguntó ella, ya acostumbrada a como Esther se refería a Hadrian.
Exactamente - afirmó Esther con su voz ahora más medida pero no menos autoritaria - La abominación es una amenaza para cualquier estrategia que implique el uso de magia. Si no podemos ocultar nuestras intenciones, él lo sabrá y nuestro plan fracasará antes de siquiera comenzar.
Abby asintió lentamente mientras comprendía la gravedad de la situación - Así que - preguntó ella tímidamente - ¿esto es para asegurarnos de que podamos actuar sin alertar a Hadrian?.
Si - respondió Esther mientras su mirada se suavizaba momentáneamente mientras observaba a Abby - Es por eso que deben seguir intentándolo. No podemos permitirnos el lujo de fallar, no con todo lo que está en juego.
Bonnie intercambió una mirada con su madre, antes de que ambas volvieran a intentarlo,
Respirando hondo, Bonnie cerró los ojos y volvió a concentrarse en su magia, sintiendo la energía fluir a través de ella mientras trataba de refinarla y controlarla con una precisión que nunca antes había necesitado.
Esther se acercó a ellas hasta colocarse detrás de Bonnie y Abby mientras observaba atentamente sus esfuerzos - Concéntrense - ordenó suavemente aunque su voz aún mantenía ese borde acerado - Sientan la magia, pero no dejen que sea detectada, que sea como un susurro en el viento, debe ser invisible, indetectable.
Bonnie y Abby trabajaban juntas, sus energías entrelazándose mientras trataban de seguir las instrucciones de Esther. El aire alrededor de ellas se cargaba con la tensión de su esfuerzo, pero lentamente, empezaron a sentir que la magia se volvía más sutil, más controlada, la presión alrededor de ella disminuya poco a poco.
Esther observaba todo esto con una satisfacción contenida mientras veía el progreso en sus pupilas - Así está mejor - murmuró mientras su mirada dura se suavizaba ligeramente.
El agotamiento seguía presente en ambas, pero Bonnie y Abby sabían que no tenían otra opción. Si querían tener una oportunidad de llevar a cabo el plan de Esther sin ser descubiertas por Hadrian, debían dominar esta habilidad.
La mansión Mikaelson resplandecía con la fiesta en marcha, cada rincón de la mansión estaba adornado con elegantes decoraciones que reflejaban la riqueza y el gusto de la familia Mikaelson, mientras que los cientos de residentes de Mystic Falls disfrutaban de la velada.
Elijah se movía entre los invitados con una gracia innata y practicada después de tantos años de realizar bailes, su porte distinguido y su mirada serena eran un imán para aquellos que deseaban conversar con él.
El había jugado este juego tantas veces a lo largo de los años, tanto que ya era casi instintivo el inclinarse ligeramente mientras escuchaba con atención fingida las palabras de un influyente empresario, a la vez que dejaba que una leve sonrisa jugará en sus labios.
Rebekah, por su parte, estaba en el centro de la pista de baile, con su vestido verde brillando bajo las luces de cristal. Bailaba con una elegancia adquirida por años de práctica mientras su risa melodiosa llenaba el aire y los admiradores se arremolinaban a su alrededor, cautivados por su belleza y su encanto.
En una esquina más tranquila de la mansión, Finn se encontraba en una conversación profunda con un historiador local mientras discutían sobre los libros antiguos y los artefactos que los rodeaban.
Finn sostenía una copa de vino en la mano mientras disfrutaba de la conversación, ya que después de todo, el haber perdido 900 años de su vida, solo hizo que si deseo por conocer la historia del mundo que le fue negada se hiciera más fuerte, resultando en el hecho de que por rara que fuera la ocasión, el se encontraba disfrutando de la conversación.
Kol por su parte se encontraba en los jardínes rodeado de un grupo de jóvenes impresionados por sus anécdotas y su humor. Con una chispa traviesa en sus ojos hacía malabares con una botella de licor provocando risas y exclamaciones de asombro. Su carisma y rebeldía estaban trabajando al máximo mientras atraía a más y más invitados.
En el balcón un poco apartado del bullicio, Klaus observaba la fiesta con una mirada introspectiva. Vestido con un traje negro impecable, sostenía una copa de whisky mientras sus pensamientos se encontraba envueltos en planes y preocupaciones.
Aunque rodeado de lujo y celebración, su mente estaba lejos, preocupada por las constantes amenazas hacia él y su familia que no parecían detenerse en ningún momento.
Esther por su parte, se movía con una gracia entre los invitados, observando a sus hijos de vez en cuando mientras que sus ojos seguían cada movimiento y cada interacción. Aunque su rostro mostraba una serenidad calculada, su mente estaba ocupada con pensamientos y planes que esperaba fueran exitosos.
Unos momentos después, Elena y Stefan llegaron al gran salón de la mansión Mikaelson, y sin poder evitarlo, admiraron la mansión un poco.
Esto es una mala idea Elena - murmuró Stefan mientras cruzaban la entrada, en voz baja y con su preocupación evidente en cada palabra así como en su rostro - No deberíamos estar aquí. los originales están furiosos con nosotros, no deberíamos de tentar el destino al venir aquí.
Lo sé Stefan - respondió Elena con firmeza, dándole un poco de esperanza a Stefan pensando que había recapacitado solo para evaporarse unos segundos después al escucharla decir - Pero Esther quiere hablar conmigo, tenemos que estar aquí, o más específicamente, yo tengo, pero ustedes no me dejaron venir sola como ella lo pidió.
Stefan frunció el ceño antes de responder - No era seguro que vinieras sola Elena, no podemos confiar en los Mikaelson, cualquier cosa cosa pudo haberte pasado si venias sola.
Elena pensaba que había más probabilidad de que algo le pasara si los originales la vieran con Stefany y Damon, pero al estar harta de discutir lo mismo cuando ya ni siquiera importa por que ya estaban ahí, decidió que lo mejor seria cambiar el tema - ¿Has visto a Damon? - preguntó ella mientras miraba alrededor en busca de su otro protector.
Damon debe de estar por aquí - respondió Stefan mientras miraba a la gente a su alrededor por unos momentos como si intentará localizarlo - se que está intentando no sobresalir, después de todo el sabe que de los dos, él es al que los originales más odian.
Antes de que Elena pudiera responder a eso, una conmoción en la puerta principal atrajo la atención de todos los presentes causando que ellos dos también dirigieran su mirada a la entrada para ver lo que ocurría, a ambos solo les tomo un par de segundos entender el origen de toda la conmoción, Harry y Caroline habían llegado, y su entrada era nada menos que espectacular.
Caroline lucía un vestido deslumbrante de diferentes tonos de azules, mientras que la parte de su pecho era adornada con detalles plateados, mientras que una discreta diadema se encontraba en su cabeza. Harry a su lado llevaba un traje color azul marino hecho a la medida que combinaba perfectamente con el vestido de Caroline.
El murmullo de admiración hacia ellos se extendió rápidamente por todo el salón mientras la pareja caminaba con confianza. Elena y Stefan observaron cómo Harry y Caroline se dirigían directamente hacia Elijah y parecían compartir unas palabras con él.
Caroline se ve increíble - dijo Elena sin poder evitar, mientras sentía una mezcla de admiración y un poco de envidia al verla.
Sí, pero no olvides que está aquí con el enemigo - intervino Damon quien apareció de repente a al lado de ambos - No se puede confiar en ella, no cuando está tan cerca de los Mikaelson.
Elena estaba a punto de responder, y le apenaba pensar que en realidad no estaba segura ella misma si sería para defender a su amiga o estar de acuerdo con Damon, pero antes de que pudiera hacerlo su atención fue atraída por Elijah, quien se había posicionado en la escalera principal mientras resto de los Mikaelson se encontraba con él o se dirigen hacia ahí. Incluso Harry dejó a Caroline al pie de la escalera cuando Elijah lo llamó para que se uniera a ellos.
La escena en sí era majestuosa con todos los originales en fila luciendo tan elegantes, aparte de que enviaba un claro mensaje a quienes supieran de la verdad detrás de todo esto, la familia Mikaelson mostraba un frente unido por primera vez en siglos.
Elijah alzó la voz cuando vio que todos tenían su atención en ellos - Bienvenidos, estamos encantados de tenerlos a todos aquí esta noche - dijo él mientras su voz resonaba en el salón - Siempre que nuestra familia se reúne así, es una tradición comenzar la velada con un baile. Esta noche será un vals de hace siglos, así que los invito a todos a buscar una pareja y acompañarnos en el salón para este primer baile de la noche.
Con eso, los Mikaelson descendieron la escalera, cada uno buscando una pareja entre los invitados para el baile, a excepción de Harry quien se dirigió directamente hacia Caroline quien lo recibió con una sonrisa mientras tomaba la mano que el brazo que Harry le extendió y ambos se dirigieron juntos hacia el salón.
Elijah siempre el caballero, se movió con gracia entre los invitados, mientras que Rebekah y Kol intercambiaban miradas cómplices mientras disfrutaban de la atención.
En el centro del salón, Elijah tomó la mano de una invitada y la guió a la pista de baile. Klaus, aunque normalmente reservado, también se unió eligiendo a una dama de entre la multitud. La música cambió a un vals y las parejas comenzaron a girar al compás, sus movimientos sincronizados y fluidos.
Esther por otro lado, le dirigió una mirada significativa a Elena mientras sus ojos encontrándose brevemente, antes de ascender el resto de la escalera hacia el piso superior.
Elena sintió una punzada de urgencia al ver esto - Tengo que hablar con Esther - dijo ella mientras empezaba a seguirla, pero no avanzó ni dos pasos cuando fue detenida por Damon que la sujetó del brazo.
Ni siquiera lo pienses - le dijo Damon firmemente.
Damon, déjame ir - protestó Elena - ella quiere verme a solas.
Pues que mala suerte para ella - dijo Damon con sarcasmo - pero no irás a hablar con ella, es peligroso.
Ella me invito - protesto Elena.
No importa - dijo Damon con enojo antes de tomarla del brazo y arrastrarla suavemente hacia la pista de baile - Baila conmigo - dijo él sin darle mucha opción - sería grosero no bailar ahora.
Supongo que es tradición - dijo ella exasperadamente mientras se dejaba llevar por Damon, aunque sus ojos seguían buscando a Esther, su mente dividida entre la preocupación y la necesidad de descubrir qué planeaba la matriarca de los Mikaelson mientras los dos comenzaron a girar en la pista de baile,
Mientras tanto Caroline y Harry también bailaban, sus sonrisas brillando bajo las luces. La magia de las hadas parecía envolver a Caroline haciendo que su vestido brillará aún más bajo las luces del salón.
Elena aprovechó un momento en el que Stefan y Damon estaban distraídos para escabullirse entre la multitud del salón de baile hasta subir por la escalera hasta el segundo piso por donde había visto a Esther dirigirse. Lo más silencioso que pudo, se deslizó por los pasillos de la mansión Mikaelson buscando a Esther mientras su corazón latía con fuerza sin parar.
Finalmente encontró una puerta ligeramente entreabierta y al asomarse vio a Esther dentro de una habitación. Dando un último vistazo rápido a su alrededor para asegurarse de que nadie la estuviera viendo o la hubiera seguido, abrió la puerta lo suficiente para poder entrar cerrando la puerta detrás de ella.
Al cruzar el umbral, Esther alzó la vista y sin decir una palabra refinó su magia y con un movimiento de sus manos y un pequeño cántico, creó una barrera de privacidad alrededor de la habitación para poder asegurarse de que su conversación no pudiera ser escuchada ni interrumpida.
Mientras tanto, abajo en la pista de baile, Harry sintió un pequeño pero agudo tirón en sus sentidos, causando que se pusiera alerta al instante. Se detuvo por un momento mientras intentaba localizar la fuente, pero la abundancia de sangre mágica en la casa evitó que pudiera ubicar exactamente el lugar de donde provenía la pequeña presencia mágica que sintió.
Caroline que había notando su distracción le preguntó - ¿Está todo bien? - preguntó ella con un poco de preocupación en su voz.
Harry le sonrió tranquilizadoramente antes de contestar - Sentí algo extraño, pero no puedo identificar qué es, pero no te preocupes, probablemente no sea nada importante - dijo el tratando de evitar que se preocupara, pero a pesar de sus palabras el rostro de Caroline se frunció, causando que Harry pudiera saber lo que piensa sin la necesidad de leer sus pensamientos.
Por lo que para calamar, Harry añadió rápidamente - De verdad no te preocupes, estamos aquí para disfrutar de la noche, y no dejare que nada arruine este momento juntos - dijo él causando que Caroline le diera una pequeña sonrisa antes de seguir bailando, sin embargo, sin que ella se diera cuenta, Harry buscó con la mirada a Tyler, el cual también se encontraba en la fiesta, y usando su telepatía, le envió un mensaje a Tyler en su mente para que alertará al resto de la manada, quienes estaban infiltrados como invitados, y les indicará que estuvieran en guardia por cualquier cosa.
En la habitación de arriba, Esther y Elena se miraban fijamente en silencio por un largo tiempo hasta que finalmente Elena rompió el silencio primero preguntando - ¿Qué quieres?, ¿por qué me invitaste aquí?.
Necesito tu ayuda - contesto Esther honestamente.
¿Mi ayuda? - preguntó Elena sorprendida - ¿para qué?.
Esther suspiró mientras sus ojos reflejaban una mezcla de tristeza y determinación, para después contestar - Estoy aquí para deshacer el mal que creé Elena. Destruí el equilibrio de la naturaleza cuando convertí a mis hijos en vampiros. Y ellos me pagaron ese sacrificio que hice matando sin remordimiento y destruyendo nuestro pueblo sin pensarlo dos veces, incluso me traicionaron a mi, Niklaus fue el que me mató.
Elena se quedó boquiabierta al escuchar eso - ¿Klaus te mató? - preguntó ella sorprendida mientras su mente comenzó a trabajar rápidamente pensando en cómo podrían usar esa información para romper los lazos entre Klaus y sus hermanos.
Esther, anticipando sus pensamientos, le dijo firmemente - Aún no Elena. Es demasiado pronto para actuar. Debemos seguir el plan.
Elena no estaba de acuerdo con eso pero al final terminó resignándose, pero eso no significa que no usaría esa información si fuera necesario - ¿Y cómo planeas matarlo si Klaus es inmortal? - preguntó Elena regresando al tema principal.
Con tiempo y magia todo es posible - respondió Esther misteriosamente - Aunque la verdadera razón del baile es para tener a toda mi familia en un mismo lugar y realizar un ritual. Un ritual que requiere sangre de doppelganger - admitió ella.
¿Mi sangre? - pregunto ella mientras sentía una punzada de miedo.
No tienen de qué preocuparte, solo necesito unas gotas - dijo Esther, tratando de calmarla - Es todo lo que necesito - dijo ella causando que Elena comenzará a relajarse, pero una duda persistente la hizo preguntar - ¿Y qué evitará que Hadrian rompa el ritual?.
Esther sonrió con seguridad antes de responder - Anclaremos el ritual a un objeto, y mientras Hadrian no tenga ese objeto, será imposible romper el hechizo, no impronta que tan poderoso o capaz sea.
Elena después de un momento de reflexión al escuchar eso asintió. Ella sabía que Caroline estaría furiosa cuando se enterara, de que ella fue parte de la muerte de su novio, pero ella estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para proteger a los que amaba.
Esther sacó un pequeño cuchillo y con un delicado corte, hizo un piquete en el dedo de Elena dejando que varias gotas de sangre cayeran en un recipiente. Luego comenzó a mezclar las gotas de sangre con varios líquidos y hierbas mientras murmuraba palabras en un idioma antiguo.
Los meseros comenzaron a repartir copas de champán a todos los invitados en el salón de baile mientras Esther se colocaba en la escalera principal y llamaba la atención de todos con un gesto elegante como lo había hecho su hijo más temprano esa noche.
Queridos amigos y familia - dijo ella - estoy tan feliz de ver a todos reunidos aquí esta noche. Esta velada es una celebración de la unidad y el amor que compartimos. Brindemos por la familia, por los lazos que nos unen.
Levantó su copa y todos la siguieron, incluyendo los seis Mikaelson, quienes tomaron un sorbo de su champán sin saber que esta contenía la esencia de la sangre de Elena.
