Última víctima
¡Hey, Yusa! No te preocupes...Te perdono. Podemos volver a salir cuando esto termine.
Trataste de descartarme, me abandonaste como si fuera basura. Debería matarte. Pero...Cuando el señor Furuta me preguntó qué quería a cambio de formar parte de la operación encubierta, no vacilé.
Porque él...Te tenía aprecio, ¿sabes? Ustedes, traidores, son sus hermanos, me lo dijo. O...algo así.
Respeto al señor Furuta porque tuvo honor. Su idea era que los apresáramos. El viejo que te acompaña...Podía ser carroña. Pero Ihei, Souzu y tú, no. Debían estar vivos para ver el mañana que él construirá para todos nosotros. Sin ghouls.
Fui yo el que tuvo la revelación. Porque...fueron ellos, ¿no? El falso de Shio Ihei, siempre sonriente, mintiendo, como si yo le agradara. El hipócrita de Rikai Souzu, tan callado, detrás de Ihei, como si estuviera de acuerdo con él en todo.
Te convencieron, ¿cierto? Esos traidores hijos de puta son el motivo de que me dejaras. Jamás lo hubieras hecho, ¿verdad?
¡¿Verdad?!
Ya estás cansado de bailar, de correr, de evitarme. Igual que Ihei, hace un momento. Pero no te resignas a gritar y llorar como Souzu. Me encantas. ¿Crees que puedes vencerme?
No lo estás intentando. No quieres herirme. No puedes. Te gustaría abrazarme. Pero las lágrimas te están traicionando, ah. Eres tan débil.
Comienzas a entender lo que hice. Hasta hace un momento no querías ni aceptarlo. Pero ahora sí, ¿no? Ah...
Yo le dije al señor Furuta que había que provocar a Ken Kaneki con Shio y Rikai. Que yo cazaría a esos imbéciles para él. Que así le veremos la cara. Que no es necesario ir tras Conejo, la puta Kirishima. Que estas dos cabezas de idiotas, sus presentes, alcanzarán y sobrarán.
¿Que "por qué"? No preguntes de nuevo. ¿Que ellos me "querían"? Por favor. Te robaron de mi. Desde mucho antes de que se atrevieran a obligarte a dejar el CCG. Leí los informes, el señor Furuta me explicó extraoficialmente de qué se trataba.
Por supuesto, esos idiotas cayeron por Ken Kaneki y él les prometió, ¿qué? ¿Inmortalidad? ¿Una cura para la finitud? ¿Orgías bajo tierra? Lo que haya sido, sé que no lo querías más que a mi. Pero eres manipulable.
Debería matarte por dejarme. Pero veo cómo me miras. Cuánto te lastima verme. Antes y después, no solo a mis "presentes". Ja...
Vamos, ven aquí, Yu. Deja de correr. Causarás un derrumbe. Olvídate de ese viejo. Ui lo va a matar. Porque si no lo hace, yo los mataré a los dos. He crecido.
Ya no soy el niño al que besabas hasta el cansancio en los jardines de la Academia. Mi kagune es enorme ahora. Solo mira cómo cargo sus cuerpos. Míralos. Llora, Yusa. Perdiste.
¡Pero no importa! Voy a liberarte. Tu traición quedará en el pasado. Igual que las risas de Shio. Le atrevesé el ojo, está goteando su cerebro sobre mi. ¿Y Rikai? Le di un puñetazo, quería disfrutar el momento, marqué su mejilla para lamer su sangre. Para que reaccionara. Pero a él no le interesaba vivir o morir sin Shio.
Qué patético, ¿eh?
Igual que tú. Debiste ser más fuerte para no dejarte influenciar por ellos. Cuando te desarme, te voy a lastimar mucho más que a estos mierdas. Para que aprendas.
Es el precio para que vivas. Serás mío. Ya lo eres.
Mi precioso trofeo.
Cuando te fuiste, me volví loco de dolor. Destrocé los dormitorios del Escuadrón Zero, también los vestuarios. El señor Furuta tuvo que hacer que me sedaran.
Qué vergüenza. Mis tentáculos se deshicieron en sangre mientras que yo lloraba y gritaba. Porque no podía creer que me hubieras dejado.
Cualquiera podía dejarme, ¿sabes? Yo no tenía a nadie excepto tú. Mi Maestro, mi compañero de entrenamientos. Mi primer novio. Mi alma gemela.
Pendejo idiota.
Cuando me estabilicé, Furuta dijo que ir encubierto sería mi lección por haber perdido el temple. Pero yo tomé sus órdenes como una oportunidad.
Tú me diste un corazón. Antes de ti, yo iba por la vida llorando a mis padres. Aún lo hago. Sin embargo, tomaba la mano de cualquiera, rogaba amor, ofrecía mi cuerpo a quien pudiera quererlo. Ese médico, Akihiro, practicó todos los horrores que puedas imaginar en mi piel huérfana. Hasta que tú me viste, yo no fui nadie.
Y por eso, tengo tanta energía para matar. Estoy indignado, soy libre, soy tuyo, eres mío. Esta noche es la última guerra. Ya no me estás entrenando, ya no tienes palabras dulces para mi. No puedes. Le arranqué la cabeza a Shio, tiré su cuerpo entre las rocas. Lo mismo he hecho con Rikai. Ahora están juntos. Como antes lo estaban al conspirar.
Los dejaré así un momento, son mis trofeos, mis ofrendas a Kaneki Ken. Son hermosos, ¿no crees? Shio sigue sorprendido de que haya podido matarlo. Rikai...Rikai tiene esa mueca. Como si no creyera que su novio murió y que yo, tu pequeña mascota, como solía llamarme, lo maté.
Me criaron con amor. Creyeron que me aguantaría lo que fuera, si venía de ustedes. Recuerdo cuando entrenábamos. Tenían hasta miedo de matarme. Así era el desprecio. Lo mucho que me subestimaban.
Nací para ser parte de ti. Por eso...cuando me elegiste para entrenar contigo, esa tarde de otoño, hace casi dos años, me emocioné. Yo tenía diez, tú doce, trece años. Siempre me tomabas la mano, me hablabas con dulzura.
Yo quería tanto que no me soltaras. Mi papá me tomaba la mano. ¿O era mi mamá?
Recuerdo el calor pero no a ellos. Siempre hablo de quiénes eran por los registros pero...Mi pasado eres tú. Mi presente también eres tú.
Tú, llorando, alzando tu espada, como si pudieras hacerme frente.
No te rindes, ¿eh? Ojalá le hubieras puesto ese empeño a lo nuestro.
No, no los mires a ellos. No mires a Take. El anciano también es culpable. Creyó que iba a ser el único sodomita del CCG. Como si nadie lo supiera.
Si Ui no lo mata, los mataré a ambos. Uno más, uno menos. Ya nada importa.
Yo nací para conocerte. Para ser poseído por ti. Para que me abrazaras y fueras mío como soy tuyo. Nadie debió meterse en eso.
Ni Kaneki Ken. Si, es admirable. Pero no será suficiente. Puedo imaginar que ahora es basura. No logré que me prestara atención, cuando le presente las cabezas de tus hermanos, tendrá que hacerlo.
Amo tu dolor, Yusa. Pensé que me lastimaría. Pero es que no entiendes aún. Esto...Es lo mejor que nos pudo pasar.
¡Abraza lo que sientes! Es lo que tu padre, Kishou, te hizo. Es lo que ese viejo inútil de Hirako quiso. Al igual que Shio y Rikai. Lo mejor que pueden hacer malditos como ellos es morir.
Puedo escuchar el cuerpo de Rikai cayendo sobre el de Shio en mi cabeza. Casi solo escucho eso. Me dio hasta hambre.
¿Puedes recordar que fuéramos amigos? Para mi, parece un sueño. Los he odiado con tanta intensidad...Malditos terroristas.
Los historiadores dirán, el día de mañana, que odiaban a la humanidad y querían comérsela. Pero nosotros, el Oggai, los detuvimos.
Y tú...solo ven aquí, Yusa. Puedes ser parte. Nadie tiene que saberlo.
Vamos, no me rechaces. Te ves ridículo. Al fin y al cabo, ¿qué? ¿Cómo te convencieron de traicionarnos, de traicionarme? ¿Solo te dijeron que abandonaras todo e hiciste caso?
Eres lo más bajo que existe. Jamás quise matarte. Pero si me sigues provocando, te convertiré en el juguete de mi tropa. No quieres saber más de cómo sería sin mi protección.
Es que debe haber sido como creo, ¿cierto? Shio y Rikai, esos terroristas...marcaron su propia historia y la tuya. Solo se levantaron y dijeron: "Bueno, somos demasiado geniales para esta sociedad que nos esclaviza, preferimos comérnosla". Y tú...tú elegiste comerte mi corazón.
Así me convertí en algo inhumano. No lo era cuando estaba contigo. Pero solo...Tenía que sobrevivir al dolor.
Para traerte de nuevo. ¡Vamos! Prueba la sangre de mis dedos. Es la sangre del cerebro de Ihei. Le arranqué un ojo. Oh, pues lo dice la Biblia. Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo y deséchalo, ¿no? ¡Eso hice! Le concedí un favor al maldito Ihei. Lo liberé. Fue divertido. Mi tentáculo lo atravesó, se sintió bien.
Deberías meter tu mano dentro de él. Así, dejarías de llorar. Conmigo funcionó. Me sentí mal por un momento pero luego vi que Shio era solo carne echada a perder y me relajé. Ahora te tengo de nuevo.
Puedo tenerte de nuevo. Ya lo planeé.
Vendrás a mi apartamento, compartiremos cuarto. Al principio, te tendré encadenado y con camisa de fuerza, tal vez llores un poco. Pero me entregaré a ti. Y volverás a sonreír. El viejo fuego que nos poseía nos calentará. Dejarás de temblar como lo haces ahora.
Nací para conocerte, tenemos que ser uno otra vez. ¡Entiéndelo! Baja tu arma, Yusa. No eres Arima Kishou. Solo tienes su apellido. Recuérdalo. Lo dices tú mismo...
El destino nos juntó. No puedo ser un líder solo, Mayuzumi es un inepto. Cuando entres en razón, me acompañarás. Llevaremos adelante el legado del señor Furuta.
Tienes que ser mío. Te necesito. ¿Qué es eso? ¿Una cortada...?
Herirme te lastima más que a mi. ¿Qué haces? No me duele. Desde que te fuiste, nada me duele lo suficiente. Grito en la oscuridad tu nombre y las injurias de todos. Nunca es suficiente.
Me necesitas, Yusa. Estás solo ahora. Jamás has estado solo. Ni en el puto Jardín donde te criaron tus parientes incestuosos, ni en el Escuadrón Zero. Maté tu zona de confort para que no tuvieras a dónde ir.
¿Crees que Ken Kaneki te recibirá? Eres humano. Demasiado humano para que lo haga. Él prefiere a los ghouls. Si tan solo él tuviera la más mínima moral. Pero no.
No lo necesitas. ¿Te preocupa tu juramento al Ángel de la Muerte? ¡A la mierda con él! No sé por qué traicionó a la humanidad. No me importa.
Ya fuimos uno. Más de una vez. ¿Recuerdas todas tus cartas? La última fue la peor.
Me dijeron que fuiste cruel conmigo. Que dijiste que yo no te importara. ¡Pero es el pasado! Yo...te perdono. Después de esto. Deja de pelear.
La carta tuve que entregarla al señor Furuta en un sobre cerrado, jamás me enteré de qué me decías. Si supieras lo que me hicieron por ti. Porque nos abandonaste. Me culparon.
Desde que me castigaron, sangro. Es como si tú me hubieras herido. Pero no puedes dejarme sangrar. No eres así. Soluciona esto...
Estas heridas no son nada.
Pero no quiero pelear más contigo. Ya peleé con Rikai, fue torpe. Ya peleé con Shio, fue lento. Ya peleamos bastante tú y yo, eres necio, cada vez más torpe y más lento, ¿cómo crees que terminarás?
¿Podemos detenerlo aquí?
No juegues...
Estás cansado, no hay a dónde huír. Los adultos están lejos. Pero no tanto como para no ver lo que va a pasar.
¿Qué estás haciendo? ¿Por qué tienes tanto miedo en tus ojos? Comprendo que llores, los extrañas.
Vale, estás dudando de mi, de nosotros. Yo también lo hice. Mutsuki Tooru me esclareció este asunto y muchos otros. Es un traidor. Pero es inteligente.
Él me dijo que puedo tenerte. El señor Furuta también.
Voy a liberarte, ¿si? Ven aquí. Voy a contar hasta diez para noquearte, Yusa. Y luego te llevaré. Kanou va a cambiarte.
Si...
¿Qué es esto? ¿Un jardín? ¿Plantaste un jardín entre estos túneles? Es patético. Casi tanto como el de la prisión.
¿Para qué plantar y ver crecer algo que será destrozado tan fácilmente? ¿Son violetas? Están manchándose con tu sangre y la mía.
Diez.
Soy yo quien va a tomar tus manos. Pero no quiero arrancarlas. A menos que me obligues.
Nueve.
¿Recuerdas la Academia? Lo fácil que era estar ahí, practicar defensa y ataque en el Club del CCG Junior, cómo me enseñaste a usar un quinque. Aunque yo...no necesitaba uno.
Ocho.
Yo sangraba y tú me abrazabas. ¿Por qué no me abrazas ahora? ¿Ya no soy lindo?
Siete.
Saltar no ayudará. Patearme tampoco. Llorar menos. ¿Qué es esto? ¿Lo estás aceptando? ¿Me pides perdón?
Seis.
No era eso. No era así, Yusa. No te perdono por hacérmelo tan difícil. Solo por ser una víctima de ese degenerado mediocre de Ken Kaneki.
Cinco.
Abre tus piernas así. Si ese viejo viene, quiero que nos vea. Nunca quiso verme. Él...esa mujer que ahora está muerta. Solo me sacaban de tu cuarto cuando me pillaban. Hasta Kishou me reprendió. Pero nada pudo pararme.
Cuatro.
Su cuerpo aún está con nosotros. ¿Querrás besarlo para despedirte? Te forzaré sobre él, será nuestra fría y podrida cama.
Tres.
Lloras, tus mejillas están suaves y mojadas. Aunque comas mal, bajo la tierra, eres hermoso. Como estas flores débiles.
Dos.
Suelta el arma. Vamos, suéltala. O hiéreme, termina con esto. Así puedo estrujarte, como si fueras un ave entre mis manos. Ya eres mío.
¿Sabes qué? ¡Al carajo!
...Voy por completo contra ti. Espero más cortes de tu espada. Pero...
No eso. No, eso no.
¿Qué pasa contigo? ¡No, Yusa! Cortarte la garganta no...Háblame. Aún puedes. Sangras mucho.
¿Por qué no tienes más sangre adentro? ¿Por qué es tan poca? ¿Qué dices? ¿Sus nombres...?
¡No! No deberías decir sus nombres. Deberías decir el mío...
Al carajo Shio, a la mierda Rikai...¿Kishou? ¿Tu...padre?
¿"Hajime" no?
Una sola vez. Dilo como antes. Una sola vez...en tu patético jardín.
Yusa...
Di mi nombre. Toma mi mano...
No...no como mis padres...
No puedo llevarle tu cabeza a Ken Kaneki. No puedo cortar más tu hermoso cuerpo. Te tomaré...aunque ya no respires. Cuando sea necesario. Espérame. Te llenaré de caricias como la primera vez.
Terminaré lo que vine a hacer.
Estamos tan abajo en la tierra que llegaremos antes al infierno y follaremos allí.
Descansa, patético cobarde.
Voy a darte guerra de la buena cuando sea mi turno.
Y antes...
El final.
Me voy a reír tanto de Ken Kaneki que nadie me verá llorar por ti otra vez.
N/A: Este fic responde al trend de escribir/actuar/dibujar una escena con referencias a Meant to be yours del musical de Heathers.
