Capítulo 5
Kaito la miraba tratando de entender cada reacción que Fate hacia mientras contaba su historia. Estaba tranquila, dolida, pero explicaba todo como si la culpa de no creerla no fuera de los que la abandonaron, como si ella hubiera merecido todo aquello.
Lo odiaba, pero de momento, no dijo nada y dejo que Fate continuara.
Flashback
Seis meses tras el ataque. Cárcel de máxima seguridad de Mid-Childa.
Durante su encarcelamiento, Fate descubrió que habían obligado a Lindy Harlaow a quitarle el apellido para no relacionar a la TSAB y crear una mala reputación ya que los altos cargos si veían a Fate como culpable.
Tras la visita de Hayate, Fate entendió que su amiga creía en las pruebas y si Hayate no creía en ella, lo más probable era que nadie lo hiciera. Ni siquiera Nanoha y la razón eran las pruebas, las marcas que todos decían que eran de 'Bardiche'
Hayate no había sido muy clara, pero Fate sabía que seguramente la creencia en las pruebas venia de que ellos ni siquiera había podio ser parte de la investigación por la relación que Fate tenía con toda la unidad seis, además, Fate tenía la sensación desde hacía tiempo que algo o alguien en la TSAB no le tenía especial cariño, algo evidente por el lugar en el que había terminado. No estaba segura de sí Hayate estaba al tanto de su trato aquí pero realmente, ahora mismo, tampoco le importaba demasiado porque, aunque supiera la verdad, Hayate no podría hacer nada.
La que no había venido era Nanoha y Fate sospechaba que la joven ni siquiera sabía dónde estaba porque la conocía demasiado y creyera en las pruebas o no, sabía que Nanoha habría venido a por respuestas si hubiera podido.
Fate casi sonrió, una de las cosas que más le gustaban de ella era lo obstinada que podía llegar a ser y para bien o para mal, Fate sabía que Nanoha por lo menos quería saber que tenía que decir. Por otro lado, sabia de sobra que nadie permitiría a Caro o Erio hacerle una visita por lo que Fate está sola allí, encerrada en aquel lugar con varias personas que ella misma había arrestado en el pasado y claro, como era de esperar, los ataques contra ella no tardaron en llegar.
Y así fue como Fate paso el sexto mes de encarcelamiento en la enfermería, esperando a que la doctora le diera el alta ya que había sido atacada de nuevo y tenía un pequeño corte en la mejilla y algún que otro golpe. Fate suspiro, mirando alrededor de la sala mientras la doctora terminaba el informe pensando en 'Bardiche' ¿Dónde estaría su compañero? ¿podría verlo alguna vez?
No, claro que no, era demasiado peligroso. 'Bardiche' y ella no volverían a verse, de eso, estaba segura.
Esa misma noche. Cárcel de máxima seguridad de Mid-Childa.
Una suave luz dorada despertó a Fate aquella noche y la joven se encontró mirando con una expresión de sorpresa a 'Bardiche' que, al parecer, se había escapado de donde fuera que estaba. Fate lo tomo en sus manos y emocionada, casi se le olvida que 'Bardiche' no debería estar allí.
"¿Qué haces aquí, 'Bardiche'?" pregunto Fate.
"Sir, I have escaped. The shield around the Takamachi household has been activated." le dijo el dispositivo. ('Señor, escape. El escudo alrededor de la casa de los Takamachi se ha activado.")
Fate sintio que su corazón se le hundía en el pecho al escuchar aquellas palabras. Cuando comenzó a investigar los rumores de Scaglietti, hizo un esfuerzo para colocar una barrera protectora alrededor de la casa de los padres de Nanoha, en caso de que los rumores fueran ciertos y aquel hombre buscara venganza. Tardo semanas en perfeccionar una barrera protectora de magia que fuera resistente pero casi indetectable. El dia que había colocado la barrera se había sentido mal por esconder este secreto, pero por una vez, las enseñanzas a base de golpes de su difunta madre ayudaron para proteger a alguien y solo por eso, Fate ya estaba agradecida.
En cualquier caso, aquello había sido una corazonada, pero ahora supo que hizo lo correcto. Alguien iba a por los padres de Nanoha y solo ella podía detenerlos, pero para poder hacerlo, tenía que salir de aquí.
"Bardiche, ¿puedes sacarnos de aquí?" pregunto Fate.
"Yes, sir." ("Si, señor.")
Fate tomo el dispositivo en sus manos y un momento después, abrió un agujero en la pared y se escapó de la prisión con la única intención de salvar a la familia de Nanoha, costara lo que costara.
Fin Flashback
"El resto de la historia más o menos la conocéis." explico Fate. "Llegue allí, me enfrente a esos tipos que tenían armas parecidas a 'Bardiche', de hecho, me atrevería a decir que eran copias de mi dispositivo, seguramente registros de mi madre que de alguna manera terminaron en manos del enemigo y conseguí salvar a los padres de Nanoha, pero use un hechizo de memoria para que olvidaran que estuve allí… quería evitarles el trauma del ataque."
Fate suspiro.
"Pensé que haciendo eso podría ayudarlos y que una vez que nuestros enemigos vieran que ellos no sabian nada de Nanoha o Vivio que pudiera usarse para hacerles daño, los dejarían en paz." explico Fate.
Kaito y Sasuke compartieron una mirada al entender que, a pesar de todo, el único deseo de Fate fue proteger aquello que más quería y ellos sabian que ella había pagado un alto precio por conseguir salvarlos.
Por su parte, Fenrir lamio la mano de su dueña y Fate trato de contener las lágrimas. Esa era su historia y su culpa. Quizá si hubiera hablado antes, no habría perdido todo, pero Fate eligió no poner tensión a una situación que podía salirse de control muy rápidamente.
Y por eso, lo perdió todo, excepto la sensación de que Scaglietti estaba más cerca de lo que pensaba y esta nueva familia que ahora la rodeaban con sus brazos, tratando de darle el apoyo que tanto necesitaba.
Mid-Childa, Cárcel de máxima seguridad.
La primera idea que Caro y Erio tuvieron durante su investigación fue ir a visitar la prisión donde Fate había estado encerrada, aunque les había costado un poco conseguir la información por su cuenta, por lo menos, hasta que la Comandante Yagami les había dado las coordenadas y les había ordenado mantenerlo en secreto, pues los oficiales de la unidad 6 tenían prohibido ir allí ya que era donde Fate estaba y si alguien que no fueran los contactos de Hayate veía a Caro o Erio, podrían ser acusados de traición por algunos altos cargos de la TSAB.
A pesar de los riesgos, Hayate se saltó las normas y les permitió ir, eso sí, con mucho cuidado. Para Erio y Caro era una buena de saber primero como se escapó Fate e incluso de poque, si tenían suerte. Ninguno de los dos sabía muy bien en qué clase de lugar había estado Fate, pero por la cara de había puesto la Comandante Yagami el dia que le dijeron dónde estaba, tanto Erio como Caro sabía que no había sido bueno.
Y nada más llegar, supieron que era peor de lo que imaginaban.
La cárcel era oscura, fría, no había ventanas, al menos no que Erio y Cario pudieran ver y todos los oficiales estaban serios, una muestra de lo dura que debía ser la vida aquí. Los oficiales estaban fuertemente armados, tanto que cuando uno los miro, Erio entro en modo defensivo y Caro se acercó un poco más a su compañero, buscando su protección mientras su pequeño dragón gruñía.
No, este no era un buen lugar y que Fate hubiera estado allí les creaba una angustia que recordaba mucho a sus años antes de conocerla. La rabia de Erio, que estaba tan perdido después de que su familia lo dejara y la pena de Caro, que a pesar de su sonrisa siempre se había sentido rechazada.
Pero Fate llego y se quedó con ellos y por una vez, los dos tenían un lazo importante con alguien que siempre les ofrecía una sonrisa y cuidaba de ellos. Sin ella, ellos no estarían aquí y no tendría esta vida que los llenaba de orgullo les había traído paz.
Sin ella…
Estoy muy orgullosa de ti, Erio. Eres valiente y leal y no importa lo que te dijeran antes, eres irremplazable.
Mírate, Caro. No solo eres hermosa si no que tienes una sonrisa brillante, no dejes que nadie te la quite.
Erio se tragó las ganas de gritar y dio un paso hacia el oficial mientras tomaba la mano de Caro y la guiaba hacia la entrada, podía sentir como su compañera temblaba, pero se forzó a ser fuerte, porque era lo que se esperaba de él. Porque no quería defraudar a Fate.
Por su parte, Caro se armó del poco valor que tenía y apretando la mano de Erio, volvió a ponerse a su lado. Ella no era valiente, ni pretendía serlo, pero Fate se merecía que dieran un paso al frente y mostrarle al mundo que valió la pena que Fate la salvara.
Valió la pena su elección y Caro no dejaría que nadie le dijera lo contrario nunca más.
"Me avisaron de vendrían, Oficial Mondial y Oficial Ru Lushe. Soy el oficial al cargo de esta prisión." dijo el hombre delante de ella. "¿Qué necesitan?"
"La Comandante Yagami nos envía para conocer las razones del escape de Fate Testarossa." dijo Erio su característica seriedad.
El oficial al cargo de la prisión se sintio incomodo por aquellas palabras que eran una mezcla entre acusación y enfado y miro a otro lado para tomar el aire antes de volver a mirar a los dos jóvenes delante de él. Aquel oficial conocía muy bien a la mujer de la que hablaban, Fate Testarossa, alguien que muchos aquí admiraban por todo lo que había hecho. Su trabajo había llegado a muchas partes de los planetas administrativos y por eso, cuando la arrestaron, muchos no entendieron las razones que la trajeron a esta prisión.
Pero eso no fue lo peor, ya que otros que estaban en contra de Testarossa esperaron este momento para atacar. Como Enforcer, que es como muchos todavía se referían a ella en aquella prisión, era una maga artificial, muchos habían aprovechado el momento para crear mentiras, dudas y asegurar que ella siempre había planeado esto y al llegar a esta cárcel, a pesar de que todas esa mentiras no se creían, era evidente que a la Enforcer le esperaba una dura sentencia.
El oficial al cargo suspiro, no quería pensar en todo aquello así que se centró en las preguntas del joven y los invito a pasar a su oficina, donde podrían hablar en privado.
"La Enforcer escapo después de que su dispositivo 'Bardiche' deshabilitara la seguridad de su celda y bloqueara las señales usando los parámetros biométricos de su dueña para evitar que así, otros criminales salieran como ella." dijo el oficial al cargo. "Manteníamos a 'Bardiche' guardado en una caja especial, creada para dispositivos como ese, pero al parecer, algo hizo que pudiera escaparse."
"¿Saben que fue?" pregunto Caro, pensativa.
"No, aunque siempre se ha rumoreado que ciertos dispositivos vienen con una especie de reserva de poder que los ayuda en momentos críticos." explico el oficial. "Como no se si sabe si esta leyenda en cierta, tampoco se ha podido investigar o prevenir, pero siendo el dispositivo de la Enforcer Harlaow tampoco sería extraño."
Erio y Caro compartieron una mirada. Ellos sabian mejor que nadie que 'Bardiche' era el compañero más preciado de Fate, había estado con ella desde siempre y a pesar de lo que su madre hubiera hecho, era un recuerdo tanto de ella como de su hermana. También era un símbolo y es que, aunque habían visto a 'Bardiche' en acción, cuando peleaba con 'Raising Heart' era diferente. 'Bardiche' y 'Raising Heart' no solo eran los dispositivos de Fate y Nanoha, sino que también compartían una conexión que parecía potenciar sus ataques.
Fue entonces cuando Erio pareció darse cuenta de algo, mientras pensaba y a su lado, sitio la tensión del cuerpo de Caro, que le decía que ella también se había dado cuenta porque si los rumores de una reserva eran ciertos, ¿era posible que…?
"Señor, ¿es posible que la reserva de energía se hubiera activado si, por ejemplo, alguien que la dueña del dispositivo quiere proteger está en peligro?" pregunto Erio.
Era una idea estúpida, pero sí 'Bardiche' quería de alguna manera proteger a 'Raising Heart' entonces era posible que esa energía viniera de ahí. No era extraño para Erio y Caro si fuera así, pues la relación entre su guardiana y su instructora era muy cercana, mucho mas de lo que mostraban en público.
"Es… posible, pero son solo rumores que se pasan de un criminal a otro en este lugar." dijo el oficial al cargo. "Muchos de ellos has experimentado como ciertos dispositivos ganan energía después de ser prácticamente destruidos, pero como dije, no se ha investigado por lo que no tenemos mucha información."
No necesitaban mucho más, por lo menos no Caro y Erio. El rumor podría ser verdad y daría una buena explicación a porque Fate acabo en la casa de los Takamachi porque, por supuesto, Fate siempre trataría de hacer lo posible para ayudar y proteger a Nanoha.
"Bueno, ya he explicado todo lo que sabemos por ahora, ¿algo más con los que les pueda ayudar?" pregunto el oficial.
Normalmente, no haría estas preguntas, ya que tenía mucho trabajo, pero estos eran los chicos de la Enforcer, lo supo en el momento que Yagami le aviso que iban a venir y a pesar de que el solo era un oficial, respetaba a esa joven y sus logros lo suficiente para tratar de ser amable con ellos al ver como ellos parecían apreciar a la Enforcer de verdad.
"Si…" dijo Caro, en un arranque de valor. "Quería… si es posible…"
"¿Quiere saber más de la estancia de la Enforcer Harlaow aquí?" dijo el oficial al cargo, dándole una sonrisa a la joven que poco después desapareció. "No fue agradable. Me gustaría decir que la cuidamos bien, pero la verdad es que una Enforcer como Harlaow en un lugar como este… fue duro."
Caro bajo la mirada y su tristeza toco algo en el corazón de aquel oficial. Él no quería hacerles daño, pero lo que había visto, lo que había tratado de evitar y lo que no pudo detener lo perseguían siempre que estaba allí y pensaba que, si iban a investigar este caso, deberían saber toda la verdad.
"Lo cierto es que fue muy duro para ella." dijo el oficial. "Tratamos de ayudarla, pero muchas veces nos vimos superados. Como sabrán aquí hay muchos criminales y muchos de ellos fueron arrestados por la Enforcer Harlaow así que se pueden imaginar cuantas veces trataron de vengarse de ella y cuantas veces lo consiguieron."
Erio apretó el puño que tenía libre y sintio el frio paralizando su corazón al pensar en la mujer que lo saco de su miseria aquí, en este lugar que daba tanto miedo, sola, a merced que otros criminales que podían hacerle cualquier cosa.
Fate-san, perdóname por no saber protegerte como tú a mí.
Viendo sus caras ahora, el oficial casi se golpeó por decir aquello, pero era algo que debía hacer para darles una idea de cómo era la situación. Los criminales que había aquí se habían asegurado de meterse en peleas con al Enforcer y a pesar de su entrenamiento, sin su equipo Fate no era más que una joven que podría defenderse de un ataque de varios de criminales por tiempo limitado.
Las memorias de aquellas noches todavía le daban pesadillas y su único consuelo era que siempre habían llegado antes de que cualquier ataque tuviera consecuencias fatales. Las heridas curaban con el tiempo, pero, aunque nunca la habían tocado de manera irreparable, los golpes y las palabras habían hecho que, durante un tiempo, Fate quedara en nada más que una cascara de lo que era.
Hasta la noche que se escapó.
Delante de él, Erio dejo escapar el aire y miro a Caro. Su cuerpo se movió solo tomar a la joven en sus brazos y entonces, el oficial al cargo ya no vio a dos oficiales, si no a dos chicos perdidos en busca de respuestas que le rompieron el corazón.
"Se que no es fácil." dijo el oficial. "Pero si les sirve de algo, muchos aquí la apoyamos y esperamos que todo se resuelva de una manera en la que ella no tenga que volver a aquí, nunca más."
"Gracias, oficial." dijo Erio, sacando fuerzas de donde no las tenía.
El oficial asintió y ahora sí, ya tenía nada más que darles por lo que después de un pequeño silencio, Caro y Erio salieron de su oficina para marcharse casi sin hacer ruido, como si nunca hubieran estado allí.
Y si de casualidad el oficial escucho a los jóvenes romper a llorar después de cerrar la puerta de la oficina, no dijo nada, solo apretó el bolígrafo que sostenía entre sus dedos y deseo con todas sus fuerzas que todo tuviera un final que fuera mejor de lo que había sido el principio.
Mid-Childa, fuera de la prisión de máxima seguridad
Caro seco sus lágrimas tratando de controlar las emociones que la abrumaban mientras sostenía a un Erio que parecía romperse con cada sollozo. Era difícil entender como habían acabado así o porque esto estaba pasando. Su pequeño dragón se posó en el hombro de Erio con una mirada triste y trato de animarlo, pero nada podía hacerlo.
Era una vacío que hacía mucho tiempo que ninguno de los dos sentía y Caro no estaba segura de que más hacer excepto abrazar a su compañero, besar su cabello y dejar las lágrimas caer en silencio mientras Erio era completamente diferente a ella. El lloraba amargamente y parecía enfadado, pero nunca hizo ningún gesto contra ella.
Jamás podría.
Y así pasaron un tiempo fuera de la prisión, sin poder hacer mucho más hasta que los dos consiguieron calmarse.
"Discúlpame, Caro. No quería perder el control." dijo Erio.
"No tienes que disculparte. Yo me siento igual." dijo Caro, mirándolo a los ojos. "Tenemos derecho a llorar, Erio y a que nos duela."
En otro momento, esa mirada los habría hecho ruborizarse, pero ahora se había convertido en un vínculo que no podía romperse entre ellos y hasta que encontraran a Fate o un rastro de ella, este vínculo irrompible los empujaría a seguir adelante.
"¿Qué hacemos ahora?" susurro Caro.
Erio suspiro, abrazo a su compañera, le dejo un fugaz beso en el pelo y miro hacia adelante con una idea que cada vez se iba haciendo más clara en su mente.
"Vamos a ver a los Takamachi." dijo Erio, mirando a Caro. "Tenemos que saber que nos pueden decir de aquella noche."
Caro asintió, como si ella hubiera pensado lo mismo y juntos, de la mano, se dirigieron a su nuevo destino decididos a encontrar la verdad y con un deseo que llevaban guardando meses… el deseo de quizá encontrar las pruebas que nadie pensaban que podían existir para ayudar a la mujer que les había dado todo en la vida.
