DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer pero todo lo demás es mío.
AVISO: Es una historia muy sexual, sobre todo en los primeros capítulos.
.
.
.
Al día siguiente no quiero ser tan obvia para mis amigas así que intento convencerlas de ir a Ushuaïa de nuevo alegando lo bien que lo pasamos.
Rose quiere probar otro sitio y Lauren quiere descansar. Así que Victoria y yo decidimos ir a Ushuaïa con su ligue, solos los tres.
Tengo preparado el dinero para la entrada pero cuando digo mi nombre y el de seguridad revisa la lista me hace pasar sin pagar.
-Estoy flipando, ¿tú cómo has conseguido ese contacto?- me pregunta el ligue de Victoria.
-Lo conocí anoche y es técnico de sonido o algo así- miento.
Esta vez decido subir a la zona del Dj mucho antes y a las siete ya estamos allí.
No paro de mirar a la cabina esperando a que la chica que está en la mesa de mezclas se vaya.
A las nueve menos cuarto empiezo a ver movimiento por ahí y Edward llega vestido con unos vaqueros y una camiseta de tirantes anchos.
Su set empieza de manera totalmente diferente al día anterior. La música es más tranquila y predecible.
Justo como ayer en un momento de la noche él se gira en el escenario dando la espalda al público.
No puedo verle pero miro en su dirección y sonrío por si él me ve.
Cuando se gira yo me giro también hacia mis acompañantes y sigo bailando.
Pasan dos canciones cuando un hombre trajeado llega hasta nosotros y temo que nos vaya a echar. Una cosa era entrar a la discoteca y otra meterse a la cabina del Dj. Pero tan solo me pide que le acompañe.
Me lleva hasta la cabina y a cada paso que doy los nervios se incrementan.
-Hola- digo cuando estoy junto a Edward.
-Hola guapa- dice acercándose a darme un beso en la mejilla- Me alegra que hayas venido. Escucha- dice poniéndome de nuevo los cascos.
Sonrío inundada por la música. Yo escucho la misma canción que el resto de la gente pero unos minutos adelantada y es fantástica. En la pantalla del portátil de Edward veo el nombre de la pista ''This I Vow'' Üll junto a Armin Van Buuren. (Versión disponible en la lista de Spotify, enlace en mi grupo de facebook)
-Me encanta- grito con los cascos puestos aun.
Él me sonríe y sigue tocando botones.
Cuando pasan unos cuantos minutos y la canción termina, siento que tengo que irme porque aquí ya no pinto nada.
-Ten- digo dándole los cascos.
-¿Te ha gustado? Mira- dice señalándome la pista llena de gente.
-Es increíble, esto es increíble- sonrío incrédula.
La vista es espectacular, hay cientos o incluso miles de personas moviéndose al mismo ritmo. Juntos crean una coreografía perfecta sin ser conscientes de ello si quiera.
-¿Quieres esperarme?- pregunta contra mi oído.
Sé lo que me está proponiendo y ni lo he pensado pero estoy asintiendo sonriente.
El set finaliza con fuegos artificiales de nuevo y antes de que acabe del todo Victoria y su ligue se van. Les prometo que voy a irme en taxi a casa y no andando.
Camino hasta la barra del bar y me pido una botella de agua. Es la primera vez que bebo agua en toda la noche pero estoy nerviosa.
No sé qué espero pero cuando veo a Edward caminar hacia mí mirándome a la vez que esquiva a las personas que se ponen en su camino, me da igual lo que me proponga porque voy a decir que sí.
-¿Vienes?- pregunta ofreciéndome su mano.
-Sí- susurro agarrándosela y dejando la botella en la barra.
No bajamos por las mismas escaleras por las que bajé ayer. Bajamos por otras mucho más austeras que dan directamente al aparcamiento del hotel.
-Me ha gustado ver que habías venido.
-Bueno es que quizás es la última oportunidad que tenga para venir aquí.
-No lo creo- susurra arrinconándome contra un coche.
Nuestras caras están muy juntas.
Vamos a besarnos, lo sé, pero no termina de ocurrir.
-Bésame- pido.
En ese mismo momento noto sus labios contra los míos moviéndose. Yo quiero más así que abro la boca para que nuestras lenguas entren en contacto.
Siento calor en mi vientre bajo y sé lo que es. Deseo.
-Vámonos de aquí- digo separándome de él.
-Podemos ir a mi casa o a la tuya si quieres.
-A la tuya- digo sin pensar.
-Entonces por ahí- me señala el hotel al que pertenece la discoteca.
No sé cómo hicimos el trayecto hasta su habitación pero cuando me quiero dar cuenta estamos dentro.
Él me ataca en cuanto atravesamos la puerta y yo hago lo mismo.
Me quito la parte de arriba quedando desnuda para que sus manos cubran mis pechos.
Los besa y los muerde mientras me quita la parte de abajo para sin preliminares comenzar a comerme ahí.
-Oh- grito sorprendida.
Oigo su risa contra mi piel.
Mi orgasmo llega en pocos minutos porque ya venía caliente de antes.
-Edward- susurro entre las sensaciones que recorren mi cuerpo.
-Eres fantástica pero ahora vamos a la cama- dice poniéndose en pie y llevándome a la cama de la mano.
Mis piernas tiemblan y agradezco el agarre de su mano.
Me conduce hasta allí y me tumba en la cama mientras él se desnuda tranquilamente.
Cuando está completamente desnudo delante de la cama me tumbo boca arriba y separo las piernas abriéndome para él.
-Ven- digo mirándole.
Se tumba sobre mí besándome suavemente.
-Entra- le suplico mientras agarro su pene con mi mano.
Noto como se abre paso en mi interior hasta que llega al final de mi vagina.
-Eres suave y estrecha- dice sentándose en la cama y poniéndome encima de él a horcajadas.
Comienzo a moverme provocando placer con el roce.
Ambos estamos gimiendo.
Con cada movimiento siento como me llena más y más y no sé cuánto más voy a soportar.
Él me toca el clítoris y entonces todo se acelera.
Mis movimientos, sus movimientos, nuestro orgasmo.
Aprieto fuerte mis paredes vaginales contra él antes de correrme y entonces estoy perdida en las sensaciones.
Oigo sus gemidos contra mi oído a la vez que siento la fuerza y la tensión de sus manos contra mi espalda.
Respirando de manera entrecortada nos separamos y nos tumbamos en la cama.
-Ahora vuelvo- dice poniéndose en pie.
Va al baño donde oigo como abre la papelera y tira el condón antes de volver.
Me giro a mirarle.
-Sé que debería irme pero estoy agotada. Dame 10 minutos- pido cerrando los ojos y apoyando mi cabeza contra la almohada.
Él se ríe.
-No hace falta que te vayas, ¿crees que te he traído aquí para echar un polvo y ya?
-¿No?- pregunto dudosa frunciendo el ceño.
-No. Puedes quedarte a dormir - propone pasando su mano por mi pelo que está desparramado por mi espalda- pero si quieres irte te llevo a tu casa o te pido un taxi. Lo que tú quieras.
Lo pienso por unos instantes. Mi norma con los tíos es no quedarme a dormir con ellos después de follar porque odio el momento de dar conversación al día siguiente, pero estoy tan cansada y a la vez tan a gusto con él que estoy dispuesta a saltarme mi propia norma.
-Me quedo- digo acercándome a él para besarle.
Nos besamos tumbados de lado uno frente a otro y con las piernas entrelazadas.
-Cuéntame cosas de ti- me pide.
-¿Cómo qué?
-¿Tienes novio?- suelta sin anestesia.
Me río ante su pregunta porque la respuesta es muy obvia.
-Claro que no, si así fuera no estaría contigo ahora. ¿Tú tienes novia?
No se me había pasado por la cabeza pensar que él tuviera pareja pero igual tenía novia o mujer y la estaba engañando. En el mundo de la noche, el mundo de los Djs, esto pasa a menudo.
-Tampoco, sino no estaría aquí contigo- repite mis palabras antes de volver a besarme.
-¿De dónde eres?
-De Los Ángeles, Estados Unidos. ¿Tú?
-De Londres pero llevo un año viviendo en Nantes, Francia- le informo.
-¿Y eso?
-Estudio allí.
-Mmm una chica inteligente- susurra besando mi hombro.
-Me gradué la semana pasada, soy publicista.
-Enhorabuena- dice besando mi clavícula.
-¿Cuántos años tienes?- pregunto sintiendo como sus labios hacen cosquillas contra mi cuello.
-Cumplí los 29 hace tres semanas.
-Yo 24- digo sujetándole la cabeza para que pare de besarme el cuello.
Me está volviendo a encender y no sé si tengo la suficiente energía como para otro polvo.
-¿Quieres parar?- me pregunta mirándome fijamente.
No juega limpio porque está restregando su punta contra mi clítoris.
-No sé si aguantaré otra ronda pero no lo sabré si no lo intento- digo sonriendo mientras cojo un condón de la mesilla de noche.
La caja estaba allí desde que entramos. Supongo que en esta cama ayer hubo otra chica.
Edward se pone de rodillas para colocárselo y se tumba sobre mí en la clásica postura del misionero.
Disfruto durante el acto pero estoy demasiado cansada para correrme de nuevo.
Edward sí lo hace.
-Lo siento- me dice cuando acaba.
-No pasa nada. Será porque estoy cansada.
-Te debo un orgasmo- dice besándome.
Cuando noto como vuelve a la cama tras tirar el condón me quedo dormida.
A la mañana siguiente despierto entre sus brazos.
Salgo de la cama para ir a hacer pis sin despertarle y camino al baño.
Anoche no tuve tiempo de apreciar el estilo moderno de la habitación. La cama tiene forma redonda, las paredes están cubiertas con láminas con motivos vegetales, hay un sofá también con forma irregular y la pared frente a la cama está llena de espejos. La terraza está al lado derecho de la cama y toda la pared está acristalada. El baño está separado de la habitación por otra pared pero no tiene puerta así que intento hacer pis sin hacer ruido.
Cuando vuelvo a la habitación cojo la camisa de tirantes que Edward llevaba anoche para cubrirme antes de salir al balcón.
Se ve el escenario y la inmensa piscina. Lo que anoche era una pista de baile ahora es un espacio lleno de hamacas con gente tomando el sol.
Hace un gran día para ir a la playa.
En ese momento recuerdo a mis amigas. Le dije a Victoria que iría a casa a dormir y no lo he hecho. Deben estar preocupadas.
Vuelvo dentro de la habitación y busco mi bolso que está tirado en el suelo junto a la puerta de entrada.
Mi móvil tiene poca batería y unas cuantas notificaciones de whatsapps y llamadas perdidas. Para no despertar a Edward salgo de nuevo a la terraza y envío un audio al grupo que tengo con las chicas.
Lo primero: estoy bien. Me quedé con Edward a dormir en su habitación del hotel en Ushuaïa porque estaba agotada. Lo segundo: Iré a casa en breves.
-Buenos días- susurra Edward desde atrás justo cuando suena la notificación de envío de audio.
No me lo esperaba y me sobresalto.
-Joder, me has asustado- digo girándome a verle.
Está totalmente desnudo.
-Perdón, ¿has dormido bien?- pregunta pasando sus brazos por mi cintura para acercarme a él.
Asiento sonriente.
Le doy un beso y entonces mi estómago suena.
Nos reímos.
-Vamos a desayunar- propone entrando a la habitación- ¿qué quieres?
-Café y ya- digo de nuevo en la suite.
-No puedes tomar café y ya, pídete pan con aceite o fruta. Está de muerte- me recomienda.
-Muy bien pues pan con aceite y café con leche- digo.
Nunca he probado el pan con aceite, normalmente este último lo uso solo para cocinar.
Edward toca un panel de control que está anclado en la pared y luego se gira.
-Lo traen en quince minutos- dice volviendo a abrazarme.
Volvemos a besarnos e inmediatamente noto como vuelvo a excitarme.
Edward sonríe y me quita la camiseta.
-¿Te importa si no te espero para desayunar?- pregunta.
No entiendo a qué se refiere.
Me dejo llevar por él. Me coloca de frente a la pared y me inclina la espalda hasta que formo un ángulo recto. Mis manos están apoyadas contra el muro y comienzo a ver por donde va.
Estoy esperando a que me penetre cuando noto su boca sobre mí.
-Oh así que ese va a ser tu desayuno- digo riendo y disfrutando.
-Te voy a comer entera- me adelanta mientras introduce sus dedos en mí.
Cierro los ojos y muerdo mi labio mientras Edward pasea su lengua por toda mi vulva.
Necesito pocos minutos para sentir la necesidad de tener algo dentro de mí que me llene y que no sean sus dedos. Así que me pongo en pie y me giro a mirarle.
-Ya vale- le digo seria.
-¿No te gusta?- pregunta confuso aun sentado en el suelo.
-Necesito que me folles- digo metiendo mis dedos en mi vagina.
Su mirada va a ese punto y puedo jurar que su polla da un respingo.
-Yo me encargo de eso- responde poniéndose en pie y retirando mi mano de mi sexo.
Me vuelve a poner contra la pared, bueno en este caso es contra la puerta.
No necesito más para sentir como me llena desde atrás.
-¡Así sí joder!- digo gimiendo.
-Abre más- me indica golpeando suavemente mi pierna.
Bombea en mi interior con fuerza, esto me va a doler esta noche.
Mientras él empuja contra mí yo toco mi clítoris porque necesito correrme ya.
Cuando lo hago grito y golpeo la puerta.
-Mierda- dice Edward minutos después.
-No me jodas- susurro sin girarme. Ya sé lo que ha pasado.
-Lo siento, no he podido controlarlo.
-Te has corrido dentro- adivino notando como mi cuerpo desciende un par de grados.
-Sí- susurra- lo siento- dice abrazándome.
Ante mi silencio él vuelve a hablar.
-Podemos ir a la farmacia a por la píldora del día después.
-No, tomo la píldora. No hay riesgo de embarazo pero las ETS…
-Estoy sano.
-¿Cómo lo sabes?- pregunto mirándole.
-Porque me hago pruebas cada cierto tiempo.
Asiento convencida.
-Yo también estoy sana.
-Entonces no vamos a preocuparnos más ¿no?- dice agarrando mi barbilla para que le mire.
-Yo no suelo follar sin condón a no ser que ya conozca mucho a esa persona.
No sé por qué pero siento la necesidad de aclararlo.
Él se limita a asentir con la cabeza y cuando el silencio se hace incómodo alguien golpea la puerta.
-Déjelo ahí, ahora lo cogemos- le dice Edward a la persona que está detrás de la puerta.
-Voy a vestirme- digo caminando hasta la cama donde está mi ropa tirada.
Edward hace lo mismo y cuando estamos medio vestidos abre la puerta para meter la mesa con la bandeja.
Hay más de lo que hemos pedido.
Hay leche, café, fruta, tostadas, huevos cocidos, embutido y una aceitera con un líquido verde que supongo es el aceite de oliva.
-Vamos a comer fuera- me dice.
Comemos en silencio apreciando el color azul del cielo.
-¿Hasta qué día estás aquí?- me pregunta.
-Hasta el 15 de julio.
-Me gustaría verte otra vez, si quieres claro- propone.
-Sí, ¿por qué no?- respondo.
-Entonces dame tu número o tu Instagram o algo- me pide pasándome su teléfono.
No me gusta dar mi número así que en su lugar le doy yo mi teléfono para que apunte su móvil.
-¿Hoy también trabajas ahí?- digo señalando el escenario.
-Sí, de nueve a once-
-¿Y estás aquí todo el verano?
-De junio a septiembre- asiente antes de morder una pera.
-¡Vaya menudas vacaciones!
-Bueno no son vacaciones, yo trabajo. Mis vacaciones suelen ser en enero o por ahí, pero un par de días, no mucho más.
-Sí claro, me refería a que trabajar aquí es maravilloso- digo refiriéndome al clima.
-Esta isla es espectacular. ¿Has estado en alguna de las calas?
-Solo en la playa de Bossa.
-Pues podrías venir conmigo a la cala Vadella. Es mi favorita- sonríe.
-Me gustaría, sí, pero he venido con mis amigas y si me paso todo el día de hoy contigo me van a odiar- recuerdo riendo.
Él se ríe entendiendo.
-Pues mañana, si te viene bien.
-Vale- digo llena de entusiasmo.
Después de desayunar Edward llama a un chico que está a su servicio para que me lleve a casa.
De camino miro su foto de whatsapp, es el cartel de Ushuaïa para este verano.
Tiene cuenta de Instagram verificada, con tic azul, y todas sus fotos son de sesiones en diferentes salas de diversos países o dentro de estudios de grabación.
Echo en falta fotos personales que me den algo más de información sobre su vida.
Cuando el todoterreno negro para frente a mi casa me bajo dando las gracias y respiro profundamente pensando en la reprimenda que me viene encima.
-Hombre pero si ha vuelto Bella Desaparecida Swan, nos tenías preocupadas zorra- me espeta Rose según entro por la puerta.
-Joder ya te vale tía- dice Lauren.
-Podrías haber avisado de que no venías a dormir al menos- me dice Victoria.
-No tenía pensado irme con él cuando fuimos a la discoteca Vic y sí podía haberos avisado pero se me pasó totalmente- me disculpo.
-Claro, es complicado escribir un whatsapp cuando tienes las manos ocupadas- dice Lauren riendo.
-¿Bueno te le has tirado y te has quedado a dormir con él?
Asiento mientras voy a la cocina a por agua.
-¿Tú no decías que con los folla amigos no se duerme? Que luego se confunden y empiezan a creer que tenéis una relación- apunta Victoria.
-Lo sé, pero simplemente surgió.
-Una cosa más- me dice Rosalie- ¿esas manos qué tal tocan sobre la piel? Porque como sea igual que sobre la mesa de mezclas…
Todas nos empezamos a reír.
-Con la mesa de mezclas hace cosas extraordinarias y con mi cuerpo también. Y no cuento más, ¡me voy a duchar!
Edward no vuelve a salir en nuestras conversaciones en lo que resta de día que aprovechamos para ir a Sa Penya Esbarrada que significa ''las puertas del cielo'' donde vemos una impresionante puesta de sol desde lo alto de los acantilados.
Tengo la galería del teléfono llena de fotos de este atardecer donde el sol tiñe todo de un color ocre anaranjado fascinante.
Después nos quedamos a cenar en el restaurante que hay ahí mismo donde pedimos varios platos típicos para compartir como la frita de pulpo, la ensalada de costras, la cual nos llamó mucho la atención porque la base es pan y no lechuga u otro elemento vegetal y por último sofrit Pagès que estaba delicioso por el potente sabor de la carne, las especias y el ajo.
Luego fuimos dando un paseo bajando hacia la costa dejándonos bañar por la brisa marina y el olor a sal.
Nos quedamos en un club parecido al del primer día pero esta vez cambiamos los cócteles por cervezas.
-¿Mañana os parece si vamos a la Cala Olivera? He visto fotos en Instagram y es increíble- propone Victoria.
-A ver- pregunto curiosa sacando mi móvil.
Busco fotos de la cala y efectivamente, es preciosa. Parece escavada entre las rocas y el mar tiene un color verde azulado cristalino. Parece pequeña y muy íntima.
-Oh sí, tenemos que ir- dice Rose viendo la foto en mi móvil.
-He hablado con Xavier y dice que deberíamos alquilar un coche, que la isla tiene rincones preciosos a los que no llega el transporte público- propone Victoria.
-Yo depende lo que cueste- interviene Lauren.
-Por mi vale- expreso.
-Por mí también- dice Rose.
Mientras buscan un lugar de alquiler de coches que sea fiable yo vuelvo a coger el móvil y reviso las notificaciones.
Tengo un mensaje de Edward preguntándome qué tal estoy.
Le contesto mandándole una foto de mi cerveza en la que de fondo sale el club y parte de la playa.
Cogemos un autobús para volver a casa porque estamos cansadas de andar y cuando llegamos mi móvil vuelve a vibrar.
Es Edward de nuevo pero esta vez me manda un vídeo que no veo inmediatamente porque quiero visualizarlo con cascos.
-¿Mañana a qué hora queréis ir a por el coche?- pregunto.
-Yo creo que debemos madrugar un poco- propone Rose.
-¿Qué dices? Como vamos a madrugar que estamos de vacaciones- dice Victoria.
-Madrugar es levantarse a las 8:30 o así- rebate la rubia.
-Para mí madrugar es levantarse antes de las 11- responde Victoria.
-Bueno qué tal a las 9- propongo.
Más o menos estando todas de acuerdo nos vamos al baño a desmaquillarnos y ponernos el pijama.
En la tranquilidad de mi habitación veo el vídeo que Edward me ha enviado. Es Ushuaïa bailando al ritmo que las manos de dj Üll deciden.
Lo veo varias veces porque me transmite la misma sensación que cuando estuve allí.
Nervios, emoción, felicidad, ganas de bailar, como si el mundo estuviera diseñado para mí.
¿Mañana nos vemos? ✓✓Le pregunto
Sí ✓✓Me responde casi al momento
¿Hora? ✓✓
¿Te viene bien a las 6? ✓✓
Perfecto ✓✓respondo antes de desconectar el wifi del móvil y meterme en la cama
.
.
.
Ya han estado juntos por primera vez, bueno por tercera vez mejor dicho. Al principio la relación se basa principalmente en el sexo, no penséis que la historia va a ser solo lemmons.
¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Esperabais que estuvieran juntos tan pronto? ¿Creéis que quedarán de nuevo o se quedará como una aventura de verano? Me encantaría leer vuestras respuestas y opiniones (incluso si no son favorables) en los reviews. Hago uso del lema del grupo Elite FF ''Dejar review no cuesta nada''
Además review es igual a adelanto del próximo capítulo
Como ya sabéis para vivir al 100% la experiencia no sirve solo con leer la historia. Hay que:
Pasarse por el grupo de Facebook para ver las imágenes y vídeos correspondientes al capítulo (link en mi biografía de fanfiction)
Escuchar la lista de Spotify que he creado en exclusiva para esta historia. (Link en mi grupo de facebook)
Visitar las siguientes páginas de Instagram: Ibiza(punto)Plus, Ushuaïa
Ya sabéis que el ritmo de actualización será rápido.
Besitos
