¡Hola! Estoy de regreso después de una semana laaaarga de trabajo. Acá en Japón acaba de terminar el obon y en el rubro que estoy es temporada alta. Así que fueron días de mucha exigencia. Pero ya está. :D
Este es el capítulo más largo de todos, así que en compensación por la espera. ;)
Ranma 1/2 no me pertenece. Tomo prestados los personajes para armar una historia para divertirme y de ser posible divertir a otros.
Mini glosario:
Gi = traje de artes marciales
Hiryuu shotenha = técnica del dragón volador, creo que le habían puesto. Una de las técnicas que usa Ranma donde va formando un espiral llevando a sus enemigos al centro para con un solo golpe, la energía acumulada forme como un tornado.
engawa = es la galería de las casas japonesas tradicionales donde se sientan a contemplar el jardín
Capítulo 13
La luz que se cuela por la ventana me hace abrir los ojos con pereza. Siento la calidez del cuerpo femenino que encaja perfectamente en el mío. La tengo abrazada por la cintura como casi todos los días desde que me levanto con ella, ni en sueños quiero despegarme un segundo de su lado. Recuerdos de la noche anterior vienen a mi mente y no ayudan en nada a mi erección matutina. Como anoche me encargué de lamer cada rincón de su cuerpo, hoy siento la garganta seca. No quiero despegarme de ella pero necesito tomar agua, así que sigilosamente sin despertarla salgo de la cama y así como estoy en boxers salgo de la habitación.
Cruzo la puerta y me encuentro de frente con Ryoma que me mira de arriba abajo y luego mira la puerta de la habitación desde donde salgo. No le cuesta atar cabos y se pone súper colorado al segundo. Yo tampoco sé dónde meterme, una cosa es no ocultarle nada y otra cosa es encontrarme saliendo de la habitación solo con boxers. – Buenos días – alcanzo a decir mientras me rasco la cabeza de los nervios por haber sido pillado in fraganti. Para empeorar la situación escucho un – buenos días, hijo. – desde mi otro costado y veo el rostro de mi madre más iluminado que el mismo sol. Había olvidado que se habían quedado a dormir en casa. Ryoma sale corriendo escaleras abajo abochornado mientras dice que se va a la escuela. Y si pensaba que no podía incluso ser peor, mi madre luego de escanearme de arriba abajo deteniendo su vista por un momento más largo en mi única prenda, lanza el comentario más vergonzoso jamás… - Estás hecho todo un hombre, Akane-chan es muy afortunada.
Creo que enrojecí hasta los hombros y me debe haber dado fiebre de golpe, me tapo con las manos sin disimulo. - ¡Mamá, por favor! – la erección que tenía desapareció en el aleteo de un colobrí.
- Hijo… te cambié los pañales y te he bañado cuando eras pequeño, no hay nada que no conozca.
- Te suplico que no sigas. Tengo que ir al baño. Por favor, no le digas nada a Akane.
- No estás haciendo nada malo como para ocultárselo, pero si eso es lo que quieres.
- Sí, por favor. – y salgo disparado al baño. Ya dentro me sacudo el pelo y me lavo la cara con agua helada para quitarme el calor del rostro. Creo que nunca viví algo tan vergonzoso en mi vida. – Mejor me ducho rápido con agua fría.
Cuando salgo del baño y regreso a la habitación veo que la cama ya está hecha y que no hay nadie en la habitación. Hubiese querido acurrucarme con Akane un rato más, pero no estoy de suerte. Me pongo una camisa sin mangas y unos pantalones de gimnasia para bajar a desayunar y me encuentro con mi madre y Akane ya sentadas en la mesa. Akane con un notable rubor, menos mal que le dije que no dijera nada.
- Te traigo el desayuno, hijo. – mi madre se para y se dirige a la cocina.
Akane me mira aún con las mejillas rojas y me da los buenos días cohibida. Me siento a su lado y le doy un beso en los labios a modo de saludo. - ¿Qué te dijo mi madre?
Me susurra por lo bajo - ¿Me preguntó si disfrutamos anoche? Si fuiste lo suficientemente masculino. ¿Puedes creerlo? – me dice indignada. – No tengo idea de cómo se enteró.
Finjo demencia ante su comentario. – Ni idea, mi madre tiene un sexto sentido. – Pero verla así con las mejillas teñidas de carmín me trae imágenes de anoche y hace que mis hormonas se alteren de nuevo. Tomo su mano en la mía y me acerco engreído a su rostro – Yo te vi disfrutarlo mucho…
Me da un codazo en las costillas – pervertido – dice inflando los cachetes y desviando la mirada ruborizándose aún más.
Mi madre entra con mi desayuno y me pongo a comer con ganas. Tanto "ejercicio" ayer me dejó con hambre y sed.
- Bueno, hijos. Me voy retirando para que puedan hacer sus actividades, voy a llamar a tu padre. Igualmente saben que pueden contar conmigo para lo que necesiten. Este sábado es el torneo de Ryoma, ¿verdad?
- Sí, comienza a las 3 de la tarde.
- Seguramente le irá excelente. ¿Les parece celebrarlo luego?
- Me parece bien. Podemos invitar a Ryoga y Ukyo también. Ya que Ryoga me dijo que iría a verlo en el torneo. Después de todo, le ha enseñado algunas cosas.
- ¿Ryoga es sensei de Ryoma? – pregunto con curiosidad.
- Ha dictado algunas clases, cuando no se pierde y llega a tiempo.
- Por qué no me extraña…
- En estos días tenemos mucho para celebrar, estoy ansiosa por el sábado. – dice mi madre juntando las manos.
- ¿Qué otro evento hay aparte del torneo?
- Hijo, qué pregunta es esa. En menos de un mes es tu cumpleaños.
Como hace tanto que no lo celebro no lo tengo en cuenta – Es cierto…
- Y al otro día es el de Akane-chan. Así que ahora que están juntos, ¡hay que hacer una fiesta a lo grande! – exclama feliz.
El cumpleaños de Akane… menos mal que mi madre lo nombró, así tengo tiempo para pensar qué regalarle.
Hoy es nuestro día de descanso, pero Akane tiene que ir a hablar a algunos dojos para organizar una exhibición de artes marciales para el mes próximo. Me pide que la acompañe, así de paso también conozco a los otros dojos y sus respectivos senseis y de paso me presento como uno de los instructores del dojo Tendo.
La semana se sucede tranquila, con el enano estamos entrenando todos los días. Hoy quedamos con Ryoga para hacer la práctica. Lleva dos horas de atraso, menos mal que Akane me sugirió pedirle que venga una hora antes de la llegada de Ryoma del colegio, así que se podría decir que hace una hora que empezamos sin él.
Finalmente Akane entra sonriente al dojo – Miren con quién me encontré de regreso de las compras.
- ¡Hasta que por fin apareces! El enano está por cumplir 10 años esperándote.
- ¡Ranma! ¡No te burles! ¿Así me recibís cuando vine desinteresadamente a ayudar?
- La próxima vez pedile a Ucchan que te traiga de la manito.
Me toma del cuello del gi – Como sigas te voy a partir la cara.
- ¡Ja! A ver si puedes darme un solo golpe.
- ¿Podemos practicar? – Ryoma nos mira impaciente.
Me quito las manos de Ryoga de encima – Empecemos, ya se nos hizo demasiado tarde.
- Hoy lo dejamos hasta aquí solo por Ryoma-kun. Pero me debes una pelea, Ranma.
- Estoy listo cuando quieras.
- ¿Podemos? – vuelve a repetirnos Ryoma tironeándonos de la ropa a ambos.
- Bien, esto es lo que vamos a hacer. – Intento volver a ser el adulto del lugar. - Ryoma viene practicando básicamente a defenderse, porque atacar se le da bastante bien. Pero ahora necesita combinar las dos cosas y también no ceder a la provocación de su oponente.
- Entonces, ¿qué tengo que hacer yo?
- Primero quiero que Ryoma vea bien cómo se hace. Así que yo voy a atacarte mientras te voy provocando y molestando, tienes que mostrarte concentrado en el objetivo que es cuando veas una abertura marcar un punto.
- Perfecto.
Nos ponemos en posición y Ryoma nos da la orden para empezar. Se queda observando atento desde el costado.
Comienzo a atarcarlo y Ryoga puede esquivar todos mis golpes. - ¿Dónde te dejaste el silbato niño perdido? – Una sonrisa de lado aparece en su cara y continúa defendiéndose.
- ¿Crees que una provocación así puede hacerme algo? – dice altanero.
- Después llamamos a Ucchan para que venga a buscarte y te lleve de la manito.
Ahora empieza él a atacarme feroz.
Le detengo sus golpes. - ¡Idiota! Tienes que mostrarte concentrado.
- Cómo voy a mostrarme concentrado si me estás buscando.
- Ese es el punto, no caer ante la provocación.
- Lo siento, tienes razón. Vamos otra vez. Me distraje por un segundo.
Comenzamos el intercambio por segunda vez.
- Me dijeron que Ucchan tiene que ponerte una correa para que no te pierdas dentro de tu casa.
Una vena empieza a palpitar en su sien.
- No me vas a ganar ni en cien años.
- ¡Eso ya lo veremos!
-Y comienza a tirar golpes nuevamente. Ahora soy yo el que se defiende. - ¡Estúpido! Te dije que no caigas ante las provocaciones. Sigue lanzando golpes, patadas, barridas. Esquivo todos y cada uno de sus ataques. No puede ser tan obtuso, parece ser que seré yo el que se defiende entonces. – No puedes darme ni uno. – Aumenta su velocidad y mi cuerpo empieza a moverse solo trazando un espiral.
- Escuché que tienes una rara afición por los cerdos.
- ¡Cállate!
- Oink oink
- ¡Te mataré!
Una abertura. Marco el golpe sin tocarlo pero una energía huracanada sale desde mi golpe, la cual hace que Ryoga sale despedido hacia la otra punta del dojo. ¿Qué demonios es esa técnica? Voy a ayudar Ryoga a levantarse. - ¿Ryoga estás bien?
Se levanta algo cabreado – Pensé que habías perdido la memoria. ¿Aún recuerdas esa técnica?
Yo aún sorprendido. – Mi cuerpo se movió solo…
- Voy a empezar a pensar que te acuerdas de lo que te conviene. Igual que lo de cerdo.
- Eso me lo comentó Nabiki. Que yo siempre te decía así y que te enojaba bastante. ¿Pero qué demonios fue esa técnica?
- Es el Hiryuu shotenha.
- Hiryuu shotenha…
- Usas la energía de tu oponente generando una espiral para luego lanzar un golpe que hace fluir toda ese energía hacia el centro del espiral.
- Es usar la ira de tu oponente… y uno mantenerse relajado y frío. Debo haberla practicado tanto que mi cuerpo recuerda cómo hacerla.
- Y lo hiciste. Incluso me usaste como tu conejillo de indias esa vez.
- ¡Eso fue genial! – exclama Ryoma sorprendido saltando a nuestro lado. - ¡Quiero usar esa técnica!
- Lo siento enano. Solamente quería mostrarte la importancia de un ataque sorpresa durante la defensa.
- ¡Pero quiero aprenderla!
- Contamos con poco tiempo para eso. Para la técnica de ahora se necesita de una energía de enojo por parte de tu oponente, una energía descontrolada. Necesitas de un contrincante como tu tío Ryoga, es decir un imbécil que no puede controlarse.
- Quiero intentarlo al menos. ¡Por favor!
- Mmmm, lo más probable es que no puedas sacar todo su potencial ahora, además de que no vas a poder usar en el torneo.
- No me importa. Pero quiero probar al menos.
- Bueno…pero podemos aprender algo de ella. Al menos su base es lo que quiero que aprendas.
- Entonces ¿podemos intentarlo? – pregunta entusiasmado.
- Te la enseñaré completa luego del torneo, pero ahora nos ayudará a aprender a tener la mente concentrada y en frío. Solo practicaremos eso y luego del torneo la haremos completa. Ese es el trato. ¿Hecho?
- ¡Trato hecho!
- Ve a buscar tus protectores. – se va emocionado.
- ¿Estás seguro Ranma? Si no la aprende bien podría frustrarlo – me dice Ryoga susurrando.
- Con lo perseverante que es este enano no te preocupes que no se frustrará. – contesto confiado.
- ¡Estoy listo!
- Muy bien. Lo primero es entonces mantener la calma y no caer a las provocaciones. Yo te atacaré y cuando veas una abertura golpeas.
Afirma con la cabeza.
Ya hace dos minutos que está puramente defendiendo muy concentrado. Se nota que su esfuerzo ha dado frutos. Empieza a moverse en un espiral bastante desprolijo.
- Nenito de mamá.
Abre los ojos enormes y se lo nota molesto. Pero intenta volver a concentrarse, el Ryoma de antes habría reaccionado de otra manera.
- ¿Cansado enano?
Ese comentario le molesta menos pero no es suficiente.
Detengo mis ataques - ¡Te estás desconcentrando!
- Es que, estoy pensando en cómo movías para copiarlo.
- Ya dijimos que los detalles los veremos después. Recuerda, no caigas a la provocación. Además, si no puedes asestarme un solo golpe ni siquiera vamos a poder empezar a ver esa técnica.
Baja la cabeza algo decepcionado.
- ¿Vas a rendirte tan rápido?
- ¡No! Perdón. Haré lo que me digas.
- Solo concéntrate en buscar la abertura, pero no dejes de mover tus piernas, siempre mantén la distancia.
Afirma nuevamente.
- ¿Estás listo?
- ¡Espera!...Quiero hacerlo sin los protectores. – dice convencido.
- Pero Ryoma-kun, si te llegas a lastimar antes del torneo… - dice preocupado Ryoga.
- Igual quiero hacerlo.
Observo la determinación en sus ojos, es tan cabeza dura como su madre.
- Me parece bien, pero si llego a pegarte, tú te las verás con tu madre. ¿De acuerdo?
Un poco de duda aparece en su mirada y traga sonoramente. – De acuerdo.
Me pongo frente a él – Bien. Empecemos.
Ambos saludamos, nos ponemos en posición y Ryoga nos da la señal de comienzo. Lo ataco con golpes, patadas, barridas, todo lo que hemos practicado todos estos días. – ¿Dónde está tu mami? – no hay reacción.
- ¡Te rompí todos tus juguetes! – sigue concentrado.
Le saco la lengua, le hago caras graciosas y sigue concentrado. Está tan concentrado en mis movimientos, acomodándose a mi ritmo, a mi velocidad que no se da cuenta que sus pasos ahora son más fluidos. Cuando estiro mi puño a su rostro da una patada que de no cubrirla con mis brazos me hubiera dado con fuerza. Me hace retroceder un par de pasos, fue una patada espléndida que me tomó de sorpresa.
Está sudando y respirando con dificultad, pero sonríe ampliamente y levanta los brazos festejando su logro. - ¡Lo hice! ¡Te pegué! ¡Pude hacerlo!
Ryoga se levanta contento y le sacude sus cabellos mientras lo felicita.
Yo lo miro orgulloso y le extiendo el puño. Me mira y me devuelve una sonrisa mostrándome los dientes mientras choca su puño con el mío. – Lo lograste, enano.
El día del torneo ha llegado, vamos todos en familia a alentar a Ryoma en su primer torneo. Nuestros padres junto a las hermanas de Akane van a buscar un lugar para sentarnos. Ryoga y Ucchan llegarán un poco más tarde, esta vez Ucchan es quien lo traerá a él para garantizarse el llegar a tiempo.
- Tengo que ir a llevar estos papeles y acompañar a Ryoma a los vestuarios. ¿Por qué no vas con todos a sentarte? Los veo luego.
- De acuerdo. – bajo la mirada al enano que se lo ve algo nervioso. Lo despeino y cuando levanta la cabeza a verme le sonrío ampliamente. – Va a salir todo bien. – Solo afirma con la cabeza.
Veo a Akane alejarse con Ryoma a dar el presente y entregar los papeles para que le digan en el orden que serán los encuentros. Entro a la sala donde serán el torneo, es un lugar bastante grande y está lleno de familias. Encuentro la mía no muy lejos de donde estoy y voy a sentarme con ellos. Me siento al lado de mi madre. - ¿Ryoma-kun, está nervioso? – me pregunta.
- Creo que está un poco nervioso. Por más que no sea su primera pelea, el sentir que te están evaluando nunca es agradable.
- Seguro que le irá de maravillas, después de todo es mi nieto.
Una sonrisa se forma en mis labios, a pesar de no ser su nieto de sangre, mis padres adoran a Ryoma. Es un niño muy afortunado. Pasan los minutos y algunos niños que no participan del torneo en sí hacen demostraciones de destreza junto con sus escuelas.
Ukyo y Ryoga no tardan en llegar con su pequeña hija y se sientan a mi lado. - ¿Nos perdimos mucho?
- Están por comenzar. Hasta ahora hicieron solamente demostraciones de destreza las diferentes escuelas.
Escucho la voz de Kasumi - ¿Akane, pasó algo?
Todos volteamos la vista a Akane que se nota que vino corriendo. – Todo está bien. Ryoma quiere verte Ranma.
Me señalo con el dedo. - ¿A mí?
- Sí, ven por favor.
Sigo a Akane hacia lo que parecen ser los vestuarios. - ¿Le pasó algo?
- Creo que está muy nervioso. Me dijo que necesitaba hablar contigo.
Entro al vestuario y ya está cambiado para salir pero se lo ve notablemente nervioso. Akane cierra la puerta quedándose afuera dándonos privacidad.
- ¿Qué sucede enano?
Juega con sus dedos como dudando de sus palabras. Me arrodillo en el piso para quedar a su altura.
- Antes…hace tiempo…me dijiste que los torneos no son la gran cosa… que no se comparan a un combate real… ¿qué pasa si pierdo entonces?
- Ryoma… en parte estaba equivocado. Es cierto que los torneos no son iguales a los combates reales porque tienen reglas que te limitan. Pero, la realidad es que como artistas marciales, fuera de los torneos también tenemos límites. ¿Recuerdas lo que te dije cuando te peleaste por tu mamá con un niño mucho mayor que tú?
- Que eso estaba mal.
- ¿Y por qué?
- Porque no es artista marcial.
- Exacto. Nosotros no podemos pelear con cualquiera, no podemos abusar de nuestra habilidad con alguien que no tiene nuestra condición. Sino es abusar de los débiles. Ni hablar de mujeres, nosotros los hombres no debemos pegarles a las mujeres. No podemos tampoco pelear con otro artista marcial y hacer cualquier cosa. Siempre tenemos que buscar que la pelea dure lo menos posible y hacer el menor daño posible, buscar ganar para que la pelea termine.
- ¿Y pero entonces cómo sé hasta dónde?
- Eso es lo difícil de medir en una pelea real. O sea, no hay nadie que nos proteja ni proteja al otro. Entonces nosotros mismos tenemos que limitarnos para encontrar el punto justo. Es cierto que en un torneo, uno no puede usar todas las técnicas que se quiere porque no todas están permitidas. Y eso significa que hay que ganar con menos herramientas. O sea, no es tan fácil como se cree. Por eso, lo que estás haciendo es increíble.
Se ruboriza ante mi comentario. - ¿En serio lo crees?
- Nunca te mentiría sobre las artes marciales. Y no te voy a decir que ganar no es importante, porque lo es. En una pelea siempre hay alguien que gana y alguien que pierde. Pero lo más importante es que si pierdes, no te des por vencido, solo hay que prepararse más para la siguiente.
- Pero si pierdo, todo el esfuerzo que hice…
- Todo el esfuerzo que hiciste te llevó hasta aquí. Y ya por eso tiene valor. Toda tu familia está orgullosa de que estés aquí y por supuesto quieren que ganes. Pero los que los trajo aquí es venir a acompañarte. Ganes o pierdas ellos van a seguir estando para ti.
- ¿Y qué pensarás … qué pensarás tú si pierdo?
- Yo solo pienso en cómo enseñarte la técnica del Hiryuu Shotenha como te prometí. No en si ganas o pierdes el torneo.
- Entonces, ¿me seguirás entrenando?
- Te hice una promesa y la voy a cumplir. Palabra de Ranma Saotome.
Vuelve a enseñarme su sonrisa, esta vez más confiada y me da un abrazo. Quedo perplejo por un segundo, pero le devuelvo el abrazo y lo separo de mí tomándolo fuerte por los brazos. – Da todo de ti, usa todo lo que aprendiste hasta ahora, no te guardes nada.
Da una fuerte afirmación con la cabeza y salimos del vestuario. Akane está esperando afuera y me mira impaciente. Le guiño el ojo en señal de que todo está bien. Abraza a su hijo y le desea suerte. Cuando el enano se va hacia los bancos donde están todos los competidores Akane me mira con los ojos entrecerrados. - ¿Por qué prefirió hablar contigo antes que conmigo? ¿Qué es lo que hay entre ustedes?
- ¿Celosa? cosa de hombres, Akane. – le digo a modo de chiste.
Me mira con desconfianza para luego regalarme una de sus sonrisas y darme un corto beso en los labios. – Gracias por hablar con él. Se lo ve más tranquilo ahora.
- Seguro que irá todo bien. ¿Vamos a sentarnos?
- Vamos.
Miramos atentos todas las peleas comentando acerca de las técnicas y habilidades de los distintos contrincantes. Y cada vez que Ryoma sale a pelear levantamos pancartas y alentamos como nadie. Hasta ahora ha ganado todas sus peleas con bastante ventaja, realmente resalta por sobre el resto de los contrincantes. No por nada está criado en familia de artistas marciales y se nota su esfuerzo diario en sus movimientos. A pesar de no ser su padre no puedo evitar sentirme orgulloso. Akane está que se le cae la baba por su hijo y sumamente emocionada.
Ha pasado a la final y no podemos estar más contentos. Akane se va para darle las recomendaciones finales y felicitarlo por su desempeño hasta ahora. Decide quedarse cerca de su lugar de salida para esperarlo cuando el combate termine. Veo que intercambia unas palabras con él y Akane me busca con la mirada. Cuando me encuentra me hace un gesto con la mano de que vaya para allá con ellos. Cuando llego Ryoma ya fue llamado para ponerse en el centro del ring y saludarse con su oponente.
- Me pidió que lo esperemos aquí. – me explica Akane y lleva su mirada al cuadrilátero.
La pelea da comienzo. El otro niño es un poco más alto que Ryoma y por lo que me dice Akane también es de familia de artistas, por lo que tienen contextos parecidos. Fue uno de los chicos que mejor se desempeñó en todas las peleas, se nota que tiene mucha fuerza para su edad y maneja muy bien muchas técnicas. Se le abalanza lanzando rápidas patadas combinadas que hacen retroceder a Ryoma. Seguidas por golpes con sus puños a los que Ryoma está esquivando de manera grácil, es casi como verme en un espejo. El otro niño después de un largo intercambio respira copiosamente, Ryoma no ha dado un solo golpe hasta ahora y solamente lo ha estado esquivando.
- ¡Tienes que golpearlo Ryoma! – grita Akane desde su lugar. Claro, en el caso que ganen por puntos, no importa que Ryoma haya tenido mejor desempeño, pueden pensar que no tiene intención de pelear y restarle puntos por eso. Hasta ahora no ha hecho muestras de intención de ataque.
Veo que mueve los labios con una sonrisa pedante, pero no llego a escuchar qué le dijo por los gritos del público. Su oponente se pone rojo y se lanza a él con más fuerza que antes. Muchos pensarán que la ferocidad de sus ataques lo hacen ver mejor y más fuerte, pero yo me doy cuenta de que está cometiendo muchos errores cuando antes no lo hacía. Ryoma sigue esquivando, incluso ahora con menos dificultad que antes. ¿Está dibujando una espiral en el piso? Se genera una abertura y lo veo agacharse y empezar a girar como en cámara lenta, levanta su pierna llevando todo el peso de su tronco al piso y da una patada giratoria hacia atrás como todo un profesional. Solamente lo rozó, pero la presión del aire sumada a la sorpresa hace que el otro niño caiga al piso derrotado pero sin heridas. Ryoma retoma su postura de defensa de manera precisa. Se hace el silencio en todo el recinto. El niño desde el piso intenta recuperar el aire mientras el juez marca el punto para Ryoma y se acerca al niño que está en tal estado de sorpresa que no responde a los llamados del juez, está fuera de combate. El juez levanta la mano de Ryoma proclamándolo como ganador y estamos todos saltando y gritando de felicidad. Akane me abraza con tanta fuerza que me sacó todo el aire de los pulmones y luego estampa su boca en la mía de sopetón. Me suelta y enfoca toda su atención en Ryoma que viene con una sonrisa de oreja a oreja a abrazarse con su madre.
Me mira lleno de júbilo sin soltar a su madre, me acerco a ellos y le digo mientras lo despeino. – Felicitaciones, enano. Ahora, anda a saludar y agradecer a tu rival.
Ryoma se voltea y se acerca al chico que ya parece haberse recuperado del shock, le tiende la mano para ayudarlo a levantarse. Y ambos se saludan con una reverencia.
Se hace la entrega de premios y cuando los chicos se bajan del escenario volvemos con el resto de la familia y amigos. Todos se abalanzan a felicitar a Ryoma. El señor Tendo está llorando a mares. Mientras que las hermanas de Akane lo abrazan y mi madre abraza a Akane felicitándola a ella también por haberlo entrenado y apoyado. Luego es el turno de Ryoga y Ucchan junto a su pequeña hija. Mi padre se para a mi lado y me coloca una mano en el hombro.
- Hijo, espero que no te tomes a mal lo que te voy a decir. Pero esta victoria de Ryoma la pongo en la misma escala de felicidad que cuando tú perfeccionabas una técnica.
Sus palabras no me ofenden para nada, es que creo que estoy tan orgulloso de él que yo también estoy tan contento como cuando lograba una técnica que me llevaba trabajo y esfuerzo realizarla.
Nos vamos retirando del recinto y distintas escuelas se acercan a Akane para felicitarla por la victoria de Ryoma, por lo que la familia dice que va a adelantarse para preparar la fiesta. Me quedo esperando cerca observando cómo otros competidores se acercan a charlar con Ryoma entusiasmados por su desempeño.
- Disculpe.
Volteo el rostro y me encuentro con una mujer que tiene un carnet que indica ser una de las organizadoras del evento.
- Felicitaciones por su hijo, su desempeño fue excepcional.
Antes de que pudiera corregirla me extiende una tarjeta de presentación.
- Esperamos verlo de nuevo en la próxima competencia en 6 meses. No podrá participar como competidor, pero sí en la parte de exhibición. Seguramente dará que hablar. Pueden preparar las katas que prefieran, la categoría es bastante libre. En este folleto está toda la información y si tiene alguna duda, aquí está el sitio web y un correo electrónico de contacto. También puede acercarse a la asociación si lo prefiere.
- Gracias, lo pensaremos – atino a decirle a lo que hace una reverencia y se va a hablar con otros padres de otros competidores.
Quince minutos más tarde estamos saliendo del recinto para dirigirnos a casa.
La fiesta está llena de alegría contagiosa, pero un pensamiento se me viene a la mente y decido salir a tomar aire mientras todos se divierten. Voy a sentarme solo en el engawa a mirar el estanque del jardín perdido en mis pensamientos , "felicitaciones por su hijo…" sigue sonando en mi cabeza, cuando a los pocos minutos siento unos pasos cerca. Ryoga se sienta a mi lado y me extiende una lata de cerveza. La tomo sin pensar demasiado, la abro y le doy un sorbo.
- Tu entrenamiento dio frutos. En el último combate usó el Hiryu shotenha. No esperaba que lo usara tan bien en tan poco tiempo. Además solo lo vio una vez, ¿cierto?
- Sí, fue impresionante. También fue una sorpresa para mí. Por supuesto que tiene cosas que corregir, pero que ya casi haya perfeccionado la espiral… me dejó realmente sorprendido.
- Si sigue así va a superarte en un abrir y cerrar de ojos.
- Tiene mucho potencial.
- Es hijo de Akane-san después de todo.
Se hace el silencio.
- Yo ya románticamente superé a Akane-san, pero de alguna manera me molesta tener que decirte esto.
Lo miro de reojo. – ¿Superaste a Akane? ¿Estuviste con Akane?
- Ah, claro tú no lo recuerdas. No, no salí con ella. Pero estuve enamorado de ella mucho tiempo. Tú lo sabías, todo el mundo lo sabía, a excepción de Akane-san. Siempre discutíamos por eso. Porque yo temía que algún día tú le dijeras tus verdaderos sentimientos y yo sabía que cuando eso pasara ella te elegiría a ti. Y así sucedió, pero luego te fuiste… Pero hoy cuando los vi juntos felicitando a Ryoma, realmente se ven bien juntos. Es como si siempre hubiese tenido que ser así y en parte me da rabia que te hayas ido siendo que pudiste tener todo lo que yo siempre quise.
- No sé a dónde quieres llegar Ryoga. Si estás buscando que me arrepienta de haberme ido, no pasa un solo día que no lo haga.
- Lo que quiero decir es… tú quieres a Ryoma, ¿verdad? Se nota que es así. ¿Por qué no lo adoptas como tu hijo?
- ¿Quieres decir casarme con Akane y darle mi apellido?
- Claro, registrarlo en tu línea familiar.
- Es que… Ryoma adora a su padre, Shinichi. No sé si me aceptaría a mí, cuando solo me ve como el novio de su madre y su instructor de artes marciales. Además que debería casarme con Akane.
- ¿Y casarte con ella es un problema?
- ¡Claro que no! – me ruborizo por estar compartiendo mis pensamientos con alguien más – Yo quiero casarme con ella, pero la situación de Ryoma me preocupa. Una cosa es ser el novio de tu madre y otra cosa es pasar a ser tu padre, llevar tu apellido…
- ¿Hablaste de esto con Akane-san?
- No, aún no. No sé cómo encararlo. Así como estamos ahora estamos bien y no quiero arruinar nada.
- Sigues siendo un cobarde.
Me hace atragantar con la cerveza y luego de que se me calma el ataque de tos le digo indignado. - ¡¿A qué viene eso?!
- ¿Tanto miedo le tienes al matrimonio y a formar una familia?
- Ya te dije que no es eso… es complicado.
- Pensé que habías vuelto por ella. Por eso creo que deberías hablar con Akane-san. Además hay que estar ciego para no ver que Ryoma te estima mucho.
Se para y antes de volver a entrar a la casa me dice – Voy adentro con los demás. Deberías venir tú también y dejar de dar lástima acá afuera.
- ¡Yo no estoy dando lástima! – aunque internamente en parte tiene razón. Hoy es un día para celebrar por el triunfo de Ryoma y no estar peleando con mis demonios solo. Tomo la lata de cerveza y me voy adentro con el resto.
Ya entrada la noche todos se vuelven a sus casas. Los tres estamos despidiendo a nuestros invitados en la puerta.
- Bueno, voy a guardar lo que sobró del pastel en la heladera antes de que se ponga feo. – dice Akane mientras entra rápido a la casa.
Ryoma y yo vamos caminando tranquilos adentro.
- Enano, ¿qué le dijiste al chico de la última pelea?
- ¿A Yuuji?
- ¿Se llama Yuuji? Bueno, a Yuuji. Vi que le dijiste algo que lo alteró bastante.
Se coloca las manos detrás de la cabeza y me dice con una sonrisa fanfarrona – Le dije "no puedes darme ni uno."
Me quedo quieto en el lugar, usó las mismas palabras que le dije a Ryoga. Este enano manipulador y su capacidad de aprendizaje dan miedo.
-FIN DEL CAPÍTULO-
Este capítulo está básicamente dedicado a la relación entre Ranma y Ryoma, la cual disfruté mucho de escribir. Como empiezan a sentirse cada vez más cercanos y más familia, dejando los celos del niño detrás y teniendo en Ranma una figura que admirar. Y por el otro lado, despertar sentimientos paternales en Ranma con relación al pequeño.
En estos días voy a tener muchas actividades, por ende no se cuándo voy a poder volver a actualizar, pero les puedo asegurar que haré todo lo posible porque sea bien pronto. Quisiera poder continuar la otra historia que tengo comenzada pero se me está haciendo verdaderamente difícil por cuestiones familiares y laborales.
En fin, agradezco infinitamente a todos los que la han sumado como favorita en estos días, a quienes la siguen leyendo en silencio y quienes me dedican palabras de aliento.
Alexander0621: ¡Gracias por estar como siempre! Y he visto que has comentado en mi otra historia de hace unos años que me ha quedado en standby. Esa es otra que tengo que continuar, prometo seguirla, pero no puedo asegurar cuándo. T.T Pero gracias por tu apoyo, de verdad. Me pone muy contenta y me entusiasma siempre leer tus comentarios. Son una gran motivación. :) Nos leemos pronto.
Saludos desde Japón.
