DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer pero todo lo demás es mío.

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El mes de julio sigue pasando entre mañanas en la oficina, tardes en la playa y fines de semana saliendo a tomar algo.

Después del fracaso de cita con Guillermo seguí usando Tinder pero después de obtener varias fotos de penes de hombres con los que solo había hecho match y no había cruzado una palabra decidí que esa aplicación no era para mí.

Yo no busco una relación y tengo un vibrador rosa en el armario que cubre mis necesidades sexuales por ahora.

Me descargué la aplicación Meet Up y conocí a un grupo de personas en mi misma situación. Estaban solos en Barcelona bien por trabajo bien por estudios.

Cada uno era de un país diferente pero los choques culturales no nos impedían quedar a tomar algo los sábados o hacer turismo los domingos.

Aun no podía considerar a nadie como amigo pero está bien no sentirme tan sola en la ciudad.

En la oficina estábamos inmersos en una campaña de publicidad para una marca de productos cosméticos. El BBF había quedado en segundo lugar mientras el equipo de producción elegía y montaba las partes que ya habíamos grabado, aun así volveríamos a dedicarnos a él todo el mes de agosto.

Todos en la oficina estábamos pendientes de la decisión de Ona. Tres trabajadores de la agencia tendrán que viajar al festival UNTOLD a Rumanía, el primer fin de semana de agosto para realizar las entrevistas conjuntas a los djs. Habíamos elegido ese festival dado que todos los djs que participan en el BBF también lo hacen en UNTOLD.

Por una parte yo quería ir, me gusta el ambiente de los festivales y la música electrónica además de conocer a buena parte de los djs que iban a estar ahí. Pero otra parte de mí me frenaba a ir porque entre esos djs también estaba Edward.

Aun no he superado del todo lo que pasó en casa de David el último día que estuve en Ibiza y no sé cómo tratarlo si tengo que volver a trabajar con él. La opción más fácil sería no ir y dejar que el tiempo hiciera su magia, Edward volvería al pasado y quizás esta vez lo olvidaría del todo sabiendo que él ya tiene a alguien en su vida y que yo solo fui la chica de ese verano.

Por todo ello no sabía cómo sentirme cuando Ona organizó la reunión con los miembros que viajarían a Rumanía entre los que me encontraba yo.

Viajaríamos el jueves por la tarde y tan solo estaríamos allí un día. El sábado volveríamos a Barcelona antes de la hora de comer.

Preparé una pequeña maleta con ropa y otra más grande con todo el equipo necesario para trabajar.

Cuando llegamos a Rumanía el tiempo era bastante inestable, parecía que fuese a llover.

Compartía habitación de hotel con mi compañera Montse lo que me ayudaba a organizar el trabajo.

Había que entrevistar a unos diez djs y ajustarnos a sus horarios.

Yo decidí empezar con el grupo de djs compuesto por Armin Van Buuren, David Guetta, Diplo y Afrojack. No conocía a estos dos últimos así que busqué información en internet sobre ellos y mi compañero Jordi me envió un correo electrónico contándome todo lo que debía saber para no quedar mal ante ellos.

Armin Van Buuren me intimidaba un poco, me gusta su música, me encanta y no quiero actuar como una fan loca así que agradecía enormemente que David estuviera ahí para crear un ambiente de familiaridad.

Las entrevistas iban a tener lugar en el backstage del festival, en el autobús de gira de Afrojack concretamente. Me acompañarían tres cámaras, un técnico de sonido y otro de iluminación. Solo esperaba que el espacio fuera lo suficientemente grande para poder estar todos juntos sin tener que pisarnos.

Un taxi de ocho plazas nos llevó hasta el Cluj-Arena, el estadio multiusos donde tenía lugar el festival.

En cuanto nos bajamos pudimos escuchar la música llenando el ambiente entremezclada con el sonido de los generadores. Cientos de personas caminaban por los alrededores. Mi estómago se apretó por los nervios y un nudo se me puso en la boca del estómago.

La organización del festival nos guió hasta la parte trasera del estadio donde estaban aparcados autobuses y caravanas.

El autobús de gira de Afrojack estaba aparcado en el parking y una imagen suya cubría un lateral de vehículo. Era enorme con las ventanas tintadas y de color azul.

Cuando entramos en el interior vi que había filas de sillones a cada lado del autobús y al final una zona con ordenadores que sería el pequeño estudio donde trabajaría estando de gira.

Había gente en el interior, un par de mujeres, cuatro hombres muy musculados y Afrojack, lo reconocí en seguida.

Piel morena, perilla, gorra y pelo corto pero a lo afro.

-Buenos días, soy Isabella Swan para el BBF- digo caminando hasta él y dándole la mano.

-Encantado, yo soy Nick, más conocido como Afrojack- dice riéndose y tocándose el pelo.

De ahí su nombre artístico pienso para mí.

-¡Buenas!- dice un hombre detrás de mí.

Es rubio con el pelo corto, Diplo.

-Pensaba que llegaba tarde- escucho decir a David mientras sube las escaleras apresuradamente.

-Relaja tío- le dice Afrojack.

-Bella- me saluda David acercándose.

Compartimos un abrazo.

-¿Ha venido Jessica contigo?- pregunto al separarnos.

-No, no la sacas de Ibiza en todo el verano- se ríe- tendrás que volver si quieres verla. Mi casa es tu casa- me invita sonriente.

¿Existe alguien más hospitalario que David? No lo creo

-Te lo agradezco pero no tengo vacaciones-

-¡Eyyyy!- dice otra voz. Es Armin compruebo girándome hacia la puerta.

Me pongo un poco nerviosa ante su presencia.

Nos presentamos, de nuevo, e intento que no se note que me tiembla la mano.

Armin, David, Diplo y Afrojack se sientan en los sillones junto a las ventanas tintadas mientras que yo y mis compañeros lo hacemos en los de en frente.

Mientras ajustan el sonido y la luz, ellos hablan entre sí. Se nota que hay confianza y familiaridad.

Quiero que la entrevista sea distendida así que comienzo hablando primero con David.

Tratamos diferentes temas, como si hay rivalidad entre ellos, cómo trabajan, qué significa para ellos formar parte del BBF o cómo influye lo que ocurre en Ibiza en el resto del mundo respecto a la música electrónica.

-En unas semanas saldrá el ranking de djs según la revista dj Mag. Todos estáis en los primeros diez puestos. ¿Quién creéis que será el número uno este año?

-Üll- dicen todos al unísono.

-¡Vaya veo que lo tenéis muy claro!- digo sorprendida riendo.

-Es muy bueno, trabaja un montón, es que se lo merece- dice Armin.

-Es que tiene un don, lleva tres años imparable y no tiene pinta de que vaya a cambiar- corrobora David.

-Yo no le conozco personalmente pero sí he escuchado sus trabajos y veo que su nombre encabeza casi todos los carteles de los festivales más importantes del mundo.

-Sí y tiene como tres residencias, dos en Ibiza y una en las Vegas- responde David de nuevo.

-¿Y cómo se concilia la vida personal con ser un dj?- pregunto.

-En mi caso mi mujer viaja conmigo así que eso lo hace mucho más fácil- dice Diplo.

-Yo reconozco que mis hijos se sorprenden cuando paso en casa más de seis días. Me miran en plan ¿qué haces aquí? Pero bueno es lo que hay- explica Armin.

-Yo tuve suerte porque la fama me llegó cuando mis hijos ya eran mayores. Así que ahora ellos están haciendo su vida y no necesitan la presencia de su padre tanto como cuando eran niños. De todas formas nos vemos casi cada semana, ahora están pasando unas semanas conmigo en Ibiza así que estamos juntos todo el tiempo.

Sabía que David tenía hijos de su matrimonio anterior pero no sabía que eran tan mayores.

-Yo estoy soltero así que ese problema no le tengo- se ríe Afrojack- pero siempre hay familia y amigos y fechas especiales en las que tú no puedes estar. Además el trabajo en el escenario es una parte pero el trabajo en el estudio es otra y te lleva muchas horas.

-Sí, eso es cierto. Yo estoy como 16 horas en el estudio metido un día normal- dice Armin.

Todos están de acuerdo en esa afirmación.

-Así que la vida de dj de estar rodeado de lujos, coches caros, viajar a sitios diferentes y tener una docena de mujeres disponibles difiere de la realidad. Es más como viajas en avión en privado porque si no, no te da tiempo a llegar a casa ese día y viajas mucho pero estás mucho tiempo solo- continúa Armin.

-Yo creo que el peor momento es al acabar un set. Y da igual si es una fiesta privada con 20 personas que un mega festival con miles de personas como el BBF. Al fin y al cabo bajas de la cabina con la adrenalina a tope y llegas al hotel y estás solo, al día siguiente igual. Y al final sientes ese vacío- explica Afrojack.

-Por eso yo comparto alojamiento con vosotros siempre. Estos tíos al final se convierten en familia porque coincidimos un montón- dice David dando un golpe en la espalda a Armin de forma amistosa.

La conversación sigue fluyendo y las cámaras grabando hasta que Diplo se tiene que marchar para prepararse para su set.

Cuando mi trabajo con ellos acaba y el equipo está recogiendo todos los cables, David se acerca a mí para hablar.

-¿Te veo arriba?- me pregunta.

-¿Dónde?

-En el escenario. Empiezo a las dos- sonríe.

-¿De la tarde?- pregunto organizándome para poder ir.

-De la mañana- me dice cómo si hubiese cometido una gran falta por pensar que su set sería de día.

-Es tardísimo. Tengo el avión a las 12 del mediodía.

-Mañana es domingo, no trabajas. Cambia el vuelo- me propone.

-No puedo- me río.

-Venga quédate, te reservo sitio arriba en el escenario.

-No sé si voy a poder- le advierto.

-Querer es poder y tú quieres- me dice en tono pícaro señalándome con el dedo.

Nos reímos y nos despedimos.

Montse aun no ha terminado, ella entrevista a Martin Garrix, Steve Aoki, Alesso y a Edward.

Decido esperarla comiendo en un food truck cerca del parking donde estamos trabajando. Me pido una cosa llamada Mici que son unos rollos de carne picada a la parrilla con patatas fritas y una salsa parecida a la mostaza.

Montse me llama mientras estoy esperando la comida y se une a mí en diez minutos.

-¿Qué tal?- me pregunta.

-Muy bien, muy majos todos ¿y tú?

-Genial por Martin y Alesso porque ya le conozco y hay confianza pero los otros dos son muy rancios. ¿Cómo has podido trabajar con Üll? es muy serio y no deja que la conversación se salga de los parámetros establecidos.

Me sorprendo por su apreciación. Edward es muchas cosas pero serio precisamente no.

Entonces recuerdo que no quiso grabar en su villa y me mintió al respecto incluso a mí.

-Es muy cauto con su vida privada, pero es buena persona- aclaro.

-Martin me ha ofrecido quedarnos esta noche. En plan ver el festival como público.

-A mí David también- me río.

-Deberíamos quedarnos, total hasta el lunes no trabajamos.

-¿Crees que Ona va a aceptar que retrasemos el vuelo?- me río dando un mordisco a la carne.

Monserrat mira su móvil y busca algo en él.

-Hay vuelos por 60€. Solo la entrada del festival vale casi 100€ y a nosotras nos dejan entrar gratis, deberíamos ir.

-Está bien. Comemos, vamos al hotel, descansamos y esta noche volvemos- propongo.

-Guay- dice empezando a comer.

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En la habitación de hotel echamos un vistazo al cartel del festival. Esta noche era la más importante, pinchaban los djs internacionales más famosos del mundo. Edward era el último, su set comenzaba a las seis de la mañana y cerraba el festival.

Elijo que ropa ponerme entre las pocas cosas que he traído. Voy a tener que vestir muy básica porque es todo lo que hay en mi maleta. Finalmente me decido por unos mom fit, un top negro de tirantes y deportivas.

Nos tomamos nuestro tiempo cenando en el restaurante del hotel y no es hasta casi las doce de la noche cuando cogemos un taxi para llegar al Cluj Arena.

Una vez allí noto la energía típica de los festivales, la emoción de la gente, las ganas de fiesta, el no saber qué te deparará la noche.

Accedemos al estadio sin problemas enseñando nuestros pases como trabajadoras, eso sí lo hacemos por la parte de atrás, por el backstage.

Como si nos estuviera esperando, nada más entrar nos encontramos con David.

-¡Sabía que no me fallarías!- me dice caminado hasta dónde estamos y dándome un abrazo- presiento que va a ser una noche muy especial, no os vais a arrepentir.

-¿Tú también lo sientes? Hay como una energía diferente- le confieso riendo.

-Es UNTOLD Bella- me confiesa guiñándome un ojo.

Hago las presentaciones entre David y Montse y este nos da a elegir: subir al escenario o pasar a su camerino.

Decidimos coger la segunda opción, queremos quedarnos hasta el cierre del festival esta madrugada así que todo lo que sea descansar y tomárnoslo con calma es bienvenido.

En su camerino hay un montón de gente, sobre todo hombres, bebiendo, riendo y pasándoselo bien.

Montse y yo nos sentamos en uno de los sofás con una copa de champán cada una. Estamos hablando y recordando experiencias en otros conciertos o festivales cuando alzo la mirada y lo veo.

Acaba de llegar porque aun lleva una mochila a su espalda pero está guapísimo.

Lleva una camiseta roja y unos vaqueros azules con rotos en las rodillas.

Nuestras miradas se cruzan por un segundo cuando alguien le hace darse la vuelta para hablar.

Montse sigue la dirección de mi mirada y se da cuenta de la presencia de Edward.

-No me ha trasmitido buena vibra- me confiesa mirándole.

Yo aparto la mirada de él y la pongo sobre ella.

No sé qué decirla así que me limito a encogerme de hombros y a continuar con nuestra conversación.

A las dos menos diez de la mañana todo el mundo sale del camerino de David y sube al escenario, incluidas nosotras. Estoy hasta nerviosa escuchando a la gente ahí abajo mientras las luces permanecen apagadas.

El set de David comienza con un remix de su propio tema ''Titanium'' y contrario a Edward, David mete energía desde el minuto 0 hasta el final.

Montse y yo bailamos junto con más gente a un lado del escenario durante la hora que dura el set de David.

Después es el turno de Afrojack, al que saludo cuando pasa por mi lado, y seguidamente el de Armin Van Buuren. Evidentemente no puedo disimular cuanto me gusta la música de Armin, si cierro los ojos todavía puedo recordarme a mí misma esa noche hace años en la discoteca Hï.

He visto a Edward un par de veces más a lo largo de la noche: pidiendo algo en el bar que está detrás del escenario, hablando con otros djs, haciéndose fotos con fans… y ahora mismo seguramente esté en su propio camerino preparándose para su set de cierre del festival.

Cuando Armin acaba hay unos 10-15 minutos de descanso hasta que empiece el siguiente set, el de Edward, así que aprovecho para ir hasta el bar y pedirme un refresco.

-Hola Bella- me saluda alguien a mi lado en la barra.

-¡Garret!- digo emocionada dándole un abrazo- no te he visto en toda la noche.

-Yo a ti tampoco, ¿sigues con lo del BBF?

-Así es, pero David me ha dicho que me quedara esta noche y la verdad tengo que agradecérselo porque me lo estoy pasando genial- confieso.

-Ahora le toca a Edward- me dice señalando la cabina del dj.

-Sí lo sé.

-Mi chico ha preparado un gran set para hoy- dice orgulloso.

Me río ante la forma de llamarle ''mi chico'', suena paternalista.

-Los sets de Edward son de otro mundo siempre- digo estando de acuerdo con él.

Sabré yo lo que es un set de dj Üll cuando me pasé un verano entero escuchándolos.

-¿Te veo luego por aquí?- dice mirando un punto detrás de mi cabeza.

Me giro y veo a Edward mirándonos antes de subir al escenario.

-En realidad quiero bajar abajo, con el público. Allí se vive de otra manera, pero quizás luego, cuando cerréis nos podamos ver- le sonrío a la vez que cojo mi bebida.

-Disfruta Bella- se despide.

-Suerte- digo antes de girarme y caminar hasta Montse.

El set de Edward empieza lento, a su estilo, a la vez que juega con las luces de colores que bañan a la multitud.

Pasados unos minutos, la música aumenta su ritmo y casi todo el escenario está iluminado, es el momento perfecto para bajar abajo a la zona VIP, entre la valla metálica que contiene a los asistentes y el escenario. Un espacio diáfano de unos 5 metros de ancho.

Desde abajo puedo ver la cabeza de Edward asomándose por la cabina.

Su set se compone de grandes éxitos, o al menos es la impresión que tengo dado que reconozco casi todos los temas pese a estar remezclados.

Bailando, riendo y bebiendo, el sol comienza a salir por la parte delantera del estadio justo frente al escenario. Edward, siendo consciente de que el sol iba a iluminarle por completo en cuestión de segundos, cambia de canción. Esta no la conozco, comienza con un ritmo muy básico y rápido, sin melodía a penas y sin voz.

No paro de observar como el sol va bañando poco a poco el escenario. El pelo de Edward ya no es castaño, es rubio oscuro y brillante y el sol hace que se marquen mucho más los músculos de sus brazos mientras trabaja en la mesa de mezclas.

Estoy embobada mirándole cuando la canción realmente comienza y la voz de una mujer repite una y otra vez ''take me away''. En el minuto cuatro aproximadamente me doy cuenta de que ya no estoy bailando, solo estoy mirando a Edward siendo bañado por el sol.

Estoy embobada ante tal escena, quizás sea uno de los mejores amaneceres que he tenido desde ese verano en Ibiza.

Es entonces cuando el ritmo de la canción vuelve a bajar y sin dejar de mirar a Edward me doy cuenta.

No es Ibiza.

No es el verano.

No es la música electrónica.

No es la fama.

No son los escenarios ni los festivales.

Podría ser Londres.

Podría ser invierno.

Podría no tener lugar en un escenario si no en un bar.

Podría ser cualquier otra característica, lugar o tiempo pero siempre sería Edward.

Edward es la clave de todo, porque es la persona que más me ha atraído jamás, el hombre que más me ha gustado, el único que me ha hecho dejar todo de lado solo por estar con él, es la persona por la que más barreras y líneas rojas he cruzado.

Desde cogerme un avión sola para volver a estar con él hasta engañar a mi prometido, todo por estar con él.

Y si ahora alguien me concediera el deseo de volver a un tiempo pasado, sé sin ninguna duda que pediría volver al verano en Ibiza que pasé con él.

Para aprovechar más el tiempo, para valorarlo más o quizás para no haber perdido la conexión con él, porque ahora sé que ese nivel de intimidad, conexión y afecto solo sucede una vez en la vida con una persona, y en mi caso fue con Edward.

Bajo la mirada hacia el suelo mientras la canción termina cuando me doy de bruces contra la realidad. Todo eso es tiempo pasado, ya no queda nada entre él y yo.

Dos desconocidos con recuerdos en común.

De un momento a otro me siento enferma, triste incluso. Vuelvo a levantar la mirada hacia el escenario y veo que Edward se ha subido encima de la cabina y ahora puedo verle de pies a cabeza sujetando una bandera rumana con los brazos en alto, bañado por el sol y aclamado por el público que está enloquecido. En este momento podría convertirse en una divinidad.

-¿Bella estás bien?- me dice Montse.

-La verdad es que no, no me encuentro bien, me voy a ir pero tú puedes quedarte.

-¿Qué dices? ¿Cómo nos vamos a ir la una sin la otra? Nos vamos las dos. Además si no te encuentras bien no quiero que te vayas sola.

Caminamos hasta las escaleras que suben al escenario donde nos toca esperar un poco hasta llegar arriba donde estábamos antes.

Miro de nuevo a Edward, es la despedida, y veo que otro dj se le ha sumado en la cabina aunque con el sol de frente no le reconozco.

Mientras esperamos a entrar al backstage notamos como aumenta la agitación en el ambiente. Los silbidos y las voces aumentan y son audibles incluso por encima de la música.

Cuando nos giramos para mirar al público notamos algo diferente. La zona vip donde estábamos hace unos minutos ya no existe. El público ha empujado la valla de contención metálica y ahora montones de gente intentando no ser atropellados por la multitud corren en todas direcciones.

Hay gente tirada en el suelo. Unos sobre otros, creando montañas humanas.

Me muero del agobio solo de pensar en las personas que están debajo, aplastadas.

De un momento a otro la música para.

Todo el mundo se congela y me empujan hacia el interior del backstage.

-Vamos, subid, subid, subid- nos dice un hombre de seguridad empujándonos hacia las escaleras que llevan a los camerinos.

Corremos en la medida de lo posible por los pasillos atestados de gente sin saber a dónde vamos.

No soy consciente de que una mano me agarra del brazo y me introduce a una habitación, un camerino.

-¿Estás bien?

Es Garret.

Asiendo, incapaz de hablar aun.

-Ha habido una avalancha entre el público- me explica.

-¿Dónde está mi amiga?- pregunto en shock.

-¿Estaba contigo?

Asiento.

-Espera aquí unos minutos, luego la buscamos, la gente está muy nerviosa y eso no trae nada bueno.

-Edward estaba en el escenario- digo recordando los últimos instantes antes de que ocurriera todo.

-Lo sé- dice frunciendo los labios.

-¿Estará bien no?- pregunto preocupada.

Garret me mira serio sin contestar.

Siento que su falta de respuesta es un mal presagio pero antes de que pueda seguir preguntando la puerta se abre y entran dos personas discutiendo a voces.

-¿Cómo se te ocurre cortar la música así? ¡Si me vuelves a hacer eso te juro que te mato!

-¿No has visto lo que estaba pasando ahí abajo?-

-¿Y qué? Al apagar la música todo ha estallado, la histeria se ha vuelto colectiva.

-¡Me da igual! Hay gente que ha podido morir ahí abajo- le recrimina uno al otro.

-Pues por eso mismo no se apaga la música Edward, te esperas a que todo se calme para que las personas que aun no se han enterado de nada y están tranquilas permanezcan en ese estado.

-¿Es que no te importa la gente David?- le grita Edward de vuelta.

-¡Claro que me importa! No me taches de insensible pero tú has actuado impulsivamente coño, te has asustado antes incluso de saber lo que pasaba.

-Lo volvería hacer- responde firme y serio Edward.

-¿Si ella no hubiera estado ahí abajo también lo volverías a hacer?

Edward suelta una risita irónica restando importancia al comentario de David.

-No, no disimules ahora porque te he escuchado perfectamente ahí arriba- le acusa.

-¿Escuchado el qué? No sabes lo que dices.

-Su nombre Edward, su nombre. Te has vuelto loco cuando has visto que la valla metálica se venía abajo y has gritado su nombre varias veces porque sabías que ella estaba ahí.

-¡No me jodas David, ella estaba ahí abajo! Lo volvería a hacer. La estaba viendo y de un momento a otro la dejé de ver.

-O sea no es por la gente es por tu ex novia- le recrimina David.

-¡Que te jodan! Tienes doble moral, la gente muere aplastada y asfixiada en avalanchas como la que acaba de ocurrir. Ya me pasó una vez y no me voy a arriesgar a que ocurra de nuevo si está en mi mano - comienza a señalarle furioso Edward a medida que se acerca intimidatoriamente a David- y mucho menos si Bella está ahí abajo.

-Chicos, Bella está bien- interviene Garret alzando la voz yendo a separarlos.

Ambos se giran asombrados a ver a Garret, del cual no se habían dado cuenta que estaba dentro, así como tampoco habían reparado en mí.

Cuando posan su mirada en mí la cara de David es un poema pero la de Edward es indescriptible.

No sé cómo reaccionar. En los últimos diez minutos han pasado más cosas que en todo el último mes y mi cabeza y mi cuerpo no saben gestionar mis emociones.

Por fortuna el móvil que tengo en la mano suena, es Montse, me está buscando fuera del estadio.

Me despido de ella y camino hasta la puerta del camerino.

-¿Es seguro salir?- pregunto a Garret.

Asiente con la cabeza.

Sin mirar a nadie más salgo de ahí en dirección de salida.

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Hola, ha pasado mucho tiempo desde que esta historia se actualizó, no sé si habrá alguien leyendo tras la pantalla.

SOBRE EL CAPÍTULO: Bella se ha dado cuenta de lo que Edward representó para ella y lo que sigue representando a día de hoy. Y Edward pasa de ella, no le habla pero para la música en medio de un set cuando cree que ella está en peligro ¿qué pasa aquí? ¿qué va a hacer Bella con toda esta información en su cabeza? ¿enfrentará a Edward o volverá a Barcelona a seguir con su vida como si nada? Sabéis que me encanta leer en las reviews vuestras opiniones y qué creéis que va a pasar ahora.

SOBRE MI AUSENCIA: como ya dije en otros capítulos o incluso en el grupo de Facebook, no voy a seguir publicando capítulos de Ibiza hasta que no haya escrito el total de la historia. Para vuestra tranquilidad mental tengo escrito el final pero no tengo acabado el desarrollo del nudo de la historia. Pero ante el aluvión de reviews preguntándome si había abandonado la historia he decidido subir este capítulo y aclararlo, LA HISTORIA NO ESTÁ ABANDONADA Y TIENE FINAL. No tengo mucho tiempo y por eso voy escribiendo poquito a poquito. Os pido paciencia.

Como siempre: grupo de Facebook actualizado con imágenes y vídeos del capítulo y la canción que suena cuando Bella tiene su ''revelación'' está incluida en la lista de Spotify (todos los enlaces en mi perfil de fanfiction)

Nos leemos