En una noche tranquila a bordo de la nave Bebop, Faye Valentine se encontraba en la sala de estar, descansando tras una larga jornada. La nave estaba en reposo, con la mayoría de la tripulación durmiendo. Sin embargo, Ed, la niña prodigio y hacker excepcional, seguía despierta, inmersa en un mar de pantallas y códigos.
Faye había llegado a apreciar la extraña pero encantadora presencia de Ed. A menudo se encontraba observando a Ed en su mundo digital, con una mezcla de curiosidad y una leve frustración por la habilidad de Ed para hacer las cosas más complicadas parecer increíblemente simples. Aquella noche, Faye decidió acercarse y ver qué estaba haciendo Ed.
"¿Aún estás trabajando, Ed?" preguntó Faye, intentando sonar casual, aunque en realidad estaba genuinamente interesada.
Ed giró su silla giratoria con una sonrisa radiante. "¡Sí! Estoy tratando de hackear un viejo servidor para obtener algunas contraseñas secretas. ¿Te interesa ver?"
Faye se acercó, sentándose en una esquina de la mesa llena de equipos de computación. "Solo si promete no volar la nave mientras lo haces."
"¡Prometido!" Ed dijo con una risa contagiosa. Comenzó a mostrarle a Faye algunos de los códigos y técnicas que estaba utilizando, explicándolos con entusiasmo y un poco de orgullo. A medida que Faye escuchaba, se dio cuenta de que, aunque Ed era extremadamente joven y un poco excéntrica, había una inteligencia y un talento innegables en ella.
Mientras la noche avanzaba, la conversación entre Faye y Ed se desvió de los códigos y contraseñas a temas más personales. Faye compartió algunas historias de su pasado, sus experiencias y sus sueños, mientras Ed, con su típico entusiasmo, le contaba sobre sus propias aventuras y aspiraciones.
Faye comenzó a ver a Ed bajo una nueva luz. No era solo una niña peculiar; había una profundidad en ella que resonaba con Faye de una manera inesperada. Ed escuchaba con atención y empatía, y su compañía resultaba ser una agradable distracción de la vida a menudo dura y solitaria que Faye llevaba.
Finalmente, cuando el sol comenzó a asomar en el horizonte, Ed apagó sus pantallas y se giró hacia Faye. "¿Sabes? A veces, el caos puede ser muy divertido, pero tener a alguien con quien compartirlo lo hace aún mejor."
Faye, sorprendida por la sinceridad en las palabras de Ed, sonrió. "Nunca pensé que diría esto, pero tienes razón. Me alegra que estés aquí."
Ed, con una mirada suave, se acercó a Faye y, sin pensarlo demasiado, le tomó la mano. "A mí también. Las estrellas son mucho más bonitas cuando no estás solo."
Faye se sorprendió al sentir un calor inesperado en el gesto. Era un simple toque, pero transmitía una conexión que había estado buscando en los rincones más oscuros de su corazón. Sin palabras, ambas se quedaron en silencio, disfrutando de la compañía mutua.
A partir de esa noche, Faye y Ed comenzaron a pasar más tiempo juntas. Se apoyaban mutuamente en sus días difíciles y compartían momentos de alegría en medio de la rutina del espacio. La conexión entre ellas creció, desarrollándose de una amistad profunda a algo más significativo.
La nave Bebop siguió su camino a través de las estrellas, pero para Faye y Ed, el viaje se volvió mucho más especial. Habían encontrado algo en el caos del universo: un vínculo sincero y auténtico que las hacía sentir completas.
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Me puse a jugar con la inteligencia artificial y salio esto, no esta mal y me dio buenas ideas para una historia que tengo planeada.
Espero que hayas disfrutado de la historia.
