Dentro de su nave insignia, Pablo se mantenía en su habitación. Estaba a oscuras, iluminado solamente por una mísero foco que impedía que el locar fuese un oscuro aberno. Estaba envuelto en sus pensamientos y prejuicios. Lo que sucedió con Roy en la superficiede Passana había dejando mucho que pensar para el maestro, pero esto no era algo para lo que estaba preparado.

Pablo dudó, dudó mucho sobre qué hacer, pero por más que esforzara sus neuronas para encontrar una respuesta, no podía hacerlo. Ahora, lo único que podía hacer era pedir consejo, y respuestas.

El jedi dejó frente a él el holo-proyecotor, y tras una pequeña espera, un maestro, y un amigo, respondió a su llamado.

Yoda: - Maestro Pablo. Un placer verlo bien es. -

Pablo: - Maestro Yoda, un placer verlo con buena salud. -

Yoda: - Ah... Salud buena a mi edad dificil es. Pero agradecerte por tu preocupación debo. Aún así, turbulenta tu mente siento. -

Pablo: - Maestro yo... necesito de su consejo... Es sobre Roy. - Tras ver la expresión temerosa de Pablo, algo muy poco usual en su persona, Yoda dejó su típica sonrisa confiada y tomó un carcater mas serio y triste.

Yoda: - Descubrir algunas cosas alparecer tu has hecho. -

Pablo: - Maestro... Perdone mi pregunta pero... necesito saberlo. ¿Quién... o qué... es Roy exactamente? -

Yoda no respondió de inmediato. Al parecer, estaba en un lugar en el cual no quería hablar, así que se desplazó hacia un lugar más privado, una sala de meditación, donde se sentó tranquilamente sobre uno de los sillones, cruzó las piernas, dejó su bastón a un lado, espiró profundamente, y luego habló.

Yoda: - Ah... Roy... Roy Cameron. Un gran alumno sin lugar a dudas es. Al templo joven llegó, el propio Windu en sus manos con él llegó. De las zonas más pobres de Coruscant el vino. Alumno bueno siempre fue. Su desarrollo en la fuerza estable era. No tan talentozo como la joven Tano era, pero a la par de ella más y más cada vez se acercaba. -

Pablo: - Me está disiendo... ¿Qué Roy era un joven... normel? ¿Sin esas... máquinas en su espalda? -

Yoda: Decirlo doler. Pero la verdad esa es. Un prometedor jedi, Roy era. -

Pablo: - Entonces... ¿Qué pasó? - Yoda suspiró antes la pregunta.

Yoda: -¿Por qué separar a los jóvenes aprendices de sus familias, tu saber? -

Pablo: - Para evitar que sus lazos emocionales nublen y afecten su juicio. -

Yoda: - Correcto eso ser. A los doce años, provenir de las profundidades de Coruscant, Roy descubrió. Una noche, escapar del templo él hizo. La necesidad de conocer su pasado él tenía. Algo que ninguno de los maestro ver pudo. Yo tampoco. Y solo cuando la joven Tano nos avisó de su escape, ir tras él pudimos. Pero muy tarde llegamos. -

Pablo: - ¿Tarde? ¿Tarde para qué? - Yoda tuvo que respirar una segunda vez para pensar mejor.

Yoda: - Cuando encontrar a Roy pudimos, muy mal herido él estaba. Su cuerpo de graves quemadura sufría, y su vida a punto de terminar estaba. Los médicos salvarlo no podían, pero si renunciaba a la carne su vida tal vez mantener el podría. -

Pablo: - Cambiar su cuerpo por prótesis cibernéticas... ¿Quién decidió tal locura? -

Yoda: - Yo... lo hice. - Pablo quedó petrificado y apenado antes este comentario.

Pablo: - Lo siento... maestro. -

Yoda: - Sentirlo no debes. Una imprudencia saber que fue. Roy responsabilidad del templo era, y su seguridad garantizar no pudimos. El consejo en contra estaba, pero salida no habían. Yo... culpable de lo sucedido soy. Como muchos otros. Y pesar en nuestros corazones llevamos. -

Pablo: - Pero... ¿Cómo fue que pasó? ¿Cómo Roy quedó tan mal herido? -

Yoda: - Eso... Nosotros deconocemos. -

Pablo: - ¿¡Qué!? - Dijo indignado. - ¿¡Cómo es posible!? ¿¡Qué dijo Roy al respecto!? ¿¡Es que acaso no recuerda!? -

Yoda: - Dolorosa la experiencia para él fue. Atacados por bandidos Roy afirma, pero carecer de verdad sus palabras están. Aún así, muy doloroso recordar para él es. Atrapado en su máscara de felicidad y ocultar la verdad de todos, su mayor misión se ha convertido. Ni la joven tano, su única amiga después del insidente, de esto sabe. -

Pablo: - Pero... Él es tan... enérgico y entusiasta... ¿Cómo puede ser algo así posible? -

Yoda: - Como tu, maestro Pablo, muchos otros ante su fachada an caido. Alegrar el día de otros algo para Roy sencillo es, pero su lucha contr su propio lado oscuro más cruenta es. -

Pablo: - ¿Su lucha contra el lado oscuro? ¿A que se refiere? - Preguntó preocupado.

Yoda: - El pasado a Roy atormenta. Dolor traen sus malos pensamientos, aún así, contra todas esas ideas negativas cada segundo el joven padawan lucha. Pero en su interior, el lado oscuro es peligroso. -

Pablo: - Eso explica porque aún es parte del quieren mantener vigilado. -

Yoda: - Por más que afirmarlo me duela, correcta esa afirmación es. -

Pablo: - Pero... Si ese es el caso.. ¿Por qué no simplemente dejarlo como un guardia del templo? Él mismo me comentó que tenían planeado eso para él. -

Yoda: - Algo joven para sentenciar a un niño es... ¿No lo crees? -

Pablo: - ¿Maestro? - Preguntó atónito ante la afirmación.

Yoda: - Una noble tarea, guardia del templo ser, pero recluido en este templo su vida será. Que el lado oscuro aflore en esta soledad yo temo. Por eso enviarlo con usted hemos decidido. -

Pablo: - ¿Yo? Pero... ¿Por qué yo? No tengo el conocimiento para tratar a alguien como él. -

Yoda: - Y aún así, intentarlo siempre hace. -

Ante la sonrisa pícara del anciano maestro Jedi, Pablo no tuvo más opción que aceptar la verdad. Pablo reconocía en el mismo alguien que no se daba por vencido, aunque muchas veces se apegaba demasiado a las normas. Aún así, era un jedi bastante ameno y creativo. mucho más que otros maestros jedi que estaban disponible en ese momento.

Pablo: - Eso explicaría muchas cosas. - Dijo tras un largo suspiro. - No importa que tanto entrene... no importa cuanto se esfuerca... Roy nunca llegará a ser un Jedi en pleno derecho. Sin un cuerpo que le permita usar la Fuerza... ¿Qué pretende que haga? -

Era una pregunta seria, y sobre todo por la forma tan desanimada con que Pablo lo dijo, aún así, grande fue su sorpresa cuando una leve risa salió de la boca del viejo maestro.

Pablo: - Maestro... Esto no es gracioso. -

Yoda: - Mi viejo alumno, una cosa debes decir. ¿Ser jedi, qué significa? -

Pablo: - ¿Un Jedi? Un usuario sensible a la Fuerza. Uno que busca el camino de la luz y la sabiduría. Uno que está encarga...

Yoda: - Una respuesta sacda de un libro, esa es. Una más personal buscar debes. - Interrumpió el pequeño pero sabio maestro.

Pablo lo pensó por un tiempo. pensó en todo lo que había aprendido hasta ese momento. Todo lo que los maestros se habían esforzado por enseñarle pero... ¿Qué era lo más importante para ser un buen Jedi? ¿Acaso era el uso de la fuerza? No necesariamente, ya que él mismo conocía a grandes Jedi que no eran particularmente sensibles a la fuerza. ¿Blandir un sable de luz? Tamposo, sino Roy ya sería uno de los mejores Jedi de la galaxia. Entonces... ¿Qué era? ¿Qué era lo que más caracterizaba a un jedi?

Entonces lo vió. Los ojos de Pablo se abrieron como platos ante la idea que se formó en su menta. Una palabras que tantas veces había escuchados en su vida y, aún así, le costaron tanto trabajo recordar. ¿Cómo pudo haber estado tan ciego, cuando la respuesta estaba jusnto al frente? Yoda sonrió al ver lo que su antiguo alumno descubrió por su cuenta, justo antes que el propio ongree lo dijera.

Pablo: - ¨Un Jedi es un defenzor de la paz.¨ -

Yoda no podía estar más satisfecho con la respuesta, y estaba en lo cierto. Si bien un buen Jedi se caracteriza por su habilidad en combate y su sensibilidad a la Fuerza, un Jedi aún mejor era aquel que buscaba el camino de la paz. Aquel que usaba la palabra antes que el bláster. Aquel como su antigo alumno y amigo, Qui-Gon Jinn. Aún así:

Pablo: - Pero maestro... Yo... Yo no se que hacer. ¿Qué puedo enseñarle a mi padawan? El es mucho mejor guerrero que yo, y aunque me cueste admitirlo, puede que hasta mejor estratega. Por desgracia, no puedo entrenarlo en el camino de la Fuerza... Ya se que no puedo. Y me siento mal por haberlo presionado en su momento. -

La cara de Pablo claramente mosntraba preocupación, y no era en vano, pues sus planteamientos estaban bien infundados. Aún así, Yoda no podía hacer más que reirse, cosa que dejabla al ongree bastante confundido.

Yoda: - Oh, mi querido Pablo. Gran sabiduría posees, pero como un padawan aún piensas. -

Pablo: - Disculpeme maestro pero... no lo entender. -

Yoda: - Tu mente cerra está. Asustado tu corazón se siente por temer a fallar en esta tarea. Sin embargo, preocupada por cosas sin sentido tu mente divaga. -

Pablo: - Si maestro. Yo no se... Si sea capaz de entrenar al padawan Roy. -

Yoda: - Tal vez será, que en cosas que él domina le quieres enseñar. -

Pablo: - ¿Maestro? - Preguntó confundido.

Yoda: - Mientras los otros padawan aprendían de la Fuerza y sus caminos, el joven Roy con su sable entrenaba. El combate para él es como para nosostro la Fuerza es. Al estudio de la artes, filosofía y guerra su vida dedicó, y de maestros del pasado él aprendió. Sin embargo, hay mucho que aprender debe, mucho que tu le puedes enseñar. -

Pablo: - ¿Yo? -

Yoda: - Confianza en si mismo, autocontrol, voluntad, y sentido del deber. Muchas cosas aprender se pueden. Después de todo, joven el padawan Roy aún es, y de la vida mucho aprender el debe. De un mentor el no tiene la necesidad, pero de un maestro su experiencia carece. -

Pablo se tomó unos segundos para pensar las cosas con claridad antes de dar una respuesta. Puede que el maestro Yoda tuviese razón, puede que su propio temor estuviese nublando su juicio. Temía a fracasar en su mismion como maestro. Temía en desepcionar a Roy, y en desepcionarse a si mismo. Y después de todo, la respuesta era incluso más clara que el agua cristalina de un estanque.

Pablo: - Yo... haré mi mejor esfuerzo, maestro. -

Yoda: - Confienza en ti mismo y en tu padawan ahora vez. Un buen inicio, ese es. -

Pablo y Yoda siguieron platicando por un tiempo sobre cosas ajenas a Roy, después de todo, había una guerra que librar, y muchos mundos necesitaban refuerzos. Fue en ese entonces que Pablo se enteró de su antiguo maestro del ataque a las instalaciones de Tipoca en camino, pero que gracias a la intervención de los generales kenobi y Skywalker la ciudad ahora estaba a salvo, cosa que hizo al ongree respirar aliviado.

Ya era hora de terminar la conversación, pero había algo más que incomodaba a Pablo. Dudaba en preguntarle a su maestro, pero... ¿Quién mejor que el sabio Yoda para obtener una respuesta?

Pablo: - maestro, antes de irme... hay algo que quisiera saber. -

Yoda: - Dispuesto a responder si la respuesta conzco estoy. -

Pablo: - Roy posee un sable de luz malva y por lo que vi, domina algunas tecnicas del Vaapad. Esto se supone que era un secreto pero... ¿Quién más conoce de esto? -

Cuando Pablo alzó la mirada no podía creer lo que veían sus ojos. Yoda estaba tan impresionado como él mismo lo estuvo cuando lo vió por primera vez en Passana, dando a entender que no conocía de este detalle, tanto, que el pequeño ser verde comenzó a reirse con libertad.

Pablo: - Maestro, esto es serio. -

Yoda: - Un gran sorpresa me has dado, pero con gran júbilo la recibo. -

Pablo: - ¿Qué quiere decir? -

Yoda: - De este detalle yo no sabía, y gran sorpresa para mi es. Aún así, saber que a tu padawan conoces mejor que yo gran alegría me da. Aún así... Este arte peligroso es, tenerlo vilijado y aprender a controlar sus emociones ayudarlo debes. -

Pablo: - Eso haré, maestro. Gracias por su ayuda. -

Yoda: - El plcaer, para mi es. Que la fuerza lo acompañe, general. -

Pablo: - Que la fuerza lo acompaña, maestro. -