Capítulo 3: El secreto de los tres
Bakugo sonreía mientras comía algo que le hacía sentir muy incómoda a Uraraka, Kirishima lo veía raro, como si estuviera jugando algo, pero el rubio no decía palabra alguna, solo sonreía sin más. Por dos días Uraraka no se presentaba dónde el rubio estaba, incluso ya no comía con ellos, Kirishima se preocupó por ello.
Uraraka fue a la agencia a pedir que la reubicarán lo más pronto posible, pero era imposible aún quedaban tres semanas más, y pedía que la reubicarán de casa, pero la agencia no tenía más departamentos disponibles, lo único que le quedaba por hacer era rentar un departamento sola, pero ya no le podían mandar más dinero a sus padres.
Estaba en una encrucijada muy grande.
—Me mandó llamar el jefe—Kirishima dijo una tarde entrando a su habitación sin siquiera preguntar—Dijo que ya no te sentías cómoda aquí.
—Kirishima...Yo...
—Uraraka, si te hice sentir incómoda o hay algo mal dímelo por favor somos amigos— Aquella palabra le dolía pronunciarla, pero era la verdad—Si Katsuki te hizo sentir mal hablaré con él, pero por favor...
—No es nada de eso—Uraraka apretó los ojos en el momento en que lo interrumpió.
—Fresi...Ochako...Que pasa...
—¿Fresita?
—Es que...Hueles a fresas...Pero ese no es el punto...El punto es que...No sé qué hice para que te molestara.
—No hiciste nada...Solo...No quiero estar con una pareja...Me...Me siento incómoda...Preferiría estar con alguna chica...
Kirishima se acercó y la abrazó mientras ella estaba sentada en la cama, sintió el perfume que emanaba el chico pelirrojo, haciéndose sentir incómoda.
—Mira si es por nuestros actos de amor...No te preocupes...Cuando estemos solos lo haremos...En frente de ti no... ¿Puedo...llamarte fresita?
—Qué más da, Bakugo me llama mochi.
—Mochi de fresa—Kirishima la soltó y le sonrió.
Aún con eso se sentía intranquila, no eran por los actos de amor que la pareja demostraba, era por qué Bakugo la había besado y sentía una extraña reacción con Kirishima, no le podían gustar dos chicos al mismo tiempo, y menos una pareja ya establecida, se sentía rara consigo misma.
Esa tarde Kirishima dijo que se encontraría con Fat Gum y con Tamaki, el mayor lo había invitado a comer, así que Bakugo y Uraraka se quedaron solos en el departamento. La chica no quiso salir en ningún momento para no toparse con el rubio pero su vejiga la traicionó y tuvo que salir al baño, al salir Bakugo la esperaba en la puerta como si la estuviese cazando.
—Tú y yo tenemos una plática pendiente—Bakugo dijo tomándola de la muñeca y jalándola a la sala.
Bakugo se sentó y la obligó a sentarse en sus piernas, viéndolo a él, Uraraka temblaba en las piernas del chico.
—No te haré nada—Bakugo tomo la cintura de Uraraka y lo atrajo hacia él
—Siento que...Estamos traicionando a Kirishima—Lágrimas esperas comenzaron a dibujar en el rostro de la chica, y con la mano libre Bakugo las limpio.
—Lo sé, sé que estamos haciendo.
—¿Lo amas? —Uraraka mencionó entre sollozos.
—Lo amo, más que a mi propia vida lo amo.
—Y por qué...Por qué haces esto...Por qué...Me besas...Por qué me haces sentarme en tus...Piernas.
—Uraraka, amo a Kirishima, con todo mi ser, pero desde que te volví a ver...Algo en mi cambio...Quiero que seas parte de mi mundo, y sé que no te soy indiferente. Cuando te toco la espalda vibras, y aquel beso me lo correspondiste.
—Basta, Bakugo detente—Uraraka lloraba desconsolada—Quiero mucho a Kiri...Y no quiero hacerle daño...Esto...Esto es hacerle daño...Por favor...No hagas esto...No hagas algo que te puedas arrepentir.
—Algo dentro de mí me dice que si no lo hago me arrepentiré más.
Bakugo tomó nuevamente su barbilla y la besó con delicadeza esta vez, sintió los suaves labios de la chica mezclados con sus lágrimas, ella quería seguir con aquel beso, pero entonces empezó a sentir raro, Bakugo bajaba más su mano en su espalda hasta llegar al pliegue de la ropa, y metió una de sus manos para tocar su espalda desnuda. Bakugo suspiro entre el beso; sentía la piel tersa de la chica, así como se erizaba mientras subía más la mano.
—Basta—Gritó Uraraka y como pudo se salió de ahí y se encerró en su habitación.
Kirishima estaba preocupado por qué en toda la noche no salió la castaña de su habitación, ni siquiera ceno, y creyó que realmente algo le disgustaba de la casa.
Esa noche Bakugo y él hicieron el amor, pero los dos en algún momento sintieron la necesidad de que Uraraka estuviera ahí con ellos, no lo dijeron, pero su pensamiento no podía sacar a la bonita castaña de ahí. Algo les pasaba y no era normal. Bakugo intentó de muchas maneras sacarse ese sentimiento, intentó odiarla nuevamente pero su corazón era demasiado blando para él.
—No entiendo...como que te gusta alguien aparte de Bakugo—Kaminari estaba bastante sorprendido cuando le menciono, una tarde que Kirishima le hablo con calidad de urgente.
—Amo a Bakugo, lo amo demasiado, pero...estos últimos tres meses... He sentido algo por alguien.
—¿Lo conozco? —Denki hizo una pequeña broma
—Es ella...
—¿Eres bisexual? —Kaminari no lo podía creer...Como que le gustaba una chica.
—Creo que sí, por qué en preparatoria me gustaba una chica, y luego caí ante Katsuki.
Denki Kaminari no podía entender eso.
—Entonces...Te gusta esta persona y amas a Bakugo.
—Sí, ¿Ya entiendes mi problema? —Los dos estaban en un parque hablando lo más despacio posible para que no les dijeran nada.
—Pues...No sé ni cómo ayudarte...Es algo nuevo para mí...Si fuera una simple me gusta esta persona, pero ya no me interesa Bakugo, lo entendería...Pero esto no lo entiendo.
Kirishima no sabía que hacer su mente era un lío, y no se lo podía decir a nadie, ni cómo contárselo a Uraraka quien se había vuelto su confidente esos tres meses.
—¿Y si te gusta tanto esa chica y te gusta tanto Bakugo por qué no lo intentas con los dos al mismo tiempo? —Denki rio al decir eso.
Pero Denki tenía razón, podía decirle a Bakugo lo que estaba sintiendo por Uraraka, tal vez si se enojaría, pero él quería estar con los dos.
—Oye bro, estoy bromeando ¿Sabes?
—No, es que es una magnífica idea, le diré a Bakugo.
—Bro, Bakugo...Bakugo se pondrá furioso.
—No si sabe quién es, de alguna manera funcionará.
—Kirishima se levantó entusiasmado.
—Bro toma las cosas con calma solo fue un chiste.
Denki solía tener una boca floja y nadie lo tomaba en serio, pero ahora parecía que Kirishima si lo tomaba en serio. Y sabía que algo saldría mal si Bakugo se enteraba.
Uraraka se sentía realmente mal y se la pasaba prácticamente encerrada en la habitación, una tarde que Kirishima no estaba Bakugo entro a la habitación sin avisar, recibiendo un almohadazo por parte de la castaña.
—Vengo en son de paz—Bakugo dijo atrapando la almohada.
—Vete, no quiero hablar contigo.
—Ya lo sé, pero estás preocupando a Eijiro. Él se preocupa mucho por ti, cada vez que no cenas y cada vez que te encierras en tu habitación, él está preocupado.
—Tú tienes la culpa—Grito Uraraka—Tu...Tu hiciste que me sintiera extraña—Bakugo notó por primera vez que estaba llorando.
—Quisiera odiarte en verdad, quisiera que nuestro maldito trato fuese como en la escuela, aquellas palabras que te decía. Me gustaría darte una paliza como en el festival escolar de primer año, pero de solo pensar que fui muy cruel contigo me doy asco a mí mismo. Entiende me gustas...
—Y por esa razón estamos lastimando a Kirishima, no puedo verlo a los ojos, sabiendo que me bese con su novio, no puedo verte a los ojos sabiendo que traicionaste la confianza de alguien que dices amar.
—¿Y si amo a más de una persona? ¿Y si te amo también a ti como lo amo a él? ¿Está mal amarlos a los dos?
Uraraka no sabía que decir, no sabía que responder, ese era el primer secreto de Bakugo, decir que la amaba. El segundo secreto era aceptar que Uraraka también lo amaba, y el tercero...
—Ya volví—Se escuchó decir desde la puerta, la entrada estaba muy próxima a la habitación de Uraraka así que Eijiro vio que Bakugo estaba en la entrada—¿Ocurre algo? Pregunto el pelirrojo un poco preocupado.
—Estoy intentado ver por qué la mochi no quiere salir de su habitación—Eijiro la vio sentada en la cama abrazada de sus piernas mientras lloraba.
—¿Qué pasó? ¿Discutieron? Bakugo.
—No, no discutimos, ella dice que le duele mucho la cabeza y que llora por el dolor.
—¿Uraraka?
—Es... es verdad, no te preocupes... Bakugo me dio ya una pastilla
—Deberías ir a qué te revisen, has estado mal desde hace unos días—Kirishima entró a la habitación y se sentó en la cama, Bakugo observó la escena.
Sabía que había algo también ahí, Kirishima era demasiado bueno con ella y recordó una vez que lo escucho decir a Kaminari que le gustaba la chica de mejillas rosadas, pero que nunca intentaría nada con ella. Y se preguntó si ese sentimiento seguía en el corazón de su novio.
Como pudo Kirishima logró convencerla para que fuera a cenar. Cenó muy poco ya que no se sentía con ánimos de nada, sus mejillas estaban rojas y sus ojos hinchados, le dolía de tan solo cerrarlos.
Uraraka contaba los días para irse a trabajar, volver a su rutina, pese a que los tres trabajaban en la misma agencia, no tenían rondines juntos ni hacían cosas juntos, y eso estaba esperando, una calma en todo ese caos. Un poco de paz era lo que necesitaba. Una tarde se encontró con Kaminari y Riku, el chico bajito llevaba paseando un perro pequeño, bastante esponjoso.
—Es el perro de mi hermana, me pidió que lo cuidara mientras ella está en una misión—Dijo el chico de la careta.
—Oye... Te vez un poco decaída—Denki dijo sin siquiera pensarlo, Uraraka no quería dar esa imagen, pero parecía que no podía ocultarlo.
—Las vacaciones casi se me terminan y es bastante difícil pensar en volver de nuevo a la rutina—Mintió Uraraka.
—Sabes que puedes contar con nosotros y cualquier problema sabes que somos amigos y puedes contarlo—Denki dijo poniendo una mano en su hombro.
—¿Alguna vez...Ustedes… Han pensado en otra persona? —Ellos dos eran pareja al igual que Kirishima y Bakugo, pero ambos jóvenes llevaban desde la escuela juntos, y Denki no entendía la pregunta, pero recordó la conversación con Kirishima, sería acaso Uraraka el motivo de la desesperación de Kirishima.
—¿A qué te refieres? —Preguntó el chico de cabellos oscuros
—No, a nada...Tengo...Tengo que irme...Salúdame a tu hermana de mi parte—Uraraka emprendió huida antes de que comenzará un interrogatorio del que no quería hablar.
De vez en cuando jugando o mientras hablaban Kirishima le tomaba la mano, de forma muy amistosa, pareciera más un reflejo natural que algo planeado, creía la chica. Se sentía tan cómoda estando al lado de él, sentía como su corazón latía, y al ver su sonrisa la hacían sonrojarse sin querer, pero después recordaba lo que había pasado con Bakugo y sus demonios internos volvían.
Una tarde estaban jugando videojuegos como ya era costumbre, jugaban Mario kart, compitiendo uno contra el otro.
—Qué tal si apostamos—Dijo Kirishima después de ganar tres veces seguidas.
—No por qué tú vas ganando—Uraraka dijo mientras hacía un puchero.
—Anda será divertido, si tú ganas te doy un premio y si yo gano pagas la cena.
—¿Y qué gano yo?
—Te dije que sería una sorpresa—Kirishima dijo intentando convencerla.
—Está bien—Uraraka sonrió y comenzó el juego.
La tercera vuelta era la ganadora, Kirishima comenzó a hacer trampa para perder, pero la chica no se había percatado de ello, simplemente jugó como como si su vida dependiera de ello, y a la tercera vuelta ganó, no lo podía creer estaba muy emocionada por ello, hasta levantó los brazos en forma ganadora.
—Bien cierra los ojos para tu premio—Dijo Kirishima algo avergonzado.
Uraraka confío en él, creyó que le iba a dar unos dulces o algo parecido, los dos estaban sentados en el sofá, uno al lado del otro, Uraraka se acomodó de tal manera que estuviera frente al pelirrojo, y de repente sintió los suaves labios de Kirishima sobre los suyos.
Aquel beso fue diferente al de Bakugo, fue suave y tierno, no tenía esa lujuria que desprendía Bakugo, pero eso le gustaba también. Un beso puro e inocente que con el paso de los minutos fue haciéndose más y más picante, Kirishima la recostó en el sofá quedando encima de ella.
Su corazón latía fuertemente y su respiración comenzó a ser cada vez más agitada, Uraraka rodeo por el cuello a Kirishima con sus brazos mientras él la abrazaba, sus cuerpos estaban muy juntos que de repente sintió un bulto creciendo en su entrepierna.
—No...No podemos—Decía Uraraka con una voz preocupada entre el beso de Kirishima—Bakugo...
Y ese fue el detonante para que Kirishima parara, la vio con la cara roja y la respiración agitada, Uraraka tenía los ojos llorosos.
—No podemos...Traicionar a Bakugo... Bakugo te ama...Y tú lo amas...lo recuerdas...
Kirishima se congeló ante la mirada cristalina de Uraraka.
—Yo lo amo...más que a nadie en el mundo...pero siento cosas...muchas cosas por ti...
—No...Solo somos amigos...Lo recuerdas—La respiración agitada de Uraraka volvía loco, quería más...—Tu lo amas, ustedes se aman...Yo solo soy algo en medio...Por eso me quise ir...para no entrometerme...
—¿Qué ocurre? —La voz del rubio se hizo presente en el salón.
Bakugo había llegado a la casa encontrándolos en el sofá besándose. La sangre de Kirishima se congeló, y Uraraka lo empujó para salir de ahí. Pasó corriendo al lado de la mirada severa de Bakugo, pero no la detuvo. Kirishima lo vio, y sintió que era el fin de su relación.
Esto debió subirse la semana pasada, pero he tenido demasiado trabajo de la escuela, según dije el miércoles termino...y me auto mentí pero bueno espero que disfruten este capitulo, los estaré leyendo
