Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto.

La historia si es mía.

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Aquella semana había transcurrido muy lenta para el grupo de jóvenes ansiosos por descubrir el misterio.

Un viaje de 2 horas les esperaba.

Para las chicas había sido una hazaña responder las incontables preguntas del padre hyuga sin exponer su verdadero plan.

Cuando su padre accedió, no dudaron en salir corriendo al encuentro de sus amigos, con todo lo que creían necesario para el viaje.

-Playlist y aperitivos...- repasaba la rubia en el asiento de copiloto. - listo, vámonos.

-Tengo la dirección en el gps lista, abrochen sus cinturones - ordenó el rubio quien iba manejando.

Los dos azabaches estaban un poco incómodos de estar en la parte trasera juntos. Sensación que rápidamente se fue al darse cuenta de lo similares que eran. Conversaban amenamente sobre sus gustos en libros y música, muy diferente al reggaetón que sonaba en el auto,que tanto naruto como Ino cantaban despreocupados.

Ambos azabaches eran amantes fervientes del suspenso y series policiacas. Además de ser aficionados al rock ochentero.

-es aquí - dijo la rubia señalando una bodega grande con un diseño novedoso.

-¿porque me siento tan nerviosa? - expresó la peli azul a su amiga

-Debe ser porque venías con Sasuke - le susurró la rubia -veo que se llevan bien.

-Ah,si - se sonrojo un poco, pero dentro de si, sentía que aquel nerviosismo no se debía a la deducción de su amiga, ya que extrañamente, se sentía cómoda con él.

-es normal estar ansiosos, es como si fuesemos a revelar un secreto de mi familia- expresó el Uchiha a la hyuga.

Se sonrieron el uno al otro dándose valor, mientras sus amigos los miraban con complicidad, dándose cuenta de que algo estaba surgiendo allí.

-Hola buen día, buscamos a Sasori - le dijo el pelinegro a la bella recepcionista.

La chica lo miró de pies a cabeza, sin duda su atractivo cuerpo y rostro serían un buen molde para los diseños de Sasori.

-Claro, permítame comunicarme con el - le sonrió coqueta.

Durante la llamada, todo lo que pudieron escuchar fueron palabras vagas: si, es un buen prospecto, luce bien , es joven, son 4.

-Pasen, los recibirá en 10 minutos - dijo finalmente al terminar la llamada. Hinata sintió escalofrío al entrar en la sala de espera. Estaba tan limpio como un hospital, pero tan vacío y lúgubre como uno embrujado.

-Adelante - escucharon detrás de la puerta.

-Vayan ustedes, nosotros los esperamos aquí- hizo una pausa para observar a su alrededor- por cualquier cosa - explico la rubia a ambos azabaches, ella también sentía un mal presentimiento con el lugar.

Avanzaron con pasos rápidos y abrieron la puerta, entrando Sasuke delante y Hinata detrás.

-Oh por Dios, siento que regrese en el tiempo - dijo escépticamente el pelirrojo detrás del escritorio color caoba de la habitación. Los jóvenes se miraron con dudas.

-Buenos días señor Sasori -habló la morena - soy hinata hyuga y el es uchiha sasuke, laméntamos interrumpirlo en su ocupado día.

-No te preocupes, ¿que los trae por aquí?- el aspecto de el hombre que hablaba era como de un hombre de 30 años cuando mucho, parecía increíble que fuera él quien hubiese hecho los maniquíes.

-Tengo un maniquí antiguo que según la etiqueta fue fabricado aquí...quizás ...¿por su padre?

-¿mi padre? -enarco una ceja- Ja! Él era un soldador...¿tendrás alguna foto del maniquí? ...Aunque creo saber a cual te refieres. - dijo lo último en voz tan baja que fue inaudible para ellos.

Hinata mostró la foto en su teléfono al señor Sasori.

-¿L-Lo recuerda? - preguntó tímidamente, había algo en ese sujeto que la intimidaba.

-Por supuesto, lo hice para una de mis mejores amigas de la universidad. En aquel entonces apenas y era un sueño abrir esta fábrica. Supongo que podrás darte cuenta de tu parecido con él -la observo fijamente lo cual la hizo sentir incómoda- y eso es porque fue tu madre quien me pidió crear un maniquí i-den-ti-co a ella.

Un recuerdo fugaz de Nadeshiko desnuda frente a él en su estudio, mientras dibujaba cada parte de ella vino a su mente, hacer ese trabajo había sido agotador, pero le brindó mucha experiencia que le sirvió para poder complacer a su clientela más exigente.

-¿Mi madre? - la pregunta de la hyuga lo sacó de su recuerdo.

-Por aquel entonces era una famosa modelo y salía con un sujeto que era idéntico a este joven que te acompaña. -hizo una pausa para recordar- Creo que el maniquí era un regalo de cumpleaños... para él.

-¿Sabes el nombre de ese hombre? - preguntó curioso Sasuke, su tío jamás le había contado sobre su pasado, hasta donde sabía, Rin había sido su único amor.

-Ella lo llamaba Uchi solamente. Jamás me dijo su nombre, creí que era por ser famosa y el no. Pero ...luego me sorprendió que al poco tiempo se casara con tu padre -hizo una pausa para mirarla, era idéntica a ella -Después de eso no la volví a ver; hasta tu cumpleaños número uno. Cuando le pregunté que había ocurrido con "Uchi" y lo mucho que me sorprendió su repentino matrimonio,solo me pidió por favor que no tocara ese tema.

-Mi madre jamás me habla de su pasado, solo sé que era modelo por las revistas que mi padre tiene enmarcadas en su estudio

-Como si fuera un trofeo - escupió con un tono de repulsión -lamentó no poder decirles más.

-Ha sido muy amable - expresó Hinata al viejo amigo de su madre - nos ha ayudado mucho.

-Eres igual a tu madre, bella y gentil. Y tú eres igual a "Uchi", con cara de amargado y solitario - lo medito un momento, había una diferencia entre ellos dos- quizás lo único que veo diferente es que tú pareces más feliz. Hay menos oscuridad en tu mirada.

-¿Gracias? - dijo Sasuke sin saber las intenciones detrás de ese comentario.

-De nada, ha sido un gusto conocerlos, me hicieron recordar buenos tiempos de mi juventud. Salúdame a tú madre, Hinata. Y joven Sasuke...si alguna vez deseas un empleo bien remunerado, ven a verme, podrías ser un buen modelo para mis muñecos...

No supo porque, pero ese comentario le causó repulsión, casi lo hizo sentir sucio.

Ambos chicos salieron de la oficina para contarles todo a sus amigos y sobre todo, lo amable y tétrico que había sido el señor Sasori.

-Entonces tu mamá ... - la rubia señaló brevemente a Hinata para después señalar al moreno - y tu tío...

-Eso parece - dijo el azabache no muy crédulo - todo es muy extraño.

-Parece que el destino nos junto para resolver este misterio - dijo animoso el Rubio mientras abrazaba a los dos azabaches por los hombros.

-Proxima parada... la mansión Hyuga - como siempre, ino tomaba la delantera en hacer planes.

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Para fortuna de los 4 chicos, el cabeza de la familia se encontraba de viaje de negocios. Por lo que su entrada no causaría mayor revuelo, al menos eso pensó Hinata.

No tenía idea de cómo tomaría su madre el que ella supiera sobre ese romance de su juventud. Ni tampoco sabía muy bien cómo abordar el tema. Se despidió de sus amigos con mucha dificultad, ino no dejaba de insistir en que la necesitaría para hablar con su madre. Acusándola de tener un carácter demasiado blando.

Ino tenía razón, la necesitaba, pero sabía que no sería prudente involucrarla en ese tema con su madre.

El teléfono sonó en la mansion Hyuga.

-Buen día, habla al despacho de la empresa Hyuga, en que puedo ayudarle?

-Buen día, quisiera concertar una entrevista con la señora Nadeshiko Hyuga.

-Ella no concede entrevistas, debe haber una confusión

-Es para una revista escolar, en mi escuela hablamos sobre quienes deciden alejarse de sus carreras y ella es nuestra famosa más cercana. Nos gustaría saber cómo ha sido su vida desde que se retiró. ¿Hay alguna posibilidad de que nos reciba?

La secretaria miró a la señora de la casa brevemente,quien había escuchado la conversación. Con un simple gesto dio respuesta a su pregunta.

-No, no será posible. Hasta luego.

La llamada finalizó sin ningún éxito. Si quería información tendría que buscar otra manera de obtenerla, con el cabello rubio o azul, obtendría lo que quería.

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Al dia siguiente ambas amigas se encontraban en la escuela tramando como averiguar lo que tanto les intrigaba.

-te digo que lo mejor es pregúntaselo de frente, asi sabras si te miente

-muchas veces le he preguntado sobre su pasado y solo he obtenido negativas.

-pero esta vez tienes informacion que no puede negar

-¿y que le diré? Oye mamá soy modelo a escondidas tuyo y mi diseñador tiene el maniquí que le regalaste a tu ex

Ambas chicas se miraron derrotadas.

-Hola chicas ¿que traman? - un chico de cabello castaño y otro moreno se acercaron

-Kiba, Shino...h-hola - la peliazul saludo timidamente. Hacia mucho tiempo que conocia a ambos chicos, pero siempre se habia sentido atraida por el castaño. No es que particularmente fuera el chico mas atractivo que conocía, ese titulo bien podía dárselo a alguien más, pero había algo en su forma de ser extrovertida que simplemente le encantaba.

-Escucha Hinata ¿puedo hablar contigo en privado?

La rubia se exaltó por un momento dando un vistazo rápido de aprobación a la morena, sabia lo que el castaño le pediría y no podía estar mas que feliz por su querida amiga.

-C-claro kiba-kun - respondió la mencionada. Ambos se dirigieron hacia el estacionamiento, justo al convertible azul del chico que estaba por invitarla a salir.

-¿te parece bien a las 7? - la chica no daba crédito a lo que escuchaba. ¿Estaba soñando? Porque si era así su alarma no tardaría en sonar. Pero podía dejar de lado cualquier plan que tuviese ese dia para salir con él, así que cualquier horario estaba bien.

Después de asentir como una niña a quien le han ofrecido su dulce favorito, el castaño se despidió dándole un beso en la mejilla. Recordándole que seria él quién pasaría por ella a la hora acordada.

Salio casi corriendo de la escuela, dirigiéndose al lugar que sabía tendría lo necesario para esa noche.

-Hola Hinata que gusto verte por aquí- salio el rubio detrás de un mostrador para recibir a su mejor cliente- ¿donde esta ino? Creí que siempre estaban juntas.

Había salido tan emocionada hacia la tienda de moda que había olvidado por completo a su mejor amiga. Le enviaría un mensaje para decirle donde se encontraba.

Decidió evadir su pregunta y dejar que el joven siguiera sintiendo intriga por su amiga.

-Nos encontraremos mas tarde, estaba ocupada- sabia que esa seria la respuesta que su amiga querría que dijera. Algo que le hiciera preguntar al rubio que seria mas importante que tener un encuentro casual con él. -necesito un vestido.

La amplia sonrisa que le regalo la peliazul al rubio fue vista por unos ojos color carbón a través de un espejo, esos ojos iban entrando detrás de ella. Verla sonriendo de esa manera le hizo saber que algo bueno había ocurrido.

-Hinata - fue lo único que salio de sus labios

-Sasuke! Que bueno que has venido, Hinata necesita un vestido para... - hizo una pausa para que la mencionada hiciera mención de su evento.

-una...cita - dijo lo último tímidamente y con voz apenas perceptible. Fue obvio para ambos chicos lo avergonzada que se sentía.

Lo que más causo revuelo en el pelinegro fue la extraña sensación que sintió.

-puedes mostrarle los nuevos modelos y que se pruebe...

-Sasuke ya son las 5 en punto ¿recuerdas mi cita con el médico?

Los ojos del moreno se posaron fijamente en su amigo, por supuesto el no había mencionado esa supuesta cita con su médico. Traía algo entre manos y se lo dejo ver en sus ojos. Sería él, personalmente, quien atendería a la chica.

-de acuerdo puedes irte. - la amplia sonrisa de naruto fue evidente para los dos jóvenes que le acompañaban y ambos se despidieron haciendo un gesto con la mano cuando el joven salió casi corriendo del local. - pasa a mi estudio, te mostraré en lo que estuve trabajando hoy.

Apenas entrar al estudio se encontró con ese peculiar maniquí ,cubierto con un hermoso vestido blanco en corte ceñido al cuerpo con un cuello alto y una vista preciosa de olan en toda la parte izquierda del brazo. Dejaba al descubierto una parte de su espalda.

-Es hermoso - la vista maravillada de la ojiperla dejaba cautivado a cualquiera, el joven frente a ella no sería la excepción. Durante todo el tiempo que ella miró el vestido, sasuke no dejó de mirarla a ella.

Pensaba en lo bien que luciría vistiendo su diseño y en como no quería que el chico de su cita disfrutará de la imagen que ya rondaba por su mente.

-Esto es demasiado para una primera cita - dijo la peliazul despues de pensarlo un rato. Por supuesto el azabache no podía estar mas de acuerdo. - buscaba algo mucho más sencillo.

Detras de su escritorio se encontraban algunos vestidos sin terminar. Buscó entre ellos alguno que no dejara a la vista ningún encanto de la chica.

Seleccionó uno bastante holgado, apenas y se ajustaba a su cuello. Cuello redondo arriba de su clavícula y largo hasta debajo de la rodilla. Además de tener mangas largas abombachadas. Un vestido que iría bien con unas botas de montaña.

La chica parecía satisfecha, aunque el azabache sabia que luciría mucho mejor con otro atuendo decidió darle un toque extra a su outfit.

-este cinto hará marcar un poco tu cintura - paso sus brazos alrededor de ella para ajustarle el accesorio. Al levantar su rostro este quedo peligrosamente cerca del suyo. Una mirada intensa y furtiva a sus labios termino con el acercamiento, la electricidad que ambos sintieron los impulso a alejarse.

-m-me parece bien Sasuke-kun...pero me gustaría que lo ajustaras un poco más del escote... - se moria de pena por decir aquello, pero era algo que necesitaba,pues le quedaba muy holgado.

-Por supuesto - nuevamente la rodeo con sus brazos para poner las guias que le servirían a la hora de hacer el ajuste. Él joven había hecho esto cientos de veces y esta era la primera vez que se sentía asi de nervioso. Simplemente no entendía que estaba ocurriendo. -te lo llevare a tu casa cuando este listo.

Se alejo rapidamente de la chica para huir de esa extraña sensacion que le provocaba. Normalmente le haria esperar 10 o 15 minutos para el ajuste, pero se sentía tan incómodo que no quería tenerla alli. Debía reponerse primero y además, aunque no lo reconocería jamas, le daba curiosidad saber con quién seria su cita. Fue un alivio cuando la joven aceptó y se despidió con prisa.

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La hora acordada estaba por llegar y dos chicas estaban esperando el atuendo.

La rubia ya había ayudado a la peliazul a tener un maquillaje impecable, mientras su amiga se dedicaba a disculparse por olvidarse de ella.

-ya te dije que no importa, además me sirvió para saber que Naruto sí está interesado en mí... me llamó preocupado en cuanto salió de la boutique.

-¿Ya no crees que sea gay?-pregunto con interés la peliazul.

-No lo creo, ya me explicó el mal entendido. Al parecer había tropezado mientras le hacía mofa por el coqueteo de una cliente a Sasuke que se marchó justo antes de que llegáramos nosotras.

-Oh - por supuesto, Sasuke era un hombre atractivo, claro que habría mujeres coqueteando con él. Por otro lado,se sintió aliviada de que su amiga no estuviera molesta. Reviso la hora y encontro qué faltaban solo 10 minutos para la siete. Escuchó un auto estacionarse frente a su casa.

Para su mala suerte, no advirtió a sasuke que no tocara el timbre, así que la ama de llaves le hizo pasar a la sala principal, dónde tendría un encuentro con su madre.

Rápidamente bajo las escaleras para evitar que el encuentro sucediera, pero fue demasiado tarde.

Su madre, bastante sorprendida, miraba al joven como si viese un fantasma. Se percató que el joven miraba a alguien detrás de ella, impasible y precavida, se giro un poco para ver a su hija.

-Ve a tu habitación. - fue la orden directa que salió de su boca. Ella obedeció de inmediato, su madre era bondadosa, pero si era retada no mostraba piedad.

-Si madre- toda sonrisa se esfumó del rostro de hinata. Lo que ocurrió esa noche lo sabría días después.

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-Me divertí mucho kiba-kun - dijo la peliazul en aquellos jeans de cuero y blusa lila sin mangas. Le hubiese gustado que sus palabras fueran sinceras, pero la intriga de saber porque su madre tenía esa expresión no dejaba su mente.

Eso sin tomar en cuenta lo poco en común que tenía con el chico castaño. Habían visitado un refugio de animales e ido a cenar a un restaurante de sushi de la ciudad.

Las bromas eran frecuentes en su conversación y aunque estaba segura que era graciosas, no lograban apartar su mente de Sasuke. ¿Qué había ocurrido con su vestido?

-Hinata - le obligó a volver de sus pensamientos - sé que te preocupa y no debe preocuparte- dijo muy seguro el chico frente a ella - yo solo te besaré esta noche. Lo que hallas escuchado no es verdad..

-No, no es eso kiba-kun, yo no... no pienso mal de ti - dijo mientras abría la puerta para entrar a su casa, dónde tendría que confrontar a su madre.

Se giró brevemente, donde muy quieta, esperó que el joven se acercara a darle el tan anhelado beso, con el que había soñado innumerables veces.

-Descansa princesa - sello su despedida con un dulce beso en los labios, que habría hecho derretir a la hinata de hacía unos meses, la cuál no se encontraba presente ahora.

Con una sensación agridulce atravesó la puerta. Encontrando a su madre en el sofá esperando por ella.

Comenzaría el interrogatorio, desgraciadamente, estaba del lado equivocado.

-¿De dónde te conoce el joven uchiha?

Su madre no era una persona que se fuera con rodeos.

-él es dueño de una boutique en el centro de la ciudad, tiene ropa hermosa y...

-No puedes verlo nunca más

-Madre .. ¿Por qué?

Se miraron fijamente una a la otra, esperando leer en sus miradas lo que no eran capaces de decir. ¿Que significaba el uchiha para su hija? ¿Porque su madre le pedía tal cosa tan firmemente?

-No puedo decirte, pero, por favor, que tú padre no se enteré que él estuvo aquí, ni que has tenido contacto con él de ningún tipo.

-Madre es solo un chico y es mi amigo...

-No puede serlo... no él. Prometelo Hinata - la preocupación en sus ojos la desconcertó demasiado.

-Madre yo...

-Prometelo - fijo su mirada en su hija, esperando que su petición fuese suficiente y que no hiciera demasiadas preguntas. La afirmación de su cara bastaría.

-No, yo merezco saber el porque... - dijo firmemente, no sabía como había podido decirlo, pero estaba cansada de siempre ser sumisa y acatar todo sin saber porque. Dejando de lado el modelaje, claro.

Un suspiro de cansancio salió de la boca de nadeshiko, hablar del pasado no era su tema favorito. Esperaba jamás tener que hacerlo.

Pero Hinata había cambiado, no estaba segura del porque, pero de su hija obediente y silenciosa quedaba poco.

Su única opción ya era resignarse y pensar muy bien que le diría, agobiarla con detalles innecesarios no era lo mejor, sobre todo con hiashi en casa.

-Mañana, tu y yo iremos a desayunar fuera. No menciones nada y tendrás las razones.

Fue lo último que le dijo a su hija antes de salir de su habitación. Tendría toda la noche para pensar en su historia, pero sin pensar, en que su hija tendría tiempo para pensar en las preguntas.

Tenía que hablar con Sasuke antes de hablar con su madre. Seguramente él le daría buenas ideas.