Cada uno de los jueces se retiró hacia sus esferas.

En la tercera esfera Ptolomea

Minos se encontraba dándoles mínimas órdenes a sus subordinados. Cuando termino y se dirigía a la salida se dio cuenta de que faltaba alguien.

—Byaku ¿dónde está Lune? — el nombrado se detuvo a pensar cuando fue la última vez que vio a Balrog.

—Señor Minos, la última vez que lo vi fue antes de que partiéramos al Santuario de la Diosa Atenea en la Guerra Santa.

Esto causo que Minos alzara una ceja tanto por sorpresa como por curiosidad.

—Está bien, debe estar de seguro en la primera prisión, cuando lo vean díganle que quiero hablar con él después de que vuelva.— con esto dicho, Minos se marchó directo a encontrarse con su Dios, aunque sin darse cuenta de que no muy lejos de él apareció un cosmos cálido que duro poco tiempo antes de que desapareciera.

Segunda esfera Antenora

Aiacos ya había terminado de darle órdenes a sus subordinados, girando por un momento su cabeza se quedó viendo a la nada con los ojos muertos, recordando a Violeta y que su Dios Hades no quiso revivirla. Ya muchas cosas no tenían sentido para él con volver a estar supuestamente vivo si no está ella.

Aiacos comenzó a alejarse dirigiéndose donde deberían estar su Dios, Minos y Rhadamanthys. Y al igual que Minos no se percató de cierto cosmos que apareció, ya cuando Aiacos estuvo lejos el cosmos desapareció.

Primera esfera Caina

Rhadamanthys ya se encontraba con sus subordinados dándoles órdenes que acatar en su ausencia, la atmósfera que los rodeaba era lúgubre y silenciosa causando una leve confusión a Rhadamanthys que les dirigió una mirada a sus subordinados que se encontraban arrodillados.

—¿Entendieron lo que les dije? —Tanto Gordon de Minotauro como Queen de Alraune apenas y crisparon mientras Sylphid de Basilisco se quedó por un momento mirando el piso.

—Sí, señor Rhadamanthys —Respondieron los tres al momento siguiente, pero tanto Gordon como Queen miraron disimuladamente a Sylphid que iba adelante de ellos, no mostraron ninguna expresión, pero en el interior estaban preocupados por su compañero, ya que dicho compañero solo le respondió a Rhadamanthys, pero su mirada estaba plana. Ellos sabían que algo iba mal con él desde que su señor Hades los revivió, por el hecho de que siempre Sylphid se quedaba mirando a la nada varias veces y cada que se cruzaban con Rhadamanthys le dirigía una mirada fría que en sus ojos se podían ver su odio.

Al escuchar su respuesta Rhadamanthys se puso en marcha para encontrarse con su Dios, y al ya no encontrarse cerca Sylphid fue el primero en pararse seguido por Gordon y Queen.

— Sylphid, si sigues actuando así en algún momento el señor Rhadamanthys te matará —le dijo Queen con apenas perceptible la preocupación en su tono de voz, y el nombrado lo único que hizo fue dejar de mirarlo para mirar al lado en donde había estado arrodillado con una mirada ausente.

Tanto Gordon como Queen siguieron su mirada y ellos también perdieron sus expresiones cuando se acordaron quién antes estaba ahí. En ese lugar más cercano a Rhadamanthys siempre estuvo Valentine, el que ya no se encuentra presente, no sabían por qué su Dios no había revivido a Valentine y a otros espectros.

—Sylphid, no creo que haya sido culpa del señor Rhadamanthys, algo debió haber pasado — le dijo Gordon con preocupación, obteniendo una mirada tajante del nombrado que hizo crispar tanto a Gordon como a Queen, los ojos de Sylphid estaban más que muertos y su expresión era de desesperación y un odio profundo. Y como si los hubiera golpeado un rayo por percatarse de otra cosa más se preguntaron a sí mismos si siquiera Sylphid había dormido o comido algo, ya que su cara estaba lo siguiente de demacrada y se podían ver las grandes ojeras que tenía.

—¿Qué no fue culpa de Rhadamanthys? Entonces dime ¿por qué diablos él mató a Valentine?, sé perfectamente que estaba con Pandora en ese entonces…—Su expresión era de odio puro que apenas y podía controlarlo.

La pregunta que les andaba rondando por la cabeza a los tres, que enloquecía a Sylphid, preocupaba a Gordon y causaba intriga y preocupación a Queen era "¡¿Por qué su señor Hades no revivió a Valentine, ni a Violeta y a todos los demás si?!"

En Guidecca

Rhadamanthys fue entrando al salón encontrándose con casi todos presentes, Minos y Aiacos ya estaban allí, su señor Hades también la única que faltaba era Pandora. Esperaron unos minutos hasta que la puerta se abrió revelando a una Pandora que se notaba que había venido corriendo.

Hades se levantó de su Trono y se fue dirigiendo al centro del salón donde estaban los tres jueces y Pandora, los Dioses Gemelos estaban a un costado, alejados un poco de los tres jueces.

—Ha llegado el momento de partir al Santuario de Athena, vámonos. Ah y Thanatos, Hypnos más les vale vigilar el Inframundo en mi ausencia.

—Sí, señor Hades — respondieron ambos.

Ya cuando se fueron el salón se quedó en silencio hasta que se escuchó un suspiro, Thanatos se giró para mirar a su hermano que tenía una mano en su cabeza.

—Hypnos, ¿qué te pasa? — El nombrado tenía un extraño sentimiento como si algo se aproximara, mirando a su hermano con indiferencia, sin embargo, noto la preocupación del otro a través de sus ojos, Hypnos se quitó la mano de la cara y miro a Thanatos.

—Es extraño, creo que algo va a pasar, pero no sé si ocurrirá allá en el Santuario de Athena o aquí en el Inframundo.

Se quedaron momentáneamente en silencio.

—¡ESPERA!, ¡ESE COSMOS ES DE! —Tanto Hypnos como Thanatos se sobresaltaron, un cosmos repentino apareció muy a lo lejos de ellos sorprendiéndoles un poco, y al recuperarse comenzaron su corrida hacia ese cosmos.


Santuario de Athena

Varios santos estaban en crisis, una cosa era enterarse de que Santos del futuro vinieron a su tiempo, otra era enterarse de que algunos santos quedaron inconscientes por algún motivo misterioso y otro ya muy aparte era que apareciera el Dios del Inframundo en el Santuario junto a Pandora y sus tres jueces.

Varios Santos quedaron rígidos al verlos y cuando Minos sonrió sádicamente a algunos, se pusieron en posición de ataque.

—Minos, no los moleste, no vinimos por otra Guerra, por ahora — le dijo Hades con seriedad.

El nombrado asintió y dejo de burlarse, Rhadamanthys y Aiacos veían las cosas que hacía Minos y suspiraron de cansancio.

Aproximándose a la primera Casa vieron al guardián de esta con los brazos cruzados esperándolos. Al llegar se quedaron viendo cara a cara con Shion.

—Cuanto tiempo sin verte Shion ¿Cómo está Albafica? —el tono de Minos salió en broma causando que Shion le dirigiera una mirada asesina, lo que provoco que Rhadamanthys se golpeara la cara con la mano y que Aiacos sacudiera la cabeza con cansancio. Hades miraba la escena crispando mientras una ceja le temblaba.

—Minos. —el tono que uso Hades fue de advertencia causando que tanto los jueces como Pandora se congelaran mientras que a Shion le causo un escalofrío. —Santo de Aries, vinimos para hablar con Atena de algo importante —Shion lo miro brevemente y asintió, comenzando a caminar, se adentró por la Casa de Aries siendo seguido por Hades y sus jueces rumbo al Templo del Patriarca.

¿Cómo vas Shion?, ¿estás bien? — el nombrado sonrió de resignación queriendo estrangular a su amigo.

Si estar caminando con el Dios del Inframundo y sus tres jueces que mataron a nuestros camaradas a mi Maestro y junto a Pandora que mando a matar a Tenma no sé cuantas veces es estar bien, entonces superbién disfrutando la vida a lujo, estoy campante de la vida. —el tono sarcástico en su voz denotaba que estaba más adelante de estar cansado.

Ya voy para allá —la respuesta de Dohko sobresaltó a Shion que le pego un grito a su amigo.

¡No! Estaré bien Dohko, tú ve al templo del Patriarca junto a los demás — podía sentir a su amigo dudar qué decisión tomar, hasta que escucha un suspiro.

De acuerdo, entonces cuídate Shion — Shion sonrió y continuo su camino rumbo al templo del Patriarca.

El ascenso fue en silencio sin ninguna interrupción, todos los templos de Tauro para adelante estaban vacíos lo que le resulto sospechoso para Rhadamanthys y Hades que solo alzó una ceja.

Hades se percató de algunas barreras creadas con el cosmos de Atena que protegían algunos sectores de algunas casas, se decidió ahorrar sus palabras para discutir con Athena sobre lo que sea que esté haciendo.

Al llegar al templo del Patriarca, Shion fue directo a abrir las puertas, al abrirlas les indico a los que lo seguían que pasaran, Hades entro sin prestarle atención a las miradas amenazantes que tanto sus jueces como Pandora exceptuando a Aiacos le dirigieron al santo de Aries, cosa que dicho Aries le resto importancia.

Cuando entraron se encontraron con la Diosa Atenea de su ciclo, sin embargo, a su lado se encontraba otra persona que se parecía sospechosamente a la Diosa mencionada.

A Hades le iba a agarrar algo, la cara que puso fue de gran sorpresa para todos los presentes en especial para sus jueces y Pandora.

— Querido hermano menor, no sé si debía haber entrado en guerra con tu hija o contigo ahora, no, olvida eso, creo que tu hija va a dejar patas arriba el Olimpo si llega a volver a ir —susurro Hades con una mano en la cara tratando de calmarse por lo que veía.

Ganas de despellejar a su sobrina no le faltaba con lo que veía, primero la vio a ella, pero luego vio a la persona que tenía al lado que era un poco diferente a ella y si no supiera que Atenea era la única con el pelo lila y con el cetro de Nike que solo existía uno, pensaría que había dos Atenas y que existieron dos cetros en lugar de uno y segundo, pero lo no menos importante era la otra docena de Santos Dorados que se parecían casi a los que conocía solo con algunas diferencias notorias.

Todos los presentes vieron como Hades cambiaba de color, Dohko se acercó a donde estaba Shion que se encontraba cerca de Hades, agarrándolo del hombro retrocedieron unos pasos con su amigo.

Kardia que se encontraba al lado de Dégel dijo en susurro —No sé yo, pero creo que Hades quiere matar a alguien —Dégel al oírlo sudo y asintió ante lo dicho por su amigo.

Asmita que se encontraba al lado de Regulus lo vio que estaba apretando los puños y temblando levemente con algún tipo de emoción dirigida a Rhadamanthys de Wyvern.

—¿Regulus? —el nombrado se sobresaltó levemente al sentir una mano en su hombro al girarse vio que era Asmita que tenía una expresión preocupada, tomando la decisión respiro hondo.

—Estoy bien Asmita, solo que sigo con pequeños resentimientos —le dijo en susurro con una pequeña sonrisa, al oírlo Asmita solo suspiro entendiendo qué le quería decir.

El lugar se quedó por un momento en silencio hasta que se empezó a escuchar un repiqueteo, los santos se giraron para mirar al que origino el ruido y resulto ser que era el Dios Hades que miraba a la Diosa Athena con enojo y una desesperación que no entendieron el motivo de esta.

—¡Athena! ¡Qué carajo hiciste! ¡¿Sabes lo que conlleva hacer esto?! —Todos miraron a Hades sorprendidos de su arrebato y también notaron el terror en sus palabras que nunca escucharon, Sasha lo miro con preocupación al ella tampoco entender lo que le quería decir Hades, Saori dirigió al Dios una mirada casi indiferente, los tres jueces tenían miradas preocupadas dirigidas a su Dios.

Al notar la mirada que le dirige Saori a Hades, Sasha decidió que era su momento de hablar —Dios Hades, yo tampoco sé cómo sucedió esto, ellos aparecieron en los alrededores del Santuario y ¿qué conlleva lo que sucedió? —Mostraba una mirada seria, pero preocupada por lo que podría suceder.

Se escuchó una risa desquiciada y todos miraron preocupados a Hades — ¿Qué puede suceder? Déjame decirte sobrina que aparte de recibir el castigo del Olimpo por jugar con el tiempo —sus ojos expresaban el terror a lo que estaba por decir —Es muy posible que esto libere al Titán Chronos.

La atmósfera del lugar se volvió lúgubre y ninguno hablo, todos quedaron mudos ante lo dicho por el Dios Hades.

Sasha fue la se recuperó más rápido del Shock e intento mantener la calma — Hades ¿cómo puede ser eso posible? El Titán Chronos está encerrado en el tártaro…

—No sé tú dime, explícame por qué hay alguien igual a ti y que tenga a Nike y otros Santos de Oro y si mis ojos no me engañan tus dos Santos el de Libra y Aries, el primero tiene una copia cerca de esos santos que no conozco portando la Cloth de Libra y el otro está al lado de tu clon, pero con ropa de Patriarca —Hades levanto una ceja estando con los brazos cruzados.

Sasha estaba a punto de comenzar a explicar cuando Saori dio algunos pasos adelante con sonrisa que causo en Hades una ira asesina que no lo sintió antes cuando hablo con la Athena de su tiempo. Con un ceño fruncido miro a esta Athena de, sepa Zeus de cuantos Siglos para adelante es.

—Hades, estoy segura de que esto no afectara a ninguno de nuestros tiempos, mis caballeros y yo vinimos aquí a conocer a los de este tiempo, algunos se quedaron en mi tiempo, así que no te preocupes por nosotros y el Olimpo no se dará cuenta, nos fuimos discretamente así que ningún Dios se dio cuenta de que ya no estamos allí. —termino con una sonrisa que nadie pudo explicar por qué los Santos del Siglo XVIII y los espectros tenían un mal presentimiento Regulus y Kardia por algún motivo sintieron odio que ni ellos mismos entendieron, su grupo vio el aura que emanaba de esa Atena, era un aura escalofriante y sin que ellos supieran Rhadamanthys y sus hermanos también podían ver esa aura e inmediatamente se pusieron delante de su Dios.

—Rhadamanthys, Minos, Aiacos ¿qué significa esto, que les pasa? —Hades los miro con enojo y con un ceño fruncido, pero el enojo no era dirigido para sus jueces era para esta Atena que se dirige a él con altanería y estaba preocupado por la reacción de sus jueces que nunca actuaron así.

—Disculpe Diosa Atenea, pero por más que usted diga que esto no afecta a ninguno de nuestros tiempos eso es falso las constelaciones se duplicaron y las Cloths, esto puede provocar muchas cosas que un simple cambio de ubicación — le respondió Rhadamanthys en tono serio y con todo el autocontrol que pudo reunir para no lanzarse a atacar, ya le dolía la cabeza de tan solo estar parado frente a ella.

Los Santos que estaban al pendiente de Defteros y de sus sucesores notaron un extraño comportamiento en el juez.

Hades suspiró y puso una mano en el hombro de su juez haciendo que este lo mire y sus dos hermanos también miraron a su Dios, Hades les dio un asentimiento y ellos aceptaron retrocediendo unos pasos quedando detrás de su Dios y por alguna razón Hades se sintió aliviado de que ellos retrocedieran y miro tanto a su sobrina como al intento barato de Diosa que posiblemente se convertiría en los Siglos venideros.

—Será mejor contactar con Poseidón por cualquier percance —dijo decidido y todos lo miraron con la boca abierta sorprendidos, sus jueces parecían que trataban de entender el porqué de su decisión y pandora lo miraba interrogante.

—¿Por qué tenemos que involucrarlo?, él debe estar durmiendo —Saori comenzaba a decir cualquier cosa para no involucrar al Dios de los Mares. Sasha la miro interrogante, decidiendo ella por su parte que el Dios de los Mares este presente, pero también estaba curiosa de porque a Poseidón.

Hades con una sonrisa altanera y de desprecio dirigido a la que se encontraba cerca de su sobrina —Para tu información la presencia de Poseidón es importante porque él también está regido por una que otra constelación en su ejército y más para sus Generales Marinos. Si por algún motivo esto lo afecta es capaz de irrumpir en el Olimpo y causar más de un escándalo y no te cuento que más podría hacer —movió levemente su cabeza para mirar a su sobrina para asentirle y muestra un ceño fruncido —por si no lo sabías sus Generales son muy importantes para él y no porque le sirven sino por el afecto que les tiene.

Los del futuro estaban confundidos con las últimas palabras del Dios de los Muertos en especial Milo que lo miro con duda, ya que recuerda que fue el mismo Dios de los Mares que se fue dejando a Kanon en el Santuario, aunque Kanon no se quejó, sino que lo acepto sin más, posiblemente porque él fue quien traiciono y engaño al Dios así que se merecía eso.

El Dios Hades y ambas Atenas se quedaron a conversar en como proceder con su pariente que es posible que provoque tsunamis si lo despiertan a la ligera, aunque Hades no quería estar cerca de la otra Athena se resignó a quedarse, dirigiéndole una mirada a sus jueces y hermana, les asintió para que ellos pudieran irse sus jueces asintieron y resignados se fueron junto a Pandora.

Estando más apartados del Templo del Patriarca los jueces se detuvieron, Pandora había decidido irse a caminar sin acompañante dejándolos a ellos sin más, Rhadamanthys se recostó sobre un árbol y cerraba los ojos, mientras sus hermanos iban a acomodarse.

Cuando volvió a abrir los ojos se encontró con Aiacos demasiado cerca de él con una mirada preocupada y Minos un poco alejado también lo miraba, pero disimulaba su preocupación, Rhadamanthys los miro interrogante.

—¿Puedo saber a qué se debe que me estén mirando así? —se puso a la defensiva por como lo miraban y Aiacos al oír su pregunta frunció aún más el ceño y su preocupación se volvió más profunda.

—Rhada, ¿Te encuentras bien? —el tono que uso Aiacos sonó tanto para Minos como para el propio Rhadamanthys como si estuviera aterrado por algo —te estuve llamando por un buen rato y no respondías y comenzaste a actuar extraño.

Esto lo desconcertó, no se dio cuenta de que Aiacos lo llamaba y menos de su comportamiento, se llevó una mano a la cara y suspiro —Estoy bien, Aiacos no me pasa nada —Aiacos todavía lo miraba con preocupación y recién hay fue que se dio cuenta de que su hermano le puso una mano en el hombro y está por alguna razón temblaba. Puso su mano donde estaba la mano de Aiacos y la apretó levemente.

Después de un tiempo Aiacos retiro su mano y se fue a sentar cerca de unos árboles, Minos y Rhadamanthys se miraron y siguieron a su hermano menor sentándose junto a él.

Aunque se sintieran incómodos por estar en el Santuario de Athena trataron de relajarse y el que parecía estar más relajado de entre los tres era Aiacos.

Minos tomo la decisión de comenzar él la conversación —ustedes, ¿también sintieron esa aura que emanaba esa Athena, no es así?— Aiacos y Rhadamanthys asintieron en respuesta y Minos suspiro —Que Mierda pasara ahora.

—Si ella se sigue comportando como lo hace es posible que en algún momento le declare la guerra al Olimpo — declaro Aiacos con un ceño fruncido.

—Y para el peor de los casos como dijo el señor Hades podría despertar al Titán Chronos y no solo a él, podrían despertarse los demás Titanes.— Se quedaron mudos por unos momentos tratando de calmarse —me pregunto como los Caballeros de ella no se dieron cuenta del aura que emana de ella.

Minos se encogió de hombros en respuesta —puede ser que se hayan vuelto ciegos al estar tanto tiempo con ella.

—Puede ser que ellos no se dieran cuenta debido a que algo interfiere y por lo que pude ver los Santos de esta era también actúan a la defensiva con ella y puede ser que una de las cosas que afecto en este tiempo esté relacionado con las barreras que se encuentran en algunas casas —Tanto Minos como Rhadamanthys parpadearon ante lo dicho por Aiacos, e inmediatamente los tres recordaron las palabras de su Dios sobre las constelaciones relacionadas con el Dios Poseidón.

—Si alguno de los Generales Marinos es afectado por algo de esto, uy la guerra que se desatara y es bastante probable que aparezca el Dios Zeus si el tiempo está involucrado.—dijo Minos con una sonrisa humorística, Rhadamanthys se dio un leve golpe con la palma mientras Aiacos suspiraba de resignación.

—Es muy probable que algunos de los Santos de este tiempo hayan caído así que hay que tener cuidado si esto involucra a los Marinos y en el peor de los casos también involucra a los espectros —dijo Aiacos con seriedad pero con preocupación en sus ojos. Tanto Minos como Rhadamanthys asintieron porque si esto llegaba a involucrar a los espectros su Dios no se quedaría de brazos cruzados y suspiraron simultáneamente por el comportamiento de su hermano, Aiacos lleva comportándose así desde que volvió a tener el cargo de juez, todo lo que quedo en sus ojos fue tristeza y dolor, ninguno de los dos se peleó con el otro para no angustiar más a su hermano.

El sol se iba ocultando y los jueces tomaron la decisión de volver con su Dios.

En las doce casas en especial la casa de Escorpio se encontraba Kardia junto a Dégel comprobando el estado de Yato. Kardia caminaba de un lado a otro mientras Dégel estaba con un libro, pero siguiendo con la mirada como Kardia iba de un lado a otro.

—Kardia cálmate, él sigue con vida está estable —le dijo Dégel intentando calmar a su amigo mientras le dirigió una breve mira al Santo de Unicornio que se encontraba en coma.

— ¡No puedo!, Ya esto es desesperante —admitió con irritación desordenando su cabello en un intento desesperado de quitarse el sentimiento que sentía —Primero tenemos a Defteros que se encuentra en coma mucho antes de que ellos llegaran, Segundo la aparición de estos Caballeros y su Diosa que más parece el demonio personificado y parece más malvada que el mismo Hades con el quién en cada doscientos años nos enfrentamos, Tercero estos Santos de Bronce que también cayeron en coma y por un momento pensé que se iban a morir y Cuarto, pero no menos importante la aparición del Dios Hades junto a sus tres jueces y Pandora, y dentro de poco el Dios Poseidón también vendrá. —Kardia pego un grito de frustración. Y al momento Dégel cerro rápidamente el libro y se fue a acercar a su amigo, poniendo una mano en su hombro en forma de apoyo mientras hacía aparecer su cosmos.

Dégel suspiro levemente, mirando a Kardia apretó un poco el agarre en el hombro de su amigo —Kardia cálmate todo irá bien, nosotros haremos todo lo posible para solucionarlo.

Después de un rato Kardia se empezó a calmar y resoplo.

Mirando por un momento la mano de Dégel que estaba en su hombro dirigió su mirada a su amigo —¿qué ocurrirá si esto no solo nos afecta a nosotros, sino también a los espectros de Hades y a los Generales de Poseidón?

Dégel frunció levemente el ceño, pero rápidamente remplazado con una sonrisa — si llegara a pasar eso nos pondremos en marcha para ayudar a nuestros camaradas y llegado el caso que terminemos en guerra no dudaremos en atacar —en respuesta Kardia se rio, ambos comenzaron a acercarse a la cama de Yato, Kardia lo vio con preocupación.

—¿Volverán, no? —el tono en que lo dijo era de incertidumbre y temor que Dégel nunca lo escucho de él.

—Claro que volverán, este chico no se rendirá tan fácilmente además él es Unicornio, pero nacido bajo la constelación de Escorpio— dijo con una leve sonrisa y Kardia igualmente sonrió.

Salieron fuera de la casa de Escorpio y vieron que ya había oscurecido, ambos se acercaron un poco a donde estaban las escaleras y miraron hacia arriba, el cielo estaba cubierto de estrellas, el viento que soplaba era ligero moviendo levemente las capas de sus Cloths y sus cabellos.

—Mañana será un día bastante largo —dijo de la nada Kardia y Dégel lo miro para luego responder con un asentimiento.

Al día siguiente

Todos se dirigieron a Templo del patriarca ya siendo mediodía, al entrar se encontraron con un escenario nunca antes visto para ninguno de los Santos de ambas épocas ni para los espectros de Hades. Dentro de la habitación sus Dioses estaban peleando la Athena del siglo XVIII miraba todo con cansancio y preocupación mientras el hombre que estaba a su lado miraba la discusión de ambas Deidades todos se dieron cuenta de que Sasha estaba bien sin ninguna herida, pero con el cabello y su ropa levemente mojadas en el caso de los Dioses que peleaban Saori tenía todo el cabello enmarañado, su vestido rasgado y totalmente empapada y Hades estaba levemente mojado y su cabello apenas desprolijo, pero con tanta pelea que le daba el clon de su sobrina se desalineaba más.

—¡Es tu culpa que me haya pasado esto! —le espeto furiosa Atena, dándole una mirada de disgusto.

—¿Perdón? Fuiste tú la que despertó abruptamente a Poseidón y te dije varias veces que no había que despertarlo de esa manera, además ¡no soy tu muro protector! —Hades le respondió ofendido.

Atena parecía preparada para comenzar una batalla por esa simple cosa y Hades se quedó quieto, mirando con indiferencia a su futura sobrina cuando ella atacó, y ni siquiera el báculo de Atena llego a estar a centímetros de Hades, debido a la rápida intervención de sus tres jueces que se pusieron frente a él, siendo Rhadamanthys el que detuvo el cetro mirando dicho objeto con un profundo odio y a su dueño con ira, Minos y Aiacos se pusieron a la defensiva al lado de Rhadamanthys.

Los Santos del Siglo pasado se dirigieron a su Diosa que miraba todo con preocupación y enojo, destinado el primero a Hades y el segundo a su contraparte futura, los Caballeros del futuro fueron con su Diosa, pero no se pusieron delante exceptuando a Aioros y Saga que se mandaron adelante, por algún motivo Milo sentía odio hacia su Diosa e intento disiparlo sacudiendo la cabeza, este comportamiento fue hecho también por Shura, Aioria y Dohko.

—¡Cómo te atreves! — rugió Rhadamanthys apretando los dientes mientras liberaba violentamente su cosmos seguido por sus hermanos.

Los Caballeros se pusieron a la defensiva mientras Saga y Aioros se preparaban para luchar encendiendo sus cosmos al igual que su Diosa, Sasha miraba a ambas partes y fue creando una barrera alrededor de sus Santos luego fue concentrando su cosmos para detener cualquier arrebato de Atena, sus Santos miraban detrás de la barrera con preocupación e incertidumbre.

—Que conste que nosotros no empezamos —dijo Manigoldo fastidiado.

—Manigoldo, esto es serio — le respondió Albafica con ceño fruncido.

—Lose y esto también, que ni se les ocurra meternos en esta próxima guerra que parece que se aproxima.

—Bueno, le acerté que este será un largo día —menciono Kardia perplejo.

—Totalmente, ahora nos toca rezar para que lo demás no ocurra —le respondió Dégel con preocupación mientras Kardia asentía.

—¿Cuánto a que el Garuda manda a volar al sucesor de Dégel? —el nombrado le alzo una ceja a Manigoldo y varios levantaron la mano.

—Yo creo que el Wyvern manda al Infierno al Géminis — comento Kardia y casi todos asintieron exceptuando a Sísifo y Aspros.

—Kardia, creo que en algún momento te volviste adivino —Dijo Regulus y algunos sudaron ante lo dicho.

—Bueno, ¿cuánto a que el próximo títere del Grifo será el sucesor de Sísifo? — término preguntando Albafica y todos lo miraron estupefactos y preocupados por la salud de su camarada y él los miró mientras se cruzaba de brazos y alzaba una ceja —Me canse de frenar a Manigoldo, si no puedo con él me uno —dijo encogiendo los hombros con indiferencia. Casi todos levantaron la mano, exceptuando a Sagitario y Géminis.

El desconocido que estaba al lado Sasha se estaba divirtiendo con los comentarios que soltaban los Santos de esta. Hasta que la atmósfera se puso pesada.

Atena encendía su cosmos que causo en sus Caballeros y en los Santos de Sasha como en esta y en el desconocido escalofríos, Sasha se preguntaba porque la futura Atena tenía este cosmos, El desconocido parecía perdido en sus recuerdos tratando de recordar cuando fue que vio ese cosmos en Atena, los jueces de Hades aumentaron el suyo preparados para cualquier ataque de esta Diosa, un cosmos repentino emergió envolviéndolos causando que se sorprendieran, salieron rápido de la sorpresa y miraron de quien provenía el cosmos y se sorprendieron que ese cosmos proviniera de su Dios.

Hades comenzó a acercarse con calma mientras Atena seguía diciendo cualquier cosa para provocarlo y comenzando a blasfemar contra los espectros y los mismos Jueces, esto causo que los jueces estuvieran a punto de lanzarse a atacar por todas las ofensas dirigidas a su Dios.

—¡Suficiente! —el grito de Hades detuvo en seco a sus Jueces y a los Caballeros de Atena y a esta misma que lo miro interrogante.

—Atena esto es suficiente, puedes blasfemar contra mí, pero en contra de mis espectros ¡Jamás! —Furia contenida se reflejaba en los ojos de Hades, dejando a sus jueces sorprendidos por lo que dijo.

—Bueno, esto tiene que acabar si no, no llegaremos nunca al asunto del que querían que yo estuviera presente —dijo el desconocido que ya todos tenían un nombre en común en sus cabezas.

La atmósfera se aligeró y tanto Sasha como Hades suspiraron aliviados, la primera deshizo su barrera siendo agradecida por su Santos por su preocupación y el segundo se acercó más a sus jueces y sin que ninguno de ellos se los esperara los rodeo con sus brazos y le compartió su cosmos para calmar a los de ellos que estaban aún alterados y para los tres jueces esto fue algo absolutamente nuevo que nunca pensaron que les pasaría quedando anonadados.

Todos los presentes se hicieron parecer que no vieron nada exceptuando a uno que miraba a Hades con una sonrisa juguetona en su rostro por el comportamiento desconocido pero a la vez familiar del Gobernante del Inframundo.

Habiendo dejado el incidente anterior exceptuando a los jueces comenzó la reunión junto al Dios de los Mares.

—Déjame ver si entendí, dices que ella —señalando a Saori —es otra de las reencarnaciones de la Athena aquí presente y esta viene de siglos más tardes —Hades asintió con la cabeza, pudo ver la tormenta que se aproximaba en los ojos de su hermano —y ella quiso venir al siglo de su anterior mandato para conocer a los antecesores de sus Caballeros — y Dichos Caballeros podían ver el creciente enojo del Dios de los Mares —además de que se llevó con ella a todas sus órdenes tanto la Dorada, la de Plata y la de Bronce dejando a solo unos Caballeros en su Santuario —la ceja de Poseidón no paraba de moverse de arriba a abajo tenía una sonrisa tensa, comenzó a girar lentamente su cabeza en dirección a la que será su futura sobrina para su desgracia —¡¿Estás loca o qué?! — Grito Poseidón enfurecido causando escalofríos a todos los presentes —¡Cómo se te ocurre dejar a unos cuantos! ¿Eres adivina para saber que nada les puede pasar en tu ausencia? ¡Te llevaste a todas las órdenes! No dejaste a ningún Dorado o tal vez alguno de Plata —Saori estaba a punto de objetar siendo rápidamente silenciada por Poseidón que le dirigió una mirada asesina — ¿Puedes estar segura de que no les pasara nada a tus Caballeros? —al terminar de hablar Poseidón respiro hondo y miro a su sobrina actual — Athena, Hades ¿qué es lo que aún no me han dicho? Por la expresión en los ojos de Athena me doy cuenta de que falta más por contarme y presiento que a ti también hermano.

Hades suspira y decide continuar —deberías ver a los Caballeros que se trajo con ella, todos tienen puestas sus Cloths y — Hades miro a los ojos de su hermano menor y continuo —las constelaciones de los que vinieron se duplicaron, y al Atena venir se trajo a Nike lo que conlleva que ahora haya dos báculos —la cara de Poseidón tenía más de un sentimiento y se encontraba perdido en su cabeza, pero uno fue el que lo alerto de sobremanera.

—¡Mis Generales! —El tono de alarma del Dios de los Mares alerto a todos y Hades miro a su hermano preocupado.

—Poseidón ¿qué puede ocurrir si esto continua? —Poseidón miro a su hermano.

—La persona puede morir y no una muerte simple sino a la destrucción de su alma —Asmita y su grupo se sin aliento ante lo dicho por el Dios Poseidón.

Poseidón dirigió su mirada a su sobrina y frunció el ceño ante la preocupación que expresaban sus ojos y suspiro —Athena que es lo que no nos has dicho por qué mi hermano no estaría tan tranquilo si se hubiera enterado de que algo ocurrió.

Sasha miro a Poseidón luego a Hades y no pudo evitar apretar más fuerte su cetro — es verdad, hace poco cuando ellos llegaron algunos de mis Santos comenzaron a desmayarse —miro con preocupación a sus Tíos y pudo ver como Hades se quedó mudo y Poseidón se sobresaltaba, y sin que ninguno se diera cuenta Rhadamanthys se puso una mano en la cara ocultando una mueca de dolor, sus hermanos miraban a su Dios preocupados y en un intento de mantenerse erguido se apoyó sobre una columna cercana.

Rhadamanthys miro su otra mano y la vio borrosa, su vista comenzaba a nublarse y en un intento quitarse lo que le pasaba se frotó los ojos con su mano libre aunque eso no ayudo, su respiración comenzó a entrecortarse, no podía respirar. A pesar de todo lo que le estaba pasando se mantuvo recto.

—¿Puede ocurrirle lo mismo a los Generales, Poseidón? —pregunto Sasha preocupada, la atmósfera era pesada y Saori no pudo decir nada en defensa.

—Sí, mis Generales en algunas épocas estuvieron conectados a algunas constelaciones, pero ellos también están resguardados por una protección —Hades y Sasha lo miraron interrogantes y Poseidón suspiro, sin mirar a la Atena del futuro respondió —Sí les cuento dire algo que puede poner en riesgo a mis Marinas así que mejor no lo digo. —Hades asintió aceptando junto con Sasha mientras Saori resoplaba.

—¿Esto podría afectar a mis espectros? —pregunto Hades, su tono sonaba inseguro y sus jueces lo miraron al igual que Poseidón.

—Lo dudo, ellos representan las estrellas malignas, puede que se relacionen con las constelaciones, pero eso no es tan fuerte como el de los Santos — respondió Poseidón y Hades suspiro de alivio.

Todos los presentes percibieron un cambio y no uno común, era del tiempo, vieron como el espacio se ralentizaba y sintieron que un cosmos exploto, giraron su cabeza para ver al dueño de ese cosmos y ese para sorpresa y angustia de Hades, Aiacos y Minos era Rhadamanthys.

El espectro del Wyvern tenía el cosmos encendido como si estuviera preparado para atacar lo que desconcertó a todos en especial a su Dios y a sus hermanos. Hades trató de acercarse a su juez, pero se dio cuenta de que no se podía mover al igual que los demás. De la nada empezaron a escuchar una risa que causo escalofríos a los Dioses presentes y terror a sus guerreros y Rhadamanthys se puso en posición defensiva mirando a un punto específico del salón, Minos y Aiacos trataron de llamar a su hermano, pero este no les prestaba atención.

—Vaya, no pensé que tu juez se percataría de mi presencia —una neblina oscura se juntó en el lugar donde el juez miraba, el aura que emanaba era terrorífica para todos los presentes —Pero bueno, este mocoso siempre estuvo presente en donde estaba así que consciente o inconsciente se daría cuenta —dijo la extraña voz con un tono aburrido.

—¡¿Quién eres?! —Hades pregunto con frialdad y dureza en sus ojos, Poseidón y Athena se encontraban cerca del Dios de los Muertos con expresiones serias y Saori miraba con sospecha al juez.

—¿Por qué no adivinan? —les pregunto con tono juguetón —Hades, Hades pobre de ti, te arrebataron lo que más amabas y luego te utilizan como un muñeco —dijo con una risa maniaca, Hades quedo confundido y furioso cuando iba a hablar la voz lo interrumpió —Poseidón, es un milagro que sigas con vida después de todas las cosas que viviste, perdiste a personas que apreciabas y otra vez las volverás a perder —el nombrado tenía una confusión en su mirada y un extraño sentimiento de dolor, antes de que la voz pudiera continuar un ataque se estrelló contra el lugar donde estaba la neblina, levantando una capa de tierra que cuando se dispersó ya no se encontraba ni el cosmos ni la presencia de lo que sea que estuvo ahí y el responsable del ataque no era otro más que Rhadamanthys.

El tiempo parecía volver a su ritmo normal y todos pudieron moverse, Rhadamanthys estaba quieto, parado después de ejecutar su técnica, Aiacos se dirigió hacia él para comprobar si se encontraba bien y antes de llegar a donde se encontraba vio como Rhadamanthys perdía el equilibrio y se desplomaba en el suelo con un estrepitoso ruido que sobresalto a todos.

Poseidón y Sasha miraron preocupados y sus Santos como los del futuro miraron en completo shock, Hades junto a sus dos jueces estaban preocupados y alarmados por lo que ocurrió y se acercaron corriendo a Rhadamanthys.

Sosteniendo a su hermano en brazos Aiacos comenzó a sacudirlo para despertarlo, pero nada lo despertaba, al poco tiempo el cosmos de Rhadamanthys se empezó a extinguir causando pánico en Minos y en Aiacos, Hades se apresuró a prestarle su cosmos para evitar que se extinga mientras escuchaba los desesperados llamados de Aiacos tratando de despertarlo —Rhada por favor despierta, ¡Rhada! ¡Rhadamanthys!


Después de varios meses, he vuelto!

Regrese de los más profundo del infierno! XD

Espero que hayan disfrutado del capítulo, nos vemos en la próxima :D