¿Qué? ¿Que esta vez no tenemos que esperar años para recibir un nuevo capitulo?

¡Asi es queridos lectores preciosos!

La idea es darle esa sensación de telenovela barata/serie y traerles un capitulo nuevo cada semana.

Aunque no garantizamos nada a futuro, esta vez SI cumpliremos con nuestra meta.

Alice: ¡Callate tonto! Si lo dices así vas a asustarlos.

No, no, no, mi querida becaria sin pago alguno. Con el público siempre hay que ser honestos.

Y bueno, como ya habrán podido leer en el capitulo anterior, se ha movido un poco la dinámica de las introducciones, así que el disclaimer estará en el primer capitulo. Pero siéntanse libres de dejar sus sugerencias para como ocupar el espacio del intro que dejara vacío la falta del disclaimer.

Sin mas que añadir,

¡COMENCEMOS!


Un nuevo día comenzaba en la secundaria Raimon, la cual poco a poco veía a sus alumnos llegar emocionados por lo que podría traer consigo el nuevo día.

"¿Y dijiste que le ayudarías?" preguntó una chica de negra cabellera.

"No solo eso, incluso ayer me llamó para pedirme que me uniera al club como mánager," dijo una chica de cabellera rosa con algunas mechas en tono celeste y otras en blanco, y de ojos con pupilentes de color rosa.

"Je, eso sería algo nuevo, Arakawa Fuuko ayudando en algún club" dijo Ayame con tono sarcástico.

"Ya van a empezar," suspiro resignada Mihou mientras que intentaba poner calma entre las dos chicas.

"Obviamente haré lo que esté en mi poder," dijo el chico que las acompañaba, "no puedo permitir que cierren el club."

"Se nota que aprecias mucho a Izumi," comentó Ayame, mientras detrás de ella Mihou aun trataba de calmar a Fuuko.

"Es mi prima después de todo."

"¡Mitarashi-buchou!" dijo una voz acercándose al grupo. "¡Buenos días!"

"Hola, Kagami," devolvió el saludo el aludido.

"Buenos días Kagami-chan," saludo Mihou, mientras que Arakawa simplemente regresó su atención a Ryou.

"Buen día Asakura," saludó la pelinegro. "Entonces, ¿qué harás para ayudar a Endou?" preguntó Ayame retomando la plática que estaban teniendo.

"Podría intentar reclutar en otras escuelas," sugirió Mitarashi.

"El club de soccer de Raimon no tiene nada de popularidad, y si les dices que se enfrentarán con Teikoku menos aceptarán," dijo Ayame.

"Pero no creo que alguno de ellos se rehúse a recibir una beca," dijo el joven Mitarashi.

"Pensamiento de gente rica, todo se resuelve con dinero," bromeó Ayame.

"¿Sabes Ayame? En lugar de ser tan negativa, deberías aportar ideas," dijo Fuuko devolviendo el comentario sarcástico de antes para luego voltear hacia Ryou. "¿Y si apelamos al lado vengativo de los estudiantes? Podemos juntar a chicos que hayan perdido su escuela contra Teikoku," sugirió Arakawa pensativa.

"Me agrada como piensas," rio Mitarashi por el comentario.

"No es como si el club de ajedrez tuviera personas que pudieramos prestarle al club de soccer," dijo pensativa Kagami.

"Te llevarías una sorpresa," murmuró Ayame solo para detenerse de inmediato al darse cuenta de lo que había dicho. Afortunadamente, Kagami y las dos otras chicas no la escucharon y Mitarashi simplemente se tensó unos segundos y luego recuperó su semblante relajado.

"Imposible, el club de ajedrez se quedaría sin presidente," dijo el chico continuando con su caminata. Por su parte, Ayame solo lo miró y soltó un suspiro antes de también retomar su andar.

El grupo llegó finalmente a su destino y se separaron para ir a sus respectivas actividades. Ryou y Ayame avanzaban tranquilamente con rumbo al gimnasio cuando un gran cuadro café llamó su atención.

"Buscamos miembros para el club de soccer," leyó Ryou el letrero que cierto castaño cargaba. "A eso le llamo yo ser insistente," murmuró el peliblanco divertido, mientras que dando media vuelta se alejó de ahí. Aunque justo en ese momento el dueño de aquel letrero pasó junto a él y por alguna razón se detuvo a su lado.

"¡Ryou! ¡Mizugoro!" saludó cortésmente el castaño.

"Buenos días Endou," saludo la pelinegro al portero.

"¿Cómo va la búsqueda de talento?" preguntó de inmediato el peliblanco.

"Aún no he encontrado a nadie."

"Debe ser difícil reclutar jugadores cuando saben que se enfrentarán a Teikoku," dijo Ayame.

"Sí, es difícil que la gente se anime cuando saben que se enfrentarán al equipo número uno de todo Japón," dijo divertido el ojiazul. "La campana está por sonar, será mejor que te alistes para ir a clases," agregó mientras se empezaba a alejar de ahí.

"Oye Ryou, ¿no te interesaría unirte al club?" preguntó Endou, haciendo que el chico se detuviera en seco.

"Qué raro, nunca me lo habías pedido," respondió Ryou tratando de ocultar su sorpresa. "Incluso a pesar de lo molesta que era Izumi haciendo eso."

"No se pierde nada intentando," dijo el castaño.

"Lo siento Endoucchi, pero el soccer no es lo mío," dijo el peliblanco.

"Sabes, aún no se me olvida el increíble tiro del otro día," dijo recordando la demostración de su compañero. "No me creo que no quieras jugar soccer si puedes hacer tiros así de increíbles," dijo el castaño con una de sus sonrisas.

"Fue un golpe de suerte que coincidiera con el tiro de Gouenjicchi, eso es todo," explicó Ryou.

"Si tú lo dices," dijo el castaño nada convencido para luego caminar en sentido contrario al dúo, "Por cierto Ryou, si lo deseas puedes ir a la torre de metal terminando las clases, estaremos entrenando ahí," agregó mientras que Ryou solo hizo un gesto de despedida con la mano.

"¿Estás bien?" preguntó Ayame al notar que su amigo parecía algo tenso.

"Ayamin, creo que hoy me tomaré el día, ¿Puedes cuidar que Izumin no se meta en problemas?" dijo el peliblanco.

"¿Algo más que necesite su majestad?" preguntó Mizugoro con sarcasmo y fingida molestia por las "órdenes" de su amigo.

"De hecho si, ¿podrías ayudarme a darle un mensaje a cierta persona?" dijo Ryou con una sonrisa maliciosa en su rostro.

Después de este breve intercambio, el peliblanco partió con rumbo desconocido mientras que la pelinegro simplemente lo observaba.

Por su parte, Endou no se rindió y en cuanto sonó la campana del almuerzo continuó buscando a los reclutas que necesitaba para el partido contra Teikoku.

"Así que eso es lo que está haciendo Endou," dijo un chico de cabellera color celeste y ojos color café, aunque su ojo izquierdo estaba cubierto por su fleco.

"Oye Ichi-kun, ¿no te interesaría unirte al club?" preguntó la rubia que acompañaba al peliceleste.

"¿De dónde sacas eso, Izumi?" preguntó el chico, Kazemaru Ichirouta, o Ichi-kun como su amiga lo llamaba.

"Pues varias veces me has comentado que quieres superarte como atleta," explicó la rubia. "Así que creí que te interesaría," añadió con una sonrisa inocente en su rostro.

"Pues sí, pero tú lo has dicho, como atleta," explicó Kazemaru, enfatizando la última palabra. "Realmente no tengo mucho interés en jugar soccer."

"Oh, ya veo," dijo algo desanimada. "¿Crees que a Micchan le interese?"

"Hm parece que no vas a rendirte," dijo divertido el peliceleste.

"Bueno, intentar no me quita nada," dijo con una sonrisa inocente.

"¿No tenías algo más que hacer?" preguntó el atleta buscando cambiar el tema. La rubia se quedó pensativa, pero a los pocos segundos recordó algo importante.

"¡Maldición! Le había dicho a la chica transferida que le mostraría la escuela," al decir esto, salió corriendo de ahí, mientras que su amigo solo la miraba y se llevaba una mano al rostro. "¡Por cierto, después de clases estaremos en la torre de metal, puedes ir a ver la práctica si gustas!"

Mientras tanto, en alguna otra parte de la escuela,

Endou se partía la espalda intentando todos los medios —porque en uno de sus intentos los miembros del club de sumo lo sacaron volando del gimnasio— para poder reclutar a más personas, por su parte Gouenji lo observaba correr de un lado a otro con su dichoso cartel a la rastra. Había que admitir algo, el chico tenía plomo.

"Ahí va otra vez," dijo una chica, ella y un grupo de muchachas iba pasando frente a donde estaba Gouenji. Por el listón verde, supuso que eran de segundo. Una cabeza rubia destacaba en el montón.

"¿Qué acaso no se aburre?" preguntó otra.

"Vaya idiota."

"Debería dejar que se disolviera ese club de ineptos."

Gouenji, por alguna razón, apretó los puños con rabia ante los comentarios de esas chicas, pero hubo una que lo sorprendió.

"Yo creo que simplemente es apasionado por lo que le gusta," dijo una de ellas. Era la cabeza rubia que Gouenji notó desde el principio y, a diferencia del resto, ella llevaba el suéter del uniforme puesto a pesar del calor que hacía.

"¿Bromeas, Matsura?" dijo la que parecía ser la líder del grupo. "Endou, es un idiota de tomo a lomo. No es la clase de chicos con los que deberías simpatizar."

"Lo dice porque como es transferida no conoce a Endou," colaboró otra.

"Más bien lo que sucede es que ella es igual de tonta que ese chico," dijo otra de ellas.

"Yo diría que las tontas son otras," dijo la tal Matsura, su voz amable desapareciendo al instante.

"Anda con cuidado Matsura, no te conviene caerle mal a las personas cuando estás recién transferida," le advirtió la líder. La chica no dijo nada, cabreándola aún más. La tomó con fuerza del brazo.

"¿Estás bien, Matsura?" preguntó una voz masculina. Al voltearse, todas se encontraron con Gouenji. La más sorprendida era la susodicha, ya que nunca había hablado con el chico en su vida, aunque lo reconoció del otro día en la cancha junto al río.

La agresora chasqueó su lengua antes de soltar a la chica y marcharse seguida de cerca por sus amigas. Ambos las miraron desaparecer cuando doblaron la esquina.

"Para ser tan flacucha agarra bastante fuerte," comentó la rubia, sobándose el brazo donde esa chica la había sujetado. El chico la miró algo preocupado, pero no dijo nada. "Gracias por intervenir, no tenías por qué—"

"No importa," la interrumpió el chico.

"Ah, bueno," dijo, algo descolocada por lo cortante que fue. "T-Tienes buenos reflejos, reaccionaste rápido al llamarme por mi nombre."

"Simplemente dije lo que escuché," explicó, ya que gracias a que esa matona había dicho el nombre de la chica antes, él fue capaz de seguir el juego de conocerla.

"Gracias de todos modos," le sonrió. "Soy Matsura Yuri, por cierto, mucho gusto", hizo una leve reverencia, sorprendiendo un poco al chico.

"Gouenji Shuuya," se presentó el chico secamente.

"Bueno, pues gracias otra vez, Gouenji-san," su sonrisa no se borró mientras que miraba hacia la dirección donde Endou intentaba convencer a unos chicos de primero. "Si te interesa, deberías unirte, ¿no?" dijo mirándole otra vez. El chico se sorprendió, pero no tardó en lucir molesto. "No sé si te diste cuenta, pero estaba en la cancha junto al río el otro día. Vi el grandioso tiro que hiciste."

"Hablas mucho, ¿sabes?" dijo. Ya tenía suficiente con ese tal Endou, no necesitaba que esta chica también le insistiera con unirse a ese dichoso club.

"No le veo nada de malo," dijo encogiéndose de hombros.

"Interesarme, ¿eh?" murmuró para sí mismo el chico.

"¡Matsura-san!" gritó una voz femenina. Se trataba de una agitada Izumi que se acercaba corriendo a donde estaban ambos. "¿Gouenji-san también está?" murmuró sorprendida.

"Ya me iba," dijo con lo que ya parecía su usual tono cortante mientras que continuaba su camino a donde fuera que planeaba ir.

"Sigo insistiendo que es raro," murmuró Izumi infantilmente para luego voltearse hacia donde estaba Yuri. "¡Lo siento, Matsura-san! Olvidé que te había prometido mostrarte la escuela."

"Descuida, no pasa nada," dijo la chica mientras que miraba algo divertida a su compañera. Con esto, ambas chicas emprendieron rumbo para dar inicio al tour. Mientras que Izumi le comenzaba a explicar ciertas cosas de sus alrededores, Yuri no pudo evitar mirar discretamente hacia donde había desaparecido el chico.

El día continuó y Endou también continuó con su reclutamiento. El club de tenis, el de baloncesto, natación, béisbol, sumo, no hubo club que se escapara de los intentos del castaño para conseguir nuevos miembros. Incluso trató de que el club de periodismo lo ayudará a reclutar miembros, sin embargo, no tuvo resultados evidentes.

"¿¡Acaso no piensan hacer nada!?" dijo una voz a tres chicos que espiaban a su capitán.

"¡Kino-san!" dijo el trío que estaba conformado por Kurimatsu, Kabeyama y Shishido.

"¿Acaso no entraron al club porque les gustaba jugar soccer?" dijo Kino. "Para ustedes que significa el club de soccer, ¡díganmelo!"

El trío se quedó en silencio unos instantes y luego le dieron una respuesta que definitivamente no se esperaba.

"Haces lo mismo que el capitán," le dijo Kurimatsu a la castaña.

"Es cierto, eso haces," agregó Shishido.

"Como si el capitán la hubiera poseído," finalizó Kabeyama mientras que Aki quedó desanimada en el suelo por la comparación.

Y nuevamente, en otra parte de la escuela…

En una de las jardineras que se encontraban detrás de los edificios anexos, cierto pelicrema estaba sentado y, al parecer, muy metido en sus propios pensamientos, hasta que un suspiro de fastidio lo sacó de ahí.

"¿Por qué tengo que hacer esto contigo?" dijo una chica de cabellera rosa con algunas mechas en tono celeste que estaba de pie frente a Gouenji.

"Tampoco es como que me agrade hacer esto contigo, así que cállate y acabemos rápido con esto," dijo Ayame igual de desesperada que su compañera.

"¿Se les ofrece algo?" preguntó Gouenji ligeramente confundido por la presencia de las dos chicas.

"¿Tú eres Gouenji Shuuya?" preguntó la pelirrosa acercándose al chico quien simplemente la miró algo confundido. "Soy Arakawa Fuuko de la clase 1-A" se presentó la chica.

"Tranquilo, ella no tiene nada que ver con el club de soccer", aclaró Ayame. "Solo digamos que desafortunadamente ella es muy cercana a Ryou, igual que yo", explicó la pelinegro.

"¿Entonces piensan reclutarme para el club de ajedrez?" preguntó el pelicrema mirando a la chica que primero había llegado.

"Bueno, Ryou me informó que habías renunciado al soccer, así que tal vez sería de tu interés unirse a su club", explicó Fuuko quien solo recibió una fría mirada del pelicrema. "También me dijo que probablemente esa sería la cara que pondrías", añadió divertida. "¿Cómo es que le hace para adivinar todo eso?" preguntó a su acompañante.

"No tengo idea pero parece que el idiota es más listo de lo que nos hace creer" dijo Ayame igualmente sorprendida. "Bueno, el punto de todo esto que el idiota de Ryou tiene un mensaje para ti", dijo la nadadora para luego darle un ligero toque con el codo a Arakawa, señalando que era su turno de hablar.

"Por favor ten un poco de paciencia. Endoucchi es un buen chico, aunque está bastante obsesionado con el soccer y le emociona saber que hay alguien de una buena escuela aquí en Raimon, pero en el fondo no lo hace con mala intención," leyó Fuuko de un papel que había sacado de su bolsillo.

"De hecho, dudo que Endou sepa lo que significa eso", rio Ayame divertida. "Bueno, fue un placer hablar con usted, señor «goleador de fuego»," en ese momento Gouenji simplemente se sorprendió bastante y miraba incrédulo a la chica. "Es una petición de «jugador promesa» a «jugador promesa»", añadió antes de marcharse junto con Fuuko.

"¿Por qué tuve que leerlo yo si el papel lo traias tú?" dijo Fuuko con voz molesta mientras se alejaban.

"Porque tu eres la asistenta de Ryou, no yo", dijo Ayame como sin nada mientras que seguía caminando.

Momentos más tarde…

El resto del día avanzó con relativa tranquilidad en comparación a cómo había iniciado, y una vez terminadas las clases, cada uno de los alumnos se marchó a sus respectivos hogares.

"Vaya sorpresa, mira lo que trajo el gato," dijo Ayame al notar a cierto peliblanco caminando por la calle, "¡Wow! Y vaya que no fue nada amable contigo," añadió al notar la apariencia del chico magullada del chico.

"Oh, Ayamin, ¿Qué tal tu día?" respondió el peliblanco como sin nada.

"Eso debería preguntarte yo a ti," dijo Ayame, "¿Qué diablos te pasó?" preguntó la pelinegro mientras que ponía un dedo en la mejilla golpeada del chico, cosa que lo hizo respingar de dolor.

"Nada importante," dijo el peliblanco mientras se hacía a un lado. "Ven, te acompaño a tu casa," dijo Mitarashi mientras que tomaba el bolso de la pelinegro.

Ayame y Ryou caminaron rumbo a la casa de la primera, cuando a mitad de su andar casualmente pasaron cerca de la Torre de Metal.

"Oye Ryou ¿me estás escuchando?" dijo la pelinegro al notar al chico tan despistado, ya que llevaba varios minutos sin hacer algún comentario.

"Esta es la única torre en todo Inazuma, ¿verdad?" preguntó el peliblanco sin despegar su mirada de la estructura, ignorando completamente a su amiga.

"Si, solo es esa torre," respondió con algo de molestia la chica. "¿Quieres ir?"

"¿Huh?"

"Es más que obvio que quieres ir, idiota," dijo la chica mientras que le volvía a poner un dedo en la mejilla lastimada, "Y no me harás caso hasta que te lo saques de la cabeza así que vayamos de una vez," añadió.

"No pasa nada, ven continuemos," trató de esquivar el tema el peliblanco, pero Ayame simplemente le detuvo tirando de su cola de caballo.

"Camina," ordenó la chica mientras caminaba hacia la torre y llevaba a rastras al chico.

Una vez que llegaron a la parte más alta de la pendiente, se encontraron con la sorpresa de que no habían sido los únicos que habían tenido la idea de ir hasta ahí. De espalda a ellos, sentado en una banca y contemplando la ciudad, se encontraba cierto chico de cabellera en punta.

"Oh, Gouenjicchi, que sorpresa encontrarte aquí," dijo Ryou divertido al ver al pelicrema.

Este se volteó hacia ellos algo sobresaltado, pero su alivio fue notorio cuando vio que se trataba de ellos. "Son ustedes," dijo Gouenji.

"¿Que quisiste decir con eso de "son ustedes"?" reclamó Ayame de inmediato. "Además, tengo nombre ¿sabes? Soy Ayame, ¡Mizugoro Ayame!"

"Discúlpala, es bastante especial," bromeó el peliblanco, solo para ser derribado por el poderoso puño de Mizugoro. "¿¡No ves que estoy todo golpeado!?" reclamó el chico, para luego cambiar su atención hacia el pelicrema. "Relajante vista ¿no crees?" sin embargo, no recibió respuesta alguna, por lo que solo hizo un puchero de molestia.

"Parece ser que eres un chico de pocas palabras" comentó la pelinegro mientras se acercaba al chico. "¿No te molesta si me junto contigo? Sería un buen cambio al parlanchín idiota" añadió mientras que se sentaba junto a él en la banca.

"No sé por qué siento que hoy me han llamado idiota demasiadas veces" dijo el peliblanco. El joven no recibió respuesta por lo que simplemente miró la escena y se acercó al dúo poniéndose de pie junto al chico.

El trío continuó en silencio con sus miradas perdidas en el horizonte, cuando la presencia de un cuarto visitante los hizo reaccionar.

"¡Mizugoro! ¡Gouenji! ¡Ryou!" llamó Endou al trío. Gouenji miró con molestia al castaño y se puso de pie dispuesto a marcharse, mientras que Ryou y Ayame simplemente le devolvieron el saludo. "¿Verdad que este lugar es increíble? Desde pequeño este ha sido mi lugar favorito," platicó de manera casual el castaño.

"Así que por eso entrenas aquí", preguntó Ryou mientras recordaba lo que el chico le había dicho en su encuentro anterior.

"¡Así es!" respondió Endou. "Por cierto Gouenji, dentro de poco tendremos un partido de práctica contra Teikoku," comentó el castaño. Gouenji solo abrió los ojos como platos mientras que Ryou miraba con interés la reacción del pelicrema.

"Espera, ¿Teikoku?" dijo Ayame sorprendida. "¿Era en serio que van a jugar contra ellos?"

"¿Por qué habría de mentir Endoucchi al respecto?" preguntó Ryou extrañado por la reacción de su mejor amiga. "Además lo viste que estaba reclutando en la mañana,"

"Bueno, pensé que era publicidad para el club de soccer. Como el entrenador olímpico del club de natación," comentó Ayame explicando de donde surgió el malentendido.

"Pues no creo que sea buena publicidad porque aún no hemos conseguido completar el equipo y al parecer no hay nadie interesado por más que he buscado," explicó Endou, "Gouenji, Ryou, ¿No podrían reconsiderar mi oferta?" dijo mientras que al final le dedicaba una fugaz mirada a Mitarashi, quien solo soltó un suspiro y Gouenji solo se quedó en silencio.

"Déjalo así, Endoucchi," dijo cortésmente Mitarashi. "Ninguno de los dos estamos interesados en jugar soccer."

"Pero si no lo estuvieran no podrían haber hecho ese tiro doble tan increíble," exclamó el joven portero. "¿Por qué renunciar al soccer? Ustedes dos tienen mucho talento, no lo desperdicien."

"Endou, tal vez no sea el mejor momento para hablar de eso", trató de detenerlo Ayame, sin embargo, el chico parecía no estar escuchándola.

"Su tiro hizo que se me pusiera la piel de gallina. Solo espero que no hayan dejado de jugar soccer porque comenzaron a odiarlo."

"Endou, hablas demasiado," dijo esta vez Gouenji.

"Ah, lo siento, es solo que me gustaría mucho jugar soccer con ustedes. Si unimos nuestras fuerzas estoy seguro de que seremos el equipo número uno de todo Japón," Gouenji solo lo miro mientras que Ryou apretó molesto los puños mientras algunas palabras comenzaban a resonar en su cabeza.

«Tsk, eres inservible.»

«Un soccer tan patético como ese nunca me llevará a ser el número uno de Japón.»

«Hay que dejar en claro quién es el número uno y para eso debemos aplastar a cualquiera que nos enfrente.»

"No me molestes más, ¿quieres?" dijo Gouenji. La frase del pelicrema sacó a Ryou de sus pensamientos y éste observó cómo el chico saltaba la baranda del mirador, cayendo perfectamente en el camino que pasaba por debajo.

"Presumido," pensó Ryou divertido mientras miraba al chico marcharse.

Endou solo miró algo deprimido lo que sucedía, pero rápidamente decidió olvidarse de eso y ponerse a entrenar.

"¿Me acompañan?" preguntó el castaño.

"Juego ajedrez, no soccer," se excusó el peliblanco mientras que daba la vuelta y comenzaba a marcharse.

"No perdemos nada viéndolo entrenar," intervino la pelinegro mientras que tomaba la mano del chico para detenerlo. "Solo déjame avisar en casa que llegaré tarde, tengo curiosidad de conocer el entrenamiento que puede hacer Endou aquí," añadió mientras se alejaba y sacaba su celular de su mochila.

"¿Ryou-kun? ¿Así que aquí es donde estuviste todo el día?" dijo una voz femenina familiar.

"Ah, atrapado," murmuró burlonamente el peliblanco al toparse de frente con las tres chicas que acababan de llegar.

"Mitarashi-buchou…" dijo Kagami sorprendida. Junto a ella se encontraba Izumi, quien tenía una expresión bastante sorprendida en su rostro. "¿Qué le sucedió?" preguntó alarmada la peliplata al notar los golpes en el rostro del chico.

"Ah, no es nada," minimizó el peliblanco mientras cuidadosamente se alejaba de Kagami.

"Pero esos golpes…"

"Ah, me hizo enojar un par de veces así que fue mi culpa," dijo Ayame mientras que se acercaba al grupo y le daba un golpe en el costado a Ryou.

"¡Mizugoro-senpai!"

"Descuida, está bien," dijo el peliblanco sujetándose el costado, "¿Ustedes también vinieron a ver el entrenamiento de Endou?" preguntó el chico cambiando el tema.

"Cuando Izumi-senpai nos dijo que vendría a ayudar a Endou-senpai con su entrenamiento nos dio curiosidad ver cómo era ese entrenamiento," explicó Kagami.

"Bueno en ese caso, creo que ya que estamos todos aquí puedo aprovechar tu oferta y mirar un rato tu entrenamiento," dijo Ryou mirando a Endou.

"Izumi, ¡vamos a entrenar!" dijo Endou, llamando la atención de Izumi, quien tenía su mirada fija en el peliblanco, mientras le extendía las manos con el balón en ellas.

"Solo trata de no golpearme con la llanta esta vez," bromeó la rubia mientras que Endou solo rio nervioso.

"¿Llanta?" repitieron los cuatro invitados algo confundidos. Izumi y Endou intercambiaron miradas y optaron por llevar a los chicos al lugar de entrenamiento del castaño.

"Bueno, me queda claro que es una llanta," dijo Ryou mientras observaba el panorama junto a sus tres acompañantes. Frente a ellos, de un lado estaba Izumi deteniendo una llanta de tamaño considerable, y del otro lado, Endou ya tenía los guantes puestos y la mirada determinada en su rostro.

"Sabía que tratándose de Endou, iba a ser algo raro," dijo Ayame con tono bromista.

"Al menos ahora entiendo porque Izumi se ha vuelto más fuerte," bromeó el ojiazul al notar como la rubia no sufría para sujetar el neumático. "Auch," se quejó el peliblanco mientras que se llevaba la mano a la mejilla.

"Mitarashi-buchou por favor quédese quieto, falta poco," dijo Kagami mientras que aplicaba algo en el golpeado rostro del chico.

"Kagami, en serio no tienes que hacer esto," dijo Mitarashi con tono serio.

"No es nada," se apresuró a decir la peliplata. "Además, no es como que me moleste hacer esto," añadió mientras que sus mejillas tomaban un tono color rojizo y una dulce sonrisa se dibujaba en su rostro.

"Está bien," murmuró el peliblanco mientras que desviaba la mirada.

"¿Y bien? ¿Cómo funciona tu entrenamiento?" preguntó Ayame mientras miraba divertida la incomodidad de su amigo y la ilusión de la chica de primer año.

"Ya lo veras Aya-chan" dijo Izumi divertida para luego voltear a ver a Endou, "¿Listo, Endou-kun?" preguntó la rubia, a lo que el castaño simplemente asintió. Izumi tomó el neumático y comenzó a retroceder algunos pasos para luego lanzarla lo más fuerte que podía. Endou por su parte solamente extendía sus manos y hacía su máximo esfuerzo para detenerla, pero con un solo resultado.

"Y allá va otra vez," dijo Izumi al ver a Endou siendo arrojado por la llanta. Ryou simplemente lo miró volar y de inmediato quiso ponerse de pie para ver como estaba, pero antes que pudiera hacer algo, Izumi le señaló que no se metiera, ya que, ante la sorpresa de todos, Endou se puso de pie como sin nada.

La práctica continuó un buen rato sin que hubiera cambios en los resultados.

"Endou-senpai, eso es un poco…" dijo Kagami sorprendida por el espartano entrenamiento del castaño.

"Estas loco Endou," dijo Ayame mientras tomaba el termo de Ryou para darle un sorbo a su contenido. "Aunque debo admitir que es sorprendente que puedas seguir poniéndote de pie después de tantos golpes," comentó mientras le regresaba su termo al peliblanco.

"Pero si sigues así esto puede terminar mal," dijo una voz familiar. El grupo volteo y se encontraron con un chico de pelo color celeste.

"Kazecchin…" dijo Ryou al ver al atleta.

"¡Ichi-kun!" dijo Izumi emocionada de ver ahí al joven atleta. "Viniste," agregó mientras corría a abrazarlo. "Espera… viniste… ¡Eso quiere decir…!"

"No te adelantes, solo vine a ver cómo entrena Endou," la interrumpió el atleta mientras que se soltaba del abrazo.

"No importa, el primer paso ya está dado," dijo Endou emocionado mientras que él e Izumi chocaban las manos. Kazemaru simplemente suspiró y desvió la mirada encontrándose con una libreta en la banca que tenía al lado.

"¿Qué es eso?" preguntó el peliceleste.

"Es mi libreta especial," dijo Endou mientras le mostraba la libreta a Kazemaru.

"Vaya letra. ¿En serio puedes leer eso?" preguntó Ayame, asomándose sobre el hombro de Kazemaru para poder ver.

"Claro," dijo el castaño sonriendo. "¿Ustedes no?"

"Definitivamente, no creo que haya muchas personas capaces de poder leer algo así," dijo Ayame con una risa nerviosa.

"Tal vez Endou-senpai tenga futuro en la arqueología descifrando jeroglíficos," dijo Kagami sorprendida.

"Ese cuaderno lo escribió mi abuelo, y ahí explica muchas cosas", aclaró Endou. "Por ejemplo, esta página habla de una técnica especial para detener los disparos del rival."

"Endou me contó que hace muchos años su abuelo era el entrenador del club de soccer de Raimon," dijo Izumi a las chicas que tenía a un lado.

"Increíble…" dijo sorprendida la chica del club de ajedrez.

"Cuando mi abuelo entrenaba a Raimon, el equipo era superior a Teikoku, así que decidí dominar cuanto antes esta técnica para detener todos sus tiros," explicó Mamoru.

"Una técnica que puede detener cualquier tiro," dijo Ryou mientras que "leía" la libreta. "Así que debes juntar energía en tus manos y luego soltarla de golpe,"

"¿Lo entendiste?" preguntaron varios de los presentes, bastante sorprendidos.

"Bueno, me guío por los dibujos así que más o menos puedo comprender algo," explicó el peliblanco.

"Así fue como empecé yo," rio Endou mientras que le mostraba algunas otras páginas del cuaderno.

"Pareces verdaderamente determinado a ganarle a Teikoku," comentó Kazemaru, quien después de un rato de silencio, simplemente extendió su mano hacia el joven portero. "Me gusta tu entusiasmo, cuenta conmigo."

"Kazemaru…" Murmuró Endou sorprendido, mientras que Izumi fue un poco más efusiva con su respuesta.

"¡Muchas gracias, Ichi-kun!" dijo animada la rubia mientras corría a abrazar al atleta, quien se sonrojó un poco ante el gesto.

"¿Seguro, Kazecchin?" preguntó Ryou. "Terminarás corriendo de un lado a otro siguiendo a esa llanta," bromeó.

"Yo entraré al equipo, ¿ustedes qué decisión piensan tomar?" dijo el peliceleste volteando hacia la aparente nada, sin embargo, Endou e Izumi se dieron cuenta que detrás del follaje cercano, los demás chicos del club se estaban escondiendo.

"¡Amigos!" dijo Endou emocionado, sin embargo, al primer movimiento terminó cayendo de cara al piso. Kazemaru simplemente se llevó la mano al rostro mientras que Izumi rio infantilmente y los chicos de primero se apresuraron por ayudar a su capitán a ponerse de pie.

"Con este entrenamiento te cansarás antes de poder empezar el partido," habló primero Someoka.

"Pues al menos tú vas a tener energía de sobra," dijo Ryou mientras miraba de reojo al pelirrosa, quien respondió su comentario con una mirada llena de molestia.

"Descuiden, estoy bien," se apresuró a decir el castaño.

"¡Capitán, déjenos entrenar con usted!" dijo Shishido.

"¡Seguiremos sus mismos pasos!" agregó Kurimatsu.

"¡Por favor, capitán!" finalizó Kabeyama.

"Chicos…" murmuró Endou mientras sus ojos se ponían vidriosos.

"¿Endou?"

"¡Claro que sí, amigos!" dijo Mamoru dejando salir toda su felicidad. "¡Entrenemos!"

Después de esta emotiva escena, los ahora ocho miembros del club de soccer comenzaron a entrenar arduamente siguiendo cada uno de los pasos e ideas que estaban escritos en la libreta de Endou.

"¿Quién diría que Endoucchi podría motivar a ese grupo de haraganes que tiene por compañeros de equipo?" dijo Ryou burlonamente mientras miraba el entrenamiento.

"¡Mitarashi-buchou!" le llamó la atención Kagami a su presidente.

"Idiota, tú eres el menos indicado para llamarle haragán a alguien," dijo Ayame mientras que le daba un golpe en el hombro al peliblanco.

"¡Eso dolió Ayamin!" reclamó Ryou molestó. Ambos comenzaron a discutir mientras que Kagami trataba de separarlos.

"Tienes razón, es sorprendente que lo haya logrado," comenzó a hablar Izumi, llamando la atención de sus acompañantes. "Pero esa es la clase de persona que es Endou-kun. Al principio solo parece alguien molesto y obsesionado con el soccer, pero una vez que lo conoces… hay algo en él que te hace querer apoyarlo con todas tus fuerzas," dijo la rubia mientras que miraba al castaño con una sonrisa gentil en su rostro.

"Parece que encontraste un buen lugar y muy buenos amigos," dijo Ryou mientras que la rubia simplemente se dejaba caer y se sentaba de manera india en el césped.

"Si, son unos excelentes chicos," dijo Fumiko mientras la sonrisa en su rostro solamente se hacía más grande. Ryou simplemente la miró de reojo y una sonrisa tenue se dibujó en su rostro. El chico simplemente se giró y comenzó a alejarse de ahí.

"¿Mitarashi-buchou?" dijo Kagami sorprendida al notar el movimiento del peliblanco. "Espere, iré con usted," añadió mientras trataba de seguir al chico, sin embargo, Ryou simplemente extendió su mano para detenerla. "¿buchou?" masculló sorprendida mientras lo veía marcharse.

"Déjalo ir, Kagami," dijo la nadadora mientras que gesticulaba que no con la cabeza. "Necesita estar solo,"

"Pero…"

"Aya-chan tiene razón, Kagami-chan, Ryou-nii necesita un poco de tiempo a solas," intervino Izumi sin despegar la vista de Endou y el equipo.

"¿Pasa algo Izumi?" dijo Kazemaru mientras se acercaba donde se encontraba la aludida para tomar algo de agua.

"Nada. Solo estoy muy feliz de ver al equipo por primera vez tan unido," respondió la rubia emocionada. "A este ritmo tal vez podamos hacerle frente a Teikoku en el partido."


Bueno queridos lectores, este ha sido el segundo capitulo de esta telenovela. Yo se que se les prometió algo en el disclaimer, y no se preocupen. Llegará. Pero primero hay que tomar un poco de vuelo para llegar ahi.

Igual que en el otro capitulo, les dejare unas breves fichas aquí debajo para los nuevos personajes (OC):

Arakawa Fuuko

Edad: 13 años

Clase: 1-C

Secundaria: Raimon

Club: Ninguno (Delincuente Escolar)

Descripción: Una chica a la que le gusta verse bien pero no teme ensuciarse las manos. Tiene un historial algo problemático con la autoridad, pero extrañamente sigue a Ryou sin chistar.

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Asakura Kagami

Edad: 13 años

Clase: 1-A

Secundaria: Raimon

Club: Ajedrez (Vicepresidenta)

Descripción: Una chica inteligente con dos grandes pasiones en la vida, el ajedrez y Ryou, pero el chico no parece corresponder su interés.

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Matsura Yuri

Edad: 14 años

Clase: 2-C

Secundaria: Raimon

Club: Ninguno (Por el momento)

Descripción: La "chica rara" del puente, según Izumi. Una misteriosa estudiante transferida de origen italiano. ¿Cual será su historia? (OC de mi queridisima, apreciadisima y talentosisima amiga, Yuri Matsura)

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Y bueno, estas fueron sus breves introducciones.

Antes de despedirnos, agradezco a todos los que se toman su tiempo de agregarnos a su lista de favoritos o a sus alertas.

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