DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer pero todo lo demás es mío.
AVISO: Es una historia muy sexual, sobre todo en los primeros capítulos.
.🌴 🌊.
Estando aun en la playa llamo a Edward para vernos después.
Igual que el otro día, solo puede quedar hasta las ocho y media así que nos vemos en el centro de la ciudad, en el bar Costa.
Cuando llego él ya está ahí esperándome en la terraza.
-Hola- digo acercándome a besarle.
-Hola- responde el beso acariciándome la mejilla- te estaba esperando aquí pero podemos ir dentro si hace mucho calor.
-No, aquí estoy perfectamente- digo sentándome.
El camarero no tarda en venir para tomarnos nota.
-¿Qué vais a tomar?- pregunta.
-Yo una coca cola- digo.
-Y yo otra- pide Edward.
-¿Algo de comer?
-Sí, dos bocadillos de jamón ibérico con tomate- responde sin preguntarme.
El camarero lo apunta y se va.
-No tengo hambre Edward.
-Tienes que probarlo. Venir a Ibiza y no comer un bocadillo en el bar Costa, es como no haber venido.
Me río y asiento de acuerdo con él.
-¿Qué tal la reunión?-
-Aburrida pero entretenida para ti.
-¿Para mí?- digo extrañada.
-Sí, hemos estado viendo qué elementos introducir a la sesión de los miércoles en Ushuaïa.
-Yo creo que está genial así como está- sonrío.
-Gracias pero cada semana introducimos algo nuevo para que la gente quiera repetir.
-Insisto, no hace falta.
-¿Quieres volver a ir?- propone.
-Me gustaría pero no sé, a ver qué opinan las chicas.
-Si vas me avisas y os meto en lista.
-No es necesario.
-Tengo un número de invitaciones reservadas para amigos y familiares y nunca los gasto.
-¿Tus amigos no vienen a verte?- pregunto curiosa.
-Algunos sí pero la mayoría viven lejos, tienen trabajos con horarios inflexibles e incluso tienen hijos. No pueden pasarse el verano aquí conmigo.
-Ya veo.
-Así que si queréis ir al set del miércoles avísame. También puede ser una manera en la que compense a tus amigas por haberte robado varios días- dice guiñándome el ojo.
-Vas a necesitar mucho más que unas entradas de una discoteca para compensarles mi ausencia.
-No lo dudo- responde riendo.
Cuando el camarero llega con las bebidas y los bocatas dejamos la conversación.
Creo que gimo de placer cuando pruebo el primer bocado del bocadillo.
-¿Está bueno eh? No los vas a encontrar mejores en toda la isla y mucho menos en otra ciudad.
-Está brutal- digo dando otro mordisco.
Había probado el jamón español y por supuesto el tomate pero estos eran diferentes.
El jamón tenía un sabor intenso que junto a la acidez del tomate creaba una combinación perfecta e irresistible.
Cuando me acabo el bocata Edward me besa sin avisar. Lo hace con más pasión de la que es públicamente correcta.
-Edward- digo sonrojada mirando a las mesas de al lado que nos miran con atención.
-Me apetecía besarte, entre otras cosas- lo último me lo susurra al oído.
Noto nuevamente una contracción en mi vientre, clara señal de deseo.
-Me gustaría que vinieras a mi casa esta noche- propone.
-No puedo- digo dando un trago a la coca cola- hemos comprado entradas para la discoteca Hï.
-Lo pasaréis genial. Pinché allí durante dos veranos.
-¿Sí? ¿Alguna recomendación?
-Ponte en el lado izquierdo, es donde mejor se ve la cabina.
-¿Cómo nos veis los Djs cuando estáis ahí arriba?
-Tú lo viste también. Es muy especial, porque sabes que toda esa gente está bailando al son que tú marcas, están disfrutando gracias a ti y quizás estén viviendo el mejor momento de sus vidas con mi música.
-Hoy está pinchando allí…- digo desbloqueando el móvil para buscarlo.
-Armin Van Buuren- dice antes que yo.
-Sí, ¡cómo te lo sabes!
-Armin es amigo mío, también está en casa.
-¿En serio?- pregunto alucinada.
¿Me estás diciendo que he estado durmiendo puerta con puerta con el Dj que voy a ir a ver esta noche y que es mundialmente conocido?
-Sí- ríe.
-Cuando me dijiste que compartías casa con otros amigos, ¿te referías a Djs?
-Sí pero no únicamente. Mira en casa vamos a estar todo el verano Tim, David y yo porque somos residentes aquí. Luego cada semana la habitación de invitados se va ocupando con gente diferente, esta semana está Armin pero la que viene creo que estará Martin.
-¿Martin Garrix?- pregunto como una fan.
-Sí. Es el niño del equipo, es el más joven. En casa también están nuestros representantes.
-¿Tim dónde pincha?
-En Hï pero solo los domingos, hoy es lunes.
-¿La canción que cantó esta mañana es suya?
-Sí, wake me up, pero la tienes que conocer porque es muy famosa- me responde con cara de obviedad.
-¿Wake me up de Avicii?- Pregunto sintiéndome idiota- ¡Mierda es Tim Bergling!- digo en shock.
Edward se ríe a carcajadas.
-Pensé que sabías quién era esta mañana.
-No, que va. No sé si alguna vez he llegado a ver su cara así que no le he reconocido pero soy muy fan suya, ¿puedes decírselo de mi parte?
Edward se ríe y niega con la cabeza.
-Vente a dormir conmigo esta noche y se lo dices tú mañana por la mañana.
-Ya te he dicho que no puedo.
-¿Mañana?
-¿Mañana cuando?
-Mañana quedamos para comer- dice.
-Vale sí.
Nos despedimos en el bar y luego cada uno cogió su coche para irse.
Esa noche para entrar en Hï el dress code marcaba ir con un vestido largo o corto y con zapatos cómodos no deportivos.
Al igual que para Ushuaïa nos ayudamos las unas a las otras a la hora de vestir. Yo escogí un vestido blanco muy corto con cadenas a modo de tirantes y la espalda abierta, cruzada transversalmente con otra cadena. Para los zapatos elegí unas cuñas que fueran cómodas y me recogí el pelo.
Armin tenía un set de seis horas así que solo íbamos a escucharle a él. Comenzó con música bastante relajante dentro del tecno claro. Le miraba de vez en cuando y no podía evitar compararle con Edward. Edward era mucho más enérgico en el escenario, no paraba de moverse, saltar y levantar los brazos. Armin por el contrario es más tranquilo y metódico, parece que tuviera el control total de la sala.
En cuanto a la discoteca, esta era enorme. Con techos altos y formas circulares en las paredes. Las luces eran impresionantes junto a las pantallas de detrás de la cabina y el ambiente también era excepcional. Sin duda junto con Ushuaïa ésta se estaba convirtiendo en mi discoteca favorita.
El momento de mayor euforia fue cuando empezó a sonar su canción Therapy. Adoraba esta canción porque me transmitía muchísima energía. No paré de saltar desde el principio hasta el final.
En medio de la sesión unos chicos se nos unieron. Cogieron a Rosalie a hombros ya que era la única que llevaba pantalones.
-Pregúntale a tu Dj si este está soltero porque me encanta- me comenta Lauren.
Me río de su comentario a carcajadas.
-Creo que es bastante mayor- le comento a gritos.
-Da igual- me responde.
Seguimos bailando sin descanso hasta el momento de cierre.
Armin cierra su set con la canción Sunny Days que aunque comienza lenta luego coge un ritmo trepidante. Mientras suena el último minuto de la canción comienza a llover confeti del cielo y el megatrón se activa repartiendo humo por toda la sala.
Cuando finalmente salimos de la discoteca está amaneciendo.
Contrario a la última vez no nos buscamos ningún after party pero sí que nos vamos a desayunar con los chicos de la discoteca.
Esta vez todas nosotras ligamos con uno de ellos. Así que las cuatro estamos desayunando en plan parejitas a las siete de la mañana en un bar con vistas a la playa.
Me gustaba tontear con él pero no me apetecía ir más allá así que cuando comenzó a intentar pasarme el brazo por los hombros o tocarme la rodilla me fui al baño. Después de ahí me fui a casa en taxi alegando encontrarme mal.
Cuando las chicas llegaron yo seguía despierta.
-¿Qué tal estás?- me pregunta Victoria.
-Bien.
-¿Segura?
-No me encontraba mal pero tenía que huir, Michael quería algo más- confieso riendo.
-¿Y tú no?
-No- digo mientras me desmaquillo.
-El chico está bueno, es guapo y muy amable.
-Lo sé pero no me termina de gustar- confieso.
-Vamos a ver qué está pasando aquí. El otro día te vas a casa del chico del barco y no haces nada, ahora rechazas a este que es totalmente tu prototipo de hombre. ¿Es que ya no te gusta follar sin compromiso o qué Bella?- pregunta seria.
-No es eso.
-Claro que sí es eso. Ahora súmale que cada vez que te has ido con el Dj a su casa te has quedado a dormir con él, cosa que tú nunca haces. Así que ya no te gusta follar sin compromiso porque solo quieres tirártelo a él.
Victoria se me quedó mirando fijamente esperando mi respuesta.
-Dime qué quieres que te responda y te lo diré- acoto girándome para quedar frente a frente.
-Quiero que aceptes que te gusta el Dj mucho más que para un polvo. Que estás pillada por él.
-¿Qué? ¡Claro que no!- frunzo el ceño.
-Bella no pasa nada por admitir que te gusta un chico.
-Pero es que no es así.
-Yo creo que sí lo es pero no quieres admitirlo porque llevas siempre por bandera que tú eres libre y que no quieres compromisos.
-Eso sigue siendo así.
-Mira Bells, yo si fuera tú lo aceptaría e incluso lo hablaría con él.
-Ves demasiadas películas- me río.
-¿Y si él también siente algo por ti?
-Claro que no es así. Los dos sabemos que esto es algo temporal, estamos de vacaciones, no es el mundo real. Y sí, vale, te aceptaré que la conexión sexual que tengo con él no la he sentido con nadie más, nunca. Pero ni yo estoy enamorada de él ni él de mí, ¿vale?
-Vale- dice dándose la vuelta frente al espejo y terminando de desmaquillarse.
A la mañana siguiente quedo con Edward para comer en El Chiringuito. Un lugar que mantiene su esencia de bar a pie de playa pero con una carta y unas instalaciones propias de un restaurante con estrella michelín.
Nada más llegar nos sirven agua y algo de picar.
Edward me explica que la salsa blanca que hay en el bol es alioli, una mayonesa con ajo que está fantástica. Me vuelvo adicta desde el primer bocado.
Para comer pedimos chipirones a la plancha y pimientos fritos del padrón como entrantes. De plato principal bullit de peix que es un guiso típico de Ibiza hecho con diferentes tipos de pescados de roca y que te sirven con más alioli y patatas. De postre simplemente tomamos un sorbete de limón con cava porque estábamos llenos.
Después de comer nos fuimos dando un paseo por la playa abrazados por la brisa marina.
-¿Qué vas a hacer cuando vuelvas a Francia?
-Mudarme a Londres. He acabado de estudiar así que ahora buscaré trabajo en mi país.
-No sé cómo serás profesionalmente hablando pero me da la sensación de que eres buena, así que estoy seguro de que las empresas se te rifarán.
Me río y le agradezco sus palabras.
-¿Vais a venir tú y tus amigas a Ushuaïa el miércoles?
-Se me olvidó preguntárselo pero lo hago ahora.
-Puedes decírmelo mañana, no hay prisa.
Aun así yo cojo el móvil y se lo digo a mis amigas por el grupo. Todas están de acuerdo en ir así que Edward me confirma que mañana me envía las entradas.
-¿Te apetece venir esta noche conmigo?
-¿A dónde?
-A mi casa- sonríe antes de besarme.
-¿Por qué tienes tanta obsesión por llevarme a tu casa?
-Porque tú no me llevas a la tuya.
-Comparto habitación mi amiga Victoria, ¿te importa tener espectadores en el sexo?
-A mí no- dice encogiéndose de hombros.
Me río y le golpeo en el hombro de forma juguetona.
-Vente- dice volviendo abrazarme.
-Vale- acepto antes de volver a besarle.
-¿A qué hora quieres venir?
-Cuando estés tú.
-Puedo recogerte cuando salga de Ushuaïa, sobre las doce.
-Me vale.
El resto del día lo paso con las chicas descansando en casa.
Nos encanta la fiesta pero tomarnos un día de relax no nos viene nada mal.
Tal y como me prometió, Edward está esperándome fuera de mi apartamento a las doce menos diez. Esta vez viene él y no un chófer.
Cuando llegamos a su casa hay gente de fiesta en la piscina.
-Hola- dice llevándome de la mano hacia ellos.
-Hola- me saludan todos al unísono.
Devuelvo el saludo y Edward me presenta uno a uno.
El primero es Garret, su asistente, después está Tim que ya le conozco y le reconozco, luego un par de chicas que Edward las obvia porque creo que no las conoce y después en uno de los sofás redondos está Armin van Buuren con tres hombres más.
-Ven, vamos a saludarle- me anima llevándome de la mano.
-No, me muero de la vergüenza- confieso riendo.
-¡Armin! Ven un momento- le grita Edward.
Veo como el rubio se levanta y camina hasta nosotros.
-Te voy a matar- le digo a Edward fingiendo una sonrisa.
-Hola- me saluda- ¿qué pasa Edward? ¿Qué tal ha ido por Ushuaïa?
-Hasta la bandera, como todos los días. Esta es Bella, estuvo ayer en tu set en Hï y me ha dicho que quería decirte personalmente cuanto le gustó.
Yo nunca le he dicho eso.
-Hola- le saludo- es cierto, estuve anoche en Hï y fue fantástico, me encanto, muchas gracias.
-Gracias a ti- me dice sonriendo- me encantó tocar para vosotros ayer, una pena que no haya tenido ninguna residencia aquí este verano. Edward tienes que mover unos hilos con tus amigos de Ushuaïa para el verano que viene.
-Cuenta con ello.
-¿Por qué no os tomáis algo con nosotros?- propone Armin.
-Claro- digo antes que Edward.
Nos sentamos en la mesa del jardín donde Edward y yo cenamos el otro día.
Tim no pierde el tiempo y en seguida pone música desde su ordenador. Música tecno claro.
Me bebo una cerveza mientras escucho como comentan sus últimos sets y hablan de uno en el que pinchan todos juntos, Tomorrowland.
-¿Tú cómo lo vas a hacer?- pregunta Tim a Edward.
-Acabo en Ushuaïa y directamente cojo el jet privado, sino no llego. El set de Tomorrowland empieza a las 10.
Edward se va.
Había contado con poder compartir con él más días pero al parecer mañana será el último. Si él se va y luego yo regreso a Francia será complicado pasar mucho más tiempo juntos.
Horas después en nuestra habitación, desnudos y sudorosos después de haber tenido sexo le lanzo la pregunta.
-¿Dónde es Tomorrowland?
-En Bélgica.
-Pensé que estabas aquí todo el verano.
-Sí, solo me voy dos días para este festival y vuelvo.
Sonrío y me pongo boca arriba mirando el techo.
-Yo me voy el domingo a Francia.
-¿Ya?- noto por el rabillo del ojo que se gira a mirarme.
-Solo he venido para estar dos semanas- le recuerdo.
-Podrías quedarte aquí.
-Sería tan imposible como perfecto- digo imaginándomelo.
-En serio podrías quedarte conmigo, al menos unos días más. Aquí hay espacio de sobra.
-Te lo agradezco pero no puedo. Yo estoy aquí solo de vacaciones- respondo girándome para mirarle.
-Bueno, valóralo- dice antes de besarme.
No vuelvo a ver a Edward hasta la noche del miércoles en Ushuaïa.
Directamente entramos a la cabina del Dj, Edward pasa a saludarnos antes de subir.
Me hubiera gustado besarle pero hacerlo aquí en su lugar de trabajo es traspasar algún tipo de línea roja que hemos trazado o que al menos yo he trazado.
Quizás es porque sé que es la última vez que voy a estar en esta discoteca y viendo a Edward sobre el escenario pero la música me llega más adentro que nunca.
Salto hasta perder el aliento y es la única noche que salgo en Ibiza donde no necesito nada de alcohol porque la música hace que todo fluya.
-Tu chico sí que sabe- me comenta Victoria respecto a la música.
Todas lo estamos pasando genial.
Edward vuelve a manejar al público a su antojo jugando con la iluminación y el silencio.
El set termina con Edward animando al público subido arriba de la mesa de mezclas con la canción remezclada de Ran-D – Zombie. Por supuesto no faltan las llamaradas de fuego saliendo del escenario, los fuegos artificiales y el calor del público que nos llega hasta nosotras.
Cuando todo acaba Edward baja directamente de la cabina a la barra a pedir una botella de agua donde voy a verle.
-¿Qué tal?
-Eres, alucinante- digo antes de besarle.
Edward me devuelve el beso y luego nos giramos hasta mis amigas.
-Chicas este es Edward, Edward ellas son Victoria, Rosalie y Lauren.
-Encantado- dice saludándolas- ¿qué os ha parecido?
Mis amigas alaban la sesión de Edward.
-Es mi manera de pediros perdón por robaros a Bella en vuestras vacaciones- dice mirándome- De hecho aún os la voy a robar un poco más. ¿Me acompañas al aeropuerto?
-Claro- digo dándole la mano y saliendo por las mismas escaleras que usamos la primera noche que estuvimos juntos.
-Vuelvo el viernes por la noche, ¿quieres quedar?
-Por supuesto que quiero quedar- digo una vez vamos montados en la parte de atrás del todoterreno camino al aeropuerto.
-Y el domingo antes de irte me gustaría verte también. Sé que te estoy quitando tiempo de disfrutar de la isla y de tus amigas pero soy egoísta respecto a ti.
-Me gusta que seas egoísta, nos veremos el viernes, el sábado y todo el domingo si quieres.
-Quiero- dice besándome.
Le acompaño hasta la escalinata del avión donde se despide guiñándome un ojo.
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Parece que a nuestros chicos se les acaba el tiempo de estar juntos 😢 ¿Se acabará la relación o continuarán a distancia? Espero que hayáis disfrutado del capítulo y podáis haberos trasportado un poquito a la discoteca Hï.
Dar las gracias a todas las personas que han dejado un review, un favorito o un follow a la historia. Como ya sabéis cada review recibirá un adelanto del próximo capítulo diferente al adelanto publicado en el grupo Élite Fanfiction.
Siento que la historia no está teniendo muy buena acogida 😢, me guío por las cifras tanto en las publicaciones de Facebook como en los reviews. No sé qué os gusta o qué no os gusta porque si no me lo decís yo no puedo mejorar, por eso siempre pido feedback. Me podéis hacer un comentario sobre qué opináis de la historia por mensaje privado, por review, por Facebook… el medio no importa, solo el fin. Y por supuesto puede ser una crítica positiva o negativa siempre que sea respetuosa y constructiva.
Para vivir al 100% la experiencia no sirve solo con leer la historia. Hay que:
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Besitos
