Capítulo 5: El sonido de tu voz
[Advertencia: capítulo +18]
Uraraka despertó al sentir un poco de calor y se dio cuenta de que Kirishima se encontraba dormido al lado de ella, así que lo empujó un poco, ya que además de eso la chica está a en contra de la pared, pero no sé esperaba que al empujarlo un grito resonaba en la habitación.
—¿Qué demonios te pasa? —Dijo molesto el rubio.
—¿Qué haces aquí los dos? —Kirishima al escándalo despertó.
—Eijiro no quiso dormir en mi habitación y se vino a quedar contigo y yo me vine a quedar con los dos.
Uraraka no estaba acostumbrada a dormir con alguien, así que esa mañana amaneció con dos chicos en su cama, y uno de ellos estaba tirado en el piso por su culpa.
Bakugo salió molesto de la habitación, mientras Kirishima le daba un beso de buenos días, para salir de la cama e ir por Bakugo.
—No te enojes, fue un accidente, no nos esperaba ahí—Kirishima dijo mientras veía como Bakugo se cambiaba de ropa para salir—¿Ahora a dónde vas? ¿Es tu día libre no?
—Tengo que hacer un mandado, desayunen sin mí—Dijo el chico para después salir de la casa, vio a la chica parada en la puerta y la beso antes de irse.
Bakugo llegó después de que Kirishima se fuera a trabajar, a Uraraka le quedaban pocos días para volver. Ese día Uraraka y él se quedaron hablando mucho tiempo después de la comida sobre lo que esperaban de esa relación.
Bakugo quería una relación normal, sin sobresaltos, jamás le gustó dar su vida privada así que cuando comenzó a salir con Kirishima no le dijo a nadie solo lo hizo.
Pero tenía cierto temor a las burlas y represalias de la gente entrometida en un país un tanto conservador. Uraraka su miedo era que sus padres la vieran mal, incluso Bakugo decía que un día la llevaría a conocer a la bruja de su madre.
A medio día tocaron la puerta.
—Llego antes de lo previsto—Dijo el chico revisando su teléfono.
—¿Pediste algo? —Uraraka dijo mientras abría la puerta.
—Sí, una cama Queen Size—Uraraka se sorprendió al ver que en su puerta había dos hombres con un colchón grande que después metieron al pasillo de la casa.
Entre los dos movieron muebles y metieron la cama vieja del cuarto de los chicos al cuarto que originalmente le pertenecía a Kirishima, ahí se dio cuenta Uraraka después de tres meses que ese era un cuarto/gimnasio/bodega, no podían quitar los muebles por qué el departamento no era suyo así que ahí los acomodaban.
Colocaron la nueva cama en el cuarto de Bakugo, y realmente quedaba poco espacio, pero al rubio no le importaba.
—La estrenamos esta noche—Dijo con voz pícara.
Uraraka realmente no estaba preparada para eso. Pese a que los rumores siempre eran que ella y Midoriya salían la verdad era otra, no lo hacían y nunca tuvieron un encuentro así. Y al ver su rostro de preocupación Bakugo dijo.
—Si la estrenamos está noche, no vas a dormir haya de ahora en adelante los tres dormiremos aquí, por eso la compré.
Al llegar Kirishima por la noche se dio cuenta de la nueva adquisición de la casa, no había pensado realmente en eso, creyó que dormirían todos apretaditos como la noche anterior.
Después de unos días al fin llegó el día en el que Uraraka iría a la agencia, Kirishima estaba muy emocionado porque irían al fin los tres a la agencia, tanto así que llegó con ella tomada de la mano y Uraraka sonrojada a más no poder, la gente se les quedaba viendo, pero a Kirishima no le importó, se sentía muy orgulloso de su novia.
El día en la agencia fue bastante normal, no hubo sobresaltos y momentáneamente Uraraka no saldría a otra misión peligrosa, tan solo se quedaría en la ciudad, algo que les agrado a Bakugo y a Kirishima, la tendrían más tiempo para ellos.
En un abrir y cerrar de ojos pasó un mes, un mes en el que a nadie le dijeron por qué según Bakugo nadie era digno de compartir su felicidad con ellos, a veces salían los tres a comer o a pasear, a veces solo dos, pero al llegar a casa siempre estaban los tres juntos.
Extrañamente Uraraka se acostumbró rápido al ritmo de vida de los dos chicos y aún más extraño se acostumbró a dormir con ellos juntos. A Bakugo no le gustaba tanto por el calor que emanaba su cuerpo, así que prácticamente toda la noche dormían con el aire acondicionado entendido, podía soportar a Kirishima, pero la mochi incluida su cuerpo sentía más calor de lo usual.
Una tarde llegaron con comida, estaban agotados y no querían cocinar así que se pusieron a comer y a ver una película, algo que hacían siempre los tres juntos. Esa tarde Uraraka estaba sentada en medio de los dos Bakugo la rodeaba con un brazo y con las yemas de los dedos rozaba ligeramente el pecho de la chica, era un movimiento sutil y desapercibido, pero Bakugo lo hacía con toda la intención de llegar a más.
Las palomitas y los refrescos se acabaron así que Kirishima fue por más, así que fue ahí donde aprovecho Bakugo para juguetear más con la castaña .
—¿Qué haces? —Pregunto en susurro la castaña cuando vio que Bakugo directamente desde la espalda comenzaba a tocarle los pechos.
—He estado aguantándome esto desde hace tiempo—Bakugo comenzó a besarle el cuello—Quiero hacerlo contigo.
La chica intentaba contener su voz para que Kirishima no los descubriera, tal vez se molestaría por qué estaban haciendo eso. En un momento Bakugo se levantó del sofá y fue rápidamente al baño y regresó casi corriendo para después sentarse y sentar a la castaña en sus piernas viendo hacia la televisión.
Bakugo metió la mano debajo de su blusa y comenzó a masajear su pecho, después introdujo sus manos en su sostén acariciando los pezones.
—Si no haces ningún rudio no sabré cómo te gusta y seré brusco contigo y no quiero eso.
—Pero... Kirishima nos va a escuchar.
—Mejor...más diversión para todos.
Uraraka estaba asustada por eso, pero a la vez estaba excitada por hacer algo nuevo.
—Volví…—Kirishima los vio ahí sentados en el sofá mientras Bakugo tocaba a Uraraka.
Y fue ahí donde Bakugo levantó la blusa de la castaña dejando ver sus grandes pechos, los pezones de la chica ya estaban duros por tanto tocarlos, y al ver a Kirishima soltó un suspiro, haciendo sonrojar al chico.
—¿No quieres tocar Eiji? —Preguntó el rubio Haciendo sonrojar aún más al pelirrojo.
—No...No...Yo espero—El chico estaba bastante nervioso, nunca había estado con ninguna mujer así que no sabía exactamente qué hacer. Se sentó en el pie del sofá para no molestarlos tanto.
—Lastima, tal vez cuando quieras ya no te toque—Dijo con una voz pervertida Bakugo.
Después pasó una de sus manos a la entrepierna de la castaña metiendo la entre su ropa—Mira ya estás muy mojada solamente con esto, ¿Que podríamos hacer Eiji y yo?
—Basta... Bakugo.
—Tú me dices eso...Pero tú cuerpo dice otra cosa—Toco el clítoris de la chica haciendo que diera un pequeño espasmo—Vez lo que digo
Bakugo con su mano libre hizo que Uraraka volteara la cabeza y comenzara a besarlo. Kirishima desde el suelo veía esa escena bastante provocativa, pero no sabía realmente qué hacer. Bakugo hizo que se levantarán un poco para bajarle el short y las pantis, Kirishima vio la suave piel de la entrepierna de la castaña, se veía tersa y mojada, despedía un aroma suave.
—¿Seguro que no quieres jugar? Pareciera que simplemente te estás aguantando— Bakugo hizo una pequeña broma para ver si Kirishima se les unía, pero el chico simplemente se resistía, no quería lastimarla con algún movimiento brusco o entre los dos causarle daño.
Bakugo comenzó a masajear la entrepierna de la chica, haciendo que diera suspiros más fuertes.
—Si no me dices dónde...Eiji no te podrá escuchar—Bakugo le susurraban a Uraraka la chica realmente no supo cómo, pero le hizo caso.
Comenzó a gemir un poco más fuerte, Bakugo sonrió maliciosamente mientras veía el rostro sonrojado de Kirishima alentándolo a que se les uniera, pero el pelirrojo seguía oponiéndose, viendo como la chica disfrutaba de su novio.
Después de unos minutos de esa dulce tortura Bakugo levanto nuevamente a Uraraka para sacarse su miembro, como pudo se puso un condón que había traído del baño y le aventó otro a Kirishima.
—Sabes cómo usarlo, y tú eliges por dónde usarlo—Bakugo le dijo.
Bakugo al terminar de ponérselo penetró a la chica suavemente por detrás haciéndola gritar un poco.
—¿Estas bien? La lastimaste, ¿Te lastimaste? —Kirishima se preocupó mucho Uraraka.
—Estoy…Bien...Estoy bien…—Uraraka tenía lagrimitas en los ojos.
Bakugo comenzó a moverse despacio haciendo que Uraraka comenzará a gemir nuevamente, Kirishima estaba preocupado por la condición de la chica, pero confundía la cara de placer con una de dolor. Pero Bakugo le decía que estaba bien y que disfrutaba mucho.
—Está...Demasiado...Apretada…—Bakugo también gemia con cada embestida que daba a la chica.
Uraraka estaba fuera de sí, cada vez gritaba más y más con el movimiento que hacía Bakugo. Kirishima veía como Bakugo le daba placer a la chica.
—Pídele...A Kirishima que te toque—Bakugo le susurraba al oído a la chica.
—Kiri...to...tócame—Gritaba Uraraka haciendo poner más emocionado al chico, pero seguía sin querer lastimarla.
Bakugo tocó nuevamente el clítoris haciendo que la chica gritara más.
—Di el nombre de Eijiro, grítalo, como si él te estuviera penetrando, como si él te tocará así—Le susurraba Bakugo para después besarle el cuello
—Eiji...Eiji—Gritaba la chica con desesperación—Tócame...tócame...Eiji.
Uraraka estaba fuera de sí, ya no controlaba sus movimientos, ni su voz, gritaba una y otra vez el nombre de Eijiro, haciendo que el pelirrojo se excitara más, para que en un momento de desesperación Eijiro comenzará a lamer la entrepierna como si fuese un dulce, Bakugo sonrió, al escuchar que la locura de Ochako aumentaba. Quería hacer que las dos personas que amaba se volvieran locas de placer, quería compartir ese placer con ella, quería que se volvieran locos con él.
—Vamos...hazla tuya también…—Bakugo imploraba que le hiciera algo a Uraraka.
Con un rápido movimiento bajo sus pantalones y se quitó la playera, veía como Uraraka le extendía los brazos para que estuviera con ella. Kirishima se puso el condón con nerviosismo, y despacio la penetró. Uraraka lo tomó del cuello fuertemente con los dos brazos y dio un suspiro profundo al sentirlo dentro de ella. Uraraka estaba en medio de los dos chicos haciéndola gritar. Sentía el miembro de Bakugo dentro de ella y a Kirishima penetrándola desesperadamente.
La chica enredó las piernas en la cadera del pelirrojo haciendo que sus movimientos fueran más profundos, Kirishima jadeaba en el hombro de la chica, y abriendo los ojos se encontró con la mirada traviesa de Bakugo detrás de la castaña.
—Amo ese rostro tuyo—Bakugo se acercó al pelirrojo y lo beso apasionadamente.
Bakugo detuvo el juego de ellos para recostarse por completo en el sofá, y poner de espaldas a Uraraka sobre de él, para que Kirishima pudiese estar con ella en una posición más cómoda.
Y fue ahí que Kirishima vio un hilito de sangre que le recorrió desde la delicada vagina de la chica.
—No, no, te lastime— Decía Kirishima un poco preocupado.
—¿Eres virgen?—Preguntó Bakugo a lo que Uraraka como pudo asintió— Eijiro, tomaste su virginidad—Bakugo dijo maliciosamente—Sigue haciéndola tuya—Bakugo chupo el cuello de la chica.
Eijiro dudaba en volver a hacer el amor con ella, pero la castaña lo rodeo por el cuello y lo rodeo nuevamente con sus piernas para poder acorraló, el pelirrojo le hizo caso y continuó moviéndose dentro de ella.
Bakugo tomaba la cadera de la chica guiando el ritmo que debía tener, conocía bien a Kirishima y sabía que le gustaba el movimiento suave pero rápido.
Sintió la necesidad de entrar también con ellos, así que preparó su miembro para penetrar por detrás a la castaña nuevamente, la chica dio un grito desesperado.
—Katsuki, la estás lastimando, yo...yo me puedo contener un rato si tan deseoso estás—Kirishima dijo deteniéndose, pero luego se dio cuenta de que ellos dos no se movían, mientras que la castaña hacía movimientos desesperados con los dos.
—Vez, ella es la que quiere estar entre los dos—Bakugo decía para después continuar con el ritmo que llegaba la castaña.
Era algo sublime, y algo mágico. Uraraka besaba desesperadamente a Kirishima mientras Bakugo marcaba su espalda con los dientes, cada mordida y cada beso que recibía la hacían sentir tan feliz que pareciera que activaba su quirk, estar con ellos dos la hacían feliz, no quería parar, no quería que terminara. Y fue cuando sintió un primer orgasmo, su cuerpo tembló y gritó fuertemente.
—Maldita mochi...Me aprietas… Tanto—Bakugo no pudo más que terminó dentro de ella haciendo gritar más de placer a la castaña.
Un segundo orgasmo se produjo cuando Kirishima comenzó a moverse desesperadamente llegando a su límite y terminando también. Con cada movimiento espamico que tenían los dos chicos hacían que la castaña tuviese también pequeños orgasmos.
—Así que mi mochi de fresa es multiorgásmica—Bakugo susurro en el oído de la castaña.
La chica daba pequeñas convulsiones, y Kirishima cayó exhausto sobre los dos, olía el aroma dulce de la chica, y luego al verla ahí casi desmayada, recordó que lo hicieron entre los dos y que la pudieron lastimar, así que la rodeó entre sus brazos mientras escondía su rostro en el pecho y le suplicaba perdón.
—De qué hablas Eijiro—Dijo Bakugo gruñendo
—La lastimamos Katsuki, estar los dos al mismo tiempo hizo que la lastimáramos—Decía preocupado Kirishima.
—No seas tonto, no vez que lo disfruto mucho—Bakugo besaba el cuello de la chica, haciéndola dar pequeños suspiros—Incluso podría jurar que quiere más.
—Katsuki, no seas malo, mejor hay que hacer que descanse—La chica parecía estar en un éxtasis total que no escuchaba razones.
Kirishima se levantó saliendo de ella, pero al salir sintió un pequeño espasmo que nunca había sentido, se levantó temblando, si él se sentía, así como se sentiría si pequeña mochi de fresa, la ayudó a levantarse, haciendo que Bakugo también saliera de ella. Le temblaban las piernas a la chica y le dolía un poco su cadera, era algo nuevo para ella y la habían acorralado por ambos lados. Bakugo estaba empapado en su sudor y en el sudor de la chica, pero esa mezcla de aroma quería tomar un baño, pero quería seguir disfrutando del aroma de la chica.
Bakugo tomó las ropas de todos, mientras Kirishima conducía con cuidado a Uraraka a la habitación. Uraraka se recostó en la cama agotada, solamente traía su blusa y su sostén mal acomodado, pero se sentía tan cansada que no puso quitárselo, Kirishima sonreía al ver a la chica bastante agotada, pero con una enorme sonrisa.
—Pareces un ángel—Kirishima dijo para después ser abrazado por la espalda por Bakugo
—Saben...me quedé con ganas de más...de saber qué tanto puedes llegar a gritar Eijiro mientras te lo hago y se lo haces a ella—Le dijo al oído al pelirrojo.
Uraraka supo que esa noche no dormiría.
Lo que más le gustaba a la chica era el sexo oral, ya que Kirishima lo hacía de una manera suave y delicada, mientras que Bakugo lo hacía de una manera ruda y rápida, no sabía a quién elegir ahí. También por primera vez supo cuál era el sabor de los dos. Esa noche experimentó todo lo que pudo, sin poder dormir en toda la noche.
Le dolía el cuerpo, sentía que sus piernas temblaban. Tenían que ir a trabajar a la mañana siguiente, pero se sentía muy cansada, en el desayuno al prepararlo sentía que sus piernas se doblaban por si solas.
—Linda noche ¿No?—Bakugo dijo sosteniéndola por la espalda al ver que la chica no se podía sostener más.
—Voy a ir destrozada, me duele todo y no me puedo mantener en pie—Protestó la chica
—No te quejabas anoche—Kirishima llegó a la cocina cuando escucho decir eso a la castaña.
—Eso te sirve de ejercicio—Dijo Bakugo agarrándole la pancita.
Uraraka le dio un golpecito en la mano con la pala de la comida. Tenía que acostumbrarse a ese nuevo estilo de vida, ya estaba acostumbrándose a vivir con ellos, dormir con ellos, y ahora se tendría que acostumbrar a los actos de amor también.
Mis estrellitas, aquí les traigo el fic completo, por ciertas políticas de la otra plataforma, habrá muchos mas capítulos así, en wattpad habrá muchos caps mochos pero aquí los encontraran completos.
