Mackenzie caminando por los pasillos con las manos metidas en los bolsillos. El ingenuo Border Collie creía que todo estaría bien porque la Blue Heeler no lo perseguía. El ambiente del lugar era de paz, podía ir relajando por los pasillos sin que nadie lo molestará o sin molestar a nadie. Pero esa paz terminó cuando las luces de los pasillos de repente se apagaron, eso hizo que un aire frío lo embistiera ocasionando que su cuerpo temblará por completo. Esto no era bueno, debía salir de ahí de inmediato. Corriendo en dirección contraria mirando de reojo hacia atrás, el Border Collie miro hacia el frente, de pronto la puerta de la habitación de la consejería se abrió asustado, intentó correr, pero alguien lo jaló hacia dentro.

—Por favor, Bluey, déjame vivir —Lloró el pobre Collie haciendo que no pudiera escapar de su destino.

—¿Crees que es correcto engañar a una chica que tiene la ilusión de ser Julieta? —reprochó.

—No creí que Rusty fuera a enfermar como para que lo fuera a reemplazar.

—debo admitir que eso fue muy generoso de tu parte, pero es ahora de que te enseñe algo nuevo. —Bluey tenía una sonrisa de mejilla a mejilla, esto le ocasionó miedo al Border Collie, sabía que ese beso se lograría, aunque él no quisiera.

—Por favor sé genial conmigo —imploró Mackenzie cerrando sus ojos para recibir el besó cuando de pronto.

—¿Qué está sucediendo aquí? —preguntó el conserje que tenía su vista puesta en los dos chicos.

—Oh, lo sentimos mucho señor, es que la puerta se atascó y no pudimos salir —excusó Bluey.

—Largo…

—¿Qué? —se confundió.

—¡Qué se largue de la conserjería!

—D-de in-mediato —tartamudeó el Border Collie para salir corriendo.

—Genial, Mack se me escapó, bien, nos vemos mañana, señor Shiba Inu.

—¡Adiós! —gruñó.

Enojada, Bluey regreso a su casa, pero no perdía la esperanza de besar ese Border Collie. Durante los días de la semana, la clase de los dos chicos estuvieron ensayando para la obra, y sin perder el tiempo todos hacían lo mejor que podían, pero Mackenzie quería que Rusty volviera para tomar su papel. Desgraciadamente, para él ya no habría cambios en el personaje, es decir, aunque el Red Kelpie ya no tendría papel protagónico por petición de la Blue Heeler.

—Esto debe ser una broma —refunfuñó.

—Lo siento, señor Border Collie, pero es mi última palabra.

—Está bien profesora.

El tiempo de la noche de teatro llegó, parecía que el tiempo se fue contra el Border Collie, estaba nervioso por lo que habrían de presentar en la obra de teatro. Mackenzie sabía que sus padres y Los padres de todos sus amigos estarían ahí; aun así, de los que más tenían miedo eran de los Heeler, podrían ver que el chico besaría a su hija delante de todos. Este sería su fin, ¿cómo iba a escapar de las garras de Bluey?, ¿Bandit lo perdonara por lo que sus ojos presenciaran?, su cabeza estaba llena de preguntas sin respuesta alguna.

—Bien, chicos, hora del espectáculo. —aplaudió la profesora.

Todos tomaron sus lugares cuando entonces, Honey, que tenía la tarea de ser el narrador tomo el micrófono para narrar el amor de dos jóvenes que se amaba a pesar de que sus familias se odiaban.

En Verona, en el interior de Italia, vivían dos familias que se odiaban entre sí, la enemistad venía de lejos, sus diferencias parecían irreparable, eran los Capuleto y los Montesco. Pero lo que ellos no sabían era que sus descendientes se habían enamorado…

Y yo podría seguir y seguir plagiando la historia de esta hermosa historia literaria, pero no quiero problemas. Solo daré las escenas más importantes de toda la trama.

—Oh, romeo, oh, Romeo, donde estas que no te veo —proclamó Julieta.

Entonces el joven Romeo se había saltado la barda y la seguridad de la casa de los Montesco, alcanzando a escuchar la declaración de amor. Los dos se reunieron y terminaron de confesarse su amor. Dándose el primer beso, pero lo que nadie vio fue que Mackenzie le había puesto a Bluey un trozo de cinta en los labios para que ella no pudiera meter su lengua o por lo menos darse un beso.

En ese momento bajo el telón para cambiar de escenario, Bluey estaba furiosa, el Border Collie había interferido con sus planes. «Ese Border Collie no se saldrá con la suya, tendré ese beso, cueste lo que cueste» analizó la Heeler mirando al Border Collie llevando al maquillaje. Una vez todo listo, el telón subió.

Al poco tiempo, con ayuda de Fran Lorenzo (Jack) un cura amigo de Romeo, se casaron a escondidas Al final los Capuleto se dieron cuenta de que Romeo había estado en su fiesta, estallaron locos de ira. Por ello Teobaldo (Winston) de la familia Capuleto, reto a Mercurio (Joe Terrier), amigo de Romeo, a batirse en duelo, pero Romeo rechazó cualquier enfrentamiento, pero cuando su amigo murió tuvo que intervenir, y acabo terminando al primo de Julieta, desterrado abandonando Verona.

Se baja telón. Todos tomaron sus nuevas posiciones para seguir con la obra. (la cual ya me aburrió). Una vez listos y apresurados subieron el telón.

Al mismo tiempo todos descubrieron su matrimonio secreto con Julieta, los padres de ella no aprobaban el enlace y la obligaron a casarse con París, un reputado noble. Pero la noche anterior tomo un narcótico para simular que estaba muerta, Fran Lorenzo había acordado con ella avisar a su amado del engaño. Así esperaba escaparse con Romeo, no obstante, el cura no pudo trasladar el mensaje, el chico creyó que había sido real.

Se baja el telón: Bluey pronto se acercó a Mackenzie para quitarle del bolsillo la cinta Adhesiva con la cual le cubriría la boca de nuevo. El Border Collie no supo que la cinta se le fue quitada, y la obra debía continuar. Para cuando busco la cinta en su bolsillo noto que ya no estaba donde debía estar y el telón subió para continuar.

Por lo que compro un veneno realmente letal. Y se lo tomó en la misma tumba que su esposa, cuando Julieta despertó, vio a su amor a su lado, muerto, aunque el sacerdote le dijo que se escondiera en algún convento, ella no quería vivir sin él. Aunque no podía vivir si él, Bluey no podía perder la oportunidad de besar a Mackenzie, el Border Collie despreocupado supo que ya no habría más beso.

—Mi amor, ¿qué he hecho?, no quiero estar en esta vida sin tu calor, entonces moriré de la misma manera que tú. —Bluey entonces lo beso cayendo sobre el Border Collie. Actuando estar muriendo junto a su amado.

Las dos familias, al enterarse de que sus dos hijos habían muerto, el cura les explicó lo que había pasado, entendiendo que el odio que se tenían había terminado con la vida de sus hijos, desde ese día hicieron la paz.

Mackenzie estaba que hervía del coraje, pero no tenía nada que decir más que hacer reverencia ante su público.